robot de la enciclopedia para niños

Retórica para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Démosthène s'exerçant à la parole (1870) by Jean-Jules-Antoine Lecomte du Nouÿ
Demóstenes ejercitándose en el uso de la palabra, tela de Jean-Jules-Antoine Lecomte du Nouy (1842-1923).

La retórica es el arte de hablar o escribir de manera efectiva para convencer a otros. Desde hace mucho tiempo, se le ha llamado la "ciencia del discurso". Su objetivo principal es persuadir y se aplica a muchos temas.

Hoy en día, la retórica es una disciplina que se usa en varios campos. Por ejemplo, en la teoría literaria, la ciencia política, la publicidad, el periodismo, la enseñanza, las ciencias sociales y el derecho. Se encarga de estudiar cómo usar el lenguaje para persuadir o para que algo suene bonito, además de su función principal de comunicación.

La retórica nació en la Grecia clásica. Allí se entendía como la técnica para expresarse bien y lograr que el público creyera lo que se decía. La palabra "retórica" viene del griego rhetorikè (téchne), que significa "el arte de hablar".

La retórica es un sistema de pasos y herramientas. Estos pasos ayudan a construir un discurso. Todos ellos están conectados y afectan cómo se presenta el mensaje.

¿Qué es la Retórica?

Al principio, la retórica se enfocaba en el lenguaje hablado. Pero su conocimiento se extendió a los textos escritos. Influyó mucho en la literatura cuando la escritura se hizo más importante en el Imperio romano. Aunque el discurso escrito a veces se ve como una copia del oral, hoy la retórica ha vuelto a ser muy importante.

Sus enseñanzas se usan en la publicidad, la educación, la política y en los juicios. Además, con las nuevas tecnologías, hablamos de una retórica de la imagen. Esto significa que una foto o un video pueden usar figuras retóricas (como la metáfora) para comunicar un mensaje.

La retórica fue muy importante en la educación antigua y medieval. Hasta el romanticismo, fue clave en las materias de humanidades.

Para aprender retórica, se seguían tres pasos:

  • Estudiar las reglas.
  • Imitar a los grandes oradores.
  • Practicar mucho.
Archivo:Mantegna Tarocchi E23, Rhetorica
Personificación de la elocuencia, un grabado del siglo XV, probablemente de Ferrara, Italia.

¿Cómo se compone un discurso?

Para preparar un discurso verbal y presentarlo, hay que considerar cinco partes importantes. El discurso se forma por la inventio, la dispositio y la elocutio.

  • Cuando se trata de hablar en público, también se incluyen la memoria y la actio.

Inventio (Hallazgo de ideas)

El objetivo de esta fase es encontrar los temas y argumentos para el discurso. La palabra inventio viene del latín invenire, que significa "hallar". El orador debe buscar en su mente, llena de ideas comunes o "tópicos", las que sean más adecuadas para su presentación.

Los "tópicos retóricos" incluyen elementos como: persona, cosa, lugar, instrumento, causa, modo, tiempo, comparación y argumentos.

Dispositio (Organización del discurso)

Este término latino significa "disposición" u "organización". El objetivo de esta parte es ordenar las ideas que se encontraron en la inventio. Se decide cuántas partes tendrá el discurso y en qué orden aparecerán.

  • Los discursos pueden tener dos partes (con una relación entre ellas) o tres partes (con un inicio, desarrollo y final).

La estructura de tres partes es la más común. Incluye:

  • Un exordium o inicio: Busca captar la atención del público y mostrar cómo se organizará el discurso.
  • Una parte central: Con la narratio (exposición del tema y la idea principal del orador) y la argumentatio (las razones que apoyan esa idea).
  • Una peroratio o final: Un resumen de lo dicho, con llamados a las emociones del público.
Las partes del discurso
Archivo:Knight academy lecture (Rosenborg Palace)
Pintura que ilustra la Retórica, una de las siete artes independientes, de Pieter Isaacsz.

El exordio busca que el público esté atento y dispuesto a escuchar. Su función es indicar el inicio del discurso, atraer la atención, calmar posibles enojos, ganar simpatía y presentar el tema principal.

La proposición es una explicación breve y clara del tema que se va a tratar.

La división es la lista de las partes que tendrá el discurso.

La narración es el desarrollo o la exposición. Es la parte más larga del discurso y cuenta los hechos necesarios para probar la idea principal. Si el tema tiene varias secciones, se debe elegir un orden adecuado. Aquí se quitan los elementos que no son importantes y se desarrollan los que sí lo son.

