Historia de la gastronomía de España para niños
La historia de la gastronomía de España narra el desarrollo de la comida en el país desde sus comienzos, pero no fue hasta el siglo XIX que se empezó a estudiar en detalle. Antes de eso, la cocina española estaba poco documentada y apenas se mencionaban sus platos en textos literarios. Sin embargo, evolucionó con influencias árabes, judías y de las Américas, creando una identidad culinaria propia. En el siglo XVII, influenció a la cocina francesa, y más tarde, en el XVIII, se vio influenciada por la italiana y francesa. Desde el siglo XIX, periodistas y escritores comenzaron a destacarla, y la generación gastronómica del 27 la reconoció como una mezcla de tradiciones culinarias. Hoy, la cocina española es reconocida internacionalmente, especialmente por su diversidad regional y la creatividad de chefs famosos.
Contenido
Prehistoria
Aunque la alimentación es vital desde siempre, la cocina prehistórica de la península ibérica es un misterio. Las investigaciones se basan en análisis químicos y microscópicos de restos arqueológicos. En lugares como Atapuerca y Altamira se han encontrado pistas de la caza y recolección antiguas, con ilustraciones detalladas de estas actividades. Después de las glaciaciones, la gente se volvió más sedentaria, practicando la ganadería y la agricultura. Especializándose en animales como corderos, bueyes, caballos, cerdos, y produciendo lácteos. La cultura argárica en el sudeste introdujo la agricultura intensiva y el riego. Aunque sabemos sobre ingredientes, las técnicas culinarias y los platos específicos siguen siendo un misterio.
Cocina prerromana
En la antigüedad, una de las primeras culturas en la península ibérica fue Tartessos, que vivía en el valle del río Guadalquivir. No sabemos mucho sobre ellos, pero vivían en lugares como Turtha o Tarta, lo que hoy es Sanlúcar de Barrameda. Eran buenos comerciantes y pescadores. Luego llegaron los fenicios a Gadir (hoy Cádiz), y trajeron cosas nuevas como el olivo y la vid. Después, los celtíberos se quedaron en un solo lugar, criando cerdos y cultivando cereales. Comían tortas de bellotas y se sentaban en bancos de piedra. Los romanos trajeron el aceite de oliva y les gustaba la carne de cabra. Los íberos también guardaban alimentos en silos y usaban sal para conservarlos. No tenían vino a menudo, pero a veces tomaban una bebida llamada zythos.
Periodo romano
La cocina romana influyó mucho en España, pero también aprendieron de los españoles. A los romanos les gustaba probar comida de todas partes. Cultivaban nuevos alimentos aquí y enseñaron nuevas formas de cocinar. Introdujeron técnicas como los injertos y el cultivo intensivo del olivo. Columela, un escritor de esa época, escribió sobre los cultivos típicos de España. Los romanos comían muchos tipos de vegetales y usaban una salsa llamada garum hecha de pescado. Construyeron fábricas de garum en lugares como Baelo Claudia. Después de los romanos, los visigodos continuaron su estilo de cocina. Isidoro de Sevilla escribió sobre sus comidas en el siglo VII, como cocidos y puré de trigo con legumbres.
Edad Media
Durante la Edad Media, la cocina en España fue muy especial. Había tres culturas diferentes: cristiana, musulmana y judía. Cada una tenía sus propias reglas sobre la comida debido a sus religiones. Esto hizo que la comida en España fuera muy variada y diferente al resto de Europa.
La comida en la Edad Media era simple. La gente comía principalmente gachas y pan, y otros alimentos como carne, huevos y pescado eran raros y solo se comían en ciertas épocas. Algunos libros antiguos, como el Cantar de Mio Cid, nos muestran cómo comían los caballeros cristianos.
Los musulmanes trajeron nuevas formas de cocinar y alimentos como arroz, naranjas, alcachofas y especias. También enseñaron cómo cultivar de manera diferente y usar mejor el agua para regar las plantas.
