Inmigración en Chile para niños
La inmigración en Chile se refiere a cómo diferentes grupos de personas, de distintas partes del mundo, han llegado a Chile a lo largo de la historia. Estos grupos han dejado su huella y se han convertido en parte de la sociedad chilena.
Este proceso de llegada de personas ha ocurrido en varias etapas:
- Primero, llegaron personas de origen hispano (principalmente de España) durante la época colonial, entre los siglos XVI y XVIII.
- Luego, llegaron personas de distintos países europeos y de oriente próximo durante los siglos XIX y principios del XX.
- Más recientemente, desde la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, han llegado personas de países latinoamericanos, especialmente de países vecinos, y en menor medida de algunos países asiáticos.
Las razones por las que estas personas se mudaron a Chile fueron variadas, pero la mayoría buscaba mejores oportunidades económicas, huían de situaciones políticas difíciles o de conflictos.
Hoy en día, según datos de 2020, la mayoría de las personas que han llegado a Chile provienen de Venezuela (30,7 %), Perú (16,3 %), Haití (12,5 %), Colombia (11,4 %), Bolivia (8,5 %) y Argentina (6,2 %). Entre los grupos que llegaron hace más tiempo, destacan los de origen español (especialmente vasco), y también de Reino Unido, Francia, Alemania, Palestina, Italia y Croacia, entre otros.
Comparado con 2018, las regiones de Chile que más vieron crecer su población de personas de otros países fueron la Región Metropolitana (con 123.033 personas más), la Región de Valparaíso (con 18.475 personas más) y la Región de Antofagasta (con 10.570 personas más).
Contenido
- Historia de la llegada de personas a Chile
- Cifras de la llegada de personas a Chile
- Llegada de personas de América
- Llegada de personas de Europa
- Llegada de personas de Europa Occidental
- Llegada de personas de España
- Llegada de personas del País Vasco
- Llegada de personas de Francia
- Llegada de personas de Gran Bretaña e Irlanda
- Llegada de personas de Alemania
- Llegada de personas de Italia
- Llegada de personas de Suiza
- Llegada de personas de Países Bajos
- Llegada de personas de Austria
- Llegada de personas de Bélgica
- Llegada de personas de Noruega, Suecia y Dinamarca
- Llegada de personas de Europa Oriental
- Llegada de personas de Europa Occidental
- Llegada de personas de Asia
- Véase también
Historia de la llegada de personas a Chile
Durante los siglos XVI y XVII, llegaron a la Capitanía General de Chile (conocida como Nueva Extremadura) principalmente personas de España, sobre todo de Extremadura, Castilla y el País Vasco. Desde el principio, junto con los conquistadores, también llegaron pequeñas cantidades de personas de origen africano en condiciones de servidumbre. Sus descendientes se mezclaron con la población local y muchos se fueron a Perú, por lo que esta comunidad dejó de ser un grupo diferenciado.
Hasta el siglo XVIII, Chile recibió muchas personas del País Vasco y de Navarra, llegando a ser el 27 % de la población colonial chilena. También, gracias al comercio, algunas familias británicas y francesas comenzaron a establecerse. Después de la independencia de Chile, llegaron soldados y comerciantes europeos que apoyaron la lucha y se quedaron, especialmente franceses, ingleses, irlandeses e italianos.
Durante el siglo XIX, el gobierno chileno apoyó la llegada de colonos europeos, especialmente alemanes, británicos, croatas, franceses, holandeses, italianos y suizos. A principios del siglo XX, un número importante de colonos de origen palestino llegó, formando la comunidad más grande fuera de Oriente Medio. También llegaron españoles que huían de conflictos en su país.
En mayo de 1953, se creó el Departamento de Inmigración para establecer reglas sobre la llegada de personas. A mediados de la segunda mitad del siglo XX, durante un período de gobierno militar (de 1973 a 1990), la llegada de personas se detuvo. Sin embargo, con el regreso a la democracia y la mejora de la economía, la llegada de personas se reanudó, esta vez principalmente de países vecinos de Sudamérica, y también de chilenos que regresaban del exilio. En este período, la llegada de sudamericanos creció mucho, pasando de 58.000 residentes en 1992 a más de 125.000 en 2002, destacando las comunidades de Argentina, Perú, Bolivia y Ecuador.
En la década de 2010, la llegada de personas volvió a aumentar, lo que llevó a un incremento del 232 % en el número de ciudadanos extranjeros entre 2014 y 2017. En 2018, había 1.251.225 extranjeros viviendo en Chile, y en 2019, 1.492.522. Las principales nacionalidades eran venezolanos, peruanos, haitianos, colombianos, bolivianos y argentinos, seguidos de ecuatorianos, brasileños, dominicanos, cubanos y mexicanos. La mayoría se estableció en la Región Metropolitana, Antofagasta y Tarapacá.

Esta situación cambió el aspecto de algunas comunas donde se concentró un gran número de personas, como Santiago Centro e Independencia, donde uno de cada tres residentes es de otro país latinoamericano. También en Ollagüe, la región de Antofagasta, Estación Central, Recoleta, Mejillones, Sierra Gorda o Antofagasta. En este período, disminuyó la llegada de bolivianos, argentinos y peruanos, mientras que aumentó mucho la de venezolanos, haitianos y colombianos. Un factor importante para esta llegada fue el crecimiento de la economía chilena. También se notó un aumento de la herencia genética africana, que antes era poco común en Chile.
Las reacciones de los chilenos ante la llegada de personas son variadas. Algunos piensan que el aumento de personas de otros países puede limitar las oportunidades de trabajo para los chilenos o aumentar la pobreza y los problemas de seguridad. Por esto, ha habido algunos desacuerdos o dificultades entre grupos de personas. Otros, en cambio, creen que la llegada de personas es beneficiosa porque aporta diversidad y ayuda al desarrollo del país, y que es un proceso natural, ya que también muchos chilenos han emigrado a otros lugares por diversas razones a lo largo de la historia.
Cifras de la llegada de personas a Chile
La siguiente tabla muestra la cantidad de personas que han llegado a Chile y sus descendientes. Incluye datos del Instituto Nacional de Estadísticas y el Departamento de Extranjería y Migración (INE-DEM) sobre el número de personas nacidas en el extranjero que viven en Chile hasta diciembre de 2019.
