Arquitectura de Barcelona para niños
La arquitectura de Barcelona es como un gran libro de historia construido con ladrillos, piedra y cristal. A lo largo de los siglos, la ciudad ha visto cómo diferentes culturas y estilos dejaban su huella en sus edificios. Desde los primeros pobladores hasta las construcciones más modernas, Barcelona ha sido un lugar donde el arte de construir ha evolucionado mucho, siguiendo las tendencias de cada época.
En la Edad Media, el románico y el gótico fueron muy importantes, creando iglesias y palacios impresionantes. Más tarde, en la Edad Moderna, llegaron estilos como el Renacimiento y el Barroco, que trajeron nuevas ideas de otros países.
El siglo XIX fue un momento de gran cambio. Se derribaron las antiguas murallas de la ciudad, permitiendo que Barcelona creciera mucho con el proyecto del Ensanche, diseñado por Ildefonso Cerdá. También se celebraron grandes eventos como la Exposición Universal de 1888 y la Internacional de 1929, que impulsaron la construcción de muchos edificios nuevos y modernos.
En el siglo XX, Barcelona se convirtió en un referente de la arquitectura de vanguardia, con estilos como el modernismo y el racionalismo. La ciudad ha sido reconocida internacionalmente por su diseño e innovación, incluso siendo elegida Capital Mundial de la Arquitectura para el año 2026.
El patrimonio arquitectónico de Barcelona está muy protegido por leyes especiales que aseguran su conservación para el futuro.
Contenido
¿Dónde se encuentra Barcelona?
Barcelona es la capital de Cataluña y se encuentra en la costa del Mar Mediterráneo, en el este de España. La ciudad está en una llanura rodeada por el mar, la sierra de Collserola (con el Tibidabo como punto más alto) y los ríos Besós y Llobregat. También tiene una montaña llamada Montjuic, que se eleva sobre la costa.
El clima de Barcelona es mediterráneo, con inviernos suaves. No llueve mucho, por lo que en el pasado se construyeron muchos pozos y canales para conseguir agua. La ciudad, que en 2015 tenía más de 1.6 millones de habitantes, es un centro muy importante en Cataluña en todos los aspectos: población, política, economía y cultura.
La arquitectura en la antigüedad

¿Cómo eran las construcciones prehistóricas?
Hay muy pocos restos de construcciones de la Prehistoria en Barcelona. Los más antiguos son del Neolítico (hace unos 3500 a 1800 años antes de Cristo), cuando los humanos empezaron a vivir en un solo lugar y a cultivar. Se han encontrado tumbas hechas con losas de piedra y el fondo de una cabaña.
De la Edad del Bronce (hace unos 1800 a 800 años antes de Cristo) también hay pocos restos, como hogares de fuego y algunas murallas de piedra.
¿Qué construyeron los íberos?
Entre los siglos VI y I antes de Cristo, la zona de Barcelona estaba habitada por los layetanos, un pueblo íbero. Sus construcciones usaban muros de tierra prensada y sistemas de vigas. Sus ciudades solían estar en lugares altos, protegidas por torres y murallas.
En Barcelona, quedan muy pocos restos de la arquitectura íbera. Se encontraron algunos en las colinas de la Rovira y del Putget, pero muchos fueron destruidos con el tiempo. Se cree que el asentamiento principal estaba en Montjuic.
¿Cómo construían los romanos en Barcino?
Los romanos llegaron a la península ibérica en el siglo III antes de Cristo. En el siglo I antes de Cristo, fundaron Barcino, una pequeña ciudad amurallada que se parecía a un campamento militar. Barcino alcanzó su mayor esplendor en el siglo II, con una población de entre 3500 y 5000 personas.
Los romanos eran expertos en construir caminos, puentes, acueductos y ciudades con un diseño organizado, que incluían servicios básicos como alcantarillado, templos y baños. Usaban arcos, bóvedas y cúpulas en sus construcciones.
La primera muralla de Barcino se empezó a construir en el siglo I antes de Cristo. En el siglo IV, se reforzó con un muro doble y 74 torres de unos 18 metros de altura.
El centro de la ciudad era el forum, una plaza donde se realizaban actividades públicas y negocios. Allí se encontraba el Templo de Augusto, del que hoy solo quedan tres columnas dentro de un edificio moderno.

