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Conquista de Mallorca por Jaime I para niños

Enciclopedia para niños

La conquista de la isla de Mallorca fue un evento histórico muy importante que ocurrió entre los años 1229 y 1231. Fue liderada por el rey Jaime I de Aragón, también conocido como Jaime el Conquistador. Aunque la ciudad principal, Madina Mayurqa (hoy Palma de Mallorca), fue tomada rápidamente en diciembre de 1229, algunos grupos en las montañas de la isla resistieron durante dos años más.

Datos para niños
Conquista de Mallorca
Reconquista
Parte de Reconquista
Croada-Mayurqa-1229.jpg
Fecha 1229-1231
Lugar Mallorca
Resultado Conquista de Mallorca por la Corona de Aragón, vasallaje de Menorca y creación del Reino de Mallorca
Beligerantes
Bandera de Aragón Corona de Aragón
Flag of Marseille.svg Marsella
Fr narbona.png Narbona
Flag of Genoa.svg República de Génova
Cross Templar.svg Orden del Temple
Archivo:Malteserkreuz.svg Orden del Hospital de San Juan
Flag of Almohad Dynasty.svg Territorio almohade de Mallorca
Comandantes
Bandera de Aragón Rey Jaime I de Aragón
Bandera de AragónAlférez real Pedro Cornel III
Bandera de Aragón Guillermo II de Bearne
Bandera de Aragón Berenguer de Palou
Bandera de Aragón Nuño Sánchez
Bandera de Aragón Pedro I de Urgel
Bandera de Aragón Hugo IV de Ampurias
Bandera de Aragón Bernardo de Santa Eugenia
Flag of Almohad Dynasty.svg Abú Yahya
Flag of Almohad Dynasty.svg Abu-l-Ulà Idrís al-Mamun
Flag of Almohad Dynasty.svg Fat Allâh (in Fautil·la)
Flag of Almohad Dynasty.svg Abu Hafs ibn Sayrî
Flag of Almohad Dynasty.svg Xuiap de Xivert
Fuerzas en combate
Ejército aragonés
500 caballeros
15 000 peones
Almogáraves
25 naves
12 galeras
Armada aragonesa
18 táridas
100 embarcaciones
1000 caballeros
18 000 peones.
Conquista de Mallorca repoblación de Mallorca

El desembarco de las tropas cristianas estaba planeado inicialmente en la bahía de Pollensa. Sin embargo, los fuertes vientos cambiaron el rumbo de los barcos. Finalmente, el 10 de septiembre de 1229, las tropas de Jaime I llegaron a la costa de la actual Santa Ponsa, en el municipio de Calviá.

Después de la conquista, el rey Jaime I repartió las tierras entre los nobles que lo acompañaron. Esto se registró en un documento llamado el Llibre del Repartiment. Más tarde, también se logró la conquista de Ibiza en 1235, y Menorca aceptó ser vasalla (es decir, pagar tributo y reconocer la autoridad) desde 1231.

Una vez establecido en la isla, el rey Jaime I creó el Reino de Mallorca. Este reino se volvió independiente de la Corona de Aragón por un tiempo, según lo establecido en el testamento del rey. Sin embargo, más tarde fue reincorporado a la Corona de Aragón por Pedro IV de Aragón.

Mallorca era un lugar muy importante para el comercio. Su ubicación en el Mediterráneo la convertía en un punto de encuentro para comerciantes de diferentes lugares, como Perpiñán, el Magreb, Génova, Granada, Cataluña y Valencia. Allí, personas de distintas culturas y religiones comerciaban todo tipo de productos.

La primera repoblación de Mallorca se hizo principalmente con personas de Cataluña. Más tarde, llegaron también italianos, occitanos, aragoneses y navarros. Todos ellos podían quedarse con las tierras que trabajaban a cambio de un impuesto anual.

La población de la isla incluía algunos mudéjares (musulmanes que vivían en territorios cristianos), muchos musulmanes locales que pasaron a ser siervos y una importante comunidad judía. Los judíos tenían un estatus especial que les permitía realizar sus actividades libremente y tenían autonomía fiscal.

Según el historiador Gabriel Ensenyat Pujol, la conquista fue un evento muy intenso. Los conquistadores querían asegurar el control de la isla y evitar posibles levantamientos. Por eso, muchos musulmanes que sobrevivieron fueron llevados a otros lugares o se quedaron como siervos para ayudar en la reconstrucción. Jaime I se aseguró de que la historia de la conquista se contara de una manera que lo favoreciera, enviando comunicados a otros reyes importantes como Fernando III de Castilla y Luis IX de Francia.

Mallorca siempre fue un centro de intercambio entre diferentes culturas y regiones del Mediterráneo. Era un punto clave para el comercio con el mundo musulmán. Su economía dependía mucho del comercio internacional. En la lonja (un edificio donde se realizaban transacciones comerciales) había un mercado muy activo, supervisado por el Consulado del Mar, que aseguraba que todo se hiciera de forma legal.

¿Qué sucedió antes de la conquista de Mallorca?

Archivo:1630 barbarie mercator
Mapa de Berbería hecho en 1630 por Gerardus Mercator.
Archivo:Balears musulmanes
Mapa que muestra la división territorial del archipiélago balear durante el período conocido como islas orientales de al-Ándalus.

Mallorca ya había sido visitada por fuerzas del Califato Omeya en el año 707. Sin embargo, fue en el año 903 cuando Issam al-Khawlaní la conquistó. En ese momento, la ciudad de Palma, que aún conservaba restos de la época romana, pasó a depender del emirato de Córdoba en al-Ándalus. Issam al-Khawlaní reconstruyó la ciudad y la llamó Madina Mayurqa.

Desde entonces, Mallorca creció mucho y se convirtió en un refugio para piratas que atacaban barcos cristianos en el Mediterráneo occidental. Esto dificultaba el comercio entre ciudades como Pisa, Génova, Barcelona y Marsella. Los habitantes de la isla obtenían ingresos de los bienes capturados en sus incursiones, del control del comercio marítimo y de los impuestos que las comunidades agrícolas pagaban al emir.

¿Hubo intentos previos de conquista?

Archivo:Ramon Berenguer III
Ramón Berenguer III clavando la enseña de Barcelona en el castillo de Fos (Fos-sur-Mer, Provenza), de Mariano Fortuny (1856 o 1857), Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge (en depósito en el Palacio de la Generalidad de Cataluña).

En 1114, el conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, junto con otros nobles y ciudades italianas, organizó una expedición para tomar Mallorca. Querían detener los ataques a los barcos de comerciantes cristianos.

Después de un largo asedio de ocho meses, Ramón Berenguer III tuvo que regresar a sus tierras porque Barcelona estaba siendo amenazada. Los genoveses, que quedaron al mando, finalmente cedieron la isla y se llevaron lo que habían capturado.

Aunque esta expedición no logró la conquista, fue importante porque sentó las bases para el futuro poder naval de Cataluña y fortaleció los lazos comerciales en el Mediterráneo. En Pisa aún se conservan algunos objetos traídos de Mallorca. También existe un relato de la expedición en un documento llamado Liber maiolichinus, que menciona a Ramón Berenguer III como "Dux Catalensis" o "Catalanensis", siendo una de las referencias más antiguas a Cataluña.

Después de esta expedición, el califa almorávide envió a un pariente suyo a gobernar las islas. Este nuevo gobernador fundó una dinastía llamada los Banu Ganiya. El rey Alfonso II de Aragón también intentó conquistar la isla con ayuda de barcos sicilianos, pero no tuvo éxito.

¿Cómo era Mallorca bajo el dominio almohade?

Archivo:Al-Idrisi's world map
Mapamundi del geógrafo Al-Idrisi (1100-1162), que nació y se educó en al-Ándalus durante el periodo almorávide para trasladarse, a mediados del siglo, a la corte normanda de Rogelio II de Sicilia.

Después de la retirada de las tropas del Conde de Barcelona, Mallorca volvió a estar bajo control musulmán, gobernada por la familia almorávide Banû Gâniya. Ellos crearon un estado independiente en las Baleares debido a la unificación almohade y el avance cristiano. El comercio continuó, pero los ataques a los barcos comerciales no cesaron. Sin embargo, en 1148, Muhamad ben Ganiya firmó tratados de no agresión con Génova y Pisa.

