Imperio español en Asia y Oceanía para niños
Datos para niños Indias Orientales EspañolasSilangang Indiyas ng Espanya |
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Parte del Virreinato de Nueva España (1565-1821) Provincia de España<(1821-1901) |
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1565-1901 | ||||
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![]() Ubicación de Indias Orientales Españolas
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Coordenadas | 14°35′00″N 121°00′00″E / 14.58333333, 121 | |||
Capital | Manila | |||
Entidad | Parte del Virreinato de Nueva España (1565-1821) Provincia de España (1821-1901) |
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Historia | ||||
• 27 de abril de 1565 |
Presencia Española | |||
• 28 de septiembre de 1821 |
Establecimiento | |||
• 12 de junio de 1898 |
Independencia de Filipinas | |||
• 10 de diciembre de 1898 |
Transferencia de las Islas Filipinas a los Estados Unidos | |||
• 12 de febrero de 1899 |
Cesión al Imperio alemán de las Islas de Micronesia | |||
• 23 de marzo de 1901 |
Cesión a los Estados Unidos de las islas del archipiélago filipino | |||
El Imperio español en Asia y Oceanía se refiere a los territorios en el Sudeste Asiático y las islas del Pacífico que fueron parte de España entre los siglos XVI y XIX.
España realizó muchas expediciones al océano Pacífico después del viaje de Magallanes y Elcano (1519-1522). Esto llevó al descubrimiento de varias tierras que luego se unieron al Imperio español. La razón principal de la presencia española en Asia y Oceanía fue controlar las Islas Molucas, conocidas como "Islas de las Especias", que estaban en disputa con Portugal. El Tratado de Zaragoza de 1529 estableció las áreas de influencia de Portugal y España, dejando las Molucas para Portugal y las Filipinas para España.
La presencia española duró más de tres siglos, desde 1565, cuando se conquistó el archipiélago filipino, hasta 1899. En ese año, España entregó las islas de Micronesia al Imperio alemán. Estas fueron sus últimas posesiones en Asia y Oceanía, después de haber perdido las Filipinas en 1898 durante la guerra hispano-estadounidense. Durante este tiempo, administradas por la Capitanía General de Filipinas, España tuvo las Filipinas, las Palaos, las islas Marianas y las islas Carolinas (incluyendo las islas Marshall y las islas Gilbert).
Contenido
Primeras exploraciones españolas en el Pacífico
El viaje de Fernando de Magallanes
Durante la era de los descubrimientos, una expedición liderada por el portugués Fernando de Magallanes, al servicio de la Corona española, encontró el paso al océano Pacífico el 21 de noviembre de 1520. Luego llegaron a la isla de Orona (islas Fénix), tomando posesión de las islas para España.
En su viaje de 1521, descubrieron el archipiélago Tuamotu y visitaron la isla Puka-Puka, a la que llamaron "San Pablo". El 6 de marzo de 1521, la expedición llegó a Guam para conseguir alimentos y agua.
El 16 de marzo, llegaron a Sámar, descubriendo así las islas Filipinas. Magallanes las llamó "islas de San Lázaro" y las reclamó para España. En Mactán, Magallanes falleció en un enfrentamiento el 21 de abril de 1521, al intentar someter a los habitantes. Su sucesor, Duarte Barbosa, fue traicionado y falleció en Cebú junto a varios de sus hombres.
Las naves restantes, la Victoria y la Trinidad, continuaron el viaje. En Mindanao, Juan Sebastián Elcano tomó el mando y se dirigieron a las islas Molucas para cargar especias, desde donde regresarían a España.
Las dos últimas naves se separaron debido a un problema en la Trinidad. La Victoria navegó hacia el oeste por el océano Índico, mientras que la Trinidad, bajo el mando de Gonzalo Gómez de Espinosa, intentó regresar por el océano Pacífico.
El viaje de Gonzalo Gómez de Espinosa
El 6 de abril de 1522, la Trinidad salió de Tidore y se dirigió al noreste. Avistaron las islas más al norte de las Marianas y luego fueron al norte buscando vientos favorables para llegar a Nueva España. Debido a una tormenta, los marineros tuvieron que volver por las Marianas.
La nave estaba en muy mal estado, por lo que tuvieron que ir a la isla de Ternate, donde fueron capturados por los portugueses. El barco fue quemado y la carga confiscada. De los cincuenta hombres que estaban en la nave, solo dieciocho sobrevivieron.
En este viaje, la Trinidad descubrió varias islas para España, al norte y noreste de Halmahera, como Doi, Rau y Morotai. Fueron los primeros europeos en descubrir las Palaos, la isla de Sonsoral y, más al noreste, avistaron nuevas islas en la zona de las actuales Ngulu, Yap, Ulithi, Fais y Sorol. También descubrieron la isla de Aguihan o Asunción y la isla Maug en las Marianas. Fue la primera nave en subir a los 42º norte en el Pacífico y la primera en intentar el viaje de regreso.
La expedición de García Jofré de Loaísa
Después de la primera vuelta al mundo, Carlos I de España decidió enviar otra expedición para tomar posesión de las islas Molucas. Encargó a García Jofré de Loaísa y a Juan Sebastián Elcano que lideraran la expedición con siete naves.
Llegaron al Pacífico el 26 de mayo de 1526. La expedición fue difícil: una nave se hundió, otra se perdió y dos más desertaron. Además, las naves se dañaban y los tripulantes fallecían por enfermedades. Entre ellos, murieron Loaísa y Elcano. Durante el viaje, se perdió el patache Santiago, que llegó a Nueva España, y la San Lesmes, de la que no se supo más.
La única nave que sobrevivió, la Santa María de la Victoria, continuó el viaje hasta las islas Marianas. Descubrieron la isla de San Bartolomé (Maloelap) el 21 de agosto, pero no pudieron desembarcar y siguieron hasta llegar a la isla de Guam el 5 de septiembre.
Se dirigieron a Mindanao en las Filipinas y de allí a las islas Molucas, donde llegaron el 2 de octubre de 1526. En las Molucas, lucharon durante tres años hasta que en 1529 se firmó un acuerdo de paz con el gobernador portugués Jorge de Menezes. La tripulación fue llevada como prisioneros a Goa (India portuguesa) y llegaron a Lisboa en 1536, finalizando la expedición.
La expedición de Álvaro de Saavedra Cerón
Hernán Cortés, después de conquistar el Imperio azteca, consideró importante crear flotas en el Pacífico. Por ello, pidió a su primo Álvaro de Saavedra Cerón que comandara una expedición al Pacífico. Este capitán, con dos naves y un bergantín, zarpó del puerto de Zihuatanejo el 31 de octubre de 1527. Navegaron hacia el oeste, recorriendo la costa norte de Nueva Guinea, hasta llegar a Mindanao en las Filipinas, para luego seguir a las Molucas. Al llegar a Tidore, encontraron a algunos supervivientes de la expedición de Loaísa.
