Historia de Nueva York para niños
La historia de Nueva York es un viaje fascinante que abarca muchos siglos. Comenzó con los pueblos indígenas que vivían en la tierra mucho antes de que llegaran los primeros exploradores europeos a lo que hoy conocemos como Manhattan. La ciudad de Nueva York tal como la conocemos hoy, con sus cinco grandes zonas o boroughs (Manhattan, Queens, Brooklyn, Bronx y Staten Island), se formó principalmente en los siglos XIX y principios del XX.
Antes de que la ciudad se uniera de esta manera, fue escenario de diversos desafíos y problemas de seguridad. A pesar de esto, Nueva York creció y se hizo cada vez más importante. Hoy en día, es la ciudad más grande de Estados Unidos y una de las ciudades más influyentes y activas del mundo. No solo tiene una gran población, sino que también es un centro clave para decisiones importantes y un líder mundial en finanzas y el mercado de valores.
Los primeros europeos en ver la bahía de Nueva York fueron liderados por Giovanni da Verrazano en 1524. Años después, en 1609, Henry Hudson exploró el "Gran río de las montañas". Más tarde, los neerlandeses se establecieron en la bahía y fundaron Nuevos Países Bajos. En 1613, Adriaen Block vivió en la isla de Manhattan por un tiempo. En 1625, más familias llegaron a Manhattan y en 1626, la colonia de Nueva Ámsterdam se estableció oficialmente con la compra de la isla por Pierre Minuit.
Durante los siglos XVII y XVIII, hubo una competencia entre neerlandeses e ingleses por el control de las rutas marítimas, que terminó con la victoria de los ingleses en América del Norte. El rey Carlos II de Inglaterra le dio estas tierras a su hermano, el Duque de York, y la ciudad fue renombrada "Nueva York" en su honor. En 1785, el Congreso Continental se instaló en Nueva York, convirtiéndola en la capital temporal de los Estados Unidos.
En el siglo XIX, la población de Nueva York creció muy rápido debido a la llegada de muchos inmigrantes que buscaban nuevas oportunidades. En 1835, Nueva York se convirtió en la ciudad más grande de Estados Unidos, superando a Filadelfia. El siglo XIX también fue importante por la Guerra de Secesión, donde Nueva York tuvo un papel clave. En la primera mitad del siglo XX, la ciudad se convirtió en un centro internacional de industria, comercio y comunicaciones. Nueva York también se hizo un centro cultural y deportivo, aunque enfrentó desafíos sociales y económicos por un tiempo. Después de esos años difíciles, la ciudad se recuperó económicamente, enfrentó desafíos de seguridad y experimentó una gran renovación.
Contenido
- Orígenes de Nueva York
- Primeros contactos europeos y pueblos indígenas
- Nueva Ámsterdam: la colonización neerlandesa
- Siglos XVII y XVIII: del control inglés a la Independencia
- Siglo XIX: entre el crecimiento económico y los desafíos sociales
- Siglo XX: la construcción de una "ciudad-mundo"
- La necesaria modernización de los transportes
- La aparición de los rascacielos
- El pueblo neoyorquino y la mezcla de culturas
- Nueva York, centro cultural y deportivo de importancia nacional
- Desafíos sociales del período de entreguerras
- Nueva York de 1945 a la década de 1970: un período de cambios
- Las décadas de 1970 y 1980: Nueva York en un período de cambio
- La Nueva York de Giuliani: de los desafíos a la calma
- Siglo XXI: los ataques y la renovación
- Galería de imágenes
- Véase también
Orígenes de Nueva York

Primeros habitantes indígenas
La zona donde hoy se encuentra Nueva York estuvo habitada por pueblos indígenas que hablaban lenguas algonquinas, especialmente los lenape. Se cree que los lenape vivieron en esta área por miles de años y se les conocía como la "tribu abuelo". Se dedicaban a la caza, la agricultura y la pesca. En su idioma, llamaban a su tierra Scheyischbi, que significa 'el lugar que se acerca al océano'. Muchas de las rutas que ellos usaban se convirtieron en calles importantes, como Broadway. También desarrollaron formas innovadoras de cazar y cuidar sus recursos. Otras tribus vivieron en la zona de Long Island, formando el grupo conocido como Metoac.
Una ubicación especial
Lo que más atrajo a los exploradores a la región de Nueva York fue su excelente ubicación geográfica. La bahía de Nueva York, formada por islas y el continente, ofrecía fácil acceso a las islas y, gracias al río Hudson, permitía viajar hacia el interior del continente. Esto hizo que el área de Nueva York fuera muy importante para el comercio y la estrategia, lo que explica por qué el Puerto de Nueva York llegó a ser más grande que el de Filadelfia.
Primeros contactos europeos y pueblos indígenas
Los pueblos de Manhattan

No se sabe exactamente cuándo llegaron los primeros pueblos de Asia a la región noreste de Estados Unidos a través del Estrecho de Bering, pero se estima que los primeros humanos pisaron Alaska hace unos 25,000 años. Cuando los colonos neerlandeses llegaron a los "Nuevos Países Bajos" (Nieuw-Nederland), encontraron asentamientos de pueblos algonquinos, incluyendo a los lenape, en la zona de la ciudad. Los habitantes de la isla de Manhattan eran los munsee. Otras tribus indígenas que vivían en la bahía dieron nombre a algunos barrios actuales de la ciudad, como los canarsies en Brooklyn y los rockaways en Queens.
Estas tribus vivían de la pesca, la caza y el cultivo de maíz, calabazas y frijoles. También cultivaban tabaco en los claros de los bosques. Los lenape, por ejemplo, enseñaron a los neerlandeses sobre el azúcar de arce y diferentes formas de preparar el maíz. Los indígenas también consumían muchas ostras. Por eso, los colonos neerlandeses llamaron a una de sus calles Pearl Street (calle de perlas) debido a la gran cantidad de conchas de ostras que había allí. La huella más importante que dejaron los pueblos indígenas en el Nueva York moderno es el nombre de la isla de Manhattan, que viene de la palabra Mannahatta, que significa 'La pequeña isla'.
El descubrimiento de la bahía de Nueva York
Giovanni da Verrazano
En 1523, el rey Francisco I de Francia convenció al navegante florentino Giovanni da Verrazano de buscar una ruta marítima a China por el océano Pacífico, navegando hacia el oeste. Verrazano zarpó a finales de 1523 en una pequeña carabela llamada La Dauphine. En marzo de 1524, exploró las costas de Carolina del Norte y continuó hacia el norte. El 17 de abril de 1524, ancló cerca de la bahía de Nueva York, antes de seguir su viaje.
Verrazano fue el primer explorador europeo en descubrir el lugar de la futura ciudad de Nueva York, a la que llamó Nueva Angulema en honor al rey Francisco I, quien había financiado su viaje. Al regresar a Francia, Verrazano compartió sus descubrimientos con el rey. Aunque quería hacer un segundo viaje, la situación política en Francia hizo que su expedición fuera cancelada.
