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New Deal para niños

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Plantilla:Ficha de política El New Deal (que significa "nuevo trato" en español) fue un conjunto de programas y reformas que el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, puso en marcha para combatir los graves problemas económicos de la Gran Depresión. Este plan se desarrolló entre 1933 y 1938. Su objetivo principal era ayudar a las personas más necesitadas, mejorar el sistema financiero y reactivar la economía de Estados Unidos, que estaba muy afectada desde la crisis de 1929.

Generalmente, se habla de dos etapas del New Deal. La primera, que comenzó en 1933 con los famosos "Cien Días de Roosevelt", buscaba mejorar la situación a corto plazo. Incluyó leyes para reformar los bancos, programas de ayuda urgente y proyectos para crear empleos. El gobierno invirtió mucho dinero y facilitó el acceso a recursos financieros. Aunque los resultados económicos fueron moderados, la situación empezó a mejorar.

La segunda etapa del New Deal fue de 1935 a 1938. Esta fase se centró en una distribución más justa de los recursos y el poder. Se crearon leyes para proteger a los trabajadores y sus sindicatos, y se estableció la Ley de Seguridad Social. También hubo programas de ayuda para agricultores y trabajadores que se movían de un lugar a otro buscando empleo. Algunas de estas reformas fueron declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema, pero muchas partes de los programas se reemplazaron rápidamente. El segundo New Deal fue más costoso y aumentó el dinero que el gobierno debía. A pesar de programas como la Administración de Obras Públicas, el desempleo seguía siendo alto en 1938.

La lucha contra la crisis económica continuó hasta que Estados Unidos movilizó toda su economía para la Segunda Guerra Mundial. El New Deal tuvo un éxito importante en el aspecto social. La política de Roosevelt cambió el país a través de reformas, no de una revolución. Aunque los programas del New Deal eran experimentales y no perfectos, permitieron que la democracia estadounidense mejorara en los años siguientes, y esto sigue siendo importante hoy. Por ejemplo, la Ley Wagner fortaleció mucho a los sindicatos.

Muchos programas del New Deal siguen funcionando hoy en día. Algunos mantienen su nombre original, como la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), la Administración Federal de Vivienda (FHA) y la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA). También el Sistema de Seguridad Social, que fue la primera vez que Estados Unidos tuvo un sistema de bienestar social, y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), que regula el mercado financiero.

Orígenes del New Deal

La Gran Depresión y la crisis de 1929

Archivo:PIBUSA1920-40
Evolución del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos entre 1920 y 1940. Se aprecia claramente el punto mínimo de la crisis en 1932.
Archivo:Crowd outside nyse
Una multitud de inversores agolpada a las puertas de la Bolsa de Nueva York el Jueves Negro, inicio de la crisis de 1929.

La Gran Depresión fue una de las crisis económicas más grandes del siglo XX. Comenzó el 24 de octubre de 1929, conocido como el "Jueves Negro", cuando la Bolsa de Nueva York se desplomó. Esta crisis se extendió por todos los sectores económicos y luego por la mayoría de los países industrializados. Estados Unidos, donde se originó la crisis, fue el más afectado y tocó fondo en 1932, con un 25% de desempleo.

La economía estadounidense ya tenía problemas, especialmente en la forma en que se repartían la riqueza y los recursos. Se calcula que unas pocas familias muy ricas tenían ingresos equivalentes a los del 42% de la población. Además, de 27.5 millones de familias, 21.5 millones no tenían ahorros.

En los años 20, las empresas estadounidenses habían vendido mucho gracias al aumento del consumo de una nueva clase media, que compraba con créditos de los bancos. Al mismo tiempo, la rápida industrialización después de la Primera Guerra Mundial llevó a que muchas empresas produjeran más bienes industriales y de consumo de los que se podían vender.

El sector agrícola también tuvo cosechas excelentes entre 1925 y 1928, lo que causó un exceso de productos agrícolas.

Este dinero extra en circulación llevó a mucha gente a invertir en la bolsa, esperando ganar dinero rápido. Millones de pequeños y medianos ahorradores invirtieron en la bolsa. Después de la caída de la bolsa, muchos ahorradores, asustados, corrieron a los bancos a sacar su dinero, lo que causó que muchos bancos quebraran. Los fondos de los bancos, que también estaban invertidos en la bolsa, disminuyeron. Debido a la bajada de precios, los agricultores tuvieron problemas porque sus ingresos disminuyeron. Quince millones de campesinos estaban a punto de perderlo todo. En la industria, la crisis se vio en la quiebra de empresas y una reducción del 38% en la producción.

El gobierno de Herbert Hoover

Cuando la crisis estalló, Herbert Hoover era el presidente de Estados Unidos. Aunque a veces se dice lo contrario, Hoover intentó manejar la crisis. Sin embargo, sus políticas no funcionaron. Por ejemplo, la Ley Hawley-Smoot, que protegía los productos nacionales, causó una recesión aún mayor. Sus intentos de animar los negocios también fracasaron: el país se hundió más en la recesión y las quiebras aumentaron.

En 1932, Hoover, del Partido Republicano, se enfrentó al demócrata Franklin D. Roosevelt en las elecciones presidenciales. Roosevelt, que había sido un gobernador exitoso en Nueva York, inspiraba confianza. Ganó las elecciones de 1932 con una gran mayoría. Sus promesas de reactivar la economía convencieron a los estadounidenses. Cuatro meses después de su elección, el New Deal comenzó.