También se conservan restos de una necrópolis (cementerio) romana en la actual plaza de la Villa de Madrid, con más de 70 tumbas. Además, hay restos de dos acueductos que llevaban agua a la ciudad. Muchos hallazgos arqueológicos se pueden ver en el Museo de Historia de la Ciudad.
Con la llegada del cristianismo en el siglo IV, las construcciones religiosas se hicieron más importantes. La basílica de la Santa Cruz, que fue el origen de la actual Catedral, es un ejemplo de esta época.
La arquitectura en la Edad Media
En la Edad Media, Barcelona se convirtió en un condado importante y luego parte de la Corona de Aragón, siendo un gran centro de comercio en el mar Mediterráneo. La ciudad creció desde su centro original (el Barrio Gótico) y en el siglo XIV se añadió el barrio de El Raval.
¿Qué es el prerrománico?
El estilo prerrománico se desarrolló después de la caída del Imperio romano y antes del románico. Durante este tiempo, Barcelona estuvo bajo el reino visigodo, tuvo una breve ocupación islámica y luego formó parte del Imperio carolingio.
De este período quedan pocos restos en Barcelona. Se sabe de un palacio visigodo construido sobre el antiguo foro romano. La catedral de la época era la basílica paleocristiana. La ocupación islámica no dejó mucha huella, ya que la mayoría de la población siguió siendo cristiana.
Durante la influencia carolingia, se restauró la catedral y existían otras iglesias que luego fueron reformadas. También se formaron barrios alrededor de la ciudad. En el siglo X, se construyeron dos canales, la Acequia Condal, para llevar agua a la ciudad y ayudar a la agricultura.
Barcelona también tuvo un barrio judío, el Call, que existió hasta 1391. Tenía sinagogas, baños y escuelas.
¿Cómo era el arte románico?
El arte románico se desarrolló desde el año 1000 hasta el siglo XIII. Se caracteriza por el uso de bóvedas de cañón y arcos de medio punto, con muros de piedra gruesos. Las iglesias solían tener una o tres naves y ábsides (partes redondas en la cabecera).
La catedral románica fue consagrada en 1058. El principal ejemplo románico que se conserva es el monasterio de San Pablo del Campo, reformado entre los siglos XII y XIII. Su iglesia tiene forma de cruz griega y un pequeño claustro con columnas.
Otros edificios románicos importantes son el monasterio de San Pedro de las Puellas y el monasterio de Santa Ana. En el siglo XIII, la ciudad creció y se construyeron más edificios públicos y palacios, como el Palacio Real Mayor y el Palacio Episcopal de Barcelona.
El crecimiento de la ciudad llevó a la construcción de una nueva muralla en 1260, que incluía barrios como el de la iglesia de Santa María del Mar y el del Pino.
¿Qué es el gótico catalán?
El gótico se desarrolló entre los siglos XIII y XVI. Fue una época de gran crecimiento para Barcelona, que se convirtió en una potencia en el Mediterráneo. La arquitectura gótica es más ligera y dinámica, con arco apuntados y bóveda de crucería, lo que permitía interiores más amplios y luminosos con vitrales.
A finales del siglo XIII, se inició la reforma gótica de la Catedral de Barcelona, con tres naves y capillas dobles. La fachada actual es del siglo XIX, de estilo neogótico.
Otras iglesias góticas importantes son Santa María del Pino, con una sola nave y un gran rosetón, y el monasterio de Santa María de Pedralbes, fundado en 1326 por la reina Elisenda de Montcada.
La iglesia de Santa María del Mar es uno de los mejores ejemplos del gótico en la ciudad, construida entre 1329 y 1384. Tiene tres naves separadas por columnas octogonales y un interior muy amplio.
En el ámbito civil, el Palacio Real Mayor fue reformado, destacando el Salón del Tinell, una gran sala rectangular con arcos. También se construyó la Casa de la Ciudad (Ayuntamiento), con el famoso Salón de Ciento.
El Palacio de la Generalidad de Cataluña también se construyó en esta época, con una fachada gótica muy bonita. Las Atarazanas, donde se construían barcos, y la Lonja de Barcelona, un edificio para el comercio, son otros ejemplos importantes.
Muchas casas de familias nobles se construyeron con patios interiores y escaleras. También surgieron las masías rurales, casas de campo que se convirtieron en grandes residencias.
El crecimiento de la ciudad llevó a una nueva ampliación de la muralla, la de El Raval, que rodeó una gran parte de la ciudad. Hoy solo se conserva el Portal de Santa Madrona.
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Santa María de Pedralbes (1326).
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Capilla de Santa Ágata (1302-1310).
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Palacio Real Menor de Barcelona (1367-1368).
La arquitectura en la Edad Moderna
En la Edad Moderna, Barcelona pasó a formar parte del nuevo reino de España. Fue una época con altibajos económicos y conflictos. La ciudad siguió dentro de sus murallas, excepto por el barrio de la Barceloneta. Artísticamente, fue la época del Renacimiento y el Barroco.
¿Cómo era el Renacimiento en Barcelona?
El Renacimiento llegó tarde a Barcelona, a finales del siglo XVI. Este estilo se caracteriza por volver a las formas clásicas de Grecia y Roma, usando arcos de medio punto, columnas y cúpulas.
Un ejemplo de la mezcla de estilos es la fachada de la iglesia de San Miguel (1519), que combina elementos góticos y renacentistas.
En el ámbito civil, se hicieron muchas obras en el Hospital de la Santa Cruz. La Pia Almoina (1546), una institución de ayuda a los pobres, es otro ejemplo. El Palacio del Lloctinent (1549-1557) también muestra la influencia renacentista.
La nueva fachada del Palacio de la Generalidad (1596-1619), diseñada por Pere Blai, es un gran ejemplo del Renacimiento en Barcelona, con una cúpula y una fachada con pilastras.

