Fatu Hiva (isla) para niños
Datos para niños Fatu Hiva |
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Ubicación geográfica | ||
Archipiélago | Islas Marquesas | |
Océano | Pacífico | |
Coordenadas | 10°29′08″S 138°39′00″O / -10.485555555556, -138.65 | |
Ubicación administrativa | ||
País | ![]() |
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División | Fatu-Hiva | |
Colectividad de ultramar | ![]() |
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Características generales | ||
Superficie | 84 km² | |
Longitud | 16 km | |
Anchura máxima | 9 km | |
Punto más alto | 960 m s. n. m. (Monte Touaouoho) | |
Población | ||
Capital | Omoa | |
Población | 636 hab. () | |
Mapa de localización | ||
Ubicación (Polinesia Francesa).
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Fatu Hiva (en marquesano Fatuiva) es la isla más al sur de las Islas Marquesas. Tiene una superficie de unos 84 kilómetros cuadrados y se encuentra a 75 kilómetros al sur de Hiva Oa. Originalmente, los españoles la llamaron Isla Magdalena.
Contenido
Nombres de Fatu Hiva: ¿Qué significan?
Fatu Hiva ha tenido varios nombres a lo largo de la historia. Cada uno cuenta una parte de su pasado.
Fatu Iva: El Techo de los Dioses
El nombre original de la isla es Fatu Iva. La letra "H" en "Hiva" se añadió más tarde, por influencia de otras islas como Nuku Hiva e Hiva Oa. En las leyendas de las Islas Marquesas, se dice que cada isla es una parte de la casa de los dioses. Fatu Iva representa el techo, hecho con nueve (Iva) trenzas (fatu) de hojas de palma. Algunos creen que Fatu Iva también podría significar "la novena isla".
Santa Magdalena: Un Nombre Español
En 1595, el explorador español Álvaro de Mendaña llegó a la isla. La llamó Santa Magdalena o Isla Magdalena. Lo hizo en honor a María Magdalena, cuya festividad se celebra el 21 de julio en el calendario católico.
Otros Nombres Históricos
- Hatauheva: Así la llamó Camille de Roquefeuil en 1817, durante su viaje alrededor del mundo en el barco "Bordelais".
- Fatou-Hiva: Este nombre fue usado por Jules Dumont d'Urville en 1838.
Historia de Fatu Hiva
Descubre cómo fue la vida en Fatu Hiva desde sus primeros habitantes hasta la llegada de los europeos.
Primeros Habitantes Polinesios
Como las demás islas de su archipiélago, Fatu Hiva fue poblada por personas de la Polinesia. Es probable que llegaran desde la Polinesia Occidental.
En el pasado, las tribus de los diferentes valles de la isla a menudo tenían conflictos. A mediados del siglo XIX, la tribu Anainoapa de Hanavave se enfrentó a la tribu Tiu de Omoa. Los Tiu fueron derrotados y huyeron de la isla en balsas de bambú. Llegaron al atolón de Napuka, en las Tuamotus, donde aún viven sus descendientes.
No se sabe mucho sobre la cultura de Fatu Hiva antes de la influencia europea, ya que cambió mucho con la llegada de los misioneros. En los valles más grandes, se formaron sociedades tribales organizadas, como en el resto de las Islas Marquesas. En 1897, el explorador alemán Karl von den Steinen describió nueve tribus que vivían en los valles de Hanamoohe, Hanateone, Hanahouuna, Ouia, Hanavave y Omoa.
Las investigaciones arqueológicas han encontrado restos de centros ceremoniales (llamados tohua) y plataformas de viviendas (paepae) en el valle de Omoa. Esto sugiere que varias tribus vivieron allí. A diferencia de otras islas Marquesas, los muertos en Fatu Hiva a veces eran momificados y a menudo enterrados en las viviendas.
Aunque no se han encontrado grandes estatuas de piedra, Fatu Hiva era famosa por sus artistas del tatuaje y talladores de madera. Sus obras, hechas con materiales que no duran mucho, son difíciles de encontrar hoy en día.
Exploración y Contacto Europeo
El primer explorador occidental en ver Fatu Hiva fue el navegante español Álvaro de Mendaña, el 21 de julio de 1595. Fue la primera isla del archipiélago que vio, pero no pudo desembarcar porque no encontró un lugar seguro para anclar. Mendaña pensó que había llegado a las Islas Salomón, su destino original, pero pronto se dio cuenta de que había descubierto una nueva tierra. Llamó al archipiélago "Marquesas de Mendoza" para agradecer al virrey del Perú, quien lo había ayudado en su expedición.
Entre 1937 y 1938, el antropólogo y aventurero noruego Thor Heyerdahl y su esposa Liv vivieron en Fatu Hiva durante un año y medio. Primero estuvieron en Omoa y luego en Ouia, un valle ahora deshabitado en la costa este. Heyerdahl fue enviado por la Universidad de Oslo para estudiar cómo se distribuían los animales entre las islas de la Polinesia. Sin embargo, su objetivo personal era vivir una aventura en los Mares del Sur.
