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Batalla para niños

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Una batalla es un enfrentamiento importante entre dos o más grupos, generalmente ejércitos, donde cada lado intenta vencer al otro. Las batallas suelen ocurrir durante las guerras o campañas militares y se pueden identificar por un lugar, un momento y las acciones que se llevaron a cabo.

Mientras que las guerras y campañas se planifican con una estrategia general (cómo ganar la guerra), las batallas son los momentos específicos donde se aplican las tácticas (cómo ganar un enfrentamiento). Un famoso estratega militar, Carl von Clausewitz, dijo que usar las batallas para lograr el objetivo de una guerra es la clave de la estrategia.

Antiguamente, la palabra "batalla" también se usaba para referirse a la parte central de un ejército, o a cada uno de los grupos en los que se dividía un ejército.

¿Qué hace que una batalla sea una batalla?

Archivo:Pieter Snayers Siege of Gravelines
El Sitio de Gravelinas, una batalla donde España venció a Francia, lo que llevó a un acuerdo de paz. Después de esta victoria, el rey Felipe II ordenó construir el Monasterio de El Escorial.

Un historiador militar, Sir John Keegan, describió una batalla como un evento donde dos ejércitos se enfrentan con gran determinación, hasta que uno de ellos se debilita y se desorganiza. Sin embargo, el inicio y el final de muchas batallas son más complejos.

El objetivo principal de una batalla es lograr una victoria. Se considera que un lado gana cuando su oponente se rinde, huye, se retira o ya no puede seguir luchando. A veces, una victoria puede ser tan costosa que el ganador termina en una situación difícil, lo que se conoce como "victoria pírrica". Si ninguno de los lados logra su objetivo, el resultado es un empate.

Hasta el siglo XIX, la mayoría de las batallas duraban un día o menos. Batallas como la de Gettysburg o la de Leipzig, que duraron tres días, eran muy raras. Esto se debía a que era difícil mantener a un ejército con alimentos y suministros en el campo de batalla. Una forma de alargar un enfrentamiento era mediante un asedio, que es cuando un ejército rodea una ciudad o fortaleza para obligarla a rendirse.

Con las mejoras en el transporte y la aparición de la guerra de trincheras, las batallas en la Primera Guerra Mundial podían durar semanas o incluso meses. Sin embargo, en batallas tan largas, las unidades se rotaban, por lo que el tiempo de combate intenso para cada soldado individual era más corto.

Las batallas pueden ser pequeñas, con pocos participantes, o muy grandes, con miles de soldados luchando a la vez. El tamaño del área de una batalla depende de las armas. Antes de la artillería y los aviones, las batallas se desarrollaban en un espacio que no iba más allá de lo que se podía ver. Hoy en día, el campo de batalla es mucho más grande, con unidades de apoyo (suministros, artillería, atención médica) que a menudo superan en número a las tropas que luchan en primera línea.

Para un soldado, es difícil saber si un combate es solo una pequeña parte de un ataque o una gran ofensiva. Es poco probable que un soldado de infantería que luchó el primer día de la Batalla del Somme en 1916 hubiera imaginado que seguiría luchando en la misma batalla casi cinco meses después.

El espacio de batalla

El "espacio de batalla" es un término militar moderno que se refiere a una estrategia que combina todas las fuerzas armadas (tierra, mar, aire, información y espacio) en un área de operaciones. Esto implica entender todos los factores necesarios para tener la mayor fuerza, protección y éxito en una misión. Incluye conocer a las fuerzas amigas y enemigas, las instalaciones, el clima, el terreno y las comunicaciones en las zonas de acción.