Henry Hudson

Al principio de la exploración del Nuevo Mundo, solo Inglaterra, España y Portugal tenían los recursos para enviar expediciones a América. Sin embargo, exploradores de toda Europa estaban decididos a cruzar el océano Atlántico. El inglés Henry Hudson era uno de esos navegantes experimentados. Fue contratado por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales para encontrar el Paso del Noroeste hacia Asia. Hudson ya había intentado encontrar este paso dos veces antes, en 1607 y 1608, para los ingleses.
Hudson no logró encontrar el paso, pero en lugar de rendirse, siguió el consejo de otro explorador, John Smith. Navegó hacia Terranova en su barco de 80 toneladas, el Halve Maen ('Media luna' en neerlandés). El 2 de septiembre de 1609, Hudson entró en la bahía formada por el "Gran río de las montañas", que es la actual bahía de Nueva York. El 10 de septiembre, continuó su viaje por el estrecho y el río que más tarde llevaría su nombre: el río Hudson. El 20 de septiembre, dio la vuelta al llegar al límite navegable del río. Así, Hudson descubrió el sitio de Nueva York para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, que comenzó a colonizar la región quince años después. Los holandeses llamaron al río que conectaba Fort Orange con Nueva Ámsterdam el Río del Norte.
Nueva Ámsterdam: la colonización neerlandesa
La fundación de Nueva Ámsterdam
Primeros asentamientos (1613-1624)

La aventura neerlandesa en el Nuevo Mundo comenzó cuando el navegante holandés Adriaen Block se estableció por unos meses en la isla de Manhatta en 1613. Su estancia en la isla se debió a un incendio que inmovilizó su barco durante el invierno. Al año siguiente, con la ayuda de los pueblos indígenas, logró reparar su barco para regresar a Europa. En su viaje de regreso, cruzó el estrecho del actual río Este, al que llamó "La puerta del infierno" (HelleGat en neerlandés). Block llegó a la bahía por el estrecho que llamó Long Island Sound.
La colonia de Nueva Ámsterdam (Nieuw-Amsterdam en neerlandés) fue fundada en 1614. Sin embargo, la isla de Manhattan, que sería el centro de los colonos, estuvo poco poblada al principio. Los exploradores pasaban más tiempo en los bosques y se concentraban río arriba del Hudson, en la región de la actual capital del Estado de Nueva York, Albany.
La llegada de algunos colonos a Manhattan comenzó en mayo de 1623, con el desembarco en los Nuevos Países Bajos de un barco que transportaba a treinta familias protestantes. Este grupo estaba formado por 110 hombres, mujeres y niños que aceptaron establecerse en la colonia por seis años. Llevaron consigo ganado, granos y herramientas agrícolas.
Ocho de los exploradores desembarcaron en Governors Island para construir una fortaleza, mientras que otros comerciantes fueron enviados a otras colonias neerlandesas en la región de Albany, en Fort Orange, y a lo largo de los ríos río Delaware y río Connecticut. Las condiciones de vida de estos primeros colonos fueron muy difíciles, especialmente durante los dos primeros años, antes de que llegaran más colonos.
Los pasajeros no se quedaron juntos y se dispersaron en varios lugares: ocho desembarcaron en la actual Governors Island; cuatro parejas y ocho marineros se establecieron en la costa este del río Delaware cerca de la actual ciudad de Gloucester, donde construyeron el Fort Nassau. Al mismo tiempo, dos familias y seis hombres subieron por el río Hudson y desembarcaron en el lugar actual de la capital del estado de Nueva York, Albany, donde fundaron Fort Orange.
La formación de la colonia
En 1625, más familias fueron enviadas a Manhattan en varios barcos. Entre los recién llegados estaba el ingeniero Crijn Fredericxsz, encargado de construir una nueva fortaleza en el extremo sur de la isla de Manhattan, donde la población crecería rápidamente. La dirección de los trabajos, incluyendo la elección del lugar exacto para el fuerte, fue asignada a Willem Verhulst, quien debía administrar la colonia. El fuerte no era solo militar, sino también civil, ya que debía albergar un mercado, un hospital, una escuela y una iglesia. Además de construir el fuerte, Fredericxsz también estableció un sistema de registro de propiedades para organizar las construcciones de viviendas. Fredericxsz también fue el origen de una importante vía de comunicación norte-sur que inspiró la futura Broadway, llamada De Heere Straet. Los primeros africanos traídos a la colonia fueron para construir el fuerte y más viviendas. Sus condiciones de vida eran muy difíciles.
La colonia de Nueva Ámsterdam se estableció oficialmente en 1626 con la compra de la isla de Manhattan a los indígenas manhattes por parte de Pierre Minuit. A cambio de abalorios y otras baratijas, se pagó el equivalente a 60 florines. Cuando Minuit llegó, encontró la colonia, con 270 personas, en un estado difícil, lo que retrasó la construcción del fuerte diseñado por Crijn Fredericxsz.
El costo de estas primeras expediciones al Nuevo Mundo fue muy alto, y solo las posibilidades de ganancias del comercio de pieles motivaron a los holandeses.
La expansión de la presencia neerlandesa

La colonia de Nueva Ámsterdam fue fundada oficialmente por Pierre Minuit, quien decidió reunir a los colonos dispersos a lo largo de los ríos Delaware, Connecticut y en Fort Orange, para concentrarlos en Manhattan. Pero esta colonia fue mal administrada y su población, que venía de diferentes países europeos, tenía problemas con el comportamiento. Los abusos de poder eran frecuentes y la Compañía de las Indias Occidentales perdió poco a poco su influencia sobre la colonia, lo que llevó a un aumento de los ataques de los indígenas.
La situación mejoró en 1647, cuando Peter Stuyvesant fue nombrado director general de los Nuevos Países Bajos y de Curaçao. Él notó que la colonia no tenía una verdadera fortaleza para protegerse y que la falta de orden y los juegos de cartas eran parte del día a día de los colonos. Entonces, Stuyvesant inició varios proyectos de construcción, incluyendo puentes, escuelas y muelles. También trabajó para dotar a la ciudad de fortificaciones para defender a la población. El 2 de febrero de 1653, la ciudad se convirtió oficialmente en un municipio.
De 1640 a 1664, la colonia creció de 400 a 1500 habitantes. El comercio con la colonia inglesa de Virginia y las Antillas se desarrolló. Además, exportaba madera, pieles y tabaco a la metrópoli. Incluso antes del fin del control neerlandés en 1674, el comercio de pieles fue reemplazado por la exportación de alimentos y tabaco.
Siglos XVII y XVIII: del control inglés a la Independencia
Dominación británica (1664-1775)
La competencia marítima entre neerlandeses e ingleses terminó con la victoria de estos últimos en América del Norte. El rey de Inglaterra Carlos II de Inglaterra le dio a su hermano Jacobo, el Duque de York, un gran territorio que incluía la colonia neerlandesa. En 1664, Nueva Ámsterdam se rindió a los ingleses sin resistencia. La ciudad fue inmediatamente renombrada "Nueva York" en honor al Duque de York.