Los judíos también tenían reglas estrictas sobre la comida. No podían cocinar en sábado, así que tenían que preparar alimentos de cierta manera para mantenerlos frescos. Comían mucho pan seco y hacían platos con pescado frito, albóndigas y adafina, un guiso especial.
Aunque los judíos fueron expulsados en 1492, su influencia en la cocina española duró mucho tiempo. Sus recetas se extendieron por el Mediterráneo y llegaron a influir en la cocina otomana.
En el año 718, en Covadonga, un lugar del norte de España, las tropas de Don Pelayo rechazaron a los sarracenos. Esto marcó el comienzo de una frontera entre zonas cristianas, musulmanas y judías. Esta mezcla de culturas cambió la comida de cada grupo. Los cristianos comían como los visigodos y estos a su vez como los romanos. Alfonso X recomendaba no comer demasiado en sus escritos. Algunos libros antiguos hablan de cómo comían en esa época. Surgieron libros de cocina como el Llibre de Sent Soví y el Libre del Coch, que hablaban de cómo cocinar y qué comer. Se comía en mesas plegables, con escudillas de madera y sin tenedor, usando solo los dedos. En el siglo XII, se mejoró la comida con dos o tres comidas al día. En el siglo XIII, Juan de Aviñón mencionaba la comida en sus escritos médicos. También hay manuscritos antiguos con recetas, como el Manual de mujeres, que habla de cómo hacer mazapanes. El Concejo de la Mesta, creado en 1273, dio privilegios a los pastores. La Ruta Jacobea, abierta por Sancho III, trajo intercambios culinarios. La Reconquista, que terminó en el siglo XV, movió a mucha gente, lo que llevó a más intercambios de comida. En algunas partes de Castilla, los sábados se comían despojos, después de abstenerse de carne los viernes.
Renacimiento en la gastronomía española
Hasta finales del siglo XV, en España la comida era muy importante. Cristóbal Colón buscaba una nueva ruta para llegar a las islas de las Especias, que tenían comida especial. Cuando descubrió América en 1492, la comida española cambió mucho. Nuevos ingredientes como la patata, el tomate y el pimiento se volvieron populares. También el cacao y la vainilla llegaron a España. En la Batalla de Lepanto en 1571, España ganó y se hizo muy poderosa en el Mediterráneo. Después, España colonizó Filipinas y su comida influyó en la región, con platos como el adobo y el sinigang. Los ingredientes de América se hicieron famosos en España y luego se extendieron por Europa. En el Siglo de Oro, la comida en la Corte era muy lujosa, mientras que la gente común se alimentaba principalmente de pan y productos a base de cereales. La comida monástica también era rica. La literatura de esa época menciona muchos platos, desde los más sencillos hasta los más lujosos.
Cocina española en el XVIII y XIX
A principios del Siglo XVIII, murió el último rey de España de la Casa de Austria, llamado Carlos II. Después de él, hubo una guerra llamada la guerra de sucesión que duró desde el año 1701 hasta 1713. Finalmente, Felipe V se convirtió en el rey, y comenzó la dinastía borbónica en España. Durante una fiesta, la futura reina María Luisa cometió un error al comer solo comida española, lo que causó un problema entre España y Francia.
En esa época, hubo cambios en la forma en que la gente comía en España. La comida de las personas comunes incluía pan, carne, garbanzos, tocino y algunas verduras. Las personas ricas también comían embutidos, dulces y chocolate. La cocina francesa comenzó a tener influencia en España, y algunos ingredientes españoles se volvieron populares en Francia.
En el Siglo XVIII, la confitería se volvió popular en España. Había dos tipos: los confiteros hacían dulces como compotas y caramelos, mientras que los boleros hacían productos dulces con harina, manteca y azúcar. La cocina española cambió debido a la influencia francesa, y los restaurantes comenzaron a ofrecer menús en francés. Sin embargo, la comida tradicional española se mantuvo en las zonas rurales y entre la gente común.