Cuando los Ganiya se establecieron en Mallorca, la ciudad ya tenía templos, posadas y baños. Contaba con lugares de encuentro social, tres recintos amurallados y unas 48 mezquitas en toda la isla. Los habitantes usaban molinos de viento e hidráulicos para moler harina y extraer agua. La agricultura era importante, con cultivos de regadío y secano como aceite, sal, mulos y leña.

Durante este tiempo, la agricultura de regadío se desarrolló mucho, con la construcción de fuentes, acequias y canales. Las tierras se dividían en alquerías y eran trabajadas por familias. En la ciudad vivían las clases dirigentes, artesanos y comerciantes, lo que impulsó una rica vida cultural y artística.

Aunque los almorávides eran muy estrictos con el islam, Mallorca recibió influencias culturales de al-Ándalus, lo que hizo que las costumbres religiosas fueran más relajadas. Sin embargo, la presión del rey Alfonso I de Aragón y el nuevo poder almohade llevaron a una crisis que terminó con la caída de Marrakech en 1147.

Finalmente, en 1203, una flota almohade tomó Mallorca, que se convirtió en parte de sus dominios. Desde entonces, fue gobernada por diferentes valíes (gobernadores) designados desde Marrakech. En 1208, Abú Yahya fue nombrado gobernador y creó un principado semi-independiente, con solo una sumisión formal al emir almohade.

¿Cómo estaba la Corona de Aragón antes de la conquista?

Archivo:Armas de Aragón con timbre de corona real abierta
Escudo de armas de la Corona de Aragón.

Después de resolver problemas internos y recuperarse de una sequía, la Corona de Aragón buscó expandir sus territorios. En 1212, los musulmanes fueron derrotados en la batalla de Las Navas de Tolosa, lo que debilitó a los almohades y permitió a Aragón planear su expansión. Inicialmente, la expansión se pensó hacia el norte, pero la muerte del padre de Jaime I, Pedro II de Aragón, en la batalla de Muret en 1213, cambió los planes.

Jaime I, que tenía solo cinco años, fue educado en el Castillo de Monzón por los templarios, lo que le dio un carácter fuerte y guerrero. Para expandir sus dominios y mejorar la economía, la Corona de Aragón decidió expandirse hacia el sur y el Mediterráneo.

En 1221, se creó una nueva moneda, el duplo, que causó confusión y problemas económicos debido a su desproporción con otras monedas y a las falsificaciones. La economía de la Corona aragonesa ya estaba en crisis desde la derrota de Muret, y aunque empezó a recuperarse en 1225, lo hizo lentamente. En 1227, se prohibió cargar mercancías en barcos extranjeros si había barcos catalanes disponibles, para asegurar el comercio.

La idea de conquistar Mallorca ya se había planteado en las Cortes de Tortosa en 1225, pero no se llevó a cabo por falta de apoyo. Jaime I tuvo que enfrentar una revuelta en 1227, que fue sofocada. El retraso en la invasión se debió a que las fuerzas interesadas no eran suficientes para llevarla a cabo y mantenerla.

La razón principal para conquistar Mallorca fue el saqueo de dos barcos catalanes en Ibiza en noviembre de 1226. Cuando Jaime I envió a un representante a pedir la devolución de los barcos, el valí musulmán preguntó con desprecio quién era el rey que los solicitaba. Al enterarse, Jaime I juró que no pararía hasta "asir al moro por las barbas", una declaración muy humillante en esa época.

¿Cómo se preparó la conquista de Mallorca?

Jaime I tenía planes para conquistar Valencia y las Baleares. Valencia era una tierra rica, preferida por los aragoneses para obtener nuevas tierras y feudos. Sin embargo, la conquista de las Baleares era la opción favorita de los comerciantes catalanes y provenzales. Las islas eran un refugio para piratas que dificultaban el comercio en el Mediterráneo. Tomar las Baleares no solo era una venganza por los ataques, sino también el inicio de un plan para controlar el comercio con Siria y Alejandría. Después del éxito en Mallorca, Jaime I se sintió listo para conquistar el reino de Valencia, que se rindió después de la batalla del Puig en 1237.

Archivo:Fernando II entre dos escudos del Señal Real de Aragón
Fernando II de Aragón en su trono enmarcado por dos escudos con el emblema del señal real. Frontis de una edición de 1495 de las Constituciones catalanas.

¿Qué se decidió en las Cortes Catalanas?

Archivo:Corts-barcelona-desembre-1228
Las cortes de Barcelona en diciembre de 1228, asamblea en la que se discutieron los pormenores sobre la campaña militar para la isla de Mallorca.

En las Cortes catalanas de diciembre de 1228 en Barcelona, se debatió si la campaña militar debía ser contra las Baleares o contra Valencia. El rey prometió las iglesias de las islas al obispo de Barcelona.

En esa época, un grupo de familias ricas de la alta burguesía dirigía la ciudad de Barcelona. Sus intereses estaban en los privilegios de los municipios y en las futuras conquistas del rey. Para aumentar sus ganancias, exigían más derechos. Pere Grony, el representante de Barcelona, ofreció la ayuda de la ciudad para la expedición. Después de varias asambleas, el rey se decidió por la opción de Mallorca.

El ataque a Mallorca ya era impulsado por comerciantes y hombres de negocios. Faltaba el apoyo de los nobles, que eran esenciales. Según el propio Jaime I, el navegante catalán Pedro Martell lo animó a emprender la misión durante una cena en Tarragona a finales de 1228.

Los objetivos políticos y religiosos de la empresa se definieron claramente en las Cortes. Jaime I inició la apertura con una frase en latín que pedía "inspiración divina" para una "buena obra". La Iglesia tuvo una gran influencia en el reinado de Jaime I, con figuras importantes como san Raimundo de Peñafort y san Pedro Nolasco.

Según el filólogo Rafael Alarcón Herrera, los valores de los templarios estuvieron presentes desde el principio. Esta orden ya había incluido las Baleares en su lista de territorios a conquistar en 1129. Durante la cena, se le dijo al rey que la invasión era "voluntad de Dios", lo que pudo haber animado al joven monarca. De hecho, gran parte de la conquista fue planeada y ejecutada por los templarios, quienes recibieron un castillo, el barrio judío, una tercera parte de la ciudad y un puerto exclusivo.

Aunque no se puede asegurar que las razones de los templarios fueran solo por la expansión de la Corona de Aragón, se sabe que eran las mejores tropas que Jaime I tenía en su reino.

Archivo:Pag17
Según narra el propio Jaime I en el Llibre dels fets, la conquista de la isla de Mallorca fue presentada al monarca aragonés por los mercaderes durante una cena dada por el navegante Pere Martell en Tarragona.

¿Quiénes apoyaron la expedición?

Es probable que la decisión de atacar la isla ya estuviera tomada antes de la cena. En esa reunión, los nobles catalanes ofrecieron su apoyo al rey, con ayuda económica y militar, aportando un número determinado de caballeros y peones. También se acordó cobrar un impuesto llamado bovaje en los dominios de la Corona para cubrir los gastos, y se firmó un tratado de Paz y tregua en toda Cataluña. A cambio, recibirían una parte de las tierras conquistadas, proporcional a su ayuda. El rey se comprometió a nombrar árbitros para el reparto de tierras y bienes. Estos árbitros fueron el maestre de la Orden del Temple, el obispo de Barcelona Berenguer de Palou, el obispo de Gerona, el conde Nuño Sánchez del Rosellón, el conde Hugo IV de Ampurias, los caballeros catalanes Ramón Alamán y Ramón Berenguer de Ager, y los señores aragoneses Jimeno de Urrea y Pedro Cornel.

El rey pidió a los comerciantes un préstamo de 60.000 libras aragonesas, prometiendo devolverlas al tomar Mallorca. Respecto a la ayuda de los ciudadanos, les dijo que no podía darles nada a cambio, pero que si ganaban, les entregaría la propiedad de la porción de mar desde las playas de Barcelona hasta las de Mallorca. Por eso, hoy en día, al fijar los límites de una propiedad junto a una playa, se considera que el dominio se extiende hasta la playa de Mallorca.

¿Quiénes participaron en la conquista?

Archivo:Templ
Sello de los Caballeros Templarios, con su conocida imagen de dos caballeros subidos en un caballo, símbolo de su inicial pobreza. El texto está escrito en caracteres griegos y latinos Sigillum Militum Xpisti: que significa "El sello de los soldados de Cristo".

