Conquista de Guatemala para niños
Datos para niños Conquista de Guatemala |
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Parte de Colonización española de América | ||||
![]() Mapa de la Conquista de Guatemala
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Fecha | 1524-1691 | |||
Lugar | Guatemala | |||
Coordenadas | 15°30′N 90°15′O / 15.5, -90.25 | |||
Casus belli | Colonización española de América | |||
Resultado | Victoria española | |||
Consecuencias | Fin de los reinos indígenas independientes | |||
Cambios territoriales | Incorporación en la Capitanía General de Guatemala | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La conquista de Guatemala fue un largo proceso que formó parte de la colonización española de América. Ocurrió en el territorio que hoy conocemos como Guatemala en Centroamérica. Antes de la llegada de los españoles, esta región estaba formada por varios reinos mesoamericanos, la mayoría de ellos parte de la civilización maya.
El primer contacto entre los mayas y los exploradores españoles fue en el siglo XVI. Un barco español que iba de Panamá a Santo Domingo naufragó en la costa de la península de Yucatán en 1511. Después, en 1517 y 1519, otras expediciones españolas llegaron a diferentes puntos de la costa de Yucatán. La conquista española de las tierras mayas fue un conflicto que duró casi dos siglos. Esto se debió a la fuerte resistencia de los reinos mayas para no ser parte del imperio español.
Las herramientas y formas de luchar de los españoles y de los pueblos nativos eran muy diferentes. Los pueblos indígenas de Guatemala no tenían cosas importantes de la tecnología del Viejo Mundo, como la rueda, caballos, hierro, acero o pólvora. Además, eran muy vulnerables a las enfermedades del Viejo Mundo, para las cuales no tenían defensas. Muchos mayas preferían ataques sorpresa y emboscadas en lugar de grandes batallas. Usaban lanzas, flechas y espadas de madera con puntas de obsidiana. Los habitantes de las tierras altas cavaban hoyos con estacas de madera. Los xincas de la costa usaban flechas con sustancias para debilitar al enemigo. Los españoles no solían tomar prisioneros, mientras que los mayas sí lo hacían y también buscaban obtener bienes del enemigo.
Pedro de Alvarado llegó a Guatemala a principios de 1524. Dirigía un grupo de conquistadores españoles y sus aliados nativos, principalmente de Tlaxcala y Cholula. Muchos lugares en Guatemala tienen nombres en náhuatl por la influencia de estos aliados mexicanos, quienes también servían como guías y traductores. Los kakchiqueles se unieron a ellos. Poco a poco, los demás reinos mayas de las tierras altas fueron vencidos por los españoles y sus aliados, tanto de México como de otros reinos mayas ya sometidos. Los itza' y otros pueblos mayas de las tierras bajas en la cuenca del Petén tuvieron su primer contacto con Hernán Cortés en 1525. Sin embargo, el reino itza' se opuso a la invasión española y mantuvo su independencia hasta 1697. En ese año, un ataque español logró finalmente vencer al último reino maya independiente.
Contenido
- Fuentes históricas: ¿Cómo sabemos lo que pasó?
- Antes de la llegada de los españoles
- La conquista de Guatemala: Un proceso largo
- La conquista de las tierras altas
- Las tierras bajas del Pacífico: nahuas y xincas
- Las tierras bajas del norte: El Petén
- El legado de la conquista española
- Véase también
Fuentes históricas: ¿Cómo sabemos lo que pasó?
La información sobre la conquista española de Guatemala proviene de varios escritos. Algunos fueron hechos por los propios españoles. Entre ellos están dos de las cuatro cartas que el conquistador Pedro de Alvarado envió a Hernán Cortés en 1524. En ellas, Alvarado describe su primera campaña en las tierras altas de Guatemala. Estas cartas iban dirigidas a Cortés en Tenochtitlan, pero Alvarado sabía que el destino final era el rey de España. Dos de estas cartas se perdieron.