En el Siglo XIX, muchos viajeros extranjeros visitaron España y escribieron sobre la comida que encontraron. La cocina española comenzó a ser influenciada por la cocina francesa, y se abrieron nuevos restaurantes en ciudades como Madrid y Barcelona. Los avances en la ciencia de la nutrición también comenzaron a afectar la forma en que la gente cocinaba, con la introducción de conceptos como vitaminas y calorías. La pérdida de las colonias españolas y el movimiento del Regeneracionismo también impactaron en la historia culinaria de España.
La época moderna
A principios del siglo XX, España enfrentó desafíos económicos y políticos debido a la pérdida de sus colonias y crisis agrarias. Periodistas como Mariano Pardo de Figueroa y escritores como Manuel María Puga y Parga empezaron a explorar y difundir la cocina española, no solo con recetas, sino también con historias y conceptos culinarios. En la década de 1930, la "generación gastronómica del 27" continuó este trabajo. Los libros como "La Cocina Práctica" de Puga y otros recopilaban recetas españolas. Los Paradores Nacionales de Turismo surgieron en 1928, ofreciendo hoteles de alta calidad en lugares históricos. Durante la guerra mundial y la posguerra, la cocina española se adaptó a la escasez y a nuevos hábitos alimentarios. El turismo impulsó la demanda de platos españoles, aunque algunas veces se modificaron para atraer a turistas extranjeros. En la segunda mitad del siglo, chefs como Juan María Arzak y Ferran Adrià innovaron la cocina española, llevándola a la fama internacional. En 2008, el gobierno español reconoció la gastronomía como parte del patrimonio cultural del país, promoviendo su preservación y difusión en el mundo.
La cocina actual
La serie "Spain... on the Road Again" de 2009, transmitida por la cadena estadounidense PBS, destaca la cocina tradicional española. En los años 80, surge la nueva cocina española, reinterpretando la cocina clásica. Se enfoca en productos locales, incorpora moluscos españoles y experimenta con estructuras y presentaciones innovadoras. Se adaptan salsas y técnicas de alta cocina, como la emulsificación y los fondos con nuevas texturas. La influencia de chefs como Ferran Adrià impulsa la gastronomía molecular. La inmigración actual promueve la fusión culinaria, con la llegada de sabores de otras culturas como la turca y china.
Galería de imágenes
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La cocina española nace de lo popular, es histórica, tradicional y se enriquece con los diversos medios regionales de cocinar.
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Bisonte cazado en una representación de pintura rupestre de la cuevas de Altamira.
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Silos para el almacenamiento de los cereales.
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Factoría de salazones de pescado y salsa «garum» en Baelo Claudia.
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La escasez de ingredientes en la cocina medieval europea contrastaba con el exotismo y variedad español.
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Durante el periodo andalusí se introdujo en la península el gusto por los escabeches.
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La berenjena, una de las predilecciones de los sefardíes, aparece con frecuencia en sus recetas.
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Salchichón de jabalí, el gusto por los productos del cerdo ha caracterizado la cocina española.
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San Hugo en el refectorio. Zurbarán.
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Cesta de pimientos, en variedades adaptadas: pimientos del padrón y pimientos rojos. Unos de los ingredientes del Nuevo Mundo.
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La repostería española del siglo de Oro es abundante en ejemplos variados de elegantes preparaciones de influencia francesa: un croquembouche.
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Agujas un pastelillo típico del siglo de Oro, elaborado con hojaldre (una masa de origen español).
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Interior de Lhardy, intento de modernización que abriría conceptos dando paso a nuevas experiencias culinarias.
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Un ejemplo de plato nuevo surgido en la cocina española: macarrones con chorizo.
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La paella mixta es un ejemplo de plato español que resurge de una necesidad artificial de satisfacer una demanda turística, dando lugar a numerosas variantes.
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Esferificación de zumo de manzana una técnica de la «nueva cocina española».
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Véase también
- Historia de la gastronomía
- Repostería de España
- Historia del aceite de oliva
- Historia del chocolate en España
- Historia de la cerveza en España
- Historia del hambre en España
