Batalla de Fort Sumter para niños
Datos para niños Batalla de Fort Sumter |
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Parte de guerra de Secesión | ||||
![]() Bombardeo de Fort Sumter
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Fecha | 12–13 de abril de 1861 | |||
Lugar | Condado de Charleston, Carolina del Sur | |||
Coordenadas | 32°45′09″N 79°52′30″O / 32.75241, -79.87496 | |||
Resultado | Victoria confederada | |||
Consecuencias | Comienzo de la guerra civil estadounidense | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La batalla de Fort Sumter fue un ataque militar que ocurrió entre el 12 y el 13 de abril de 1861. Fue llevado a cabo por el ejército de los Estados Confederados de América contra las tropas federales que estaban en la fortaleza de Fort Sumter. Esta fortaleza se encuentra en la entrada de la bahía de Charleston, en Carolina del Sur.
Aunque esta batalla no causó muchas bajas, fue muy importante. Se considera el evento que dio inicio a la Guerra de Secesión (1861-1865). Este conflicto fue el más sangriento en la historia de Estados Unidos.
Antes de la batalla, hubo muchas conversaciones para que las tropas del fuerte se rindieran. Ambos gobiernos se culpaban mutuamente de ser los responsables de un posible conflicto. Cada lado quería motivar a sus tropas y convencer a los estados que aún no se habían decidido a unirse a su causa. Querían mostrar al otro bando como el agresor si la guerra comenzaba.
El conflicto empezó con desacuerdos entre el gobernador de Carolina del Sur, Francis W. Pickens, y el entonces Presidente de los Estados Unidos, James Buchanan. Estos desacuerdos continuaron, a partir de marzo, entre el Presidente del Gobierno confederado, Jefferson Davis, y el presidente estadounidense, Abraham Lincoln.
Después de varios meses de negociaciones, el ataque confederado al fuerte hizo que Abraham Lincoln movilizara al ejército federal. Esto llevó al país a la guerra civil.
Contenido
La Batalla de Fort Sumter: El Inicio de un Conflicto
¿Por qué fue importante esta batalla?
La batalla de Fort Sumter es crucial porque marcó el comienzo de la Guerra de Secesión. Este conflicto dividió a Estados Unidos en dos grandes bandos: la Unión (los estados del Norte) y los Estados Confederados de América (los estados del Sur). La guerra duró cuatro años y tuvo un gran impacto en la historia del país.
Los bandos enfrentados
En esta batalla, se enfrentaron las fuerzas de la Unión, que representaban al gobierno de Estados Unidos, y las fuerzas de los Estados Confederados de América, que eran los estados del Sur que se habían separado. El comandante Robert Anderson dirigía a las tropas federales en Fort Sumter. Por el lado confederado, el general Pierre Beauregard estaba al mando de las milicias de Carolina del Sur.
Antes de la Batalla: Un País Dividido

Desde la independencia de Estados Unidos, había diferencias importantes entre los estados del Norte y los del Sur. Una de las principales causas de tensión era la práctica de la esclavitud. Los estados del Sur dependían de ella para su economía, mientras que en el Norte, la mayoría de la gente se oponía.
Cuando Abraham Lincoln fue elegido presidente a finales de 1860, las relaciones empeoraron. Lincoln pertenecía al Partido Republicano, que se oponía a la expansión de la esclavitud. Los estados del Sur sintieron que su forma de vida estaba amenazada.
La separación de los estados del Sur
Al sentir que su sistema social y político estaba en peligro, algunos estados del Sur decidieron declararse independientes de Estados Unidos. La mayoría de las instalaciones públicas y militares en estos estados pasaron a su control. Sin embargo, algunos funcionarios y militares decidieron seguir apoyando al gobierno federal. Este fue el caso de la fortaleza de Fort Sumter, en la bahía de Charleston.
Fort Sumter: Un punto clave

Fort Sumter era una fortaleza controlada por el gobierno federal. Estaba construida sobre una pequeña isla artificial de granito en la entrada de la bahía de Charleston. A finales de 1860, solo había algunos trabajadores en el fuerte. Las tropas, unos 68 hombres, estaban en otra fortaleza cercana, Fort Moultrie.