Un nuevo presidente audaz

Archivo:Harry Hopkins NYWTS
Harry Hopkins fue uno de los consejeros más cercanos de Roosevelt en la creación del New Deal.

El 2 de julio de 1932, durante su campaña, Roosevelt prometió "un nuevo trato para el pueblo estadounidense". Fue la primera vez que usó la expresión "New Deal". Algunos dicen que el término fue acuñado por sus consejeros. Treinta años antes, su primo lejano, Theodore Roosevelt, había lanzado el "Square Deal", un programa para apoyar a la clase media, que pudo haber inspirado a Franklin D. Roosevelt.

Roosevelt, visto como una persona progresista y reformista, fue elegido con la esperanza de que pudiera enfrentar la crisis económica donde Hoover había fallado. Sin embargo, no llegó al poder con un plan ya hecho. Su New Deal no era una ideología fija, sino más bien un enfoque práctico, lo que a veces causó contradicciones. Aplicó ideas que ya se habían probado y usó su experiencia política. La idea central de Roosevelt era la experimentación: estaba convencido de que se necesitaba una política audaz e innovadora.

También se dio cuenta de que una de las prioridades era levantar el ánimo de los estadounidenses, que estaban llenos de dudas por la crisis. El 4 de marzo de 1933, en su discurso de toma de posesión, pronunció una frase famosa: "Lo único que debemos temer es al propio temor". Para llevar a cabo su política, se rodeó de consejeros inteligentes y creativos que lo siguieron a Washington. Entre ellos estaban Raymond Moley, Adolf Berle, Cordell Hull (Asuntos Exteriores), Henry A. Wallace (Agricultura) y Frances Perkins (Trabajo), la primera mujer en un puesto ministerial. Harry Hopkins, uno de sus consejeros más cercanos, fue uno de los principales creadores del New Deal.

Las grandes líneas del New Deal

Archivo:Roosevelt signing TVA Act (1933)
Acto de firma de la Ley de la Autoridad del Valle de Tennessee por Roosevelt y sus consejeros en 1933.

Algunos historiadores dividen el New Deal en dos o tres etapas. El análisis más común distingue dos: la primera durante el primer mandato de Roosevelt (incluyendo los "Cien Días") y la segunda de 1936 a 1938, durante su segundo mandato. Sin embargo, la política de Roosevelt en los años 30 se caracterizó más por su continuidad que por cambios radicales.

Voluntad de acción e intervención del gobierno

Roosevelt ganó las elecciones prometiendo cambios basados en una política de acción y de intervención del gobierno. Así, el Estado federal jugó un papel clave en el New Deal. Creó muchas agencias para diferentes programas: los agricultores recibieron ayudas y subvenciones si reducían su producción; las empresas fueron animadas a seguir "códigos de buena competencia" para reactivar la industria y reducir la "competencia dañina". Finalmente, el Estado también abordó problemas sociales como las jubilaciones, los sindicatos y, sobre todo, el desempleo, que fue uno de los problemas más visibles de la crisis. Muchos programas para crear empleo se lanzaron en 1933, y las reformas se sucedieron rápidamente. El New Deal también vio el inicio de las primeras formas de estado del bienestar en Estados Unidos.

¿Cómo regular la economía?

En el equipo de Roosevelt, había dos formas principales de pensar sobre cómo regular la economía.

Una era la "economía brandeisiana", que desconfiaba de los "grandes planes" y prefería que el gobierno federal usara su autoridad para reformar las prácticas de la libre competencia. Creían que la competencia debía mantenerse en todas las industrias privadas, limitando el tamaño de las empresas.

La otra corriente, que influyó en la primera etapa del New Deal, pensaba que no se podía confiar solo en la libre competencia para proteger los intereses de la sociedad. Creían que la estabilidad venía de la unión de empresas y la cooperación bajo el control del gobierno. Se enfocaron más en cómo administrar la economía que en la producción. Esta corriente fue importante en la Administración de Ajuste Agrícola (AAA) y en la National Recovery Administration (NRA). Estos programas a menudo tenían un toque de protección de la industria nacional, lo que generó oposición de quienes defendían el libre comercio. La influencia de los líderes de esta corriente disminuyó con el tiempo.

Los "Cien Primeros Días"

Las reformas de urgencia

Archivo:Roosevelt inauguration 1932
Roosevelt, y su mujer, Eleanor, el día de la investidura de Franklin D. Roosevelt como presidente. Las reformas comenzaron el día siguiente, el 5 de marzo de 1933.

Cuando se habla del inicio del New Deal, a menudo se mencionan los "Cien Días", un período en el que se aprobaron muchas leyes para diferentes áreas de la economía. Siguiendo el método de Roosevelt, basado en tres R: Relief (Asistencia social), Recovery (Recuperación) y Reform (Reforma), la mayoría de las medidas se tomaron rápidamente para resolver lo más urgente. Así, al día siguiente de su toma de posesión, el 4 de marzo de 1933, Roosevelt tomó su primera medida: cerró todos los bancos del país, lo que se conoció como el "feriado bancario". El 9 de marzo, el Congreso se reunió y aprobó la Ley de Emergencia Bancaria, la primera propuesta por su gobierno. El 12 de marzo, Roosevelt habló a la nación por radio para explicar su política.

