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Batalla de Muret para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Batalla de Muret
Parte de Cruzada albigense
Battle of Muret Map - es.svg
Posible situación y desarrollo de la batalla.
Fecha 12 de septiembre de 1213
Lugar Muret
Coordenadas 43°27′40″N 1°19′36″E / 43.46111111, 1.32666667
Resultado Victoria decisiva franco-cruzada
Beligerantes
Arms of the Kings of France (France Ancien).svg Reino de Francia
Cross-Pattee-alternate red.svg Cruzados
Armas de Aragón.svg Corona de Aragón
Blason Languedoc.svg Condado de Tolosa
Blason du comté de Foix.svg Condado de Foix
Armoiries Comminges Ancien.svg Condado de Cominges y otros señoríos occitanos infeudados al rey de Aragón
Comandantes
Armoiries seigneurs Montfort.svg Simón IV de Montfort
Blason maison fr de Montmorency (ancien).svg Bouchard de Marly
Armoiries des Barres d'Oissery.png Guillaume des Barres
Armas de Aragón.svg Pedro II de Aragón  
Blason Languedoc.svg Raimundo VI de Tolosa
Blason du comté de Foix.svg Raimundo Roger de Foix
Armoiries Comminges Ancien.svg Bernardo IV de Cominges
Fuerzas en combate
750-1000 caballeros
700 peones (parte dentro de la fortaleza)
2000 caballeros
2000-4000 peones, máximo de 10 000 (parte en el campamento).
Bajas
Muy escasas El rey de Aragón y 80 caballeros muertos o heridos, además de considerables peones.

La Batalla de Muret fue un enfrentamiento muy importante que ocurrió el 12 de septiembre de 1213. Tuvo lugar en una llanura cerca de la ciudad fortificada de Muret, en la región de Occitania, al sur de Toulouse. En esta batalla se enfrentaron las fuerzas del rey Pedro II de Aragón y sus aliados, como Raimundo VI de Tolosa, contra las tropas de los cruzados y del Reino de Francia, lideradas por Simón IV de Montfort.

Las tropas de Simón de Montfort ganaron la batalla de forma decisiva. Gracias a esta victoria, Montfort se convirtió en una figura muy poderosa, obteniendo títulos importantes como duque de Narbona y conde de Tolosa. El ejército de Aragón y Occitania sufrió muchas pérdidas, incluyendo la muerte del rey Pedro II de Aragón. Su hijo, el futuro rey Jaime I de Aragón, que tenía solo cinco años, estaba bajo la custodia de Simón de Montfort. Después de la batalla, Jaime permaneció como rehén durante un año, hasta que el papa Inocencio III ordenó que fuera entregado a los Caballeros Templarios.

Esta batalla marcó un cambio importante en la historia. Significó el inicio del dominio de los reyes franceses sobre la región de Occitania. También fue el fin de la expansión del Reino de Aragón hacia el norte. Antes de la batalla, varios condados occitanos, como Tolosa y Foix, eran aliados del rey Pedro II. Después de su derrota, el rey Jaime I solo mantuvo el señorío de Montpellier. A partir de entonces, el Reino de Aragón se enfocó en expandirse hacia el sur, conquistando territorios como Valencia y las Islas Baleares.

¿Por qué ocurrió la Batalla de Muret?

El conflicto religioso y político en Occitania

A principios del Siglo XIII, una creencia religiosa llamada Catarismo se había extendido mucho en la región de Occitania. Esta creencia era diferente a la de la Iglesia católica. El papa Inocencio III intentó resolver el problema con una cruzada y luego buscando la paz con el conde Raimundo VI de Tolosa. Sin embargo, algunos líderes cruzados, como Simón IV de Montfort, querían condiciones muy estrictas para Raimundo VI.

Raimundo VI buscó apoyo en otros líderes católicos, y se alió con su cuñado, el rey Pedro II de Aragón. Pedro II intentó mediar para lograr la paz, pero el papa Inocencio III finalmente apoyó a Simón de Montfort. Así, se inició una cruzada para eliminar el Catarismo. Esta cruzada comenzó con ataques violentos en ciudades como Béziers y Carcasona en 1209, y continuó con la toma de fortalezas en los años siguientes.

