Basílica de San Pedro para niños
La Basílica Papal de San Pedro, conocida como Basílica de San Pedro, es un templo católico muy importante que se encuentra en la Ciudad del Vaticano. Es una de las iglesias cristianas más grandes del mundo.
Mide 193 metros de largo y 44.5 metros de alto. Ocupa una superficie de 2.3 hectáreas. Su gran cúpula domina el paisaje de Roma. Es considerada uno de los lugares más sagrados para los católicos. Se dice que es "la más grande de todas las iglesias de la cristiandad". Es una de las cuatro basílicas mayores y un lugar clave en el peregrinaje de las siete iglesias de Roma.
Según la tradición católica, la basílica está construida sobre el lugar donde fue enterrado San Pedro. Él fue uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret, el primer obispo de Antioquía y el primer obispo de Roma (el primer papa). La tradición y las pruebas históricas y científicas sugieren que la tumba de San Pedro está justo debajo del altar principal de la basílica. Muchos papas también han sido enterrados en San Pedro desde los primeros tiempos del cristianismo.
En este mismo lugar ha habido iglesias desde el siglo IV. La construcción del edificio actual, sobre una basílica anterior, comenzó el 18 de abril de 1506. Fue ordenada por el papa Julio II y se terminó el 18 de noviembre de 1626. En su construcción trabajaron arquitectos muy famosos como Donato Bramante, Miguel Ángel y Bernini.
Aunque mucha gente lo cree, San Pedro no es una catedral. La verdadera catedral de Roma es la Archibasílica de San Juan de Letrán.
Datos para niños Basílica papal de San Pedro |
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Basilica Papale di San Pietro in Vaticano Basilica Sancti Petri |
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Localización | ||
País | ![]() |
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División | Ciudad del Vaticano | |
Localidad | Ciudad del Vaticano | |
Dirección | Plaza de San Pedro 120 | |
Coordenadas | 41°54′08″N 12°27′12″E / 41.902222222222, 12.453416666667 | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia católica | |
Diócesis | Roma | |
Propietario | Santa Sede | |
Orden | Clero secular | |
Acceso | Libre | |
Uso | Iglesia y museo | |
Estatus | Basílica mayor papal e iglesia pontifical | |
Advocación | San Pedro | |
Patrono | San Pedro | |
Dedicación | 18 de noviembre de 1626, por Urbano VIII | |
Declaración | Inmemorial | |
Vicario general | Mauro Gambetti (arcipreste) |
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Historia del edificio | ||
Fundación | 18 de abril de 1606 | |
Fundador | Julio II | |
Primera piedra | 1506 | |
Construcción | 1506-1626 (basílica actual) |
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Arquitecto | Donato d'Angelo Bramante, Rafael Sanzio, Antonio da Sangallo el Joven, Miguel Ángel, Carlo Maderno, Giacomo della Porta y Gian Lorenzo Bernini | |
Datos arquitectónicos | ||
Estilo | Renacentista y barroco | |
Superficie | 2,3 hectáreas | |
Materiales | cemento y mármol | |
Nave principal | Largo: 187 m Alto: 45 m |
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Cúpula | Diámetro interior: 41,47 m |
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Longitud | 218 m | |
Anchura | 115 m | |
Altura |
44,5 m (edificio sin cúpula) Máxima: 136,57 m |
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Otros datos | ||
Altitud | 28 m s. n. m. | |
![]() ![]() Patrimonio de la Humanidad de la Unesco |
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Tipo | Cultural | |
Criterios | ii, iii, iv, v | |
Identificación | 412-001 | |
Región | Europa y América del Norte | |
Inscripción | 1984 (VIII sesión) | |
Planta del edificio | ||
Plano de la basílica
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Mapa de localización | ||
Ubicación en Roma.
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Sitio web oficial | ||
Contenido
¿Qué es una Basílica Papal?
La Basílica de San Pedro es una de las cuatro basílicas papales o basílicas mayores de Roma. Las otras son la Archibasílica de San Juan de Letrán, la Basílica de Santa María la Mayor y la Basílica de San Pablo Extramuros.
San Pedro no es la sede oficial del papa ni la primera basílica de Roma. Ese honor lo tiene la Archibasílica de San Juan de Letrán. Tampoco es la iglesia parroquial de la Ciudad del Vaticano, ya que esa función la cumple la Capilla Paulina. Sin embargo, es la iglesia principal del papa. Aquí se realizan la mayoría de las ceremonias papales debido a su gran tamaño, su cercanía a la residencia del papa y su ubicación en la Ciudad del Vaticano.
La Cátedra de San Pedro es una silla antigua que se cree fue usada por San Pedro. En realidad, fue un regalo de Carlos el Calvo y la usaron varios papas. Está en un lugar alto en el ábside (la parte trasera de la iglesia), dentro de un relicario de bronce. Este relicario está sostenido por figuras de los Doctores de la Iglesia y es iluminado por una vidriera que representa al Espíritu Santo.
Historia de la Basílica de San Pedro
La Tumba de San Pedro
Después de la crucifixión y resurrección de Jesús en el siglo I, Simón Pedro, un pescador de Galilea, se convirtió en un líder importante entre sus seguidores. Él fue clave en la fundación de la Iglesia cristiana.
Simón Pedro viajó a Roma después de unos treinta años de ministerio. En el año 64, durante el gobierno del emperador Nerón, los cristianos fueron culpados del gran incendio de Roma. Pedro fue martirizado, como muchos otros cristianos. Fue crucificado cabeza abajo, a petición suya, porque se sentía indigno de morir como Cristo. La crucifixión ocurrió cerca del obelisco egipcio que estaba en un extremo del Circo de Nerón. Este obelisco fue traído de Heliópolis por Calígula en el año 37 d.C. Hoy se encuentra en la Plaza de San Pedro y se le considera un "testigo" de la muerte del apóstol.
Según la tradición, los restos de Pedro fueron enterrados fuera del Circo, en la Colina Vaticana. Estaban a menos de 150 metros del lugar de su muerte, siguiendo la Vía Cornelia. La tumba de Pedro estaba marcada por una roca roja, que era un símbolo para los cristianos y no tenía sentido para los no cristianos, evitando así problemas. Años después, se construyó un santuario en este lugar. Casi 300 años más tarde, se convirtió en la Antigua basílica de San Pedro.
