Revolución alemana de 1848-1849 para niños
La Revolución alemana de 1848-1849, también conocida como la Revolución de Marzo en su primera etapa, fue un periodo de grandes cambios en la Confederación Germánica. Ocurrió entre marzo de 1848 y finales de 1849. Estos levantamientos no solo afectaron a los estados alemanes, sino también a otras regiones bajo el control de grandes potencias como Austria y Prusia, incluyendo lugares como Hungría y el norte de Italia.
Las personas que participaron en estas protestas y rebeliones buscaban más libertad, un gobierno más justo y la unión de todos los territorios alemanes en un solo país. Querían cambiar el sistema político antiguo y autoritario que existía en ese momento, impulsado por las familias reales de Europa.
El objetivo principal de la revolución era crear un país alemán unido, donde el pueblo tuviera el poder y se respetaran los derechos de las personas. Sin embargo, muchos de estos objetivos no se lograron por completo. Al final, la idea de un emperador para toda Alemania fue rechazada y el Parlamento de Fráncfort se disolvió. Alemania volvió a ser una confederación de estados, y el ejército prusiano intervino en varios lugares para detener las revueltas.
Datos para niños Revolución alemana de 1848-1849 |
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Parte de Revoluciones de 1848 | ||
![]() La revolución en Berlín, capital del Reino de Prusia. Los sublevados ondean la bandera negra, roja y amarilla de la Alemania unificada.
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Contexto del acontecimiento | ||
Fecha | Febrero de 1848-julio de 1849 | |
Sitio | Estados alemanes, Europa Central | |
Motivos | Creación de un Estado alemán unificado, bajo una constitución liberal | |
Influencias ideológicas de los impulsores | Liberalismo | |
Gobierno previo | ||
Forma de gobierno | Confederación de Estados alemanes (hasta 1848; desde 1850) | |
Gobierno resultante | ||
Forma de gobierno | Gobierno provisional (hasta 1849) | |
Contenido
Historia de la Revolución Alemana
¿Cómo se extendió la revolución por Alemania?
El éxito de la Revolución en Francia a finales de febrero de 1848, que puso fin a la monarquía y estableció la Segunda República Francesa, tuvo un gran impacto en toda Europa, incluyendo los 39 estados alemanes. Estos estados estaban agrupados en la Confederación Germánica desde 1815.
A principios de marzo, los liberales y demócratas alemanes salieron a las calles, al igual que en París. Exigían libertades civiles, la legalización de los partidos políticos y la creación de una milicia nacional. Pero, sobre todo, pedían la formación de un Parlamento nacional. Estas demandas se conocieron como las "reivindicaciones de marzo".
En algunos estados, se formaron los "gobiernos de marzo", integrados por liberales que intentaron cumplir estas peticiones. Esto generó mucha esperanza; las banderas negra, roja y dorada de una Alemania unida ondearon por casi todas partes. Parecía que el sueño de la unidad y la libertad estaba cerca. En el Reino de Baviera, el nuevo gobierno se llamó el "ministerio del amanecer", y el rey Luis I abdicó a favor de su hijo Maximiliano.
Al mismo tiempo, hubo levantamientos en el campo. Los campesinos protestaban contra las antiguas obligaciones feudales y la forma en que se repartían las tierras comunes. En algunos lugares, lograron que se eliminaran los trabajos obligatorios y el pago de ciertos impuestos.
En las capitales de los dos estados más importantes, el Imperio Austríaco y el Reino de Prusia, los rebeldes también tuvieron éxito, aunque solo por unos meses. En Viena, el canciller Metternich tuvo que huir a Inglaterra, y la corte se trasladó a un lugar más seguro. Hubo levantamientos en todo el Imperio, pero el 31 de octubre, el ejército austríaco ocupó la capital y reprimió duramente a los rebeldes. Poco después, el emperador Fernando I abdicó a favor de su sobrino Francisco José.
En Berlín, entre el 5 y el 18 de marzo, se levantaron barricadas en las calles. El 19 de marzo, la intervención del ejército causó más de 200 muertes. Los rebeldes lograron que el rey prometiera crear una Asamblea Nacional Prusiana para elaborar una Constitución para Prusia. También se formó un nuevo gobierno liberal. Sin embargo, el 1 de noviembre, siguiendo el ejemplo de Austria, el ejército prusiano impuso el orden por la fuerza, y un mes después, el rey disolvió la Asamblea Nacional Prusiana.
¿Qué fue la Asamblea de Fráncfort?
La principal "reivindicación de marzo" se hizo realidad el 18 de mayo. Ese día, 585 representantes del pueblo alemán, elegidos por voto masculino, se reunieron en la iglesia de San Pablo en Fráncfort. Su misión era crear una Constitución y elegir un gobierno para toda Alemania. La reunión había sido convocada el 5 de marzo por 51 diputados liberales de varios estados del sur de Alemania.