País de procedencia | Personas directas, (INE-DEM, 2019) |
Descendientes de antiguos inmigrantes |
Época de mayor llegada |
Referencia inmigrantes o descendientes |
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700.000 | — | S.21 | Ministerio del Interior, 2024. |
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246.076 | — | S.20—S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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180.851 | — | S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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173.439 | — | S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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131.932 | — | S.20—S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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77.084 | — | S.19—S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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41.403 | — | S.20—S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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20.080 | — | S.21 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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19.271 | 16.168.082 | S.16—S.18 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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19.271 | — | — | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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14.823 | — | — | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2021). |
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16.253 | — | S.20 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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13.589 | — | S.20 | Datosmacro, 2019. |
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7.412 | — | — | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
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5.930 | 6.500 | — | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019). |
Otras | 50.000 | — | — | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2021). |
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— | 4.700.000 | S.16—S.18 | Hasta 27 % de los chilenos oriundos. P. Oyanguren, 2000. A. Sande, 2008. A. Madariaga, 2008. |
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6.668 | 700.000 | S.19—S.20 | Embajada Británica en Chile, según Proyecto Biografía de Chile, 2012. |
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10.520 | 500.000—800.000 | S.19—S.20 | R. Dubertrand, 2019.R. Parvex, Hommes and Migrations, 2014. |
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— | 521.000 | S.16—S.19 | 3 % de los apellidos chilenos. L. Thayer, 1989. |
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9.689 | 500.000—600.000 | S.19—S.20 | Cámara Chileno-Alemana de Comercio, según DW.R. Parvex, Hommes and Migrations, 2014. |
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5.620 | 300.000—500.000 | S.19—S.20 | Espín, 2020. International Business Time, 2013. |
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6.075 | 150.000—600.000 | S.19—S.20 | R. A. Peri, 1989.Migranti Torino, 2004.R. Parvex, Hommes and Migrations, 2014. |
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— | 200.000—400.000 | S.19—S.20 | Corporación Cultural Chileno-Croata Domovina, 2015. Gobierno de Croacia, 2013. |
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— | 174.000 | S.16—S.18 | 1 % de los apellidos chilenos. L. Thayer, 1989. |
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— | 150.000—175.000 | S.19—S.20 | G. Zaliasnik, 2010.H. Harvey, 2012. |
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— | 60.000—200.000 | S.19—S.20 | 1.º dato: Agar, 2021. 2.º dato: EPOA, 2001; cruzado con International Business Time, 2013. |
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— | 120.000 | S.19—S.20 | O'Higgins Tours, 2010. |
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— | 100.000 | S.19—S.20 | R. Parvex, Hommes and Migrations, 2014. |
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6.097 | 100.000 | S.19—S.20 | Embajada Suiza e Instituto Cultural de Providencia, 2010; J. Córdoba-Toro, 2018; Consejo Federal de Suiza, 2019. |
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— | 50.000 | S.19—S.20 | — |
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— | 32.000 | S.19—S.20 | 4 % de los árabes (EPOA, 2001). Datos cruzados con International Business Time, 2013. |
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— | 21.000 | S.19—S.20 | 5 % de la inmigración yugoslava, en relación con el restante 95 % correspondiente a inmigración croata. |
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— | 20.000 | S.20 | H. Marsh, Universidad de Anglia del Este, 2016. |
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15.696 | 20.000 | S.20 | Departamento de Extranjería y Migración, (INE-DEM, 2019), y La Tercera. |
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— | 10.000 | S.19—S.20 | Stowarzyszenie Wspólnota Polska, 2007. |
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— | 5.000 | S.21 | Svenskar i Världen, 2022. |
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— | 3.000 | S.20 | Gobierno de Japón, 2017. |
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— | 2.700 | S.20 | Diario La segunda, 2014. |
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1.306 | 2.000 | S.20 | Datosmacro, 2019. Nemzetpolitikai Kutatóintézet, según Programa Kőrösi Csoma Sándor, 2015. |
Total | 1.625.074 (2022) | — | — | Ministerio del Interior, 2024. |
Notas: a = perteneciente a España.
Llegada de personas de América
A lo largo de su historia, Chile ha recibido grupos de personas de Latinoamérica. La estabilidad política y económica de las últimas décadas ha sido clave para que más personas de esta región lleguen al país. Aunque la mayoría son de argentinos y peruanos por su cercanía, también han llegado muchos bolivianos, brasileños, canadienses, centroamericanos, colombianos, cubanos, ecuatorianos, estadounidenses, mexicanos, uruguayos y venezolanos. A finales de 2019, representaban aproximadamente el 8 % de la población del país, sin contar a sus descendientes.
Llegada de personas de Sudamérica
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Manuel Blanco Encalada, nacido en Argentina, quien fue presidente de Chile.
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El venezolano-chileno Andrés Bello, primer rector de la Universidad de Chile, y redactor del Código Civil de Chile.
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Gervasio Viera, cantautor uruguayo nacionalizado chileno.
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Junior Fernandes da Silva, futbolista chileno descendiente de brasileños.
Llegada de personas de Venezuela
La llegada de venezolanos a Chile ha sido una de las que más ha crecido en la década de 2010. Esto se debe principalmente a la situación económica de Venezuela y a los cambios políticos en ese país, que han llevado a miles de venezolanos a buscar nuevos hogares en Latinoamérica, siendo Chile uno de los destinos principales. Entre 2014 y 2024, la llegada de venezolanos a Chile aumentó mucho, pasando de 2.275 en 2014 a 400.000 en 2019, y a 700.000 en 2024, según el Departamento de Extranjería y Migración de Chile (DEM). Esto los convierte en el grupo más numeroso de personas que han llegado al país. Las razones para este flujo incluyen la estabilidad económica de Chile, el bajo desempleo, el idioma y la facilidad para obtener un estatus legal, frente a la difícil situación económica en Venezuela. En general, se caracteriza por ser una llegada de personas que a veces no tienen todos sus documentos, lo que ha causado algunos incidentes en zonas fronterizas como Iquique.
A pesar de lo reciente de este gran flujo, hay registros de algunos venezolanos que dejaron su marca desde los inicios de la República de Chile. Los más conocidos son los intelectuales Andrés Bello y Simón Rodríguez. Andrés Bello fue el primer rector de la Universidad de Chile y el redactor del Código Civil de Chile. Actualmente, la comunidad venezolana se ha establecido principalmente en Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, Concepción, La Serena y Puerto Montt.
Llegada de personas de Perú
Después del regreso a la democracia en 1990, y durante los siguientes 20 años, las personas de Perú se convirtieron en el grupo americano más numeroso en Chile, hasta que en la década de 2010 fueron superados por los venezolanos. En 2019, se registraron 223.923 peruanos viviendo en Chile. A partir de 2014, su crecimiento se hizo más lento y se ha visto un aumento gradual de regresos a Perú. Históricamente, los lazos entre ambas regiones han sido fuertes desde la época colonial. Chile fue parte del Virreinato del Perú y luego una Capitanía General independiente desde 1798. Después de la guerra del Pacífico (1879-1883), Chile incorporó territorios peruanos. En estas zonas del norte de Chile, que fueron chilenizadas desde 1910, se mantuvieron relaciones económicas, culturales e incluso familiares. Este proceso también incluyó la llegada de poblaciones afroperuanas, cuyos descendientes formaron algunas de las pocas comunidades afrochilenas históricas, principalmente en la Región de Arica y Parinacota.
A finales del siglo XX, la llegada de peruanos a la zona central del país creció rápidamente debido a la buena situación económica de Chile. Aunque llegaron peruanos de diferentes orígenes socioeconómicos, la mayoría buscaba nuevas oportunidades para sus familias, por lo que trabajaban en oficios con salarios más bajos, como obreros o ayudantes del hogar, y enviaban estos ingresos a sus familias en Perú. Algunos incluso entraban al país sin documentos. Sin embargo, la crisis asiática que afectó a Chile desde 1998 causó un aumento del desempleo, superando el 12 %, mientras la llegada de peruanos seguía aumentando. Esto llevó a que la opinión pública comenzara a discutir la situación de la comunidad peruana en Chile, y algunas personas decían que las personas de otros países estaban quitando empleos a los chilenos. No obstante, los peruanos también han aportado en áreas como la gastronomía, ofreciendo la comida de su país. En Chile hay 400 restaurantes peruanos y en Santiago, aproximadamente 150.