En 1939, durante el papado de Pío XII, se hizo una investigación arqueológica de 10 años en la cripta de la basílica. Esta cripta había estado cerrada desde el siglo IX. La zona de la Ciudad del Vaticano había sido un cementerio incluso antes de que se construyera el Circo de Nerón. Allí se enterraban a las víctimas de las ejecuciones del circo y a muchos cristianos que querían ser enterrados cerca del apóstol. Las excavaciones encontraron, en diferentes niveles, restos de santuarios de las épocas de Clemente VIII (1594), Calixto II (1123) y Gregorio I (590-604). Todas estas construcciones estaban sobre un pequeño edificio que contenía fragmentos de huesos envueltos en un paño púrpura con adornos de oro. Aunque no se pudo confirmar con total seguridad que los huesos fueran de Pedro, las vestimentas indicaban un entierro muy importante. El 23 de diciembre de 1950, el papa Pío XII anunció que se había descubierto la tumba del apóstol San Pedro.
La Antigua Basílica
La antigua Basílica de San Pedro se construyó donde estaba la tumba de Pedro, cerca del Circo de Nerón. El emperador Constantino ordenó su construcción, con el apoyo del papa Silvestre I. Las obras comenzaron entre 326 y 330 y terminaron 30 años después. Muchos emperadores fueron coronados ante el altar principal de esta iglesia, como Carlomagno, a quien el papa León III le puso la corona imperial el día de Navidad del año 800.
El Plan de Reconstrucción
A finales del siglo XV, después de un período en el que los papas vivieron en Aviñón, la antigua basílica estaba muy dañada y amenazaba con derrumbarse. El primer papa que pensó en reconstruirla o hacer grandes cambios fue Nicolás V en 1452. Encargó el trabajo a Leon Battista Alberti y Bernardo Rossellino. Rossellino fue el encargado de diseñar los cambios más importantes. Su proyecto mantenía la forma alargada de cinco naves con techos abovedados. También renovó el transepto (la parte que cruza la iglesia) con un ábside más grande y un coro. Esta nueva parte se cubriría con una bóveda. La idea de Rossellino influyó en el proyecto posterior de Bramante. Las obras se detuvieron tres años después, cuando el papa murió, y los muros solo medían un metro de altura. El papa también ordenó demoler el Coliseo de Roma y, al morir, 2,522 carretas de piedra ya habían sido llevadas para la nueva construcción.
Cincuenta años después, en 1505, bajo el papa Julio II, se retomaron las obras. La idea era que el nuevo edificio fuera un lugar digno para su tumba. El papa quería "engrandecerse a sí mismo en la imaginación popular" con esta obra. Se hizo un concurso de diseño, y varios de esos diseños se pueden ver hoy en la Galería de los Uffizi en Florencia. El plan de Julio II continuó con muchos papas después de él, hasta Inocencio X (1644-1655).
Construcción de la Basílica
El papa Julio II decidió continuar las obras, pero en 1505 optó por construir una basílica completamente nueva, siguiendo el estilo del Renacimiento.
El Proyecto de Bramante
La primera piedra se colocó el 18 de abril de 1506. Julio II eligió esta fecha por consejo de sus astrólogos. El proyecto fue encargado al arquitecto Donato d'Angelo Bramante, quien había llegado de Milán y se había ganado la confianza del papa. El diseño de Bramante era un edificio con forma de cruz griega (con todos los brazos iguales) dentro de un cuadrado. Tendría cinco cúpulas, la central más grande y sostenida por cuatro grandes pilares. Se inspiró en la Basílica de San Marcos y en el Panteón de Agripa. Esta idea se mostró en una medalla hecha por Caradosso para celebrar la colocación de la primera piedra. También influyeron los estudios de arquitectos como Leonardo da Vinci sobre iglesias con planta centralizada.
Los trabajos comenzaron con la demolición de la antigua basílica, lo que fue muy criticado por personas como Erasmo de Róterdam y Miguel Ángel. Bramante fue llamado "maestro ruinoso". Además, la venta de indulgencias (perdones) para financiar la construcción de la basílica fue una de las causas importantes del inicio de la Reforma Protestante de Martín Lutero. Lutero vio las obras en su viaje a Roma en 1510 y esto influyó en sus famosas noventa y cinco tesis. Bramante no vio mucho avance de la obra, ya que murió en 1514. Para entonces, solo se habían construido los cuatro grandes pilares que debían sostener la cúpula central. El proyecto de Bramante incluía pilares gigantes y una gran cúpula semiesférica.
Proyectos de Rafael y Sangallo
Desde 1514, Rafael Sanzio se hizo cargo de la dirección de la obra, junto con Fray Giovanni Giocondo y Antonio da Sangallo el Joven. Este último continuó dirigiendo las obras con Baldassarre Peruzzi después de la muerte de Rafael en 1520. Todos ellos cambiaron el plan de Bramante, eligiendo diseños que se parecían más a la tradicional planta de cruz latina (con un brazo más largo) y tres naves. Sangallo presentó en 1546 un costoso modelo de madera, que aún se guarda en la basílica. En él, combinaba todas las ideas anteriores. Defendió la planta centralizada de Peruzzi, cubierta por una cúpula enorme, más grande que la de Bramante, y con dos campanarios altos.
El Proyecto de Miguel Ángel
Después de la muerte de Sangallo en 1546, el papa Paulo III encargó la dirección de las obras a Miguel Ángel Buonarroti. Él retomó la idea de Bramante de una planta en cruz griega. El diseño original de Bramante tenía problemas en la estructura que debían corregirse. Bajo la dirección de Miguel Ángel, se levantaron los muros del ábside, que son muy grandes e impresionantes. Sin embargo, la contribución más importante de Miguel Ángel fue la gran cúpula que está justo sobre el altar principal y el lugar donde se cree que está la tumba de San Pedro. Es una estructura muy pesada, pero parece flotar en el aire. La construcción de la cúpula se terminó 24 años después de la muerte de Miguel Ángel, siguiendo el diseño final de Domenico Fontana y Giacomo della Porta, quienes apenas cambiaron los planes del maestro. Los mosaicos dentro de la cúpula son de Giuseppe Cesari y muestran diferentes grupos de santos en el cielo, con Dios Padre en la parte más alta.