Después de que Carolina del Sur declarara su independencia el 20 de diciembre de 1860, envió representantes al gobierno federal. Querían negociar la entrega de los fuertes en Charleston que estaban bajo control federal. Cientos de milicianos sureños amenazaron con tomar los fuertes por la fuerza si el gobierno federal se negaba. En ese momento, Abraham Lincoln ya había sido elegido presidente, pero el presidente en funciones era el demócrata James Buchanan, cuyo mandato terminaba el 4 de marzo de 1861.
El Comandante Robert Anderson y sus decisiones
Las pocas tropas en Fort Moultrie estaban bajo el mando de Robert Anderson. Él era de Kentucky, un estado del Sur, y había tenido esclavos. Aunque entendía las ideas del Sur, Anderson era leal a la bandera federal. Esperaba que Estados Unidos no entrara en una guerra que dividiría al país, a su estado e incluso a su familia. Sabía que si la guerra ocurría, comenzaría en uno de los pocos lugares militares que seguían bajo control federal pero estaban en el Sur.
Para proteger el fuerte de posibles ataques, Robert Anderson pidió refuerzos a Washington. El presidente saliente, James Buchanan, quería evitar un conflicto antes de que terminara su mandato. Se negó a enviar refuerzos, pero tampoco ordenó la evacuación de las tropas. A cambio, Carolina del Sur prometió no atacar la posición mientras las negociaciones diplomáticas continuaran.
Tensiones políticas y militares
La noche del 26 de diciembre de 1860, el comandante Anderson decidió mover a sus hombres de Fort Moultrie a Fort Sumter en secreto. Quería estar en una posición más fuerte si los estados del Sur atacaban. Esta acción tuvo reacciones muy diferentes.
En el Norte, Anderson fue visto como un héroe. El senador de Massachusetts, Leverett Saltonsatall, dijo en Boston:
Mientras tengan Fort Sumter, no me preocuparé por nuestro ideal, el de la gloriosa Unión.
En el Sur, la reacción fue muy distinta. Los sureños vieron la maniobra de Anderson como una traición. Algunos periódicos del Sur lo interpretaron como una declaración de guerra.
El presidente Buchanan dudó si pedir a Anderson que regresara a Fort Moultrie. Temía que esa decisión dañara la confianza en el Partido Demócrata en el Norte, que ya estaba debilitada por la victoria del Partido Republicano y la elección de Abraham Lincoln. Finalmente, Buchanan se mantuvo firme y aceptó la propuesta del general Winfield Scott de reforzar Fort Sumter.
Se enviaron 200 hombres de refuerzo en el barco comercial Star of the West. Anderson no informó de la llegada de los refuerzos, pero la información se filtró a los periódicos. Cuando el barco intentó llegar al puerto de Charleston, la artillería sureña le disparó. El barco tuvo que dar la vuelta.
La tensión política aumentó, y ambos bandos se acusaban de ser los agresores. Sin embargo, otros estados que se habían separado pidieron a Carolina del Sur que no iniciara una guerra antes de que la Confederación estuviera organizada y preparada militarmente.
Abraham Lincoln Toma el Mando
El 4 de marzo de 1861, Abraham Lincoln asumió la presidencia. En ese momento, la situación de los intereses de Estados Unidos en Charleston era muy delicada. El Presidente de los Estados Confederados de América, Jefferson Davis, reanudó las negociaciones para el control del fuerte. Al mismo tiempo, envió al general Pierre Gustave Toutant de Beauregard a Charleston para tomar el mando de los miles de milicianos allí. Al día siguiente de su toma de posesión, Lincoln fue informado de que el fuerte se estaba quedando sin recursos y comida.
Los desafíos del nuevo presidente
Lincoln consideró varias opciones. Podía enviar la flota federal para forzar su entrada en Fort Sumter y tomar la bahía de Charleston. Pero si hacía esto, el Norte sería visto como el agresor. Esto podría dividir a sus propios estados y fortalecer al Sur. También podía ceder el control del fuerte, lo que podría traer una paz temporal y mantener el apoyo de algunos estados fronterizos que aún no se decidían. Sin embargo, esta decisión podría hacer que su autoridad pareciera débil.