La Florida, la nave principal de la expedición, fue la única que sobrevivió. El 12 de junio de 1528, salieron de Tidore hacia el Pacífico para intentar el viaje de regreso, pero no tuvieron éxito. Lo intentaron de nuevo el 2 de mayo del año siguiente, pero tuvieron que hacer reparaciones en Nueva Guinea, donde recogieron comida y agua de los nativos. Durante la travesía, descubrieron las islas del Almirantazgo y las islas Marshall, que fueron reclamadas para España. Más tarde, Saavedra falleció y la expedición terminó tras un naufragio en una tormenta.
En esta expedición, se hicieron muchos descubrimientos geográficos: Namonuito en las Carolinas centrales, así como las islas Los Reyes (identificadas como Faraulep). También encontraron Nueva Guinea, que bordearon por el norte. En el viaje de regreso, descubrieron la isla de Paine, y varias islas en las Carolinas, las islas del Almirantazgo y las islas Marshall, que fueron incorporadas a España.
Se cree que exploradores españoles de esta expedición pudieron haber llegado al archipiélago de Hawái dos siglos antes de que el capitán James Cook las visitara en 1778.
La expedición de Hernando de Grijalva
En 1537, Hernán Cortés envió a Hernando de Grijalva a Perú con ayuda para Francisco Pizarro. Después de esa misión, Grijalva exploró el océano Pacífico ecuatorial en la nao Santiago, buscando islas ricas que se creía que estaban en dirección a las Molucas. Grijalva fue asesinado en un motín de su tripulación, quienes decidieron llevar el barco hacia las Molucas.
Antes de perder el barco en Nueva Guinea, donde casi toda la tripulación falleció, los exploradores descubrieron algunas islas. Los tres supervivientes fueron rescatados por el gobernador portugués de la fortaleza de Ternate, António Galvão.
La expedición de Ruy López de Villalobos
En 1541, Ruy López de Villalobos recibió la orden de Antonio de Mendoza y Pacheco, el primer virrey de Nueva España, de liderar una expedición a las Indias Orientales para encontrar nuevas rutas comerciales. Llevaba seis naves y entre 370 y 400 hombres que zarparon el 1 de noviembre de 1542 desde el Puerto de Navidad (Jalisco).
Navegaron hacia el suroeste hasta llegar a la isla filipina de Mindanao, después de descubrir algunas tierras. Allí pasaron hambre y tuvieron conflictos con los habitantes. Se dirigieron a las islas de las Especias (Molucas), donde Villalobos envió una nao para intentar el viaje de regreso por el Pacífico y pedir ayuda al Virreinato. La nao Santiago siguió hacia el norte, capitaneada por Bernardo de la Torre, y tras el fracaso, lo intentaron por el sur con la misma nao, pero esta vez capitaneada por Íñigo Ortiz de Retes. Villalobos falleció en 1544 en la isla de Ambon. La expedición fracasó porque los portugueses los hicieron prisioneros.
En la expedición de Villalobos se descubrió la isla Clarión, parte de las islas Revillagigedo; la isla Wotje en el este de las Marshall; el grupo de Kwajalein, llamado "islas Los Jardines", en el centro de las Marshall; la isla de Fais en el oeste de las Marshall y la isla de Yap en el oeste de las Carolinas. En el viaje de ida, los informes de Juan Gaetano parecen describir el descubrimiento de las islas Hawái o de las islas Marshall en 1555.
El viaje de Bernardo de la Torre
El intento de regreso a Nueva España de Bernardo de la Torre por el norte comenzó desde la isla de Sarangani en Mindanao el 4 de agosto de 1543 a bordo de la nao San Juan. Falló en su intento y regresó a las Molucas.
Las tierras descubiertas fueron: un arrecife llamado Abreojos; quizás el arrecife Arakane; quizás la isla de Parece Vela (también llamada Okino Tori); quizás las islas de Sarigán, Anatahán, Saipán, Farallón de Pájaros, Medinilla y Tinián en las Marianas. Posiblemente descubrieron la isla Marcus (Minamitorishima) y algunas de las islas Bonin (Ogasawara), a las que llamó "islas del Arzobispo", las islas de Los Volcanes, y la isla de Iwo Jima. Además, fue el primer europeo en cruzar el estrecho de San Bernardino y el primero en rodear Mindanao.
El viaje de Íñigo Ortiz de Retes
Íñigo Ortiz de Retes intentó el viaje de regreso a América por el sur con la nao Santiago. La nave partió de Tidore el 16 de mayo de 1545. Avistaron las islas Talao donde descansaron una semana. De allí se dirigieron al sureste hasta avistar la costa norte de Nueva Guinea, que bordearon durante cuatro días. Desembarcaron el 20 de junio cerca de la desembocadura de un río que llamó San Agustín, identificado con el río Mamberamo. Desembarcó y tomó posesión de estos territorios para la corona española, dándoles el nombre de "Nueva Guinea" porque sus habitantes le recordaron a los de la Guinea africana. Bordearon más de la mitad del norte de Nueva Guinea y, debido a los malos vientos, se vieron obligados a regresar a las Molucas en agosto de 1545.
La conquista de las Filipinas
Después de la expedición de Magallanes, hubo varias expediciones a las Filipinas, pero todas fallaron en su intento de conquista. Se sabía que los habitantes eran pacíficos, y también había interés en quitarle poder a Portugal en las Indias Orientales.
En 1527, Hernán Cortés organizó una expedición para encontrar nuevas tierras en el mar del Sur (océano Pacífico), y encargó a su primo Álvaro Saavedra y Cerón el mando. Tres barcos zarparon de Zihuatanejo hacia Asia el 31 de octubre de 1527. Dos naufragaron y el tercero llegó a las Molucas, pero no pudo regresar.
Luego, en 1541, Ruy López de Villalobos fue enviado por el virrey Antonio de Mendoza para liderar una expedición a las Indias Orientales en busca de nuevas rutas comerciales. Su expedición partió de Puerto de Navidad en 1542 con cuatro carabelas.
En 1543, la flota llegó a la costa sur de la isla de Luzón (Filipinas). De allí, se dirigieron más al este hasta alcanzar la isla de Leyte y las nombraron "islas Filipinas" en honor al príncipe y futuro rey de España Felipe II. Debido al hambre y a un accidente de navegación, la expedición fue desastrosa y tuvieron que buscar refugio en las Molucas, que eran dominio portugués. Villalobos falleció allí en 1544. El resto de la tripulación logró escapar y regresar a Nueva España, donde contaron sus experiencias al virrey. Así, la Capitanía General de Filipinas fue considerada parte de la Nueva España.
La expedición Legazpi-Urdaneta
El intento de colonizar Filipinas no terminó. El segundo virrey de Nueva España, Luis de Velasco, encargó a Miguel López de Legazpi, con la ayuda de fray Andrés de Urdaneta, que realizara una nueva expedición.
Zarpó de Puerto de Navidad el 21 de noviembre de 1564. En el viaje, conquistó Guaján (Guam), las islas Carolinas, las islas de Saavedra (islas Marshall) y las islas Marianas. El 27 de abril de 1565, Legazpi llegó a las Filipinas, tocando Sámar, donde comenzó la conquista. López de Legazpi fue hábil y evitó conflictos con los habitantes, lo que le permitió explorar sin resistencia. Debido a la escasez de productos, Legazpi tuvo que moverse de isla en isla, expandiendo sus dominios. El avance fue fácil porque los clanes en las islas estaban divididos, y Legazpi estableció amistades que le permitieron fundar los primeros asentamientos españoles: la Villa del Santísimo Nombre de Jesús y Villa de San Miguel.