La argumentación es donde se presentan las pruebas que confirman la idea del orador. También se refutan las ideas del lado contrario. Se usan argumentos lógicos y figuras de estilo para dar énfasis. A veces, se usan ideas que parecen ciertas pero no están probadas, para debilitar al oponente. La retórica busca convencer, no necesariamente encontrar la verdad absoluta. Para discursos que buscan persuadir, es bueno empezar con los argumentos más importantes. La retórica clásica sugiere un orden específico: primero los argumentos de fuerza media, luego los más débiles y al final los más fuertes.

La peroración es la parte final. Su objetivo es influir en las emociones del público. Se busca despertar compasión o indignación para que el público se sienta conectado. Incluye historias de mala suerte o dificultades. Resume lo dicho para que el público recuerde los puntos clave. También es un buen lugar para añadir un argumento nuevo e impactante que refuerce todo lo anterior y deje una buena impresión final.

Tipos de argumentos

Hay tres tipos de argumentos que se usan en un discurso:

  • Argumentos ligados al ethos: Se relacionan con la persona que habla. El orador debe mostrarse:
    • Sensato y confiable: Capaz de dar consejos razonables.
    • Sincero: No debe ocultar lo que piensa.
    • Amable: Debe mostrar que quiere ayudar a su público.
  • Argumentos ligados al pathos: Se relacionan con las emociones del público. Según Aristóteles, estos argumentos buscan despertar sentimientos como la calma, la amistad, el miedo, la confianza, la vergüenza, la indignación, el agradecimiento, la compasión o la admiración.
  • Argumentos ligados al logos: Se basan en el tema y el mensaje del discurso. Aquí se usan argumentos lógicos, como los que van de lo general a lo particular (deductivos) o los que comparan cosas similares (analógicos).

El orden de las partes puede ser natural (siguiendo la lógica o la tradición) o artificial (cambiando el orden para un efecto específico, como empezar una historia por la mitad).

Elocutio (Estilo del discurso)

La elocutio se refiere a cómo se expresan las ideas de forma adecuada. Hoy en día, la elocutio es lo que llamamos estilo.

El estilo se muestra en dos aspectos: sus cualidades y sus tipos.

  • Las cualidades del estilo son tres: puritas, perspicuitas y ornatus.
La puritas es la corrección gramatical. Busca evitar errores en las palabras o en la forma de construir las frases.
La perspicuitas es la claridad del discurso. Se opone a la oscuridad o dificultad de entender.
El ornatus busca embellecer el discurso con el uso de figuras literarias. Es la parte más importante del estilo. Incluye la elección de palabras (como tropos y figuras) y cómo se combinan (compositio).
  • Los tipos de estilo (genera elocutionis) son diferentes formas de combinar las cualidades del estilo. Tradicionalmente, se habla de tres modelos:
El genus humile o estilo sencillo: Su objetivo es enseñar. Es claro y correcto, con pocos adornos.
El genus medium o estilo medio: Busca agradar. Tiene más adornos que el estilo sencillo.
El genus sublime o estilo elevado: Busca conmover. Todas las cualidades del estilo están presentes al máximo.
La compositio (Combinación de palabras)

La compositio analiza cómo se organizan las frases y los sonidos en el discurso. Se divide en compositio sintáctica (cómo se construyen las oraciones) y compositio fonética (cómo suenan las palabras juntas).

  • La compositio sintáctica: Hay dos tipos de estilo: el estilo suelto y el estilo periódico.

La principal diferencia es la estructura: el periodo tiene varias partes con ideas completas, mientras que el estilo suelto presenta las ideas una tras otra hasta la conclusión.

También hay una diferencia en el ritmo: el periodo considera el numerus (el ritmo de las sílabas), mientras que en el estilo suelto esto no es tan importante.

Memoria (Memorización)

La memorización del discurso depende de dos tipos de memoria: la memoria naturalis (la que tenemos de forma innata) y la memoria artificiosa, que usa técnicas para recordar mejor.

Actio (Presentación)

También llamada pronuntiatio, se encarga de cómo se presenta el discurso. Presta atención a la modulación de la voz y a los gestos, que deben ir de acuerdo con el contenido del mensaje.

Tipos de discursos

Existen tres tipos principales de discursos en la oratoria: el genus iudiciale (judicial), el genus deliberativum (político) y el genus demonstrativum (demostrativo o epidíctico).