Gonzalo de Alvarado y Chávez, primo de Pedro de Alvarado, lo acompañó en su primera campaña en Guatemala. En 1525, fue nombrado jefe de policía de Santiago de los Caballeros de Guatemala, la nueva capital española. Gonzalo escribió un relato que en general apoya lo dicho por Pedro de Alvarado. El hermano de Pedro de Alvarado, Jorge, también escribió un informe al rey, diciendo que su propia campaña de 1527-1529 fue la que estableció la colonia española.
Bernal Díaz del Castillo escribió una larga historia de la conquista de México y las regiones cercanas, llamada Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Su relato sobre Guatemala coincide con el de los Alvarado. Terminó de escribirlo en 1568, unos cuarenta años después de los eventos. Hernán Cortés contó su viaje a Honduras en la quinta de sus Cartas de Relación, donde detalla su paso por lo que hoy es el departamento de Petén en Guatemala.
El fraile Bartolomé de las Casas, de la orden de los Dominicos, escribió un relato más crítico sobre la conquista española de América. Incluyó eventos de Guatemala. Su libro, Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias, se publicó por primera vez en 1552 en Sevilla.
Los tlaxcaltecas, aliados de los españoles, también escribieron sus propias versiones. Una de ellas fue una carta al rey español, donde se quejaban de los malos tratos que recibieron de los españoles después de la campaña. Otros relatos eran documentos para pedir recompensas por sus servicios. También existen dos obras visuales, pintadas al estilo indígena: el Lienzo de Quauhquechollan, pintado probablemente en Ciudad Vieja en la década de 1530, y el Lienzo de Tlaxcala, hecho en Tlaxcala.
La visión de los mayas vencidos se encuentra en varios documentos indígenas. Por ejemplo, los Anales de los cakchiqueles narran la historia de los kakchiqueles desde su origen hasta 1619, incluyendo la conquista. Otra carta al rey español, escrita en 1571 por la nobleza tzu'tujil de Santiago Atitlán, describe la difícil situación de los pueblos sometidos.
Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, un historiador colonial guatemalteco de origen español, escribió La Recordación Florida, también conocida como Historia de Guatemala. Este libro, de 1690, es muy importante para la historia de Guatemala y fue el primero escrito por un autor criollo (nacido en América de padres españoles). La información de De Fuentes y Guzmán sobre el tamaño de la población indígena y sus ejércitos ha sido confirmada por investigaciones modernas.
Antes de la llegada de los españoles
Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo para la Corona de Castilla en 1492. Después, aventureros privados hicieron acuerdos con la Corona española para explorar y gobernar las nuevas tierras, a cambio de impuestos. En las primeras décadas, los españoles se establecieron en el Caribe, con su centro en Cuba.
Al escuchar rumores sobre las riquezas del Imperio azteca en el continente, Hernán Cortés partió en 1519 con once barcos para explorar la costa mexicana. En 1520, un soldado español llevó la viruela a México, causando epidemias que afectaron gravemente a las poblaciones nativas. En agosto de 1521, la capital azteca de Tenochtitlan cayó en manos de los españoles. En menos de tres años, los españoles conquistaron gran parte de México, llegando hasta el istmo de Tehuantepec al sur. Este nuevo territorio se llamó Nueva España, gobernado por un virrey que respondía al rey de España a través del Consejo de Indias. Hernán Cortés recibió noticias de tierras ricas y pobladas al sur y envió a Pedro de Alvarado a explorarlas.
Guatemala antes de la conquista: Reinos y pueblos
En el siglo XVI, el territorio de Guatemala estaba dividido en varias ciudades-Estado que a menudo estaban en conflicto. Los más importantes eran los reinos de los pueblos k'iche', kakchiquel, tzu'tujil, chajoma, mam, poqomam y nahua. Todos eran pueblos mayas, excepto los nahuas (también llamados pipiles), que estaban relacionados con los aztecas. Los nahuas tenían pequeñas ciudades-Estado a lo largo de la costa del Pacífico en el sur de Guatemala y El Salvador. En Guatemala, su capital era Itzcuintepeque. Los xincas, otro pueblo indígena no maya, vivían en el sureste de la costa del Pacífico. Cuando llegaron los españoles, la civilización maya ya tenía miles de años, con grandes ciudades que habían surgido y caído. Sin embargo, los mayas nunca se habían unido en un solo imperio.
