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Barroco para niños

Enciclopedia para niños

El Barroco fue un período muy importante en la historia de la cultura occidental. Se caracterizó por una nueva forma de ver el arte, que se extendió por muchos campos como la literatura, la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la ópera, la danza y el teatro.

Este estilo surgió en Italia a principios del XVII y se extendió por la mayor parte de Europa. También llegó a muchas colonias de los países europeos, especialmente en Iberoamérica. El Barroco duró todo el XVII y principios del XVIII.

Al principio, la palabra "barroco" se usaba de forma negativa, significando algo recargado o extravagante. Pero con el tiempo, los historiadores del arte reconocieron su valor y lo vieron como un estilo artístico único. Algunos dividen el Barroco en tres etapas: "primitivo" (1580-1630), "maduro" (1630-1680) y "tardío" (1680-1750).

El arte barroco se volvió más detallado y adornado. Aunque mantuvo algo de la lógica del clasicismo, adoptó formas más dinámicas y sorprendentes. A los artistas les gustaban los efectos visuales y las ilusiones. En esta época, el arte a menudo mostraba la realidad de forma directa, pero también con cierta exageración, contrastes fuertes de luces y sombras, y una tendencia al movimiento y la emoción.

¿Qué significa la palabra "Barroco"?

Laocoonte y sus hijos (siglo II a.C.). Para muchos, lo "barroco" es una fase que se repite en todos los estilos artísticos después de una fase clásica.

La palabra "barroco" viene del portugués barrôco, que se usaba para describir las perlas con formas irregulares. Al principio, se usó en la crítica musical para describir un estilo de música que buscaba sorprender con sonidos extravagantes.

Con el tiempo, "barroco" se convirtió en una palabra para describir un arte caprichoso, muy adornado y exagerado. Por ejemplo, en un diccionario de 1771, se decía que un cuadro barroco no respetaba las reglas y proporciones, y todo estaba hecho según el gusto del artista.

Otra idea es que viene de baroco, un término de la filosofía escolástica medieval que se refería a un tipo de razonamiento que podía confundir lo verdadero con lo falso.

Durante el XVIII, los pensadores de la Ilustración usaron "barroco" de forma despectiva, para criticar el exceso de adornos en el arte del siglo anterior, que les parecía absurdo o grotesco.

Sin embargo, más tarde, los historiadores del arte como Jacob Burckhardt y Heinrich Wölfflin empezaron a ver el Barroco como un período artístico importante y con un estilo propio. Wölfflin, en 1915, dijo que el Barroco es un estilo que se opone al clasicismo, y que esta alternancia entre lo clásico y lo barroco ocurre en la evolución de todos los estilos artísticos.

¿Cómo era el mundo en la época barroca?

Archivo:Murillo anciana despiojando
Vieja espulgando a un niño (1670-1675), de Bartolomé Esteban Murillo. La difícil situación económica del siglo XVII afectó mucho a las personas más humildes.

El XVII fue una época con desafíos económicos en Europa. Las malas cosechas hicieron que los precios de los alimentos subieran, lo que causó escasez. El comercio disminuyó en algunas zonas, aunque floreció en Inglaterra y los Países Bajos gracias al comercio con Asia. Las guerras, a menudo relacionadas con diferencias religiosas, como la guerra de los Treinta Años (1618-1648), también causaron dificultades.

En esta época, el poder principal en Europa pasó de España a la Francia absolutista. Francia y la Roma papal se convirtieron en los centros más importantes de la cultura barroca, mostrando su poder político y religioso a través del arte. España, a pesar de sus desafíos, tuvo un período cultural muy brillante, conocido como el Siglo de Oro, con grandes obras en literatura y artes plásticas.

El Barroco nació en Italia, especialmente en Roma, donde la Iglesia católica usó el arte para difundir sus ideas después de la Reforma protestante. El Concilio de Trento (1545-1563) buscó fortalecer la fe católica y creó nuevas formas de comunicar su mensaje, poniendo énfasis en la educación y la predicación. La Compañía de Jesús, una nueva orden religiosa, tuvo un gran impacto en la difusión de la fe. Los papas de la época fueron grandes protectores del arte y promovieron la construcción y mejora de iglesias en Roma, especialmente la basílica de San Pedro. El arte se convirtió en una herramienta poderosa para transmitir mensajes religiosos.

Culturalmente, el Barroco fue una época de grandes avances científicos. William Harvey descubrió la circulación de la sangre; Galileo Galilei mejoró el telescopio y apoyó la idea de que la Tierra gira alrededor del Sol; Isaac Newton formuló la ley de gravitación universal. Francis Bacon estableció el método experimental para la investigación científica, y René Descartes llevó la filosofía hacia el racionalismo con su famosa frase "pienso, luego existo".

Archivo:Descartes Discours de la Methode
Discurso del método (1637), de René Descartes.

Debido a los nuevos descubrimientos, las personas del Barroco empezaron a dudar de algunas ideas antiguas. La naturaleza se vio como algo libre y misterioso, y se convirtió en una fuente de inspiración. El arte se usó para expresar lo imaginario y el deseo de lo infinito. Por eso, gustaban los efectos visuales, las ilusiones y las construcciones que duraban poco tiempo.

La cultura barroca era "dirigida" (enfocada en la comunicación), "masiva" (para el pueblo) y "conservadora" (para mantener el orden). El arte debía ser educativo y atractivo, llegando fácilmente al público y transmitiendo un mensaje que apoyaba a los que tenían el poder, ya fueran líderes políticos o religiosos. La Iglesia y la nobleza eran los principales patrocinadores de artistas y escritores. Las monarquías absolutas, como la de Luis XIV en Francia (que construyó el Palacio de Versalles), usaron el arte para mostrar su grandeza y fortalecer su poder.

A pesar de los desafíos económicos, el arte floreció gracias al apoyo de la Iglesia y la nobleza. El coleccionismo de arte también creció, lo que hizo que artistas y obras se movieran por toda Europa. Surgieron academias de arte, como la Académie Royale d'Art en París (1648), para preservar y promover el arte.

Mapa de Europa en 1648, al final de la Guerra de los Treinta Años.
Colonización europea en 1660.

¿Cómo era el estilo barroco?

Archivo:St Peter's Square, Vatican City - April 2007
Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Este gran lugar fue clave para el arte de la época.