También se construyeron palacios privados con patios interiores, como la casa Gralla (1506), que fue derribada más tarde. Las masías rurales también empezaron a incorporar elementos renacentistas.
En cuanto al urbanismo, se construyó la muralla del Mar y se mejoró el puerto, que era muy importante para el comercio de la ciudad.
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Iglesia de San Miguel (1519).
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Convento de los Ángeles y del Pie de la Cruz (1562-1566), de Bartomeu Roig.
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Casa Clariana-Padellàs (1497-1515).
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Casa de l'Ardiaca (1490-1514).
¿Cómo era el Barroco en Barcelona?

El Barroco llegó a Barcelona con formas más dinámicas y mucha decoración, buscando efectos visuales. El arte se usaba para mostrar el poder, tanto político como religioso.
Las primeras obras del siglo XVII todavía tenían un estilo renacentista, como el convento de la Merced (1637-1651), con un claustro destacado.
La iglesia de Belén (1681-1732) es un buen ejemplo del Barroco, con una fachada decorada con columnas salomónicas. La iglesia de San Severo (1698-1705) siguió un modelo similar.
Fray Josep de la Concepció fue un arquitecto importante de esta época, construyendo el Palacio del Virrey (1668-1688) y la iglesia de los Josepets (1687).
También se construyeron palacios como el Dalmases y el Maldà, y las masías rurales fueron abandonando el estilo gótico. En el urbanismo, se ampliaron las murallas y se mejoraron las calles y el puerto.
En el siglo XVIII, el Barroco se volvió más sencillo, acercándose al neoclasicismo. Se construyeron obras de ingeniería militar como el castillo de Montjuïc y la fortaleza de la Ciudadela. Para la Ciudadela, se derribaron muchas casas, dejando a miles de personas sin hogar.
La iglesia de San Felipe Neri (1721-1752) y la iglesia de San Agustín (1728) son ejemplos de iglesias barrocas de esta época.
La iglesia de San Miguel del Puerto (1753) y la iglesia de la Merced (1765-1775) son otros ejemplos destacados de la arquitectura religiosa.
En la arquitectura civil, el palacio de la Lonja fue reformado (1774-1802) y se construyeron palacios como el de la palacio de la Virreina (1772-1778). La casa de la Seda (1758-1763) destaca por sus decoraciones.
Las masías continuaron evolucionando, y en el urbanismo se creó el barrio de la Barceloneta y se urbanizó la Rambla.
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Iglesia de San Severo (1698-1705), de Jaume Arnaudies y Jeroni Escarabatxeres.
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Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (1687), de Fray Josep de la Concepció.
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Castillo de Montjuic (1751-1779), de Juan Martín Cermeño.
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Aduana (1790-1792), de Juan Miguel de Roncali.
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Casa de la Seda (1758-1763), de Joan Garrido.
La arquitectura en el siglo XIX
El siglo XIX trajo una gran recuperación económica y cultural. Se derribaron las murallas de la ciudad (1854-1859), lo que permitió la expansión con el Ensanche de Ildefonso Cerdá. También se transformaron los terrenos de la Ciudadela en un parque público. La población creció mucho, llegando a 400.000 habitantes a finales de siglo. Artísticamente, se vieron estilos como el neoclasicismo, el historicismo y el modernismo.
¿Qué es el neoclasicismo?
El neoclasicismo (finales del siglo XVIII y principios del XIX) significó un regreso al arte clásico griego y romano. En esta época, los arquitectos empezaron a tener una formación académica, dejando atrás la forma gremial de los maestros de obras.
José Mas Vila fue un arquitecto importante, autor de la nueva fachada de la Casa de la Ciudad (1830), con un estilo clásico y monumental. También diseñó el mercado de La Boquería.
La capilla del Cementerio del Este (1818), del arquitecto italiano Antonio Ginesi, es un ejemplo de este estilo.