Antes de la conquista, las tierras altas de Guatemala estaban dominadas por varios Estados mayas poderosos. En los siglos previos a la llegada de los españoles, los k'iche', con ayuda de los kakchiqueles, habían formado un pequeño imperio que abarcaba gran parte del altiplano occidental de Guatemala y la costa del Pacífico. Pero en el siglo XV, los kakchiqueles se rebelaron contra los k'iche' y fundaron un nuevo reino en el sureste del altiplano, con capital en Iximché. En las décadas antes de la invasión española, el reino kakchiquel logró superar la influencia de los k'iche'. Otros grupos en el altiplano occidental eran los tzu'tujiles cerca del lago de Atitlán, los mames en el altiplano occidental y los poqomames en el altiplano oriental.
La ciudad-Estado más fuerte en las tierras bajas del Petén, al norte de Guatemala, era el reino de los itza'. Su capital, Nojpetén, estaba en una isla en el lago Petén Itzá. El segundo reino más importante en Petén era el del pueblo ko'woj, al este de los itza', alrededor de los lagos orientales de Salpetén, Macanché, Yaxhá y Sacnab. De otros pueblos de la región, como los chinamita, kejache, icaiche, lacandon, mopan, manche ch'ol y yalain, no se conoce bien su territorio ni su organización.
Armas y tácticas de los pueblos indígenas
Para los mayas, el objetivo de la guerra no era destruir por completo al enemigo, sino capturar prisioneros y obtener bienes. Según los españoles, las armas de guerra de los mayas del Petén incluían arcos y flechas, estacas afiladas, lanzas con puntas de piedra y espadas de madera fuerte con filos de obsidiana, parecidas al macuahuitl azteca. Pedro de Alvarado contó que los xincas de la costa del Pacífico atacaron a los españoles con lanzas, estacas y flechas con sustancias para debilitar al enemigo.
Los guerreros mayas usaban armaduras de algodón acolchado, endurecidas con agua salada. Esta armadura era más resistente que la de acero de los españoles. Históricamente, los mayas preferían emboscadas y ataques sorpresa, lo que dificultaba a los españoles. Para enfrentar a la caballería española, los mayas de las tierras altas cavaban hoyos en los caminos, los llenaban con estacas afiladas y endurecidas al fuego, y los cubrían con hierba. Esta táctica causó la muerte de muchos caballos, según relatos kakchiqueles.
Los españoles: Sus fuerzas y estrategias
Muchos españoles eran soldados con experiencia en campañas militares en Europa. Parte de lo que obtenían de las victorias, como metales preciosos, tierras y el trabajo de los nativos, se repartía entre ellos. La primera incursión le dio a Pedro de Alvarado el título militar de adelantado en 1527. Él respondía a la Corona española a través de Hernán Cortés en México.
Entre los primeros conquistadores también estaban tres hermanos de Pedro de Alvarado: Gómez, Jorge de Alvarado y Gonzalo de Alvarado, así como sus primos Gonzalo de Alvarado y Chávez, Hernando de Alvarado y Diego de Alvarado. Pedro Portocarrero, un noble, se unió a la invasión inicial. Bernal Díaz del Castillo, un noble de menor rango, acompañó a Hernán Cortés en su viaje por las tierras bajas del norte y también participó en la invasión de Pedro de Alvarado en el altiplano.