La pareja llegó a Omoa en 1937, pero buscaron un lugar más aislado. Cruzaron la isla y se establecieron en Ouia. Después de un año y medio, los mosquitos, las enfermedades y el mal tiempo hicieron que su entusiasmo disminuyera. Heyerdahl escribió sobre su experiencia en el libro "Fatu Hiva, el retorno a la naturaleza".
A principios de los años sesenta, muchos hombres de la isla fueron a trabajar a Moruroa, en el archipiélago de Tuamotu. Allí ayudaron en la construcción de un centro de pruebas.
El 11 de marzo de 2011, el explorador suizo Raphaël Domjan, líder de la expedición PlanetSolar (el primer barco en dar la vuelta al mundo con energía solar), hizo una parada en Fatu Hiva.
Geografía de Fatu Hiva
Fatu Hiva es una isla con un paisaje impresionante, formado por volcanes y valles.
Formación Volcánica de la Isla
La isla está formada por dos antiguos volcanes que crearon una cadena montañosa. El punto más alto es el monte Tauauoho, con 960 metros de altura. En el oeste, hay dos bahías: Hanavave y Omoa. La bahía de Hanavave es conocida por sus formaciones rocosas que parecen figuras. Los misioneros católicos la llamaron Bahía de las Vírgenes. La costa este tiene valles estrechos y empinados, difíciles de acceder. La superficie total de la isla es de 84 kilómetros cuadrados.
Fatu Hiva se formó a partir de la mitad oriental de dos volcanes que se unieron. La primera caldera (un cráter volcánico grande) tiene unos ocho kilómetros de diámetro. Su borde es irregular, con picos de más de 1000 metros. La segunda caldera, más pequeña, tiene un diámetro de tres a cuatro kilómetros. Se formó por una erupción muy fuerte, que dejó impresionantes columnas de basalto, como las "estatuas" de la Virgen en la bahía de Hanavave.
Flora: La Vida Vegetal de Fatu Hiva
El paisaje cerca de los pueblos y en los valles ha sido modificado por los humanos para cultivar alimentos. Por eso, queda poca de la vegetación original. Los habitantes cultivan árboles del pan, cocos, ñame, taro, batatas, plátanos y otras frutas tropicales para comer.
Las zonas más altas de la isla montañosa están cubiertas de selva tropical de montaña y bosque nuboso, con muchos helechos arbóreos. Sin embargo, estas áreas están amenazadas por las cabras salvajes que dañan la flora. Las cimas de los picos y las zonas secas a sotavento de las montañas son áridas.
La selva tropical de montaña aún tiene algunas plantas únicas de la isla, como la Pelea fatuhivensis, que podría estar extinta. Un estudio de 1988 encontró 175 plantas nativas, 21 únicas de la isla y 136 introducidas por el hombre.
Fauna: Los Animales de la Isla
La fauna de Fatu Hiva no es muy variada. Se limita a aves terrestres y marinas, insectos, mariposas, arañas y una especie de murciélago. El monarca de Fatu Hiva (Pomarea whitneyi) es una especie de ave que solo vive en esta isla. Como Fatu Hiva se considera libre de ratas, se están haciendo esfuerzos para traer especies de aves terrestres en peligro de extinción de otras islas Marquesas. Esto ha funcionado con el lorito ultramarino (Vini ultramarina).
Población y Demografía
La población de Fatu Hiva era de 636 habitantes en 2012 y 633 en 2017. Los pueblos principales son Omoa, la capital, y Hanavave. Ambos están en las bahías del mismo nombre. La gente vive principalmente de la agricultura, la artesanía y el turismo. La isla no tiene aeropuerto debido a su terreno montañoso, por lo que solo se puede llegar en barco.
Fatu Hiva experimentó una disminución de su población a finales de los años 90. Esto se debió principalmente a dos razones:
- Emigración por estudios: No hay escuela secundaria en la isla, así que los jóvenes deben irse a estudiar a Hiva Oa y luego a Papeete. Muchos no regresan a Fatu Hiva.
- Emigración por trabajo: Las oportunidades de trabajo en la isla son limitadas debido a su aislamiento. Es la isla más alejada del archipiélago y no tiene pista de aterrizaje.
Sin embargo, desde 2007, la población ha vuelto a crecer, con un aumento del 4% en cinco años.
Religión en Fatu Hiva
La mayoría de los habitantes de Fatu Hiva son cristianos. Esto se debe a la labor de misioneros católicos y protestantes. La Iglesia Católica tiene dos iglesias en la isla, que dependen de la diócesis de Taiohae: la Iglesia de San Miguel en Hanavave y la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz en Omoa.
Economía y Actividades en Fatu Hiva
La economía de Fatu Hiva se basa principalmente en actividades tradicionales y el turismo.