Actualmente, las personas de origen peruano forman una de las principales comunidades extranjeras en Chile. Algunos peruanos llaman "Pequeña Lima" a uno de los principales lugares de encuentro de su comunidad: los alrededores de la Plaza de Armas de Santiago de Chile. Esto ha llevado a que algunos grupos cuestionen a las autoridades chilenas por permitir el uso de este lugar histórico por parte de las personas de otros países. Según el último informe migratorio de Perú, se estima que 254.581 peruanos, con y sin documentos, residen principalmente en Santiago de Chile.
Llegada de personas de Colombia
En Chile se han establecido 146.582 colombianos, principalmente en las regiones mineras del norte del país y en Santiago de Chile. Esta comunidad ha llegado al país buscando mejores oportunidades económicas o académicas.
Llegada de personas de Bolivia
La llegada de personas de Bolivia, es de más de 122.773 personas hasta el 31 de diciembre de 2017. Más del 70 % se concentra en el Norte Grande del país. El Servicio Nacional de Inmigración de Bolivia estimó 50.000 bolivianos residentes en Chile en 2009. Entre 2011 y 2015 llegaron 103.640 bolivianos, convirtiéndola en la cuarta comunidad extranjera más grande en Chile.
Entre las personas de origen boliviano más conocidas en Chile, se encuentra el cantante de cumbia Adrián Chauque, del grupo «Adrián y Los Dados Negros».
Llegada de personas de Argentina
Este es un fenómeno antiguo que se remonta a la Independencia de Chile y a la época del Ejército de los Andes. Los primeros argentinos llegaron cuando se inició la Organización de la República de Chile en 1823, después de la Independencia. Algunos ejemplos son Cornelio Saavedra, Estanislao Lynch, Juan Gregorio Las Heras, Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre. La llegada de argentinos aumentó durante la difícil situación económica y social de Argentina a finales de 2001. Las principales comunidades argentinas se encuentran en Santiago, Valparaíso, en Colina y en la zona de la Patagonia. Se estima que alrededor de 72.800 argentinos viven en Chile actualmente.
Llegada de personas de Ecuador
Según el Departamento de Extranjería y Migración (DEM) de Chile, hay 36.994 ecuatorianos viviendo en Chile, una cifra que ha aumentado mucho desde 1990. Las personas de origen ecuatoriano incluyen tanto profesionales, principalmente en el área de la salud, como trabajadores no especializados que se desempeñan en diversos oficios.
Llegada de personas de Uruguay
Uruguay es uno de los países con menor flujo de personas hacia Chile, si se compara solo con los países sudamericanos, aunque se ha notado un crecimiento marcado desde 2019.
En 2015, se estimaba que unos diez mil ciudadanos uruguayos residían en Chile.
Llegada de personas de Paraguay
Según datos del censo chileno de 2002, había 1.222 ciudadanos de nacionalidad paraguaya viviendo en Chile, siendo en ese entonces la novena comunidad más numerosa. En el censo chileno de 2017, se registraron 4.492 ciudadanos paraguayos. Aunque esta cifra significó un aumento del 343 % de residentes paraguayos, debido al aumento de otras personas de latinoamericanos, solo representó el 0,6 % del total de extranjeros en el país, descendiendo a una de las veinte comunidades más grandes en Chile.
Llegada de personas de Brasil
Las personas de origen brasileño representaban, hasta 2014, el 3 % del total de extranjeros en el país, según el informe del Departamento de Extranjería y Migración del gobierno chileno. Según el censo chileno de 2002, residían cerca de 8.900 personas de origen brasileño en Chile. Un informe de finales de 2020 indica que residen 19.980 personas.
Llegada de personas del Caribe, Norte y Centroamérica
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Jean Beausejour, futbolista chileno descendiente de haitianos.
Llegada de personas de Haití
Las personas de origen haitiano en Chile se han establecido principalmente en el Gran Santiago, en comunas como Renca, Quilicura, Recoleta, Independencia y Estación Central. Es una de las comunidades que más ha crecido en Chile durante el siglo XXI, con un 731 % entre 2013 y 2016. Antes de 2013, se estimaban unos 4.000 haitianos, mientras que en el censo de 2002 la población haitiana residente en Chile era de solo 50 personas. Durante 2016, ingresaron 48.783 haitianos a Chile, y en 2017, 104.782 personas. El 68 % de las personas de origen haitiano eran hombres y el 32 % mujeres. Los grupos de edad más comunes eran entre 15 y 29 años (44 %) y entre 30 y 44 años (44 %), lo que indica que es una comunidad con mucha gente en edad de trabajar. La llegada de personas se produjo directamente desde Haití o desde comunidades haitianas ya existentes en Brasil y República Dominicana.
Junto con las comunidades colombiana y dominicana, fue llamada "comunidad emergente" debido a su gran crecimiento en la década de 2010, y por su búsqueda de mejores condiciones de vida. A diferencia de otras poblaciones latinoamericanas, las personas de origen haitiano no hablan español como lengua materna y muchos no lo conocen, lo que llevó a organizaciones públicas y comunitarias a crear cursos de español para ellos. En comunas con alta población haitiana, las autoridades locales tuvieron que ofrecer intérpretes de criollo haitiano en hospitales y colegios para satisfacer las necesidades básicas de esta comunidad.
Llegada de personas de República Dominicana
La llegada de personas de dominicana en Chile ha sido menor. Sin embargo, durante la década de 2010, el número de dominicanos ha crecido mucho, llegando a 20.000 personas.
Llegada de personas de Estados Unidos
Aunque no son tan numerosas como otras comunidades, hay un número importante de personas de otros países del continente. Según un informe de 2015, más de 15.000 personas provenían de los Estados Unidos, quienes habían llegado a Chile principalmente para trabajar en empresas grandes y por eso tienen títulos profesionales y una buena situación económica.
Llegada de personas de México
La comunidad mexicana en Chile es pequeña. A 31 de diciembre de 2019, según cifras del Departamento de Extranjería y Migración, residen aproximadamente 10.380 mexicanos en Chile.
Llegada de personas de Cuba
La llegada de personas de cubana en Chile también es de menor importancia. Sin embargo, a diciembre de 2019, residen en el país cerca de 16.253 personas de origen cubano.
Llegada de personas de Europa
La inmigración europea en Chile comenzó en el período colonial, a partir del siglo XVI. En ese momento, el dominio del Imperio español trajo consigo una importante llegada de personas de la península ibérica, que se establecieron y se mezclaron con la población original de América. Esto formó la principal base de la población chilena y fue el principal flujo de personas hasta la independencia. Destaca una primera fundación de origen castellano, así como la posterior y fuerte presencia de personas de origen vasco, cuyos nacidos en Europa llegaron a ser el 27 % de la población de Chile hacia el siglo XVIII. También en esta época destacaron los aportes de catalanes y portugueses.
Después de la independencia, y a lo largo de los siglos XIX y XX, diversos grupos de personas de Europa llegaron al país, principalmente: españoles, franceses, británicos, alemanes, italianos, croatas, neerlandeses, rusos, griegos, austríacos, belgas, judíos askenazíes, suizos, armenios, polacos, húngaros, entre otros. A principios del siglo XX, estas personas, nacidas en sus países de origen y sin contar a sus descendientes, llegaron a representar el 5,1 % de la población nacional, con la excepción de Magallanes, donde una de cada cuatro personas había nacido en el extranjero, principalmente en Europa. Así, las personas de naciones germanas se establecieron principalmente en las regiones de la Araucanía, de Los Ríos y de Los Lagos; los españoles e italianos en Santiago, Magallanes, Valparaíso y Antofagasta; los croatas en las regiones de Antofagasta y Magallanes; y los británicos (casi en su totalidad ingleses) en Magallanes, Valparaíso y Antofagasta.