Además de la conquista de las Filipinas por Miguel López de Legazpi, se descubrió la ruta de regreso a América, conocida como el tornaviaje, gracias a Andrés de Urdaneta. Esta ruta, que aprovechaba la corriente de Kuroshio, se convirtió en el principal enlace comercial entre las posesiones de España en América y sus territorios en Asia, a través del famoso Galeón de Manila.
El Galeón de Manila
Las actividades del Galeón de Manila comenzaron en el siglo XVI después del tornaviaje de Andrés de Urdaneta. La ruta del Galeón iba desde Manila (Filipinas) hasta Acapulco (México). Guaján (Guam) era una parada importante en esta ruta. Los galeones transportaban especias (pimienta, clavo y canela), porcelana, marfil, laca y telas finas (tafetanes, sedas, terciopelo, raso), que se recogían tanto en las islas Molucas como en la costa asiática del Pacífico. Estas mercancías se vendían en los mercados europeos y americanos.
Exploraciones españolas en el Pacífico (1576-1607)
La expedición de Juan Jufré y Juan Fernández
En 1576, desde el Virreinato del Perú, los marinos Juan Jufré y Juan Fernández realizaron una expedición a la Polinesia. Durante este viaje, descubrieron el archipiélago de Nueva Zelanda, siendo los primeros europeos en llegar allí. Exploraron y tomaron posesión del archipiélago en nombre del rey de España Felipe II. También es posible que llegaran a la costa oriental de Australia.
Al finalizar la expedición, se envió una carta al rey de España informándole del descubrimiento de nuevas tierras. Se describía un suelo montañoso, fértil, con ríos grandes y habitado por personas de piel clara (Nueva Zelanda y los maoríes) que tenían todo lo necesario para vivir. Sin embargo, el rey nunca respondió a esta carta y la expedición quedó en el olvido.
Las expediciones de Álvaro de Mendaña
Primer viaje de Mendaña
La expedición partió del Callao (puerto de Lima) el 20 de noviembre de 1567, con dos barcos y 150 hombres. Después de cruzar lo que llamaron "golfo de la Concepción" y "golfo de la Candelaria" (el mar entre Perú y las Tuvalu), pasaron el 15 de enero de 1568 por la isla Jesús (Nui), en las islas Tuvalu. Luego de avistar los "Baxos de la Candalaria" (Ontong Java) el 1 de febrero, llegaron a la primera de las islas Salomón: la isla de Santa Isabel el 7 de febrero de 1568. Allí, una parte de la expedición exploró la isla y otra construyó un bergantín con el que Pedro de Ortega y Hernán Gallego la rodearon, confirmando que era una isla.
Luego, la expedición exploró las islas cercanas: isla de Ramos (Malaita), San Jorge, las islas Florecidas, Galera, Buenavista, San Dimas, y Guadalupe (grupo de islas Florida o Nggela Sule), Guadalcanal, Sesarga (Savo), islas San Nicolás, San Jerónimo y Arrecifes (grupo Nueva Georgia), San Marcos (Choiseul), San Cristóbal (Makira), Treguada (Ulawa), Tres Marías (Olu Malua), San Juan (Uki Ni Masi), San Urbán (Rennell), Santa Catalina y Santa Ana, regresando a Santa Isabel el 25 de mayo. El 28 de mayo, se establecieron en Guadalcanal con la idea de fundar un poblado, pero al mes tuvieron que abandonarla por la hostilidad de los habitantes y la falta de alimentos, dirigiéndose a la isla de San Cristóbal. Durante los seis meses que estuvieron en las Salomón, no encontraron oro, pero el nombre de islas Salomón se mantuvo hasta hoy. El viaje de vuelta lo hicieron por la ruta del Galeón de Manila hasta Acapulco (en México), pasando por los Baxos de San Bartolomé (atolón Maloelap, islas Marshall) y la isla de San Francisco (isla Wake), llegando al Callao el 22 de julio de 1569.
Segundo viaje de Mendaña
Durante veinticinco años, Mendaña intentó hacer un segundo viaje para colonizar las islas Salomón. Aunque tenía la aprobación del rey, las autoridades coloniales de Perú no estaban de acuerdo. El nuevo virrey, García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, apoyó la expedición gracias a la influencia de la esposa de Mendaña, Isabel Barreto. Se organizó como una expedición privada donde el virrey aportaba los militares, y Mendaña convencía a comerciantes y colonos para participar. El objetivo era establecer una colonia en las islas Salomón para evitar que corsarios ingleses las usaran como base para atacar las Filipinas o la costa americana.
Unas cuatrocientas personas se embarcaron, incluyendo pasajeros con sus familias, dispuestos a fundar una colonia. Acompañaban al general su esposa Isabel Barreto y tres cuñados. El piloto principal de la expedición era el portugués Pedro Fernández de Quirós. Los cuatro barcos eran:
- San Gerónimo, nave principal.
- Santa Ysabel, nave almirante, desapareció el 7 de septiembre de 1595.
- San Felipe, galeota, desapareció el 10 de diciembre de 1595.
- Santa Catalina, fragata, desapareció el 19 de diciembre de 1595.
La segunda expedición partió del puerto del Callao el 9 de abril de 1595. Después de una escala en Paita, zarpó el 16 de junio, descubriendo las "islas Marquesas de Mendoza" (islas Marquesas) el 21 de julio, nombradas en honor al virrey. Exploraron las islas del sur del archipiélago: Magdalena (Fatu Hiva), Dominica (Hiva Oa), Santa Cristina (Tahuata), San Pedro (Moho Tani) y continuaron el viaje el 5 de agosto. De nuevo hacia el oeste, pasaron por la isla San Bernardo (Pukapuka, islas Cook) el 20 de agosto y La Solitaria (Niulakita, Tuvalu) el 29 de agosto. Finalmente, llegaron a las islas de Santa Cruz, al sur de las islas Salomón. Al pasar junto a Tinakula, un volcán activo, la Santa Ysabel desapareció el 7 de septiembre. Luego avistaron La Huerta (Tomotu Noi), Recifes (grupo de las islas Swallow) el 8 de septiembre. Llegaron a la isla de Santa Cruz (hoy Ndende o Nendo en las islas Santa Cruz) el 8 de septiembre.
Fundaron una colonia en la isla Santa Cruz, pero Mendaña enfermó y perdió el control. Hubo problemas con los habitantes locales y un intento de rebelión. El 18 de octubre de 1595, Mendaña falleció y su esposa Isabel Barreto se hizo cargo de la expedición. Ante el deterioro de la situación, decidieron abandonar la colonia y dirigirse a las Filipinas el 18 de noviembre. En el camino, se perdieron la San Felipe (10 de diciembre) y la Santa Catalina (19 de diciembre). La San Gerónimo, guiada por Pedro Fernández de Quirós, pasó por Guam el 1 de enero de 1596 y llegó al puerto de Cavite en Manila el 11 de febrero de 1596. Después de ser reparada, continuó hacia Acapulco, donde llegó el 11 de diciembre de 1596.