Al principio, la operación estaba pensada solo para los súbditos de la Corona. Pero al ser considerada una cruzada y estar respaldada por una bula papal, se abrió la participación a cualquiera que quisiera unirse, incluyendo a grupos particulares y judíos. Los judíos, conocidos como chuetas, fueron muy importantes por su actividad industrial, comercial y científica. Jaime I los prefería a algunos nobles cristianos, ya que podían ser rivales políticos. Por eso, animó a este grupo a establecerse en los nuevos territorios, lo que fue clave para su política. La contribución de los judíos a la economía y la colonización de la isla fue muy significativa. El rey tenía simpatía por los judíos desde joven; su médico, Açac Abenvenist, era judío y una vez fue enviado a negociar una tregua con los musulmanes.

Entre los nobles y líderes religiosos que aportaron bienes y tropas, se encontraban:

  • Nuño Sánchez, que aportó 100 caballeros.
  • El conde Hugo IV de Ampurias y su hijo Ponce IV de Ampurias, que aportaron 60 caballeros.
  • Guillermo Ramón de Moncada, el magnate más importante de Cataluña, que junto a su tío Ramón aportó 400 caballeros.
  • Los miembros del clero: Berenguer de Palou y el obispo de Gerona, Guillermo de Montgrí, cada uno con 100 caballeros.
  • El arzobispo de Tarragona, Aspàreg de la Barca, y Ferrer de Pallarés, que proporcionó una galera y cuatro caballeros.

No solo nobles y religiosos se comprometieron, sino también hombres libres y ciudades, no solo catalanas, ofrecieron barcos y apoyo económico. Barcelona, Tortosa y Tarragona, las más afectadas por la piratería, tuvieron un papel principal. Berenguer Gerard y Pedro Grony participaron en las conversaciones, y Berenguer Durfort, un poderoso comerciante, fue nombrado primer alcalde de la Ciudad de Mallorca después de la conquista. La empresa se presentó como una cruzada contra los "infieles". El rey Jaime tomó la cruz en Lérida en abril de 1229.

Aunque la conquista fue principalmente obra de catalanes, también hubo colaboración de otras ciudades de la Provenza (Montpellier, Marsella y Narbona) e italianas (Génova). Ramón de Plegamans, un rico empresario al servicio del rey, se encargó de preparar la flota.

A pesar de que las clases populares aragonesas no querían colaborar al principio, en una reunión en Lérida, Jaime I consiguió que muchos nobles aragoneses se unieran por su vínculo de vasallaje. Los habitantes de Lérida también apoyaron la empresa, aunque estaban más interesados en Valencia. Esto fue aprovechado por Jaime I para preparar la futura conquista de ese reino musulmán. Finalmente, unos 200 caballeros aragoneses participaron, incluyendo 150 de Pedro Cornel y 30 de Pedro de Lizana, quien fue nombrado gobernador general de la isla.

Otros nobles aragoneses que formaron parte del consejo del rey fueron Atho de Foces, Gil de Alagón, Artal de Luna, Blasco de Alagón y Rodrigo de Lizana. Muchos de sus hombres se quedaron en la isla después de recibir beneficios en el reparto de tierras, lo que llevó a nuevas repoblaciones de aragoneses.

¿Qué papel tuvo la bula papal?

Archivo:Gregory IX
Imagen de un manuscrito del papa Gregorio IX.

Para intensificar los preparativos, el papa Gregorio IX emitió dos documentos el 13 de febrero de 1229. Estos documentos permitían a su representante conceder indulgencias (perdones religiosos) en Aragón a quienes organizaran tropas contra los musulmanes. También recordó a las ciudades costeras de Génova, Pisa y Marsella que se había prohibido el comercio de materiales estratégicos con los mallorquines.

En agosto de 1229, el arzobispo de Tarragona donó 600 cuarteras de cebada. Un día después, el rey reafirmó sus promesas de reparto de tierras, nombró representantes y recibió el juramento de varios caballeros.

La negativa aragonesa al principio molestó al "Conquistador", pero al llegar a Barcelona, vio con alegría que se había preparado una poderosa flota. Contaba con más de 100 embarcaciones pequeñas, 25 naves de combate, 12 galeras y 18 táridas para transportar caballos y máquinas de asedio.

Aunque la flota naval catalana existía desde el siglo IX, fue Jaime I quien la llevó a su máximo esplendor durante su reinado.

El día de Santa María de agosto, todos los barones y caballeros de Cataluña se reunieron en Tarragona y Salou. Llevaban consigo todo lo necesario: armas, velas, jarcias, naves y táridas cargadas de leña, harina, cebada, carne, quesos, vino, agua y galletas (un tipo de pan duro para conservar mejor). Antes de partir, el rey, los nobles y su comitiva asistieron a una misa en la catedral de Tarragona, donde recibieron la comunión. El ejército comulgó en una capilla levantada en el puerto. La partida de la flota fue un gran espectáculo, con muchos ciudadanos de Tarragona bendiciendo a Dios desde el acantilado. La nave de Guillermo de Moncada, capitaneada por Nicolás Bonet, iba en la vanguardia, y la del capitán Carroz en la retaguardia. Las galeras rodearon las naves de transporte para protegerlas. La última en zarpar fue una galera de Montpellier destinada al rey y sus caballeros, porque en el último momento llegaron muchos voluntarios que tuvieron que ser embarcados.

¿Cómo eran los ejércitos?

El ejército cristiano

El ejército cristiano, formado por tropas de nobles, se estimaba en 1500 caballeros y 15.000 peones. Estaba dividido en varias huestes (grupos de soldados), como la de la Casa de Aragón (150-200 caballeros), la de Guillermo Aycard y Balduino Gemberto (600 caballeros y varias naves), y muchas otras de nobles y órdenes militares como la Orden del Temple y la Orden de Malta.

Entre sus tropas, Jaime I también contaba con almogávares. Eran mercenarios que vivían para la lucha y la guerra, y solían ofrecer sus servicios al mejor postor. El cronista Bernat Desclot los describió así en su obra Libro del Rey Pedro de Aragón y de sus antecesores pasados:

Estas gentes que se llaman Almogávares no viven más que para el oficio de las armas. No viven ni las ciudades ni las villas, sino en las montañas y los bosques, y guerrean todos los días contra los Sarracenos: y penetran en tierra de Sarracenos una jornada o dos, saqueando y tomando Sarracenos cautivos; y de eso viven. Y soportan condiciones de existencia muy duras, que otros no podrían soportar. Que bien pasarán dos días sin comer si es necesario, comerán hierbas de los campos sin problema. Y los adalides que los guían conocen el país y los caminos. Y no llevan más que una gonela o una camisa, sea verano o invierno, y en las piernas llevan unas calzas de cuero y en los pies unas abarcas de cuero. Y traen buen cuchillo y buen correa y un eslabón en el cinto. Y trae cada uno una buena lanza y dos dardos, así como una panetera de cuero a la espalda, donde portan sus viandas. Y son muy fuertes y muy rápidos, para huir y para perseguir; y son catalanes y aragoneses y sarracenos.
Bernat Desclot, Libre del rei en Pere e dels seus antecessors passats, cap. LXXIX.

La vestimenta de las tropas cristianas incluía un yelmo (casco) semiesférico con un protector para la nariz. Los cascos eran de hierro pulido y a menudo pintados para protegerlos y para identificar a los guerreros. Los caballeros templarios eran muy hábiles, con caballos rápidos que les permitían explorar sin ser alcanzados. Sus caballos eran tan fuertes que podían derribar a los caballos y jinetes enemigos, y estaban entrenados para morder y patear. Entre la artillería pesada, usaban fundíbulos, que lanzaban proyectiles a grandes distancias, y manganas y brigolas, que eran máquinas de asedio para destruir edificios.

El ejército musulmán

Según las crónicas, el rey musulmán de la isla, Abú Yahya, tenía entre 18.000 y 42.000 hombres y entre 2000 y 5000 caballos. Los principales comandantes del valí eran: Abu-l-Ulà Idrís al-Mamun, Fat Allâh (in Fautil·la), Abu Hafs ibn Sayrî y Xuiap de Xivert. Este último era un refugiado almohade con un ejército de 3000 guerreros, 20 a 30 hombres a caballo y 15.000 civiles. El armamento musulmán era similar al cristiano: mallas, lanzas, mazas, flechas y escudos resistentes a los sables. También usaban el fustíbalo, un arma similar a una honda para lanzar proyectiles desde las murallas. Contaban con catapultas y máquinas de tiro rápido llamadas algarradas, que podían causar mucho daño.

¿Cómo fue la conquista?

