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Historia del teatro para niños

Enciclopedia para niños

La historia del teatro es el estudio de cómo ha cambiado el arte de las obras escénicas a lo largo del tiempo. El teatro es muy amplio: es cualquier grupo de personas que presenta un espectáculo en un lugar y momento específicos. El teatro tiene una base literaria, que es un guion o historia escrita por un dramaturgo.

Pero ese texto necesita ser representado. Para ello, son esenciales los actores, que interpretan a los personajes. También son importantes elementos como la escenografía (los decorados), la iluminación, el maquillaje, el vestuario y las máscaras. Algunos espectáculos no necesitan texto, como la mímica y la pantomima, donde la expresión con gestos es lo principal. Además, un elemento clave para la comunicación es la presencia de un público. El teatro ayuda a las personas a relacionarse, ya que a menudo tiene un toque de ceremonia.

Los orígenes del teatro se encuentran en antiguos rituales de la prehistoria. En esos tiempos, los seres humanos comenzaron a darse cuenta de lo importante que era la comunicación para vivir en sociedad. Algunas ceremonias religiosas ya tenían desde el principio un componente de representación teatral. Por ejemplo, en los rituales de caza, el hombre primitivo imitaba a los animales con danzas. Estas danzas se pueden ver en pinturas de cuevas del Mesolítico, donde aparecen personas con máscaras y cuernos de ciervo, imitando movimientos y sonidos. Así, de un ritual se pasó a una historia, y de un guía espiritual a un actor.

En África, los rituales religiosos mezclaban el movimiento y la comunicación con gestos, música y danza. Usaban objetos especiales como máscaras, que servían para mostrar diferentes roles o estados de ánimo. Estos rituales fortalecían la identidad y la unión de la comunidad. En América antes de la llegada de los europeos, culturas como la maya, inca y azteca también desarrollaron formas de teatro. El teatro maya estaba relacionado con fiestas de la agricultura y contaba historias de su libro sagrado, el Popol Vuh. El teatro azteca destacaba por la mímica y tenía dos tipos: uno religioso y otro más divertido. El teatro inca, escrito en quechua, servía para los intereses del estado.

Teatro antiguo: ¿Cómo empezó el arte dramático?

Archivo:Epidaurus Theater
Vista panorámica del Teatro de Epidauro

En la Grecia Antigua nació el teatro como lo conocemos hoy, un verdadero «arte dramático». El teatro griego evolucionó de antiguos rituales religiosos. De estos rituales se pasó a los mitos, y al añadir la palabra y la imitación, surgió la tragedia. Al mismo tiempo, el público dejó de participar en el ritual para convertirse en observador de la tragedia. Esta tenía un propósito educativo, transmitiendo valores y ayudando a las personas a liberar sus emociones. Más tarde, apareció la comedia, que al principio se usaba para la crítica política y social, y luego se centró en temas de la vida diaria y personajes típicos. También surgieron la mímica y la farsa. Los dramaturgos griegos más importantes fueron: Esquilo, Sófocles y Eurípides en tragedia, y Aristófanes y Menandro en comedia.

El teatro romano fue influenciado por el griego, pero también venía de antiguos espectáculos etruscos que mezclaban la actuación con la música y la danza. Así surgieron los ludiones, actores que bailaban al ritmo de flautas. Más tarde, al añadir canto, aparecieron los histriones, que combinaban canto y mímica. Se cree que Livio Andrónico, de origen griego, fue quien en el siglo III a.C. introdujo la narración de historias en estos espectáculos. El entretenimiento romano se dividía entre los juegos de circo y los espectáculos teatrales, donde el mimo, la danza y el canto eran muy populares. Como autores romanos destacaron Plauto y Terencio.

En Oriente, el teatro indio fue muy importante. Sus orígenes se encuentran en el Nāṭya-śāstra, un libro sagrado que habla de canto, danza y mímica. Generalmente, los temas eran mitológicos, contando historias de dioses y héroes indios. La representación se basaba principalmente en los actores, sin decorados, destacando solo el vestuario y el maquillaje. Había diferentes tipos de obras, como Śakuntalā y Mricchakaṭikā. Entre los dramaturgos más importantes estuvieron Kālidāsa y Śūdraka.