Lincoln había ganado las elecciones con poco apoyo dentro de su propio partido. Esto se debía a que las figuras importantes del Partido Republicano estaban muy divididas. Por eso, Lincoln fue elegido candidato. Una vez que el Partido Republicano ganó, muchos creyeron que tendrían mucha influencia en el gobierno. Entre ellos estaba William Henry Seward, quien fue nombrado Secretario de Estado y esperaba dirigir el país de manera extraoficial. Por su cuenta, Seward contactó a la Confederación para decirles que Fort Sumter sería evacuado, una decisión que Lincoln no había tomado.
De los miembros del gabinete de Lincoln, solo un ministro, Montgomery Blair, se opuso a la rendición del fuerte. Para Blair, "renunciar al fuerte es renunciar a la Unión". El general Winfield Scott, de Virginia, recomendó la rendición incondicional del fuerte por razones políticas. Esto lo hizo parecer sospechoso y poco dispuesto a apoyar al comandante Anderson. Militarmente, Scott pensó que una intervención requeriría una flota grande y al menos 25.000 hombres.
Lincoln decidió posponer una decisión final sobre Fort Sumter. Sin embargo, decidió apoyar otro fuerte en una situación similar en Florida, el Fort Pickens. Pidió que se preparara una expedición para llevarle recursos, a pesar de que la mayoría de sus consejeros se oponían.
El Secretario de Estado William Seward, que no quería la intervención, debilitó la expedición al quitarle el barco más potente de la flota. Para evitar la guerra, también envió una carta a Lincoln. En ella, le propuso que la Unión evitara el conflicto interno y se uniera al Norte y al Sur para luchar contra España y Francia. Estos países habían intervenido en la Isla de Santo Domingo y México, a pesar de la doctrina Monroe. Lincoln consideró esta propuesta sin sentido y se mantuvo firme frente a su rival político.
El 4 de abril, Lincoln finalmente aprobó una expedición, liderada por Gustavus Fox, para llevar suministros a Fort Sumter. El plan era que la expedición no entrara en batalla en la bahía de Charleston, sino solo que llevara recursos a Anderson y sus tropas. Si los confederados abrían fuego, entonces la marina federal y las tropas expedicionarias tendrían permiso para intervenir militarmente. La intención de Lincoln era que si los sureños impedían la ayuda y dejaban a las tropas de Fort Sumter sin comida, él podría acusarlos de ser los agresores. El 6 de abril, Lincoln informó al gobernador de Carolina del Sur que la expedición se llevaría a cabo.

Las razones exactas de Lincoln para tomar esta decisión no se saben con certeza, pero hay varias ideas. Una teoría dice que Lincoln pensó que solo la guerra podía salvar su gobierno y quiso forzar al Sur a ser el primero en atacar. Otra teoría sostiene que Lincoln no quería que su gobierno perdiera credibilidad y que otras naciones reconocieran a la Confederación como un país. También se dice que Lincoln pensaba que dejar al Sur la elección entre paz o guerra, con una amenaza constante, no sería responsable. Una tercera teoría afirma que Lincoln en realidad quería la paz, pero se vio obligado a ir a la guerra y, por lo tanto, quiso asegurarse de que el Norte estuviera en la mejor posición posible para el conflicto que se avecinaba.
Por su parte, el presidente de la Confederación, Jefferson Davis, enfrentaba problemas políticos similares a los de Abraham Lincoln. Algunos estados del Sur lo presionaban para que actuara con fuerza. Sin embargo, Davis sabía que ser el agresor significaría perder el apoyo de los estados indecisos, que se inclinarían por el Norte. Esto habría creado bandos muy desequilibrados en la guerra. Además, cuanto más tiempo pasaba, más probable era que los estados indecisos se quedaran con la Unión, que ofrecía más seguridad que la opción confederada. El conflicto serviría para calmar a los estados que se quejaban de estar "sometidos" y a los que pensaban que esperar era malo para sus intereses. Por ejemplo, el periódico Charleston Mercury publicó:
Los estados que limitan con el Sur no suscribirán nunca nuestra causa mientras no hayamos probado que una tropa de setenta hombres no puedan tener el control del pórtico de nuestro comercio.