Aunque la mayoría de las personas de origen europeo provienen de la Europa Occidental, existen algunas comunidades más pequeñas de Europa del Este y el Cáucaso, que llegaron al país principalmente huyendo de situaciones difíciles en sus países durante la primera mitad del siglo XX. Las personas de Europa del Este eran principalmente judíos que llegaron a mediados del siglo XX desde la ex Unión Soviética, Polonia, Hungría, Rumania y la República Checa, buscando refugio de los cambios políticos entre las décadas de 1930 y 1950.
Llegada de personas de Europa Occidental
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Casa típica de colonos alemanes en el sur de Chile, cerca de Puerto Varas.
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Iglesia parroquial de estilo alemán en Puerto Varas.
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Valdivia, puerta de entrada de las personas de origen alemán en Chile.
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Arco Británico, ubicado en la ciudad de Valparaíso.
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Placa del Cementerio Suizo, ubicado en Victoria, Región de la Araucanía.
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Bernardo O'Higgins, descendiente de irlandeses y españoles, considerado el padre de la patria de Chile.
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Carlos Condell, descendiente de británicos, héroe militar chileno durante la Guerra del Pacífico en 1879.
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René Schneider Chereau, de origen alemán y francés, comandante en jefe del ejército, entre 1969 y 1970.
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Germán Riesco Errázuriz, presidente de Chile entre 1901 y 1906, de ascendencia vasca.
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Eduardo Frei Montalva, de ascendencia suiza, presidente de Chile entre 1964 y 1970.
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Augusto Pinochet, de ascendencia francesa, comandante en jefe del ejército de Chile y líder de gobierno entre 1973 y 1990.
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Familia Alessandri en 1920, de donde surgen dos Presidentes de Chile con ascendencia italiana: Arturo Alessandri y Jorge Alessandri.
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Salvador Allende Gossens, de herencia vasca y belga, presidente de Chile entre 1970 y 1973.
Llegada de personas de España
La llegada de personas de española fue la más importante durante el período colonial, y marcó mucho la herencia genética y cultural de la población chilena. Sus descendientes incluyen a casi todos los chilenos, sin contar las llegadas más recientes. Ya con Chile como república independiente, se estima que unas 60.000 personas de origen hispano se establecieron entre 1880 y 1940. Debido a conflictos en España, llegaron a Chile unas 5.000 personas, principalmente catalanes y vascos, a finales de los años 1930. Destaca la llegada del barco Winnipeg a Valparaíso en 1939, con 2.200 personas de origen español que buscaban refugio, por iniciativa de Pablo Neruda. También llegaron 12.637 españoles a la Araucanía entre 1883 y 1901, después de la ocupación de la zona. A estos colonos se les dieron tierras y sus descendientes viven principalmente en Temuco, Concepción y Ercilla.
Actualmente, la comunidad hispana sigue siendo muy importante en el país. Tienen su propio club de fútbol, Unión Española, y más de ochenta instituciones de diversos tipos en todo Chile: de ayuda, deportivas, sociales, educativas, entre otras. Se estima que unos 400.000 chilenos son descendientes de españoles que llegaron a Chile entre los siglos XIX y XX. A finales de 2018, se registraron 21.147 personas nacidas en España viviendo en el país, según el Departamento de Extranjería y Migración de Chile.
Llegada de personas del País Vasco
Se estima que entre 1.700.000 (10 %) y 4.700.000 (27 %) chilenos tienen ascendencia o algún apellido de origen vasco. Es importante mencionar que una parte significativa de la población española y de la hispana en América tiene apellidos de origen vasco o navarro, siendo más comunes en las familias con mayor patrimonio.
La llegada de personas del País Vasco es una de las más numerosas e importantes en Chile. Ha sido constante a lo largo del tiempo y se puede dividir en períodos: el descubrimiento, fundación y período colonial; la oleada del siglo XVIII; y las llegadas más recientes (siglos XIX y XX). La diferencia con otras regiones de origen es que el grupo que llegó entre 1700 y 1800, que empezó como comerciantes, prosperó y se casó con las hijas de las familias más antiguas del sur de España, obteniendo así poder económico, social y político. Esto les dio una cierta importancia.
La presencia vasca en Chile comienza en el período de la conquista, ya que en las tropas de los primeros colonizadores venía gente de las provincias vascongadas y de Navarra. En el siglo XVI, de las 157 familias de la Península que se establecieron en Chile, 39 tenían apellidos vascos. Este número aumentó durante la colonia, destacando los numerosos gobernadores de origen vasco. Hasta el siglo XVIII, el país recibió muchas personas del País Vasco y de Navarra, llegando a ser el 27 % del total de la población colonial chilena, convirtiéndose en el grupo regional más numeroso y superando a los nacidos y descendientes de las regiones de Castilla la Nueva, Castilla la Vieja y Andalucía.
Estas familias se dedicaron inicialmente al comercio. Con el tiempo, se casaron con familias de origen castellano que poseían tierras y títulos, dando origen a un nuevo grupo social conocido en la historia de Chile como "aristocracia castellano-vasca". Se cuentan un total de 20 presidentes de Chile descendientes de vascos. En la segunda mitad del siglo XIX, hubo una nueva oleada de personas del País Vasco, tanto de la región española como francesa. Este flujo continuó, con diferente intensidad, al menos hasta el final de los conflictos en España.
Llegada de personas de Francia
Se estima en 800.000 los descendientes de franceses en Chile. La llegada de personas de Francia ha sido muy importante en el desarrollo histórico del país desde el siglo XVIII en adelante, especialmente en algunas zonas, como las regiones de la Araucanía y el Biobío. Entre los primeros franceses en Chile se encuentra Claudio Gay, un conocido naturalista. La llegada de franceses comenzó en el siglo XVIII con la llegada de comerciantes, quienes empezaron a establecerse por más tiempo en la zona. Su presencia fue especialmente importante en Concepción y Talcahuano.
Entre 1810 y 1825, la llegada de franceses no fue muy numerosa y se compuso principalmente de comerciantes, personas que buscaban refugio político, antiguos militares y científicos. Hasta 1860, la llegada de personas era espontánea. Sin embargo, a finales del siglo XIX, se implementaron políticas para fomentar la llegada de europeos y poblar los territorios del sur del país. Entre 1840 y 1940, se estima que entraron 25.000 franceses a Chile. El 80 % de ellos venía del suroeste de Francia.
Las personas de origen francés participaron en el desarrollo de diversas actividades comerciales, artesanales y profesionales en varias ciudades del país, especialmente en la industria vitivinícola del Valle Central, cuna de los vinos chilenos, además de dedicarse a la fabricación de quesos. La presencia de estas personas se consolidó con el tiempo, principalmente con la creación de centros educativos como la "Alianza Francesa" en distintas ciudades de Chile, o deportivos, como el "Stade Français" y el "Sport Français", ambos en Santiago de Chile.
Llegada de personas de Gran Bretaña e Irlanda
Se estima que 700.000 chilenos tienen algún ancestro británico e irlandés, siendo Chile el país con mayor número de descendientes de británicos en Latinoamérica. El país también se caracteriza por una importante herencia británica, que influyó en la forma de vida de los chilenos, como la adopción de deportes ingleses (fútbol, rugby, tenis, hípica), el té como bebida principal, la construcción de viviendas con estilos ingleses, o la apertura de instituciones británicas, además de haber influido en la banca y en la marina nacional.