- Grabados del proyecto de Miguel Ángel, por Étienne Dupérac
La Conclusión de la Obra

La forma actual de la basílica, con planta de cruz latina, fue obra de Carlo Maderno. Durante el papado de Paulo V, él añadió tres nuevas secciones y diseñó la fachada, con balcones y columnas gigantes. La basílica se consideró terminada en 1626 y fue dedicada solemnemente por el papa Urbano VIII, aunque aún quedaban muchos detalles por finalizar.
Gian Lorenzo Bernini, por encargo de Alejandro VII, diseñó la inmensa Plaza de San Pedro y la columnata que la rodea. Sobre la columnata y alrededor de la plaza hay muchas estatuas de santos de todas las épocas. Encima de la fachada de la basílica están las estatuas de once apóstoles (excepto San Pedro), San Juan Bautista y, en el centro, Cristo. Bernini también hizo los diseños para las torres campanario que debían completar la fachada de Maderno. La única torre que se terminó bajo la dirección de Bernini, entre 1638 y 1641, tuvo que ser demolida poco después de su construcción debido a problemas de estabilidad. Los relojes en los extremos de la fachada se añadieron a finales del siglo XVIII y son obra de Giuseppe Valadier. Él también colocó la enorme campana en uno de los cuerpos laterales, que es lo único que queda de los campanarios, ya que se decidió no volver a construir torres en la fachada.
Bernini también se encargó de gran parte de la decoración interior. Su obra más famosa es el espectacular baldaquino, hecho de bronce macizo, sobre el altar principal de la basílica. El bronce para el baldaquino se obtuvo de los techos del Panteón de Agripa en Roma. Esto dio origen a la frase: "Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini", que significa: "Lo que no hicieron los bárbaros, lo han hecho los Barberini", refiriéndose al papa Urbano VIII, de la familia Barberini, bajo cuyo papado se completó. El baldaquino tiene cuatro columnas en espiral con volutas (adornos en forma de espiral), decoraciones de plantas, ángeles y telas simuladas. Por todas partes se ven abejas, el símbolo de la familia Barberini.
Bernini también decoró el interior del ábside, diseñándolo como una brillante gloria alrededor de un agujero con la paloma del Espíritu Santo. Debajo, colocó un relicario con la Cátedra de San Pedro sostenida por grandes esculturas de bronce de los Padres de la Iglesia. También diseñó la decoración de los pilares de la cúpula, que concibió como nichos para las reliquias más importantes de la basílica. Bajo su dirección, se colocaron cuatro esculturas monumentales: Santa Elena, San Andrés, Santa Verónica y San Longinos. Él mismo hizo la última. Bernini fue el artista favorito de los papas en el siglo XVII, y su trabajo se ve por toda la iglesia. Además de las obras mencionadas, también diseñó la Capilla del Santísimo Sacramento, el monumento funerario de la condesa Matilde de Canossa y los sepulcros de los papas Urbano VIII y Alejandro VII, que son obras clave de la escultura barroca.
Muchos otros artistas trabajaron en la basílica a lo largo de los siglos. Entre ellos, destacan el escultor Alessandro Algardi, autor del famoso relieve La expulsión de Atila, y el maestro del Neoclasicismo Antonio Canova, que esculpió el sepulcro del papa Clemente XIII. Algunas obras de arte anteriores a la construcción de la basílica se usan hoy para decorarla. Por ejemplo, el mosaico La tempestad del lago Tiberíades, conocido como La Navicella, obra de Giotto (muy retocado después), que está al pie del templo. O el monumento funerario del papa Inocencio VIII, obra de Antonio Pollaiuolo. Sin embargo, la obra de arte más conocida dentro de la basílica es la Piedad, una obra temprana de Miguel Ángel, que se encuentra en la primera capilla a la derecha.
Arquitectos de la Basílica
- 1506: Bramante, con Giuliano da Sangallo.
- 1514: Rafael Sanzio, con Giuliano da Sangallo (reemplazado por su sobrino Antonio da Sangallo el Joven en 1515) y Fray Giocondo.
- 1520: Antonio da Sangallo el Joven, con Baldassarre Peruzzi hasta 1527.
- 1546: Miguel Ángel.
- 1564: Pirro Ligorio y Jacopo Barozzi da Vignola.
- 1573: Giacomo della Porta con Domenico Fontana.
- 1603: Carlo Maderno.
- 1629: Gian Lorenzo Bernini.
Descripción de la Basílica
La Basílica de San Pedro es uno de los edificios más grandes del mundo. Mide 218 metros de largo y 136 metros de alto hasta la cúpula. Tiene una superficie total de 23,000 metros cuadrados. El edificio está conectado con el Palacio Apostólico por un pasillo junto a la Scala Regia y la fachada de la Plaza de San Pedro. También tiene dos pasillos que lo conectan con la sacristía. Estos pasajes elevados fueron diseñados por Miguel Ángel para que no interrumpieran el perímetro de la basílica y permitieran ramificaciones. El exterior está hecho de travertino y usa un estilo de columnas gigantes que llegan hasta el ático. Esta idea es de Miguel Ángel y se mantuvo en la parte alargada que añadió Carlo Maderno.
El interior de la basílica tiene 45 altares y 11 capillas con obras de arte muy valiosas. Algunas son de la antigua basílica, como la estatua de bronce de San Pedro (núm. 89), que se cree que es de Arnolfo di Cambio.
Exterior de la Basílica
Los muros exteriores de la basílica, excepto la fachada principal, son superficies planas con pilastras. La primera parte tiene grandes nichos con esculturas de santos de gran tamaño. Estas esculturas, encargadas por Juan Pablo II, conmemoran a santos y fundadores del cristianismo. Encima de ellas hay grandes ventanas que iluminan el interior. Sobre el entablamento (la parte superior de las columnas) hay otras ventanas más pequeñas. Algunas de las esculturas exteriores son las de Santa Teresa de los Andes, Santa Teresa de Jesús Jornet, Santa Mariana de Jesús, San Josemaría Escrivá, Santa Genoveva Torres, Santa Soledad Torres Acosta, Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Siena, San José Manyanet y Vives, San Gregorio I el Iluminador, Santa María Josefa del Sagrado Corazón, San Marcelino Champagnat, Santa Rafaela María del Sagrado Corazón y San Marón. Esta última ocupó en 2011 el último nicho libre de la basílica.