En 1213, Simón de Montfort siguió su campaña contra Raimundo VI de Tolosa. Raimundo VI pidió ayuda al papa, quien convocó una reunión en Lavaur. Allí, el papa propuso que los territorios fueran devueltos a sus dueños si se sometían a la Iglesia. Aunque la propuesta fue rechazada, el rey Pedro II de Aragón logró que el papa enviara un representante. Al ver que los cruzados estaban decididos a vencer a Raimundo VI, Pedro II decidió unirse a los condes de Tolosa, Foix y Cominges, y luchar contra los cruzados.

Montfort fue tomando ciudades cercanas a Toulouse, hasta que esta cayó en su poder. Entre las ciudades que ocupó estaba Muret, que había tomado sin resistencia en 1212. Muret era un lugar estratégico, entre los ríos Garona y Loja, por lo que Simón de Montfort la eligió como su base. Dejó allí una guarnición de unos 30 a 60 caballeros y 700 soldados de infantería.

En agosto de 1213, el rey Pedro II de Aragón cruzó los Pirineos con unos mil caballeros. A medida que se acercaba a Toulouse, los castillos que se habían rendido a los cruzados se le entregaban fácilmente. Luego, el rey envió su ejército hacia Muret. Cuando Simón de Montfort se enteró, reunió a sus tropas y se dirigió rápidamente a Muret para enfrentarse a Pedro II.

El asedio y el plan de batalla

¿Cómo se prepararon los ejércitos?

El 10 de septiembre, las tropas del rey Pedro II de Aragón se unieron a sus aliados occitanos. Acamparon en la llanura junto al río Garona, a una distancia segura de la fortaleza de Muret. El ejército de Aragón y Occitania tenía unos 2000 caballeros, la mitad aragoneses y la otra mitad occitanos. Además, contaban con hasta 2000 jinetes más ligeramente armados.

El ejército del rey de Aragón estaba organizado en varias líneas. La primera línea estaba dirigida por Raimundo Roger de Foix. El rey Pedro II estaba al mando de la línea central. La última línea estaba bajo el mando de Raimundo VI de Tolosa y Bernardo IV de Cominges.

El 10 de septiembre, el ejército tolosano-aragonés comenzó el asedio de Muret, usando máquinas de guerra como almajaneques. Simón de Montfort, con solo unos 900 caballeros, decidió no quedarse encerrado en el castillo. Tenía pocos víveres y estaba lejos de su base. Por eso, planeó un ataque sorpresa y muy rápido. Organizó su caballería en tres grupos de unos 300 caballeros cada uno. El primer grupo lo dirigían Guillaume de Contres y Guillaume des Barres, el segundo por Bouchard de Marly, y el tercero por el propio Simón de Montfort.

El desarrollo de la Batalla de Muret

El ataque sorpresa de Montfort

En la mañana del 13 de septiembre, los soldados de infantería de Toulouse continuaron el asedio, atacando las puertas de la muralla. La caballería vigilaba por si los cruzados salían. Por la tarde, la mayoría de la caballería aragonesa se retiró para descansar. Este fue el momento que Simón de Montfort eligió para atacar con sus tropas descansadas. Salió por una puerta oculta, la de Salas, y avanzó sin ser visto por los sitiadores. Luego giró hacia el norte y cruzó el río Louge por un vado para enfrentarse al ejército del rey de Aragón.

La caballería cruzada apareció de repente, saliendo del lecho del río y sorprendiendo a los sitiadores. Los dos primeros grupos de caballeros franceses giraron a la izquierda. El primer ataque fue respondido por las tropas de Raimundo Roger de Foix, pero tuvieron que retroceder rápidamente. Las tropas del rey aragonés tomaron el relevo. Los franceses, con su gran habilidad para maniobrar y manteniendo su formación, lograron mantener la ventaja numérica en los siguientes ataques y no permitieron que los aragoneses se reorganizaran.