Después de eso, se votaron otras quince leyes durante los "Cien Días", que fueron el momento más importante del primer New Deal. Eran proyectos más o menos improvisados, enfocados en mejorar la situación a corto plazo. Las reformas afectaron a todos los sectores, desde la agricultura hasta la industria, especialmente a través de grandes proyectos de obras públicas. Al mismo tiempo, surgieron programas para combatir el desempleo, como el Civilian Conservation Corps, que empleó a 250,000 jóvenes. En total, dos millones de personas fueron contratadas.

Las reformas estructurales

Una reforma profunda del sistema bancario y monetario

La gran victoria de Roosevelt en las elecciones de 1932, junto con la victoria del Partido Demócrata en el Senado y la Cámara de Representantes, y la gravedad de la crisis, permitieron a Roosevelt y a su gobierno tener una gran influencia sobre el Congreso en los primeros meses. Esto facilitó y aceleró la aprobación de medidas para restablecer el equilibrio del sistema bancario y del mercado financiero, y para ayudar a los desempleados.

Archivo:Seal of the United States Federal Deposit Insurance Corporation
La Corporación Federal de Seguro de Depósitos aseguraba los ahorros de hasta 5000 dólares en los bancos.

Roosevelt criticó las prácticas de los hombres de negocios y los banqueros con una frase famosa: "Las prácticas de los cambistas sin escrúpulos son acusadas en la corte de la opinión pública". El "feriado bancario" de cuatro días buscaba restaurar la confianza hasta que se aprobara la nueva Ley de Emergencia Bancaria el 9 de marzo. Esta ley permitía que solo reabrieran los bancos que pasaran una revisión de su solvencia por parte del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Tres cuartas partes de los bancos reabrieron en los tres días siguientes. Mil millones de dólares en efectivo y oro, que la gente había guardado, regresaron a los bancos, estabilizando el sistema. Durante 1933, miles de bancos cerraron o se fusionaron. Para evitar futuras crisis, el gobierno creó la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) en junio, que aseguraba los depósitos de hasta 5000 dólares. El primer New Deal también vio el nacimiento de la Securities and Exchange Commission (SEC), que regula el mercado de valores.

En marzo y abril, Roosevelt y el Congreso sacaron al dólar del patrón oro, que obligaba al Sistema de Reserva Federal a no bajar las tasas de interés. Esto permitió que el dólar fluctuara libremente en los mercados internacionales. Aunque al principio fue provisional, los mercados reaccionaron bien.

El peor momento económico de la crisis fue en marzo de 1933. Los indicadores económicos muestran un punto muy bajo en los primeros días de marzo de 1933, antes de una rápida recuperación.

La Ley de Ajuste Agrícola

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Florence Owens Thompson en la fotografía Madre emigrante de Dorothea Lange, quien trabajaba para la Administración de Seguridad Agrícola del New Deal, fotografiando los efectos de la Gran Depresión en el campo estadounidense.

Siguiendo las recomendaciones de Henry Wallace, el gobierno de Roosevelt también buscó proteger a los agricultores. Lo hizo distribuyendo ayudas federales y controlando la producción a través de la Ley de Ajuste Agrícola (AAA), que entró en vigor el 12 de mayo de 1933. Se decidió reducir la producción para reactivar el sector agrícola, basándose en la ley de oferta y demanda. Por eso, se destruyó una gran parte de las cosechas y reservas, y se dejaron tierras sin cultivar. Se pagaron indemnizaciones a los agricultores que reducían sus cultivos, lo cual se financió con impuestos a la cadena de producción de alimentos. Los primeros resultados, después de tres años, fueron buenos, ya que las ganancias de los agricultores aumentaron. También se inició la intervención del Estado en el sector agrícola. A pesar de estas medidas, los precios agrícolas solo subieron un poco, y el aumento de los ingresos de los agricultores se debió en gran parte a las subvenciones del gobierno federal. Al mismo tiempo, Roosevelt abordó el problema de las deudas, ya que 15 millones de agricultores estaban al borde de la ruina. Las deudas de los agricultores se renegociaron con la Ley de Crédito Agrícola del 16 de junio de 1933, lo que ayudó a unos 30 millones de estadounidenses a recuperar parte de su poder de compra.

Algunos economistas criticaron esta política, que incluso pagaba a los agricultores por quemar parte de sus cosechas. Consideraban que, para lograr un objetivo de empleo y precios, el gobierno estaba destruyendo riqueza.

La Ley de Recuperación Industrial Nacional

Archivo:NewDealNRA
El águila azul (Blue Eagle), símbolo de las empresas que se unieron a la Administración Nacional de Recuperación (NRA), creada con la Ley de Recuperación Industrial Nacional (NIRA).

En la industria, la Ley de Recuperación Industrial Nacional (NIRA) fue aprobada por el Congreso en 1933. Esta ley tenía dos objetivos: animar a los industriales a firmar códigos de competencia justa y dar a los trabajadores la libertad de formar sindicatos y negociar acuerdos laborales. La ley creó un organismo de regulación, la National Recovery Administration (NRA), que promovía la adhesión de las empresas. Las empresas que seguían este código voluntariamente podían usar un logotipo de un águila azul (Blue Eagle). La NRA también ayudó a crear empleos para combatir el desempleo.

La NIRA fue impulsada por muchos hombres de negocios importantes. La NRA tenía la misión de estabilizar precios y salarios, cooperando con empresas y sindicatos. También creó la Public Works Administration (PWA), que supervisaba los grandes proyectos de obras públicas. Todas estas medidas fueron bien recibidas por empresarios y sindicatos, y fueron populares entre los estadounidenses.

