Concilio de Trento para niños
Datos para niños Concilio de Trento |
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XIX concilio ecuménico de la Iglesia católica |
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![]() Sesión del Concilio de Trento, cuadro de Tiziano
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Inicio | 1545 | ||||
Término | 1563 | ||||
Aceptado por | Iglesia católica | ||||
Convocado por | Paulo III en 1545 | ||||
Presidido por | Paulo III, Julio III Pío IV |
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Asistencia | 255 (última sesión) | ||||
Temas de discusión | La escisión de la Iglesia por la reforma protestante. Se decretó sobre la Justificación, los Sacramentos, la Eucaristía, el Canon de las Sagradas Escrituras y otros temas, con variadas disposiciones disciplinares. | ||||
Cronología | |||||
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El Concilio de Trento fue una reunión muy importante de la Iglesia católica. Se llevó a cabo en varias etapas entre los años 1545 y 1563.
Este concilio tuvo lugar en la ciudad de Trento, que hoy forma parte de Italia. Fue convocado en parte para responder a los cambios que trajo la Reforma protestante. También buscaba aclarar y definir las creencias católicas. Sus principales metas fueron establecer la doctrina de la Iglesia y mejorar la disciplina de sus miembros. Fue un concilio muy influyente en la historia.
Contenido
¿Por qué fue importante el Concilio de Trento?
El Concilio de Trento ayudó a la Iglesia católica a definir sus creencias sobre temas clave. Estos incluyeron la Sagrada Escritura (la Biblia), la Tradición (enseñanzas transmitidas a lo largo del tiempo) y los sacramentos. También se habló sobre el celibato de los sacerdotes, la autoridad del Papa y la creación de seminarios.
El concilio estableció nuevas reglas para la Iglesia. Estas normas afectaron la doctrina, la forma de las ceremonias y la ética. Se reafirmaron prácticas que algunos grupos protestantes habían cuestionado. Por ejemplo, se confirmó la presencia de Cristo en la Eucaristía. También se habló de la importancia de la fe y las buenas acciones para la salvación. Se mantuvo la creencia en los siete sacramentos, las indulgencias y la veneración de la Virgen María y los santos.
El contexto histórico del Concilio
Desde 1518, algunos grupos en Alemania pedían una reunión de la Iglesia. El emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico quería resolver las diferencias entre católicos y reformistas. Esto era importante para unificar fuerzas contra una amenaza externa. En la Dieta de Worms (1521), se intentó solucionar los problemas, pero no se logró. Martín Lutero criticó a la Iglesia de Roma. El emperador prometió defender la fe católica.
A pesar de los intentos, la reunión del concilio se retrasó. El papa Clemente VII dudaba en convocarlo. La oposición del rey Francisco I de Francia también fue un obstáculo. Para que el concilio tuviera éxito, se necesitaba el apoyo de la mayoría de los gobernantes.
Antes de esta situación, la Iglesia católica ya había intentado mejorar. En el siglo XV, en España, figuras como los cardenales Francisco Jiménez de Cisneros y Pedro González de Mendoza trabajaron para mejorar la moral de la institución. Nombraron obispos con buenas cualidades y fundaron centros educativos. En Italia, se formó una asociación llamada el Oratorio del Amor Divino. Sin embargo, estos esfuerzos no eran suficientes.
Fue el papa Paulo III quien finalmente logró convocar el concilio. Él había visto las dificultades en Italia y quería unir a los católicos. Al principio, pensó en una posible reconciliación con los protestantes, pero luego descartó esa idea.
¿Cómo se convocó el Concilio de Trento?
Paulo III intentó reunir el concilio varias veces antes de lograrlo. Primero en Mantua en 1537, y luego en Vicenza en 1538. Al mismo tiempo, buscaba la paz entre Carlos V y Francisco I.
Finalmente, el 13 de diciembre de 1545, el concilio se abrió en Trento. En la primera sesión, asistieron veinticinco obispos y cinco líderes de órdenes religiosas. Las reuniones, con algunas interrupciones, duraron hasta el 4 de diciembre de 1563.