La iglesia parroquial de Santa María de Sants (1828) es otro ejemplo de clasicismo. Un edificio emblemático fue la Casa Xifré (1835-1840), el primer edificio de Barcelona con agua corriente.

Entre 1844 y 1848 se construyó el Portal de Mar, un gran pórtico de acceso a la Barceloneta, que fue derribado en 1859.
En el urbanismo, la desamortización de 1836 liberó muchos terrenos que se convirtieron en espacios públicos, como la plaza Real.
¿Qué es el historicismo?
A mediados del siglo XIX, el historicismo buscó revivir estilos arquitectónicos anteriores, especialmente los medievales, dando lugar a estilos como el neogótico y el neorrománico.
Elías Rogent fue una figura clave, autor de la Universidad de Barcelona (1862-1873), un edificio sobrio con claustros de inspiración medieval.
Josep Oriol Mestres reconstruyó el Gran Teatro del Liceo (1862) después de un incendio y diseñó la nueva fachada de la Catedral de Barcelona (1887-1890) en estilo neogótico.
Joan Martorell construyó varias iglesias inspiradas en el gótico, como la de las Salesas (1882-1885).

La Basílica de la Purísima Concepción y Asunción de Nuestra Señora (1871-1888) es otro ejemplo de iglesia gótica trasladada y reformada.

En el ámbito civil, la fábrica Batlló (1870-1875) de Rafael Guastavino destaca por su estructura de hierro y ladrillo. Antonio Rovira y Trías construyó los mercados de San Antonio (1876-1882) y la Concepción (1888), ambos con estructuras de hierro.

También se puso de moda el orientalismo, con edificios de inspiración islámica, como el pabellón mudéjar del Tibidabo para la Exposición Universal de 1888.
El siglo XIX fue la época de la Revolución Industrial, con el auge de la industria textil y metalúrgica. Barcelona fue pionera en España en la construcción de ferrocarriles.

El gran acontecimiento urbano fue el Ensanche de Ildefonso Cerdá (1859), que planificó la ciudad con un trazado de calles rectas y manzanas cuadradas con esquinas cortadas (chaflanes).
También surgieron los primeros parques públicos, como el Jardín del General (1816) y los Jardines de Tívoli en el paseo de Gracia.
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Mercado de San Antonio (1876-1882), de Antonio Rovira y Trías.
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Teatro Poliorama (1883-1884), de José Domènech y Estapá.
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Talleres de los pintores Masriera (1882-1885), de José Vilaseca.
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Casa Bruno Quadros (1883), de José Vilaseca.
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Casino Mercantil o Bolsín (1881-1883), de Tiberi Sabater.
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Plaza de toros de las Arenas (1899-1900), de Augusto Font Carreras.
La Exposición Universal de 1888
La Exposición Universal de 1888 tuvo un gran impacto en Barcelona. Se celebró en el parque de la Ciudadela, un terreno que antes era militar. Este evento modernizó mucho la ciudad.
La entrada a la Exposición era a través del Arco de Triunfo, diseñado por Josep Vilaseca, que aún se conserva.
Dentro del parque, destacaba la Cascada Monumental, diseñada por José Fontseré con la colaboración de Antoni Gaudí.

Otros edificios importantes fueron el castillo de los Tres Dragones (actual Museo de Zoología), de Lluís Domènech i Montaner, y el Hotel Internacional, de Domènech i Montaner, que fue desmontado después de la Exposición.
Se urbanizó el frente marítimo y se instaló iluminación eléctrica en las primeras calles de Barcelona. También se construyó el monumento a Colón.
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Pabellón de la Compañía Trasatlántica, de Antoni Gaudí.
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Palacio de las Ciencias, de Pere Falqués.
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Umbráculo, de José Fontseré.
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Museo Martorell de Geología, de Antonio Rovira y Trías.
¿Qué es el modernismo catalán?
El modernismo fue un movimiento internacional que en Cataluña tuvo una personalidad propia, con muchas obras de gran calidad. Buscaba un nuevo lenguaje arquitectónico, diferente de los estilos anteriores, y ponía mucho énfasis en la relación de la arquitectura con las artes aplicadas (como la vidriería, la forja o la cerámica).
El modernismo catalán se caracterizó por su lenguaje anticlásico, su gran ornamentación, el uso de nuevos materiales y un sentimiento de optimismo y progreso.
Antoni Gaudí
Antoni Gaudí fue uno de los arquitectos más importantes del modernismo catalán. Tenía un gran sentido de la geometría y la imaginación, y creaba edificios de forma global, integrando la estructura, la función y la decoración. Introdujo nuevas técnicas, como el trencadís (mosaico hecho con trozos de cerámica).
Sus primeras obras, como las farolas de la plaza Real (1878), ya mostraban su precisión. En 1883, comenzó la que sería su obra más famosa, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.