La ciudad creció rápidamente: en 1700, tenía cerca de 5000 habitantes. El comercio se diversificó; la harina se convirtió en uno de los principales productos de exportación. Por eso, hasta hoy, el escudo de Nueva York muestra, entre otras imágenes, un barril de harina. Al finalizar la Segunda guerra angloneerlandesa en 1667, con la firma del Tratado de Breda, se acordó que la colonia sería definitivamente de los ingleses, mientras que los holandeses recibieron a cambio Surinam. El crecimiento económico comenzó alrededor de 1730. Los puritanos ingleses que huían de persecuciones religiosas en sus países se instalaron en Nueva York, donde participaron en el comercio triangular, que incluía la venta de personas africanas a las Antillas y a las colonias británicas de Virginia, Maryland y las dos Carolinas.
Desafíos a la autoridad británica (1765-1785)

En 1765, el Parlamento británico aprobó la Stamp Act, que exigía el uso de sellos fiscales en periódicos y documentos oficiales en las Trece Colonias británicas en América. Este nuevo impuesto provocó una reunión en Nueva York de delegados de nueve de las trece colonias, quienes protestaron. El impuesto fue eliminado al año siguiente. El 24 de marzo de 1765, el Parlamento de Londres promulgó una primera Ley del Alojamiento (la segunda fue aprobada en 1774), que exigía a las asambleas coloniales cubrir las necesidades de las tropas británicas. Esta decisión causó protestas en las ciudades norteamericanas. En Nueva York, la asamblea se negó a financiar a las tropas y, como resultado, fue suspendida en diciembre de 1766.
Los comerciantes de Nueva York tuvieron un papel importante al inicio de la lucha por la independencia, organizando un boicot a los productos británicos en 1768. También fue en Nueva York donde surgió el movimiento Hijos de la Libertad (Sons of Liberty). El gobernador británico fue expulsado en 1775, y la ciudad se unió a las trece colonias británicas rebeldes el 9 de julio de 1776.
Después de la derrota americana en el asedio de Boston, el general George Washington se dio cuenta de la estrategia británica: dividir las colonias capturando los puertos y ríos clave de Nueva York. Así, comenzó a fortificar la ciudad y tomó el control personal del Ejército Continental en 1776. En este contexto, tuvieron lugar cinco batallas de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos en la región de Nueva York, incluyendo la Batalla de Long Island (a veces llamada Batalla de Brooklyn), el 27 de agosto de 1776. Los americanos, derrotados, se retiraron hacia Manhattan.
El 21 de septiembre de 1776, después del desembarco de los británicos en Kips Bay y la batalla de Harlem Heights, un gran incendio destruyó una cuarta parte de la ciudad. De este episodio se recuerda la frase del joven capitán americano Nathan Hale, ejecutado por los británicos tras ser capturado en una misión de espionaje: "Mi único pesar es tener solo una vida que perder por mi país". La caída del Fuerte Washington el 16 de noviembre de 1776 marcó el inicio de la reocupación británica. La ciudad permaneció en manos británicas hasta el 16 de noviembre de 1783, cuando las últimas tropas británicas abandonaron Nueva York. Ese día, el Evacuation Day, fue celebrado durante décadas como una verdadera festividad. El fin de los conflictos en 1783 permitió que George Washington entrara victorioso a Nueva York.

Aunque los Hijos de la Libertad fueron muy activos en la ciudad y una estatua de Jorge III del Reino Unido fue derribada y fundida para fabricar municiones al momento de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, Nueva York albergaba sin duda más lealistas que cualquier otra ciudad de las trece colonias antes del inicio de los conflictos. Después del inicio de la ocupación militar tras los primeros éxitos del ejército británico, comenzó el éxodo de patriotas y lealistas del resto de las colonias. Así, la ciudad se convirtió en un bastión lealista durante el resto de la ocupación británica, siendo el centro político y militar de las operaciones británicas durante el conflicto.
Esta posición de centro de la actividad británica puso a Nueva York dentro de la red de información de George Washington. Los prisioneros americanos eran retenidos la mayor parte del tiempo en condiciones muy difíciles en barcos-prisión británicos en mal estado, cerca de la bahía de Wallabout. Mantener condiciones de encarcelamiento insoportables tenía como objetivo incitar a los jóvenes soldados a unirse a la marina británica.
Nueva York, capital de los Estados Unidos (1785-1790)

En 1785, el Congreso Continental se instaló en Nueva York, que desde entonces fue la capital provisional de los Estados Unidos. Pero, bajo la presión de Thomas Jefferson, el Congreso se trasladó a Filadelfia cinco años después. En 1789, el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington, prestó juramento sobre la Biblia en el balcón del Federal Hall, un edificio renovado por el arquitecto francés Pierre Charles L'Enfant. En 1790, la sede del gobierno federal fue transferida a Filadelfia y, en 1797, el gobierno del estado de Nueva York se instaló en Albany. Desde entonces, solo su papel económico explicó el crecimiento de Nueva York. A partir de 1792, un grupo de comerciantes comenzó a reunirse bajo un árbol en Wall Street, lo que más tarde se convertiría en la Bolsa de Nueva York. Ese verano, una epidemia de fiebre amarilla provocó que muchos neoyorquinos se fueran a Greenwich Village.
Siglo XIX: entre el crecimiento económico y los desafíos sociales
Nuevas formas de crecimiento y urbanización
El siglo XIX se caracterizó por un rápido crecimiento de la ciudad de Nueva York, lo que hizo necesario establecer nuevas reglas para el desarrollo urbano. Así, en 1811, las autoridades de la ciudad adoptaron el Commissioners' Plan. Este plan fundamental estableció un diseño de cuadrícula para la ciudad. Preveía la creación de dieciséis avenidas de norte a sur, cruzadas perpendicularmente por 155 calles de este a oeste, proyectos que se llevaron a cabo en gran parte.
El Commissioners' Plan no incluía la construcción de Central Park. Sin embargo, entre 1821 y 1855, la área metropolitana de Nueva York cuadruplicó su población. A medida que la ciudad se expandía, la gente tenía pocos espacios abiertos a los que ir, y principalmente visitaban los cementerios para escapar del ruido y el caos de la ciudad. Poco después, la necesidad de un gran parque público en Nueva York fue expresada por el poeta y editor del entonces Evening Post (ahora New York Post), William Cullen Bryant, y por el primer arquitecto paisajista estadounidense, Andrew Jackson Downing, quien comenzó a hablar públicamente de esta necesidad en 1844. Un lugar elegante para pasear al aire libre, como el Bosque de Boulogne en París o el Hyde Park de Londres, fue la razón por la que muchos neoyorquinos influyentes apoyaron la idea. En 1853, la legislatura del estado de Nueva York destinó 2.8 km², el área entre las calles 59 y 106, para la creación del parque, con un presupuesto máximo de 5 millones de dólares. Otros grandes proyectos también cambiaron los planes originales, como la construcción del inmenso Rockefeller Center, la Universidad de Columbia, Times Square o, más recientemente, el Lincoln Center.
