René Descartes para niños
Datos para niños René Descartes |
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![]() Retrato según Frans Hals (c. 1649-1700)
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Información personal | ||
Nacimiento | 31 de marzo de 1596 La Haye en Touraine, Francia |
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Fallecimiento | 11 de febrero de 1650 Estocolmo, ![]() |
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Causa de muerte | Neumonía | |
Sepultura | Abadía de Saint-Germain-des-Prés | |
Nacionalidad | Francesa | |
Religión | Cristianismo católico | |
Lengua materna | Francés | |
Familia | ||
Padres | Joachim Descartes Jeanne Brochard |
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Pareja | Helena Jans van der Strom | |
Hijos | Francine Descartes | |
Educación | ||
Educado en |
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Supervisor doctoral | Isaac Beeckman y Jacobus Golius | |
Información profesional | ||
Ocupación | Filósofo, matemático y físico | |
Cargos ocupados | Catedrático | |
Movimiento | Racionalismo Cartesianismo |
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Obras notables | Discurso del método (1637) Meditaciones metafísicas (1641) |
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Miembro de | Academia de Ciencias de Francia | |
Firma | ||
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René Descartes (nacido el 31 de marzo de 1596 en La Haye en Touraine, Francia, y fallecido el 11 de febrero de 1650 en Estocolmo, Suecia) fue un importante filósofo, matemático y físico francés. Es conocido como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna. También fue una figura clave en el inicio de la revolución científica.
Descartes propuso un nuevo método para el pensamiento y la investigación. Lo explicó en sus obras Reglas para la dirección de la mente (1628) y Discurso del método (1637). Este método era muy diferente de las enseñanzas tradicionales de las universidades de su tiempo. Era simple, con solo cuatro reglas, y buscaba romper con los largos y complicados razonamientos de la época. Se inspiró en las matemáticas para encontrar la verdad.
Su frase más famosa es "Pienso, luego existo". Esta idea, que aparece en el Discurso del método (1637) y en Principios de la Filosofía (1644), fue muy importante para el racionalismo en Occidente. Descartes también desarrolló el "método cartesiano".
Descartes no aceptaba las explicaciones tradicionales sobre la naturaleza. Él creía que los fenómenos naturales podían explicarse con principios mecánicos. Como católico devoto, creía en la libertad total de Dios al crear el mundo. Se diferenció de filósofos anteriores al establecer una separación clara entre el alma (la parte que piensa) y el cuerpo (la parte física). Incluso llegó a decir que los animales eran como "máquinas" sin alma.
Las ideas de Descartes tuvieron un gran impacto en la filosofía y la teología. Muchos pensadores importantes del siglo XVII construyeron sus sistemas filosóficos basándose en las ideas de Descartes, ya sea para apoyarlas o para oponerse a ellas.
René Descartes también influyó mucho en las ciencias y las matemáticas. Hizo aportes a la física y la óptica. El sistema de coordenadas cartesianas lleva su nombre. Se le considera el creador de la geometría analítica, que conecta el álgebra con la geometría. Esta conexión fue fundamental para el desarrollo del cálculo infinitesimal.
Contenido
Biografía de René Descartes
Infancia y juventud
René Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye en Touraine, Francia. Su ciudad natal ahora se llama "Descartes" en su honor. Su madre había dejado la ciudad de Rennes debido a una epidemia. René venía de una familia de baja nobleza. Su padre, Joachim Descartes, era consejero en el Parlamento de Bretaña. René era el tercer hijo de sus padres.
Su madre, Jeanne Brochard, falleció cuando él tenía poco más de un año. Fue criado por su abuela, su padre y una nodriza, a quien siempre estuvo muy unido. Su padre lo llamaba su "pequeño filósofo" porque René siempre hacía muchas preguntas.