Factores que influyen en una batalla

El desarrollo y el resultado de una batalla dependen de varios factores importantes, como el número de soldados, los líderes de cada ejército y las ventajas del terreno. Aquí te explicamos algunos:

  • Ánimo de las tropas. La historia ha demostrado que el estado de ánimo y la calidad de las tropas suelen ser más importantes que la cantidad. Por ejemplo, en las Guerras Médicas, un ejército con un ánimo superior pudo vencer a pesar de ser menos numeroso, como en la Batalla de las Termópilas. Lo contrario ocurrió en la Batalla de Gaugamela. La calidad de un ejército depende del espíritu de las tropas, su equipo y su entrenamiento. Una unidad que ataca con gran determinación, aunque sin mucha disciplina, puede ganar. Esta táctica fue usada por el ejército de la Revolución Francesa.
  • Armamento. Las armas y las armaduras pueden ser decisivas, pero no siempre. En las guerras de Independencia de Escocia, los escoceses vencieron a los ingleses a pesar de tener armas inferiores.
  • Disciplina. La disciplina de las tropas es muy importante. En la Batalla de Alesia, los romanos, aunque eran menos, ganaron gracias a su estricta disciplina.
  • Terreno. El lugar donde se desarrolla una batalla también puede decidir el resultado. Tomar una posición elevada ha sido una estrategia clave en muchas batallas. Un ejército en un terreno alto obliga al enemigo a subir, lo que los cansa y los pone en desventaja. Además, es más fácil atacar desde arriba. Aunque este factor ha perdido importancia con los aviones, el terreno sigue siendo vital para esconderse, especialmente en la guerra de guerrillas.
  • Generales. Los líderes militares, como Julio César y Napoleón Bonaparte, son cruciales. Sus ejércitos tuvieron un éxito legendario. Un ejército que confía en las órdenes de su líder tendrá un ánimo superior. Los británicos atribuyeron su éxito en la Batalla de Trafalgar a la reputación del famoso almirante Lord Nelson.
  • Estrategia. La estrategia usada en una batalla puede ser decisiva, como demostró Aníbal en la Batalla de Cannas, donde tuvo muy pocas pérdidas frente a un enemigo más numeroso. La forma en que se organiza un ejército para el combate también es parte de la estrategia.

Tipos de batallas

Archivo:Battle of Gettysburg, by Currier and Ives
La Batalla de Gettysburg, 1-3 de julio de 1863, por Currier e Ives.

Las batallas pueden ocurrir en tierra, mar o aire. Las batallas navales existen desde hace mucho tiempo, pero las batallas aéreas tienen apenas un siglo, siendo la Batalla de Inglaterra en 1940 un ejemplo famoso. Durante la Segunda Guerra Mundial, las batallas navales y terrestres recibieron mucho apoyo aéreo. Por ejemplo, en la Batalla de Midway, varios portaaviones fueron hundidos sin que las flotas se acercaran directamente.

Hay diferentes tipos de batallas:

  • Una batalla de encuentro es cuando dos lados se enfrentan sin haber preparado su ataque o defensa de antemano.
  • Una batalla de desgaste busca causar más pérdidas al enemigo de las que uno mismo sufre. Muchas batallas de la Primera Guerra Mundial fueron de desgaste, como Verdún o Somme.
  • Una batalla de paso adelante busca romper las defensas del enemigo para dejar sus flancos (los lados) expuestos y vulnerables.
  • Una batalla de circunvalación (conocida como Kesselschlacht en la estrategia Blitzkrieg alemana) rodea al enemigo en una "bolsa", rompiendo sus líneas para avanzar rápidamente y atraparlos.
  • Una batalla envolvente implica un ataque por uno o ambos lados del enemigo. Un ejemplo clásico es la doble envolvente de la Batalla de Cannas.
  • Una batalla de aniquilación es aquella en la que el lado derrotado es completamente destruido en el campo de batalla, como la flota francesa en la Batalla del Nilo.
  • Una batalla decisiva es muy importante porque puede poner fin a un conflicto, como la Batalla de Hastings, o marcar un punto de inflexión, como la Batalla de Stalingrado. Una batalla decisiva puede tener un gran impacto político y militar, cambiando el equilibrio de poder y las fronteras entre países. El concepto de "batalla decisiva" se hizo popular con el libro de Edward Creasy, Las Quince Batallas Decisivas del Mundo, publicado en 1851.