La política de reactivación y de ayudas sociales

La acción presupuestaria

Otras dos iniciativas importantes de Roosevelt durante los "Cien Días" fueron la Ley de Economía, aprobada el 14 de marzo de 1933, que buscaba equilibrar el presupuesto reduciendo los salarios de los funcionarios y las pensiones de los veteranos. La segunda iniciativa fue una revisión constitucional relacionada con la Ley Seca, que prohibía el alcohol en Estados Unidos. El 22 de marzo de 1933, la Ley Volstead, que prohibía el alcohol, fue derogada.

Los primeros programas de lucha contra el desempleo

Archivo:Ccc pillow
Logo del Civilian Conservation Corps, una de las primeras medidas del gobierno de Roosevelt que dio trabajo a miles de jóvenes estadounidenses.

La lucha contra el desempleo fue una prioridad para el gobierno de Roosevelt desde el principio. Primero se enfocó en los desempleados más necesitados: creó la Federal Emergency Relief Administration (FERA), que ayudaba a financiar programas de ayuda a los desempleados en los diferentes estados. Pero Roosevelt creía que para devolver la confianza a los estadounidenses, no bastaba con dar ayudas sin nada a cambio; era necesario darles un trabajo.

Rápidamente surgieron varios programas. Consciente de que los jóvenes eran futuros ciudadanos y que tenían más riesgo de caer en la delincuencia o la pobreza, Roosevelt creó el Civilian Conservation Corps ("Cuerpo Civil de Conservación") el 31 de marzo de 1933. Este programa, financiado con bonos del tesoro, permitió contratar a miles de jóvenes desempleados en todo el país para trabajos de reforestación, control de la erosión e inundaciones. Se crearon 250,000 empleos para personas de entre 18 y 25 años, y en ocho años, el CCC garantizó un salario mensual a cerca de dos millones de hombres jóvenes.

También se aprobaron los primeros programas de grandes obras públicas en 1933. El más famoso, el de la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA), se encargó de construir presas para mejorar la región del río Tennessee, controlar inundaciones y aumentar la producción de energía hidroeléctrica, dando empleo a los desempleados. Este programa buscaba hacer más atractiva esta zona de Estados Unidos, que estaba muy deprimida, y afectó a siete estados.

El balance de los Cien Días

Los "Cien Días" se caracterizaron por los grandes gastos del gobierno en diversos programas. Desde 1931, el presupuesto federal tenía un déficit, y no se equilibró durante todo el período del New Deal. En 1933, el déficit fue de 1.3 mil millones de dólares. Sin embargo, el primer New Deal no fue el más costoso.

El objetivo de los Cien Días era la recuperación económica y el regreso de la confianza de la población. La recuperación económica solo se logró parcialmente. Debido a la resistencia de algunos empresarios y agricultores, la recuperación fue muy lenta. Además, el desempleo se mantuvo muy alto, afectando al 24.9% de la población en 1933. Sin embargo, este primer New Deal fue un éxito en cuanto a la confianza de la gente: la mejora de la situación bancaria permitió a los estadounidenses volver a depositar sus ahorros en los bancos. Roosevelt tuvo un gran apoyo, tanto en el Congreso como en la prensa.

A pesar de todo, este balance generó descontento a principios de 1934. Incluso dentro del Partido Demócrata, algunos partidarios del New Deal mostraron impaciencia. Por ejemplo, el senador Huey Long de Luisiana, agrupó a los descontentos del Sur y del Medio Oeste y lanzó el movimiento "Share Our Wealth" para oponerse a Roosevelt. En un suburbio de Detroit, Charles Coughlin, un sacerdote católico con gran influencia en la radio, usó un discurso populista y fundó su propio movimiento político, muy opuesto al New Deal. Luego, los empresarios y demócratas más conservadores acusaron a Roosevelt de defender un programa socialista.

El presidente no cedió. Las elecciones legislativas de 1934 reforzaron la mayoría demócrata y lo animaron a seguir con sus políticas. El énfasis se puso en satisfacer a los descontentos, pero la voluntad de buscar soluciones se mantuvo. Como resultado, el segundo New Deal se centró más en el aspecto social.

De la política económica a la social: de un New Deal a otro

Mientras que los primeros cien días se enfocaron en estabilizar la economía, las medidas tomadas al final del primer New Deal (desde finales de junio de 1933 hasta 1934) y en el segundo New Deal buscaron devolver la confianza al pueblo estadounidense, muy afectado por el desempleo. Fue entonces cuando aparecieron los primeros programas nacionales para combatir el desempleo, sentando las bases de la intervención del Estado, especialmente en temas de jubilaciones, condiciones de trabajo (con más derechos para los sindicatos) y asistencia social para los más necesitados. El aspecto económico del New Deal fue cediendo su protagonismo a los aspectos sociales.

Sin embargo, esta nueva prioridad para la población afectada por la crisis también incluyó la voluntad de estabilizar y consolidar los sistemas bancarios y monetarios, continuando las reformas iniciadas durante los "Cien Días". Los medios utilizados para lograr este objetivo fueron esenciales para poner fin a la Gran Depresión.

Los grandes programas de lucha contra el desempleo

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La Administración de Proyectos de Obras (WPA), creada en 1935, se convirtió rápidamente en una de las principales agencias del New Deal en materia de empleo.

Los Cien Días ya habían visto el inicio de programas para el empleo y para reducir el desempleo. La Federal Emergency Relief Administration y el Civilian Conservation Corps crearon puestos de trabajo, pero en proporciones limitadas, ya que se dirigían a grupos específicos, como jóvenes de 18 a 25 años.

