Paso del Noroeste para niños
El paso del Noroeste es una ruta marítima especial que rodea Norteamérica por el norte. Atraviesa el océano Ártico y conecta el estrecho de Davis con el estrecho de Bering. Esto significa que une el océano Atlántico con el océano Pacífico.
Esta ruta pasa por varios estrechos que se encuentran en el archipiélago ártico canadiense. Estos estrechos están entre las grandes islas del Ártico y la tierra firme del continente. De oeste a este, el paso del Noroeste comienza en el océano Pacífico, en el estrecho de Bering (que separa Rusia de Alaska). Luego sigue por el mar de Chukchi y el mar de Beaufort. Después, la ruta debe cruzar el archipiélago ártico canadiense. Aquí hay varias opciones, como el estrecho de McClure o el estrecho del Príncipe de Gales. No todas estas rutas son adecuadas para barcos grandes. La ruta continúa cruzando la bahía Baffin y finalmente llega al estrecho de Davis, que ya está en el océano Atlántico.
Se cree que, debido al calentamiento global y la reducción del hielo en el Ártico, el paso del Noroeste podría quedar libre de hielo. Esto permitiría que los barcos comerciales lo usen de forma segura, al menos durante una parte del año. El 21 de agosto de 2007, el paso estuvo abierto al tráfico marítimo en verano sin necesidad de barcos rompehielos. Fue la primera vez que esto ocurrió desde que se tienen registros en 1972. El 26 de agosto de 2011, el paso volvió a abrirse.
Algunos cálculos sugieren que la ruta podría ser navegable alrededor del año 2020. Si esto sucede, el viaje por mar entre Europa y Asia se acortaría mucho. Sería una alternativa a las rutas del Canal de Panamá y el Canal de Suez. Por ejemplo, el viaje de Londres a Osaka es de 23 300 km por Panamá y 21 200 km por Suez. Por el Paso del Noroeste, se reduciría a solo 15 700 km.
El Gobierno de Canadá considera que los estrechos del paso del Noroeste son parte de sus aguas. Sin embargo, otros países creen que son estrechos internacionales. Esto permitiría el paso libre de barcos sin pagar peajes. Este tema es muy debatido, porque en esa zona se han encontrado grandes reservas de petróleo, gas, diamantes y plomo.
En la primera mitad del siglo XIX, algunas partes del paso del Noroeste (al norte del estrecho de Bering) fueron exploradas a fondo. Hubo expediciones por mar, como las de John Ross y William Edward Parry. También hubo expediciones por tierra, lideradas por John Franklin y John Rae. En 1825, Frederick William Beechey exploró la costa norte de Alaska y descubrió punta Barrow.
En 1851, Sir Robert McClure fue reconocido como el verdadero descubridor del paso del Noroeste. Navegando por el estrecho del Príncipe de Gales, logró ver la isla Melville desde la isla de Banks. Sin embargo, ese estrecho no era navegable para los barcos de la época. La única ruta útil fue descubierta tres años después, en 1854, por John Rae.
Contenido
Historia de la exploración del Paso del Noroeste
Primeros viajes y búsquedas
Antes de un periodo frío llamado la pequeña edad de hielo, los vikingos viajaron hacia el oeste desde sus asentamientos en Groenlandia. Lo hacían para cazar y comerciar con los inuits, que ya vivían en la región. Se cree que llegaron hasta las costas de la isla de Ellesmere y otras islas. El cambio de clima que causó la pequeña edad de hielo detuvo las expediciones europeas en estas zonas árticas hasta finales del siglo XV.
En 1493, el Papa Alejandro VI dividió las tierras del Nuevo Mundo entre Castilla y Portugal para evitar conflictos. Esto dejó a Francia, Holanda e Inglaterra sin una ruta marítima fácil a Asia.
En 1497, el rey Enrique VII de Inglaterra envió a Juan Caboto a buscar una ruta directa a Oriente navegando hacia el oeste. Este fue el primer intento de encontrar el paso del Noroeste.
Encontrar el legendario estrecho de Anián fue un gran objetivo para los exploradores marítimos durante mucho tiempo.