La expedición de Pedro Fernández de Quirós
Quirós, quien había llevado la nave superviviente de la última expedición de Mendaña hasta Acapulco, regresó a Perú. Luego, por consejo del virrey, viajó a Europa en abril de 1598, llegando a Sevilla en febrero de 1600. Después visitó al papa Clemente VIII en Roma, quien le dio apoyo para seguir explorando el Pacífico. Regresó a Perú en marzo de 1605 con la intención de encontrar y conquistar la Terra Australis Ignota. Organizó una expedición de tres naves: la principal Santos Pedro y Pablo, la San Pedro y la más pequeña Los Tres Reyes Magos, que partieron del Callao el 21 de diciembre de 1605, con trescientos marineros y soldados.
El 26 de enero de 1606, encontraron una isla que llamaron "Luna Puesta" (quizás Ducie en Pitcairn o una de las islas Tuamotu). Luego, el 29 de enero, "San Juan Bautista" (posiblemente Henderson en Pitcairn), una isla sin habitantes. El 4 de febrero, hallaron "San Telmo" (quizás Marutea Sur). El 5 de febrero, llegaron a "Las Cuatro Coronadas" (quizás el grupo Acteón) y luego "San Miguel Arcángel" (Vairaatea) el 9 de febrero, sin desembarcar. El 10 de febrero, encontraron la primera isla habitada del archipiélago, "La Conversión de San Pablo" (Hao), donde desembarcaron y tuvieron contacto con sus habitantes. El 12 de febrero, vieron otra isla que no visitaron pero bautizaron "Decena" (Tauere o Faaite), y al día siguiente "La Sagitaria" (quizás Rekareka), donde desembarcaron y contactaron con sus habitantes. Al día siguiente, descubrieron "La Fugitiva" (quizás Uturoa del archipiélago de la Sociedad o Raroia). También fue el primer europeo en descubrir Tahití, aunque no se sabe si desembarcó.
El 21 de febrero de 1606, Quirós logró reencontrar la isla "de San Bernardo" o "La del Pescado" (Carolina) en las Esporadas Ecuatoriales o quizás Manihiki (norte de las islas Cook), pero estaba deshabitada y sin agua. Continuaron el viaje hacia la isla de Santa Cruz. El 1 de marzo, llegaron a una isla habitada que llamaron "isla de Monterrey", "La Peregrina" o "isla de Gente Hermosa" (quizás Pukapuka en el grupo de las Danger, Swains en Tokelau o Rakahanga al norte de las Cook). Allí desembarcaron y tuvieron conflictos con sus habitantes. El 25 de marzo de 1606, la tripulación de la nave principal se inquietó, por lo que Quirós destituyó al piloto principal y puso en su lugar a Pedro de Leza. Continuaron el viaje y llegaron el 7 de abril a otra isla poblada, "Nuestra Señora del Socorro" (Taumaco en el archipiélago de las Duff), donde llamó "Venecia" a un poblado indígena y contactó con sus habitantes. El 18 de abril, Quirós ordenó zarpar hacia el sureste, alcanzando el 21 de abril la isla Tucopia (Tikopia) en las Salomón, donde desembarcó y contactó con sus habitantes. Luego descubrieron el archipiélago de las Nuevas Hébridas (islas Vanuatu), avistando el 25 de abril: San Marcos (Mere Lava), Vergel (Merig), Margaritana y Sierra Clementina (islas Maewo). El 27 de abril, pasaron por Virgen María (Gaua), Los Portales de Belén (Vanua Lava), Las Lágrimas de San Pedro (islas Saddle) y Mota (Mota Lava).
El 30 de abril, llegaron a la isla de Espíritu Santo, donde Quirós tomó posesión de todas las tierras del sur hasta el polo. La llamó la "Austrialia del Espíritu Santo" (mezclando "austral" y "Austria", la dinastía reinante en España y Portugal). La isla todavía se llama Espíritu Santo. Allí fundó una colonia que llamó "Nueva Jerusalén" a orillas de un río que denominó Jordán. Pero la colonia fue abandonada pronto debido a la hostilidad de los habitantes de la isla y a los desacuerdos entre los miembros de la expedición. Váez de Torres descubrió luego que se trataba de una isla y no de un continente y la denominó "isla Cardona".
Semanas después, Quirós zarpó de nuevo. El mal tiempo lo separó de las otras naves y no pudo (o eso dijo más tarde) regresar a la orilla. Entonces, se dirigió a Acapulco en México, donde llegó en noviembre de 1606. Su segundo al mando, Luis Váez de Torres, después de buscar inútilmente a Quirós y esperarlo quince días, se dirigió de nuevo a Espíritu Santo, descubriendo que era una isla. Siguió buscando la Terra Australis, hasta que abandonó la búsqueda y se dirigió a Manila, pasando por el mar del Coral, el estrecho de Torres que separa Australia (no se sabe si la avistó) y Nueva Guinea y luego el mar de Molucas.
El viaje de Torres
Cuando Quirós zarpó, Luis Váez de Torres se dirigió con la nave almirante a Espíritu Santo, que se descubrió que era una isla. El 26 de junio de 1606, sabiendo que "Austrialia del Espíritu Santo" era una isla, el San Pedro y Los Tres Reyes, al mando de Torres, partieron hacia Manila. Los vientos contrarios impidieron que los barcos siguieran una ruta más directa a lo largo de la costa norte de Nueva Guinea, ya conocida. El relato de Prado indica que avistaron tierra el 14 de julio de 1606, que probablemente fuera la isla de Tagula, en el archipiélago de las Luisiadas, al sureste de Nueva Guinea. El viaje continuó durante los siguientes dos meses, realizando varios desembarcos para reponer alimentos y agua y tomar posesión de esas tierras para España. Esto los puso en contacto cercano, y a veces conflictivo, con los pueblos indígenas locales.
Durante muchos años se pensó que Torres siguió una ruta cerca de la costa de Nueva Guinea para navegar los 150 kilómetros del estrecho que lleva su nombre. Sin embargo, en 1980, el historiador Brett Hilder demostró que era mucho más probable que Torres hubiera tomado una ruta más al sur a través del canal que ahora se llama estrecho de Endeavour. Desde esta posición, ciertamente habría avistado el cabo York, el extremo más al norte de Australia. La expedición demostró que Nueva Guinea no era parte del continente deseado.
El 27 de octubre, Torres llegó al extremo occidental de Nueva Guinea y se dirigió al norte de las islas de Ceram y Misool hacia el mar de Halmahera. A principios de enero de 1607, llegó al puerto de Ternate, en la isla del mismo nombre, parte de las islas de las Especias. Navegó el 1 de mayo hacia Manila, llegando el 22 de mayo.
Periodo de colonización en Asia y Oceanía
La Capitanía General de Filipinas era la entidad territorial que la Corona española estableció en las Indias Orientales. Su capital fue Cebú desde 1565 hasta 1595, año en el que Manila se convirtió en la capital hasta 1898. El virrey de Nueva España, con sede en la Ciudad de México, se encargaba de los asuntos económicos de estos territorios. En todo lo demás, el capitán general trataba directamente con el rey y el Consejo de Indias.