Archivo:Batalla de Muret
La batalla de Muret según el Libre dels fets.

El rey Pedro II había decidido demostrar su valor como caballero. Intercambió su armadura con uno de sus hombres para luchar como un simple caballero contra Simón de Montfort. Sin embargo, el objetivo de los cruzados era matar al rey a toda costa. Dos de los caballeros de Montfort, Alain de Roucy y Florent de Ville, atacaron al caballero que vestía la armadura real. Luego, atacaron al propio rey cuando este se dio a conocer con el grito de «El rei, heus-el aquí!» ('Aquí está el rey'). A pesar de que el rey logró acabar con algunos de sus atacantes, finalmente fue vencido.

La noticia de la muerte de Pedro II causó pánico en el resto del ejército. Fue completamente derrotado cuando las tropas de reserva de Montfort atacaron por el flanco. Los caballeros aragoneses comenzaron a retirarse. Los soldados de infantería provenzales, que eran muchos y aún no habían participado en la lucha, se vieron superados por la retirada desordenada de los caballeros. Fueron alcanzados por los caballeros franceses y sufrieron muchas bajas. La caballería, sin embargo, logró escapar, excepto los nobles que formaban parte de la guardia personal del rey Pedro II, quienes tenían la misión de defenderlo hasta el final. Estos sufrieron pérdidas importantes, con unos ochenta caballeros muertos o heridos.

¿Qué pasó después de la Batalla de Muret?

Las consecuencias para los reinos y la región

Archivo:Simon de Montfort
Simón IV de Montfort. Ilustración de 1835.

Simón IV de Montfort ganó la batalla, lo que le permitió convertirse en duque de Narbona y conde de Tolosa. Los condes de Foix y Cominges regresaron a sus tierras. El conde de Tolosa viajó a Inglaterra para reunirse con el rey Juan I de Inglaterra. Aunque el hijo de Raimundo VI, Raimundo VII de Tolosa, recuperó el poder de Simón de Montfort poco después, esta batalla marcó el inicio del dominio francés sobre Occitania. También significó el fin de la expansión de la Corona de Aragón en esa región. Antes de la batalla, Pedro II había logrado que los condados de Tolosa, Foix y Cominges fueran sus aliados. Después de su derrota, la Corona de Aragón se centró en la Reconquista de la península ibérica.

El cuerpo de Pedro II, quien había sido excomulgado, fue recogido por los caballeros hospitalarios de Tolosa. Fue enterrado temporalmente en el monasterio-hospital de Santa Cristina en Somport. En 1217, el papa Honorio III permitió que sus restos fueran trasladados al Real Monasterio de Santa María de Sigena, donde fue sepultado fuera del área sagrada.

El hijo de Pedro II, el futuro Jaime I de Aragón, tenía solo 5 años y estaba bajo la custodia de Simón de Montfort. Después de la muerte de su padre y su madre, la reina María de Montpellier, se envió una delegación a Roma para pedir la intervención del papa Inocencio III. El papa ordenó a Montfort que entregara al joven Jaime a los Caballeros Templarios de la Corona de Aragón.

La entrega del joven Jaime ocurrió en Narbona en la primavera de 1214. Allí lo esperaba una delegación de nobles de su reino, incluyendo al Gran Maestre de los Caballeros Templarios en Aragón, Guillermo de Montredón. Él se encargó de la educación del futuro rey. Los templarios lo instruyeron en el castillo de Monzón, en la actual provincia de Huesca, junto a su primo Ramón Berenguer V de Provenza. Antes de llegar a Monzón, se detuvieron en Lérida, donde los representantes del reino le juraron lealtad.

Mientras tanto, el regente Sancho Raimúndez y el tío de Jaime, Fernando de Aragón, se disputaban el poder. En un momento crítico, cuando los nobles catalanes estaban a punto de iniciar una guerra civil contra los de Aragón, Jaime, con solo nueve años, y aconsejado por los caballeros templarios, tomó la Corona. Todos los nobles le juraron fidelidad. A partir de entonces, la expansión del Reino de Aragón, liderada por Jaime I y sus sucesores, se dirigió hacia las tierras de Valencia y el Mar Mediterráneo.

