Muralla romana de Barcelona para niños

La muralla romana de Barcelona es un conjunto de restos antiguos que forman parte de la muralla original construida en la época del Imperio romano. Se construyó entre el siglo I antes de Cristo y el siglo IV después de Cristo. Estos restos se encuentran en el barrio Gótico, dentro del distrito de Ciudad Vieja de Barcelona.
Este monumento es muy importante y está reconocido como Bien Cultural de Interés Nacional en Cataluña y Bien de Interés Cultural en España.
Contenido
Historia de la Muralla Romana
¿Cómo llegaron los romanos a la Península Ibérica?
Los romanos llegaron por primera vez a la península ibérica en el año 218 antes de Cristo. Esto ocurrió durante la segunda guerra púnica, cuando querían enfrentarse a los cartagineses. Este fue el comienzo de la conquista del territorio, un proceso que duró casi dos siglos. Finalmente, en el año 19 antes de Cristo, el emperador Augusto completó el control de la península.
Al principio, los romanos se establecieron en lugares como Ampurias y Rosas, y también en Tarragona, que fue su principal ciudad en la zona. Es probable que los romanos también ocuparan el lugar donde hoy está Montjuic. Desde allí podían controlar la desembocadura del río Llobregat, un punto muy importante. Con el tiempo, las costumbres romanas se mezclaron con las de la gente que ya vivía allí.
La Fundación de Barcino: El Origen de Barcelona
La ciudad que hoy conocemos como Barcelona fue fundada durante el reinado del emperador Augusto, entre los años 15 y 10 antes de Cristo. Se le dio el nombre de Barcino, que probablemente era una versión latina del nombre íbero Barkeno.
Barcino se construyó en una pequeña elevación cerca de la costa, llamada monte Táber. La razón principal para elegir este lugar fue su puerto natural. Los primeros habitantes de Barcino fueron, al parecer, soldados romanos que habían terminado su servicio, personas liberadas de la región de la Galia Narbonense y colonos de Italia.
¿Cómo era la ciudad romana de Barcino?
Barcino se diseñó como un campamento militar, llamado castrum, y luego como una ciudad fortificada, un oppidum. Tenía dos calles principales que se cruzaban: el cardo maximus (hoy calles Llibreteria y Call) y el decumanus maximus (hoy calles Bisbe, Ciutat y Regomir). En el cruce de estas calles estaba el forum (hoy plaza de San Jaime), que era la plaza central para la vida pública y los negocios.
Desde este centro, la ciudad tenía un diseño de calles rectas y manzanas cuadradas o rectangulares. Este diseño fue muy importante y sirvió de base para el futuro crecimiento de la ciudad, incluso para el famoso Plan de Ensanche de 1859. Barcino era un punto estratégico, ya que conectaba con importantes rutas comerciales. Esto hizo que la ciudad creciera mucho en comercio y economía. Su mejor momento fue entre los siglos II y III, con una población de entre 3500 y 5000 habitantes.
Descripción de la Muralla Romana
¿Cómo era la primera muralla de Barcino?
La ciudad de Barcino estaba rodeada por una muralla de 1.5 kilómetros de largo, que protegía un área de 10.4 hectáreas. La primera muralla se empezó a construir en el siglo I antes de Cristo. Era sencilla y tenía pocas torres, solo en las esquinas y en las cuatro puertas principales: la Praetoria (en la plaza Nueva), la Decumana (calle Regomir), la Principalis Sinistra (plaza del Ángel) y la Principalis Dextra (calle del Call).
Sin embargo, a partir del año 250, hubo ataques de pueblos como los francos y los alamanes. Esto hizo que fuera necesario reforzar las murallas, y se ampliaron en el siglo IV. La nueva muralla se construyó sobre la base de la primera. Tenía un doble muro de 2 metros de grosor, con un espacio en medio relleno de piedra y mortero. Esta nueva muralla tenía 81 torres de unos 18 metros de altura. La mayoría de las torres eran de base rectangular, pero diez tenían base semicircular y estaban en las puertas.