El Barroco fue un estilo que heredó el escepticismo del Manierismo, lo que se reflejó en un sentimiento de drama. El arte se volvió más elaborado, decorativo y lleno de adornos. Se destacaron los efectos visuales y la búsqueda de lo sorprendente.

Según Heinrich Wölfflin, el Barroco se diferencia del Renacimiento en varios aspectos:

  • Mientras el Renacimiento tenía una visión lineal, el Barroco era más pictórico.
  • El Renacimiento usaba composiciones en planos, el Barroco se enfocaba en la profundidad.
  • Las formas renacentistas eran cerradas, las barrocas eran abiertas.
  • La unidad en el Renacimiento se basaba en la armonía, en el Barroco se subordinaba a un motivo principal.
  • El Renacimiento buscaba la claridad absoluta, el Barroco la claridad relativa del efecto.

El arte barroco se expresó de dos maneras:

  • Por un lado, se enfocó en la realidad, la vida cotidiana y lo pasajero de la vida.
  • Por otro lado, mostró una visión grandiosa y exagerada de las ideas nacionales y religiosas, como una forma de expresar el poder. Esto se vio en el gusto por lo monumental, lo lujoso y lo muy adornado, dando una imagen de magnificencia a la realeza y a la Iglesia.
Archivo:Louis XIV of France
Retrato de Luis XIV (1701), de Hyacinthe Rigaud. El rey francés es un ejemplo de monarca absolutista que usó el arte para mostrar su poder.

El Barroco fue una cultura de la imagen, donde todas las artes se unieron para crear una "obra de arte total". Tenía una estética teatral, como una gran puesta en escena que mostraba el esplendor del poder dominante (Iglesia o Estado). Se usó el lenguaje visual como un medio de comunicación masiva, con una visión dinámica de la naturaleza y el espacio.

Una característica importante del arte barroco es su carácter ilusorio y artificial. Se valoraba lo visual y lo efímero, por lo que el teatro y otros espectáculos como la danza, la pantomima y la ópera tuvieron mucho éxito. Se creía que el mundo era un teatro (theatrum mundi) y la vida una obra. Las artes se "teatralizaban", especialmente la arquitectura. No se mostraban las cosas como eran, sino como se deseaba que fueran. En la literatura, esto se vio en el uso de un lenguaje muy adornado y figuras retóricas como la metáfora y la hipérbole.

Finis gloriae mundi (1672), de Juan de Valdés Leal. El género de la vanitas era muy importante en el Barroco, recordando la brevedad de la vida.

El arte barroco buscaba crear una realidad diferente a través de la ficción y la ilusión. Esto se vio mucho en las fiestas y celebraciones. Edificios, barrios o ciudades enteras se convertían en escenarios donde la realidad y la ilusión se mezclaban. La Iglesia usaba la pompa y el lujo para mostrar su importancia, con misas solemnes, procesiones y otras ceremonias. Las monarquías también hacían grandes celebraciones como coronaciones y bodas reales para mostrar su poder. Las fiestas barrocas combinaban todas las artes: arquitectura, pintura, poesía, música, danza, teatro, pirotecnia y más.

El carácter ornamental y recargado del arte barroco también reflejaba la idea de que la vida es pasajera, un recordatorio de la brevedad de la existencia (memento mori). Esto llevó a valorar intensamente los momentos de alegría y las celebraciones.

El Barroco no fue un estilo uniforme en todas partes. En la pintura, por ejemplo, hubo varias tendencias:

  • Naturalismo: Se basaba en observar la naturaleza, pero con ciertas reglas del artista.
  • Realismo: Imitaba la naturaleza de forma muy precisa, sin interpretaciones.
  • Clasicismo: Buscaba la perfección y la belleza ideal, inspirándose en el arte clásico.

En el Barroco surgieron o se hicieron más populares nuevos tipos de pintura. Antes, el arte se centraba en temas históricos, mitológicos o religiosos. Pero los cambios sociales del XVII hicieron que la gente se interesara por nuevos temas, especialmente en los países donde las creencias religiosas cambiaron y no se permitían tantas imágenes religiosas. El crecimiento de la burguesía, que invertía en arte, también impulsó nuevos temas.

Entre los géneros que se desarrollaron mucho en el Barroco están:

  • Pintura de género: Muestra escenas de la vida diaria, de campesinos, comerciantes, fiestas o gente común.
  • Paisaje: La naturaleza se convierte en el tema principal, no solo un fondo.
  • Retrato: Se enfoca en la figura humana, a menudo de forma realista.
  • Bodegón o naturaleza muerta: Representa objetos inanimados como frutas, flores, alimentos o instrumentos musicales.
  • Vanitas: Un tipo de bodegón que recuerda lo pasajero de la vida humana, a menudo con símbolos como calaveras o relojes de arena.

Arquitectura barroca

La arquitectura barroca se volvió más dinámica, con mucha decoración y un sentido teatral de las formas. Se usaron curvas cóncavas y convexas, y se prestó mucha atención a los efectos visuales y al punto de vista del espectador. El urbanismo también fue muy importante, con grandes proyectos de reyes y papas que buscaban integrar la arquitectura con el paisaje, creando una sensación de expansión infinita.

Arquitectura barroca en Italia

Archivo:Vatikan, der Petersdom und der Brunnen auf dem Petersplatz
Plaza de San Pedro de Roma, con la fachada de Carlo Maderno y la columnata de Gianlorenzo Bernini.
Archivo:Sant'Ivo alla Sapienza -Rome
Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza (1643-1662), Roma.

Italia fue el centro del nuevo estilo, gracias al apoyo de la Iglesia, que quería mostrar su triunfo. La principal construcción barroca italiana fue la iglesia, que se convirtió en un símbolo de la difusión de las ideas religiosas. Las iglesias barrocas italianas tienen muchas formas dinámicas, con curvas, fachadas muy decoradas con esculturas y muchas columnas.

Uno de los primeros arquitectos importantes fue Carlo Maderno, quien hizo la fachada de San Pedro del Vaticano (1607-1612). Pero los mayores impulsores del estilo fueron el arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini, creador de la Plaza de San Pedro (1656-1667) y el baldaquino de San Pedro (1624-1633), donde aparece la columna salomónica, un elemento distintivo del Barroco.