La travesía y el desembarco de las tropas

Archivo:Conquista de Mallorca por Jaime I de Aragón 01
Esquema de los primeros enfrentamientos en la isla.
Archivo:Sant Elm Panorama
Panorámica de San Telmo, con la isla Dragonera al fondo y el islote Pantaleu en el centro. Municipio de Andrach.
Archivo:Bahía de Santa Ponça-rafax
Bahía de Santa Ponsa con el monte Puch de Galatzó al fondo. La foto fue tomada desde el lugar del desembarco.

El 5 de septiembre de 1229, la expedición partió hacia Mallorca desde Salou, Cambrils y Tarragona. La flota tenía más de 150 naves, la mayoría catalanas, y un contingente armado de entre 800 y 1500 caballeros y unos 15.000 soldados. El rey musulmán de la isla, Abú Yahya, tenía entre 18.000 y 42.000 hombres y entre 2000 y 5000 caballos. No recibió apoyo militar de la península ni del norte de África, por lo que intentó dificultar el avance cristiano hacia la capital.

Algunas naves cristianas fueron construidas por la Corona, pero la mayoría eran aportaciones privadas. Pedro Martell fue nombrado líder de la flota por su experiencia en las Baleares, y Guillermo de Moncada actuó como lugarteniente, todo bajo el mando de Jaime I. La nave real, al frente de la flota, fue dirigida por Nicolás Bonet.

El viaje fue difícil debido a una fuerte tormenta. Después de tres días, entre el 7 y el 8 de septiembre, toda la flota cristiana llegó al islote Pantaleu, cerca de la actual localidad de San Telmo. La flota musulmana no causó problemas, si es que existía. La tormenta fue tan fuerte que el rey juró a Santa María que le construiría una catedral si los salvaba. La tradición local dice que la primera misa real se celebró en este islote.

Mientras los cristianos se preparaban, Abú Yahya acababa de sofocar una revuelta. Algunos de los rebeldes perdonados, como "Alí del Pantaleu" o Ben Abed, decidieron apoyar a los cristianos. Alí de la Palomera, un musulmán, se acercó nadando a la Dragonera el 9 de septiembre y dio información sobre Mallorca y la situación del valí.

Los musulmanes ya sabían de la llegada de los cristianos por las atalayas costeras. El valí dispuso un ejército de 5000 soldados y 200 caballos en la costa de Andrach. Jaime I, informado por Alí, convocó a los nobles. Decidieron que Nuño Sanz y Ramón de Moncada explorarían la costa para encontrar un buen lugar para desembarcar. Regresaron con la noticia de haber encontrado Santa Ponsa, un lugar con un pequeño monte que, con unos 500 hombres, podría defender el desembarco.

Archivo:Malteser Galeere
Galera maltesa de la época, donde puede apreciarse la gran cantidad de esclavos remeros que usaban para movilizarla.
Archivo:Cruz-Desembarco Jaime I-rafax
Cruz conmemorativa en Santa Ponsa, en el lugar donde se produjo el desembarco. El monumento forma parte del entramado del Paseo Calviá.

Al llegar a la bahía de Santa Ponsa a medianoche, en completo silencio, el rey ordenó levantar anclas. La señal de ataque sería golpeando la proa de los barcos. Parte del ejército musulmán había avanzado para averiguar el lugar del desembarco. Al oír los remos, los musulmanes gritaron y galoparon hacia la playa. Cuando los cristianos desembarcaron, hubo un primer enfrentamiento. Los cristianos ganaron fácilmente, con unas 1500 bajas para el ejército del valí, y el resto de sus fuerzas huyeron hacia las montañas. Las crónicas de los vencidos coinciden en esto. Durante este combate, el rey, con 24 caballeros aragoneses, realizó una acción audaz contra un gran grupo de enemigos, lo que molestó a los Moncada, quienes le reprocharon su imprudencia. La versión de los vencidos dice que los almohades estaban en desventaja, lo que facilitó la huida y la persecución por parte de los cristianos.

La crónica del desembarco dice:

Encontramos un lugar que tenía por nombre Santa Ponsa y decidimos que era un buen sitio para atracar. El domingo a mediodía un sarraceno llamado Alí, de La Palomera, vino nadando hasta nosotros, y nos dio noticias de la isla, de la ciudad y del Rey. Yo ordené que cuando fuese media noche, las galeras y las taridas levasen anclas...

El martes, el rey descansó en el campamento provisional en la playa. Parte de la armada avanzó hasta la zona de La Porraza. El grueso de las fuerzas del valí, que ya habían salido de la medina, avanzaba hacia Santa Ponsa. Los cristianos, avisados, se mantuvieron en alerta. Al día siguiente, Berenguer de Palou, el obispo de Barcelona, celebró una misa sobre una roca entre Galatzó y Palmanova, en agradecimiento por los éxitos. En 1929, se construyó una pequeña capilla románica sobre esta roca, llamada capilla de la piedra sagrada.

Se cree que el primer objetivo militar cristiano fue el Puig de sa Morisca, ya que desde allí se controla una amplia zona. En 2008, se encontró un pequeño escudo de metal con el blasón de los caballeros Togores en ese lugar.

En Santa Ponsa, hoy hay una cruz que conmemora el desembarco. En las mismas fechas, se celebran fiestas con representaciones de la batalla de "moros y cristianos" en la playa.

La batalla de Portopí

Archivo:Batalla de Portopí-Pintures murals conquesta de Mallorca
Batalla de Portopí. Fragmento de las pinturas murales de la conquista de Mallorca, procedentes del Palacio Aguilar de Barcelona y conservadas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Datadas: 1285-1290.
Archivo:Reconquista4
Tropas musulmanas y cristianas prestas para entrar en combate
Archivo:Tumba de Los Montcada-Mallorca-rafax
Cenotafio en el lugar donde murieron en combate Guillermo y Ramón Moncada, parte hoy día del entramado del Paseo Calviá, cerca de la actual localidad turística de Palmanova; Cruz de los Montcada.

La batalla de Portopí fue el enfrentamiento más importante en campo abierto entre las tropas de Jaime I y las de Abú Yahya. Ocurrió el 12 de septiembre en la sierra de Na Burguesa (antes llamada sierra de Portopí), a medio camino entre Santa Ponsa y la Ciudad de Mallorca. Aunque los cristianos ganaron, sufrieron bajas importantes, como la de Guillermo II de Bearne y su sobrino Ramón, conocidos como "los hermanos Moncada".

Antes de la batalla, el ejército musulmán se había desplegado por la sierra, sabiendo que los cristianos tendrían que cruzarla. Horas antes, Guillermo de Moncada y Nuño Sánchez discutieron sobre quién lideraría la vanguardia. Los Moncada se adelantaron y cayeron en una emboscada, siendo rodeados y perdiendo la vida. Jaime I, sin saber de su muerte, avanzó con el resto del ejército y se encontró con el enemigo en la sierra. Los cuerpos de los Moncada fueron encontrados y enviados a enterrar en el monasterio de Santes Creus.

Según la crónica de Bernat Desclot, las fuerzas cristianas no siempre actuaron con decisión, y el rey tuvo que animarlos varias veces, exclamando: "¡Vergüenza caballeros, vergüenza!". Finalmente, la superioridad militar cristiana hizo que los musulmanes se retiraran. Los cristianos les permitieron huir a la medina para refugiarse. Desclot menciona que solo murieron catorce caballeros y pocos soldados de a pie.

Al caer la noche, el ejército de Jaime I descansó en la zona de la actual localidad de Bendinat. La leyenda dice que allí comieron "sopas con ajos" y el rey exclamó en catalán "bé hem dinat" (bien hemos comido), dando nombre al lugar. La noticia de la muerte de los Moncada fue comunicada a Jaime I por Berenguer de Palou dos días después, y fueron enterrados con gran tristeza.

En el lugar donde cayeron los Moncada, se conservó hasta 1914 un pino conocido como "el pino de los Montcada". En el siglo XIX, poetas catalanes y franceses, con el apoyo del archiduque Luis Salvador, construyeron un monumento en conmemoración, que forma parte del Paseo Calviá en Palmanova.

Después de esta gran batalla, el camino hacia la capital de la isla quedó libre para las tropas invasoras, que se prepararon para el asedio final a la ciudad.

El asedio a Madina Mayurqa y la pacificación de la isla

Archivo:1099jerusalem
El asedio a Medina Mayurqa duró más de tres meses. En la imagen, asedio de Jerusalén en la primera cruzada.