A los once años, ingresó en el Collège Henri IV de La Flèche, una escuela jesuita. Allí estudió hasta 1614. Debido a su salud delicada, no tenía que ir a clase por las mañanas. Sus maestros lo valoraban mucho por su inteligencia. Aprendió física y filosofía escolástica, y le interesaron mucho las matemáticas. Sin embargo, en su Discurso del método, Descartes diría que este sistema educativo no era el mejor para desarrollar la razón.
En esta escuela, recibió una sólida formación en cultura clásica, aprendiendo latín y griego. También estudió filosofía, principalmente basada en los textos de Aristóteles, y tuvo una introducción a las matemáticas.
Estudios universitarios y viajes
A los 18 años, Descartes fue a la Universidad de Poitiers para estudiar derecho y medicina. En 1616, obtuvo sus títulos en Derecho.
A los veintidós años, viajó a los Países Bajos. Allí conoció a Isaac Beeckman en 1618, un científico que buscaba desarrollar una teoría física basada en las matemáticas. Beeckman impulsó el interés de Descartes por las matemáticas y la física. Aunque viajaba mucho, Descartes siguió aprendiendo. En 1620, conoció al famoso matemático alemán Johann Faulhaber en Ulm.
En 1619, se unió al ejército del duque Maximiliano de Baviera.
Los tres sueños de Descartes
Descartes contó que, durante el invierno de 1619, mientras estaba en Ulm, tuvo una serie de sueños que lo inspiraron. Interpretó estos sueños como un mensaje para dedicarse a la investigación científica.
En el primer sueño, se sintió asustado por fantasmas y una debilidad en su lado derecho. En el segundo, un fuerte sonido lo despertó y vio chispas de fuego. En el tercer sueño, encontró un diccionario y un libro de poesía latina. Abrió el libro en un verso que preguntaba: "¿Qué camino de vida debo seguir?". Descartes interpretó que el diccionario representaba todas las ciencias y los poemas, la filosofía y la sabiduría. Estos sueños lo llevaron a pensar en una matemática universal y a inventar la geometría analítica.
Vida de investigador
Descartes dejó la vida militar en 1619. Viajó por Dinamarca y Alemania, y regresó a Francia en 1622. Vendió sus propiedades para poder vivir de forma independiente y dedicarse al estudio. También pasó un tiempo en Italia (1623-1625).

En París, Descartes se relacionó con otros intelectuales, como Marin Mersenne. Su reputación creció y su casa se convirtió en un lugar de encuentro para discutir ideas. En 1628, se trasladó a los Países Bajos para dedicarse por completo a sus estudios. Allí vivió de forma sencilla y tranquila, cambiando de residencia para mantener su ubicación en secreto. Permaneció en los Países Bajos hasta 1649, aunque hizo algunos viajes a Dinamarca y Francia.
Descartes prefería los Países Bajos porque en Francia había muchas distracciones y menos tolerancia. Las ciudades neerlandesas estaban en paz y el comercio florecía, lo que impulsaba las ciencias. A pesar de esto, Descartes fue muy cuidadoso con sus escritos, recordando lo que le había pasado a Galileo con la Iglesia. En una carta de 1633, incluso pensó en quemar sus papeles para evitar problemas.
Fallecimiento de Descartes
En septiembre de 1649, la reina Cristina de Suecia invitó a Descartes a Estocolmo para ser su profesor y consejero. Sin embargo, la vida en Suecia era difícil para él: el palacio era frío y la reina exigía clases muy temprano por la mañana. Después de solo unos meses en la corte sueca, Descartes falleció el 11 de febrero de 1650, a los 53 años. La causa oficial de su muerte fue neumonía.
En 1663, la Iglesia Católica incluyó sus obras filosóficas, como Las pasiones del alma, en su Índice de Libros Prohibidos, lo que significaba que no se podían leer sin correcciones.
Los restos de Descartes fueron trasladados varias veces. Primero fue enterrado en Estocolmo, luego sus restos fueron llevados a París en 1667. Durante la Revolución francesa, se planeó llevarlos al Panteón de París, pero finalmente fueron depositados en la iglesia de la abadía de San Germain de los Prados en 1819, donde se encuentran hoy. Su cráneo se conserva en el Museo del Hombre en París.