Otro gran nombre fue Francesco Borromini, un arquitecto muy creativo que usó superficies curvas y arcos especiales, creando una arquitectura casi escultórica. Hizo iglesias como San Carlo alle Quattre Fontane (1634-1640). Pietro da Cortona, que también era pintor, creó edificios con grandes contrastes de luz y sombra. Fuera de Roma, destacaron Baldassare Longhena en Venecia (Santa Maria della Salute, 1631-1650) y Guarino Guarini y Filippo Juvara en Turín.

Arquitectura barroca en Francia

Archivo:Château de Maisons-Laffitte 001
Château de Maisons-Laffitte (1630-1651), de François Mansart.

En Francia, bajo los reyes Luis XIII y Luis XIV, se construyeron edificios muy lujosos para mostrar la grandeza del monarca. La arquitectura francesa, aunque influenciada por la italiana, era más sobria y equilibrada, más cercana al clasicismo francés.

Entre las primeras obras importantes están la capilla de la Sorbona (1635-1642) de Jacques Lemercier y el palacio de Maisons-Lafitte (1624-1626) de François Mansart. Más tarde, los grandes proyectos se centraron en la nueva fachada del palacio del Louvre y, sobre todo, en el palacio de Versalles (1669-1685), diseñado por Louis Le Vau y Jules Hardouin-Mansart. Este último también hizo la iglesia de San Luis de los Inválidos (1678-1691).

Arquitectura barroca en España

En España, la arquitectura de la primera mitad del XVII mantuvo la sencillez del estilo herreriano. El estilo barroco se fue añadiendo poco a poco, sobre todo en la rica decoración interior de iglesias y palacios, donde los retablos se hicieron cada vez más grandes y adornados. Juan Gómez de Mora fue una figura destacada, autor de la Clerecía de Salamanca (1617) y la plaza Mayor de Madrid (1617-1619).

A mediados de siglo, las formas se hicieron más ricas y dinámicas, con decoraciones de plantas o formas abstractas. Destacaron nombres como Alonso Cano, autor de la fachada de la catedral de Granada (1667).

A finales del XVII y principios del XVIII surgió el estilo churrigueresco, llamado así por los hermanos Churriguera. Se caracterizaba por su decoración muy abundante y el uso de columnas salomónicas. Alberto Churriguera diseñó la Plaza Mayor de Salamanca (1728-1735). Otros arquitectos importantes fueron Pedro de Ribera, autor del Puente de Toledo (1718-1732), y Fernando de Casas Novoa, que hizo la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela (1739-1750).

Arquitectura barroca en otros países europeos

Archivo:Karlskirche Vienna June 2006 475
Iglesia de San Carlos Borromeo (Viena) (1715-1725), de Johann Bernhard Fischer von Erlach.
Archivo:Amsterdam Royal Palace 7299
Palacio Real de Ámsterdam, de Jacob van Campen (1646-1665).

En Alemania, la construcción importante comenzó más tarde, y muchas obras fueron encargadas a arquitectos italianos. Sin embargo, a finales de siglo, surgieron arquitectos alemanes talentosos como Matthäus Daniel Pöppelmann, autor del palacio Zwinger de Dresde (1711-1722). En Austria, destacaron Johann Bernhard Fischer von Erlach (iglesia de San Carlos Borromeo, 1715-1725) y Johann Lukas von Hildebrandt (palacio Belvedere, 1713-1723).

En Inglaterra, el estilo palladiano (clásico) se mantuvo por mucho tiempo. La obra maestra del período fue la catedral de San Pablo de Londres (1675-1711), de Christopher Wren.

En los Países Bajos, el estilo fue más simple y clásico, con énfasis en edificios civiles como el Ayuntamiento de Ámsterdam (1648, actual Palacio Real), de Jacob van Campen.

En los países nórdicos, la arquitectura también fue sobria y clásica, con influencias de otros países. En Dinamarca destaca la Bolsa de Copenhague (1619-1674). En Suecia, el palacio de Drottningholm (1662-1685) y el palacio Real de Estocolmo (1697-1728) son ejemplos importantes.

En Portugal, la construcción importante comenzó después de su independencia de España, impulsada por el oro y los diamantes de Brasil. El Palacio Nacional de Mafra (1717-1740) es una obra destacada.

En Europa oriental, Praga (Chequia) tuvo muchos proyectos de construcción, como la iglesia de San Nicolás (1703-1717). En Polonia, el palacio de Wilanów (1692) es un buen ejemplo. En Rusia, el zar Pedro I el Grande impulsó la influencia del Barroco europeo, con obras como la catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo (1703-1733).

En el Imperio otomano, el arte occidental influyó en las formas islámicas durante el XVIII, como se ve en la mezquita de los Tulipanes (1760-1763).

Arquitectura colonial barroca

Archivo:Iglesia Companhia de Jesus - Quito, Equador - panoramio
Iglesia de la Compañía (Quito).

La arquitectura barroca en las colonias se caracteriza por una decoración muy abundante. En México, las fachadas se cubrían de azulejos. En Perú, las construcciones de Lima y Cuzco desde 1650 mostraron características originales, como el uso de columnas salomónicas (Iglesia de la Compañía, Cuzco).

En otros países, destacan la catedral Metropolitana de Sucre en Bolivia, el santuario del Señor de Esquipulas en Guatemala, y la Iglesia de la Compañía en Quito, Ecuador. También son notables las iglesias de las misiones jesuitas en Paraguay y las franciscanas en California.

En Brasil, la arquitectura tuvo influencia italiana, como en la iglesia de São Francisco de Assis en Ouro Preto (1765-1775), obra de Aleijadinho, con sus fachadas curvas y efectos dinámicos.

En las colonias portuguesas de la India (Goa), surgió un estilo que mezclaba formas barrocas con elementos hindúes, como la catedral de Goa (1562-1619).

En Filipinas, las iglesias barrocas de Filipinas (declaradas Patrimonio de la Humanidad) muestran una mezcla del Barroco europeo con el arte de artesanos chinos y filipinos.