El rey y sus tropas estuvieron ocupados durante ocho días por la pérdida de los Moncada y la elección del campamento. Luego avanzaron y acamparon al norte de la ciudad, entre la muralla y la zona de "La Real". Jaime I ordenó montar dos trabuquetes, una catapulta y un mangonel turco para bombardear la ciudad. El campamento real se eligió estratégicamente cerca de la acequia que abastecía de agua a la ciudad, pero lejos de las ballestas y mangoneles musulmanes. Jaime I, previendo un asedio largo, ordenó construir una empalizada alrededor del campamento para proteger a sus tropas.

Archivo:Trebuchet
Trabuquete, arma de asedio de la época medieval, que podía lanzar unos dos proyectiles por hora al objetivo.

Mientras el ejército cristiano estaba acampado, recibió la visita de Ben Abed, un musulmán influyente. Ben Abed, al mando de 800 aldeas en los montes, ofreció ayuda y rehenes a cambio de paz. Esto fue de gran ayuda para los cristianos. Como prueba de sumisión, Abed entregó a Jaime I veinte caballerías cargadas de avena, cabritos y gallinas. El rey le dio uno de sus pendones para que sus mensajeros pudieran pasar sin ser atacados.

Los sitiados respondieron con catorce algarradas y dos trabuquetes. Ante el avance cristiano, los musulmanes ataron a prisioneros cristianos en lo alto de las murallas para evitar el bombardeo. Los prisioneros gritaban a sus compatriotas que no dejaran de disparar. Jaime I, al escuchar sus súplicas, los encomendó a Dios y redobló los ataques. Al ver que el chantaje no funcionaba, los musulmanes devolvieron a los prisioneros al calabozo. En respuesta, Jaime I catapultó las cabezas de 400 enemigos capturados, intentando reabrir la fuente de agua de la Medina que los cristianos habían bloqueado.

Al verse perdidos, los musulmanes ofrecieron negociaciones para la rendición de Abú Yahya. Jaime I quería llegar a un acuerdo para evitar más pérdidas y recibir la ciudad intacta. Sin embargo, los parientes de los Moncada y el obispo de Barcelona exigieron venganza. El rey se vio obligado a ceder y continuar la campaña, que culminó con la toma de Palma de Mallorca.

La toma de Madina Mayurqa

Archivo:Hug IV Empuries Pero Maça Croada Mayurqa 1229
Hugo IV de Ampurias y Pero Maça, señor de Sangarrén, durante la conquista de la isla.

El asedio a una ciudad amurallada solía implicar cercarla y esperar a que los defensores sufrieran sed y hambre. Pero debido al clima y al cansancio de las tropas de Jaime I, el rey decidió derribar los muros y asaltar las torres para terminar la empresa rápidamente. Se usaron máquinas como castillos de madera, bozones, ballestas de torno y trabuquetes.

Después de duros combates durante meses, los cristianos abrieron brechas y derribaron muros y torres. Los zapadores aragoneses cavaron una enorme mina para derribar las murallas, y los musulmanes respondieron con contraminas. Finalmente, el 31 de diciembre de 1229, Jaime I logró tomar Madina Mayurqa. El momento clave fue cuando seis soldados lograron colocar un pendón en lo alto de una de las torres de la ciudad, gritando: "¡Adentro, adentro, que todo es nuestro!". El soldado que se adelantó, Arnaldo Sorell, fue nombrado caballero por Jaime I por su valentía. El resto del ejército cristiano entró en la ciudad al grito de: "¡Santa María, Santa María!", una costumbre medieval.

El cronista Pedro Marsilio, por orden del rey Jaime II, relató que 50 caballeros cargaron contra los sarracenos gritando: "¡Ayúdanos Santa María, madre de nuestro señor!" y "¡Vergüenza caballeros, vergüenza!". Los sarracenos que quedaron en la medina fueron superados, mientras miles huían por las puertas traseras.

La entrada triunfal de Jaime I fue por la puerta principal de la medina, llamada "Bab al-Kofol" o "Porta Pintada". De ella se conserva una placa conmemorativa, aunque fue demolida en 1912. En el museo diocesano de Mallorca, hay una imagen medieval de la lucha en el retablo de San Jorge del pintor Pedro Nisart.

Se cuenta que, una vez tomada la ciudad, los cristianos capturaron a Abú Yahya. Él fue interrogado para que revelara la ubicación de tesoros. Su hijo de 16 años fue ejecutado en su presencia, y su otro hijo se convirtió al cristianismo para salvar su vida. Abú Yahya falleció sin revelar sus riquezas. La medina fue incendiada, y la población que no pudo huir fue sometida. Algunos se convirtieron al cristianismo para sobrevivir. La cantidad de personas fallecidas fue tan grande que los cuerpos no pudieron ser enterrados, lo que provocó una epidemia de peste entre las tropas cristianas.

Según la crónica de Jaime I, murieron 20.000 musulmanes, y otros 30.000 abandonaron la ciudad. En la sierra de Tramontana y en Artá, se refugiaron unas 20.000 personas, que finalmente fueron capturadas.

¿Hubo problemas con el reparto de bienes?

Al entrar en la medina, los conquistadores empezaron a tomar lo que veían, lo que causó conflictos. El rey sugirió ocuparse de los musulmanes que habían huido a las montañas para evitar un contraataque. Pero la ambición por los bienes hizo que el obispo de Barcelona y Nuño Sánchez propusieran hacer pública la venta de los bienes. El botín inicial fue abundante, pero cuando se anunció que había que pagar, hubo una revuelta. Jaime I ordenó llevar todo lo conseguido al castillo de los templarios y advirtió que colgaría a quienes siguieran saqueando. El saqueo duró hasta el 30 de abril de 1230. Un mes antes, el maestre de la "casa de San Juan" llegó pidiendo tierras, un edificio y bienes. Jaime I les entregó "la casa del deracenal" y cuatro galeras capturadas al valí. Otro problema fue el abandono de la capital por parte de los combatientes. Jaime I envió a Pedro Cornel a Barcelona para reclutar 150 caballeros y terminar de conquistar la isla.

¿Cómo fue la resistencia musulmana?

Archivo:Mallorca-1229
Situación de los últimos focos de resistencia musulmana en Mallorca.

Gracias a las disputas internas entre los conquistadores, los musulmanes que lograron huir pudieron organizarse en las montañas del norte de Mallorca y resistir durante dos años, hasta mediados de 1232. Sin embargo, la mayoría de la población musulmana no ofreció mucha resistencia y permaneció desunida, lo que facilitó la invasión.

Para combatir la resistencia en las montañas, se organizaron varias expediciones. La primera, liderada por Jaime I, fracasó por el cansancio de las tropas y las enfermedades. La segunda incursión, en marzo, fue contra los que se habían escondido en la sierra de Tramontana. Allí encontraron un grupo de rebeldes que acordaron rendirse si no recibían ayuda de otros grupos. Mientras los cristianos cumplían el pacto, exploraron en busca de más refugiados. Un destacamento bajo el mando de Pedro Maza encontró una cueva con muchos musulmanes que terminaron rindiéndose.

Jaime I, habiendo resuelto los problemas principales y deseando regresar a sus tierras, nombró a Berenguer de Santa Eugenia como su lugarteniente y gobernador de la isla, encargado de acabar con la resistencia musulmana en los castillos y montañas. Jaime I regresó a Cataluña el 28 de octubre de 1230, siendo recibido en Barcelona con grandes festejos por su triunfo. Sin embargo, poco después, corrió el rumor de que se estaba formando una gran flota en Túnez para contraatacar. Por ello, Jaime I volvió a Mallorca y aprovechó para tomar los castillos donde se encontraba parte de la resistencia musulmana: el castillo del Rey en Pollensa, el de Santueri en Felanich y el de Alaró. El último reducto sarraceno se agrupó en el castillo del Rey, una fortaleza en un promontorio de 492 metros. Una vez tomadas estas fortalezas y convencido de que no vendría ninguna armada de África, regresó a Cataluña.

Entre el 31 de diciembre de 1229 y el 30 de octubre de 1230, se tomaron las poblaciones del Llano, Migjorn, Levante y el nordeste de la isla. Finalmente, quienes no lograron huir al norte de África o a Menorca fueron sometidos y algunos se convirtieron en siervos, aunque unos pocos lograron quedarse en sus tierras.

El último foco de resistencia hizo que Jaime I regresara a la isla en mayo de 1232. Unos 2000 sarracenos refugiados en las montañas solo aceptaron rendirse ante el propio Jaime I.

¿Qué nos dice la visión de Ibn Amira Al-Mahzumi?