Un crecimiento económico notable

El desarrollo de Nueva York fue impulsado por la modernización y expansión de las redes de transporte: el canal Champlain (1823) y el canal de Erie (1825) conectaron Nueva York con el interior y los Grandes Lagos. El canal que unía el río Delaware y Raritan en Nueva Jersey (1824) también conectaba con Filadelfia al suroeste. Robert Fulton hizo navegar los primeros barcos de vapor por el río Hudson. Las conexiones ferroviarias se multiplicaron a partir de la década de 1830, y Cornelius Vanderbilt construyó la estación de Grand Central en la calle 42 en la década de 1870. Por mar, los transatlánticos unían Nueva York con Europa.
Nueva York rápidamente se consolidó como un centro comercial gracias a su puerto. Alrededor de 1860, este puerto manejaba dos tercios de las importaciones y un cuarto de las exportaciones de Estados Unidos. Para 1884, el 70% de las importaciones estadounidenses pasaban por el puerto de Nueva York. Las mercancías que pasaban por el puerto eran variadas: algodón, harina y carne se enviaban a Europa. Telas, azúcar, café, té y cigarros se descargaban en los muelles de la bahía. A finales del siglo XIX, cuando Estados Unidos se convirtió en una potencia industrial importante, los productos manufacturados representaban una parte creciente de sus exportaciones. El puerto de Nueva York creció en las décadas de 1850 y 1860, especialmente en Brooklyn y en la orilla de Nueva Jersey. Los primeros muelles de embarque cubiertos (los piers) aparecieron en los años 1870. En el río Hudson, las instalaciones portuarias llegaban a la calle 70 de Manhattan a finales de siglo. En 1900, el puerto de Nueva York era el más importante del mundo.
Con la Revolución Industrial y el auge industrial, las fábricas y talleres aumentaron: en 1806, William Colgate abrió una fábrica de velas, almidón y jabón al sur de Manhattan. Sin embargo, rápidamente faltó espacio en la isla y varias industrias se instalaron en las zonas cercanas. Las principales actividades de la ciudad estaban relacionadas con el sector agroalimentario (refinerías de azúcar, mataderos, cervecerías, tabaqueras), el textil (talleres de confección, hilanderías), la construcción naval e imprentas. Hacia 1900, Nueva York era la ciudad industrial más importante de Estados Unidos.
También fue en el siglo XIX cuando Nueva York se convirtió en el principal centro de negocios del país: su vocación financiera se desarrolló con la creación del Bank of New York por Alexander Hamilton en 1784 y la apertura de la Bolsa de Nueva York en 1792. Más tarde, se fundaron bolsas especializadas (de granos en 1850; de algodón en 1868). Las casas de negocios se concentraron al sur de Manhattan. Aprovechando el dinamismo de los ferrocarriles, los bancos comerciales se multiplicaron, pasando de 25 en 1845 a 506 en 1883. Grandes tiendas como Macy's y Bloomingdale's aparecieron en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Broadway se convirtió en la principal calle comercial de la ciudad.
Una población en crecimiento y diversa
A mediados del siglo XIX, más de la mitad de los neoyorquinos habían nacido en el extranjero. Entre 1820 y 1890, más de 10 millones de inmigrantes se instalaron en la ciudad, huyendo de la crisis económica y las persecuciones en Europa. Los inmigrantes más numerosos eran alemanes e irlandeses: los primeros dejaron su país después de la Revolución de 1848 y los segundos debido a la Gran hambruna irlandesa. Surgieron barrios "étnicos" en Manhattan: por ejemplo, los alemanes se concentraron en el Lower East Side. La inmigración irlandesa llevó a la creación de nuevas parroquias católicas y una arquidiócesis en 1850. Cada comunidad desarrolló sus redes de ayuda mutua, asociaciones y periódicos. A veces, las tensiones entre estos grupos resultaron en conflictos, como los de 1871 entre católicos y orangistas que causaron 65 muertes.
Frente a este crecimiento demográfico, las autoridades municipales extendieron el plan de urbanización a toda la isla de Manhattan desde 1811. En 1900, Manhattan estaba completamente dividida en parcelas. Durante la primera mitad del siglo, el crecimiento urbano fue interrumpido varias veces por los incendios de 1835 y 1845 y por la crisis económica de 1837. Varios edificios fueron reconstruidos en estilo neoclásico, como el Federal Hall (1842). Con el aumento de la población, la oferta de viviendas fue rápidamente insuficiente. Los neoyorquinos más pobres vivían hacinados en apartamentos estrechos y poco saludables llamados tenements. Una ley de 1879 exigía que cada habitación tuviera al menos una ventana para mejorar la ventilación y la iluminación.
La expansión urbana superó los límites de Manhattan: Jersey City y Newark crecieron gracias a las industrias y a las conexiones de ferry. El barrio de Brooklyn se convirtió en ciudad en 1834 y adoptó un plan de urbanismo de cuadrícula. Las afueras de la ciudad fueron impulsadas por los trenes de cercanías. El transporte urbano se modernizó, pasando del autobús a los tranvías tirados por caballos y, pronto, al metro.
Las diferencias sociales eran importantes en el Nueva York del siglo XIX: la cantidad de personas ricas aumentó y algunos nombres se destacaron por su fortuna (Andrew Carnegie, John D. Rockefeller o John Jacob Astor). Se construyeron lujosas mansiones en Washington Square, Lafayette Place, la Quinta Avenida, en el barrio de Brooklyn Heights y en Marcus Garvey Park a finales de siglo. La burguesía vivía según las normas de la sociedad victoriana. Una clase media de artesanos, contadores, vendedores y empleados fue surgiendo poco a poco. Con el desarrollo industrial de Nueva York, el número de obreros aumentó mucho, pasando de 30,000 en 1840 a 220,000 en 1880. Los obreros se reunían en las tabernas de Bowery. La ciudad experimentó regularmente movimientos de huelgas como en 1833 y 1836. Los problemas sociales fueron en parte resueltos por las iglesias y asociaciones que se multiplicaron, como la Sociedad Neoyorquina para la Mejora de la Condición de los Pobres (1843).
Nueva York durante la Guerra de Secesión
La ciudad de Nueva York tuvo un papel fundamental en la Guerra de Secesión, al proporcionar tropas, mercancías y equipos al Ejército de la Unión. A pesar de esto, los fuertes lazos comerciales con los estados del sur crearon desacuerdos entre los habitantes, ya que algunos apoyaban a la Unión, mientras que otros apoyaban a la Confederación. Estos conflictos civiles llegaron a su punto máximo en 1863 con protestas en respuesta al llamado a la conscripción lanzado por Abraham Lincoln (los Draft Riots). Sin embargo, la influencia de los políticos y periódicos más importantes de Nueva York ayudó a que la opinión pública apoyara a la Unión y al presidente Lincoln. El puerto de Nueva York también fue importante, ya que era el punto de entrada constante de inmigrantes de Europa, principalmente alemanes e irlandeses, quienes a menudo se unían al Ejército de la Unión.