Las ideas principales del concilio fueron impulsadas por jesuitas como Diego Laínez y Alfonso Salmerón. Las normas sobre el comportamiento y las sanciones fueron influenciadas por el obispo de Granada, Pedro Guerrero.
El concilio, que terminó bajo el papa Pío IV, estableció que los obispos debían ser personas capaces y con una ética intachable. Se ordenó la creación de seminarios para formar a los sacerdotes. También se confirmó que los sacerdotes debían permanecer célibes (no casarse). Los obispos no podían tener muchos cargos y debían vivir en sus diócesis.
Se reafirmó que la Iglesia es necesaria para la salvación. Se confirmó la importancia de la jerarquía eclesiástica, con el Papa como la máxima autoridad. Los párrocos recibieron la obligación de predicar los domingos y días festivos. También debían enseñar el catecismo a los niños y registrar nacimientos, matrimonios y fallecimientos.
El concilio reafirmó la validez de los siete sacramentos. También se dijo que la salvación se logra por la fe y las buenas obras, junto con la gracia divina. Esto se opuso a la idea de Martín Lutero de que la salvación es solo por la fe. También se rechazó la idea de Juan Calvino sobre la predestinación. La Iglesia sostuvo que las personas pueden hacer buenas obras, ya que el pecado original no destruye la naturaleza humana, solo la afecta.
Se defendió la veneración de los santos y la importancia de la misa. Se afirmó la existencia del purgatorio. Para asegurar el cumplimiento de estas decisiones, se creó la Congregación del Concilio. Sus normas se difundieron a través del “Catecismo del Concilio de Trento”.
También se estableció el Índice de Libros Prohibidos en 1557. Este índice era una lista de libros que se consideraban contrarios a la fe católica. Muchos libros fueron censurados o retirados de circulación.
Después del Concilio, en 1592, se publicó una edición oficial de la Biblia. Se afirmó que la Biblia es una fuente de la verdad divina, pero también se le dio importancia a la Tradición. Se dijo que la interpretación de la Biblia era tarea del Papa y los obispos.
¿Cómo se desarrolló el Concilio?
El concilio fue un proceso difícil con muchas interrupciones. Se puede dividir en tres periodos, cada uno bajo un papa diferente: Paulo III, Julio III y Pío IV.
Primer Periodo (Paulo III)
Paulo III siempre quiso un concilio general. Lo convocó para mayo de 1537 en Mantua, pero hubo muchos aplazamientos. Esto se debió a que muchos líderes religiosos no querían un concilio en ese momento. Los príncipes protestantes alemanes también se opusieron. Además, hubo obstáculos por parte de Enrique VIII de Inglaterra y Francisco I de Francia.
También influyó el distanciamiento entre Carlos I de España y el papa Paulo III. Los dos reyes más importantes de la época, Carlos I y Francisco I, estaban en constantes conflictos. El rey francés tenía una actitud cambiante, mientras que Carlos I era más claro en sus decisiones. A pesar de esto, el Papa se mantuvo neutral, lo que molestaba al emperador.
Finalmente, el 13 de diciembre de 1545, el concilio se abrió en Trento. En marzo de 1547, se trasladó a Bolonia debido a una enfermedad. Sin embargo, algunos obispos se negaron a ir. Después de varias discusiones, se suspendió indefinidamente en septiembre de 1549. Paulo III falleció en noviembre de 1549.
Segundo Periodo (Julio III)
Julio III fue elegido papa en 1550. Inmediatamente negoció con Carlos I para reabrir el concilio. Esto ocurrió en Trento el 1 de mayo de 1551. Sin embargo, solo se realizaron unas pocas sesiones. Un aliado de Carlos I, Mauricio de Sajonia, atacó al emperador. Después de vencer a las tropas imperiales, avanzó hacia el Tirol, poniendo en peligro a Trento. Esta amenaza causó una nueva interrupción en abril de 1552. Julio III murió en 1555.
Tercer Periodo (Pío IV)
Después de un breve papado de Marcelo II, Paulo IV fue elegido en 1555. Él realizó reformas en la Iglesia, pero no continuó el concilio. Carlos I de España abdicó en 1556 y dividió sus territorios entre su hijo Felipe II de España y su hermano Fernando de Austria.