Jardinería barroca

En el Barroco, la jardinería estaba muy ligada a la arquitectura, con diseños lógicos y formas geométricas. El ejemplo más famoso fue el jardín francés, con grandes zonas de césped y parterres, como los Jardines de Versalles, diseñados por André Le Nôtre. Los jardines barrocos incluían elementos como islas artificiales, grutas, teatros al aire libre y pérgolas. También surgieron las orangeries, edificios con grandes ventanas para proteger plantas en invierno. El modelo de Versalles fue imitado en otras cortes europeas, como los jardines de Schönbrunn (Viena) y Petrodvorets (San Petersburgo).

Escultura barroca

Archivo:Ecstasy St Theresa SM della Vittoria
Éxtasis de Santa Teresa (1647-1651), de Gian Lorenzo Bernini, iglesia de Santa María de la Victoria, Roma.

La escultura barroca también se volvió dinámica, con formas curvas y expresivas, destacando el movimiento y la emoción. Partía de la realidad, pero el artista la transformaba a su gusto. La escultura no evolucionó igual en todos los países. En España y Alemania, donde el arte gótico era fuerte, se mantuvieron algunas formas locales. En Italia y Francia, donde el Renacimiento había introducido formas clásicas, estas perduraron más. Además de temas religiosos, la mitología fue importante en palacios, fuentes y jardines.

En Italia, Gian Lorenzo Bernini fue el escultor más destacado. Influenciado por la escultura helenística, logró una gran habilidad para expresar el movimiento y capturar la acción en el tiempo. Algunas de sus obras importantes son El rapto de Proserpina (1621-1622), Apolo y Dafne (1622-1625), David lanzando su honda (1623-1624) y el Éxtasis de Santa Teresa (1644-1652). Otros escultores fueron Alessandro Algardi, de estilo más clásico, y Ercole Ferrata.

En Francia, la escultura mantuvo el estilo clásico del Renacimiento, con un enfoque decorativo y temas mitológicos. François Girardon trabajó en la decoración de Versalles, y Antoine Coysevox también participó en este proyecto. Pierre Puget fue un escultor original, con un gusto por el drama y el movimiento intenso.

En España, la escultura religiosa de madera policromada (pintada) siguió siendo muy importante. Se distinguen dos escuelas: la castellana (en Madrid y Valladolid), con Gregorio Fernández (Cristo yacente, 1614), y la andaluza (en Sevilla y Granada), con Juan Martínez Montañés (Cristo crucificado, 1603), Juan de Mesa (Jesús del Gran Poder, 1620) y Alonso Cano (Inmaculada Concepción, 1655). Más tarde, en el "pleno barroco", hubo una fuerte influencia de Bernini, con figuras como Pedro Roldán. En el XVIII, destacó Francisco Salzillo en Murcia, con un estilo delicado.

En Alemania y Austria, la escultura tuvo un gran desarrollo gracias al impulso religioso. Destacaron artistas como Andreas Schlüter. En Inglaterra, la escultura combinó influencias italianas y francesas.

En los Países Bajos, la escultura barroca fue menos prominente, pero en Flandes surgieron muchos escultores, como Artus Quellinus.

En América, la escultura se desarrolló con influencias españolas. En Lima, destacaron Pedro de Noguera y Juan Bautista Vásquez. En México, Jerónimo de Balbás hizo el Retablo de los Reyes de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. En Ecuador, la escuela quiteña fue importante, con artistas como Bernardo de Legarda. En Brasil, Aleijadinho realizó esculturas para sus proyectos arquitectónicos, como las figuras de los doce profetas en el Santuario del Buen Jesús de Congonhas.

Pintura barroca

San Juan Bautista (1602), de Caravaggio, Museos Capitolinos, Roma.

La pintura barroca tuvo características diferentes en cada país, con distintas escuelas nacionales. Sin embargo, todas recibieron influencia de Italia, donde surgieron dos estilos principales: el naturalismo (o caravagismo), que imitaba la realidad con fuertes contrastes de luz y sombra (llamado tenebrismo); y el clasicismo, que también era realista, pero con una visión más idealizada. Más tarde, en el "pleno barroco" (segunda mitad del XVII), la pintura se volvió más decorativa, con muchas pinturas murales y efectos visuales.

Pintura barroca en Italia

El naturalismo tuvo su mayor exponente en Caravaggio, un artista original que, a pesar de su corta vida, creó obras maestras. Él describía la realidad de forma detallada y usaba el tenebrismo, donde las figuras se iluminan con una luz artificial sobre un fondo oscuro, creando un efecto teatral. Algunas de sus obras son Crucifixión de San Pedro (1601) y La vocación de San Mateo (1602). Otros artistas naturalistas fueron Orazio y Artemisia Gentileschi. También existió un género llamado "bambochadas", que representaba a personas comunes como mendigos o vagabundos.

La segunda tendencia fue el clasicismo, que surgió en Bolonia con la escuela boloñesa, fundada por los hermanos Annibale y Agostino Carracci. Esta corriente buscaba una representación idealizada de la naturaleza, inspirándose en el arte clásico. El paisaje y los temas mitológicos eran ideales para este estilo. Annibale Carracci decoró la bóveda del Palazzo Farnese (1597-1604), una obra muy importante. Otros miembros de esta escuela fueron Guido Reni y Domenichino.

En el "pleno barroco", la pintura se volvió más monumental y decorativa, con un gusto por llenar todo el espacio (horror vacui) y los efectos ilusorios. Pietro da Cortona, que también era arquitecto, fue uno de sus grandes maestros. Otros artistas fueron il Baciccia y Andrea Pozzo, que decoraron bóvedas de iglesias, y Luca Giordano, que también trabajó en España.

Pintura barroca en Francia

Archivo:Georges de La Tour - The Magdalen with the Smoking Flame - Google Art Project
Magdalena penitente (c. 1640), de Georges de La Tour. Es una vanitas, donde la vela simboliza el paso del tiempo.

En Francia, el naturalismo no fue tan popular como el clasicismo, que fue adoptado como el "arte oficial" por la monarquía. El principal pintor naturalista fue Georges de La Tour, conocido por su uso radical del tenebrismo, donde las figuras se iluminan con la luz de velas o lámparas (Magdalena penitente, 1638-1643). Los hermanos Le Nain se centraron en temas campesinos.

La pintura clasicista se centró en dos grandes pintores que trabajaron en Roma: Nicolas Poussin y Claude Lorrain. Poussin creó escenas mitológicas que evocaban la antigüedad clásica como un paraíso idealizado (Los pastores de la Arcadia, 1640). Lorrain se especializó en paisajes, usando la luz de forma primordial para crear una visión ideal de la naturaleza (Puerto con el embarque de la Reina de Saba, 1648).