Para presidir la Asamblea, se eligió a Heinrich von Gagern, quien nombró al Archiduque Juan de Habsburgo como "regente imperial", sin consultar a los príncipes. También se formó un gobierno central provisional. La mayoría de los diputados defendía una postura moderada: querían reformar los estados alemanes poco a poco, con el acuerdo de los príncipes, para convertirlos en estados constitucionales (con una constitución que limitara el poder del rey). Solo una minoría quería una república federal, similar a Estados Unidos.

Durante las discusiones de la Asamblea, surgió un desacuerdo importante. Algunos apoyaban la idea de una "Gran Alemania", que incluiría todos los territorios alemanes, incluso Austria, y sería liderada por un emperador de la familia Habsburgo (la dinastía que gobernaba Austria). Otros defendían la "Pequeña Alemania", que dejaría fuera las zonas no alemanas del Imperio Austríaco y sería encabezada por un emperador de la familia Hohenzollern (que reinaba en Prusia). A finales de octubre de 1848, la Asamblea votó a favor de la "Pequeña Alemania", lo que iba en contra de las ideas de Austria.
La Asamblea logró aprobar una Constitución para todo el Imperio el 27 de marzo de 1849. Esta Constitución reconocía los derechos fundamentales de los ciudadanos alemanes y establecía un parlamento con dos cámaras: una con representantes de los estados y otra elegida por voto masculino. El jefe de estado sería un emperador, que compartiría el gobierno con el parlamento.
Uno de los problemas más grandes que enfrentó la Asamblea fue el de los ducados de Schleswig y Holstein. Estos ducados habían declarado su independencia del rey de Dinamarca y pidieron ayuda a la Asamblea. Como la Asamblea no tenía un ejército propio, tuvo que pedir ayuda al Ejército Prusiano. Este ejército invadió Dinamarca, pero tuvo que retirarse rápidamente debido a las protestas y amenazas de intervención de otras potencias europeas, como Gran Bretaña y Rusia.
¿Cómo terminó la revolución?

El fracaso en el asunto de Schleswig y Holstein, junto con la radicalización de la revolución en muchos lugares (lo que hizo que perdiera el apoyo de la burguesía liberal), selló el destino de la "revolución de marzo". Un momento clave fue la negativa del rey de Prusia, Federico Guillermo IV, a aceptar la corona del Imperio alemán que le había ofrecido la Asamblea. El rey no quería recibir la corona de un parlamento, sino de los príncipes. Además, temía las protestas de otras potencias europeas y una posible intervención de Austria. También quería que la identidad prusiana no desapareciera en el sueño de una nueva Alemania liberal.
La negativa del rey de Prusia dejó sin argumentos a los moderados de la Asamblea de Fráncfort. Esto fue aprovechado por el sector democrático para iniciar una segunda insurrección en abril de 1849. La retirada de los diputados austríacos y prusianos de la Asamblea la obligó a trasladarse de Fráncfort a Stuttgart. Pero allí, el gobierno del reino de Wurtemberg le prohibió reunirse, lo que provocó una fuerte reacción. Estallaron rebeliones armadas en muchos territorios, que fueron sofocadas por los ejércitos de Prusia y Austria.
Este fue el fin de la "revolución de marzo". La burguesía liberal, asustada por los demócratas más "radicales", llegó a un acuerdo con los sectores conservadores. Los burgueses liberales "olvidaron sus sueños de constitución y unidad a cambio de la paz social". En Prusia, el acuerdo entre liberales y conservadores se selló con la promulgación de una Constitución muy moderada por parte del rey.
Consecuencias de la Revolución
Aunque a primera vista la Revolución de 1848-1849 pareció un fracaso, en realidad hubo algunos cambios importantes. Los gobernantes de los diferentes territorios alemanes se vieron obligados a aceptar Constituciones escritas y a compartir su poder legislativo con los Parlamentos.
El sueño de una gran Alemania unida y libre, basada en la voluntad del pueblo y los derechos humanos, no se hizo realidad. Esto se debió a la oposición de otras potencias europeas y a las diferencias entre los propios grupos revolucionarios.
Sin embargo, la revolución no fue un fracaso total. El historiador Richard J. Evans señala que, aunque no se logró la unificación nacional ni la soberanía parlamentaria completa, el régimen posterior a la revolución sí satisfizo muchas de las demandas liberales. A finales de la década de 1860, ya se habían introducido en casi toda Alemania juicios públicos con jurado, igualdad ante la ley, libertad para las empresas, menos censura en la prensa y la literatura, y derechos de reunión y asociación. Además, muchos estados crearon asambleas representativas donde los diputados elegidos podían discutir libremente y tenían algunos derechos sobre las leyes y los ingresos del estado.
El historiador francés Étienne François también comenta que, a pesar de las apariencias, la revolución de 1848 no fue un fracaso. Aunque el sueño de una Alemania unida y democrática no se cumplió, los debates y las luchas de 1848-1849 ayudaron a fortalecer la idea de una "nación alemana". La aspiración a la unidad y el fervor nacional no disminuyeron, sino que se hicieron más realistas y se apoyaron más que nunca en la historia y la cultura para avanzar en su proyecto político.