El comienzo del conflicto
Cuando estalló la guerra, Nueva York era vista como una de las ciudades más poderosas de Estados Unidos, así como un verdadero "crisol de culturas", de diferentes orígenes y opiniones políticas. El alcalde demócrata de la ciudad en esa época, Fernando Wood, era uno de los muchos simpatizantes de los Estados Confederados. Por esta razón, sugirió que Nueva York se separara para poder seguir comerciando algodón con los estados del Sur. Mucho antes de la guerra, los demócratas ya habían ganado mucha influencia en Nueva York, especialmente gracias al Tammany Hall.
La ciudad de Nueva York fue construyendo defensas contra posibles ataques del sur: se construyeron numerosos fuertes antes del conflicto para servir de protección. Además, la ciudad se dotó de hospitales y campos de entrenamiento militar, como el de Riker's Island. El astillero de Brooklyn, el New York Navy Yard, también fue un lugar clave en la estrategia de la Unión.
El reclutamiento militar en Nueva York
A pesar de las muchas preguntas sobre los llamados a voluntarios ordenados por Lincoln después del bombardeo de Fort Sumter, los neoyorquinos se movilizaron en gran número para unirse al ejército o para recaudar fondos y apoyo para las tropas. En tres meses, los neoyorquinos recaudaron 150 millones de dólares para el conflicto. A finales de 1861, 30,000 soldados se movilizaron solo en la ciudad de Nueva York y, a lo largo del conflicto, partieron alrededor de 100,000 soldados.
En 1862, George Opdyke del Partido Republicano, partidario de Lincoln desde antes del conflicto y alcalde de Nueva York, movilizó a la ciudad para reforzar al ejército y evitar el pánico en las zonas comerciales como Wall Street cuando los ejércitos de la Unión tuvieron dificultades. En particular, Opdyke hizo grandes esfuerzos para movilizar a los inmigrantes.
El episodio de las protestas por el reclutamiento
A pesar de haber logrado una movilización muy importante, la ciudad de Nueva York no apoyó la aplicación de nuevas leyes sobre el reclutamiento de soldados, que permitían al Gobierno reclutar a jóvenes de 18 a 35 años. Los neoyorquinos mostraron su descontento con protestas, que rápidamente se dirigieron contra las poblaciones afroamericanas. Lincoln se vio obligado a enviar tropas para calmar las protestas. Se desplegaron cinco regimientos federales en Nueva York para restablecer la calma. El resultado fue un centenar de fallecidos.
Gestión de la ciudad y creación de Central Park
Después del conflicto, el flujo de inmigrantes europeos aumentó. Para gestionar esta inmigración, se construyó un centro de tránsito en la isla Ellis, cerca de la isla de la Libertad donde se encuentra la Estatua de la Libertad.
Desde 1821, el sufragio censitario (voto limitado a quienes tenían cierta riqueza) fue eliminado en el estado de Nueva York: el número de votantes aumentó y las elecciones a la alcaldía de Nueva York de 1834 se realizaron por sufragio directo. En 1844 se creó una policía municipal, el New York City Police Department, que existe hasta la actualidad con el mismo nombre. Después de las epidemias de cólera de 1832 y 1866, la municipalidad de Nueva York decidió invertir en la canalización de agua y aguas residuales: se creó un servicio de alcantarillado en 1849 y se abrieron baños públicos en la década de 1850. En 1842 se construyó un acueducto para traer agua del río Croton, un afluente del Hudson, a la ciudad.
Frente al rápido crecimiento urbano de Manhattan, muchas voces se alzaron para pedir la creación de un espacio verde, similar al Bosque de Boulogne en París o a Hyde Park en Londres. Entre quienes pedían un parque estaban el paisajista Andrew Jackson Downing y escritores como George Bancroft y Washington Irving. El poeta y periodista del New Evening Post, William Cullen Bryant, quien apoyaba el proyecto, pedía que:
La municipalidad abra un parque, un gran parque, un verdadero parque que, para la sana diversión del pueblo, lo aleje de los problemas con el comportamiento, y de los vicios, para educar en las buenas maneras y en el orden.
En 1850, propuso que la municipalidad comprara un terreno que describió como "tierra yerma, fea y repugnante", donde el proyecto podría hacerse realidad, lo cual sucedió en 1853. En 1857 se organizó un concurso para diseñar los planos del parque, que fue ganado por el proyecto Greensward Plan, elaborado por el escritor Frederick Law Olmsted y el arquitecto británico Calvert Vaux. El parque, que se convirtió en Central Park, fue terminado en 1873, después de trece años de trabajo, y desde su inauguración se convirtió en uno de los lugares más visitados de la ciudad. La apertura del zoológico de Central Park en 1864 también contribuyó a su popularidad.
En 1898, la ciudad de Nueva York se organizó administrativamente tal como la conocemos hoy. La fundación de la City of Greater New York (la "Gran Nueva York"), que unía la ciudad de Nueva York, el Kings County (Brooklyn), Queens y el Richmond County (Staten Island), también estableció el principio de los distritos (boroughs). Estos son Manhattan, Brooklyn, Bronx, Queens y Staten Island.
Desarrollo cultural

También en la segunda mitad del siglo XIX se crearon la mayoría de las instituciones culturales de Nueva York (Metropolitan Museum of Art en 1870, Metropolitan Opera en 1883, American Museum of Natural History en 1877, New York Public Library en 1895, Brooklyn Museum en 1895-1915) y nuevas infraestructuras civiles, como el puente de Brooklyn, terminado en 1883.
Asimismo, surgieron universidades: la Universidad de Nueva York (1831), el City College of New York (1847). Por su parte, la Universidad de Columbia, fundada en el siglo XVIII, se diversificó al abrir una escuela de Derecho (1858) y una escuela de Ciencias Políticas (1880).
Las grandes fortunas de Nueva York apoyaron obras de filantropía. Entre 1888 y 1908, las finanzas de la ciudad aumentaron en un 250%. También, en el siglo XIX, la ciudad tuvo periódicos prestigiosos: el New York Herald Tribune (1833) y el New York Times (1851), mientras que la prensa popular se desarrolló en torno a The Sun.
Siglo XX: la construcción de una "ciudad-mundo"
La necesaria modernización de los transportes
En la primera mitad del siglo XX, la ciudad se convirtió en un centro internacional de industria, comercio y comunicaciones. El Interborough Rapid Transit, la primera compañía de metro, apareció en 1904 y fue seguida por la reconstrucción de la Grand Central Terminal en 1913. La autoridad del puerto de Nueva York surgió en 1921 y comenzó la construcción del George Washington Bridge, inaugurado en 1931. La alta densidad de tráfico de automóviles llevó a la municipalidad a trazar un nuevo plan de urbanismo y a conectar Manhattan con nuevas infraestructuras: el Túnel Holland fue construido entre 1920 y 1927 y vías rápidas (parkways) rodearon poco a poco la isla.