Armas y tácticas de los españoles
Las armas y tácticas españolas eran muy diferentes de las de los pueblos indígenas de Guatemala. Incluían el uso de arcos, ballestas, armas de fuego (fusiles y cañones), perros de ataque y caballos de guerra. Para los pueblos mesoamericanos, capturar prisioneros era un objetivo importante en la guerra, mientras que para los españoles era un obstáculo para la victoria.
A pesar de su avanzada cultura, los habitantes de Guatemala no tenían elementos clave de la tecnología del Viejo Mundo, como el uso de hierro y acero, o ruedas funcionales. Las espadas de acero fueron quizás la mayor ventaja tecnológica de los españoles. El uso de la caballería también ayudó mucho a vencer a las tropas indígenas. Por otro lado, los españoles quedaron tan impresionados con la armadura de algodón acolchado de los mayas que la preferían a su propia armadura de acero.
Al principio, los aliados de los españoles eran nahuas de México, pero luego también incluyeron mayas. Se calcula que por cada soldado español, había al menos diez nativos aliados, a veces hasta treinta. Su participación fue muy importante para el resultado de la conquista.
El impacto de las enfermedades del Viejo Mundo
Las enfermedades que los españoles trajeron sin querer, como la viruela, el sarampión y la gripe, tuvieron un gran impacto en las poblaciones mayas. Estas enfermedades, junto con el tifus y la fiebre amarilla, causaron epidemias devastadoras que redujeron los ejércitos y las poblaciones indígenas, incluso antes de que se libraran las primeras batallas. Se estima que el noventa por ciento de la población indígena falleció en las epidemias durante el primer siglo después del contacto con los europeos.
Entre 1519 y 1520, antes de que los españoles llegaran a la región, varias epidemias afectaron el sur de Guatemala. Mientras los españoles estaban ocupados con la caída del Imperio azteca, una terrible enfermedad golpeó Iximché, la capital kakchiquel. La ciudad de Q'umarkaj, capital de los k'iche', también pudo haber sufrido la misma epidemia. Es probable que la combinación de viruela y peste pulmonar se extendiera por todo el altiplano guatemalteco. Basándose en el conocimiento actual del impacto de estas enfermedades en poblaciones que no las habían conocido antes, se estima que entre el 33% y el 50% de la población del altiplano murió a causa de la epidemia. La población en el altiplano de Guatemala no se recuperó a los niveles anteriores a la conquista hasta mediados del siglo XX.
En 1666, la peste o tifus murino afectó lo que hoy es el departamento de Huehuetenango. La viruela se registró en San Pedro Saloma en 1795. Cuando los españoles tomaron Nojpetén en 1697, se calcula que sesenta mil mayas vivían alrededor del lago Petén Itzá, incluyendo muchos que habían huido de otras áreas. Se estima que el 88% de ellos murió en los primeros diez años de dominio colonial, debido a las enfermedades y la guerra.
La conquista de Guatemala: Un proceso largo
Cronología resumida de la conquista de Guatemala | ||
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Fecha | Suceso | Departamento moderno (o estado mexicano) |
1521 | Conquista de Tenochtitlan. | México |
1522 | Aliados de los españoles exploran la región de Soconusco y reciben a delegaciones de los k'iche' y de los kakchiqueles. | Chiapas (México) |
1523 | Pedro de Alvarado llega a Soconusco. | Chiapas (México) |
febrero-marzo de 1524 | Los españoles derrotan a los k'iche'. | El Quiché, Quetzaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez y Totonicapán |
8 de febrero de 1524 | Batalla de Zapotitlán, victoria española sobre los k'iche'. | Suchitepéquez |
12 de febrero de 1524 | Primera batalla de Quetzaltenango que acaba con la muerte de Tecún Umán, legendario comandante k'iche. | Quetzaltenango |
18 de febrero de 1524 | Segunda batalla de Quetzaltenango. | Quetzaltenango |