El siglo XVI
Después de la conquista de Filipinas en 1565 por el Imperio español, el archipiélago de Palaos, las islas Carolinas, las islas Marshall, las islas Marianas y parte de las islas Gilbert pasaron a formar parte de la Capitanía General de las Filipinas. Sin embargo, la presencia española solo se hizo más fuerte con la evangelización, que comenzó en la segunda mitad del siglo XVII. El dominio efectivo empezó en la segunda mitad del siglo XVII y continuó en los siglos XVIII y XIX.
La conquista de Filipinas detuvo la expansión del Islam hacia el norte. Cuando llegó la expedición de Magallanes en 1521, el Islam estaba presente en algunas partes de Mindanao, Joló, en zonas de Luzón, en Palawan y en las islas Calamianes, aunque de forma no muy estricta. Con el envío de frailes agustinos a Cagayán de Oro, al norte de Mindanao, se detuvo la expansión del Islam en la región. La Santa Sede incluso ofreció privilegios a los habitantes de la isla para facilitar su conversión al cristianismo, como estar libres de la jurisdicción del Tribunal de la Santa Inquisición y no tener que pagar diezmos.
Cuando el archipiélago filipino fue sometido por el navegante español Miguel López de Legazpi, una flotilla del sultán de Borneo ayudó a los príncipes de Manila, ya que uno de ellos era de Borneo. En 1577, cuando un aspirante al trono de Borneo llamado Sirela pidió apoyo a España, el gobernador español de Filipinas Sande zarpó de Manila con una escuadra. Sirela fue proclamado rey y ofreció a los españoles el territorio de Sabah y algunos asentamientos de Borneo. Estos territorios fueron incluidos en la Capitanía como parte del Imperio español. Pero el soberano destronado buscó refugio en las islas Molucas y pidió ayuda a los portugueses. Ellos organizaron una flota que venció a Sirela, quien huyó a Manila y volvió a pedir apoyo a España. Los españoles enviaron al capitán Gabriel de River con un pequeño ejército que derrotó a los ocupantes y restableció a Sirela en el gobierno, volviendo Sabah a ser territorio español.
España incluyó en el imperio la isla de Nueva Guinea, donde se construyeron varios asentamientos españoles, especialmente en la península de Doberai (actual provincia de Papúa Occidental), que fue visitada con frecuencia por comerciantes españoles.
España tuvo un protectorado en Camboya que fue controlado brevemente desde 1597 hasta 1600. Este territorio fue dominado por los españoles después de que una flota conjunta invadiera Camboya con éxito a favor del rey camboyano Barom Reachena II durante las guerras internas de Camboya. El rey Reachea II aceptó ser vasallo de España tras ser nombrado monarca. Finalmente, después de que unos rebeldes se levantaran contra el rey, el trono fue usurpado y el protectorado se disolvió oficialmente en 1600.
El Imperio también tenía intereses en Macao (China), Nagasaki (Japón), donde tenían un embajador, Malaca (Malasia), los territorios de la India portuguesa, como su capital Goa, los enclaves costeros de Damán, Diu y la isla de Angediva, y en las islas Molucas en Indonesia, donde se construyó un fuerte en la isla de Tidore. La presencia española en Tidore ayudó a la población a resistir las incursiones portuguesas y los ataques de las fuerzas holandesas.
El siglo XVII
Aunque el siglo XVII marcó el inicio de la decadencia para el Imperio, España mantuvo la mayoría de sus posesiones en Asia y desarrolló su presencia en el Pacífico. En 1606, las fuerzas españolas capturaron el fuerte de Ternate de manos del sultán que había expulsado a los portugueses. Con la toma de Ternate y Tidore, el imperio afirmó su soberanía en las islas Molucas, que no fue interrumpida hasta 1663, cuando la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales las tomó, obligando a los españoles a retirarse.
Una expedición española fue enviada desde las Filipinas para conquistar Taiwán (isla Formosa) al mando de Antonio Carreño Valdés. Desembarcaron en el norte de la isla (en el sur estaban los holandeses desde 1625) el 7 de mayo de 1626. Se fundó el "Puerto de la Santísima Trinidad" (actualmente Keelung) defendido por un fuerte llamado "San Salvador". Poco después, se fundó un nuevo asentamiento en Tamsui donde se edificó otro fuerte llamado "Santo Domingo". Españoles y holandeses se enfrentaron varias veces en Taiwán. El debilitamiento de la presencia española hizo que abandonaran Tamsui en 1638, mientras que en 1642 una flota holandesa conquistó La Santísima Trinidad y expulsó a los españoles de Taiwán.
La independencia de Portugal, el 1 de diciembre de 1640, significó para España la pérdida de muchos asentamientos en Asia que se habían establecido durante la Unión Ibérica con Portugal. Se perdieron contactos con Indochina, Malaca, Macao, Goa y asentamientos en Indonesia, conservándose de Asia solo las Filipinas.
El conflicto con los musulmanes se resolvió en 1645, cuando el sultán Kudarat y otros líderes de Mindanao cedieron parte de su territorio a los españoles y permitieron la labor de los misioneros. Los españoles reconocieron la autoridad de los líderes musulmanes. Además, se delimitaron los territorios y se permitió predicar a los misioneros cristianos en las zonas musulmanas.
En 1646, una serie de cinco combates navales, conocidas como las batallas navales de Manila, se libraron entre las fuerzas de España y las holandesas, en el marco de la guerra de los Ochenta Años. Aunque las fuerzas españolas eran solo dos galeones de Manila y una galera con tripulaciones filipinas, contra dieciocho naves holandesas, los holandeses fueron derrotados, lo que los obligó a abandonar sus planes de invadir las Filipinas.
La bandera española en el norte de Borneo (Sabah) fue izada de nuevo por Rafael Omen de Acevedo en 1648, al vencer a los nativos. Pero en la última mitad del siglo XVII, España tuvo que concentrar sus fuerzas en Luzón por falta de efectivos, lo que permitió a los piratas de la región actuar con más libertad.
En 1667, España reclamó las islas al norte de las Carolinas (islas Marianas), y les puso el nombre de la reina española Mariana de Austria. El 15 de junio de 1668, llegó a la isla de Guam una expedición de jesuitas enviados por la misma reina. Su misión era difundir el evangelio en las nuevas posesiones. Los misioneros se establecieron en Agaña y al principio fueron bien recibidos por el líder indígena Quipuha, quien se convirtió al catolicismo. Pero pronto estallaron revueltas, y en una de ellas, los isleños mataron a gran parte de la comitiva. Los indígenas se levantaron varias veces contra la ocupación española, hasta que el capitán Damián de Explana logró someterlos. En 1690, surgieron nuevas insurrecciones, pero fueron sofocadas, estableciéndose definitivamente la autoridad española en toda la región. Estas islas fueron muy importantes para el Imperio en Oceanía, debido a las frecuentes escalas del Galeón de Manila en Guam y en las demás islas.