El Ataque a Fort Sumter
El 9 de abril, el general Pierre Beauregard recibió la orden de Jefferson Davis y su gabinete de tomar Fort Sumter antes de que llegara la flota federal. En el gabinete de Davis, solo el Secretario de Estado, Robert Toombs, se opuso a esta decisión. Él dijo que la decisión sería un gran error y que perderían el apoyo de los estados del Norte. Advirtió que esto desataría una gran reacción que se extendería por todo el país, y que los soldados del Norte los invadirían. Dijo que no era necesario que el Sur fuera el culpable y que esto sería fatal.
Durante tres meses antes, las tropas de la Confederación se habían posicionado alrededor de Fort Sumter. Se preparaban para defender la bahía de Charleston de un ataque de la flota federal o para atacar el fuerte.
El 12 de abril de 1861, a las 3:20 de la mañana, los Confederados informaron a Robert Anderson que abrirían fuego contra el fuerte una hora después. Anderson rechazó la petición de rendición de Beauregard, pero le dijo al mensajero sureño que el hambre los obligaría a rendirse en unos días si no recibían suministros. A las 4:30 de la mañana, un disparo de cañón desde Fort Johnson hacia Fort Sumter marcó el inicio de la batalla. Comenzó el bombardeo con 43 cañones y obuses desde Fort Johnson, Fort Moultrie y Commings Point. Anderson no respondió hasta pasadas las siete de la mañana, cuando el capitán Abner Doubleday disparó contra la batería confederada de Commings Point.
El bombardeo comenzó la mañana del 12 de abril. La flota de suministros que iba hacia Fort Sumter sufrió una fuerte tormenta que le impidió entrar en combate. Órdenes confusas de William Seward y de Abraham Lincoln habían desviado al USS Powhatan, el barco principal de la expedición, hacia Fort Pickens. Con pocos soldados, las tropas federales y los cañones del fuerte respondían sin mucha eficacia. Anderson decidió alejar a sus soldados de las partes de la fortificación más expuestas al bombardeo. Sin embargo, esto también les impedía usar sus mejores cañones. El fuerte había sido construido para resistir ataques navales, y sus cañones principales estaban en lugares altos donde la marina tenía dificultades para alcanzarlos. Pero, por el contrario, era allí donde más impactaban los obuses de la milicia de Carolina del Sur.
Además, con escasez de soldados, las tropas federales solo usaban los cañones de los niveles inferiores de Fort Sumter. Tenían muy pocas oportunidades de alcanzar las baterías de los fuertes controlados por la milicia de Carolina del Sur. Como la bandera de los Estados Unidos fue derribada varias veces, las tropas confederadas revisaban regularmente si los federales se habían rendido. La rendición no fue aceptada por los federales hasta 34 horas después de que comenzara el bombardeo. El 14 de abril, la bandera de la Confederación fue izada en Fort Sumter.
Durante la batalla, los confederados dispararon alrededor de 4.000 obuses y metralla, mientras que los federales hicieron alrededor de 1.000 disparos. A pesar de la intensidad, solo hubo cinco heridos del lado federal y cuatro del lado confederado. Curiosamente, la única víctima mortal en la batalla fue un caballo sureño. Después de la batalla, una de las condiciones para la rendición del comandante Anderson fue que se hiciera una salva de cientos de cañonazos. Durante esta salva, ocurrió un accidente que causó la muerte de un soldado confederado y heridas a varios más. Esta fue la única víctima mortal de todo el evento. Finalmente, las tropas federales fueron llevadas a territorio de la Unión, lo que permitió a Robert Anderson, y especialmente a Abner Doubleday, continuar sus carreras en el ejército.
Consecuencias de la Batalla
La reacción en el Norte
El 15 de abril de 1861, en respuesta al bombardeo confederado sobre el fuerte, Abraham Lincoln decidió llamar a 75.000 soldados. Quería detener una rebelión que el sistema judicial no había podido controlar. La mayoría de la gente en el Norte apoyó esta decisión de responder a las acciones de los estados que se habían separado. Incluso en las ciudades del Norte que simpatizaban con la causa sureña, dominadas por el Partido Demócrata, la gente apoyó la defensa de la Unión. Por ejemplo, en Nueva York, una ciudad que se rebelaría contra la autoridad federal en 1863, una reunión a favor de la Unión juntó a más de 250.000 personas.