En 1935, un cráter lunar fue nombrado "Descartes" en su honor. Su ciudad natal también fue rebautizada como "Descartes" en 1967.
La Filosofía de Descartes
Descartes es considerado el "padre de la filosofía moderna" por su decisión de cuestionar las verdades aceptadas y por enfocarse en el problema del conocimiento. Él creía que entender cómo conocemos era esencial para comprender otros temas importantes como la moral, la medicina y la mecánica.
Las reglas del método cartesiano

Descartes quería establecer un conocimiento "firme y duradero" en las ciencias. En su Discurso del método, explicó que, aunque el conocimiento es muy valioso, su educación no lo había satisfecho.
Él creía que la lectura de textos antiguos era útil, pero solo si se leía con cuidado. Reconocía el valor de las matemáticas por su exactitud y sus aplicaciones prácticas. Sin embargo, pensaba que el conocimiento basado en ellas no era lo suficientemente avanzado.
Descartes propuso cuatro reglas para su método:
- La primera regla era no aceptar nada como verdadero si no era completamente claro y evidente. Debía evitar la prisa y los prejuicios, aceptando solo lo que no pudiera dudar.
- La segunda regla era dividir cada problema en partes más pequeñas para resolverlas más fácilmente.
- La tercera regla era ordenar los pensamientos, empezando por lo más simple y subiendo poco a poco a lo más complejo.
- La cuarta regla era hacer revisiones completas para asegurarse de no haber olvidado nada.
Descartes confiaba en la razón como la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso. Creía que todas las ciencias son parte de una misma sabiduría humana.
La duda metódica
Para encontrar una verdad que no pudiera ser dudada, Descartes decidió dudar de todo lo que fuera posible. Estableció tres niveles de duda:
- Primer nivel: Cuestionó las percepciones de los sentidos, especialmente las que se refieren a objetos lejanos o en condiciones difíciles, ya que a veces nos engañan.
- Segundo nivel: Señaló la similitud entre la vigilia (estar despierto) y el sueño. No hay una forma clara de saber si estamos soñando o no, lo que pone en duda todas nuestras percepciones.
- Tercer nivel: Imaginó que podría existir un "genio maligno" muy poderoso que nos engañara en todo, incluso en las cosas más evidentes. Esta idea era una metáfora para preguntarse si nuestra propia naturaleza podría ser defectuosa y llevarnos al error.
El objetivo de esta duda no era asustar a la gente, sino servir como una herramienta para la investigación, como un microscopio en un laboratorio. Quería ver si había algún conocimiento que resistiera cualquier duda.
La evidencia del "Pienso, luego existo"
Al dudar de todo, Descartes llegó a una primera verdad innegable: si dudo, entonces existo. Esta es la famosa frase "cogito ergo sum" (Pienso, luego existo). Él razonó que, si uno está dudando, entonces algo o alguien debe estar dudando, lo que prueba su existencia. Así, el simple hecho de pensar o dudar demuestra que uno existe.
Descartes definió el "pensamiento" como todo aquello de lo que somos conscientes. A partir de esta certeza de que él era una "cosa pensante", buscó demostrar la existencia de otras cosas, como el mundo exterior.
La evidencia de Dios
Descartes también usó la razón para argumentar la existencia de Dios. En sus Meditaciones, presentó pruebas de un Dios bueno. Una de sus ideas es que nuestra idea de la perfección debe venir de un origen perfecto, que es Dios. Él creía que la idea de un ser supremamente perfecto e infinito implica su existencia, porque la existencia es una perfección.
Como Dios es bueno, Descartes confiaba en que sus sentidos y su mente no lo engañarían, lo que le permitía adquirir conocimiento sobre el mundo a través de la deducción y la percepción.