Por otro lado, las islas Carolinas se fueron uniendo poco a poco a la Capitanía General de Filipinas con el envío de misioneros, completando su colonización efectiva en el siglo XVIII, excepto las islas Marshall y las islas Gilbert que se reclamaron de forma efectiva en el siglo XIX.
El siglo XVIII
Con la llegada de la Casa de Borbón al trono de España, las reformas de Felipe V se aplicaron sin problemas a la Capitanía General de Filipinas. Durante este siglo, se realizaron expediciones muy importantes al Pacífico.
La colonización de las islas Carolinas tuvo un fuerte carácter religioso. Después de obtener la autorización para enviar misioneros en 1707, se realizaron varias expediciones a las islas Carolinas. Una de ellas fue la del padre Cantova, quien falleció. Después de este suceso y hasta 1787, las relaciones de España con las islas Carolinas cesaron, pero luego se reanudaron con un enfoque más comercial. También aumentaron los viajes comerciales con las islas Marshall y las islas Gilbert, que entonces pertenecían a la Capitanía.
Los ingresos coloniales provenían principalmente del comercio: los galeones de Manila eran la fuente principal. Un total de 110 galeones de Manila fueron enviados a Nueva España durante el siglo. Filipinas dependía de un subsidio anual de la Corona española, y las fortificaciones de Manila no habían mejorado mucho desde su construcción. Esto hizo que la colonia fuera vulnerable.
En 1762, las fuerzas británicas tomaron Manila. Debido a la resistencia española y filipina, los británicos no pudieron avanzar y en 1764 abandonaron Manila, como se acordó en las negociaciones de paz de la guerra de los Siete Años.
En 1766, se estableció una comunicación directa con España y Europa. Los viajes al continente europeo fueron administrados desde 1785 por la Real Compañía de Filipinas, que controlaba el monopolio del comercio entre España y las islas hasta 1834.
Durante esta época, el Virreinato del Perú influyó en el Pacífico con varias expediciones a la Polinesia, como las expediciones españolas a Tahití y la expedición de González de Haedo a la isla de Pascua.
La expedición de González de Haedo a la isla de Pascua

A finales de la década de 1760, las noticias sobre naves extranjeras en zonas españolas, avistamientos de piratas y la llegada de un buque francés a las costas de Perú preocuparon al virrey Manuel de Amat y Junyent. Esto lo llevó a organizar una expedición de exploración con dos objetivos: encontrar y reconocer las islas de Davis o David y de Luján, así como la de Madre de Dios, y verificar si había asentamientos o tropas extranjeras en el sur de Chile o en las islas mencionadas.
La expedición, al mando de Felipe González Ahedo, partió del Callao el 10 de octubre de 1770. Estaba compuesta por el navío San Lorenzo, capitaneado por el propio González Ahedo, y la fragata Santa Rosalía, capitaneada por Antonio Domonte. Ambos barcos sumaban más de 500 hombres.
Finalmente, llegaron a la isla de Pascua, que ellos identificaron erróneamente con la isla de Davis, el 15 de noviembre de 1770. Durante los cinco días siguientes, rodearon la isla con dos lanchas, investigando y cartografiando la costa a fondo, y dando nombres españoles a los accidentes geográficos más importantes. De todos esos nombres, solo se conserva "punta Rosalía", nombrada como uno de los barcos de la expedición. Se hicieron los primeros planos de la isla y los primeros dibujos de los moáis.
También se adentraron en la isla, estableciendo una relación cordial con sus habitantes y estudiando el terreno, los cultivos, la fauna y las costumbres de los nativos. Finalmente, el 20 de noviembre de 1770, acordaron con los líderes locales la anexión de la isla a la Corona española y la bautizaron como "isla de San Carlos" en honor al entonces rey de España, Carlos III. Se realizó la ceremonia en el noreste de la isla, donde se izaron tres cruces de madera en la cima de tres pequeñas colinas en el volcán Poike.
Después de esto, abandonaron la isla y buscaron las supuestas islas indicadas en algunas cartas marinas al oeste de Pascua. Al no encontrar nada, decidieron regresar a Chile. Tras llegar a Chiloé, Ahedo fue informado de que el sur de Chile ya había sido explorado y no se habían encontrado signos de colonos o tropas extranjeras. Ahedo ordenó regresar al Callao, desviándose hacia el oeste y avistando de nuevo la isla de Pascua. Finalmente, llegaron a Perú el 29 de marzo de 1771, informando que la isla estaba en gran parte sin cultivar y con una costa llena de enormes estatuas de piedra (moáis).
Según los cálculos, la expedición había recorrido un total de 4177 leguas, es decir, unos 23 400 kilómetros. Después de la expedición, el Virreinato incorporó la isla de Pascua a sus territorios, pero no inició una colonización hasta el siglo XIX.
La expedición de Domingo de Bonechea a Tahití
El virrey del Perú decidió enviar colonos y misioneros a la isla de Pascua, después de su descubrimiento y anexión por González Ahedo. Sin embargo, el virrey se enteró de la presencia del inglés James Cook en Tahití en 1769 y pospuso las órdenes del rey de colonizar Pascua. Primero envió una expedición a Tahití para adelantarse a una posible colonización británica, y luego debían dirigirse a la isla de Pascua.
Al mando de Domingo de Bonechea con el barco El Águila, la expedición zarpó del Callao el 26 de septiembre de 1772, llegando a Tahití el 12 de noviembre. La isla fue llamada "isla de Amat". Se establecieron en la costa norte de la península de Taiarapu, frente al pueblo de Tautira, al que bautizaron "Santísima Cruz". Se dedicaron a establecer relaciones amistosas con los habitantes de la isla y a recoger información sobre ellos, la flora y la fauna. Después de comprobar que los ingleses no se habían asentado en Tahití ni en la vecina isla de Moorea, los españoles partieron el 20 de diciembre para cumplir las órdenes reales de colonizar la isla de Pascua, llevando consigo a cuatro tahitianos. Sin embargo, debido a la necesidad de reparar el barco, se dirigieron a Valparaíso, donde llegaron el 21 de febrero de 1773, y luego, el 31 de mayo, regresaron al Callao.
El virrey Amat y Junyent decidió enviar una nueva expedición a Tahití con la intención de anexarla y fundar una misión franciscana. Mientras tanto, James Cook llegó a Tahití en agosto de 1773 y en abril de 1774. El 20 de septiembre de 1774, partieron del Callao El Águila, al mando de Domingo de Bonechea, y el Júpiter, al mando de José Andía y Varela. Una tormenta los separó el 5 de octubre. El Júpiter llegó a Tahití el 8 de noviembre, una semana antes que El Águila. Previamente, recorrieron unas quince islas de los archipiélagos de Tuamotu, Sotavento y Australes. Viajaban con ellos los sacerdotes franciscanos Jerónimo Clota y Narciso González. Los líderes locales Tu y Vehiatua aceptaron la instalación de una misión católica en Tautira. El 1 de enero de 1775, se celebró la primera misa. El 5 de enero, se firmaron las Capitulaciones de Oxatutira (o Tautira), por las que los dos líderes de la isla reconocieron la autoridad del rey de España y la permanencia en la isla de los dos sacerdotes y dos acompañantes a cambio de la protección española. Bonechea falleció en Tahití el 26 de enero, por lo que los barcos regresaron al Callao el 27 de enero al mando de Tomás Gayangos, llegando en abril de 1775 y dejando a los cuatro misioneros en la isla.