Cambios en las batallas terrestres a lo largo de la historia

La forma de luchar en las batallas ha cambiado mucho con el tiempo. Las primeras batallas probablemente eran entre grupos desorganizados. Sin embargo, en la Batalla de Megido en el siglo XV a.C., una de las primeras batallas documentadas, ya se ve cómo la disciplina se imponía en los ejércitos. Esto continuó durante la Edad Antigua y la Edad Media.

Durante las guerras del Imperio Romano, algunos pueblos seguían usando métodos desorganizados o solo se organizaban para emboscadas. En el Siglo de las Luces, los ejércitos comenzaron a luchar en líneas muy disciplinadas, donde cada soldado seguía las órdenes de sus oficiales y luchaba como parte de una unidad, no como un individuo. Los ejércitos se dividían en regimientos, batallones, compañías y pelotones. Marchaban en filas y divisiones.

Por otro lado, los pueblos indígenas americanos no luchaban en líneas, sino que usaban tácticas de guerrilla. Los Estados Unidos también usaron esta táctica en la Guerra de Independencia. En Europa, durante las Guerras Napoleónicas y la Guerra Civil Estadounidense, se siguieron usando líneas disciplinadas.

Más tarde, en la Primera Guerra Mundial, surgió la guerra de trincheras. Debido a la poca movilidad y el uso masivo de artillería y ametralladoras, la guerra se volvió estática. La radio se usó para la comunicación entre batallones. También apareció la guerra química con el uso de gases venenosos.

En la Segunda Guerra Mundial, las divisiones más pequeñas, como pelotones y compañías, se volvieron muy importantes para operaciones precisas. En lugar de la guerra de trincheras, hubo una red dinámica de combates donde pequeños grupos se encontraban. Las brigadas de élite se hicieron reconocidas. Los vehículos de guerra también evolucionaron rápidamente, con la aparición del tanque, que reemplazó a los cañones antiguos. Desde entonces, la artillería ha ido reemplazando el uso de tropas en el frente. Hoy en día, las batallas modernas son similares a las de la Segunda Guerra Mundial, pero con los últimos avances tecnológicos. El combate indirecto con aviones y misiles ha reducido las batallas directas, que ahora suelen ocurrir en ciudades que son capturadas.

Cambios en las batallas navales a lo largo de la historia

Archivo:USS Yorktown (CV-5) in a dry dock at the Pearl Harbor Naval Shipyard, 29 May 1942 (80-G-13065)
El portaaviones USS Yorktown (CV-5) días antes del ataque a Pearl Harbor.

Una gran diferencia entre las batallas navales modernas y las antiguas es el uso de la infantería de marina, que introdujo la guerra anfibia (ataques desde el mar a la tierra). Hoy, la infantería de marina es un tipo de infantería que a veces lucha solo en tierra y no siempre está ligada a la marina.

Un buen ejemplo de una batalla naval antigua es la Batalla de Salamina. En la mayoría de las batallas navales antiguas, los barcos rápidos usaban un "ariete" en la parte delantera para chocar y hundir a los barcos enemigos, o se acercaban lo suficiente para que los soldados pudieran abordar y luchar cuerpo a cuerpo. Esta táctica la usaban civilizaciones que no tenían artillería de largo alcance. Otra invención de la Edad Media fue el "fuego griego" de los bizantinos, que incendiaba flotas enemigas a distancia. Los barcos de demolición chocaban y explotaban contra los barcos enemigos.

Con la invención de los cañones, los barcos de guerra también se usaron para apoyar la guerra terrestre. En el siglo XIX, las minas explosivas crearon un nuevo tipo de guerra naval. Durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, se usaron por primera vez los barcos acorazados, que podían resistir los impactos de los cañones y rápidamente dejaron obsoletos a los barcos de madera.

Más tarde, en la Primera Guerra Mundial, los alemanes inventaron el U-Boot (submarino), llevando la guerra naval bajo el agua. Con el desarrollo de la aviación en la Segunda Guerra Mundial, las batallas también se libraron en el aire. Desde entonces, los portaaviones se han vuelto esenciales en la guerra naval, actuando como bases móviles para los aviones de guerra.