Marzo de 1524 | Los españoles al mando de Pedro de Alvarado arrasan Q'umarkaj, la capital de los k'iche'. | El Quiché |
14 de abril de 1524 | Los españoles entran en Iximché y se alían con los kakchiqueles. | Chimaltenango |
18 de abril de 1524 | Los españoles derrotan a los tzu'tujiles en una batalla en las orillas del lago de Atitlán. | Sololá |
9 de mayo de 1524 | Alvarado derrota a los pipiles de Panacal o Panacaltepeque cerca de Izcuintepeque. | Escuintla |
26 de mayo de 1524 | Alvarado derrota a los xincas de Atiquipaque. | Santa Rosa |
27 de julio de 1524 | Iximché es declarada la primera capital colonial de Guatemala. | Chimaltenango |
28 de agosto de 1524 | Los kakchiqueles abandonan Iximché y rompen la alianza con los españoles. | Chimaltenango |
7 de septiembre de 1524 | Los españoles declaran la guerra a los kakchiqueles. | Chimaltenango |
1525 | La capital poqomam cae en manos de Pedro de Alvarado. | Guatemala |
13 de marzo de 1525 | Hernán Cortés llega al lago Petén Itzá. | Petén |
Octubre de 1525 | Zaculeu, la capital del pueblo mam, se rinde a Gonzalo de Alvarado y Contreras después de un asedio prolongado. (ver: Expedición al territorio de los mames) | Huehuetenango |
1526 | El pueblo chajoma se rebela contra los españoles. | Guatemala |
1526 | Capitanes españoles enviados por Alvarado logran conquistar Chiquimula. | Chiquimula |
9 de febrero de 1526 | Desertores españoles queman Iximché. | Chimaltenango |
1527 | Los españoles abandonan su capital en Tecpán Guatemala. | Chimaltenango |
1529 | San Mateo Ixtatán es encomendada a Gonzalo de Ovalle. | Huehuetengo |
Septiembre de 1529 | Los españoles son derrotados en Uspantán. | El Quiché |
Abril de 1530 | Rebelión en Chiquimula reprimida. | Chiquimula |
9 de mayo de 1530 | Los kakchiqueles se rinden a los españoles. | Sacatepéquez |
Diciembre de 1530 | Los ixiles y uspantecos se rinden a los españoles. | El Quiché |
2 de mayo de 1537 | Se suscriben las Capitulaciones de Tezulutlán, los acuerdos firmados por fray Bartolomé de las Casas y Alonso de Maldonado para conquistar de forma pacífica los territorios de Tezulutlán (formados por lo que después sería Alta Verapaz) y la selva Lacandona (Chiapas) | Alta Verapaz y Chiapas |
1543 | Fundación de Cobán. | Alta Verapaz |
1549 | Primeras reducciones de los pueblos chuj y q'anjob'al. | Huehuetenango |
1555 | Los mayas de las tierras bajas matan a Francisco de Vico. | Alta Verapaz |
1560 | Reducción de Topiltepeque y de los ch'oles del Lacandón. | Alta Verapaz |
1618 | Misioneros franciscanos llegan a Nojpetén, capital de los itza'. | Petén |
1619 | Otras expediciones misioneras a Nojpetén. | Petén |
1684 | Reducción de San Mateo Ixtatán y Santa Eulalia. | Huehuetenango |
29 de enero de 1686 | Melchor Rodríguez Mazariegos sale de Huehuetenango, encabezando una expedición contra los lacandones. | Huehuetenango |
1695 | El fraile franciscano Andrés de Avendaño trata de convertir a los itza'. | Petén |
28 de febrero de 1695 | Expediciones españolas contra el pueblo lacandón salen simultáneamente de Cobán, San Mateo Ixtatán y Ocosingo. | Alta Verapaz, Huehuetenango y Chiapas |
1696 | Fray Andrés de Avendaño se ve obligado a huir de Nojpetén. | Petén |
13 de marzo de 1697 | Nojpetén se rinde a los españoles después de una feroz batalla. | Petén |
La conquista de las tierras altas

La conquista de las tierras altas fue difícil porque había muchos grupos políticos independientes. Los conquistadores tuvieron que someter a cada uno, en lugar de enfrentar a un solo enemigo poderoso como en el centro de México. Después de que los españoles tomaran Tenochtitlan, la capital azteca, en 1521, los kakchiqueles de Iximché enviaron representantes a Hernán Cortés para mostrar su lealtad. Es posible que los k'iche' de Q'umarkaj también enviaran una delegación.