Gaudí pasó por una etapa orientalista, inspirada en el arte de Oriente y el arte islámico, con obras como la casa Vicens (1883-1888) y el palacio Güell (1886-1888). Luego, tuvo un período neogótico, mejorando las soluciones estructurales del gótico medieval, como en el colegio de las Teresianas (1888-1889).

En su etapa naturalista, se inspiró en las formas orgánicas de la naturaleza, creando obras como el parque Güell (1900-1914), la casa Batlló (1904-1906) y la casa Milà (1906-1910), conocida como la Pedrera. La casa Batlló destaca por su fachada ondulada y su tejado que parece la espalda de un dragón. La casa Milà tiene una fachada de piedra que simula una cantera.
En sus últimos años, Gaudí se dedicó casi por completo a la Sagrada Familia, concibiéndola con un estilo orgánico que imita las formas de la naturaleza, con columnas que parecen árboles.
Seis de las obras de Gaudí en Barcelona son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Lluís Domènech i Montaner
Lluís Domènech i Montaner mezcló el racionalismo con una decoración fabulosa, inspirada en la arquitectura hispano-islámica. Buscaba una "arquitectura nacional" con nuevas técnicas y materiales.

Sus obras más importantes son el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo (1902-1913), un gran complejo hospitalario con muchos pabellones, y el Palacio de la Música Catalana (1905-1908), un edificio con una decoración muy rica y una claraboya central de cristales de colores. Ambos son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Otras obras suyas son la casa Lleó Morera (1905), la editorial Montaner i Simón (actual Fundación Antoni Tàpies) y el Castillo de los Tres Dragones.
Josep Puig i Cadafalch

Josep Puig i Cadafalch adaptó el modernismo con influencias del gótico nórdico y la arquitectura rural catalana. Fue un arquitecto, arqueólogo, historiador y político importante.
Entre sus obras destacan la casa Amatller (1898-1900), con una fachada de aspecto neogótico, y la casa Terrades o de ”les Punxes” (1903-1905), que ocupa una manzana entera y tiene seis torres circulares con agujas, dándole su sobrenombre.
Otros arquitectos modernistas
Muchos arquitectos evolucionaron del historicismo al modernismo. Algunos de los más destacados fueron Augusto Font Carreras, José Vilaseca, Pere Falqués y José Doménech Estapá.
Enric Sagnier fue un arquitecto muy prolífico, con cerca de 300 edificios documentados, como el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón (1902-1961).
Entre los arquitectos puramente modernistas, destacan discípulos de Gaudí como Francisco Berenguer (autor de la Casa-Museo Gaudí en el parque Güell), Juan Rubió y Josep Maria Jujol. Jujol desarrolló un estilo muy personal, mezclando misticismo y decoración casi surrealista, como se ve en la casa Planells (1923-1924).
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Sede de la Caja de Ahorros de Barcelona de la plaza de San Jaime (1903), de Augusto Font Carreras.
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Casa Pia Batlló (1891-1896), de José Vilaseca.
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Central Catalana de Electricidad (1896-1897), de Pere Falqués.
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Asilo de Santa Lucía, posterior Museo de la Ciencia (1904-1909), de José Domènech y Estapà.
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Iglesia de Nuestra Señora de Pompeya (1907-1910), de Enric Sagnier.
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Casa Golferichs (1900-1901), de Juan Rubió.
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Casa Planells (1923-1924), de Josep Maria Jujol.
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Casa Comalat (1909-1911), de Salvador Valeri.
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Conservatorio Municipal de Música de Barcelona (1916-1928), de Antoni de Falguera.
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Casa Tosquella (1906), de Eduard Maria Balcells.
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Casa Heribert Pons (1907-1909), de Alexandre Soler.
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Iglesia del Carmen (1910-1930), de Josep Maria Pericas.
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Casa Viuda Marfà (1901-1905), de Manuel Comas i Thos.
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Torre Ignacio Portabella (1905), de José Pérez Terraza.
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Casa Trias (1903-1906), de Juli Batllevell.
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Casas Josefa Villanueva (1904-1909), de Julio María Fossas.
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Casas Ramos (1906-1908), de Jaume Torres i Grau.
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Casas Rocamora (1914-1918), de Bonaventura y Joaquim Bassegoda.
La arquitectura en el siglo XX
El siglo XX estuvo marcado por grandes cambios políticos y un aumento masivo de la población debido a la inmigración. Barcelona se anexionó varios municipios cercanos, lo que llevó a la necesidad de un plan de enlaces para la ciudad, el Plan Jaussely (1903), que aunque solo se realizó en parte, influyó mucho en el urbanismo.
¿Qué es el novecentismo?
El novecentismo fue un movimiento cultural que buscaba modernizar Cataluña, volviendo a la cultura clásica grecolatina y al clasicismo del Renacimiento. También se inspiraron en el Barroco y en la Escuela de Chicago.