Las batallas aéreas a lo largo de la historia

Archivo:B-17 bw left inflight
Bombardero B-17 Flying Fortress usado en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque la aviación se ha usado principalmente para apoyar enfrentamientos terrestres o navales, ha ganado importancia desde la Primera Guerra Mundial. Al principio, se usaba para reconocimiento y bombardeos pequeños e ineficaces, lanzando bombas de mano.

El uso de la aviación en la guerra se volvió crucial desde la Guerra Civil Española y, especialmente, durante la Segunda Guerra Mundial. Los aviones se diseñaron principalmente de dos formas: los bombarderos, que lanzaban explosivos a objetivos en tierra o barcos; y los interceptores, que derribaban aviones enemigos o escoltaban a los bombarderos (los combates entre aviones se llamaban "peleas de perros"). Entre las batallas aéreas más importantes de este período están la Batalla de Inglaterra y la Batalla de Midway.

Otro avance importante fue el helicóptero, usado por primera vez de forma efectiva en la Guerra de Vietnam. Hoy en día, el helicóptero sigue siendo muy usado para transportar tropas a zonas de difícil acceso para los aviones.

Actualmente, los enfrentamientos aéreos directos son raros. Los interceptores modernos están más preparados para bombardear objetivos en tierra con gran precisión que para luchar contra otros aviones en vuelo. Para defenderse de los aviones enemigos, es más común usar baterías antiaéreas que flotas de aviones. A pesar de esto, la aviación es una herramienta fundamental de apoyo para el ejército de tierra y la marina, como se ve en el uso de helicópteros para transportar y apoyar tropas, los bombarderos como primer ataque y los portaaviones como bases aéreas móviles.

Nombres de las batallas

Archivo:Battle of Gibraltar 1607
Batalla de Gibraltar (1607) por Hendrick Cornelisz Vroom.

Las batallas casi siempre reciben su nombre de alguna característica geográfica del lugar donde ocurrieron, como una ciudad, un bosque o un río. A veces, se nombran por la fecha en que tuvieron lugar, como "El glorioso 1 de junio". En la Edad Media, era muy importante elegir un buen nombre para las batallas, ya que los cronistas podían inmortalizarlos. Por ejemplo, después de la victoria de Inglaterra sobre Francia en 1415, el rey Enrique V se reunió con el heraldo francés para acordar el nombre de la batalla, que se llamó Batalla de Agincourt por la cercanía de un castillo.

También ocurre que ambos lados usan nombres diferentes para la misma batalla, como la Batalla de los Dardanelos, que en Turquía se conoce como la Batalla de Galípoli. En batallas en desiertos, donde no hay ciudades cercanas, a veces se usa un nombre que coincide con las coordenadas de la zona en un mapa, como la Batalla del 73 Este en la primera guerra del Golfo.

Algunos nombres de lugares se han vuelto sinónimos de las batallas que allí ocurrieron, como Passchendaele, Pearl Harbor o El Álamo. Las operaciones militares, muchas de las cuales terminan en batalla, tienen nombres clave que no siempre están relacionados con el tipo o la ubicación de la operación. Algunas de estas operaciones han dado su nombre clave a la batalla, como la Operación Market Garden y la Operación Rolling Thunder.

Cuando ocurren varias batallas en el mismo lugar durante un conflicto, se distinguen con números ordinales, como la Primera y la Segunda Batalla de Bull Run. Un caso extremo son las doce Batallas del Isonzo entre Italia y el Imperio Austrohúngaro durante la Primera Guerra Mundial.

A veces, los historiadores militares nombran batallas por acuerdo para organizar y distinguir los períodos de combate. Después de la Primera Guerra Mundial, se formó un Comité de Nomenclatura de Batallas Británico para decidir nombres estándar. Para los soldados que lucharon, la distinción era puramente académica: un soldado que luchó en Beaumont Hamel el 13 de noviembre de 1916 probablemente no sabía que estaba participando en lo que el comité llamaría la "Batalla de Ancre".