Exploraciones en el siglo XVI

Las rutas marítimas más fáciles entre Europa y China pasaban por el sur de América o África. Pero en el siglo XVI, estas rutas estaban controladas por las flotas de España y Portugal.
Desde finales del siglo XV, las potencias europeas comenzaron a enviar expediciones al norte de Norteamérica. Querían encontrar una nueva ruta comercial por mar que los llevara al oeste, bordeando América por el norte. Así podrían comerciar con las naciones asiáticas. Marinos como John Cabot, Martin Frobisher y Willem Barents exploraron las frías aguas del norte. Pero todos fueron vencidos por el frío extremo y los vientos. Por un tiempo, la búsqueda del paso del Noroeste fue abandonada.
En 1539, Hernán Cortés encargó a Francisco de Ulloa navegar por la península de Baja California. Ulloa pensó que el golfo de California era el inicio de un estrecho que conectaba el océano Pacífico con el golfo de San Lorenzo. Su viaje dio origen a la idea de una "isla de California" y al inicio de la búsqueda del estrecho de Anián.
El estrecho de Anián probablemente tomó su nombre de Ania, una provincia china. Apareció por primera vez en un mapa de 1562 del cartógrafo italiano Giacomo Gastaldi. Este estrecho hizo creer a los europeos que había una ruta fácil para unir Europa con China.
Varios exploradores intentaron encontrarlo. Sir Francis Drake lo buscó en 1579. El piloto griego Juan de Fuca dijo haberlo navegado en 1592. El español Bartolomé de Fonte afirmó haberlo cruzado en 1640.
El británico Martin Frobisher hizo tres viajes al Ártico para encontrar este paso. La bahía Frobisher lleva su nombre. En 1583, Sir Humphrey Gilbert reclamó Terranova para Inglaterra. En 1585, John Davis navegó por primera vez por las aguas del Cumberland Sound, en la isla de Baffin.
También se exploraron los ríos de la costa este para ver si llevaban a un paso transcontinental. Las exploraciones de Jacques Cartier en el río San Lorenzo comenzaron con esta esperanza. Cartier estaba tan seguro de que el paso estaba en el San Lorenzo que, al encontrar rápidos en lo que hoy es Montreal, los llamó "rápidos de China".
Avances en los siglos XVII y XVIII
En 1609, Henry Hudson navegó por el río que ahora lleva su nombre, el río Hudson, buscando el paso. Llegó hasta Albany, Nueva York, antes de rendirse. También exploró la bahía de Hudson.

Aunque la mayoría de las expediciones al Paso del Noroeste salían de Europa o de la costa este de Norteamérica, también hubo avances desde el oeste. En 1728, Vitus Bering exploró el estrecho que lleva su nombre, confirmando que Norteamérica y Rusia eran tierras separadas. En 1741, Bering y Alexei Chirikov buscaron nuevas tierras más allá de Siberia.
En 1762, el barco inglés Octavius intentó cruzar el Paso desde el oeste, pero quedó atrapado en el hielo. En 1775, otro barco lo encontró a la deriva cerca de Groenlandia, con la tripulación congelada. Se dice que el Octavius pudo ser el primer velero occidental en cruzar el Paso, aunque la historia podría ser una leyenda.
Los españoles hicieron muchos viajes a la costa noroeste de América del Norte a finales del siglo XVIII. Una de sus principales razones era encontrar el paso del Noroeste. Destacan las búsquedas de Juan Francisco de la Bodega y Quadra en 1775 y 1779. El capitán James Cook usó el diario de Francisco Antonio Mourelle (segundo de Quadra) en sus exploraciones. En 1791, Alessandro Malaspina navegó a la bahía Yakutat, Alaska, donde se rumoreaba que podría estar el paso. En 1790 y 1791, Francisco de Eliza exploró el estrecho de Juan de Fuca y descubrió el estrecho de Georgia. En 1792, se envió una expedición liderada por Dionisio Alcalá Galiano para explorar todos los canales que pudieran ser el Paso del Noroeste.