Los demócratas del Norte repitieron el mensaje de los republicanos. Uno de sus líderes, Stephen A. Douglas, quien había vencido a Abraham Lincoln en las elecciones de Illinois en 1858, dijo a los ciudadanos de Chicago:
"Esta cuestión solo tiene dos caras. Uno no puede estar sino a favor de los Estados Unidos de América o en contra de ellos. En esta guerra, no hay sitio para la neutralidad, solo hay patriotas o traidores".
Para los periódicos federales, el Sur había violado claramente la Constitución al oponerse por la fuerza al gobierno legal de Washington. Los soldados federales creían que iban a luchar para preservar el gobierno, la unidad del país, la Constitución y la herencia obtenida después de la Guerra de la Independencia contra Inglaterra. En ese momento, la cuestión de la esclavitud se volvió secundaria para la Unión. Los problemas derivados de la separación pasaron a ser lo más importante.
Debido a cómo estalló la guerra, con un ataque a Fort Sumter por parte de la Confederación, la unidad política del Norte quedó asegurada. Los estados indecisos se inclinaron hacia este bando, al menos a corto plazo. Incluso en algunos estados leales a la federación, el número de tropas ofrecidas superó con creces lo que el gobierno pedía. Indiana ofreció doce regimientos, cuando Washington solo había pedido seis. Después de recibir una solicitud de trece regimientos, el gobernador de Ohio telegrafió al gobierno federal diciendo:
"A favor de reprimir de forma seria el ardor de nuestros ciudadanos, no podría sólo que movilizar al menos veinte".
La reacción en el Sur
El Sur no quería ser visto como el agresor. Después de la batalla, Jefferson Davis declaró:
"Sentimos que nuestra causa es justa y consagrada, manifestamos solemnemente frente a la humanidad que deseamos la paz, cualquiera que sea su precio, si salvaguarda nuestro honor y nuestra independencia. No deseamos buscar ninguna conquista, ninguna ampliación territorial, ninguna concesión de ninguna clase por parte de los estados con los cuales estábamos unidos hasta ayer, todo lo que pedimos es que nos dejen en paz”.
Si la estrategia del Norte fue sentirse atacado por los eventos en Fort Sumter, la estrategia del Sur se basó en decir que Abraham Lincoln estaba reuniendo un ejército para invadir su país y someter a sus ciudadanos por la fuerza. La decisión de Lincoln hizo que algunos militares del Sur que dudaban se decidieran finalmente por el lado confederado. El caso más conocido fue el de Robert E. Lee, quien se negó a obedecer las órdenes del ejército federal y finalmente tomó el mando del ejército de Virginia. Este estado declaró su independencia el 17 de abril, dos días después de la movilización solicitada por Lincoln.
Finalmente, el Sur proclamó que continuaba el espíritu de 1776, como una segunda guerra de independencia. Destacaron la idea de resistir a un "tirano". De hecho, la legitimidad del Presidente Lincoln en el sureste era muy discutida a nivel constitucional y, popularmente, era casi nula entre la población blanca. Lincoln solo fue elegido con los votos de los estados del Norte. Además, el Partido Demócrata, que presentó a dos candidatos, recibió el 47.6% de los votos, frente al 39.9% del Partido Republicano. Solo gracias al sistema de electores, Lincoln ganó la presidencia.
Después de Virginia, otros tres estados fronterizos se unieron a la Confederación a raíz del ataque al fuerte y, sobre todo, por la llamada a las armas del Presidente Lincoln. Estos fueron Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte.
El retorno de la bandera
El 14 de abril de 1861, el comandante Robert Anderson se aseguró de llevar la bandera federal de Fort Sumter a Washington. Algunos días después de la rendición de Robert E. Lee en Appomattox, el 9 de abril de 1865, y el final efectivo de la Guerra de Secesión, Robert Anderson regresó a Fort Sumter en Carolina del Sur. Allí, ordenó izar de nuevo la antigua bandera sobre el fuerte. La noche del 14 de abril, cinco días después, Lincoln fue asesinado en Washington.
Véase también
En inglés: Battle of Fort Sumter Facts for Kids