Fachada Principal
La fachada principal de la basílica mide 115 metros de ancho y 46 metros de alto. Fue construida por el arquitecto Carlo Maderno entre 1607 y 1614. Tiene columnas gigantes que enmarcan la entrada y el "Balcón de las bendiciones". Desde este balcón se anuncia la elección del nuevo papa y él da la bendición Urbi et Orbi. Detrás del balcón hay un gran salón llamado "Aula de las bendiciones", usado por el papa para audiencias. Luego, hay un altorrelieve de Ambrogio Buonvicino de 1614, llamado La entrega de las llaves a San Pedro. En la parte superior, debajo del frontón central, está grabada la inscripción:
IN HONOREM PRINCIPIS APOST PAVLVS V BVRGHESIVS ROMANVS PONT MAX AN MDCXII PONT VIIEn honor del Príncipe de los Apóstoles, Paulo V Borghese, Romano Pontífice Máximo, año 1612, año séptimo de su pontificado.
La fachada está precedida por dos estatuas de San Pedro y San Pablo, hechas en 1847 por Giuseppe De Fabris y Adamo Tadolini. Reemplazaron a unas anteriores de 1461. En la parte superior de la fachada está el ático, con ocho ventanas decoradas con pilastras. Coronando el ático hay una balaustrada con 13 estatuas de 5.7 metros: en el centro está Cristo Redentor, a su derecha Juan el bautista, y diez de los doce apóstoles, excepto San Pedro. Las esculturas son, de izquierda a derecha: Judas Tadeo, Mateo, Felipe, Tomás, Santiago el Mayor, Juan el bautista, Cristo Redentor, Andrés, Juan el evangelista, Santiago el Menor, Bartolomé, Simón y Matías. A cada lado hay dos relojes hechos en 1785 por Giuseppe Valadier. Debajo del reloj izquierdo están las campanas de la basílica. La fachada fue restaurada para el Jubileo de 2000.
Las Campanas de San Pedro
La basílica tiene seis campanas:
- La "Campanone" está bajo el reloj. Su nota es fa menor, mide 2.316 metros de diámetro y pesa unos 8950 kilogramos.
- La "Campanoncino" fue hecha en 1725 por Inocencio Casini. Mide 1.772 metros de diámetro, pesa 3640 kilogramos y su nota es si menor.
- La "Rota" es la más antigua. La hizo Guidotto Pisano en el siglo XIII. Su función original era llamar a los auditores del Tribunal de la Rota Romana. Pesa 1815 kilogramos. Su nota es re menor.
- La "Predica" fue hecha en 1909 por Giovanbattista Lucent y pesa 830 kilogramos. Su nota es fa mayor.
- La "Ave María" fue refundida en 1932 por Daciano Colbachini. Mide 75 cm de diámetro y pesa 250 kilogramos. Su nota es si mayor.
- La "Campanella" fue fundida en 1825 por Louis Luce. Pesa 235 kilogramos y su nota es do mayor.
Cuando las seis campanas suenan juntas, se llama plenum. Esto ocurre en las fiestas más importantes del año, como Pascua, Navidad, Epifanía y Pentecostés. También suenan el 29 de junio, en la fiesta de San Pedro y San Pablo. Desde el cónclave de 2005, las campanas de San Pedro tienen un papel importante. Su sonido es diferente según el resultado de las votaciones, para evitar dudas sobre el color del humo antes del anuncio "Habemus Papam".
El Pórtico
El pórtico está entre los cinco arcos de la fachada y las puertas de la iglesia. La entrada tiene dos estatuas ecuestres: Carlomagno (núm. 2), a la izquierda, obra de Agostino Cornacchini en 1725, y Constantino (núm. 8), obra de Bernini en 1670, frente a la entrada del Palacio Apostólico por la Scala Regia. La bóveda está decorada con un diseño de Martino Ferrabosco y realizada por Ambrogio Buonvicino. Incluye esculturas de 32 papas y relieves que muestran momentos de la vida de San Pedro.
En la pared sobre la entrada principal de la basílica hay una parte del mosaico llamado La Navicella, obra de Giotto, que estaba en la Antigua basílica de San Pedro y se colocó aquí en 1674 (núm. 1).
Las Puertas de la Basílica
Para entrar a la basílica desde el pórtico, hay cinco puertas, de izquierda a derecha: "Puerta de la Muerte", "Puerta del Bien y del Mal", "Puerta de Filarete", "Puerta de los Sacramentos" y "Puerta Santa".
- Puerta de la Muerte
La "Puerta de la Muerte" (núm. 3) fue encargada por Juan XXIII y hecha en 1963 por el escultor Giacomo Manzú. Se llama así porque es la puerta por donde salen los cortejos fúnebres de los papas. Tiene cuatro paneles: el primero muestra la Deposición de Cristo y la Asunción de María. El segundo, los símbolos de la Eucaristía (pan y vino). El tercero, el tema de la muerte, con el asesinato de Abel, la muerte de José, el martirio de San Pedro, la muerte de Juan XXIII (con el título de la encíclica Pacem in terris), la muerte en el exilio de Gregorio VII y seis animales muriendo. En la parte interior de la puerta está la huella de la mano del escultor y un momento del Concilio Vaticano II donde el primer cardenal africano, Laurean Rugambwa, rinde homenaje al papa.
- Puerta del Bien y del Mal
La "Puerta del Bien y del Mal" (núm. 4) es obra de Luciano Minguzzi, hecha entre 1970 y 1977.
- Puerta de Filarete
La "Puerta de Filarete" o "puerta central" (núm. 5) fue encargada por el papa Eugenio IV a Antonio Averulino Filarete, quien la hizo entre 1439 y 1445. Es de bronce y tiene dos hojas, cada una con tres paneles superpuestos. Los paneles superiores muestran a Cristo y a la Virgen sentados en un trono. Los paneles centrales muestran a San Pedro entregando las llaves al papa Eugenio IV y a San Pablo con una espada y un jarrón de flores. Los paneles inferiores muestran el martirio de los dos santos: la decapitación de San Pablo y la crucifixión de San Pedro. Los paneles están rodeados por medallones con perfiles de emperadores y frisos con momentos del papado de Eugenio IV. En la parte interior está la firma del autor.
- Puerta de los Sacramentos
La "Puerta de los Sacramentos" (núm. 6) fue construida por Venanzo Crocetti e inaugurada por Pablo VI el 12 de septiembre de 1965. Muestra a un ángel anunciando los siete sacramentos.