La aparición de los rascacielos

Desde 1902, se construyó el primer rascacielos en Nueva York: el edificio Flatiron. Posteriormente, con la proliferación de las sedes de empresas y la falta de espacio en Manhattan, la arquitectura del sur de la isla se hizo cada vez más vertical. Así, el Metropolitan Life Tower, construido en 1907, tenía 213 metros de altura y 50 plantas. El edificio Woolworth, terminado en 1913, medía 241 metros con 57 pisos y fue el edificio más alto del mundo hasta 1930. Para 1929, Nueva York ya contaba con 188 edificios de más de 20 pisos. A partir de la década de 1920, se construyó un segundo distrito de negocios más al norte, en Midtown.
A partir de 1930, la mayoría de los rascacielos más altos del mundo fueron edificados en el estilo art déco: el edificio Chrysler y el Empire State fueron claros ejemplos. Rápidamente, varios arquitectos estadounidenses, como Louis Sullivan, criticaron esta nueva arquitectura vertical. La altura vertiginosa de los edificios impedía que la luz del sol llegara al suelo. El plan de cuadrícula causó una congestión del tráfico.
Finalmente, surgieron nuevos problemas de seguridad, especialmente en materia de incendios. Desde 1916, para responder a estas dificultades, se aprobó en Nueva York una ley sobre la zonificación (Zoning Law). El reglamento obligaba a los arquitectos a adaptar la altura de los edificios al ancho de las calles y permaneció en vigor hasta 1961. La aplicación de este reglamento dio lugar a la construcción de edificios de forma piramidal como el Seagram Building (de Ludwig Mies van der Rohe y Philip Johnson, 1958) que se retiró 28 metros de Park Avenue.
El pueblo neoyorquino y la mezcla de culturas
Desde las primeras décadas del siglo XIX, la inmigración cambió: desde entonces, llegaban a Nueva York europeos del sur (italianos) y del Este (polacos y rusos). Los movimientos internos correspondían a los afroamericanos, hasta entonces poco numerosos en la ciudad, y a los puertorriqueños. A principios del siglo XX, seis de cada diez adolescentes en Nueva York tenían al menos un padre de origen extranjero. Al cambiar el siglo, Manhattan era un verdadero mosaico de culturas: los rusos y polacos dominaban el sudeste de la isla, los italianos estaban presentes por todas partes, los irlandeses ocupaban Midtown oeste, mientras que los checos y los húngaros se instalaron sobre todo en el Upper East Side. El 1 de abril de 1892, la isla Ellis abrió oficialmente y se convirtió en una verdadera puerta de entrada al Nuevo Mundo para millones de inmigrantes. La isla recibió a alrededor de 12 millones de personas desde su apertura el 1 de abril de 1892 hasta su cierre el 11 de septiembre de 1954.
Uno de los fenómenos más notables de esta inmigración fue que todos estos pueblos europeos tendían a adaptarse a un modelo de "Anglo Conformity", perdiendo parte de su identidad cultural a cambio de una promesa de ascenso social que a menudo era difícil de obtener. Fue en esta época que Israel Zangwill habló por primera vez del "crisol de culturas". Luego, fueron los judíos que huían de las persecuciones en Europa quienes se instalaron en el Lower East Side y en Brooklyn. Más tarde, los judíos que huían del régimen nazi se instalaron en gran cantidad en Washington Heights. Los afroamericanos del sur del país se agruparon en los barrios de Harlem o de Bedford-Stuyvesant que se convirtieron en los años 1940 en zonas con desafíos.
A finales del siglo XIX y principios del XX, debido a informes y la presión de asociaciones, la cuestión de la vivienda popular se convirtió en una preocupación. La inmigración misma entró en debate, como lo muestra el discurso de Frank P. Sargent, supervisor general de la inmigración en la isla Ellis:
Ha llegado la hora en que cada ciudadano estadounidense [...] debe considerar con profundas dudas la poderosa ola de inmigración que, a menos que se haga algo, pronto contaminará la fuente misma de la vida americana (American life) y del progreso. Grandes como somos [...] no podemos engullir sin peligro tal comida, cuya sucesión de platos nunca se detiene, [...] sin sufrir una indigestión y quizás una apendicitis nacional.
Se crearon, primero, un departamento municipal de tenements y, luego, la New York City Housing Authority. Durante la década de 1920 se destruyeron unas 40,000 casas de vecindad y, en su lugar, se construyeron viviendas sociales. La Gran Depresión dejó a miles de neoyorquinos sin hogar, algunos de los cuales vivieron en refugios en Central Park. La ley Wagner-Steagall provocó la proliferación de grandes conjuntos habitacionales.
Nueva York, centro cultural y deportivo de importancia nacional
Nueva York se convirtió en un centro artístico principal, especialmente con las comedias musicales de Broadway, Tin Pan Alley y el Renacimiento de Harlem. Este papel aumentó hacia finales de los años 1930 con la llegada de refugiados políticos europeos que incluían a muchos intelectuales, músicos y artistas.
Fue en la zona de Greenwich Village donde se reunieron los artistas y escritores. El lugar era frecuentado por personas de vanguardia y que desafiaban las normas. Las galerías y los talleres fueron lugares clave para la evolución de la pintura: en Greenwich Village trabajaron pintores realistas (Thomas Benton, Edward Hopper) y modernos (Jackson Pollock, Willem de Kooning).
Con el Armory Show (1913), la inauguración del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1929), del Whitney Museum of American Art (1931) y del Solomon R. Guggenheim Museum (1937), Nueva York se convirtió en una de las capitales mundiales del arte moderno. Esta posición se reforzó con la llegada de artistas, músicos y escritores europeos durante la Segunda Guerra Mundial (Marc Chagall, Béla Bartók, Hannah Arendt).
Durante la primera mitad del siglo XX, Nueva York fue un centro importante para los medios de comunicación: la ciudad contaba con numerosas agencias de información y periódicos prestigiosos. En la década de 1920, aparecieron los primeros tabloides, mientras que en los años 1930 las cadenas de radio CBS y NBC se instalaron en el Rockefeller Center, que pronto fue apodado "Radio City". Se habilitaron dos teatros en el complejo: el Radio City Music Hall, que era el más grande con casi 6000 asientos; y el RKO Roxy o Center Theater, que tenía 3509 asientos y fue demolido en 1954. A pesar de la competencia de Los Ángeles, Nueva York siguió siendo hasta 1945 un centro cinematográfico importante: controlaba las finanzas de la industria del cine, producía películas en sus estudios y tenía muchas salas de proyección.