Actividades Primarias
El sector primario es el más importante. Incluye la pesca de atún, caballa, bonito, pez espada y marlín, así como el cangrejo de río. El municipio tiene un frigorífico para guardar el pescado hasta que llegan los barcos de carga para venderlo. El cultivo de la copra (pulpa seca de coco) sigue siendo muy importante, al igual que el cultivo más reciente del noni. El cultivo de café casi se abandonó en la segunda mitad del siglo XX. Para sus propias necesidades, los habitantes también cazan cerdos y cabras salvajes, y recogen marisco y frutas en abundancia. A menudo ofrecen fruta a los visitantes.
Artesanía y Turismo
Desde los años sesenta y setenta, la artesanía ha crecido mucho, gracias al turismo. La especialidad de la isla es la tapa, un tipo de tela hecha de corteza de árbol. Hoy en día se sigue fabricando de forma tradicional, principalmente en un solo color. Sin embargo, ahora se usan tintes químicos en lugar del hollín de la nuez luminosa. La moneda local es el franco CFP, que está vinculado al euro.
Los isleños viven principalmente de la agricultura para su propio consumo. La venta de aceite de monoi, tallas y rafia pintada a los pocos turistas de crucero y navegantes les proporciona algo de dinero.
El Turismo en Fatu Hiva
El turismo no es una actividad económica principal. La isla no tiene muchos hoteles, restaurantes o bancos. Los visitantes deben alojarse en casas privadas con servicios básicos y ser muy independientes. Fatu Hiva no tiene playas para bañarse y los cruceros rara vez la visitan.
Caminar las tres horas entre los dos pueblos es un desafío por el calor, las subidas empinadas y los mosquitos, pero vale la pena por las vistas espectaculares de la isla y el océano. También se pasa por una impresionante cascada.
En la casa de la familia Grélet en Omoa, hay una pequeña colección privada de objetos de arte, culto y uso diario. Esta colección se muestra con gusto a los visitantes. Incluye hojas de piedra talladas, armas históricas, tallas, trabajos de tapa tradicionales y pequeñas figuras de piedra. La colección de cuencos de madera rara, llamados koka'a, es única. Estos cuencos, de hasta un metro de diámetro, se usaban para servir el popoi, una papilla de fruto del pan que era el alimento principal de la isla.
Gobierno y Administración
Desde el punto de vista político, Fatu Hiva forma parte de la Polinesia Francesa (un territorio de ultramar de Francia) y, por lo tanto, está relacionada con la Unión Europea. Es administrada por una subdivisión de las Islas Marquesas, que depende del Alto Comisariado de la República en Polinesia Francesa, con sede en Papeete. Fatu Hiva es un municipio independiente con 636 habitantes (en 2012), con una densidad de población de unos 7 habitantes por kilómetro cuadrado.
El idioma oficial es el francés. El pueblo principal y centro administrativo es Omoa, en la costa oeste, con unos 250 habitantes.
Infraestructura de la Isla
Los habitantes de esta isla de 8400 hectáreas viven principalmente en los pueblos de Omoa y Hanavave, en la costa oeste. Estos pueblos están conectados por una carretera de tierra que atraviesa las montañas. Omoa es el pueblo más grande y tiene una iglesia católica, una escuela de preescolar y primaria, una pequeña tienda, una oficina de correos y un teléfono por satélite.
Fatu Hiva no tiene carreteras asfaltadas entre los dos pueblos, ni un puerto para barcos grandes, ni un aeródromo. Solo se puede desembarcar de forma segura en las dos bahías de la costa oeste, donde se encuentran los pueblos. La carretera de diecisiete kilómetros que une los pueblos es muy difícil de transitar, especialmente cerca de Hanavave. Las lluvias a menudo la dañan y la hacen peligrosa. Por eso, los habitantes prefieren usar un bote para ir de un pueblo a otro, lo que toma solo unos quince minutos.
Fatu Hiva en la Literatura
La isla se hizo más conocida gracias al libro del mismo nombre de Thor Heyerdahl. Él pasó unos ocho meses en la isla en 1937 con su primera esposa Liv, viviendo una aventura de regreso a la naturaleza. La pareja vivió primero cerca de la costa oeste en el valle de Omoa, y luego en la costa este en Ouia, que ahora está deshabitada.
Un primer libro sobre su estancia fue publicado en 1938, pero no se vendió bien y nunca fue traducido. El libro más conocido de Heyerdahl, "Fatu Hiva", fue reescrito más tarde.
En la colección de cuentos "Un hijo del sol" de Jack London, la isla aparece con el nombre de Fitu-Iva. En el cuento "Plumas del sol", Fitu-Iva es engañada por un estafador de las Islas Salomón. Con la ayuda del jefe, el estafador introduce dinero de papel falso y cambia todos los objetos de valor por esta moneda. Cuando se descubre el fraude, el estafador es castigado y desterrado de la isla.
Véase también
En inglés: Fatu-Hiva Facts for Kids