El virrey Amat y Junyent, sabiendo que Cook preparaba un nuevo viaje, envió a El Águila a Tahití al mando de Juan Cayetano de Lángara, partiendo del Callao el 27 de septiembre de 1775 y llegando a Tautira el 3 de noviembre. El 12 de noviembre de 1775, la misión fue abandonada, regresando los sacerdotes al Callao y finalizando los intentos españoles de establecerse en Tahití.
El siglo XIX
La Capitanía General de Filipinas fue gobernada por el Virreinato de Nueva España hasta la Independencia de México en 1821, momento en que se rompió todo contacto. Debido a esto, el gobierno de la Capitanía pasó a ser administrado por el Gobierno de Madrid. Durante este periodo, se fundaron muchas ciudades y se creó infraestructura, introduciéndose varios cultivos y ganados. El comercio creció mucho y los misioneros españoles cristianizaron a la mayoría de la población, fundando escuelas, universidades y hospitales por todas las islas.
En el siglo XIX, España estableció un gobierno regular y una prisión en las islas, cuyos prisioneros provenían en su mayoría de las Filipinas. Estos presos eran obligados a participar en la colonización de todo el territorio, especialmente en las islas Marianas.
En 1852, el coronel español Coello señaló a su gobierno las ventajas que la ocupación efectiva de las islas Carolinas ofrecería al comercio de Filipinas con Australia, Nueva Guinea y América. Sin embargo, el Gobierno de España no hizo caso de sus sugerencias hasta 1885. En ese año, el representante español Butron firmó con los reyes de Koror y Artingal un acta por la cual se reconocía la autoridad del rey de España sobre las Carolinas. España también reclamó las islas Marshall y las islas Gilbert, incluyéndolas en las Indias Orientales Españolas. Una vez asegurado el territorio, España intentó establecer derechos aduaneros en la región en 1875, pero Alemania y Gran Bretaña protestaron, ya que el abandono anterior de las islas por parte de España permitió la llegada de misiones de estos dos países. El conflicto fue sometido al arbitraje del papa León XIII, quien reconoció la prioridad de los derechos de España sobre las islas hasta el grado 164º de longitud este, en concreto las islas Carolinas, las islas Marianas y Palaos, asignando a Alemania las islas Marshall y a Gran Bretaña las islas Gilbert.
Gran parte de los proyectos de infraestructura se llevaron a cabo durante el siglo XIX, lo que impulsó la economía filipina y el nivel de vida por encima de la mayoría de sus vecinos asiáticos y de algunos países europeos. Entre ellos, se construyó un sistema ferroviario en Luzón, una red de tranvía en Manila y el Puente Colgante. El 1 de agosto de 1851, se creó el Banco Español-Filipino de Isabel II para atender las necesidades del rápido crecimiento económico, que había aumentado considerablemente desde 1840 debido a una nueva economía basada en la explotación de los recursos agrícolas de las islas. El aumento de cultivos como el abacá, productos derivados del petróleo y del coco, y el añil, que tenía una gran demanda, generó un aumento de la oferta monetaria que llevó a la creación del banco. El Banco Español-Filipino también permitió a Filipinas imprimir su propia moneda (el peso filipino) por primera vez.
España invirtió mucho en educación e infraestructura. A través del Decreto de Educación del 20 de diciembre de 1863, la reina Isabel II estableció un sistema escolar público y gratuito que usaba el español como lengua de enseñanza, lo que llevó a un aumento de personas educadas.
Los españoles y habitantes de las Indias Orientales Españolas vieron en el siglo XIX un modelo de gobierno colonial que ponía los intereses de los habitantes originales de las islas antes que los del poder colonial.
Antonio Carreño Valdés
Antonio Carreño Valdés fue un sargento mayor del siglo XVII, de la Armada del Imperio español. Su misión era repeler los ataques de los holandeses, que tenían asentamientos en el sur de Filipinas, y también ganarles territorio.
En 1626, el gobernador de Filipinas encargó esta misión al Sargento Mayor Antonio Carreño Valdés. La expedición a la isla Hermosa, en el actual Taiwán, contaba con el apoyo de dos buques y cientos de soldados españoles.
Miguel Noble
Miguel Noble fue el contramaestre de la nao Santiago, nave que participó en la Expedición de Grijalva al Pacífico ecuatorial.
Después de la pérdida de la nave en Guinea Ecuatorial, estuvo en cautiverio un año. Un año más tarde, en 1539, Miguel Noble, el último de la expedición, logró escapar. Fue rescatado por el gobernador portugués de la isla de Ternate. El gobernador de Maluco tomó nota de su relato del viaje.
Miguel Noble contó que los tres supervivientes en poder de los indígenas fueron él, Juan Carracho Mancebo, y Juan Prieto, quien falleció.
Fin de la presencia española en el Pacífico
La Revolución filipina
A finales del siglo XIX, surgió un movimiento independentista, el Katipunan, que se enfrentó al gobierno colonial español. Esto llevó a la Revolución filipina. Uno de los personajes clave de este movimiento fue José Rizal, un cirujano y novelista, acusado injustamente de ser miembro del Katipunan. Su ejecución por las autoridades españolas en 1896 lo convirtió en un héroe nacional y fortaleció la resistencia. Otros líderes importantes fueron Andrés Bonifacio, fundador del Katipunan, y el general Emilio Aguinaldo.
Después de la intervención de los Estados Unidos durante la guerra hispano-estadounidense, que al principio dijo que solo quería ayudar a los rebeldes a lograr la independencia, España fue derrotada. Esto llevó a la proclamación de independencia y al establecimiento de la Primera República Filipina.
La guerra hispano-estadounidense
En 1898, los conflictos continuaron en las Filipinas. El USS Maine, enviado a Cuba por la preocupación de los Estados Unidos por la seguridad de sus ciudadanos durante la Revolución cubana, explotó y se hundió en el puerto de La Habana. Este evento llevó a la guerra hispano-estadounidense.
Emilio Aguinaldo fue ayudado por los Estados Unidos a regresar a Filipinas para que los filipinos se levantaran contra el Gobierno colonial español. Aguinaldo llegó el 19 de mayo de 1898, transportado por el comodoro George Dewey. Cuando las fuerzas terrestres estadounidenses llegaron, los filipinos ya controlaban toda la isla de Luzón, excepto la ciudad amurallada de Intramuros. El 12 de junio de 1898, Aguinaldo declaró la independencia de Filipinas en Kawit, Cavite, estableciendo la Primera República Filipina bajo la primera constitución democrática de Asia.
Los españoles perdieron la armada del Pacífico en la batalla de Cavite y los estadounidenses tomaron Guam el 21 de junio. Finalmente, en la batalla de Manila, los Estados Unidos tomaron la ciudad de los españoles. Esta batalla marcó el fin de la intervención estadounidense. España y los Estados Unidos enviaron representantes a París para redactar los términos del Tratado de París que puso fin a la guerra. Aunque no hubo una oposición interna significativa, Estados Unidos decidió anexar las Filipinas. Además de Guam, Cuba y Puerto Rico, España se vio obligada en las negociaciones a entregar las Filipinas a los Estados Unidos a cambio de veinte millones de dólares, poniendo fin al Imperio colonial español. Algunas islas del sur de Tawi-Tawi quedaron fuera del tratado y se vendieron a los Estados Unidos en 1900.