Pío IV fue elegido papa en 1559 y quiso continuar el concilio. Sin embargo, Fernando I prefería un nuevo concilio en otra ciudad. Además, los protestantes se oponían firmemente. Después de más retrasos, el concilio se reabrió el 18 de enero de 1562. Continuó hasta su cierre el 4 de diciembre de 1563. Este fue el periodo más importante del concilio.
El emperador intentó que todas las partes, incluyendo a los protestantes, estuvieran representadas. Les ofreció seguridad para asistir. Sin embargo, los protestantes solo tendrían derecho a hablar, no a votar. Esto, junto con los conflictos militares y la compleja situación política en Alemania, hizo que finalmente no asistieran delegados protestantes.
El número de asistentes varió mucho. Entre los teólogos y líderes religiosos importantes se destacaron Domingo de Soto O.P., Diego Laínez S.J., Alfonso Salmerón S.J., Reginaldo Pole, Jerónimo Seripando O.S.A., Melchor Cano O.P. y Johannes Azra. Los teólogos españoles e italianos fueron los más influyentes.
¿Qué temas se discutieron en el Concilio?
El Concilio de Trento estuvo abierto a escuchar diferentes puntos de vista teológicos. Abordó dos temas principales:
- Los fundamentos de la fe: Se discutió dónde se encuentra la revelación divina. Los protestantes decían que solo la Biblia era la fuente. Los católicos no podían aceptar esto, ya que iba en contra de la enseñanza de la Iglesia. Por eso, Trento publicó un decreto sobre los libros sagrados y las Tradiciones. El concilio afirmó que la revelación se encuentra en los libros escritos y en las tradiciones no escritas.
- Las tradiciones: Se aclaró qué tipo de tradiciones eran importantes. El concilio dijo que se trataba de las tradiciones relacionadas con la fe y las costumbres. El desafío era distinguir qué elementos eran parte de las tradiciones de la Iglesia y cuáles eran parte de la Tradición que contiene la revelación.
Acuerdos importantes del Concilio
A lo largo de sus sesiones, el Concilio de Trento tomó muchas decisiones importantes:
- Sesiones I y II (1545-1546): Se trataron temas iniciales y el orden del concilio.
- Sesión III (1546): Se reafirmó el Credo Niceno-constantinopolitano, una declaración de fe fundamental.
- Sesión IV (1546): Se aceptaron los Libros Sagrados y la Tradición Apostólica como fuentes de la revelación. La Vulgata, una traducción latina de la Biblia, fue reconocida como la versión oficial.
- Sesión V (1546): Se emitió un decreto sobre el Pecado original.
- Sesión VI (1547): Se publicó un decreto sobre la Justificación. Se reafirmó la importancia de la fe junto con las buenas obras. Esta fue una de las sesiones más importantes.
- Sesión VII (1547): Se establecieron normas sobre los sacramentos en general, el bautismo y la confirmación. También se reformaron temas relacionados con el clero.
- Sesiones VIII, IX y X (1547): Se decidió trasladar el concilio a Bolonia debido a una enfermedad. Luego hubo prórrogas.
- Suspensión del concilio por el papa.
- Sesión XI (1551): Se reanudó el concilio.
- Sesiones XII (1551): Prórroga.
- Sesión XIII (1551): Se emitieron decretos sobre el sacramento de la Eucaristía. Se reformó la supervisión de los obispos.
- Sesión XIV (1551): Se discutió la doctrina sobre los sacramentos de la penitencia y la extremaunción.
- Sesiones XV y XVI (1552): No se tomaron decisiones importantes y se acordó una nueva suspensión.
- Reapertura del concilio.
- Sesión XVII (1562): Se reabrió el concilio.
- Sesión XVIII (1562): Se habló de la necesidad de una lista de libros prohibidos.
- Sesiones XIX y XX (1562): Prórrogas.
- Sesión XXI (1562): Se trató la doctrina sobre la comunión y la reforma de la ordenación y la creación de nuevas parroquias.