El religioso Raimundo de Peñafort, uno de los principales consejeros de Jaime I de Aragón, introdujo la Inquisición en la Corona de Aragón para perseguir a los cátaros. En Occitania, durante los siglos XIII y principios del XIV, los cátaros sufrieron una dura persecución por parte de la Inquisición, dirigida por los monjes dominicos. Los últimos grupos de cátaros se refugiaron en lugares como el castillo de Quéribus y en cuevas de los Pirineos. Muchos escaparon a territorios de la Corona de Aragón, como Lérida, Puigcerdá o Morella. En Morella vivió el último líder cátaro conocido, Guillaume Bélibaste, quien fue capturado y luego ejecutado.

¿De dónde obtenemos información sobre la Batalla de Muret?

Para conocer los hechos de la batalla, existen varias fuentes de la época que ofrecen diferentes puntos de vista: aragonés, occitano y francés. Sin embargo, todas estas fuentes tienen un punto de vista particular. Las más importantes son el Llibre dels feits del rei en Jacme, el Llibre del rei en Pere d'Aragó e dels seus antecessors passats, la Cansó de la Crozada y la Hystoria Albigensis. Esta última es considerada la fuente principal para estudiar estos eventos.

La primera fuente en el tiempo es la primera parte de la Cansó de la Crozada, escrita por Guillermo de Tudela entre 1212 y 1213. Describe la llegada del rey de Aragón con 1000 caballeros listos para la batalla de Muret. El autor era un clérigo que vivía en Occitania. Su punto de vista intentaba reconciliar a la nobleza occitana con los cruzados. Elogia a Simón IV de Montfort pero también comprende la situación de los nobles occitanos que perdían sus tierras.

Otros poetas provenzales escribieron canciones y poemas que reflejan la situación de la época. Por ejemplo, el poema Vai, Hugonet, ses bistensa es un llamado a Pedro II de Aragón para que defendiera sus posesiones en Occitania. Raimon de Miraval veía a Pedro II como la esperanza para la supervivencia de la nobleza occitana.

Sobre la batalla en sí, la fuente más cercana a los hechos es la Carta de los prelados. Es un informe de guerra escrito el 13 de septiembre de 1213 en Muret por los obispos y abades que estuvieron presentes. Esta fuente, obviamente, muestra el punto de vista del bando ganador.

Otra fuente narrativa importante es la Historia Albigensis, escrita por un monje que era cercano a Simón de Montfort, aunque no presenció la batalla. Este relato justifica la cruzada contra los cátaros y presenta a Simón como un héroe cristiano. Se convirtió en la versión oficial francesa de la cruzada albigense.

La Filípida es un poema épico en latín sobre el rey Felipe II de Francia, escrito alrededor de 1226. En ella se elogia a Simón de Montfort y a la nobleza del norte de Francia.

La Cansó de la Crozada de Guillermo de Tudela fue continuada por otro poeta en 1218. La segunda parte busca unir a los señores de la región de Languedoc contra los franceses y los clérigos que, según el autor, usaron la acusación de herejía para conquistar sus tierras.

Otra fuente fundamental es la Crónica de Guilhem de Puèglaurenç, escrita alrededor de 1275. Su autor era de Toulouse y tenía fuertes creencias católicas. Justifica la cruzada porque los líderes occitanos permitieron la existencia de herejes, pero también critica los excesos cometidos, atribuyéndolos a la ambición de Simón de Montfort.

Además de las crónicas de la Corona de Aragón ya mencionadas, es importante la Historia de los hechos de España escrita en latín por el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada en 1243. Su visión es la de un rey hispano y católico, Pedro II de Aragón, que tuvo que defender los derechos de sus aliados occitanos, no proteger la herejía. Esta obra influyó mucho en la historia de España posterior.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Battle of Muret Facts for Kids

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Batalla de Muret para Niños. Enciclopedia Kiddle.