Desde el punto de vista deportivo, el siglo XX consagró a Nueva York como una de las capitales estadounidenses del deporte. Desde 1905, el Abierto de los Estados Unidos se instaló en el suburbio de Nueva York, en Forest Hills, Queens. Además, en todas las principales disciplinas nacionales, los clubes neoyorquinos destacaron, en particular, con los New York Yankees en béisbol y los New York Giants en fútbol americano.
Desafíos sociales del período de entreguerras

En 1919, Nueva York fue afectada, como otras ciudades en todo el país, por grandes huelgas: de los estibadores en enero, de los actores en agosto y de los bomberos en septiembre. Los trabajadores pedían aumentos de salario para compensar la inflación, así como mejores condiciones laborales. El 16 de septiembre de 1920, un incidente grave ocurrió en la sede de la compañía JP Morgan Inc. en Wall Street, con 38 fallecidos y 200 heridos.
Los años 1920 también estuvieron marcados por la Ley seca, la apertura de los speakeasies, establecimientos de venta y consumo de bebidas, así como por los bootleggers o contrabandistas. Muchos bares y clubes de Harlem, exclusivos para blancos, eran entonces controlados por grupos organizados. En particular, el líder de un grupo organizado, «Dutch» Schultz, controlaba la producción y distribución de bebidas en el vecindario. El famoso líder de un grupo organizado italiano, Lucky Luciano, fue quien ordenó su fallecimiento en 1935.
La Gran Manzana no escapó de la Gran Depresión; fue además en la bolsa de Wall Street donde se manifestó el crack del 29 que precedió a la crisis mundial. El desempleo y la pobreza aumentaron rápidamente y se desarrollaron chabolas entre la calle 72 y la 110. En marzo de 1930, el Partido Comunista estadounidense organizó una manifestación que reunió a unas 35,000 personas en las calles de Nueva York. En marzo de 1936, uno de cada cinco neoyorquinos recibía ayuda pública. Los diferentes programas de la Works Progress Administration, la principal agencia instituida en el marco del New Deal de Roosevelt, daba trabajo a cientos de miles de personas. Fiorello LaGuardia, alcalde de Nueva York de 1934 a 1945, marcó la historia de la ciudad debido a su popularidad, que le valió el sobrenombre de "Pequeña flor" y buenos resultados electorales. En 1935, se construyó el primer complejo de viviendas sociales de Estados Unidos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Nueva York experimentó algunos cambios debido a la amenaza alemana; los barcos temían ser atacados por los U-Boots y se establecieron barricadas en varios edificios, especialmente en las ventanas, por miedo a los bombardeos alemanes que finalmente no ocurrieron. Desde el punto de vista de la producción de artefactos militares, el New York Navy Yard, como principal astillero naval, fue clave en la estrategia defensiva de Estados Unidos, lo que se manifestó con un crecimiento sustancial en la producción de barcos de guerra. En general, Nueva York no sufrió mucho por el conflicto, sino que, por el contrario, su papel en las relaciones internacionales aumentó una vez que la guerra terminó, especialmente con la instalación en 1951 de la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Turtle Bay, Manhattan.
Nueva York de 1945 a la década de 1970: un período de cambios
La evolución cultural
Después de la Segunda Guerra Mundial, Nueva York experimentó un relativo declive, perdió habitantes y su maquinaria industrial comenzó a envejecer. Varias fábricas se trasladaron en la primera mitad del siglo XX hacia las zonas cercanas (en Nueva Jersey, por ejemplo). La crisis de los años 1960-1970 generó terrenos industriales abandonados en el Bronx y Queens. Así, el astillero de Navy Yard cerró sus puertas en 1966. Entre 1953 y 1992, Nueva York perdió unos 70,000 empleos industriales. El puerto de Nueva York perdió importancia.
Nueva York reforzó su posición mundial durante las décadas de 1950 y 1960. Así, en 1951, acogió a las instituciones permanentes de la ONU. La Exposición Universal de la Feria mundial de Nueva York de 1964 en el parque de Flushing Meadows atrajo a millones de visitantes. Nueva York se afirmó como capital del expresionismo abstracto, compitiendo con Londres en el mercado del arte. El barrio de Greenwich Village siguió siendo uno de los centros culturales de la ciudad que se convirtió en un distrito histórico de SoHo en 1973. La contracultura en las letras y artes floreció en Nueva York. El Off-off Broadway ofrecía una alternativa al teatro comercial. El Pop Art criticó a la sociedad de consumo. Andy Warhol (1928-1987) estableció su estudio en la calle 47. Frank Stella (nacido en 1936) experimentó con el minimalismo, mientras que Christo (nacido en 1935) propuso a los neoyorquinos obras temporales. Los murales proliferaron en las paredes de la ciudad. La cultura de la calle (grafiti, hip-hop) tuvo su auge en la década de 1980.
En el ámbito cultural, Nueva York enfrentaba cada vez más competencia de otros centros en el país, en particular los del Sun Belt: a partir de los años 1950, Hollywood se convirtió en la capital de la producción cinematográfica. La prensa neoyorquina tuvo que hacer frente a nuevos rivales, como Los Angeles Times o The Washington Post.
El movimiento por los derechos civiles
Con el cambio de política migratoria, Nueva York volvió a ser una ciudad muy diversa. Desde los años 1970, se formaron nuevos barrios con diferentes orígenes. Pero los años 1960 también estuvieron marcados por las tensiones raciales y Nueva York se convirtió rápidamente en un lugar clave del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Este movimiento se manifestó en particular en el barrio de mayoría afroamericana de Harlem, ya sea de forma pacífica a través de la NAACP o la UNIA o de manera más enérgica como la organización de Malcolm X, Nación del Islam. Harlem fue así autoproclamado "corazón espiritual del movimiento de protesta afroamericano" (The spiritual home of the Negro protest movement) desde la llegada de las primeras poblaciones afroamericanas.
Entre los eventos más notables del movimiento, se pueden citar las protestas de julio de 1964 y las diversas manifestaciones sociales (huelga de transporte en 1966, manifestaciones contra la guerra de Vietnam). La municipalidad encargó a Robert Moses la tarea de mejorar las viviendas, renovar ciertas zonas y construir algunos bloques de viviendas sociales. En 1968, Harlem experimentó nuevos desafíos después del fallecimiento de Martin Luther King.
Entre 1940 y 1990, Manhattan perdió 500,000 habitantes; Brooklyn, 400,000; y el Bronx, 300,000. No obstante, los suburbios residenciales siguieron extendiéndose gracias a la red de autopistas y a la construcción de nuevos puentes, como el puente de Verrazano Narrows en 1964. La ciudad también se transformó para hacer frente al aumento del tráfico de automóviles: los estacionamientos se multiplicaron y la Quinta Avenida pasó a tener un solo sentido.