Arquitectos como Juan Rubió y Cèsar Martinell mantuvieron formas modernistas. Otros, como Josep Goday y Nicolás María Rubió y Tudurí, recuperaron formas clásicas. Goday diseñó el edificio de Correos y Telégrafos (1914-1927) y muchos colegios públicos. Rubió y Tudurí se dedicó al diseño de jardines, como los de la Tamarita (1918).
La Vía Layetana, abierta en 1908, fue un gran proyecto urbanístico de esta época, con edificios de estilo novecentista.
Francesc Nebot y Eusebi Bona fueron autores del Palacio Real de Pedralbes (1919-1929). Nebot también construyó el Cine Coliseum (1923), inspirado en la Ópera de París.
La línea más innovadora del novecentismo se acercó al racionalismo, con arquitectos como Ramon y Antoni Puig i Gairalt.
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Casa Damians (1913-1915), de Eduard Ferrés, Lluís Homs e Ignasi Mas.
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Cine Coliseum (1923), de Francesc Nebot.
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Edificio de Fomento del Trabajo Nacional (1931-1936), de Adolf Florensa y Josep Goday.
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Fábrica Myrurgia (1928-1930), de Antoni Puig i Gairalt.
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Casa Jorba (1926), de Arnau Calvet.
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Can Guardiola o “Casa China” (1929), de Juan Guardiola.
La Exposición Internacional de 1929

En 1929, Barcelona celebró la Exposición Internacional en Montjuic. Para este evento, se urbanizó toda la zona de la plaza de España y la montaña de Montjuic, construyendo los pabellones que hoy albergan la Feria de Barcelona.
El recinto comenzaba en la plaza de España, con una fuente monumental de Josep Maria Jujol y dos grandes torres de Ramon Reventós. Al final de la avenida, se construyó la famosa Fuente Mágica de Montjuic, de Carles Buïgas, y el Palacio Nacional (actual MNAC).
Entre los pabellones internacionales, destacó el Pabellón de Alemania, de Ludwig Mies van der Rohe, un ejemplo clave de la arquitectura moderna.

Otras construcciones importantes fueron el Teatre Grec, un teatro al aire libre, el Estadio Olímpico y el Pueblo Español, que reproduce diferentes estilos arquitectónicos de España.

La Exposición de 1929 impulsó muchas mejoras en la ciudad, como la urbanización de la plaza de Cataluña y la prolongación de avenidas. También se mejoraron las comunicaciones, con la construcción del Aeropuerto del Prat y la ampliación del Metro de Barcelona.
¿Qué es el racionalismo?

En los años 1930, surgió el racionalismo, un estilo que buscaba la funcionalidad y la estética, con formas simples y sin mucha decoración. En Cataluña, se creó el grupo GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) en 1930, que quería introducir estas nuevas ideas en España.
Josep Lluís Sert fue un arquitecto muy importante de este grupo, con obras como la casa Bloc (1932-1936) y el Dispensario Central Antituberculoso (1934-1938). También fue coautor del Pabellón de la República Española para la Exposición de París de 1937, donde se expuso el famoso Guernica de Picasso.
En el urbanismo, el Plan Macià (1932-1935), elaborado por Sert y Le Corbusier, preveía una distribución funcional de la ciudad con grandes ejes y una nueva fachada marítima. Sin embargo, la Guerra Civil interrumpió el proyecto.
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Bloque Diagonal (1935-1940), de Ricardo de Churruca y Germán Rodríguez Arias.
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Casa Damians (1913-1915), de Eduard Ferrés, Lluís Homs e Ignasi Mas.
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Cine Coliseum (1923), de Francesc Nebot.
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Edificio de Fomento del Trabajo Nacional (1931-1936), de Adolf Florensa y Josep Goday.
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Fábrica Myrurgia (1928-1930), de Antoni Puig i Gairalt.
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Casa Jorba (1926), de Arnau Calvet.
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Can Guardiola o “Casa China” (1929), de Juan Guardiola.
La posguerra
Después de la dictadura franquista, la arquitectura catalana se aisló de las vanguardias europeas. En los primeros años de posguerra, resurgió el estilo novecentista con un toque más clásico.
Se restauraron muchas iglesias dañadas durante la guerra y se construyeron otras nuevas, la mayoría con un estilo renacentista.
Los años de la dictadura se caracterizaron por un gran crecimiento urbano, con la construcción de viviendas baratas para la gran cantidad de inmigrantes que llegaban a la ciudad. Esto llevó a la creación de nuevos barrios.
En el urbanismo, se intentó frenar la especulación y mejorar los barrios más degradados.
El Grupo R
En los años 1950, surgió el Grupo R (1951-1961), un grupo de arquitectos que conectaron el racionalismo con nuevas corrientes internacionales. Buscaban una arquitectura más humana y funcional.