Durante la época colonial, en el siglo XVIII, las personas que llegaron eran de origen celta, es decir, irlandeses, galeses o escoceses; y llegaron con cargos designados por la realeza española en barcos españoles. La mayoría eran familias que huían de los ingleses; entre ellas, las familias O'Higgins y Rice. Apenas el puerto de Valparaíso abrió sus costas al libre comercio en 1811, los ingleses comenzaron a llegar a Valparaíso. Los primeros traían herramientas, artículos de loza, lana y algodón, con la instrucción de regresar con cáñamo y cobre. Fue el inicio de una fuerte relación comercial entre Gran Bretaña y Chile. En Valparaíso, establecieron su comunidad más numerosa e importante, construyendo barrios de aspecto británico, colegios, clubes sociales y deportivos, organizaciones empresariales y periódicos.
Los ingleses, galeses, escoceses e irlandeses llegaron a ser más de 20.000 en el apogeo del puerto de Valparaíso. La influencia de la comunidad británica fue clave para entender el auge y la decadencia del puerto de Valparaíso. La comunidad inglesa también fue muy importante en el norte del país durante el auge del salitre, especialmente a finales del siglo XIX y principios del XX, en los puertos de Iquique y Pisagua. John Thomas North, el "rey del salitre", fue el principal empresario de la minería de los nitratos. Los británicos dejaron su legado en las calles del centro histórico de Iquique. Sin embargo, esta presencia terminó con la crisis del salitre en la década de 1930. A la región de Magallanes también llegó un importante grupo de británicos, principalmente escoceses y galeses. De igual manera, se establecieron familias británicas en otras zonas del país, como Santiago, Coquimbo, la IX Región de la Araucanía, Antofagasta y Chiloé, entre otras.
Llegada de personas de Alemania
En 2011, la Cámara Chileno-Alemana de Comercio estimó que 500.000 chilenos eran descendientes de alemanes. La llegada de personas de alemana a Chile comienza con la "Ley de inmigración selectiva" de 1845, que buscaba contratar a personas de origen alemán para que desarrollaran ciertos oficios y trajeran maquinaria industrial para colonizar las zonas del sur de Chile, entre Valdivia y Puerto Montt; donde se establecieron entre 30.000 y 40.000 personas de origen alemán. Las personas de origen alemán lograron crear pueblos y comunidades prósperas en zonas casi sin habitantes del sur de Chile.
Posteriormente, hubo una nueva gran oleada de personas de origen alemán que se establecieron en todo el país, especialmente en la Araucanía, Punta Arenas, Santiago y las principales zonas comerciales. Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas personas de la época del gobierno de Alemania buscaron refugio en el sur del país. Algunos se trasladaron a Chile y crearon comunidades, como el caso del médico Paul Schäfer, quien fundó en 1961 Colonia Dignidad, también conocida como Villa Baviera, en la Región del Maule.
Llegada de personas de Italia
Según el Departamento del Interior y Ordenación del Territorio de Italia, en 2004 el número de descendientes de italianos en Chile era de unas 150.000 personas. Sin embargo, el investigador René A. Peri señalaba en 1989 la existencia de 300.000 descendientes de italianos en Chile. La llegada de personas de Italia se produjo de manera espontánea y no en un período específico. Durante la segunda mitad del siglo XIX, se concentró principalmente en el Gran Valparaíso, y ciudades interiores como Quillota y Limache. Hacia finales del siglo XIX, la mayoría de las personas de origen italiano en Valparaíso eran de Liguria, quienes fundaron la VI Compañía de Bomberos de Valparaíso, llamada Cristóforo Colombo, y la Scuola Italiana, cuyo edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Después de la guerra del Pacífico, durante el auge de la industria del salitre, muchas personas de origen italiano, incluyendo comerciantes y empresarios, llegaron al norte del país, primero a Iquique y luego a Arica. Al mismo tiempo, se establecieron familias italianas en La Serena, Isla de Maipo, Parral, Santiago, Concepción y Punta Arenas. La Araucanía recibió un buen número de personas pocos años después de su ocupación militar por parte del ejército chileno, ya que entre 1883 y 1901 llegaron 17.800 italianos para colonizar la zona, y posteriormente llegaron unos 700 más en dos migraciones sucesivas, para fundar Capitán Pastene, y establecerse en Lumaco y Purén.
Aunque la comunidad italiana destaca por su participación en el comercio, con compañías como Caffarena, Costa, Carozzi, Falabella o Lucchetti, también tuvo una importante participación en otras actividades, como la construcción. Entre los italianos reconocidos en el país destacan: la familia Alessandri, de donde surgieron dos presidentes de Chile, la familia Garretón, o la familia Solari, empresarios. Una de las actividades a las que se dedicaron frecuentemente los italianos fue el deporte, principalmente el ciclismo y el fútbol, fundando en 1910 el Audax Club Ciclista Italiano, que se convertiría en el actual club polideportivo Audax Italiano.
Llegada de personas de Suiza
Se calcula que entre 90.000 y 100.000 chilenos descienden de personas de origen suizo, de los cuales 60.000 descienden de las colonizaciones apoyadas por el Estado de Chile hace más de un siglo, y los otros 30.000 de personas que emigraron durante la Primera y Segunda guerra mundial. Chile es uno de los países en Latinoamérica con más descendientes de suizos.
A mediados del siglo XIX, la difícil situación económica en Europa llevó a los sectores más pobres de la sociedad suiza a emigrar principalmente a Australia, América del Norte y América del Sur. Como se trataba de llegadas de personas por motivos económicos, el Estado reguló las solicitudes para salir del país. El interés por llegar a Chile comenzó oficialmente en 1853, cuando se conocieron en Berna los primeros informes diplomáticos sobre la experiencia alemana en el sur chileno. A través de informes oficiales del consulado suizo de Valparaíso se describía a la población del país como gente amable y acogedora pero poco trabajadora, el clima como uno de los mejores de Sudamérica, pero propenso a sufrir los efectos de la naturaleza. La relativa inestabilidad, la falta de industria y la escasez de profesionales y obreros calificados eran los aspectos negativos de los informes que desaconsejaban la posible llegada de profesionales suizos. Los informes consulares de 1854 y 1856 destacaron los esfuerzos del gobierno chileno por colonizar el sur de Chile, específicamente la Araucanía. Se estima que más de 22.000 suizos recibieron tierras entre 1883 y 1890. Sin embargo, debido a sus características de idioma y cultura, este grupo fue confundido a menudo con alemanes, franceses e italianos.
Anteriormente ya habían llegado al país otras familias suizas, pero de forma espontánea, para colonizar el extremo sur del país. Entre abril de 1876 y mayo de 1877, llegó al sector de Magallanes un grupo de personas de origen suizo compuesto por 119 familias, en su mayoría campesinos del cantón de Friburgo (Suiza). Estos agricultores recibieron del gobierno chileno algunas hectáreas de terrenos despoblados que transformaron en campos aptos para la siembra y la crianza de ganado lechero.
De los descendientes de los suizos que llegaron a Chile surgieron dos de los presidentes que tuvo el país: Eduardo Frei Montalva y su hijo, Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Llegada de personas de Países Bajos
Actualmente se calcula en aproximadamente 50.000 los descendientes de neerlandeses, la mayoría ubicados en la Región de La Araucanía, específicamente en Malleco, Gorbea, Pitrufquén, Faja Maisan y alrededores de Temuco.