Descartes se consideraba un católico devoto y sus Meditaciones buscaban defender la fe. Sin embargo, sus ideas fueron vistas como muy racionales y mecánicas por algunos, y sus libros fueron prohibidos por la Iglesia Católica en 1663.
Ideas innatas
Descartes clasificó las ideas en tres tipos:
- Innatas: Ideas que nacen con nosotros, como la idea de infinito o perfección.
- Adventicias: Ideas que vienen de fuera, a través de los sentidos (como ver el sol).
- Facticias: Ideas que creamos nosotros mismos (como sirenas o hipogrifos).
Él argumentó que todos nacemos con ciertas ideas innatas, como la de Dios, que nos fueron dadas por un poder superior. Por ejemplo, la idea de una sustancia infinita y perfecta (Dios) no podría venir de nosotros mismos, que somos finitos.
Para explicar la diferencia entre el intelecto y la imaginación, Descartes usó el ejemplo de un chiliágono (un polígono de mil lados). Dijo que podemos entender claramente lo que es un chiliágono con la mente, pero no podemos imaginar todos sus mil lados a la vez. Esto demostraba que el intelecto puede comprender cosas que la imaginación no puede representar.
Más tarde, el filósofo John Locke se opuso a la teoría de las ideas innatas de Descartes con su teoría del empirismo, que sostiene que la mente es como una "tabula rasa" (una pizarra en blanco) y todo el conocimiento se adquiere a través de la experiencia.
Metafísica y la mente-cuerpo
Descartes comparó el conocimiento con un árbol: las raíces son la Metafísica, el tronco es la física y las ramas son las artes mecánicas, la medicina y la moral. Creía que la metafísica era fundamental. También fue uno de los primeros científicos en pensar que el alma debería ser estudiada científicamente.
Dualismo de la mente y el cuerpo
Para Descartes, una sustancia es algo que existe por sí mismo sin necesitar de otra cosa. Él creía que él mismo era una sustancia pensante (res cogitans), es decir, la mente o el alma, porque podía dudar de su cuerpo pero no de su pensamiento. El cuerpo, por otro lado, era una sustancia extensa (res extensa), es decir, la materia, que ocupa espacio y tiene forma y movimiento.
Descartes argumentó que la mente y el cuerpo son muy diferentes pero están estrechamente unidos. La mente es indivisible, mientras que el cuerpo es divisible. Él pensaba que la glándula pineal en el cerebro era el punto donde la mente y el cuerpo se conectaban e interactuaban. Esta teoría de las dos sustancias, mente y cuerpo, se conoce como dualismo cartesiano.
Mecanicismo y los animales

Descartes también era un mecanicista. Creía que el cuerpo, tanto humano como animal, funcionaba como una máquina. Explicó que los movimientos del cuerpo, como retirar la mano del fuego, son reacciones automáticas que no necesitan un proceso de pensamiento consciente.
Él argumentó que los animales eran como "máquinas" (bête-máquina) y no tenían razón ni inteligencia como los humanos. Creía que los animales sentían y percibían, pero que esto podía explicarse mecánicamente, sin necesidad de un alma. Si un animal mostraba signos de dolor, era una reacción mecánica para proteger su cuerpo, no una señal de sufrimiento consciente.
Aunque esta idea sobre los animales fue criticada, las teorías de Descartes sobre los reflejos sentaron las bases para futuras investigaciones en fisiología.
La filosofía moral de Descartes
Aunque no escribió un libro solo sobre ética, Descartes desarrolló ideas sobre la virtud, la felicidad y las pasiones. Él veía la moral como una ciencia, la más alta y perfecta, basada en la Metafísica y la Razón.
En su Discurso del método, adoptó una "moral provisional" con tres máximas para guiar sus acciones mientras dudaba de todo lo demás. La cuarta máxima era: juzgar bien para actuar bien.