Guillermo Rosselló Bordoy, historiador y arqueólogo de Mallorca, junto al filólogo Nicolau Roser Nebot, tradujo la primera crónica conocida de la conquista de Mallorca, Kitab ta’rih Mayurqa. Esta obra, que se creía perdida, fue encontrada en una biblioteca de Tinduf durante un trabajo de catalogación de documentos árabes. Es la primera vez que se conocen detalles desde el punto de vista de los vencidos.

El autor fue Ibn Amira Al-Mahzumi, un andalusí nacido en Alcira en 1184, que huyó a África durante el conflicto. Su relato es de gran valor histórico y literario, ya que es el único documento que narra la visión de la campaña desde el lado de los derrotados. En sus 26 páginas, describe detalles desconocidos, como el nombre del lugar del desembarco: Sanat Busa, que en árabe significa "lugar de juncos".

Muhammad Ben Ma’Mar, profesor de la universidad de Orán, realizó la primera transcripción. Finalmente, Guillermo Rosselló Bordoy la tradujo al catalán en 2009, y se convirtió rápidamente en un éxito en Baleares.

Entre otras aportaciones, la crónica confirma el número de 150 barcos para la flota cristiana y su desvío por la costa de Tramuntana, que fue avistada por los vigías. Sin embargo, difiere en el trato dado al gobernador musulmán de Mallorca, que parece haber sido ejecutado junto a su familia, sin cumplir las promesas de rendición que se mencionan en las crónicas cristianas. Coinciden otros detalles, como la captura de naves cristianas en Ibiza como excusa para la invasión, el lugar del desembarco, la batalla de Portopí y un número de 24.000 bajas musulmanas.

Según el relato de Amira, el bando musulmán cometió muchos errores. Al ser alertado de los preparativos de invasión, el valí envió tres barcos espías: uno fue capturado, otro confirmó la inminente invasión y el último fue arrastrado hasta Cerdeña, donde capturaron a cinco cristianos que informaron que el ataque se había pospuesto. Abú Yahya les creyó y desmanteló sus defensas. El destacamento enviado a la costa de Andrach para repeler la invasión, un grupo almohade aliado, se distrajo, dando ventaja a los cristianos durante el desembarco. Durante la batalla de Portopí, cuando los musulmanes estaban ganando, el valí realizó una maniobra que hizo creer a su ejército que debían retirarse, lo que provocó una huida caótica hacia la ciudad.

Según las crónicas cristianas y musulmanas, la isla tenía aproximadamente 50.000 habitantes, distribuidos en doce alquerías. La mayoría eran mallorquines descendientes de los habitantes anteriores a la conquista musulmana de 903.

¿Cómo se repartió la isla?

Archivo:Jaume I Palma
Jaime I repartió la isla entre la casa real, la nobleza y la iglesia, según el Llibre del Repartiment. Imagen de Jaime I en el ayuntamiento de Palma.

Existe cierta confusión en las crónicas sobre los eventos entre la conquista de Palma el 31 de diciembre y el verano de 1230, especialmente en el reparto de la isla y los bienes.

En ese momento, Mallorca tenía 816 explotaciones agrícolas. El reparto de tierras y bienes fue total y se hizo según lo acordado en las Cortes y en el "Llibre del Repartiment". El rey Jaime I dividió la isla en ocho partes: la mitad fue para el rey (medietas regis) y la otra mitad para los nobles "porcioneros" o árbitros del reparto (medietas magnatis). Solo se conocen los bienes de la medietas regis, que aparecían en el Llibre del Repartiment, pero se cree que la medietas magnatis era similar. Los grupos que más participaron fueron Barcelona y Marsella, seguidas de la Orden del Temple.

El sistema feudal que Jaime I estableció en la isla se basaba en unidades jurisdiccionales llamadas caballerías, que debían aportar un número de caballeros armados para defender el reino. Algunas de estas, por su importancia, se llamaron baronías. Los caballeros tenían privilegios y eran honrados por el rey. Podían arrendar o vender sus caballerías a terceros, lo que les daba cierta autoridad civil y criminal, y les permitía cobrar derechos señoriales.

¿Qué eran la medietas regis y la magnatis?

La medietas regis incluía unas 2113 casas, unos 320 talleres urbanos y 47.000 ha divididas en 817 fincas. El monarca repartió esta parte entre las órdenes militares (principalmente la Orden del Temple), los infantes, los funcionarios a su cargo, y los hombres libres y las ciudades. Así, la Orden del Temple recibió 22.000 ha, 393 casas, 54 tiendas y 525 caballerías. Los hombres al servicio del monarca recibieron 65.000 ha. Las ciudades recibieron 50.000 ha, y el infante Alfonso, su hijo mayor, recibió 14.500 ha.

La medietas magnatum se repartió entre los cuatro "porcioneros", quienes a su vez debían repartir las tierras entre sus hombres, hombres libres y comunidades religiosas. Los cuatro porcioneros fueron Guillermo de Moncada, vizconde de Bearne, Hugo de Ampurias, Nuño Sánchez y el obispo de Barcelona.

Guillermo de Moncada recibió el "juz" de Qanarûsha o Canarosa, que incluía Costich y Sancellas, y un tercio del de Sóller.

Nuño Sánchez recibió los "ajzâ'" de Valldemosa, Manacor y Buñola. Fundó el hospital de Sant Andreu en 1233. Al morir sin hijos, sus posesiones pasaron a la Corona.

Berenguer de Palou, que había contribuido con 100 caballeros y 1000 sirvientes, recibió el término de Calviá, Andrach, Puigpuñent y la "Baronía de los obispos de Barcelona" en Marrachí. Se convirtió en el primer señor cristiano de estos territorios. Durante las operaciones de limpieza en la ciudad, fue herido en un pie.

Hugo de Ampurias recibió los "ajzâ'" de Mûruh, que incluía Muro, María de la Salud, Santa Margarita, dos tercios del de Sóller y la mitad de la albufera de Alcudia.

Finalmente, el territorio de Mallorca se distribuyó en aproximadamente 66.000 ha de señorío, 33.000 de realengo (propiedad del rey) y 14.000 urbanas. Aunque las tierras se repartieron, Jaime I se reservó el dominio, haciendo que los propietarios fueran sus vasallos y le debieran obediencia. Esto aumentó el poder del monarca.

Archivo:Jaime I Plaza España Mallorca
Estatua de Jaime I en la plaza de España de Palma de Mallorca.

Muchos otros nobles recibieron territorios, como Gilabert de Cruïlles y Ramón Sa Clusa, que recibieron la baronía de Bañalbufar. Las familias Montsó y Nunis recibieron el distrito de Yartán, que incluía Artá, Capdepera y Son Servera. El conde Pedro I de Urgel, el abad de San Feliu de Guíxols, y Bernardo de Santa Eugenia también recibieron tierras. La Orden de los Caballeros Templarios recibió la mayor parte de Alcudia y Pollensa, donde construyeron la basílica gótica de San Francisco y la iglesia de Santa Eulalia. Desde 1229, había franciscanos en Mallorca, ya que dos frailes de esta orden acompañaron a Jaime I. La Orden de los Caballeros de San Juan también recibió la población de Algaida y construyó la iglesia de San Juan de Malta.

Entre las localidades que pertenecieron al rey estaba el distrito de Yiynau-Bitra con Sinéu y Lloret de Vista Alegre. El rey también concedió derechos de comercio a los hombres de Barcelona y 300 casas en Palma y la sexta parte de Inca a la ciudad de Marsella.

La comunidad judía recibió alquerías y rahales, principalmente en Petra, Inca, Montuiri y Sinéu. También obtuvieron importantes concesiones, como un estatus legal y bienes inmuebles, especialmente de Nuño Sánchez, quien había sido acompañado por un judío de confianza de Jaime I llamado Bahiel para negociar con los musulmanes.

Los aliados genoveses y pisanos también recibieron derechos. Los cónsules marselleses Guillermo Aycard y Balduino Gemberto, cuya participación fue clave con varias naves y más de seiscientos caballeros, recibieron 300 casas en Palma, 24 alquerías en Artá e Inca, y una vigésima parte de la albufera de Pollensa.

En 2002, se descubrió que un aficionado suizo, Rupert Spilmann, había encontrado un tesoro en el castillo de Santueri, extrayendo ilegalmente más de mil monedas que exportó a Suiza y Alemania.

¿De dónde venían los conquistadores?