En 1776, el capitán James Cook fue enviado por la Marina Británica. Había una recompensa de 20 000 libras esterlinas para quien descubriera el paso. Cook viajó por el Pacífico y en abril de 1777, desde el estrecho de Nutca, navegó hacia el norte por la costa. Buscó en las regiones que los rusos habían explorado 40 años antes. A pesar de llegar a los 70° N, no encontró nada más que icebergs y no logró descubrir el paso del Noroeste.
De 1791 a 1795, la expedición de George Vancouver (quien había acompañado a Cook) exploró la costa de la Columbia Británica. Confirmó que no existía ningún paso al sur del estrecho de Bering. Esta conclusión fue apoyada por Alexander MacKenzie, quien exploró los océanos Ártico y Pacífico en 1793.
El siglo XIX y la búsqueda de Franklin

En 1817, el gobierno británico ofreció una recompensa de 20 000 libras esterlinas a quien encontrara el paso. Esto impulsó muchas expediciones.
En 1845, una expedición bien equipada, liderada por Sir John Franklin, navegó hacia el Ártico canadiense. Querían trazar las partes desconocidas del paso del Noroeste. Estaban seguros de tener éxito, ya que solo faltaban por cartografiar menos de 500 km. Cuando los barcos no regresaron, se enviaron varias expediciones de búsqueda y rescate. Estas expediciones ayudaron a explorar el Ártico canadiense y a mejorar los mapas del paso. Los equipos de rescate encontraron restos de la expedición de Franklin. Las notas indicaban que los barcos quedaron atrapados en el hielo en 1846, cerca de la isla del Rey Guillermo. Franklin murió en 1847, y el último miembro de la expedición falleció en 1848, después de abandonar los barcos.
Aunque el hambre y el escorbuto contribuyeron a la muerte de la tripulación, otro factor pudo ser importante. La expedición llevaba 8000 latas de alimentos selladas con soldadura de plomo. Este plomo pudo haber contaminado los alimentos, causando debilidad y desorientación en la tripulación. En 1981, Owen Beattie encontró nuevos restos y examinó tejidos y huesos de tres marineros. Las pruebas mostraron altas concentraciones de plomo. Otros investigadores sugieren que la causa fue el botulismo. También hay pruebas de que el canibalismo pudo haber sido un último recurso para algunos tripulantes.
Durante la búsqueda de Franklin, el comandante Robert McClure y su tripulación en el HMS Investigator fueron los primeros en cruzar el paso del Noroeste de oeste a este, entre 1850 y 1854. Lo hicieron en parte navegando y en parte en trineos. La nave de McClure quedó atrapada en el hielo durante tres inviernos. Finalmente, McClure y su tripulación, que se estaban muriendo de hambre, se encontraron con miembros de otra expedición que buscaba a Franklin desde el este. La tripulación de McClure regresó con ellos. Llegaron a Inglaterra el 28 de septiembre de 1854. Se convirtieron en las primeras personas en rodear las Américas y en descubrir y transitar el paso del Noroeste, aunque parte del viaje fue en trineo sobre el hielo. Por esta hazaña, McClure fue nombrado caballero y ascendido a capitán.
Las expediciones de Franklin y McClure eran grandes y bien financiadas. John Rae, sin embargo, era un empleado de la Compañía de la Bahía de Hudson. Él usó un enfoque más práctico, basado en exploraciones por tierra. Mientras Franklin y McClure exploraban por mar, Rae lo hizo desde tierra, usando trineos de perros y técnicas de supervivencia aprendidas de los inuit. Las expediciones de Rae eran pequeñas, pero tuvieron éxito. Rae fue el explorador con el mejor historial de seguridad. En 1854, Rae regresó con información sobre el trágico destino de la expedición de Franklin.
El siglo XX y los primeros cruces completos
En 1906, el noruego Roald Amundsen finalmente logró el objetivo. Después de un viaje de tres años, llegó a la costa pacífica de Alaska a bordo del pequeño velero Gjøa. Amundsen también sería el primero en llegar al Polo Sur en 1911.