En 1522, Cortés envió a sus aliados mexicanos a explorar la región de Soconusco, en las tierras bajas de Chiapas. Allí se encontraron con más delegaciones mayas de Iximché y Q'umarkaj. En este encuentro, los representantes de ambos reinos mayas declararon su lealtad al rey de España. Sin embargo, pronto los aliados de Cortés en Soconusco le informaron que los k'iche' y kakchiqueles no cumplían su palabra y molestaban a los aliados de los españoles.
En respuesta, Cortés envió a Pedro de Alvarado con un ejército. Este incluía ciento ochenta jinetes, trescientos soldados de infantería con ballestas y mosquetes, cuatro cañones, mucha munición y pólvora, y cientos de guerreros mexicanos aliados de Tlaxcala y Cholula. Llegaron a Soconusco en 1523. Pedro de Alvarado ya era conocido por un incidente violento con nobles aztecas en Tenochtitlan. Según Bartolomé de las Casas, cometió más actos de violencia durante la conquista de los reinos mayas de Guatemala.
Algunos grupos se mantuvieron leales a los españoles después de ser conquistados, como los zutijiles y los k'iche' de Quetzaltenango. Ellos proporcionaron guerreros para ayudar a los españoles a expandir sus dominios. Sin embargo, otros grupos se rebelaron pronto, y en 1526 hubo muchas revueltas en las tierras altas de Guatemala.
La derrota de los k'iche's
Avanzando por la costa del Pacífico, Pedro de Alvarado no encontró resistencia hasta llegar al río Samalá en el oeste de Guatemala. Esta región era parte del reino k'iche'. Las tropas k'iche's intentaron impedir el cruce del río. Sin embargo, los conquistadores lograron cruzarlo y saquearon los pueblos cercanos para asustar a la población y evitar futuras resistencias.
El 8 de febrero de 1524, después de cruzar el río, el ejército de Alvarado luchó en Xetulul, llamado Zapotitlán por sus aliados mexicanos. Hoy se conoce como San Francisco Zapotitlán. Aunque sufrieron muchas heridas por los arqueros k'iche's, los españoles y sus aliados tomaron el pueblo y acamparon en la plaza central.
Luego, Alvarado se dirigió río arriba, adentrándose en la Sierra Madre y cruzando un paso hacia el fértil valle de Quetzaltenango, en el centro del reino k'iche'. El 12 de febrero de 1524, los aliados mexicanos de Alvarado fueron atacados por sorpresa en el paso y rechazados por los guerreros k'iche's. Pero la carga de la caballería española impresionó mucho a los k'iche's, que nunca antes habían visto caballos. La caballería logró dispersar a las tropas k'iche's, y los españoles se acercaron a la ciudad de Xelajú (Quetzaltenango), que encontraron abandonada.
Aunque se cree que el príncipe k'iche' Tecún Umán murió en la batalla cerca de Olintepeque al norte de Quetzaltenango, los relatos españoles indican que al menos uno, y posiblemente dos, de los señores de Q'umarkaj murieron en los intensos combates al acercarse a Quetzaltenango. Sin embargo, la creencia popular dice que Tecún Umán murió en la batalla de El Pinar, y la tradición local lo sitúa en los Llanos de Urbina, al sureste de Quetzaltenango, cerca del actual pueblo de Cantel.