Los conquistadores procedían de diversos lugares. Algunos nombres de localidades actuales provienen de sus señores, como Deyá o Estellenchs. Según el Llibre del Repartiment, las tierras conquistadas se repartieron entre personas de Cataluña (39,71%), Occitania (24,26%), Italia (16,19%), Aragón (7,35%), Navarra (5,88%), Francia (4,42%), Castilla (1,47%) y Flandes (0,73%). Debido a la reducción o expulsión de gran parte de la población local, no había suficiente mano de obra para el cultivo. Por ello, en 1230 se dictó la carta de franquezas, que ofrecía privilegios para atraer a más repobladores. La nueva población de Mallorca vino principalmente de Cataluña, especialmente del Ampurdán, aunque también quedó algo de población mudéjar. Por esta razón, la lengua propia de Mallorca es un dialecto oriental del catalán, llamado mallorquín.

Muchos apellidos típicos mallorquines, que comenzaron a usarse de forma hereditaria en el siglo XIII, hacen referencia a las tierras de origen de los primeros repobladores.

La toponimia (nombres de lugares) de la isla después de 1232 se formó por diversos mecanismos: nombres de personas, descriptivos, de plantas y geográficos. Muchos aún no están claros debido a las influencias que ha recibido la isla a lo largo de la historia.

Parece que antes de la conquista, la población cristiana en la isla era escasa o inexistente. Una mezquita, hoy la iglesia de Sant Miquel, tuvo que ser adaptada para la primera misa después de la toma de la ciudad. Los historiadores mallorquines creen que el culto católico no se extinguió por completo durante el periodo musulmán, ya que la iglesia de Santa Eulalia, construida antes de la invasión, nunca fue una mezquita. Se desconoce si las tropas de Jaime I encontraron cristianos mozárabes.

¿Qué pasó con Menorca e Ibiza?

Alfonso III de Aragón conquistó Menorca en 1287.
La conquista de Ibiza en 1235.

Después de tomar Mallorca, Jaime I decidió no atacar Menorca debido a las bajas sufridas y a que las tropas eran necesarias para la conquista de Valencia. Se ideó una estrategia para hacerse con Menorca. Fray Ramón de Serra, de la orden del temple, aconsejó al rey enviar un comité a la isla vecina para negociar la rendición de los musulmanes. Él mismo se ofreció. El rey decidió que lo acompañaran el maestre templario Bernardo de Santa Eugénia y el caballero templario Pedro Masa. Mientras la comitiva negociaba, Jaime I ordenó encender grandes hogueras en el lugar donde hoy está el castillo de Capdepera. Estas hogueras eran visibles desde Menorca y hacían creer a los musulmanes de la isla que había un gran ejército listo para invadirlos. Esto funcionó, y Menorca se rindió, firmando el Tratado de Capdepera. Tras la rendición, Menorca siguió bajo control musulmán, pero se convirtió en tributaria del rey de Mallorca, pagando impuestos desde el 17 de junio de 1231. La isla fue finalmente conquistada en 1287 por Alfonso III de Aragón.

La conquista de Ibiza fue encargada por Jaime I al arzobispo de Tarragona Guillermo de Montgrí, su hermano Bernardo de Santa Eugenia, el conde del Rosellón, Nuño Sánchez, y el conde de Urgel, Pedro I. Las islas fueron tomadas el 8 de agosto de 1235 y se incorporaron al Reino de Mallorca. La repoblación se llevó a cabo con gente del Ampurdán.

¿Cuáles fueron las consecuencias de la conquista?

Archivo:Laseu
Tras la conquista se construyó la catedral de Santa María sobre la antigua mezquita, como era costumbre en la época.
Archivo:Almudaina catedral
El Palacio Real de La Almudaina, junto a la catedral, fue reconstruido siguiendo el estilo gótico de la época.
Archivo:Bandera del Reino de Mallorca
Bandera del Reino de Mallorca.

Al principio, la nueva ciudad cristiana se dividió en dos parroquias: la de Santa Eulalia y la de San Miguel. Estas funcionaron como centros administrativos y de gremios, además de espirituales. La iglesia de San Miguel es considerada el templo más antiguo de Palma, construida sobre una mezquita musulmana con pequeñas modificaciones.

Posteriormente, Mallorca se convirtió en parte de la Corona de Aragón, bajo el nombre de "regnum Maioricarum et insulae adyacentes". Se empezó a usar el sistema legal catalán, y se estableció para la Ciudad de Mallorca el régimen llamado "Universitat de la Ciutat i Regne de Mallorca". Madina Mayurqa pasó a llamarse "Ciutat de Mallorca" o "Mallorques", ya que Jaime I le dio una municipalidad que abarcaba toda la isla. La ciudad vivió una época de prosperidad económica por su ubicación privilegiada para el comercio con el Magreb, Italia y el resto del Mediterráneo.

El 29 de septiembre de 1231, Jaime I cambió el reino de Mallorca por las tierras de Urgel con su tío el infante Pedro I de Portugal. Este acuerdo se finalizó el 9 de mayo de 1232, asignando a Pedro I 103 propiedades agrícolas de la parte real, convirtiéndose en señor de la isla.

El sistema de derecho penal introdujo nuevas prácticas. La carta de repoblación incluía disposiciones antiguas, como la impunidad para agresores que hubieran sido insultados con ciertas palabras. También se permitía que el autor y la víctima de un delito acordaran una compensación económica. Desde el principio, gracias a la carta de repoblación, existieron los notarios públicos. Jaime I y los señores crearon escribanías para documentar actos judiciales y patrimoniales, lo que generaba ingresos por las tasas de las escrituras.

La cultura y religión musulmana sufrieron una fuerte opresión después de la conquista. Aunque no todos los musulmanes fueron sometidos, no se les facilitó la conversión al cristianismo ni se les permitió practicar su religión en público, solo en privado. Quienes colaboraron con la invasión o se rindieron recibieron un trato especial, conservando su libertad y dedicándose a la artesanía o el comercio.

Pronto, los beneficiarios supieron aprovechar sus adquisiciones. Los caballeros del temple fueron autorizados a asentar a 30 familias de sarracenos para la recolección de aceitunas. También aprendieron de los judíos el arte de hacer cartas náuticas mediante un pacto que les garantizaba el suministro de agua.

Como la fiscalidad pública aún no estaba desarrollada, la mayor fuente de ingresos del rey era de carácter feudal. Sin embargo, los pagos de las comunidades no cristianas por impuestos comerciales sí se debían a su autoridad política.

La mezquita principal se usó como templo cristiano hasta que, alrededor de 1300, comenzó la construcción de la catedral de Santa María. Es la única catedral gótica del mundo construida tan cerca del mar y tiene uno de los rosetones más grandes, conocido como "El ojo del gótico".

El sistema de abastecimiento de agua de la medina, que usaba acequias que llegaban al palacio real, pasó a ser propiedad privada por concesión real. Su distribución se hacía mediante pagos según la concesión a cada propietario.

Después de la disminución de la población por la peste negra, se impulsaron las actividades ganaderas. Esto proporcionó materias primas baratas para la industria textil local y la posibilidad de vender productos a ciudades italianas. La isla mantuvo su función como centro de tránsito para el comercio marítimo con el norte de África.

Aunque los romanos habían introducido el cultivo de la vid para hacer vino, el dominio árabe limitó su consumo. Fue reimplantado y fomentado por las cortes aragonesas con licencias de plantación, lo que trajo un periodo de prosperidad.

El proceso de ocupación del territorio fue lento. Quince años después de la conquista, algunas propiedades señoriales solo tenían una cuarta parte cultivada, y la mayoría de la gente se asentaba en la capital y sus alrededores.

Tras la muerte de Jaime I, el reino, junto con otras posesiones en el sur de Francia, fue heredado por su hijo Jaime, quien se convirtió en rey de Mallorca, independiente de la Corona de Aragón hasta su posterior reincorporación.

Algunas calles de Palma recuerdan este capítulo de la isla, como la plaza de Abū Yahyā y la calle 31 de diciembre, que hace referencia a la fecha de la entrada triunfal de las tropas cristianas en la ciudad.

Mitos y leyendas de la conquista

En la literatura popular hay muchas historias sobre Jaime I. Una de ellas cuenta que, durante un banquete en casa de Pere Martell, el rey ordenó guardar la comida y la bebida y no tocar nada hasta su victorioso regreso de la isla.

Respecto a las leyendas sobre el murciélago en el escudo de armas de Mallorca, una de las más populares dice que, una noche, mientras las tropas cristianas dormían, un murciélago chocó con un tambor. El ruido despertó a las tropas de Jaime I justo antes de ser atacadas, salvando sus vidas.