  • El genus iudiciale se usa ante un juez para acusar o defender a alguien sobre un hecho pasado. Se enfoca en si algo fue justo o injusto.
  • El genus deliberativum se usa en una asamblea. El orador busca aconsejar o desaconsejar algo, pensando en lo que será útil o no en el futuro.
  • El genus demonstrativum se enfoca en alabar o criticar a una persona o un tema ante un público. Se ocupa de hechos pasados y busca que el público esté de acuerdo con la forma en que el orador presenta las cosas, ya sea elogiándolas o criticándolas. Se centra en lo bello o lo feo.
Público Tiempo Acción Valores Tipo de Argumento
El judicial Jueces Pasado Acusar - defender Justo - injusto Entimema (o deductivo)
El deliberativo Asamblea Futuro Aconsejar - desaconsejar Útil - inútil Ejemplo (o inductivo)
El epidíctico Espectador Presente Alabar - criticar Noble - vil Amplificación

Además de estos tres tipos, hay siete especies (formas específicas de discurso): la suasoria (para convencer), disuasoria (para desanimar), laudatoria (para alabar), vituperadora (para criticar), acusatoria, exculpatoria (para defender) y la indagatoria (para investigar). Estas especies pueden aparecer en cualquiera de los tres tipos de discursos.

En la Edad Media, se añadieron otras "artes": ars praedicandi (para hacer sermones), ars dictandi (para escribir cartas) y ars poetriae (reglas para escribir poesía).

Historia de la retórica

Archivo:Polyhymnia Pio-Clementino Inv287
Polimnia, musa de la poesía-lírica-sagrada, obra romana en mármol del siglo II.

La Atenas clásica

Fuentes de estudio

Podemos aprender sobre la retórica ateniense a través de los discursos de grandes oradores como Demóstenes, Lisias o Isócrates. Historiadores como Heródoto y Tucídides también incluyeron discursos de personajes históricos en sus obras.

Desde el punto de vista teórico, las obras más importantes son la Retórica a Alejandro de Anaxímenes de Lámpsaco y la Retórica de Aristóteles. La primera da consejos prácticos para hablar bien, mientras que la segunda es más filosófica.

En la Atenas Clásica, la retórica y la filosofía estaban muy unidas. La tragedia y la comedia, que tenían mucho que ver con la política, también son importantes para entender la retórica de esa época.

Orígenes

La retórica nació en la antigua Grecia, alrededor del año 485 a.C., en la ciudad de Siracusa. Esto ocurrió cuando los gobernantes Gelón y Hierón I quitaron tierras a sus ciudadanos para dárselas a sus soldados. Más tarde, cuando llegó la democracia, los afectados quisieron recuperar sus propiedades. Esto llevó a muchos juicios donde se vio lo importante que era saber hablar bien y convencer para ganar los casos. Así, la retórica no nació de la literatura, sino de la necesidad legal y política.

Archivo:Promlog
La retórica fue la primera de las « siete artes liberales » del mundo greco-romano, junto a la gramática, la dialéctica, la geometría, la aritmética, la astronomía, y la música.

Al ver lo efectiva que era la argumentación oral, Córax de Siracusa, en el siglo V a. C. (hacia el año 450), creó un sistema para hablar en la asamblea política o en los tribunales con el fin de persuadir. Esto se considera el primer tratado de retórica. Un alumno suyo, Tisias, lo difundió por Grecia. Así nacieron dos de los tres tipos clásicos de retórica: el judicial y el deliberativo. Pronto se añadió un tipo de discurso para elogiar a los fallecidos, que fue el inicio del tercer tipo, el demostrativo o epidíctico.

Las figuras de estos primeros maestros de retórica no son muy claras. No se conservan escritos suyos, solo se les conoce por menciones de otros oradores. Algunos creen que Tisias y Córax eran la misma persona.

Bases filosóficas

La retórica pronto demostró ser útil como herramienta política en la democracia del siglo V a. C.. Fue enseñada por profesores llamados sofistas, siendo los más conocidos Protágoras de Abdera y Gorgias. Para estos maestros, no existe una única verdad, y con el lenguaje solo se pueden expresar cosas que parecen ciertas. Valoraban mucho el poder de la palabra, que según Gorgias, es un gran gobernante que, con un cuerpo pequeño, realiza obras divinas.

Esta filosofía fue muy criticada por Platón y su maestro Sócrates. Para ellos, la filosofía se basaba en la dialéctica: la razón y la discusión llevaban al descubrimiento de verdades importantes. Platón pensaba que los sofistas solo querían convencer, no buscar la verdad. Por eso, prefería el diálogo personal entre maestro y alumno.