El Tratado germano-español
Después de que Dewey derrotara a la escuadra española en Cavite, una escuadra alemana llegó a Manila. La flota alemana actuó de manera provocativa con los estadounidenses, interfiriendo en las maniobras de bloqueo de Dewey. Los norteamericanos desafiaron a los alemanes, amenazando con un conflicto si continuaban las hostilidades, y los alemanes retrocedieron. El emperador alemán esperaba una derrota americana, pero dejando a España en una posición lo suficientemente débil para que los revolucionarios pudieran capturar Manila, preparando el terreno para la intervención alemana.

Después de la guerra hispano-estadounidense, Estados Unidos tomó de España las Filipinas y Guam según el Tratado de París. Como el centro administrativo de estos territorios estaba en Manila, que pasó al gobierno estadounidense, los archipiélagos de Oceanía se volvieron difíciles de defender y gobernar. España había perdido dos escuadras enteras, incluida la del Pacífico, en la batalla de Cavite en 1898. Por lo tanto, ante la clara imposibilidad de defenderlas, no tuvo más remedio que venderlas a un país que se hiciera cargo de ellas. En este sentido, Alemania presionó mucho al gobierno español para facilitar su venta.
Finalmente, este tratado, firmado por Francisco Silvela el 12 de febrero de 1899, supuso la venta de las islas de los archipiélagos de las islas Carolinas y las Marianas (incluyendo Palaos, pero excluyendo Guam) por 25 millones de pesetas a Alemania. El tratado fue ratificado posteriormente por la reina regente María Cristina. De hecho, como Alfonso XIII era aún menor de edad, fue ella quien autorizó definitivamente la venta de los archipiélagos a Alemania. Así, la presencia española en Asia y Oceanía terminó en 1899.
Territorios del Imperio español en Asia y Oceanía

En su mayor extensión, el Imperio español en Asia y Oceanía abarcaba las islas Filipinas, las islas Palaos, las islas Marianas (incluyendo Guam) y las islas Carolinas (que incluían las islas Marshall y las islas Gilbert). Su capital era Manila, en las Filipinas.
Durante diferentes momentos de su historia, el territorio también incluyó las islas de Ternate y Tidore (Molucas septentrionales), el norte de la isla de Taiwán (Formosa), Borneo, la provincia de Papúa Occidental (Nueva Guinea), un protectorado sobre Camboya, varios atolones e islas de la Melanesia y la Polinesia. También tuvo derechos de asentamientos en territorios del imperio portugués en Asia bajo la Casa de Austria.
- Capitanía General de las Filipinas (1565-1898): También conocida como las Indias Orientales Españolas, formó parte del Virreinato de Nueva España hasta la independencia de México en 1821. Estaba compuesta por el archipiélago de las Filipinas, incluidas las islas de Mindanao y Joló, y en Oceanía por las islas Carolinas y las Marianas. También incluyó intereses sobre Sabah, en el norte de Borneo hasta 1885.
- Protectorado sobre Camboya (1597-1599): Controlado brevemente cuando un grupo de aventureros españoles y portugueses ayudaron al rey Barom Reachea II a subir al trono y lo hicieron aceptar un protectorado español.
- Gobernación de las Molucas (1606-1663): Consistente en un protectorado sobre el sultanato de Tidore (1526-1545; 1580-1663) y en la mitad de la isla de Ternate (1606-1663), además de algunos asentamientos menores en el resto de las Molucas, la costa de Papúa y el norte de Célebes.
- Gobernación de la Formosa (1626-1642): Ubicada en el norte de la isla de Taiwán con el propósito de comerciar con China.
- Islas Salomón (1595): Único asentamiento de corta duración en Santa Cruz.
- Vanuatu (1606): Breve establecimiento de la colonia de Nueva Jerusalén.
- Tahití (1772-1773; 1774-1775): Ocupada brevemente como parte del virreinato del Perú.
Territorios portugueses
Durante la Unión Ibérica (1580-1640), España también tuvo derechos de asentamientos en algunos territorios del imperio portugués en Asia bajo la Casa de Austria:
- Estado da Índia (1580-1640): A pesar de su nombre y de que su capital era la ciudad india de Goa, estaba formado por todas las posesiones portuguesas en el Índico y en el Pacífico desde Mozambique hasta Japón e Indonesia.
- Mascate y Qeshm (1580-1640) en el golfo Pérsico.
- Diu (1580-1640), Surate (1580-1612), Damão (1580-1640), Baçaím (1580-1640), Salsete (1580-1640), Bom Bahia (1580-1640), Chaul (1580-1640), Goa (1580-1640), Honavar (1580-1640), Barcelore (1580-1640), Mangalore (1580-1640), Cannanore (1580-1636), Cranganore (1580-1640), Cochin (1580-1640), Coulão (1580-1640), Tuticorin (1580-1640), Negapatam (1580-1640), São Tomé de Meliapore (1580-1640), Paliacate (1580-1610), Masulipatão (1598-1610), Calicut (1580-1640), Hugli e Bandel (1580-1632) y Chittagong (1580-1640): ciudades y puestos comerciales portugueses en los modernos Estados de India y Bangladesh.
- Ceilão (1580-1640): la mayor parte de la isla de Sri Lanka se encontraba bajo control portugués.
- Sirião (1603-1613): ciudad costera en Birmania conquistada por el mercenario portugués Filipe de Brito e Nicote.
- Macau (1581-1640): puesto comercial en China abierto al comercio exterior.
- Malaca (1580-1640): estratégica ciudad comercial en el estrecho homónimo.
- Nagasaki (1580-1587) y Dejima (1634-1639): puestos comerciales en Japón abiertos al comercio europeo.
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- Adonara (1580-1613), Ambon (1580-1605), Macasar (1580-1620), Solor (1580-1613), Flores (1600-1640), Timor (1580-1640): islas bajo control portugués desde las que controlaban el comercio de especias, en la actual Indonesia.
Heráldica
El león que figura en el actual escudo de Filipinas es el mismo que se usaba en la heráldica española. Debido a estos descubrimientos y conquistas, se añadieron nuevos símbolos a los escudos de España, como el Sol con la frase "A solis ortu usque ad occasum" (desde la salida del sol hasta el ocaso), y a las columnas que sostenían la bandera de España con el conocido lema "Non Plus Ultra". Carlos I ordenó quitar el "Non" para mostrar que los límites que se creía que Hércules había fijado para el mundo antiguo ya habían sido superados, extendiendo así sus dominios.
Véase también
En inglés: Spanish East Indies Facts for Kids
- Anexo:Expediciones navales de exploración de España
- Imperio español
- Imperio español en Europa
- Colonización española de América
- Exploración del océano Pacífico
- Expediciones españolas
- Capitanía General de Filipinas
- Imperio portugués