- Puerta Santa
La puerta de la derecha es la "Puerta Santa" (núm. 7), hecha de bronce por Vico Consorti en 1950 y donada al papa Pío XII por católicos suizos para el jubileo de ese año. A ambos lados de la puerta hay dos placas con el escudo de Pío XII y la bula de Bonifacio VIII que convocó el primer jubileo en 1300. En la parte superior del arco sobre la puerta está la inscripción: PAVLVS V PONT MAX AÑO XIII. Justo encima de la puerta está la inscripción: GREGORIVS XIII PONT MAX. Entre estas dos inscripciones hay placas que recuerdan su reciente apertura:
IOANNES PAVLVS II P.M. |
IOANNES PAVLVS II P.M. |
PAVLVS VI PONT MAX |
En el año jubilar de 1983-1984 por la redención humana, Juan Pablo II, Pontífice Máximo, abrió y cerró la Puerta Santa, cerrada y sellada por el papa Pablo VI en 1976. | Juan Pablo II, Pontífice Máximo, nuevamente abrió y cerró la Puerta Santa el año del Magno Jubileo de la Encarnación del Señor. 2000-2001. | Pablo VI, Pontífice Máximo, abrió y cerró la Puerta Santa de esta basílica patriarcal vaticana el año jubilar de 1975. |
Esta puerta permanece cerrada y cubierta con cemento por dentro. Solo el papa puede abrirla y cerrarla en los Años Santos. Durante ese año, permanece abierta para que los fieles puedan entrar y ganar indulgencias. En noviembre de 2015, el muro que la sellaba fue derribado con cuidado. Se extrajo un cofre con las llaves de la puerta y otros documentos, como preparación para el inicio del Jubileo de la Misericordia.
El interior de la basílica está dividido en tres naves (pasillos) separadas por grandes pilares. La nave central mide 187 metros de largo y 45 metros de alto. Está cubierta por una gran bóveda de cañón (techo curvo). Entre 1962 y 1965, esta nave fue el lugar de las sesiones del Concilio Vaticano II.
Es notable el diseño especial del suelo de mármol, que incluye elementos de la Antigua Basílica de San Pedro. Por ejemplo, el disco de pórfido rojo egipcio donde se arrodilló Carlomagno el día de su coronación. La nave tiene una superficie de diez mil metros cuadrados de mosaicos, hechos por muchos artistas, principalmente de los siglos XVII y XVIII, como Pietro da Cortona, Giovanni De Vecchi, Caballero de Arpino y Francesco Trevisani.
En los arcos hay estatuas que representan virtudes. En los pilares de la izquierda, desde la puerta, están la autoridad eclesiástica, la justicia divina, la virginidad, la obediencia, la humildad, la paciencia, la justicia y la fortaleza. En los de la derecha, desde el altar, están la caridad, la fe, la inocencia, la paz, la clemencia, la constancia, la misericordia y la fuerza.
En los pilares hay nichos con esculturas de 39 santos fundadores. En los pilares de la derecha, están las estatuas de Santa Teresa de Jesús (núm. 93, 1754), Santa Magdalena Sofía Barat (núm. 93, 1934), San Vicente de Paúl (de Pietro Bracci, núm. 92, 1754), San Juan Eudes (núm. 92, 1932), San Felipe Neri (núm. 91, 1737), San Juan Bautista de La Salle (núm. 91, 1904), la antigua estatua de bronce de San Pedro (de Arnolfo di Cambio, núm. 89, 1300) y San Juan Bosco (núm. 90, 1936). En los pilares de la izquierda: San Pedro de Alcántara (núm. 72, 1713), Santa Lucía Filippini (núm. 72, 1949), San Camilo de Lelis (núm. 73, 1753), San Luis María Grignion de Montfort (núm. 73, 1948), San Ignacio de Loyola (de Camillo Rusconi, núm. 74, 1733), San Antonio María Zaccaria (núm. 74, 1909), San Francisco de Paula (núm. 75, 1732) y San Pedro Fourier (núm. 75, 1899).
Alrededor de la nave, en la parte superior, bajo la bóveda, hay una inscripción con letras de dos metros de altura:
QVODCVMQVE LIGAVERIS SUPER TERRAM, ERIT LIGATVM ET IN COELIS, ET QVODCVMQVE SOLVERIS SVPER TERRAM, ERIT SOLVTVM ET IN COELIS • EGO ROGAVI PRO TE, O PETRE VT NON DEFICIAT FIDES TVA, ET TV ALIQVANDO CONVERSVS, CONFIRMA FRATRES TVOS
Todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. • Yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.Mateo 16:19 • Lucas 22:32

Esta es la nave que está a la derecha. La primera capilla tiene la Piedad, de Miguel Ángel (núm. 9). Más adelante en la nave, están los monumentos funerarios de León XII (núm. 10), obra de Giuseppe De Fabris, y de la reina Cristina de Suecia (núm. 11), de Carlo Fontana. Después está la capilla de San Sebastián (núm. 13), con un gran mosaico del martirio del santo, obra de Pier Paolo Cristofari, basado en un cuadro de Domenichino. El techo está decorado con mosaicos de Pietro da Cortona. Debajo del altar, desde su beatificación en 2011, se conservan los restos de San Juan Pablo II, tras una losa de mármol con la inscripción "SANCTVS IOANNES PAVLVS PP. II".
En esta capilla también están los monumentos funerarios de Pío XI (núm. 12) y Pío XII (núm. 14), hechos en el siglo XX.
Luego están los monumentos a Inocencio XII (núm. 15), hecho por Filippo della Valle en 1746, y a Matilde de Canossa (núm. 16), hecho por Gian Lorenzo Bernini en 1633. La siguiente es la Capilla del Santísimo Sacramento (núm. 17), protegida por una puerta diseñada por Francesco Borromini. En esta capilla se guarda el Santísimo Sacramento. Junto al ciborio (estructura sobre el altar) de bronce y lapislázuli que preside el altar, hay dos ángeles adoradores y grandes lámparas de aceite que arden siempre. La capilla fue diseñada por Carlo Maderno para conectar la basílica actual con la antigua. Tiene un techo más bajo que el resto de la basílica. Contiene dos monumentos: el de Gregorio XIII (núm. 18), obra de Camillo Rusconi de 1723, y el de Gregorio XIV (núm. 19). Desde aquí empieza la girola (pasillo circular) que rodea el espacio bajo la cúpula.