La ruta del paso del Noroeste no fue conquistada por mar hasta 1906. Amundsen completó un viaje de tres años en el Gjøa, un pequeño barco de 47 toneladas. Al final del viaje, caminó hasta la ciudad de Eagle (Alaska) y envió un telegrama anunciando su éxito. Aunque eligió una ruta con hielo joven que era navegable, algunas partes eran muy poco profundas, lo que la hacía poco práctica para el comercio.
Desde entonces, la ruta del paso del Noroeste se ha recorrido de muchas maneras. El primer recorrido con trineo de perros lo hizo el groenlandés Knud Rasmussen en su Quinta Expedición Thule (1921-1924). Rasmussen y dos inuits de Groenlandia viajaron del Atlántico al Pacífico en 16 meses con trineos de perros.
En 1940, Henry Larsen, un oficial de la Real Policía Montada de Canadá, fue el segundo en cruzar el paso por mar, esta vez de oeste a este. Lo hizo desde Vancouver hasta Halifax en el St. Roch, una goleta reforzada para el hielo. El barco y casi toda su tripulación sobrevivieron al invierno. Cada participante recibió una medalla. En 1944, Larsen hizo el viaje de regreso mucho más rápido, en una sola temporada.
El 1 de julio de 1957, tres barcos de la Guardia Costera de EE. UU. partieron para buscar un canal profundo en el Ártico. A su regreso, el Storis se convirtió en el primer barco estadounidense en rodear América del Norte.
En 1969, el SS Manhattan cruzó el paso, acompañado por un rompehielos canadiense. El Manhattan era un superpetrolero reforzado, enviado para probar la viabilidad de la ruta para transportar petróleo. Aunque tuvo éxito, la ruta no se consideró rentable, y en su lugar se construyó el Oleoducto de Alaska.
En junio de 1977, el navegante Willy de Roos partió de Bélgica para intentar cruzar el paso del Noroeste en su yate de acero Williwaw. Llegó al estrecho de Bering en septiembre, rodeó el Cabo de Hornos y regresó a Bélgica. Fue el primer navegante en rodear las Américas completamente en barco.
En 1984, el barco de pasajeros MS Explorer se convirtió en el primer crucero en navegar por el paso.
David Scott Cowper partió en julio de 1986 de Inglaterra en un bote salvavidas. Sobrevivió a tres inviernos árticos en el paso del Noroeste antes de llegar al estrecho de Bering en agosto de 1989. Luego continuó para dar la vuelta al mundo, convirtiéndose en el primer barco en circunnavegar el mundo a través del Paso del Noroeste.
El siglo XXI y el impacto del cambio climático
El 1 de septiembre de 2001, el Northabout, un velero de aluminio, completó el paso del Noroeste de este a oeste. El viaje del Atlántico al Pacífico se hizo en solo 24 días. El Northabout regresó a Irlanda en 2005 a través del paso del Nordeste, completando la primera circunnavegación este-oeste de los polos por un solo velero.
El 18 de julio de 2003, Richard y Andrew Wood, junto con Zoe Birchenough, navegaron en el yate Norwegian Blue. Dos meses después, estaban en el estrecho de Davis, siendo el primer barco británico en cruzar el paso del Noroeste de oeste a este en una sola temporada.
El 19 de mayo de 2007, Sébastien Roubinet, un navegante francés, zarpó de Anchorage en el Babouche, un catamarán diseñado para navegar sobre el agua y deslizarse sobre el hielo. Su objetivo era cruzar el paso del Noroeste sin motor, solo con vela. Después de un viaje de más de 7200 km, Roubinet llegó a Groenlandia el 9 de septiembre de 2007. Completó así el primer viaje del paso del Noroeste sin motor en una temporada.
Disputas sobre la soberanía de las aguas del Paso del Noroeste
El gobierno canadiense afirma que algunas partes del paso del Noroeste, especialmente las que atraviesan las islas del archipiélago ártico canadiense, son de su propiedad. Esto le permitiría a Canadá establecer las condiciones para el paso de barcos. Sin embargo, la mayoría de las naciones marítimas, incluyendo Estados Unidos y los países de la Unión Europea, consideran que son un estrecho internacional. Esto significa que todos los barcos tendrían derecho a pasar libremente. Bajo este sistema, Canadá podría regular la pesca y el medio ambiente, pero no podría cerrar el paso.