En su tercera carta a Hernán Cortés, Pedro de Alvarado describió la muerte de uno de los cuatro señores de Q'umarkaj cerca de Quetzaltenango. La carta, del 11 de abril de 1524, fue escrita mientras estaba en Q'umarkaj. Casi una semana después, el 18 de febrero de 1524, el ejército k'iche' se enfrentó de nuevo a las fuerzas españolas en el valle de Quetzaltenango. Los k'iche's fueron derrotados y sufrieron muchas pérdidas, incluyendo a muchos de sus nobles. Tantos k'iche's murieron que a Olintepeque se le dio el nuevo nombre de Xequiquel («bañado en sangre»).
Esta batalla debilitó mucho a las fuerzas militares k'iche's. Finalmente, pidieron la paz y ofrecieron pagar tributo, invitando a Pedro de Alvarado a su capital, Q'umarkaj. Alvarado desconfiaba de las intenciones de los k'iche's, pero aceptó la invitación y se dirigió con su ejército a Q'umarkaj, llamada Utatlán Tecpan por los aliados náhuatl de los españoles.
En marzo de 1524, Pedro de Alvarado llegó a Q'umarkaj. Aunque temía una trampa, entró en la ciudad, pero prefirió acampar en la llanura fuera de ella. Ante la amenaza de un gran número de guerreros k'iche' reunidos fuera de la ciudad, y temiendo que su caballería no fuera efectiva en las calles estrechas de Q'umarkaj, Alvarado invitó a los líderes más importantes de Q'umarkaj —Oxib-Keh, el ajpop o rey, y Beleheb-Tzy, el ajpop k'amha o rey electo— a visitarlo en su campamento.
Tan pronto como llegaron, Alvarado los tomó prisioneros. Cuando los guerreros k'iche's se dieron cuenta, atacaron a los españoles y a sus aliados indígenas, logrando matar a un soldado español. En ese momento, Alvarado ordenó que los líderes capturados fueran quemados. Después de repeler el ataque, procedió a incendiar toda la ciudad.
Tras la destrucción de Q'umarkaj y la ejecución de sus gobernantes, Pedro de Alvarado envió mensajes a Iximché, la capital de los kakchiqueles. Propuso una alianza para vencer la resistencia de los demás grupos k'iche'. Alvarado escribió que Iximché envió cuatro mil guerreros para ayudarlo, aunque los escritos kakchiqueles mencionan que solo enviaron cuatrocientos.
La alianza con los kakchiqueles
El 14 de abril de 1524, poco después de la derrota de los k'iche's, los españoles fueron invitados a Iximché. Allí fueron bien recibidos por los gobernantes Belehe Qat y Cahi Imox. Los reyes kakchiqueles proporcionaron guerreros que ayudaron a los conquistadores a vencer la resistencia de los k'iche's y a derrotar al reino vecino de los tzu'tujiles.
Los españoles se quedaron poco tiempo en Iximché antes de seguir su camino por el lago de Atitlán, Escuintla y Cuscatlán. Regresaron a la capital kakchiquel el 23 de julio de 1524. El 27 de julio, Pedro de Alvarado declaró Iximché la primera capital de Guatemala, llamándola Santiago de los Caballeros de Guatemala. Los españoles llamaron «Guatemala» a Iximché, palabra que viene del náhuatl Quauhtemallan, que significa «tierras forestales». Como los conquistadores eligieron Iximché para fundar su primera capital, tomaron el nombre náhuatl usado por sus aliados mexicanos y lo aplicaron tanto a la nueva ciudad española como, por extensión, a la capitanía general. De ahí viene el nombre actual del país.
La conquista del reino tzu'tujil
Los kakchiqueles también acompañaron a los españoles para derrotar a sus otros enemigos, los tzu'tujiles, cuya capital era Tecpán Atitlán. A petición de los gobernantes kakchiqueles, Pedro de Alvarado envió dos emisarios kakchiqueles a Tecpán Atitlán. Ambos fueron ejecutados por los tzu'tujiles. Cuando los españoles en Iximché supieron de la muerte de los emisarios, marcharon con sus aliados kakchiqueles contra los tzu'tujiles. Pedro de Alvarado salió solo cinco días después de llegar a Iximché, con sesenta jinetes, ciento cincuenta soldados de infantería españoles y un número desconocido de guerreros kakchiqueles.