Pero desde el principio surgieron problemas con esta política de lucha contra el desempleo. El primero fue el presupuesto asignado a las diferentes instituciones gubernamentales de empleo, como la Federal Emergency Relief Administration, dirigida por Harry Hopkins. El presupuesto de la Public Works Administration de Harold Ickes, destinada a la renovación industrial, era mucho mayor. Hopkins entonces animó a Roosevelt a crear una agencia que pudiera contratar directamente a desempleados. Así nació la Civil Works Administration el 8 de noviembre de 1933, con el objetivo de dar empleo a cuatro millones de estadounidenses. Este objetivo se logró en enero de 1934. Hopkins logró así su deseo de devolver el valor a la asistencia social a través del trabajo.

A pesar de los resultados positivos de estos programas, el presidente Roosevelt se preocupó por los crecientes gastos de los estados y gobiernos locales, por lo que decidió desmantelar gradualmente la Civil Works Administration. Pero no renunció al papel del trabajo en la asistencia social. Al ver a finales de 1934 que la depresión seguía presente, Roosevelt pidió a su gobierno que creara un nuevo plan de asistencia social a través del trabajo. En la primavera de 1935, la Ley de Asignación de Ayuda de Emergencia concedió cinco mil millones de dólares al gobierno para nuevos proyectos. Así nació el 6 de mayo la Works Progress Administration, que reemplazó a la Federal Emergency Relief Administration y a la Civil Works Administration, convirtiéndose en una de las agencias clave del New Deal.

Dos novedades: las libertades sindicales y el reconocimiento del consumidor

Archivo:Robert F Wagner
Robert F. Wagner fue uno de los más importantes defensores de las libertades sindicales. Dio su nombre a la famosa Ley Wagner, firmada en julio de 1935.

La legalización de los sindicatos encontró resistencia de los empresarios. Por esta razón, en 1934 estallaron huelgas en muchas empresas para protestar contra la negativa de los jefes a reconocer los sindicatos. Las empresas usaron diversos medios para intimidar a sus empleados, como el espionaje o las amenazas de despido. Para resolver estos conflictos, Roosevelt decidió en 1934 crear una nueva entidad encargada de asegurar el cumplimiento de las normas laborales, la Junta Nacional de Relaciones Laborales.

Desde 1934, líderes sindicales importantes como John L. Lewis animaron a la gente a unirse a un sindicato. Sin embargo, Roosevelt no quería ser visto como un enemigo de los empresarios, quienes debían ayudar a reconstruir el país. El senador Robert F. Wagner fue un pionero de las libertades sindicales en Estados Unidos. Así, el 6 de julio de 1935, poco después de que la Corte Suprema declarara inconstitucional la Ley de Recuperación Industrial Nacional, se aprobó la Ley Wagner. Esta ley repetía parte del texto de la NIRA y logró el objetivo del gobierno de Roosevelt de equilibrar las fuerzas entre empleados y empresarios.

A partir de entonces, Roosevelt deseó que los empleados se unieran a un sindicato. Rápidamente, el número de personas sindicalizadas aumentó: pasó del 9% en 1930 a más del 33% en 1940 en la industria manufacturera, y del 51% en 1930 a más del 75% en 1940 en las industrias mineras. En otros sectores, las cifras fueron similares.

Las políticas federales también consideraron la situación del consumidor con la creación de la Junta Asesora de Consumidores, encargada de recibir quejas de los consumidores sobre precios altos. Una "guía del consumidor" fijaba un precio teórico para los bienes básicos, permitiendo a los compradores señalar las diferencias entre el precio teórico y el real. El movimiento de los consumidores también ayudó a contrarrestar la influencia de los empresarios. Rexford Tugwell influyó en la adopción de normas de salud y en la lucha contra los productos peligrosos.

La cuestión de las jubilaciones y las ayudas sociales

La redistribución de la riqueza era una de las prioridades de Roosevelt. Sin embargo, no usó al Estado como principal medio para lograrlo. En otros países, el impuesto a las grandes fortunas era una forma directa de repartir la riqueza. Pero Roosevelt rechazó usarlo, prefiriendo un impuesto creado en 1932 por Hoover, que añadía tasas de funcionamiento a la AAA pagadas por los productores, además de impuestos sobre el alcohol y otros bienes. Desafortunadamente, esta medida se convirtió en una carga para los estadounidenses más pobres. Por eso, el gobierno de Roosevelt buscó una forma de redistribuir la riqueza sin usar una política fiscal directa.

Archivo:Signing Of The Social Security Act
El presidente Roosevelt y sus colaboradores durante la firma de la Ley de Seguridad Social el 14 de agosto de 1935.

Además de las asociaciones de consumidores, el gobierno quería asegurar a la población estadounidense cierta independencia y medios para protegerse de las bajadas repentinas de ingresos, ya fueran temporales por desempleo o permanentes por discapacidad o vejez. Primero, Roosevelt creó una "Comisión de Seguridad Económica" encargada de diseñar planes de seguridad social. Esta comisión propuso un sistema de jubilación pagado primero por los futuros jubilados y luego por los ingresos del Tesoro. Pero Roosevelt se opuso a este principio, que consideraba una variante del modelo británico. En cambio, Roosevelt quería un sistema que los empresarios y los empleados financiaran con una deducción de su salario, sin intervención del Estado. Pero ante las muchas críticas, el gobierno de Roosevelt hizo algunos cambios, inspirándose en sistemas ya probados en otros países, con la prioridad de cubrir a un mayor número de estadounidenses.