En el pleno barroco, la pintura se enfocó en el retrato, con artistas como Philippe de Champaigne (Retrato del cardenal Richelieu, 1635-1640) y Hyacinthe Rigaud (Retrato de Luis XIV, 1701). También hubo una pintura académica que buscaba establecer reglas clásicas para el arte.

Pintura barroca en España

Venus del espejo (1647-1651), de Diego Velázquez. Es un ejemplo de figura humana en la pintura española de la época.

En España, a pesar de los desafíos económicos, la pintura alcanzó una gran calidad, por lo que se habla de un "Siglo de Oro" de la pintura española. La mayoría de las obras eran de temas religiosos, aunque también se hicieron pinturas de género, retratos y bodegones (especialmente vanitas). Hubo influencia italiana (tenebrismo) y flamenca (colorido).

En la primera mitad de siglo, destacaron tres escuelas:

Diego Velázquez fue el artista más talentoso de España y uno de los más famosos a nivel internacional. Se formó en Sevilla y luego se convirtió en pintor del rey Felipe IV. Su estilo evolucionó, estudiando la luz y los efectos ambientales para lograr un gran realismo. Algunas de sus obras más famosas son El aguador de Sevilla (1620), Los borrachos (1628-1629), La rendición de Breda (1635), Las meninas (1656) y Las hilanderas (1657).

En la segunda mitad de siglo, los centros artísticos principales fueron Madrid y Sevilla. En Madrid, el naturalismo fue reemplazado por el colorido flamenco y el estilo decorativo italiano. En Sevilla, destacó Bartolomé Esteban Murillo, conocido por sus Inmaculadas y Niños Jesús, con un estilo delicado y sentimental (Inmaculada Concepción, 1678). Junto a él, Juan de Valdés Leal se destacó por sus vanitas y un estilo dinámico y lleno de color.

Pintura barroca en Flandes y Holanda

La separación política y religiosa de Flandes (católica y bajo dominio español) y los Países Bajos (protestantes e independientes) se reflejó en su arte. Flandes se centró en temas religiosos, mientras que los Países Bajos tuvieron un arte más laico y realista, con retratos, paisajes y bodegones.

En Flandes, la figura principal fue Peter Paul Rubens, quien se formó en Italia y desarrolló un estilo dinámico, vital y lleno de color, con figuras musculosas y sensuales (Las tres Gracias, 1636-1639). Sus discípulos incluyeron a Anton van Dyck, un gran retratista, y Jacob Jordaens, especializado en escenas de género.

En Holanda, destacó Rembrandt, un artista original con un estilo cercano al tenebrismo, pero más suave. Cultivó todos los géneros, incluyendo sus famosos autorretratos. Algunas de sus obras son Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp (1632) y La ronda de noche (1642). Otros artistas importantes fueron Frans Hals, un magnífico retratista, y Jan Vermeer, especializado en paisajes y escenas de género, con un gran sentido poético y un uso especial de la luz (La joven de la perla, 1665).

Pintura barroca en otros países y América

Archivo:Flegel - Imbiss mit Spiegeleiern
Merienda con huevos fritos, de Georg Flegel.

En Alemania, la producción pictórica fue escasa debido a la Guerra de los Treinta Años, y muchos artistas trabajaron en el extranjero, como Adam Elsheimer, un paisajista que trabajó en Roma. El bodegón se desarrolló mucho en Alemania. En Austria, destacó Johann Michael Rottmayr. En Inglaterra, la mayoría de los encargos de retratos fueron para artistas extranjeros como Anton van Dyck.

En América, las primeras influencias vinieron del tenebrismo sevillano, especialmente de Zurbarán, como se ve en la obra de los mexicanos José Juárez y Sebastián López de Arteaga, y del boliviano Melchor Pérez de Holguín. La Escuela cuzqueña de pintura surgió con la llegada del pintor italiano Bernardo Bitti en 1583. En el XVIII, la pintura barroca en América se desarrolló mucho, con una influencia más sentimental, como en la obra de Gregorio Vázquez de Arce en Colombia, y Juan Rodríguez Juárez y Miguel Cabrera en México.

Artes gráficas y decorativas barrocas

Archivo:Rembrandt - The Little Children Being Brought to Jesus ("The 100 Guilder Print") - WGA19060
Cristo curando a un enfermo (1648-1650), aguafuerte de Rembrandt.

Las artes gráficas tuvieron una gran difusión en el Barroco, ayudando a que los estilos artísticos se extendieran por Europa. Las técnicas más usadas fueron el aguafuerte y el grabado a punta seca. Los principales centros de producción de grabados estaban en Roma, París y Amberes.

En Italia, Guido Reni y Claude Lorrain hicieron grabados de gran calidad. En Francia, destacaron Abraham Bosse y Jacques Callot, conocido por sus series sobre las miserias de la guerra. En Flandes, Rubens creó una escuela de grabadores para difundir su obra. Uno de los artistas que más usó el grabado fue Rembrandt, quien logró gran maestría en el dibujo y en los contrastes de luz y sombra. Sus grabados eran muy valorados.

Archivo:La Bataille de Zama Jules Romain 1688 1690
La batalla de Zama (1688–1690), tapiz gobelino diseñado por Giulio Romano.

Las artes decorativas también crecieron mucho en el XVII, debido al carácter ornamental del arte barroco y a la idea de "obra de arte total" en los grandes edificios, donde la decoración interior era muy importante. En Francia, el proyecto del palacio de Versalles llevó a la creación de la Manufacture Royale des Gobelins, donde se hacían todo tipo de objetos decorativos, como mobiliario, tapicería y orfebrería. La producción de tapices aumentó mucho, y se hicieron para imitar pinturas.

La orfebrería también alcanzó altos niveles, especialmente en plata y piedras preciosas. En Italia, surgió una técnica para cubrir telas y objetos con piedras semipreciosas como el lapislázuli.

La cerámica y el vidrio continuaron con las mismas técnicas, destacando la cerámica blanca y azul de Delft (Holanda) y el vidrio de Bohemia.

Archivo:Commode MET DP108742
Cómoda Mazarino, de André-Charles Boulle.