En 1985, el rompehielos de EE. UU. USCGC Polar Mar pasó por la ruta sin pedir permiso a Canadá. EE. UU. dijo que era una forma económica de llevar el barco de Groenlandia a Alaska y que no necesitaban permiso para viajar por un estrecho internacional. El gobierno de Canadá emitió una declaración en 1986 reafirmando sus derechos sobre esas aguas. Sin embargo, Estados Unidos no reconoció esa afirmación. En 1988, los gobiernos de Canadá y EE. UU. firmaron un acuerdo que no resuelve la cuestión de la soberanía. Pero sí establece que los rompehielos de EE. UU. necesitarán permiso del gobierno canadiense para pasar.
A finales de 2005, se informó que submarinos nucleares estadounidenses habían viajado sin previo aviso por las aguas del Ártico canadiense. Esto causó indignación en Canadá. En 2006, el primer ministro canadiense Stephen Harper respondió a una declaración del embajador de EE. UU. sobre que las aguas del Ártico eran internacionales. Harper indicó la intención del gobierno canadiense de hacer valer su soberanía allí. Las acusaciones surgieron después de que la Marina de los Estados Unidos publicara fotos del USS Charlotte emergiendo en el Polo Norte.
Efectos del cambio climático en el Paso del Noroeste
En la época de las sagas vikingas (aproximadamente del año 1000 al 1200), algunas regiones del Ártico pudieron haber sido más cálidas que a principios del siglo XX. Además, el nivel del mar en el Ártico era diferente. Debido a un fenómeno llamado rebote postglacial, los niveles actuales de las tierras costeras alrededor del paso del Noroeste han subido más de 20 metros desde la época vikinga.
En el verano de 2000, varios barcos aprovecharon el adelgazamiento del hielo en el océano Ártico para cruzar. Se cree que el calentamiento global probablemente abrirá el paso y aumentará los períodos en que esté libre de hielo. Esto lo hace atractivo como una ruta marítima importante. Sin embargo, el paso por el océano Ártico requiere grandes inversiones en barcos especiales y en la preparación de puertos. Por eso, la industria naviera comercial canadiense no planea usar esta ruta como una alternativa viable al Canal de Panamá en los próximos 10 a 20 años.
El 14 de septiembre de 2007, la Agencia Espacial Europea (ESA) declaró, basándose en imágenes de satélite, que la pérdida de hielo había abierto el paso "por primera vez desde 1978". Según la Evaluación del Impacto Climático en el Ártico, finales del siglo XX y principios del XXI vieron una disminución del hielo. La gran pérdida de hielo en 2007 dejó el paso "completamente navegable". Sin embargo, el estudio de la ESA se basó solo en imágenes de satélite y no confirmaba la facilidad de navegación. La ESA sugiere que sería navegable "durante la reducción de la capa de hielo de varios años". El informe de la agencia especula que las condiciones de 2007 demostraron que el paso podría "abrirse" antes de lo previsto. Sin embargo, informes de 2008 revelaron que el paso aún no estaba completamente libre de hielo y navegable.
Algunos científicos de la American Geophysical Union revelaron el 13 de diciembre de 2007 que los satélites de la NASA mostraron una disminución del 16% en la cobertura de nubes en el Ártico occidental durante el verano de 2007. Esto permitió que más luz solar llegara a la atmósfera y calentara las aguas del océano Ártico. Esto derritió parte del hielo marino y contribuyó a la apertura del paso del Noroeste.
Desde el verano de 2007, el retroceso del hielo ha permitido que el Paso del Noroeste sea recorrido por barcos turísticos. Algunos de ellos son buques oceanográficos rusos adaptados para pasajeros.
Véase también
En inglés: Northwest Passage Facts for Kids
- Ruta del Mar del Norte (Paso del Noreste)