El texto clave de este período fue la Ley de Seguridad Social, aprobada el 14 de agosto de 1935. Estableció un sistema de protección social a nivel federal: jubilación para mayores de 65 años, seguro contra el desempleo y diversas ayudas para personas con discapacidad. Las personas con ceguera y los niños con discapacidad recibieron ayudas financiadas por subvenciones federales a los estados. El New Deal sentó así las bases del estado del bienestar. Poco a poco, el sistema cubrió a una parte más amplia de la población, especialmente gracias a las enmiendas de 1939 y 1950, pero al principio, se mantuvo dentro de los límites impuestos por Roosevelt.

En Estados Unidos, el sistema de jubilaciones por redistribución de la riqueza también comenzó durante el New Deal, para proteger a las personas mayores de la pobreza. En 2005, este sistema proporcionaba más de la mitad de sus ingresos a dos tercios de los jubilados del país.

Hacia el fin del New Deal

El crecimiento de la oposición

Ya en 1934 surgieron las primeras críticas. Por un lado, se acusaba a Roosevelt de ser conservador en temas fiscales, a pesar de su tendencia a experimentar. Por otro lado, se le criticaba por querer equilibrar el poder de los empresarios. Roosevelt también fue criticado cuando prometió declarar la guerra "a los príncipes privilegiados de estas nuevas dinastías económicas". Se le acusó de traicionar a "su clase", y aunque siempre defendió el capitalismo estadounidense como base de la recuperación, solo obtuvo un apoyo parcial de los empresarios, a pesar de que él mismo venía de ese ambiente.

Desde 1934, Roosevelt también se enfrentó a la "cuestión de las minorías", ya que los demócratas no podían ignorar el voto de los blancos del Sur si querían ser reelegidos. Sin embargo, algunos colaboradores del New Deal se preocuparon por la situación de las minorías, apoyados por la esposa del presidente, Eleanor Roosevelt, quien defendía los intereses de organizaciones como la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), una asociación para el progreso de las personas de color. Así, se desarrolló una oposición en los estados del Sur, que se sintieron perjudicados, especialmente a través de la Liga Estadounidense por la Libertad (ALL), creada para "educar al pueblo sobre el valor de animar a la gente a trabajar".

En 1935, Roosevelt tuvo que enfrentar a la Corte Suprema, que invalidó varias medidas, poniendo al gobierno en una situación difícil. Por ejemplo, la NRA fue condenada por unanimidad por nueve jueces, quienes consideraron que los códigos de competencia justa iban en contra de la Constitución. En enero de 1936, la AAA fue invalidada por haber creado un impuesto ilegal a favor de los agricultores. A pesar de estas dificultades, el gobierno de Roosevelt siguió aprobando leyes como la Ley Wagner, que compensaron en parte lo perdido con la ilegalización de la NRA. Roosevelt, viendo una situación cada vez más tensa entre el Congreso y los estados que pedían más autoridad, decidió no anunciar más sus acciones políticas públicamente. Mientras los republicanos hacían campaña apoyando al Congreso, Roosevelt hizo un llamado a quienes lo habían apoyado en 1932 y seguían apoyándolo en un discurso en el Madison Square Garden. En las elecciones, la victoria de Roosevelt fue aplastante, ganando en 46 de los 48 estados, con una diferencia de 11 millones de votos. Esto mostró un fuerte apoyo popular a la política del New Deal y resultó en una mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso. Gracias a una reforma de la Corte Suprema, en la que reemplazó a jueces conservadores por otros elegidos por él para asegurar que las reformas avanzaran, Roosevelt obtuvo más apoyo, y la Corte reafirmó su apoyo a la Ley Wagner y a la Ley de Seguridad Social.

Las críticas crecientes de la prensa

Archivo:Flynn
John T. Flynn criticó duramente al gobierno de Roosevelt y su New Deal en su libro El Mito Roosevelt, calificando las políticas del presidente como "dictatoriales" y "socialistas".

Historiadores de diferentes puntos de vista han expresado decepción con el segundo mandato de Roosevelt. Muchos periodistas, de diversas tendencias políticas, se posicionaron en contra de las reformas del New Deal. Entre ellos, se puede mencionar a John T. Flynn, quien en 1948 escribió un libro, El Mito Roosevelt, que relataba los mandatos presidenciales de Roosevelt. Flynn fue un fuerte opositor del New Deal, al que calificó en 1943 como "una forma degenerada de socialismo y degradación del capitalismo". Creía que Roosevelt y su gobierno tenían una imagen heroica engañosa transmitida por la prensa, la radio y la televisión.

Por el contrario, otros periodistas como Barton J. Bernstein encontraron el New Deal demasiado conservador. En los años 60, la nueva izquierda estadounidense fue muy crítica con la política de Roosevelt. Barton J. Bernstein, en 1968, enumeró las oportunidades perdidas y las soluciones inadecuadas a los problemas económicos y sociales de los años 30. Paul K. Conkin en The New Deal (1967) denunció una política favorable a los empresarios. Howard Zinn, en un ensayo de 1966, reprochó al New Deal haber servido para preservar el capitalismo en Estados Unidos.