Teatro medieval: ¿Cómo se representaba en la Edad Media?

Archivo:Noh3
Interpretación de teatro en el Templo Itsukushima (Hiroshima)

El teatro medieval se hacía en las calles, era divertido y festivo. Tenía tres tipos principales: «litúrgico», con temas religiosos dentro de la Iglesia; «religioso», en forma de misterios y pasiones; y «profano», con temas no religiosos. Al principio, la Iglesia lo apoyaba, y más tarde, los gremios (asociaciones de artesanos) y cofradías. Los actores eran al principio sacerdotes, y luego pasaron a ser profesionales. Las obras se escribían primero en latín, y después en las lenguas de cada región. El primer texto que se conserva es el Regularis Concordia, que describe la representación de la obra Quem quaeritis?, un diálogo del Evangelio.

El teatro medieval se desarrolló en tres tipos principales:

  • Misterios: Obras sobre la vida de Jesucristo, con textos de gran valor y elementos de juglares.
  • Milagros: Obras sobre la vida de los santos, con diálogos y partes bailadas.
  • Moralidades: Obras con personajes simbólicos que representaban ideas, usando máscaras típicas.

En esta época también nació el teatro profano (no religioso). Los historiadores creen que pudo originarse de la imitación de textos latinos, del arte de los juglares, o de pequeños entretenimientos escritos por autores religiosos para relajarse un poco de las reglas de la Iglesia.

En la India, el teatro siguió evolucionando sin grandes cambios desde la antigüedad. Los espectáculos combinaban dramas mitológicos sobre el origen del universo con canto, danza y mímica. En esta época destacaron dos tipos principales: el mahanataka (gran espectáculo), sobre las grandes historias épicas indias; y el dutangada, donde un actor recitaba el texto principal mientras otros lo representaban con mímica y danza.

En Japón, en el siglo XIV, apareció el , un drama lírico-musical en prosa o verso, con temas históricos o mitológicos. Su origen está en un antiguo baile y en las ceremonias sintoístas, aunque luego fue adoptado por el budismo. Se caracteriza por una historia sencilla, con tres personajes principales: el protagonista, un monje viajero y un intermediario. Un coro narra la historia, mientras los actores principales se mueven con gestos rítmicos. Los decorados son simples, pero los vestidos y las máscaras son muy elaborados. Su principal exponente fue Chikamatsu Monzaemon.

Teatro de la Edad Moderna: ¿Qué cambios hubo?

Archivo:Hamlet quarto 3rd
Frontispicio de la edición de Hamlet de 1605, de William Shakespeare.

El teatro del Renacimiento reflejó el cambio de una visión centrada en Dios a una centrada en el ser humano. Las obras eran más realistas, con temas históricos, intentando mostrar las cosas tal como son. Se buscaba representar la realidad, la vida en movimiento y la figura humana en el espacio, creando efectos visuales que engañaban la vista. Surgieron reglas teatrales basadas en tres unidades (acción, espacio y tiempo), inspiradas en la Poética de Aristóteles.

Alrededor de 1520, en el norte de Italia, surgió la Commedia dell'arte. Sus textos eran improvisados, en dialecto, y destacaban la mímica. Introdujo personajes típicos como Arlequín, Colombina, Pulcinella y Pantalone. Entre los dramaturgos importantes de esta época se encuentran Niccolò Machiavelli, Pietro Aretino, Bartolomé Torres Naharro, Lope de Rueda y Fernando de Rojas, con su gran obra La Celestina (1499). En Inglaterra, destacó el teatro isabelino, con autores como Christopher Marlowe, Ben Jonson, Thomas Kyd y, especialmente, William Shakespeare, un genio universal de las letras (Romeo y Julieta, 1597; Hamlet, 1603; Otelo, 1603; Macbeth, 1606).