La primera llegada de personas desde los Países Bajos hacia Chile ocurrió en 1895, cuando una docena de familias neerlandesas se estableció entre 1895 y 1897 en Ancud, particularmente en Mechaico, Huillinco y Chacao. En el mismo período, llegaron otras familias cerca de Puerto Montt y a Villarrica. A principios del siglo XX, después de la Guerra de los Bóeres, llegó a Chile un grupo bastante numeroso de neerlandeses de Sudáfrica, donde se habían establecido para trabajar en la construcción del ferrocarril. Después de un largo tiempo en campos de concentración británicos, algunos de estos emigrantes decidieron regresar a su país de origen. Poco después de su regreso a los Países Bajos, se les presentó la posibilidad de emigrar a Chile con ayuda del gobierno chileno. El 4 de mayo de 1903, un grupo de más de 200 personas de origen neerlandés zarpó en el barco a vapor Oropesa, desde La Rochelle (La Pallice), en Francia. La mayoría había nacido en los Países Bajos. Un mes más tarde, llegaron en tren a su destino final, la ciudad de Pitrufquén, estableciéndose definitivamente en el caserío Donguil. Otro grupo de holandeses llegó poco después a Talcahuano. La comunidad neerlandesa en Donguil fue llamada "Colonia Nueva Transvaal". Allí se establecieron más de 500 familias con el propósito de comenzar una nueva vida. Más tarde les seguirían otras veinte. Entre el 7 de febrero de 1907 y el 18 de febrero de 1909, llegó el último grupo de familias "bóers" a la zona.
Llegada de personas de Austria
Los primeros austríacos que llegaron a Chile fueron personas que buscaban refugio de tirol en la Silesia prusiana, quienes aceptaron las ofertas de llegada de personas hechas a la población alemana, según la "Ley de inmigración selectiva" de 1845. Estas personas se establecieron, casi en su totalidad, a orillas del Lago Llanquihue. En 1875, colonos austríacos de Bohemia, fundaron la localidad de Nueva Braunau cerca de Puerto Varas, en honor a su ciudad de origen Braunau, actualmente llamada Broumov en la República Checa.
Después de la disolución del Imperio austrohúngaro en 1918, la llegada de personas de Austria continuó durante todo el período entre guerras. A partir de 1938, Chile se convirtió en destino de muchas personas de origen austríaco y judío que abandonaron el país después de la anexión de Austria por parte del gobierno de la época en Alemania. En 1940, en Santiago, personas de origen austríaco fundaron la asociación "Austria Libre", que pronto tuvo 2.000 miembros y estuvo en contacto con otros grupos austríacos en el exilio en América. En 1943, "Austria Libre" se unió al Comité Central Austríaco de América Latina, con sede en Montevideo. Se estima que entre 4.000 y 5.000 austríacos se habrían establecido en Chile a lo largo del siglo XX.
Llegada de personas de Bélgica
La presencia belga en Chile comienza oficialmente con la apertura, en 1832, de un consulado belga en Valparaíso, manteniendo importantes vínculos comerciales con el puerto de Amberes durante todo el siglo XIX y principios del XX. A finales del siglo XIX, comenzaron a llegar algunas personas de origen belga, entre las que destacan empresarios que instalaron fábricas textiles, aserraderos y fundiciones en el país. A su vez, en años posteriores, durante el siglo XX, se instalaron en Chile algunos sacerdotes jesuitas belgas, entre los que destaca Gustavo Le Paige, fundador y director del museo arqueológico de San Pedro de Atacama que lleva su nombre. Después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1947 y 1949, un grupo de familias belgas se instala en la localidad de Chile Chico, en la Patagonia chilena. Muchos de sus descendientes viven hoy en diversas ciudades del país, principalmente en Santiago. El expresidente de Chile Salvador Allende Gossens era descendiente de belgas, ya que su madre era parte de la comunidad que se estableció en la ciudad de Concepción.
Llegada de personas de Noruega, Suecia y Dinamarca
La llegada de personas de Noruega comenzó a finales del siglo XIX y consistió en balleneros y pescadores que se establecieron en Magallanes. Asimismo, pequeños grupos de suecos y daneses se han ido estableciendo en el país desde finales del siglo XIX, de forma aislada o junto con otras llegadas de europeos. Algunos descendientes destacados de estas comunidades son los periodistas Fernando Paulsen, Matilda Svensson y Fernanda Hansen, el exministro John Biehl o el diputado Diego Paulsen.
Llegada de personas de Europa Oriental
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Ignacio Domeyko, inmigrante polaco lituano, rector de la Universidad de Chile de 1867 a 1883.
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Volodia Teitelboim Volosky, de ascendencia ucraniana, moldava y judía, Premio Nacional de Literatura en 2002.
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Antonio Skármeta Vranicic, descendiente de croatas, Premio Nacional de Literatura en 2014.
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Gabriel Boric, de ascendencia croata, presidente de Chile para el período 2022 a 2026.
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Iglesia ortodoxa griega de los Santos Constantino y Elena, ubicada en la comuna de Ñuñoa.
Llegada de personas de Croacia y Serbia
Las estimaciones de ascendencia croata actual varían entre 200.000 personas, según fuentes diplomáticas de Croacia, y 400.000 personas según la Corporación Cultural Chileno-Croata Domovina, lo que corresponde al 95 % de la llegada de personas de Yugoslavia a Chile. Otro 5 % adicional corresponde a personas de origen serbio, que solían viajar junto con el grupo croata usando las mismas rutas, y que por lo tanto sumarían entre 10.500 y 21.000 descendientes.
La llegada de personas ocurrió en dos momentos. La primera, principalmente de la provincia de Dalmacia, a mediados del siglo XIX, debido a conflictos en la península, y fundamentalmente a las regiones de Tarapacá y Antofagasta en el norte, con el propósito de trabajar en el comercio y en la minería de nitratos. Una segunda oleada aún mayor ocurrió durante la primera mitad del siglo XX, huyendo de la Primera Guerra Mundial, esta vez hacia el extremo sur del país, en la región de Magallanes, con el propósito de unirse a la actividad ganadera. Muchos descendientes de croatas del norte y sur de Chile se trasladaron posteriormente a la capital Santiago, sobre todo cuando el negocio del salitre terminó.
Después de la Gran Guerra, la llegada de personas se reanudó, perdiendo intensidad en la década de 1930. Es importante señalar que la comunidad croata en Chile era oficialmente considerada como austrohúngara. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se empezó a hablar de la comunidad yugoslava. Con la independencia de Croacia en los años 1990, los croatas volvieron a destacar su cultura y tradiciones, al igual que los serbios. Diversas instituciones creadas por las comunidades croata y serbia han perdurado, como clubes sociales, colegios, estadios e instituciones de ayuda. Cabe señalar que Punta Arenas y Antofagasta son ciudades hermanas de la ciudad de Split, en Dalmacia, al igual que Iquique lo es con Zadar.
Llegada de personas de Grecia
En 2007, las personas de origen griego y sus descendientes se calculaban entre 90.000 y 120.000, principalmente en Santiago, La Serena, Puerto Montt, Valparaíso y Antofagasta. El impacto de esta llegada de personas se puede ver, por ejemplo, en que Chile es el país latinoamericano con más apellidos de origen griego.