Otros periodistas, como los libertarios Garet Garrett y Henry Hazlitt, fueron críticos importantes del New Deal. Garrett, siguiendo la línea del libertarismo, creía que cada persona era responsable de su propia vida y que nadie debía delegar su libertad a otros, a diferencia de sistemas que forzaban la redistribución de la riqueza, como el socialismo. Consideraba que al cambiar su autonomía y responsabilidad por programas socialistas, los estadounidenses renunciaban a su derecho inalienable a la libertad. Por esta razón, publicó artículos que cuestionaban las decisiones políticas del presidente.

1937: una nueva recesión

A pesar de la reforma de la Corte Suprema, los demócratas se dividieron en 1937, mientras el país experimentaba su primera recesión desde el punto más bajo de 1932, lo que puso en peligro la credibilidad del New Deal. Surgieron varias posturas: los empresarios acusaron al gobierno de Roosevelt de impedirles invertir y de castigar las actividades económicas con las tasas de la seguridad social, que entraron en vigor en 1937. Por el contrario, los partidarios del New Deal denunciaron una "huelga de capital" por parte de los empresarios para desacreditar el New Deal. También culparon a Roosevelt, quien, por su conservadurismo fiscal, decidió reducir algunos gastos en obras públicas para equilibrar el presupuesto, lo que provocó un aumento del desempleo.

En una carta a Roosevelt el 1 de febrero de 1938, John Maynard Keynes sugirió que el presidente considerara válidas todas las críticas que recibía. Keynes explicó que la disminución del gasto público era un error y que era necesario estimular a las empresas del sector privado para facilitar la recuperación. Siguiendo estos principios, Roosevelt pidió una recuperación del gasto público a partir del segundo trimestre de 1938. Para ello, se destinaron tres mil millones de dólares. Pero Roosevelt había salido debilitado por la recesión y el conflicto con la Corte Suprema. La última gran ley del New Deal, la Ley de Normas Justas del Trabajo, que prohibía el trabajo infantil e instituía un salario mínimo, fue votada ese mismo año. Después, no se ratificó ningún otro texto legal importante en el Congreso, y el New Deal fue cediendo su lugar a una nueva cuestión: la guerra.

Las nuevas prioridades de Roosevelt

Archivo:Evolución de la deuda nacional estadounidense entre 1929 y 1950
La evolución de la deuda pública revela el paso a una economía de guerra a partir de 1941 y de manera más pronunciada desde 1943. Durante el periodo del New Deal (1933-1938), la deuda se había mantenido estable.

En noviembre de 1938, Roosevelt explicó en una reunión privada con el secretario del Tesoro Henry Morgenthau que la guerra que se avecinaba en Europa podría ser beneficiosa para Estados Unidos y para los demócratas. Al mismo tiempo, Roosevelt comenzó a pensar en cómo construir la fuerza militar estadounidense para disuadir a otros países. A pesar de las difíciles elecciones para su partido, Roosevelt fue reelegido para un tercer mandato en 1940, y declaró a la prensa que no le gustaba el término "New Deal", ni su apodo de "Doctor New Deal", porque aunque había solucionado muchos problemas de su país, Estados Unidos debía enfrentar nuevos riesgos. Declaró que su compañero el "Doctor Gana la Guerra" tomaría el relevo.

El fin del New Deal se hizo evidente en la evolución de los gastos del gobierno, que mostraron claramente la transición hacia una economía de guerra. En 1943, el Cuerpo Civil de Conservación, la Administración de Proyectos de Obras y otras agencias del New Deal fueron eliminadas. Al mismo tiempo, el gasto en defensa y militar pasó del 8% en 1938 al 40% en 1943. Finalmente, no fue hasta 1943 que el desempleo cayó a niveles inferiores a los de 1929. Para entonces, el New Deal ya no era la prioridad.

A pesar de todo, las ideas del New Deal no desaparecieron por completo con la Segunda Guerra Mundial. En 1944, Roosevelt reafirmó que la libertad individual no podía existir sin cierta seguridad económica. Incluso propuso una segunda Carta de Derechos que garantizara nuevas bases de prosperidad y seguridad para todos, sin importar su condición, origen o creencias. Entre estos derechos, que incluían la seguridad contra los riesgos económicos, el derecho al empleo, precios agrícolas justos o el derecho a un salario digno, la mayoría ya eran prioridades del New Deal.

Balance del New Deal

Progresos en lo político y social

Archivo:Wpa-done
Cartel de 1940 mostrando los proyectos de la Administración de Proyectos de Obras (WPA). Se pueden apreciar las piscinas, el alcantarillado, los edificios administrativos, los aeropuertos, el metro y las escuelas. Es una de las agencias más eficaces del programa.

En el ámbito político, el poder ejecutivo y el gabinete presidencial aumentaron su influencia sin llevar al país a una dictadura. Roosevelt supo establecer un vínculo directo con el pueblo a través de numerosas conferencias de prensa, el uso de la radio en sus famosas "Charlas junto a la chimenea" y sus muchos viajes. El New Deal permitió una democratización de la cultura y la reconciliación de los artistas con la sociedad. El cine y la literatura se interesaron más por los problemas sociales y las personas con dificultades. La Works Projects Administration (WPA) puso en marcha muchos proyectos en el campo de las artes y la literatura, especialmente con los cinco programas del "Federal Project Number One" para artistas. La WPA permitió la creación de miles de pinturas y esculturas, y el desarrollo de la enseñanza artística. Sin embargo, este balance debe matizarse: aunque los artistas estadounidenses fueron apoyados con fondos públicos y obtuvieron reconocimiento nacional, esta política cultural se interrumpió por la Segunda Guerra Mundial y la muerte de Roosevelt. En cuanto a las agencias del New Deal, la Public Works Administration (PWA) gastó 13 mil millones de dólares en 1942 y empleó hasta 3.5 millones de desempleados en 1938. En siete años, se construyeron 285 aeropuertos, 1 millón de kilómetros de carreteras, 77,000 puentes y 122,000 edificios públicos.