En el teatro barroco se desarrolló sobre todo la tragedia, que hablaba del destino inevitable, con un estilo clásico y siguiendo las tres unidades. La escenografía era más elaborada, con muchos adornos, como era típico del Barroco. Destacan Pierre Corneille, Jean Racine y Molière, representantes del clasicismo francés. En España, el teatro era muy popular y se representaba en los «corrales de comedias». Tenía tipos muy particulares, como el bululú o la compañía. Destacaron Tirso de Molina, Guillén de Castro, Juan Ruiz de Alarcón y, principalmente, Lope de Vega (El perro del hortelano, 1615; Fuenteovejuna, 1618) y Pedro Calderón de la Barca (La vida es sueño, 1636; El alcalde de Zalamea, 1651).

Archivo:Paris Comedie-Francaise
Teatro de la Comédie-Française (siglo XVIII)

En el siglo XVIII, el teatro siguió modelos anteriores. La principal novedad fue la reforma que hizo Carlo Goldoni en la comedia, que dejó de ser vulgar y se inspiró en las costumbres y personajes de la vida real. También se desarrolló el drama, que estaba entre la tragedia y la comedia. La escenografía era más natural, y había más contacto entre el público y los actores. Las obras solían ser más populares, atrayendo a más gente, y el teatro dejó de ser solo para las clases altas. Al organizarse espectáculos más complejos, la figura del director de escena empezó a ser muy importante. Entre los dramaturgos destacan Pietro Metastasio, Pierre de Marivaux, Pierre-Augustin de Beaumarchais y Voltaire. En España, Nicolás Fernández de Moratín se destacó en la «comedia de salón».

El teatro neoclásico tuvo pocos cambios respecto al siglo XVIII. Su característica principal fue la inspiración en los modelos clásicos de Grecia y Roma. Destacan: Vittorio Alfieri, Richard Brinsley Sheridan y Gotthold Ephraim Lessing y, en España, Leandro Fernández de Moratín y Vicente García de la Huerta.

En la India, el teatro de esta época evolucionó del antiguo dutangada a una nueva forma llamada kathakali, que también ponía énfasis en la música y los gestos. En esta interpretación, el lenguaje de las manos (mudras, con 24 posiciones básicas) era muy importante, así como la expresión del rostro y los movimientos de los ojos. El maquillaje también era clave, y los colores tenían un significado simbólico para identificar el papel o personaje.

En Japón, surgió el kabuki, que combinó antiguas tradiciones musicales, de actuación, mímica y danza. Sus temas iban desde lo más cotidiano hasta lo más místico. Mientras que el era para la nobleza, el kabuki era la expresión del pueblo y la burguesía. La puesta en escena era muy rica, con decorados llenos de color, vestidos lujosos y maquillaje simbólico que representaba diferentes personajes o estados de ánimo. La forma de hablar era ceremonial, una mezcla de canto y recitado, con ondulaciones que expresaban la posición o el carácter del personaje.

Teatro contemporáneo: ¿Qué estilos surgieron?

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Melodrama (1856-1860), de Honoré Daumier, Neue Pinakothek de Múnich.

Siglo XIX: El nacimiento del teatro moderno

El teatro romántico tuvo importantes antecedentes en el movimiento Sturm und Drang con Johann Christoph Friedrich von Schiller (Don Carlos, 1787; Guillermo Tell, 1804) y Johann Wolfgang von Goethe (Fausto, 1808). Como en el resto de la literatura romántica, se caracteriza por el sentimentalismo, el dramatismo, la preferencia por temas misteriosos, la admiración por la naturaleza y el folclore popular. Surgió un nuevo género, el melodrama, y se hicieron populares los espectáculos de variedades. Sus mejores representantes fueron: Georg Büchner, Christian Dietrich Grabbe, Juliusz Słowacki, Alfred de Musset, Victor Hugo, Francisco Martínez de la Rosa, el Duque de Rivas, Antonio García Gutiérrez, José Echegaray y José Zorrilla (Don Juan Tenorio, 1844).