José Antonio Coderch fue uno de los arquitectos españoles más reconocidos internacionalmente en esta época. Sus obras muestran simplicidad y adaptación al entorno.
Entre las obras más singulares de estos años se encuentran el Palacio Municipal de Deportes (1953-1955) y el Camp Nou (1954-1957), el estadio del Fútbol Club Barcelona.
La sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares (1958-1962), de Xavier Busquets, destaca por su estructura metálica y los esgrafiados de Picasso.
La arquitectura religiosa también se abrió a las vanguardias, con iglesias como la de San Odo (1958-1960) y la de San Gregorio Taumaturgo (1954-1963).
En el urbanismo, el Plan Comarcal (1953) intentó integrar la ciudad con los municipios cercanos para satisfacer la demanda de vivienda.
La Escuela de Barcelona
Entre los años 1960 y 1970, surgió la Escuela de Barcelona, que se inspiró en el neorrealismo italiano. Valoraban el trabajo artesanal y el uso de materiales tradicionales como el ladrillo.
José Antonio Coderch se acercó al minimalismo, con obras como las torres Trade (1965-1969). Antoni Bonet i Castellana construyó el Canódromo Meridiana (1962-1963), un edificio ligero con pilares de acero.
Josep Lluís Sert regresó y construyó la Fundación Joan Miró (1972-1975), un edificio singular con patios que articulan las salas de exposición.
Oriol Bohigas, junto con Josep Martorell y David Mackay, lideró esta nueva escuela, defendiendo una arquitectura que respetara las formas tradicionales.
Ricardo Bofill fundó su Taller de Arquitectura en 1963, experimentando con formas y tecnología. El Studio PER, formado por Òscar Tusquets y Lluís Clotet, entre otros, se decantó hacia la arquitectura posmoderna.
Enric Tous y Josep Maria Fargas fueron pioneros en el estilo high-tech, como se ve en el edificio de la Banca Catalana (1965-1968).
La arquitectura religiosa también se renovó, con edificios multifuncionales que combinaban lo litúrgico con lo social.
El Plan General Metropolitano (1976) intentó frenar la especulación y rehabilitar los espacios urbanos.
La transición y la democracia
Con la llegada de la democracia, Barcelona apostó por la innovación y el diseño. Los nuevos gobiernos municipales impulsaron un gran programa de reformas urbanísticas, que culminaron con los Juegos Olímpicos de 1992.
Se vieron diferentes tendencias arquitectónicas: el racionalismo ecléctico (con arquitectos como Rafael Moneo), el neotradicionalismo (Studio PER), la arquitectura posmoderna (Ricardo Bofill), el neoorganicismo (Santiago Calatrava) y la arquitectura neomoderna.
Rafael Moneo fue autor del edificio Illa Diagonal (1986-1992) y el Auditorio Municipal de Barcelona (1988-1994).

Ricardo Bofill diseñó el Teatro Nacional de Cataluña (1987-1997), un templo clásico con elementos modernos.

Santiago Calatrava construyó el puente de Bac de Roda (1986-1987), con dos arcos gemelos de acero.
Albert Viaplana y Helio Piñón crearon la plaza de los Países Catalanes (1981-1983), un espacio con elementos metálicos que se convirtió en un ejemplo de "plaza dura".
Enric Miralles diseñó el Pabellón de Tiro con Arco del Valle de Hebrón (1990-1992).
Se crearon muchos parques nuevos, como el parque de Joan Miró y el parque de la Creueta del Coll.