Pero el gran maestro de la retórica griega fue Isócrates. Él creía que la retórica era un plan de formación completa para la persona, que ayudaba a crear ciudadanos ejemplares. Con su sistema de enseñanza, que fue un precursor del humanismo, buscaba mejorar la sociedad ateniense.

Aristóteles, por su parte, organizó la mayor parte de estos conocimientos sobre el arte de hablar y argumentar en su obra Retórica. Su gran aporte fue su enfoque filosófico. Los manuales anteriores daban consejos prácticos, pero la Retórica de Aristóteles ofrecía reflexiones teóricas sobre el lenguaje persuasivo.

Los tipos de discursos retóricos

Archivo:Plato Aristotle della Robbia OPA Florence
«Platón y Aristóteles» o la «filosofía». Tablero de mármol que proviene de la fachada norte, registro inferior, del Campanile de Florencia.

Como Solón estableció que cada persona debía defenderse a sí misma en un tribunal, surgieron los logógrafos. Eran personas que escribían discursos para quienes no sabían hacerlo, a cambio de dinero. Autores como Antifonte, Lisias, Iseo y el famoso Isócrates fueron logógrafos. Ellos se preocupaban por el estilo y buscaban que el discurso se ajustara a la personalidad de quien lo iba a pronunciar. También existía el sunégoros, similar a un abogado. Demóstenes actuó como sunégoros en su famoso discurso Sobre la Corona.

En los siglos V y siglo IV a. C., Atenas tenía una democracia radical. Esto significaba que todo ciudadano ateniense varón y mayor de edad podía expresar sus ideas en la Asamblea. Para hablar en la Asamblea, era necesario ser un excelente orador. Por eso, la retórica deliberativa se desarrolló mucho en Atenas.

El tercer tipo de retórica que se desarrolló en Atenas fue el epidíctico. Este se usaba en ocasiones especiales, como funerales, y su objetivo principal era reforzar los valores de la comunidad. El discurso epidíctico más importante de la Atenas Clásica es el Discurso Fúnebre de Pericles.

Archivo:CiceroBust
Busto de Marco Tulio Cicerón, el gran orador romano.

Roma

En Roma, la retórica fue perfeccionada por escritores como Cicerón. Él dedicó gran parte de su trabajo a este tema. Sus textos De Oratore y La invención retórica son muy importantes. De los manuales de retórica de la República, se conserva la Retorica ad Herennium, de autor desconocido. En la época del Imperio, Marco Fabio Quintiliano escribió los doce libros de sus Instituciones oratorias, que son la cumbre de los estudios de retórica en Roma. En la República, el tipo de discurso deliberativo (político) fue muy importante, mientras que en el Imperio, el epidíctico (de alabanza o crítica) se desarrolló mucho.

La Edad Media

Durante la Edad Media, los discursos políticos y artísticos (deliberativo y epidíctico) perdieron importancia. Esto se debió a que el imperio se militarizó y el arte de la oratoria ya no era tan útil. Sin embargo, sus conocimientos se aplicaron a la literatura en general, que se volvió más elaborada.

Retórica actual

La retórica resurgió en la segunda mitad del siglo XX como una disciplina científica. Hoy, la retórica es una teoría que explica cómo las personas actúan a través del lenguaje. Las personas usan argumentos no solo para convencer a otros, sino también para convencerse a sí mismas.

Pensadores como Heinrich Lausberg clasificaron la disciplina. Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca publicaron un importante Tratado de la argumentación, que dio origen a la Retórica de la argumentación. También surgió una nueva retórica que estudia las figuras de lenguaje, con autores como Roman Jakobson y el Grupo µ. El estudio de la retórica como fenómeno cultural ha sido renovado por el historiador francés Marc Fumaroli.

La teoría retórica actual se usa para entender fenómenos como las teorías de conspiración y la desinformación. Por ejemplo, se usa para estudiar cómo se construyen sus argumentos, el vocabulario que usan, los ritmos y sonidos, y la estructura de las frases.

En la práctica, la retórica contemporánea es útil para actores, abogados, psicólogos, políticos, publicistas, escritores, vendedores y, en general, para cualquiera que quiera persuadir o convencer a otros.

Retórica en la política

En la política actual, la retórica se ve como un método de comunicación estratégico. A veces, se usa para apelar a los votantes, empleando recursos del lenguaje y presentando los hechos de una manera específica.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Rhetoric Facts for Kids

kids search engine
Retórica para Niños. Enciclopedia Kiddle.