Con el teatro realista nació el teatro moderno, ya que sentó las bases para el teatro del siglo XX. Se puso énfasis en el naturalismo, que es la descripción detallada de la realidad, no solo en los temas y el lenguaje, sino también en los decorados, el vestuario y los objetos. La actuación era más verdadera, sin grandes gestos ni una forma de hablar exagerada. Se buscaba actuar como en la vida real, como si no se estuviera en un teatro. Esto lo impulsó André Antoine con su Théâtre Libre, donde por primera vez solo se iluminó el escenario, dejando al público a oscuras. Un periodo anterior al naturalismo incluye a Eugène Scribe, Victorien Sardou y Eugène Labiche. Destacó especialmente el teatro nórdico, con figuras como Bjørnstjerne Bjørnson, August Strindberg y Henrik Ibsen. Otros autores fueron Frank Wedekind, Anton Chejov, Adelardo López de Ayala, Manuel Tamayo y Baus y Àngel Guimerà.

El teatro simbolista recibió la influencia del «espectáculo total» de Wagner. Se caracterizó por un lenguaje con un fuerte significado profundo y trascendente, buscando la esencia humana a través de la intuición y la meditación, con preferencia por los temas míticos y las leyendas. Destacaron Auguste Villiers de l'Isle-Adam, Paul Claudel, Maurice Maeterlinck y Émile Verhaeren.

Siglo XX: La experimentación en el teatro

Archivo:Bertolt-Brecht
Bertolt Brecht, creador del teatro épico

El teatro del siglo XX ha tenido una gran variedad de estilos, evolucionando junto con las corrientes artísticas de vanguardia. Se puso más énfasis en la dirección artística y en la escenografía, en el aspecto visual del teatro y no solo en el literario. Se mejoró la técnica de actuación, con una mayor profundización psicológica (método Stanislavski, Actors Studio de Lee Strasberg), y se valoró el gesto, la acción y el movimiento. Se abandonaron las tres unidades clásicas y comenzó el teatro experimental, con nuevas formas de hacer teatro y un mayor énfasis en el espectáculo, volviendo a los rituales y a las manifestaciones de culturas antiguas o exóticas. La figura del director teatral cobró cada vez más importancia, siendo a menudo el creador de una visión particular de la puesta en escena (Vsevolod Meyerhold, Max Reinhardt, Erwin Piscator, Tadeusz Kantor).

Entre los diversos movimientos teatrales importantes se encuentran:

Otros autores destacados son: George Bernard Shaw, Luigi Pirandello, Alfred Jarry, Tennessee Williams, Eugene O'Neill, Arthur Miller, John Boynton Priestley y Dario Fo. En España destacaron Federico García Lorca, Ramón María del Valle Inclán, Jacinto Benavente, Miguel Mihura, Alejandro Casona, Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre y Joan Brossa.

Desde los años 1960, el teatro ha buscado una comunicación más directa con el espectador, a través de acciones reales que lo afecten. Se consideran pioneros en este cambio: The Living Theatre, el teatro-laboratorio de Jerzy Grotowski y el teatro independiente. Los nuevos directores añadieron a este "teatro de provocación" un estilo basado en la ceremonia, el entretenimiento y la exhibición (Peter Brook, Giorgio Strehler, Luca Ronconi). El lenguaje hablado se amplió con aspectos visuales, y el arte dramático recuperó en cierta forma su antigua ambición de ser un "teatro total". En España, los mejores ejemplos de esta evolución vinieron de grupos independientes como Els Joglars, La Cuadra de Sevilla, Tábano, Els Comediants o La Fura dels Baus. A nivel internacional, un experimento con origen en el circo, como el grupo canadiense Cirque du Soleil, ha tenido un gran éxito.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: History of theatre Facts for Kids

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Historia del teatro para Niños. Enciclopedia Kiddle.