Las décadas de 1970 y 1980: Nueva York en un período de cambio
La década de 1970 a menudo se considera un momento difícil en la historia de Nueva York, debido a los problemas de seguridad y diversos desafíos sociales que comenzaron en la década anterior, en particular con los disturbios de Stonewall en 1969. En un contexto de estanflación en Estados Unidos y, al mismo tiempo, de un alto gasto social en Nueva York, los gastos de la municipalidad aumentaron mucho, llevando al Estado federal a romper acuerdos. Luego, la desindustrialización y la disminución de la población llevaron a la ciudad al borde de la quiebra. Muchas infraestructuras urbanas fueron abandonadas por falta de fondos. Al mismo tiempo, en 1973, se inauguró el inmenso World Trade Center con una gran ceremonia. Pero el aumento de préstamos a corto plazo entre 1965 y 1975 provocó un endeudamiento considerable. La crisis del petróleo de 1973 empeoró la situación. Varias zonas se vieron afectadas por problemas de seguridad y actividades ilegales, como Harlem o South Bronx, a pesar de los esfuerzos del gobierno federal. El fenómeno estuvo acompañado incluso de una caída brusca de la población que llegó al 27% en East Harlem. A pesar de todo ello, la ciudad evitó la bancarrota gracias a un préstamo federal. En 1977, se produjo un apagón en toda la ciudad del 13 al 14 de julio, lo que provocó desórdenes sociales.
La recuperación de Wall Street en los años 1980, incluso con la crisis de 1987, permitió a Nueva York retomar su papel de liderazgo en la economía y las finanzas mundiales, y el equilibrio presupuestario de la ciudad se restableció en 1981. El resurgimiento de la inmigración también estimuló el crecimiento económico. Pero, a pesar de una disminución en las cifras de desempleo, Nueva York todavía tenía una reputación de ciudad con desafíos de seguridad. Además, los años 1980 también estuvieron marcados por tensiones raciales que llevaron, en particular, a incidentes, uno de los cuales resultó en el fallecimiento de tres afroamericanos en los "barrios blancos".
La situación comenzó a mejorar con la elección de David Dinkins como alcalde, el primer alcalde afroamericano de la ciudad, aunque su gestión de ciertos incidentes como los disturbios de Crown Heights le valieron fuertes críticas.
La Nueva York de Giuliani: de los desafíos a la calma

Los años 1990 en Nueva York estuvieron marcados por un primer ataque grave contra el World Trade Center, llevado a cabo el 26 de febrero de 1993, cuando un camión cargado con explosivos estalló en un estacionamiento subterráneo de la Torre Norte, resultando en 6 fallecidos y 1042 heridos. La extensión de los daños, un cráter de 30 por 60 metros a través de 5 niveles del subsuelo y la incertidumbre sobre los daños sufridos por las columnas centrales (aunque solo una fue ligeramente afectada) hicieron que las dos torres permanecieran cerradas por varios meses. Según el arquitecto del World Trade Center, la torre habría colapsado si el camión hubiera sido colocado cerca de las bases.
En 1994, año en que Rudolph Giuliani asumió el cargo, Nueva York estaba pasando por una crisis profunda debido a varias tensiones raciales que muchos creían sin solución. Sin embargo, en pocos años, Giuliani, una figura a veces criticada por la prensa y conocido por su forma directa de hablar, logró convertir la Gran Manzana en una ciudad más segura y atractiva para los inversionistas. Así, Giuliani se involucró en todos los frentes, luchando contra grupos organizados en los barrios con desafíos y contra actividades ilegales en Wall Street. La mayoría de las medidas que tomó fueron audaces, incluso sorprendentes por su carácter estricto, como su política de "tolerancia cero" en materia de seguridad. El republicano Giuliani, en una ciudad más bien inclinada hacia el demócrata, tenía muchos oponentes, y la prensa a veces era muy fuerte en sus críticas: The Village Voice incluso lo llamó "bastardo sin corazón".
Los resultados obtenidos por Giuliani antes del 11 de septiembre fueron muy positivos, con una disminución de los problemas de seguridad (de 430,460 incidentes registrados en 1993, antes de asumir el cargo, a 184,111 en 2000) y un retorno de la confianza de los neoyorquinos en materia de seguridad. Giuliani también se hizo conocido más allá de Nueva York debido a su gestión de los Atentados del 11 de septiembre de 2001, durante los cuales no cedió al pánico y se aseguró de organizar rápidamente la reconstrucción del World Trade Center. Un problema de salud en 2002 lo llevó a retirarse de la vida política.
Siglo XXI: los ataques y la renovación
El siglo XXI comenzó con dificultades para Nueva York, justo después del estallido de la Burbuja puntocom que afectó fuertemente a Wall Street y, sobre todo, después de los ataques graves del 11 de septiembre de 2001 que impactaron profundamente a Estados Unidos y, en particular, a la ciudad de Nueva York, un verdadero símbolo de la fuerza estadounidense. Aunque los ataques también afectaron a Washington D.C., fue en Nueva York donde resultaron más devastadores con la destrucción de las torres gemelas del World Trade Center, así como de todo el complejo adjunto. Aunque el horizonte de Manhattan cambió, los neoyorquinos supieron recuperarse después de los ataques, especialmente bajo la dirección de Rudolph Giuliani y, luego, de Michael Bloomberg, quien lo sucedió como alcalde de la ciudad en 2002, aunque el recuerdo de los ataques sigue vivo en la mente de los habitantes de la Big Apple.
El 27 de febrero de 2003, después de recibir miles de propuestas de todo el mundo, la Lower Manhattan Development Corporation designó al arquitecto polaco Daniel Libeskind para diseñar la torre que reemplazaría al World Trade Center. El One World Trade Center, con una altura de 1776 pies (541 metros), fue terminado en 2014, convirtiéndose en el edificio más alto de los Estados Unidos.
El 6 de julio de 2005, Nueva York no logró su objetivo de ser sede de los Juegos Olímpicos de 2012. La Gran Manzana no se presentó como candidata para los Juegos Olímpicos de 2016, ya que Chicago había presentado una propuesta más sólida.
El 18 de julio de 2007, un incidente de vapor en pleno centro de Manhattan, entre Lexington Avenue y la calle 41, hizo creer que se estaba llevando a cabo un nuevo ataque grave en Nueva York. El incidente se debió a unas tuberías que databan de 1924 y resultó en un fallecido y 24 heridos.
Galería de imágenes
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Vista de Nueva Ámsterdam (1664), cuadro de Johannes Vingboons que representa la ciudad de Nueva Ámsterdam el año de la conquista inglesa, dirigida por el coronel Richard Nicolls.
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El sur de Manhattan en 1931.
Véase también
En inglés: History of New York City Facts for Kids Nueva York por periodo
- Historia de Nueva York (prehistoria-1664)
- Historia de Nueva York (1665-1783)
- Historia de Nueva York (1784-1854)
- Estados Unidos
- Historia de los Estados Unidos
- Historia de los Estados Unidos (1789-1849)
- Anexo:Cronología de la historia de los Estados Unidos
- Boroughs
- Historia del Bronx
- Historia de Brooklyn
- Historia de Queens
- Historia de Staten Island
- Historia de Manhattan
- Calles