Descartes creía que la razón es suficiente para que las personas busquen lo que es bueno. Pensaba que la virtud consiste en el "razonamiento correcto" que debe guiar nuestras acciones. También estudió las pasiones (emociones) en su obra Las pasiones del alma, identificando seis pasiones principales: asombro, amor, odio, deseo, alegría y tristeza.
Descartes también defendió la libertad de elegir, es decir, el libre albedrío. Creía que somos libres para tomar nuestras propias decisiones.
Contribuciones científicas de Descartes
Descartes es considerado el creador del mecanicismo en la ciencia y de la geometría analítica en las matemáticas. Se le asocia con los ejes cartesianos en geometría y con el principio de inercia en física.
Aportes a la Física
El interés de Descartes por la física comenzó con Isaac Beeckman, un científico que promovía la filosofía mecánica. Basándose en esto, Descartes formuló muchas de sus teorías sobre física mecánica y geométrica.
Descartes, al igual que Galileo, creía en el carácter matemático del espacio. Para Descartes, el espacio se basaba en la idea clara de la extensión. Los cuerpos se identifican con la extensión, es decir, ocupan un lugar. Por eso, negaba la existencia del vacío.
Descartes propuso que el movimiento rectilíneo (en línea recta) es el movimiento natural. Su teoría de los vórtices explicaba que el espacio estaba lleno de un fluido invisible (el éter) que giraba formando remolinos. Estos remolinos, o vórtices, arrastrarían a los planetas alrededor del Sol. Esta idea fue muy popular porque explicaba el movimiento de los cuerpos celestes sin necesidad de fuerzas a distancia, algo difícil de entender en esa época.
Aportes a las Matemáticas
Una de las contribuciones más importantes de Descartes fue el desarrollo de la geometría cartesiana o analítica, que usa el álgebra para describir la geometría. En su obra La Géométrie (1637), Descartes propuso un nuevo método para resolver problemas geométricos.
Descartes inventó la forma de usar las letras [ x , y , z ] para representar valores desconocidos en las ecuaciones y [ a , b , c ] para los valores conocidos. También fue pionero en usar superíndices para indicar los exponentes, como el 2 en x2.
Los trabajos de Descartes y Pierre de Fermat sentaron las bases para el cálculo infinitesimal, que fue desarrollado más tarde por Newton y Leibniz. La regla de los signos de Descartes es un método que todavía se usa para saber cuántas raíces positivas y negativas tiene un polinomio.
Aportes a la Óptica
Descartes también hizo contribuciones al campo de la óptica. Usando la geometría y la ley de Snell (también conocida como ley de Descartes), demostró que el radio angular de un arco iris es de 42 grados. También descubrió de forma independiente la ley de la reflexión. Su ensayo sobre la óptica fue la primera vez que esta ley se publicó.
Obras importantes de Descartes
Descartes escribió algunas de sus obras en latín, que era el idioma de los estudiosos, y otras en francés, su idioma nativo.
Su primera obra fue Reglas para la dirección del espíritu (1628), aunque se publicó después de su muerte. También escribió El mundo o tratado de la luz y El hombre, pero los retiró de la imprenta al enterarse de la condena de Galileo.
En 1637, publicó el Discurso del método para dirigir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, junto con tres ensayos científicos: La Geometría, Dióptrica y Los meteoros. Con estas obras, escritas en francés, se dio a conocer al mundo académico.
En 1641, publicó las Meditaciones metafísicas, que incluían Objeciones y respuestas de otros pensadores. En 1644, aparecieron los Principios de filosofía, que Descartes había pensado para la enseñanza. Su último tratado, Las pasiones del alma, se publicó en 1649.
En 1663, la Iglesia Católica incluyó sus obras en el Índice de libros prohibidos.
Galería de imágenes
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Basket of Apples' by Levi Wells Prentice, Dayton Art Institute.JPG
Descartes compara su método con una cesta de manzanas (creencias), donde puede que algunas estén podridas, y para evitar que se estropeen, se ha de inspeccionar una por una.