La ebanistería (muebles de madera) cobró mucha importancia, con superficies onduladas y adornos. En España, surgió el bargueño, un cofre rectangular con cajones. El mobiliario español mantuvo la decoración de estilo mudéjar, y el Barroco se vio en las formas curvas y el uso de columnas salomónicas en las camas. La época dorada de la ebanistería fue en la Francia de los Luises, gracias a André-Charles Boulle, quien creó una nueva técnica de aplicar metales sobre materiales orgánicos.

Literatura barroca

Archivo:Las Soledades (Góngora)
Página inicial de Soledades (l. I, pág. 193) en el Manuscrito Chacón, de Luis de Góngora.

La literatura barroca se desarrolló bajo las ideas políticas y religiosas de la época. Se caracterizó por el escepticismo y el pesimismo, viendo la vida como una lucha o un sueño, donde todo es pasajero. El estilo era muy adornado, con un lenguaje lleno de adjetivos, alegorías y metáforas, y muchas figuras retóricas. Los géneros principales fueron la novela y la poesía, además del teatro. La literatura barroca no fue igual en toda Europa, y cada país tuvo sus propias características, lo que impulsó el uso de las lenguas vernáculas (idiomas locales) en lugar del latín.

En esta época de desafíos, los autores reaccionaron de diferentes maneras:

  • Escapismo: Buscaron alejarse de los problemas a través de fantasías o mundos ideales.
  • Sátira: Usaron el humor para criticar la sociedad, como en las novelas picarescas.
  • Estoicismo: Reflexionaron sobre la vanidad del mundo y la brevedad de la vida.
  • Moralidad: Intentaron corregir los defectos y vicios, proponiendo conductas adecuadas.

En Italia, la literatura se centró en el uso excesivo de la metáfora, con un estilo que buscaba sorprender por la habilidad del lenguaje, sin importar tanto el contenido. La corriente principal fue el marinismo, por Giambattista Marino, cuya obra Adonis (1623) destaca por su musicalidad y abundancia de imágenes.

En Francia, surgió el preciosismo, similar al marinismo, que daba mucha importancia a la riqueza del lenguaje. Más tarde, el clasicismo propuso un estilo simple y austero, siguiendo las reglas clásicas del teatro. Jean de La Fontaine fue un gran fabulista con intención didáctica.

En Inglaterra, surgió el eufuismo, que se enfocaba en los efectos lingüísticos. Luego, los "metafísicos", como John Donne, renovaron la poesía con un estilo directo y realista. Una figura muy importante fue John Milton, autor de El paraíso perdido (1667), una obra que trata sobre la religión y el destino humano.

En Alemania, la literatura estuvo influida por estilos de otros países, pero tuvo un desarrollo propio debido a las diferencias religiosas y sociales. Destacaron poetas como Andreas Gryphius y novelistas como Hans Jakob Christoph von Grimmelshausen, autor de El aventurero Simplicíssimus (1669), similar a la novela picaresca española.

En Portugal, la literatura estuvo influida por la española. En Holanda, la independencia de España impulsó la literatura, con autores como Pieter Corneliszoon Hooft y Joost van den Vondel.

Literatura barroca en España

En España, el XVII fue el "Siglo de oro" de la literatura. La mayoría de las obras buscaban exaltar al monarca y a la Iglesia, y también ofrecer una forma de escape de la difícil realidad económica. A pesar de estas limitaciones, la creatividad de los escritores y la riqueza del lenguaje produjeron obras de gran calidad. La literatura española de la época se basaba en la idea de que todo es pasajero y en el recuerdo constante de la muerte, lo que hacía valorar más la vida.

La literatura barroca española se inspiró en la cultura grecolatina, pero adaptada a los temas políticos y religiosos. Se valoraba el ingenio y la habilidad para deleitar y enseñar al mismo tiempo.

En la poesía, hubo dos corrientes:

  • El culteranismo (o gongorismo), liderado por Luis de Góngora, que se enfocaba en la belleza formal, con un estilo muy adornado, metafórico y con muchos latinismos. Sus obras principales son la Fábula de Polifemo y Galatea (1613) y Soledades (1613).
  • El conceptismo, representado por Francisco de Quevedo, que destacaba por el ingenio, la agudeza y la paradoja, con un lenguaje conciso pero con múltiples significados. Sus poemas se publicaron después de su muerte.

Además de estas corrientes, destaca Lope de Vega, un gran dramaturgo que también escribió poesía y novelas.

En prosa, la figura más importante fue Miguel de Cervantes, quien marcó una nueva generación de escritores. Su obra cumbre, y una de las más importantes de la literatura universal, es Don Quijote (1605), la historia de un hidalgo que vive aventuras como si fuera un caballero. Esta novela es considerada "la primera novela moderna" y explora la mente y los sentimientos humanos.

Otro género importante fue la novela picaresca, con autores como Francisco de Quevedo (La vida del Buscón, 1604) y Mateo Alemán (Guzmán de Alfarache, 1599 y 1604). También hubo novelas pastoriles, como La Arcadia de Lope de Vega. La prosa conceptista, con Baltasar Gracián (Agudeza y arte de ingenio, 1648; El Criticón, 1651-1655), desarrolló un estilo intelectual y cultivado para describir la realidad.

En Latinoamérica, la literatura recibió influencias de España, pero con características propias. Destacaron el teatro y la poesía, esta última con influencia de Góngora y elementos indígenas. En México, la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz alcanzó gran calidad. La prosa fue menos común, pero hubo obras importantes de historiografía.

Teatro barroco

El Barroco fue un período de gran esplendor para el teatro como género literario y como espectáculo. Se extendió desde Italia por toda Europa en el XVII. Los teatros nacionales tuvieron características propias en cada país.

El espacio escénico

Archivo:Globe Theatre Innenraum
El teatro The Globe en la actualidad. Los teatros isabelinos tenían forma circular, con el escenario en el centro.

Durante el Barroco, se definieron los límites de la sala de teatro y se introdujeron máquinas y aparatos para mejorar el aspecto visual del espectáculo. Las innovaciones en edificios teatrales y maquinaria, desarrolladas en Italia, se llevaron a otros países como España, Francia y Austria.

El nuevo teatro se dividió en sala y escenario, separados por el proscenio. El escenario se presentaba como una escena ilusoria, gracias al gran desarrollo de la escenografía y el uso de la perspectiva. Los corrales de comedias evolucionaron hasta convertirse en las salas de teatro modernas.