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Piedad, de Miguel Ángel.
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Monumento a la Reina Cristina de Suecia.
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Monumento a Inocencio XII.
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Monumento a Matilde de Canossa.
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Monumento a Gregorio XIII.

Esta es la nave que está a la izquierda. La primera capilla es la "Capilla del Bautismo" (núm. 71), diseñada por Carlo Fontana y decorada con mosaicos de Baciccio (hechos después por Francesco Trevisani). El mosaico detrás del altar imita una pintura de Carlo Maratta que está en la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires.
Después de esta capilla, están los monumentos funerarios con las tumbas de Clementina Sobieski (núm. 70), obra de Pietro Bracci de 1742, y la de los Estuardo (núm. 69), obra de Antonio Canova de 1829. Aquí están enterrados el rey Jacobo III y sus hijos Carlos Eduardo Estuardo y el cardenal Enrique Benedicto Estuardo. Luego está la "Capilla de la Presentación" (núm. 67), en cuyo altar se encuentra el cuerpo de San Pío X. En sus paredes están los monumentos a Juan XXIII (núm. 66) y a Benedicto XV (núm. 68), hechos en el siglo XX. Después, está el monumento a Pío X (núm. 65), de 1923, y la tumba de Inocencio VIII (núm. 64), hecha por Antonio Pollaiuolo en el siglo XV.
Finalmente, está la Capilla del Coro (núm. 63), presidida por el Altar de la Inmaculada Concepción (núm. 62). La Inmaculada del altar fue coronada por Pío IX y de nuevo por Pío X. En el altar están los restos de San Juan Crisóstomo, que Juan Pablo II compartió con la Iglesia Ortodoxa, y las reliquias de San Francisco y San Antonio. La capilla es igual a la Capilla del Santísimo Sacramento, en el lado derecho, por lo que tiene la misma forma. En el último pilar antes de pasar a la girola, están los monumentos a León XI (núm. 61), obra de Alessandro Algardi en 1644, y a Inocencio XI (núm. 60).
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Monumento a los Estuardo
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Monumento a Benedicto XV
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Tumba de Inocencio VIII
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Tumba de León XI
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Monumento a Inocencio XI
La Girola (Pasillo Circular)
La girola o deambulatorio es el pasillo que rodea los cuatro pilares que sostienen la cúpula. Es el corazón de la iglesia, tal como la diseñó Miguel Ángel.
En el pilar que corresponde a la nave de la epístola, está el Altar de San Jerónimo (núm. 20), con la tumba del papa Juan XXIII. Sobre ella hay un gran mosaico de un cuadro de Domenichino. El espacio entre la Capilla del Sacramento y el transepto es la Capilla Gregoriana (núm. 21), cubierta por una bóveda que por fuera forma una de las dos cúpulas menores. Aquí está el monumento a Gregorio XVI (núm. 22), obra de Luigi Amici entre 1848 y 1857. Junto a esta, en el muro norte, está el "Altar de la Virgen del Perpetuo Socorro" (núm. 23), donde se encuentran las reliquias de San Gregorio Nacianceno. Al lado está el Altar de San Basilio (núm. 24), decorado con un mosaico del siglo XVIII, donde están los restos de San Josafat Kuncewicz. Frente a este, está el monumento funerario de Benedicto XIV (núm. 25).
Una vez cruzado el transepto, aparece el Altar de la Navicella (núm. 32), y enfrente, el monumento a Clemente XIII (núm. 31), de Antonio Canova de 1787-1792. Luego están los altares del Arcángel San Miguel (núm. 33), de Santa Petronila (núm. 34) y de "San Pedro y la resurrección de Tabitha" (núm. 36). En el muro oeste está el monumento a Clemente X (núm. 35), obra de Mattia de Rossi de finales del siglo XVII.
En el lado sur de la girola, en la columna de la cúpula, hay un altar con un mosaico que reproduce el famoso cuadro de La Transfiguración, de Rafael (núm. 59). En este altar está el cuerpo del beato Inocencio XI. La capilla adyacente, similar a la Gregoriana, es la "Capilla Clementina" (núm. 58). En ella están los monumentos funerarios de Gregorio Magno (núm. 56) y de Pío VII (núm. 57), de Bertel Thorvaldsen de 1831. Él es el único artista no católico que trabajó en la basílica. Luego está el Altar de la Mentira (núm. 55), decorado con un mosaico del siglo XVIII. Frente a este, se encuentra el monumento a Pío VIII (núm. 54), obra de Pietro Tenerani en 1866, con una puerta que lleva a la Sacristía Mayor de la basílica.
Al otro lado del transepto, está el monumento funerario al papa Alejandro VII (núm. 47), una obra notable de Gian Lorenzo Bernini. Muestra al papa rezando, con la muerte (un esqueleto con un reloj de arena) sobre una puerta que simboliza la entrada a la otra vida. Enfrente, está el "Altar del Sagrado Corazón de Jesús" (núm. 48), con mosaicos de 1930. Luego está la "Capilla de Nuestra Señora del Pilar" (núm. 44), donde están los altares dedicados a la Virgen del Pilar (núm. 46) y a León I el Magno (núm. 45), con un magnífico retablo de mármol de Alessandro Algardi sobre la expulsión de Atila, hecho entre 1645 y 1653. Por último, antes del presbiterio, está el "Altar de San Pedro curando a un paralítico" (núm. 43), del siglo XVIII, y la tumba del papa Alejandro VIII (núm. 42).
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Tumba de Juan XXIII.
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Tumba de Benedicto XIV.
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Tumba de Clemente X.
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Tumba de Pío VII.
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Monumento a Pío VIII.
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Tumba de Alejandro VIII.
El Órgano de la Basílica
El órgano de la basílica está entre la girola y el presbiterio y fue construido por Tamburini en 1962. Tiene dos partes ubicadas en los brazos de la girola que salen del presbiterio, llamadas "Cornu Epistulae" y "Cornu Evangelii". Estas dos partes corresponden a dos órganos construidos a principios del siglo XX por Vegezzi-Carlo Bossi y Walker. El órgano de la primera parte incluye los registros del segundo y tercer teclado, mientras que a la segunda parte le corresponden el primer y cuarto teclado. Los registros de pedal se distribuyen según lo necesite el organista. Se usan dos consolas con transmisión eléctrica; una está entre los asientos del coro durante las celebraciones dentro de la basílica, y otra se usa en la plaza para las celebraciones al aire libre. Fueron construidas por el fabricante Mascioni en 1999.