Los primeros griegos llegaron durante el siglo XVI, de Creta, por lo que se apellidaron "Candia", en honor a la capital de la isla, actual Heraklion. El apellido, aunque persiste, está muy desvinculado de sus orígenes lejanos. La mayoría de las personas de origen griego llegaron a Chile a principios del siglo XX, huyendo de la Primera Guerra Mundial y de la situación en Esmirna, Turquía. Las crónicas de la época señalan que la mayoría llegó atraída por la fama del norte chileno, por la explotación del salitre y la riqueza del país. Según el diario El Mercurio de Antofagasta, entre 1920 y 1935, había alrededor de 400 griegos en Antofagasta y unos treinta en las oficinas salitreras. Desde entonces, han pasado unas cuatro o cinco generaciones de descendientes de griegos. Algunos se han trasladado al centro y sur del país.
La llegada de personas de origen griego está relacionada con los inicios de la Universidad de Chile, sede Antofagasta, actualmente Universidad de Antofagasta.
Llegada de personas de Rusia
Los primeros registros de la visita de rusos a Chile datan de principios del siglo XIX, cuando ocurrieron diversas expediciones rusas de circunnavegación del mundo. Así, se menciona a Chile en las memorias que los marinos rusos hicieron de sus viajes, como Otto von Kotzebue y Fiodor Litke. En 1854, aparecen por primera vez en los registros censales personas de origen ruso viviendo en Chile. Estas primeras personas eran principalmente marinos, aventureros o comerciantes. También hubo profesionales como el médico Alexei Sherbakov, futuro cirujano de la Armada chilena en la guerra del Pacífico.
El período más activo de esta llegada de personas fue a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En su mayor parte, llegaron a Chile desde Argentina. A principios del siglo XX, la mayoría de las personas del Imperio Ruso pertenecían a grupos que sufrían discriminación, especialmente judíos. Las personas de origen ruso se establecieron originalmente en la zona de la Araucanía, en el período de la primera colonización de esta zona (1883-1901), donde llegaron algo más de 250 familias. A Chiloé llegaron otras 100 familias. Posteriormente, llegaron más personas huyendo de los cambios políticos durante la guerra civil rusa. En este período, se instala la primera capilla ortodoxa rusa del país. Hoy en día existen muchas instituciones ortodoxas, además de una iglesia ortodoxa rusa de estilo tradicional y varias capillas en Santiago de Chile, Valdivia y Concepción. En la comuna de Puente Alto, al sur de Santiago, existe el Cementerio Ruso ortodoxo, propiedad de la comunidad rusa.
Llegada de personas de Polonia
Aunque la presencia de personas de origen polaco en Chile data de mediados del siglo XIX, con la llegada del científico Ignacio Domeyko, quien llegó a ser rector de la Universidad de Chile, esta comunidad estuvo compuesta principalmente por personas de origen judío, que huían de la ocupación en la Segunda Guerra Mundial.
Llegada de personas de Hungría
La llegada de personas de Hungría a Chile tuvo su auge en la primera mitad del siglo XX, aunque no fue un flujo tan numeroso como otros de origen europeo. A su vez, Chile fue un punto de paso importante para los húngaros hacia países de habla inglesa: Estados Unidos, Canadá y Australia. Según algunos datos, actualmente viven 1.306 ciudadanos húngaros en Chile, pero no hay un registro del número de personas de ascendencia húngara que viven en el país, que se estima en unas 2.000 personas, siendo la quinta comunidad más grande de Latinoamérica.
Llegada de personas de Ucrania
Se sabe que los ucranianos emigraron a Chile cuando Ucrania estaba bajo el dominio ruso en la década de 1910 y, de nuevo, durante el dominio soviético (de 1917 a 1991).
Llegada de personas de Bulgaria
Hay una pequeña comunidad búlgara en Chile, concentrada principalmente en Santiago de Chile.
Llegada de personas de República Checa
Llegada de personas de Asia
Llegada de personas de Medio Oriente
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Alejandro Jodorowsky, artista chileno de origen judío-ucraniano.
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Ministra Ena von Baer, en una festividad judía en el Palacio de La Moneda.
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Alejandro Hales Jamarne, abogado y político chileno de origen jordano
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Asentamientos de gitanos nómades en Antofagasta.
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Frontis del Club Árabe de la ciudad de Viña del Mar.
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Mario Kreutzberger, más conocido como Don Francisco, presentador chileno de origen judío-alemán.
Llegada de personas de origen árabe, palestino, sirio y libanés
Es una de las principales comunidades en el país. Se estima que cerca del 4 %–5 % de la población chilena es descendiente de personas de origen árabe, sumando unas 800.000 personas. Existen varias estimaciones para la distribución de las distintas comunidades; según una encuesta de 2001, el 61 % de este grupo sería principalmente palestino, equivalente a 500.000 personas, seguido de sirios con un 25 %, y un 4 % de libaneses, además de un 9 % de matrimonios mixtos entre las tres comunidades.
Se establecieron durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, huyendo de situaciones difíciles en el Imperio otomano, principalmente porque practicaban la religión cristiana. La situación económica y el inicio de la Primera Guerra Mundial también motivaron su llegada.
A su llegada, las personas de origen árabe se dedicaron principalmente al comercio. La comunidad palestina, a pesar de sus diferencias culturales con la sociedad chilena, logró integrarse y formar parte importante de la clase media del país, aunque algunos de sus miembros lograron grandes fortunas. Aunque el Barrio Patronato, Santiago de Chile, La Calera y Curicó fueron sus principales centros de residencia, reunión y comercio por muchos años, en el último tiempo se han trasladado por la ciudad de Chile y a comunas de Santiago como Las Condes, Providencia, Ñuñoa y Recoleta. Beit Yala, Beit Sahour y Belén, son fundamentalmente el origen concreto de esta comunidad, y se embarcaron hacia Chile alrededor de 1860. Hasta 1918, las personas de origen palestino viajaban con pasaporte turco, a través de los puertos de Beirut, Haifa y Alejandría, y el trayecto se hacía vía Génova y Marsella. Se estimó que el 61 % de las personas de origen árabe que se establecieron definitivamente en Chile llegaron entre 1900 y 1930, estimándose su número en unas 40.000 personas. Así mismo, se estimó que más del 60 % de las personas de origen árabe que llegaban tenían entre 10 y 30 años. Hoy en Chile está la comunidad palestina más grande fuera del mundo árabe.
En 1912, apareció Al Muerched, el primer periódico chileno escrito en árabe. Posteriormente surgieron otros periódicos en árabe en Chile, o en español, como La Reforma, Mundo Árabe y Jeque. Actualmente, la llegada de personas de origen árabe, especialmente palestina, sigue siendo importante. Además de su llegada por sus propios medios, en abril de 2008 llegaron a Chile más de 120 personas de origen palestino que buscaban refugio. Además de la fuerte influencia en diversos ámbitos del país, un hecho que demuestra su gran presencia es la participación de al menos 7 futbolistas chileno-palestinos en la selección de fútbol de Palestina durante las clasificatorias asiáticas de la Copa Mundial de Fútbol de 2006. También se ve reflejada la influencia de esta comunidad en el deporte, como el club de fútbol de primera división Palestino. De igual manera, existen en el país comunidades de origen sirio y libanés, aunque en menor proporción que los palestinos. Estas comunidades del Medio Oriente practican principalmente el catolicismo, y en menor grado existen miembros de la iglesia ortodoxa, el judaísmo y el islam.
Llegada de personas de origen judío
La comunidad judía en Chile se calcula entre 150.000 y 175.000 miembros, siendo la tercera comunidad en Sudamérica, después de Argentina y Brasil. Los primeros judíos llegaron a Chile con los conquistadores españoles. En la época de la Inquisición, debían ocultar su origen. Diego García de Cáceres, amigo de Pedro de Valdivia, fue uno de ellos. En la época colonial, el personaje más destacado de origen judío de Chile fue el médico cirujano Francisco Maldonado da Silva, quien falleció en 1639.