El espectáculo teatral

El teatro barroco fue un espectáculo completo y un negocio. Por un lado, estaba el teatro popular, que pasó de los espacios públicos a locales específicos, como los corrales de comedias en España o los teatros isabelinos en Inglaterra. En Madrid, las cofradías (organizaciones de ayuda social) controlaban el teatro popular, lo que ayudó a su desarrollo. Este teatro era muy narrativo, con largos discursos y diálogos.

El uso de efectos visuales y decoración transformó la escena, dando más importancia al espectáculo visual que al texto. Los arquitectos y escenógrafos italianos llevaron sus inventos a otros países.

Las funciones teatrales del Barroco no consistían en una sola obra, sino en una "fiesta teatral" con varias piezas de diferentes géneros, donde la comedia era muy importante. Estas sesiones tenían una estructura fija, con piezas cortas intercaladas entre los actos del drama principal.

Teatro barroco en Italia

A finales del XVI, artistas e intelectuales en Florencia desarrollaron una estética teatral que buscaba imitar la "grandeza del espectáculo griego". Sus ideas dieron origen a nuevos géneros musicales como la ópera, la semiópera y la zarzuela.

En Italia, la Commedia dell'Arte, un teatro popular basado en la improvisación, tuvo mucho éxito y se extendió por toda Europa. Las compañías italianas adaptaron muchas comedias españolas, añadiendo situaciones cómicas y personajes propios.

Teatro barroco en Francia

Archivo:La Fête donnée par Louis XIV pour célébrer la reconquête de la Franche-Comté en 1674
Grabado que muestra una representación de El enfermo imaginario de Molière en los jardines del Castillo de Versalles.

En Francia, el Renacimiento llegó tarde, lo que llevó a sus dramaturgos a desarrollar un teatro clasicista para un público selecto. Autores como Molière, Racine y Corneille defendieron las reglas clásicas del teatro, basadas en la Poética de Aristóteles.

Sin embargo, la obra de Corneille, como Le Cid (1637), mostró influencia del teatro barroco español. Esta obra fue muy popular, pero también criticada por no seguir todas las reglas clásicas.

En 1680, Luis XIV fundó la Comédie-Française, la compañía nacional de teatro francesa, que obtuvo el monopolio de las representaciones en francés en París.

Teatro barroco en Inglaterra

En Inglaterra, el Renacimiento también llegó tarde, por lo que se habla de teatro isabelino y de la comedia de la Restauración en lugar de teatro barroco. Christopher Marlowe y William Shakespeare fueron los dramaturgos más importantes de la época isabelina.

El teatro se profesionalizó y se trasladó de las plazas a salas públicas y privadas. Teatros como The Globe (El Globo) se construyeron en Londres. Después de un período en que los teatros estuvieron cerrados, la Restauración monárquica en 1660 dio paso a la comedia de la Restauración, un estilo de teatro popular, ingenioso y divertido.

Teatro barroco en Alemania

El teatro alemán del XVII no tuvo un desarrollo tan extraordinario como en otros países. Andreas Gryphius fue el dramaturgo alemán más conocido, influenciado por el teatro de los jesuitas y por Corneille. Johannes Velten combinó la tradición de los comediantes ingleses y la comedia del arte con el teatro clásico.

Teatro barroco en España

Archivo:Corral de Comedias de Almagro
El Corral de comedias de Almagro se conserva tal como era en el XVII.

El Barroco tuvo su mayor expresión en la España católica. El teatro español de la época buscaba agradar al público con una realidad idealizada, mostrando tres sentimientos principales: el religioso católico, el monárquico y patrio, y el del honor.

Se distinguen dos períodos en el teatro barroco español:

Félix Lope de Vega y Carpio introdujo la comedia nueva con su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609). Rompió con las reglas clásicas de unidad de acción, tiempo y lugar, y mezcló elementos trágicos y cómicos. El texto era lo más importante, ya que no había muchos decorados.

Tirso de Molina fue uno de los tres dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español, junto a Lope de Vega y Calderón. Su obra, con su inteligencia y comprensión de los personajes, es un puente entre la comedia de Lope y el drama de Calderón. Es conocido por obras como El burlador de Sevilla, que dio origen al mito de Don Juan.

La llegada de Cosme Lotti a la corte española trajo las técnicas teatrales más avanzadas de Europa, que se usaron en espectáculos palaciegos y grandes montajes.

Pedro Calderón de la Barca marcó diferencias con el estilo de Lope, con un mayor cuidado en la estructura y un lenguaje más poético y simbólico. Sus obras alcanzaron gran perfección formal. En sus comedias, la intención ideológica y doctrinal era más importante que las pasiones. También llevó el auto sacramental (obras religiosas) a su punto más alto. El teatro se convirtió en un género "politécnico", que combinaba el texto con la arquitectura, la pintura y la música.

Teatro barroco en Hispanoamérica

Siguiendo la evolución de España, las compañías de teatro en Latinoamérica se profesionalizaron a finales del XVI. El teatro era útil para las autoridades como una forma de difundir comportamientos y modelos deseados, el respeto al orden social y a la monarquía, y las ideas religiosas.

Los teatros se administraban para beneficiar a hospitales. Las compañías que viajaban necesitaban una licencia para trabajar, y el dinero se destinaba a obras de caridad. Una de las principales fuentes de ingresos para las compañías estables era participar en las festividades del Corpus Christi, lo que les daba beneficios económicos y prestigio social. Las representaciones en los palacios virreinales también eran muy importantes.

Juan Ruiz de Alarcón, nacido en México pero establecido en España, es la figura más destacada del teatro barroco en Nueva España. Su obra La verdad sospechosa es una comedia que refleja su propósito moralizante. La dramaturga Sor Juana Inés de la Cruz es la segunda figura más importante del teatro barroco hispanoamericano, con obras como el auto sacramental El divino Narciso.

Música barroca

La música entre principios del XVII y mediados del XVIII se conoce como Música del Barroco. Aunque se sitúa entre 1600 y 1750, algunas de sus características ya existían antes y otras se mantuvieron después. Algunos dividen el Barroco musical en tres subperíodos: temprano (hasta mediados del XVII), medio (hasta finales del XVII) y tardío (hasta la muerte de Bach y Händel).