En 1875, Aristide Cavaillé-Coll ofreció al papa Pío IX el diseño de un gran órgano que nunca se construyó, así como otros proyectos, siempre de Francia. Actualmente, los organistas son James Edward Goettsche y Gianluca Libertucci.
El Transepto
El transepto norte se extiende hacia el Palacio Apostólico Vaticano. Fue diseñado y construido por Miguel Ángel, quien lo amplió para añadir nichos para altares con grandes ventanas. En el transepto norte, hay tres altares dedicados a San Wenceslao (núm. 27), San Erasmo (núm. 29), y, en el centro, el de los santos mártires Proceso y Martiniano (núm. 28). El transepto sur es similar, con altares dedicados a San José (núm. 51), en el centro, y los de la Crucifixión de San Pedro (núm. 52) y el de Santo Tomás (núm. 50).
A lo largo del transepto, en los nichos de los pilares, hay esculturas de santos y santas fundadores de congregaciones y órdenes religiosas. En el transepto derecho: San Bonfiglio Monaldi (núm. 30, 1906), San José de Calasanz (núm. 30, 1755), San Pablo de la Cruz (núm. 85, 1876), San Bruno (núm. 85, 1744), Santa Luisa de Marillac (núm. 26, 1954), San Pedro Nolasco (núm. 26, 1742), Santa María Eufrasia Pelletier (núm. 86, 1942) y San Juan de Dios (núm. 86, 1745). En el crucero izquierdo: San Guillermo de Vercelli (núm. 49, 1878), San Norberto de Xanten (núm. 49, 1767), Santa Ángela de Mérici (núm. 79, 1866), Santa Juliana Falconieri (núm. 79, 1740), Santa Juana Antida Thouret (núm. 53, 1949), San Jerónimo Emiliani (núm. 53, 1757), Santa Francisca Cabrini (núm. 77, 1947) y San Cayetano de Thiene (núm. 77, 1738).
En el perímetro del transepto izquierdo, en la parte superior, bajo la bóveda, hay una inscripción con letras de dos metros de altura:
DICIT TER TIBI PETRE IESUS DILIGIS ME? CUI TER O ELECTE RESPONDENS AIS: O DOMINE TU QUI OMNIA NOSTI TU SCIS QUIA DILIGO TE
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.Juan 21:17
Por su parte, en el transepto derecho se encuentra la inscripción:
O PETRE, DIXISTI TU ES CHRISTUS FILIUS DEI VIVI, AIT IESUS: BEATUS ES SIMON BAR IONA QUIA CARO ET SANGUIS NON REVELAVIT TIBI
Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre.Mateo 16:16-17
El Presbiterio
El presbiterio (la zona del altar) tiene una estructura similar a los extremos del transepto. Está dominado por la Cátedra de San Pedro (núm. 39), en el centro. Es un relicario monumental obra de Gian Lorenzo Bernini, que contiene una silla antigua que, según la tradición, fue usada por San Pedro. La silla se apoya en esculturas de los cuatro Padres de la Iglesia. El conjunto se ilumina con una vidriera que muestra una paloma, símbolo del Espíritu Santo.
A la izquierda de la cátedra está el monumento a Paulo III (núm. 40), diseñado por Giacomo della Porta. A la derecha, está la tumba de Urbano VIII (núm. 38), hecha por Bernini en 1627. El monumento tiene una estatua del Papa bendiciendo. A los lados del sarcófago hay figuras que representan la Caridad y la Justicia, y en el centro, un esqueleto escribe el epitafio. En las columnas hay esculturas de Santo Domingo de Guzmán (núm. 37, 1706), San Francisco Caracciolo (núm. 37, 1834), San Francisco de Asís (núm. 41, 1727) y San Alfonso María de Ligorio (núm. 41, 1839). En los pilares de la cúpula están las esculturas de San Benito de Nursia (núm. 81, 1735), Santa Francisca Romana (núm. 81, 1850), San Francisco de Sales (núm. 83, 1845) y San Elías (núm. 83, 1727).
En el perímetro del presbiterio, hay una inscripción en latín y griego:
O PASTOR ECCLESIAE TU OMNES CHRISTI PASCIS AGNOS ET OVES • ΣΥ ΒΟΣΚΕΙΣ ΤΑ ΑΡΝΙΑ, ΣΥ ΠΟΙΜΑΙΝΕΙΣ ΤΑ ΠΡΟΒΑΤIΑ ΧΡΙΣΤΟΥ
Oh pastor de la Iglesia, alimenta a todos los corderos y las ovejas de CristoJuan 21:15-19
El Altar Papal
El Altar Papal está en el crucero, bajo la cúpula. Está enmarcado por el monumental Baldaquino de San Pedro (núm. 82), obra de Gian Lorenzo Bernini, construido entre 1624 y 1633. Está hecho de bronce, obtenido del Panteón de Agripa, y mide 30 metros de altura. Está sostenido por cuatro columnas en espiral, imitando las doce columnas que estaban frente al altar de la Antigua basílica de San Pedro. Se decía que estas columnas venían del Templo de Salomón. De esas columnas originales, ocho se usaron para decorar los pilares de la cúpula de Miguel Ángel (dos en cada pilar, sobre las estatuas que miran al baldaquino) y dos en la Capilla del Santísimo Sacramento. De las dos restantes, una se perdió y la última está en el Tesoro (junto a la Sacristía). Se la conoce como colonna degli ossessi ("de los poseídos"), porque, según la tradición, Jesús se apoyó en ella al predicar a los doce años, y se creía en la Edad Media que tenía poder para expulsar a los demonios.
En el centro, bajo el baldaquino y el inmenso espacio de la cúpula, está el altar papal. Es un bloque de mármol blanco con forma de caja, y sobre él hay un crucifijo de bronce y siete candelabros. Solo el papa puede celebrar la Eucaristía aquí en ocasiones especiales. Fue colocado verticalmente sobre la tumba de San Pedro y dedicado el 5 de junio de 1594 por el papa Clemente VIII. Este altar se conoce como "Altar de la Confesión", porque está sobre el lugar llamado "Confessio", la tumba del Apóstol que con su martirio confesó su fe.