¿Dónde se pueden ver los restos de la muralla hoy?
Todavía se conservan muchos restos de la antigua muralla, especialmente en las zonas norte y este de la ciudad. Los más importantes están en la plaza Nueva, donde estaba la puerta Praetoria. Allí se pueden ver dos de las torres, parte de la muralla y un arco del antiguo acueducto que llevaba agua a la ciudad. Sobre este tramo se construyeron edificios como la Casa del Decano y la Casa del Arcediano.
La muralla continúa por la calle Tapineria, donde hay una torre de forma poligonal que era una esquina del recinto. Esta parte de la muralla sirvió de base para la Casa de la Pia Almoina. El tramo sigue hasta la plaza de Ramón Berenguer el Grande, donde sobre la muralla romana hay restos de la muralla medieval. Sobre esta base se levanta la capilla de Santa Ágata.
También se pueden ver restos en la calle Sotstinent Navarro, donde sobre una bóveda se construyó el palacio de Requesens. En la calle del Correu Vell hay una torre redonda que era otra esquina de la muralla. Otro tramo se encuentra en la plaza Traginers, con otra torre. Además, hay pequeños restos en calles como Regomir, Avinyó, Call, Banys Nous y Palla, a menudo dentro de edificios privados.
Algunos restos de la muralla y de otros edificios de la Barcino romana se conservan bajo tierra en el Museo de Historia de Barcelona. También hay restos de la antigua puerta de Mar en el Centro Cívico Pati Llimona, en la calle Regomir.
Evolución Posterior de las Murallas
¿Cómo creció la ciudad en la Edad Media?
En la Edad Media, la ciudad de Barcelona creció mucho y se formaron nuevos barrios fuera de la muralla romana. Esto hizo que fuera necesario construir una nueva muralla en el año 1260. Esta nueva muralla era mucho más grande, de 5100 metros, y protegía un área de 1.5 kilómetros cuadrados. Tenía ochenta torres y ocho puertas. También se construyeron fortificaciones para proteger las puertas, como el Castell Nou y el castillo de Regomir.
Más tarde, la ciudad siguió creciendo, y se construyó otra muralla en la zona oeste, conocida como la muralla de El Raval. Esta obra duró casi un siglo, desde mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo XV. Esta muralla abarcaba una superficie de 218 hectáreas y tenía un perímetro de 6 kilómetros. Hoy en día, solo se conserva el Portal de Santa Madrona, cerca de las Atarazanas.
¿Qué pasó con las murallas en la época moderna?
En la época moderna, la muralla siguió ampliándose. En la primera mitad del siglo XVI, se construyó la muralla del Mar, con baluartes para defender la costa. En el siglo XVII, se añadieron cinco nuevas puertas a la muralla.
¿Por qué se derribaron las murallas?
Las murallas de Barcelona fueron derribadas en el siglo XIX. Durante los siglos XVIII y XIX, la población de la ciudad creció muchísimo, pasando de 34 000 a 160 000 habitantes. Esto hizo que la ciudad estuviera muy llena, con mucha gente viviendo en poco espacio, lo que podía causar problemas de salud.
Sin embargo, el gobierno central no quería derribar las murallas porque Barcelona era considerada una fortaleza importante. Pero la gente de la ciudad empezó a pedir con fuerza que se quitaran las murallas. Un líder de este movimiento fue Pedro Felipe Monlau, quien en 1841 publicó un escrito llamado ¡Abajo las murallas!, donde explicaba que era necesario derribarlas para evitar enfermedades.
Finalmente, en 1854, se dio el permiso para derribar las murallas. Esto permitió que la ciudad pudiera crecer y expandirse, lo que llevó a la creación del famoso proyecto de Ensanche, diseñado por Ildefonso Cerdá en 1859.
Galería de imágenes
Véase también
- Historia de Barcelona
- Arquitectura de Barcelona
- Urbanismo de Barcelona
- Museo de Historia de Barcelona