A partir de 1840, comienzan a establecerse los primeros judíos en Valparaíso, especialmente askenazís franceses y alemanes. Desde entonces, la presencia de los descendientes de Israel se expande por Santiago, Valdivia, Puerto Montt, Temuco, La Unión, e incluso en la Provincia de Atacama, donde llegan atraídos por el negocio minero. A finales del siglo XIX, llegan al país judíos que huían de situaciones difíciles en la Rusia zarista, instalándose en Santiago y en el sur del país. Un grupo de familias judías llegó junto a otro grupo de alemanes y suizo-alemanes para fundar y colonizar la localidad de Contulmo. A principios del siglo XX, también comenzaron a llegar judíos sefarditas, de Macedonia. El censo de 1907 indica que había 14 familias judías en Temuco, y que en 1920 ya había 300 familias. Además de los sefarditas, se contaban en Temuco 900 judíos de origen polaco, ruso y ucraniano. También fue la primera ciudad chilena en tener una sinagoga y un "Club Israelí". A partir de 1933 y hasta 1939, un nuevo grupo de judíos llegó al país, huyendo de las situaciones difíciles impuestas por el gobierno de la época en Alemania, Austria y Checoslovaquia. Al final de la Segunda Guerra Mundial, llegó otro grupo, no muy numeroso, de sobrevivientes.
Llegada de personas de Armenia
La comunidad armenia de Chile está compuesta por personas de origen armenio que llegaron y sus descendientes. La mayoría llegó a Chile debido a la Primera Guerra Mundial y a eventos difíciles en su país. Muchas de las personas de origen armenio que llegaron a principios del siglo XX abandonaron Siria y el Líbano, entonces provincias del Imperio otomano, y durante la guerra civil rusa y el ascenso de los cambios políticos, las personas de origen armenio del Imperio Ruso abandonaron Rusia. Actualmente viven principalmente en Santiago de Chile.
Llegada de personas de Asia del Sur
Llegada de personas gitanas
En Chile existen alrededor de 20.000 gitanos. Este pueblo llegó alrededor de 1900 por vía marítima a los puertos de Valparaíso, Arica y Punta Arenas, y también cruzando los Andes desde el Atlántico. Aunque su origen es el norte de India, los gitanos en Chile —y también los de América del Sur— tienen su origen más reciente en países de Europa del Este, usualmente desde Serbia, Rumania y Rusia.
Los gitanos en Chile se pueden dividir en dos grandes grupos: el grupo Rom y el grupo Ludár. Dentro del grupo Rom se pueden distinguir algunos subgrupos, que tienen rasgos en común, pero están tan unidos por costumbres y cultura que es difícil separarlos. En general, en Chile existen seis subgrupos de gitanos.
Los gitanos en Chile llaman a su lengua materna romané xoraxané, un idioma que, según algunas investigaciones, tiene unos treinta sonidos y que también se usa en sus ceremonias tradicionales. En los últimos años, ha aumentado el número de gitanos que se expresan en español. También se debe señalar que algunos gitanos del grupo Ludár hablan un dialecto del rumano antiguo, propio de los gitanos de Rumania y Serbia. Este dialecto también contiene vocabulario del búlgaro y del macedonio.
Llegada de personas de India, Pakistán y Afganistán
Actualmente se calcula en 1.600 los descendientes de personas de India, principalmente de India, con 1.400 personas, seguido de 200 pakistaníes. Las comunidades de India y Pakistán son pequeñas pero han crecido rápidamente en la última década. De forma similar a la comunidad china, en Iquique se han establecido muchos comerciantes gracias a la Zona Franca de Iquique, logrando incluso la construcción de la Mezquita Bilal en dicha ciudad para su comunidad musulmana, aunque ambos grupos se concentran principalmente en el poniente de Santiago de Chile. El mismo efecto se originó en Punta Arenas, donde muchas personas de la India llegaron atraídas por la Zona Franca. De igual forma, algunas personas de Afganistán, principalmente de etnia pastún, se establecieron en Chile como refugiados durante la década de 1990, debido a situaciones difíciles en su país.
Llegada de personas de Asia Oriental
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Kokoro No Niwa o Parque Japonés de La Serena.
Llegada de personas de China y Taiwán
Entre los primeros chinos en Chile se encuentran los llamados culíes (o coolies en inglés), que en el siglo XIX trabajaban en condiciones de "semi"-servidumbre en Perú, y que se quedaron en Chile después de que los territorios del norte fueran parte del país con la guerra del Pacífico. Sin embargo, la mayor parte de la comunidad china en Chile es reciente y tiene cerca de 20.000 miembros. Lo común es que las personas de origen chino que viven en el país trabajen como emprendedores en sus propios negocios familiares, principalmente en el comercio de productos importados, seguido del negocio de restaurantes de gastronomía china. De hecho, en 2016 había 457 restaurantes chinos en Chile, con 156 de ellos en Santiago. Aunque la mayoría vive en Santiago, hay muchas personas en Arica e Iquique, así como en el Gran Valparaíso. Aunque no existe un "barrio chino" como tal en el país, se reconoce al comercial Barrio Meiggs de Estación Central, como una zona con fuerte presencia china. También hay un "jardín chino" en el Parque O'Higgins, inaugurado en 2006, donado por la embajada china.
Llegada de personas de Corea
Durante los últimos años, también ha crecido la comunidad de Corea, principalmente de Corea del Sur, con 2.700 miembros. Es una de las comunidades más unidas, y la mayoría se concentra en el Barrio Patronato, donde tienen fábricas textiles y comercios, a menudo llamado "pequeña Corea".
Llegada de personas de Japón
La comunidad japonesa en Chile tiene cerca de 3.000 miembros. A diferencia de la china, esta comunidad es antigua pero nunca llegó a tener un número tan grande como para crear una comunidad de gran importancia. La razón podría ser que Chile nunca aceptó la llegada de personas de Japón, por eso el flujo fue débil, a diferencia de otros países como Perú, Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay que hacían acuerdos con Japón para enviar colonos a sus países. Esto ha hecho que la mayoría de los nikkei-chilenos (descendientes de japoneses) estén completamente integrados en la sociedad chilena. Algunos descendientes destacados son el senador Carlos Ominami, el pianista Michio Nishihara Toro, y el empresario Naoshi Matsumoto, entre otros.
Llegada de personas de Filipinas
Históricamente, Chile no ha sido un destino masivo para las personas de Filipinas, incluso menos que otros países de Sudamérica. Sin embargo, el desarrollo económico de la economía de Chile, siendo una de las más prósperas de América Latina, ha motivado a trabajadores filipinos a emigrar a Chile desde principios de los años 2010, especialmente mujeres trabajadoras domésticas que se desempeñan como ayudantes del hogar con contrato y que viven en la casa de sus empleadores. Se han creado agencias de empleo exclusivas para este tipo de trabajo y nacionalidad, que hacen los contactos entre Chile y Filipinas para que sean contratadas, en su mayoría, por familias chilenas de la clase alta. No se sabe con exactitud cuántas personas de origen filipino residen actualmente en Chile, pero se estima un número menor a 1.000 personas.
Véase también
- Emigración en Chile
- Inmigración irregular en Chile
- Crisis migratoria en el norte de Chile
- Servicio Nacional de Migraciones