En los pilares que sostienen la cúpula, hay cuatro esculturas que miran al altar, encargadas por Urbano VIII: San Longinos (núm. 88), de Gian Lorenzo Bernini (1639); Santa Elena (núm. 84), de Andrea Bolgi (1646); Santa Verónica (núm. 80), de Francesco Mochi (1632); y San Andrés (núm. 76), de François Duquesnoy (1640). Sobre cada estatua hay un balcón con rejas, detrás de las cuales hay relicarios: el de San Longinos tiene la reliquia de la Lanza Sagrada; el de Santa Elena tiene parte de la Vera Cruz; el de Santa Verónica guarda la tela con el rostro de Cristo impreso; y el de San Andrés, hermano de San Pedro, guardaba el cráneo de este apóstol, aunque luego Pablo VI lo regaló a los ortodoxos como un gesto de buena voluntad. En la parte alta de cada pilar hay cuatro mosaicos que representan a los evangelistas con sus símbolos.
- Estatuas de los pilares de la cúpula
En la parte superior de los pilares que sostienen la cúpula, en el entablamento, sobre Santa Verónica, Santa Elena, San Longinos y San Andrés, está la inscripción:
• HINC VNA FIDES • MVNDO REFULGET • HINC SACERDOTTI • VNITAS EXORITVR •
Aquí se esparce por el mundo la única y verdadera fe, aquí nace la unidad del sacerdocio.
La Cúpula
La cúpula de la Basílica de San Pedro se eleva a una altura total de 136.57 metros desde el suelo hasta la parte superior de la cruz exterior. Es la cúpula más alta del mundo. Su diámetro interior es de 41.47 metros, un poco menos que dos de las tres grandes cúpulas que la precedieron: la del Panteón de Agripa, de 43.3 metros; y la de la Catedral de Florencia, de 44 metros. Los arquitectos de San Pedro se basaron en estas dos cúpulas para saber cómo construir la que sería la cúpula más grande del cristianismo. Entre 1547 y 1590, su construcción estuvo a cargo de Miguel Ángel Buonarroti. Después de su fallecimiento, su discípulo Giacomo Della Porta ocupó su lugar.
El perímetro interior de la cúpula tiene una inscripción en latín con letras de 2 metros de altura:
TV ES PETRVS ET SVPER HANC PETRAM AEDIFICABO ECCLESIAM MEAM ET TIBI DABO CLAVES REGNI CAELORVM
Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia. A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Vulgata Mateo 16:18-19.
Debajo de la linterna (la parte más alta de la cúpula) está la inscripción:
S. PETRI GLORIAE SIXTVS PP. V. A. M. D. XC. PONTIF. V.
Para la gloria de San Pedro, Sixto V, papa, en el año 1590 y el quinto año de su pontificado.
La Sacristía
La Sacristía Mayor es un edificio fuera de la basílica, en el lado sur. Se conecta con el templo por dos pasillos sobre arcos que entran a la basílica, pasando por la tumba de Pío VIII y la Capilla del Coro.
En 1715 se hizo un concurso para construir una sacristía. Ganó un proyecto de Filippo Juvara, cuya maqueta de madera se guarda en los depósitos de la basílica. Sin embargo, su alto costo impidió que se construyera. En 1776, el papa Pío VI encargó a Carlo Marchionni la construcción del edificio actual, que se terminó en 1784. La obra terminada fue muy criticada, especialmente por el experto Francesco Milizia, lo que obligó a Marchionni a dejar la ciudad.
La sacristía tiene forma octogonal y está cubierta por una cúpula. Está rodeada por varios edificios, como la Sacristía de los canónigos y beneficiarios, la Sala Capitular y el Tesoro.
Las Grutas Vaticanas
Las Grutas Vaticanas se formaron por la diferencia de altura entre la basílica nueva y la antigua. Tienen forma de iglesia subterránea con tres naves. Se han usado como lugar de entierro para muchos papas. Se accede por una escalera doble con una elegante barandilla, sobre la que arden 99 lámparas. Esta escalera sale de la parte frontal del Altar Papal. La escalera termina frente a la confessio de San Pedro (núm. 65), obra de Carlo Maderno. Frente al mosaico de Cristo Pantocrátor está el cofre que guarda los palios. Detrás de este cofre están los restos de mármol de la tumba de San Pedro, construida por el emperador Constantino. En la parte inferior está la bola de bronce, llamada "cataracta" o "billicus confessionis", que servía de acceso a la tumba de Pedro desde la construcción de la primera basílica.
El papa Pío XII, recién elegido en 1939, apoyó una investigación arqueológica. En diez años, se descubrió primero el suelo de la basílica de Constantino, y luego, los restos de una necrópolis romana que ocupaba la ladera de la Colina Vaticana. Esta necrópolis fue cubierta por los constructores de la primera basílica. La presencia de esta zona de entierro confirma la creencia de que el lugar de sepultura de San Pedro está donde se construyó primero un monumento y luego la basílica.
Después de la excavación, en 1953 se encontró un nicho con una escritura griega incompleta con el nombre de Pedro. Dentro había algunos huesos envueltos en un paño púrpura con hilo de oro. Este descubrimiento fue anunciado por Pío XII, quien estaba convencido de que, con mucha probabilidad, los restos eran del cuerpo de San Pedro. Estos restos se colocaron bajo tierra, en la posición original que coincide exactamente con la vertical del Altar Papal, el baldaquino y la cúpula.
- Algunas tumbas de papas en las Grutas Vaticanas
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Tumba de Paulo II.
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Tumba de Benedicto XV.
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Tumba de Urbano VI.
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Tumba de Juan Pablo I.
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Tumba de Benedicto XVI.
Arciprestes de la Basílica desde 1053
El arcipreste de la Basílica de San Pedro es el encargado principal del culto y el cuidado pastoral de la basílica. Siempre es un cardenal. Algunos de los arciprestes más importantes fueron los cardenales Giovanni Gaetano Orsini (1276-1277) y Pietro Barbo (1445-1464), quienes más tarde se convirtieron en los papas Nicolás III y Paulo II, respectivamente.
Actualmente, el cargo lo ocupa el cardenal Mauro Gambetti, desde el 22 de febrero de 2021.
Véase también
En inglés: St. Peter's Basilica Facts for Kids