Fracaso relativo en lo económico

Archivo:Dust storm approaching Stratford, Texas
El Dust Bowl es uno de los casos más conocidos de la difícil situación de los agricultores estadounidenses durante los años 30. El empeoramiento de sus condiciones fue uno de los principales desafíos del New Deal.

En el aspecto económico, la situación era mejor al inicio de la Segunda Guerra Mundial que en 1933: la producción industrial recuperó su nivel de 1929. Sin embargo, el desempleo seguía siendo muy alto: el 17% de la población activa estadounidense estaba desempleada en 1939, es decir, 9.5 millones de personas. No obstante, recibían un subsidio de desempleo, lo que era una novedad. La población activa aumentó en 3.7 millones de personas entre 1933 y 1939. El New Deal también marcó el inicio de la intervención del Estado en muchos sectores de la economía estadounidense: aunque no hubo nacionalizaciones, las agencias federales expandieron sus actividades y emplearon a más funcionarios. Las medidas del New Deal sentaron las bases de la futura superpotencia estadounidense.

A pesar de todo, el New Deal no logró devolver la prosperidad de la década de 1920, y en 1941, seis millones de estadounidenses todavía buscaban empleo. El pleno empleo no se logró hasta el ataque japonés a Pearl Harbor, ya que la entrada de Estados Unidos en la guerra contra el Eje impulsó la industria pesada estadounidense, reduciendo gradualmente el número de desempleados. En cuanto a la inversión, los resultados también fueron regulares: la oposición de los empresarios a las acciones de Roosevelt, e incluso su deseo de obstaculizar el proceso, provocaron una caída de la inversión privada, que la inversión pública no pudo compensar. Sin embargo, las medidas de Roosevelt ayudaron a mantener la demanda general, frenando su caída. La recesión económica de 1937 también afectó a Roosevelt, con una caída del 50% en el valor de las acciones y un aumento del desempleo que afectó a 11 millones de estadounidenses ese mismo año.

En cuanto a la agricultura, Roosevelt no logró igualar los precios agrícolas e industriales, debido a la resistencia del Congreso a otorgar créditos costosos en 1938 para detener la caída de los precios agrícolas. En un contexto de nuevo aumento de la producción, los precios de los productos agrícolas volvieron a bajar, causando grandes pérdidas a los pequeños agricultores. El problema del empobrecimiento rural se agravó aún más, como lo muestra John Steinbeck en su novela Las uvas de la ira.

En el comercio, los resultados fueron inferiores a los registrados antes de la crisis. La situación de las cuentas se deterioró gradualmente, y la balanza comercial solo pudo equilibrarse gracias a una fuerte reducción de las importaciones. A pesar de todo, Estados Unidos aumentó la compra de oro, de modo que en 1939 el país tenía el 70% de las reservas mundiales de oro.

La herencia política y social del New Deal

Archivo:Lyndon Johnson signing Civil Rights Act, July 2, 1964
Lyndon B. Johnson durante la firma de la Ley de Derechos Civiles en 1964. Se inspiró principalmente en Roosevelt y su New Deal.

Desde el punto de vista político, el New Deal dejó una fuerte huella, creando una amplia gama de agencias gubernamentales y protegiendo a diversos grupos de ciudadanos (trabajadores, agricultores, entre otros) que sufrieron la crisis, permitiéndoles equilibrar el poder de los empresarios. El gobierno de Roosevelt generó muchas ideas políticas, conocidas como la "Reforma liberal del New Deal", que han sido fuente de admiración para generaciones posteriores y contribuyeron a formar la gran ola de reformas liberales que continuó con la "Gran Sociedad" de Lyndon B. Johnson en la segunda mitad de los años 60. Siguiendo el modelo de su mentor, Franklin D. Roosevelt, Johnson buscó extender el programa del New Deal más allá de la seguridad económica, incluyendo los derechos civiles, la educación, la vivienda y el sistema de atención médica, temas que ya había abordado Roosevelt en su propia Carta de Derechos.

En cuanto a los derechos civiles, las órdenes ejecutivas como la Comisión de Prácticas Justas de Empleo, adoptada el 25 de junio de 1941 por Roosevelt, que prohibía la discriminación en la contratación contra las minorías, supusieron un avance que mejoró los empleos y salarios de millones de personas. En general, el New Deal coincidió con una fase de reconocimiento de las poblaciones minoritarias, años antes del inicio del Movimiento por los derechos civiles. La influencia de Eleanor Roosevelt, considerada la primera dama que tuvo un papel activo, fue crucial desde 1933, manteniéndose cerca de organizaciones como la NAACP. Sin embargo, hay que recordar que el New Deal no fue el origen del Movimiento por los derechos civiles. De hecho, la mayoría de las grandes asociaciones de defensa de las minorías se crearon a principios del siglo XX. Además, el hecho de que una proporción creciente de personas de color tuviera empleo a finales de los años 30 también se debe a que la economía de guerra implicaba dar trabajo al mayor número posible de personas.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: New Deal Facts for Kids

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New Deal para Niños. Enciclopedia Kiddle.