Según el propio Jaime I en su autobiografía, los sarracenos vencidos le contaron que vieron a un caballero montado en un caballo blanco entrar primero en la ciudad. El rey lo identificó como San Jorge, cuya cruz aparece en el escudo de Aragón, junto a cuatro cabezas que representan la victoria de Pedro I de Aragón en la batalla de Alcoraz.

La supremacía de Jaime I, sus almirantes y sus aliados almogávares en el Mediterráneo fue tan grande que se decía:

Ni galera ni otra armada alguna se atreviera a andar sobre la mar sin salvoconducto del Rey de Aragón, y no solamente ni nave ni otro bajel, pero ni los peces osaban levantar cabeza en ella sin llevar un escudo con las armas de Aragón.

Por el lado musulmán, existe una leyenda numismática de la familia Ganiya, que emitió un dinar con la misma frase del dinar almohade: "Solo hay un Dios, Mahoma es el enviado de Dios, la disposición toda es de Dios, el sublime y único". Con esto, buscaban usar la misma fuerza movilizadora que sus enemigos.

Una de las imágenes religiosas más veneradas de Palma es la virgen de la iglesia de San Miguel, conocida como "La Mare de Déu de la Salut" (La madre de dios de la salud). Aunque no hay documentos sobre su origen medieval, la tradición popular cuenta que esta estatua de mármol presidió la misa en Salou el 5 de septiembre de 1229, antes de que la flota cristiana zarpara hacia Mallorca, y que Jaime I la llevó consigo en su galera.

Eventos y conmemoraciones

Archivo:MorosycristianosMallorca
Celebración de la batalla de moros y cristianos en la localidad turística de Santa Ponsa, rememorando el desembarco efectuado en su bahía el 10 de septiembre de 1229.

En 2009, se inauguró un recorrido turístico con 19 paneles informativos en cuatro idiomas, llamado "Las rutas del desembarco". Propone un paseo cultural por los alrededores de Santa Ponsa a lo largo de tres rutas: cristiana, musulmana y la de la batalla.

El 9 de septiembre de 2010, durante la conmemoración de los 781 años del desembarco, Carlos Delgado Truyols, alcalde de Calviá, afirmó que "la conquista de Mallorca, desde el punto de vista político, no fue una conquista catalana, sino que fue de carácter plural y de cristiandad", y defendió el dialecto mallorquín como lengua oficial de Mallorca.

En 2010, se encontraron en Artá los restos de una mujer bereber de la época que se había refugiado en una cueva con las llaves de su casa, junto a otras veinte personas. Se cree que desconocían que la isla había sido invadida tres meses antes.

La toma de la capital se conmemora los días 30 y 31 de diciembre en la "Festa de l'Estendart". Declarada "Bien Cultural", es una de las fiestas civiles más antiguas de Europa. Durante su celebración, se realiza un pregón y una ofrenda floral a la estatua de Jaime I en la plaza de España de Palma. Se cree que su nombre hace alusión al soldado que colocó el estandarte real en la torre y avisó a las tropas cristianas.

Arte relacionado con la conquista

Archivo:Monumento a Jaime I en Salou
Monumento dedicado a Jaime I en el puerto de Salou. Su construcción se inició en 1965 y muestra una efigie del conquistador sobre un caballo de piedra en una galera.
Archivo:Pati interior del Palau Aguilar (3)
Patio interior del Palacio Aguilar.

Aunque en la Baja Edad Media el estilo arquitectónico predominante de la burguesía era el gótico, Jaime I y sus sucesores en Mallorca impulsaron políticas mercantiles y el comercio marítimo. Este carácter comercial fue desarrollado por catalanes, valencianos y mallorquines. El reino de Aragón, en cambio, se dedicó más a la agricultura y ganadería. La dedicación a la industria y el comercio de catalanes y mallorquines llevó a un gran desarrollo del gótico civil, con palacios, lonjas y diputaciones construidas por ricos burgueses.

Durante la ocupación cristiana, la mayoría de las obras arquitectónicas musulmanas en la isla fueron destruidas. Solo se conservan los baños árabes en el huerto de la mansión palmesana de Can Fontirroig. Se estima que fueron construidos en el siglo X y que pudieron haber estado junto a un palacio musulmán. Aún se aprecian sus arcos, sus 12 columnas con capiteles desiguales y una sala cuadrada con cúpula.

En cuanto a la pintura, hay muchas obras de arte sobre la historia de la isla. Entre 1285 y 1290, el salón de recepciones del Palacio Real Mayor de Barcelona fue pintado con imágenes de la conquista, mostrando caballería, peones, lanceros y ballesteros. También hay fragmentos en el Palacio Aguilar que representan la reunión de las cortes de Barcelona de 1228.

En 1897, la sociedad cultural "Círculo Mallorquín" convocó un concurso de pintura sobre la conquista. Una de las obras ganadoras, "Rendición del walí de Mallorca al rey Jaime I" del pintor Richard Anckermann, muestra la entrada triunfal de Jaime a caballo y la sumisión del valí.

En la capilla de la "Virgen de la Salud" en la iglesia de Sant Miquel, hay una talla de mármol de estilo gótico. La tradición dice que acompañó a Jaime I en su expedición a la isla.

Entre las cuatro grandes crónicas de la literatura catalana medieval, está el "Libro de los hechos de Jaime I". Sus textos fueron dictados por el rey y escritos por sus escribanos en primera persona, con un estilo vivo y coloquial.

En el centro de la plaza de España de Palma, hay un monumento a Jaime I. Es una estatua ecuestre de bronce con un almogávar a sus pies. Fue realizada por el escultor Enric Clarasó e inaugurada en 1929, en el séptimo centenario de la conquista.

En el paseo de Jaime I en Salou, hay un monumento dedicado a Jaime I, obra del arquitecto Salvador Ripoll y el escultor Lluís Maria Saumells. Muestra una efigie del conquistador sobre un caballo de piedra con la cabeza revestida de pan de oro. Fue inaugurado el 28 de diciembre de 1965.

Una de las obras de arte más características que ha perdurado en la isla desde la llegada de los conquistadores es el canto de la Sibila. Es un drama litúrgico de melodía gregoriana que se interpreta tradicionalmente en la misa de Gallo en las iglesias de Mallorca. Fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 16 de noviembre de 2010.

Los patios de las viviendas palmesanas tienen una clara influencia de la casa medieval catalana. Aunque algunos se remontan a la época romana, todos tienen una estructura similar: una entrada cubierta entre el portal y el patio, con puertas a dependencias auxiliares, un suelo empedrado inclinado que recoge el agua de lluvia en una cisterna, y balcones adornados con balaustradas y hierros forjados. En el archivo municipal de Palma, hay más de 500 registrados.

El 1 de diciembre de 2010, el dibujante de cómics Oriol García i Quera y la editorial Casals publicaron el cómic Mallorca 1229: Jaume el conqueridor. La presentación tuvo lugar en el Museo de Historia de Cataluña.

¿Hay algo de misticismo en la historia?

En el Llibre dels Fets, Jaime I menciona varias veces a la Divinidad. Por ejemplo, al llegar a Mallorca, dice:

Y mirad la virtud de Dios, cual es, que con aquel viento con el que nos íbamos a Mallorca no pudimos tomar a Pollensa tal como se había emprendido, y eso que pensábamos que nos era contrario nos ayudó, que aquellos leños que eran malos de orzar fueron todos con aquel viento hacia la Palomera, donde nos estábamos, que ningún leño ni barca se perdió, ni falló nadie.

En 2012, surgió una secuencia que evocaba el acontecimiento y se relacionó con una experiencia mística. En una carta abierta al Obispo de Mallorca, se dice:

La secuencia está en la lista de contribuciones de «Sincronia Silenciosa», en la versión catalana de Wikipedia (Viquipèdia). El 31 de diciembre (día de la Festa de l'Estendard) se empezó a escribir en la discusión del artículo de la capital balear, sobre su denominación, más adelante se cambió el artículo de la Catedral de nombre y se creó el de las Mancomunidades, lo que suponía una división de la isla, cosa que aparece en el Llibre dels Fets, aunque no de igual forma. Con eso que se manifestaba simbólicamente, advertí la acción de una inteligencia más allá... Y recibí más información...

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Conquest of Majorca Facts for Kids

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Conquista de Mallorca por Jaime I para Niños. Enciclopedia Kiddle.