- Sesión XXII (1562): Se definió la misa como un verdadero sacrificio. Se reformó la moral del clero y los requisitos para cargos eclesiásticos.
- Sesión XXIII (1563): Se discutió la doctrina sobre el sacramento del orden (la ordenación). Se reguló la creación de seminarios.
- Sesión XXIV (1563): Se estableció la doctrina sobre el sacramento del matrimonio. Se reafirmó la importancia del celibato. Se reformaron las normas para obispos y cardenales.
- Sesión XXV (1563): Se emitieron decretos sobre el purgatorio. Se reafirmó la veneración de los santos y las reliquias. Se reformaron las órdenes monásticas. Se dejó al Papa la tarea de crear una lista de libros prohibidos, un catecismo y revisar el Breviario y el Misal. Finalmente, se clausuró el concilio.
Conclusiones del Concilio de Trento
Aunque el Concilio de Trento no logró unir a todos los cristianos, fue un momento de gran cambio para la Iglesia católica.
Se convocó para responder a la Reforma Protestante y aclarar puntos de la doctrina. También eliminó algunos ritos locales de la Eucaristía, manteniendo solo los más antiguos. Estableció el rito de la ciudad de Roma, conocido como Misa Tridentina, como el rito oficial para toda la Iglesia latina. Desde el punto de vista de las creencias, es uno de los concilios más importantes en la historia de la Iglesia católica.
Además, se abordó la reforma de la administración y la disciplina de la Iglesia. El concilio eliminó algunas prácticas, como la "venta de indulgencias" y mejoró la educación de los clérigos. Obligó a los obispos a vivir en sus diócesis, evitando que acumularan muchos cargos.
Las decisiones del concilio se centraron en cuatro puntos principales:
- En respuesta a los protestantes, que solo aceptaban la Biblia como autoridad, el concilio afirmó que la Tradición (enseñanzas recibidas de los Apóstoles y conservadas a lo largo de los siglos) es, junto con la Biblia, un fundamento de la fe. Recomendó la Biblia Vulgata para el estudio bíblico.
- Confirmó y definió las creencias y prácticas que los protestantes habían rechazado. Esto incluyó la presencia de Cristo en la Eucaristía, la justificación por la fe y las obras, los siete sacramentos, las indulgencias y la veneración de la Virgen María y los santos. Esto marcó una clara diferencia entre la Iglesia católica y los movimientos de la Reforma.
- Adoptó medidas para asegurar que la Iglesia tuviera un clero con mejor moral y más preparado. Se prohibió el matrimonio de los sacerdotes, se evitó la acumulación de cargos y se exigió a obispos y párrocos que vivieran en sus lugares de trabajo. También se crearon seminarios para la formación de sacerdotes.
- Fortaleció la jerarquía y la unidad católica. Afirmó con firmeza la supremacía del Papa, como "Pastor Universal de toda la Iglesia", y su autoridad sobre los concilios.
El concilio también enseñó que:
La doctrina católica, tal cual la expuso el concilio de Trento, es que los que salen de vida en gracia y caridad, pero no obstante deudores de las penas que la divina justicia se reservó, las padecen en la otra vida. Esto es lo que se nos propone creer acerca de las almas detenidas en el purgatorio.Art. "Purgatorio," en el Diccionario Enciclopédico Hisp.-Amer.
El Concilio (trentino) enseña: a. Que después de la remisión de la culpa y de la pena eterna, queda un reato de pena temporal. b. Que si no se ha satisfecho en esta vida debe satisfacerse en el purgatorio. c. Que las oraciones y buenas obras de los vivos son útiles a los difuntos para aliviar y abreviar sus penas. d. Que el sacrificio de la misa es propiciatorio y aprovecha a los vivos lo mismo que a los difuntos en el purgatorio.Art. "Purgatorio," en el Diccionario de ciencias eclesiásticas, por Perujo y ángulo (Barcelona, 1883-1890).
Galería de imágenes
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El Concilio en una calcografía de Elia Naurizio publicada en el siglo XIX
Véase también
En inglés: Council of Trent Facts for Kids