El puerto viejo (Port Vell) se remodeló para el ocio, con el centro Maremàgnum y el Aquàrium. El barrio de El Raval también se transformó, con la apertura de la Rambla del Raval y la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (1987-1996).
Se ampliaron las carreteras con los cinturones de ronda y se realizó una campaña de restauración de fachadas llamada Barcelona ponte guapa.
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Torre de telecomunicaciones de Montjuic (1991), de Santiago Calatrava.
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Eurocity 2-3 (1989-1992), de Albert Viaplana y Helio Piñón.
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Central Telefónica (1989-1992), de Jaume Bach y Gabriel Mora.
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Centro de Meteorología (1990-1992), de Álvaro Siza.
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Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (1990-1993), de Albert Viaplana y Helio Piñón.
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Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (1987-1996), de Richard Meier.
Los últimos años del siglo XX se enfocaron en la arquitectura sostenible y ecológica. Se buscaban espacios públicos adaptados al entorno y con servicios comunitarios.
Entre las obras de estos años destacan la reforma del Palacio Nacional (1990-1996), de Gae Aulenti, y la reforma del mercado de Santa Catalina (1997-2004), de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
La arquitectura en el siglo XXI

El siglo XXI ha continuado la apuesta por la innovación y el diseño, con el uso de nuevas tecnologías y la sostenibilidad. Han cobrado fuerza estilos como el high-tech y el deconstructivismo.
Uno de los eventos más importantes fue el Fórum Universal de las Culturas de 2004, que transformó la zona del Besós y el Pueblo Nuevo. El perfil de la ciudad cambió con la construcción de la Torre Agbar y el hotel W Barcelona.
La Torre Agbar (2000-2005), de Jean Nouvel, es un edificio emblemático de 145 metros de altura, con una fachada de hormigón y vidrio que se ilumina con luces LED de colores por la noche.
La nueva sede de Gas Natural (1999-2006), de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, es otro edificio destacado, con una cubierta acristalada y formas complejas.
El edificio Fórum (2000-2004), de Jacques Herzog y Pierre de Meuron (actual sede del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona), es una construcción triangular con patios interiores.
Entre las construcciones más recientes se encuentran el hotel Habitat Sky (2004-2007), de Dominique Perrault, y el hotel W Barcelona (2009), de Ricardo Bofill, con forma de vela de barco.
El edificio Media-TIC (2010), de Enric Ruiz-Geli, tiene forma cúbica y una fachada de plástico de burbujas inflables. La Torre Diagonal Zero Zero de Telefónica (2008-2011), de Enric Massip-Bosch, es otro rascacielos importante.
En cuanto a los espacios verdes, el parque Central de Nou Barris (1997-2007) y el parque del Centro del Poblenou (2008), de Jean Nouvel, son ejemplos de diseño vanguardista.
El urbanismo del nuevo milenio ha impulsado nuevos núcleos urbanos como el Fórum y el 22@. En 2025, se inauguró la nueva plaza de las Glorias Catalanas, con el tráfico soterrado y un nuevo parque.
Las comunicaciones han mejorado con la llegada de la alta velocidad y la ampliación del puerto y el aeropuerto. La red de metro también se ha ampliado y se ha reordenado la red de autobuses.
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Parque de Diagonal Mar (1999-2002), de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
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Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona (2000-2004), de Josep Lluís Mateo.
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Biblioteca Jaume Fuster (2001-2004), de Josep Llinàs.
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Parque de Investigación Biomédica (2006), de Manuel Brullet y Alberto de Pineda.
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Edificio Suites Avenue (2009), de Toyoo Itō.
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Edificio Blau (2009), de Antoni de Moragas, Eva Mercader Oliver y Susanna Itarte Rubió.
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Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (2008-2010), de Enric Batlle y Joan Roig.
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Edificio Media-TIC (2010), de Enric Ruiz-Geli.
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Torre Diagonal Zero Zero de Telefónica (2008-2011), de Enric Massip-Bosch.
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Véase también
En inglés: Architecture of Barcelona Facts for Kids
- Arte de Cataluña
- Historia de Barcelona
- Urbanismo de Barcelona
- Distritos de Barcelona
- Antiguos municipios de Barcelona
- Agregaciones municipales de Barcelona
- Arte público de Barcelona
- Arte urbano de Barcelona
- Mobiliario urbano de Barcelona
- Fuentes de Barcelona
- Parques y jardines de Barcelona
- Odonimia de Barcelona
- Modernismo catalán
- Arquitectura de España
- Arquitectura de Madrid
- Concurso anual de edificios artísticos (Barcelona)
- Premio FAD
- Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe
- Distrito 22@
- Anexo:Basílicas de Barcelona
- Anexo:Rascacielos en Barcelona
- Anexo:Edificios más altos del área metropolitana de Barcelona
- Anexo:Arquitecturas de España
- Patrimonio de la Humanidad en Cataluña
- Bienes de interés cultural de la comarca del Barcelonés
- Manzana de la discordia