Muchos combates son demasiado pequeños para tener un nombre. Términos como "acción", "escaramuza", "asalto" o "patrulla ofensiva" se usan para describir enfrentamientos a pequeña escala. Estos combates suelen ocurrir dentro de una batalla más grande y, aunque tienen objetivos específicos, no siempre son decisivos. A veces, los soldados no saben si el enfrentamiento en el que participaron fue una batalla o solo una acción. Después de la Batalla de Waterloo, algunos oficiales británicos dudaron si los eventos de ese día merecían el título de "batalla" o habían sido una simple "acción".

Efectos de una batalla

Las batallas tienen efectos tanto en las personas como en el ámbito político global.

Los efectos en las personas pueden ser en su mente y en su cuerpo. Los efectos en la mente pueden causar problemas emocionales graves en quienes han vivido situaciones traumáticas durante la batalla. Por ejemplo, muchos supervivientes tienen pesadillas o reaccionan de forma inusual a ciertas imágenes o sonidos. Los efectos físicos son los que afectan el cuerpo, como cicatrices, amputaciones, lesiones, pérdida de audición, ceguera y parálisis.

El efecto político también es claro. Cuando un lado gana una batalla decisiva, puede obligar al enemigo a rendirse y a aceptar los intereses del vencedor, ya sea cediendo territorio o cambiando sus acuerdos internacionales. Las batallas en guerras civiles han decidido el destino de reyes y grupos políticos enfrentados, como en la Guerra de las Dos Rosas. Las batallas también pueden afectar la continuación o el fin de una guerra, como la Batalla de Inchon. Finalmente, muchas batallas, aunque tienen grandes efectos personales, no tienen efectos políticos importantes, como en el caso de una victoria pírrica.

Las batallas en el arte

Pintura de batallas es un tipo de pintura que se especializa en representar enfrentamientos militares. Las características de una batalla naval (en el mar) y una batalla terrestre (en tierra), así como los diferentes tipos de combates (como un combate singular, una escaramuza, una batalla campal, un asedio, un duelo de artillería o una carga de caballería), se muestran tanto en el paisaje como en los detalles de la batalla (uniformes, armas, barcos, caballos, etc.).

Aunque hay ejemplos desde el arte antiguo (como la estela de Naram-Sin, el relieve de la batalla de Qadesh o el mosaico de Alejandro que representa la batalla de Issos), este tipo de pintura se desarrolló más en el Renacimiento. Ejemplos incluyen la batalla de San Romano de Paolo Ucello (representada en tres cuadros), la batalla de Ostia en las estancias de Rafael, y los famosos murales que Miguel Ángel (la batalla de Cascina, conocida por una copia de Bastiano da Sangallo) y Leonardo (la batalla de Anghiari, desaparecida pero conocida por una copia de Rubens) intentaron pintar.

En la época del Manierismo, el rey Felipe II encargó a pintores italianos decorar la galería de batallas del Monasterio de El Escorial con escenas que glorificaran a la Monarquía Hispánica. Estas pinturas incluían batallas medievales y terminaban con la batalla de San Quintín. La batalla de Lepanto fue muy representada por los pintores de finales del siglo XVI.

En el Barroco, se alcanzó un gran nivel de detalle en grabados y pinturas al óleo de gran tamaño, mostrando vistas topográficas de las batallas, asedios de ciudades y cuerpos de ejército desde una "vista de pájaro" o con perspectivas especiales. El primer plano, especialmente a los lados, se reservaba para figuras importantes, como los militares protagonistas. Entre los artistas especializados en este género estaban Sebastian Vrancx, Jacques Callot, Pieter Snayers, Jacques Courtois, Pieter Meulener, Michelangelo Cerquozzi y Adam Frans van der Meulen. Un proyecto artístico notable fue la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, con obras de Velázquez, Zurbarán y Mayno.

En la pintura contemporánea, este género ha seguido siendo representado.

Galería de imágenes

Ver también

Archivo:Legenda miejsce bitwy
Signo del lugar de una batalla en la leyenda de los mapas.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Battle Facts for Kids

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Batalla para Niños. Enciclopedia Kiddle.