La música barroca a menudo tenía una textura homofónica, donde una parte superior llevaba la melodía sobre una base de bajos con importantes intervenciones armónicas. El bajo continuo fue esencial en esta época: una línea de bajo instrumental sobre la que se improvisaban acordes.

Entre los muchos compositores barrocos destacan los italianos Claudio Monteverdi, Antonio Vivaldi y Domenico Scarlatti; los franceses Jean-Baptiste Lully y Jean Philippe Rameau; y los alemanes Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel.

La música occidental tuvo un gran impulso en este período, volviéndose muy variada y extendida. Se establecieron muchos géneros y formas, como la ópera, la cantata, la sonata, el concierto grosso, el preludio y la fuga. La música barroca se escuchaba en palacios, teatros, iglesias y colegios por toda Europa.

Período temprano (1600-1650)

Archivo:Mantua2 BMK
El Palacio Ducal de Mantua donde se estrenó la ópera La fábula de Orfeo de Monteverdi en 1607.

Fue un período de experimentación, dominado por los estilos monódicos (una sola voz principal) en géneros como el madrigal y la ópera. Se abandonaron las múltiples voces superpuestas del Renacimiento para que el texto y la melodía principal se escucharan con claridad. Se buscaba el contraste entre suave y fuerte, entre solos y tuttis, y entre diferentes instrumentos.

La nueva estética musical cambió el estilo vocal, enfocándose en una voz solista. En Venecia, la ópera comenzó y se construyeron teatros de ópera financiados por familias nobles. Monteverdi exploró todas las posibilidades del teatro musical, uniendo el drama, la música, la acción y la expresión.

La ópera ha tenido un papel destacado en la cultura desde entonces. Se estima que en Venecia se estrenaron más de mil óperas en el XVII.

Período intermedio (1650-1700)

Archivo:Stainer
En esta época, los fabricantes de violines mejoraron mucho este instrumento.

Fue un período de consolidación. El estilo vocal belcantista apareció, fomentando la habilidad del cantante. El lenguaje tonal se desarrolló, dando lugar a nuevas formas y géneros musicales. El contrapunto (varias melodías que suenan a la vez) también se desarrolló de una nueva manera. La cantata y el oratorio religioso ganaron importancia.

La nueva música se difundió por toda Europa desde Italia. El compositor italiano Jean-Baptiste Lully emigró a Francia y adaptó la ópera al gusto francés, dando preferencia al ballet. Bajo su dirección, los músicos de la corte francesa alcanzaron un gran nivel. Instrumentos como la trompeta y el oboe también tuvieron un importante desarrollo técnico.

En Italia, el violín se convirtió en el instrumento más importante de la orquesta. Fabricantes como las familias Amati, Stradivarius y Guarneri perfeccionaron la construcción del violín, logrando un sonido más potente. Los compositores italianos escribieron mucha música para estos instrumentos de cuerda.

La música italiana se hizo muy influyente en Europa, especialmente la ópera. Artistas italianos emigraron a otros países, difundiendo su estilo.

Período tardío (1700-1750)

En el Barroco tardío, la tonalidad se estableció definitivamente, y la armonía se fusionó con la polifonía. Las formas musicales alcanzaron grandes dimensiones. El estilo antiguo de música instrumental y religiosa se renovó con la fuga y el orden tonal de Johann Sebastian Bach y otros compositores.

La música italiana siguió desarrollándose, especialmente la ópera. Arcangelo Corelli y otros compositores exploraron la música instrumental. El concierto para un instrumento solista se consolidó y alcanzó su esplendor con compositores como Antonio Vivaldi, autor de Las cuatro estaciones. La ópera se enriqueció con más participación orquestal.

La música barroca llegó a su punto más alto con las composiciones de Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel, junto con las de Domenico Scarlatti, Antonio Vivaldi, Jean Philippe Rameau y Georg Philipp Telemann.

Johann Sebastian Bach, desde la tradición de la iglesia alemana protestante, unió los conocimientos musicales de su época. Estudió las obras de otros compositores, conociendo los estilos de Italia, Francia, Alemania y Austria. De ellos, especialmente de Vivaldi, aprendió a desarrollar temas de forma concisa y en grandes proporciones. Su maestría en el contrapunto dio origen a su estilo único.

Haendel, también alemán de nacimiento, se estableció en Londres y compuso en un lenguaje musical muy variado, incluyendo óperas italianas y oratorios ingleses.

Danza barroca

Archivo:Ballet de la nuit 1653
Luis XIV en el Ballet Royal de la Nuit (1653).

En el XVII, la danza no se consideraba un arte tan importante como hoy, sino más bien un pasatiempo. Sin embargo, poco a poco fue ganando protagonismo y autonomía. A finales del XVI, Francia era el país donde se le daba más importancia, con el ballet de cour, que incluso influyó en la música instrumental. En la corte francesa, el ballet era una forma de mostrar la grandeza de la realeza.

A principios del XVII, la danza se hizo importante en Inglaterra con el masque, un espectáculo que combinaba música, poesía, vestuario y danza. Una variante, la antimasque, se centró más en la actuación y el movimiento coreográfico, sentando las bases de la danza moderna.

A mediados del XVII, las mayores innovaciones volvieron a Francia, gracias al rey Luis XIV y al cardenal Mazarino, quien introdujo la ópera italiana. Los ballets que acompañaban a las óperas ganaron importancia. El músico Jean-Baptiste Lully hizo reformas que convirtieron el ballet en un arte escénico, similar al actual. Lully fue el autor del Ballet Royal de la Nuit (1653), un gran espectáculo donde el propio rey participó.

Luis XIV impulsó la profesionalización de la danza, creando la Academia real de Danza en 1661, la primera de su tipo. Allí, Pierre Beauchamp, considerado el primer coreógrafo profesional, creó la danse d'école, el primer sistema de enseñanza de la danza. Beauchamp introdujo el en dehors (rotación de las piernas hacia afuera) y las cinco posiciones de los pies, pasos fundamentales del ballet clásico. La Academia también promovió ballets como grandes espectáculos que combinaban danza, drama y música. Molière creó el comédie-ballet, un género de danza inspirado en la commedia dell'arte italiana.

Galería de imágenes

Véase también

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Barroco para Niños. Enciclopedia Kiddle.