Los españoles y sus aliados llegaron a la orilla del lago sin encontrar resistencia, después de una dura marcha de un día. Al ver que no había oposición, Alvarado avanzó por la orilla del lago con treinta jinetes. Frente a una isla habitada, los españoles finalmente encontraron guerreros tzu'tujiles hostiles y lanzaron una carga de caballería, dispersándolos y persiguiéndolos hacia un paso estrecho por donde huyeron los tzu'tujiles que sobrevivieron. Como el camino era demasiado estrecho para los caballos, los conquistadores desmontaron y cruzaron a la isla antes de que los habitantes pudieran destruir los puentes. El resto del ejército de Alvarado llegó para apoyar a la vanguardia y logró tomar la isla. Los tzu'tujiles que sobrevivieron huyeron por el lago, nadando a otra isla. Como las trescientas canoas enviadas por los kakchiqueles aún no habían llegado, los españoles no pudieron perseguirlos. Esta batalla ocurrió el 18 de abril.
Al día siguiente, los españoles entraron en Tecpán Atitlán, pero la encontraron desierta. Pedro de Alvarado acampó en el centro de la ciudad y envió exploradores para encontrar al enemigo. Lograron capturar a algunos habitantes, a quienes enviaron como mensajeros a los gobernantes tzu'tujiles, ordenándoles someterse al rey de España. En respuesta, los reyes tzu'tujiles decidieron rendirse a Pedro de Alvarado y juraron lealtad a España. Alvarado los consideró pacificados y regresó a Iximché.
Tres días después de su regreso a Iximché, los reyes de los tzu'tujiles se presentaron ante Pedro de Alvarado para jurar lealtad y ofrecer tributo a los conquistadores. Poco después, varios nobles de las tierras bajas del Pacífico llegaron para jurar lealtad al rey de España, pero Alvarado no incluyó sus nombres en sus cartas. Estos confirmaron los informes de los kakchiqueles que indicaban que, más allá de sus propias tierras, en la llanura del Pacífico, había un reino, llamado Izcuintepeque en náhuatl y Panatacat en kakchiquel, cuyos habitantes eran belicosos y hostiles con sus vecinos.
La rebelión kakchiquel
Pedro de Alvarado pronto exigió tributo a los kakchiqueles, lo que afectó la amistad entre ambos pueblos. Pidió a los reyes kakchiqueles mil láminas de oro, cada una con un valor de quince pesos. Cuando un sacerdote kakchiquel predijo la destrucción de los españoles por los dioses kakchiqueles, la población kakchiquel abandonó la ciudad el 28 de agosto de 1524. Se refugiaron en los bosques y las colinas. Diez días después, los españoles declararon la guerra a los kakchiqueles.
Dos años más tarde, el 9 de febrero de 1526, un grupo de dieciséis españoles que habían abandonado el ejército quemó el palacio del Ahpo Xahil, saquearon los templos y secuestraron a un sacerdote. Los kakchiqueles atribuyeron estos actos a Pedro de Alvarado. El conquistador Bernal Díaz del Castillo relató que en 1526 regresó a Iximché y pasó la noche en la «vieja ciudad de Guatemala», junto con Luis Marín y otros miembros de la expedición de Hernán Cortés a Honduras. Mencionó que las casas de la ciudad aún estaban en excelente estado. Su relato fue la última descripción de la ciudad mientras aún estaba habitada.
Los españoles fundaron una nueva ciudad cerca, a la que llamaron Tecpán Guatemala. Tecpán es la palabra náhuatl para «palacio», y el nombre de la nueva ciudad significa «el palacio entre los árboles». Sin embargo, debido a los continuos ataques de los kakchiqueles, los españoles abandonaron Tecpán en 1527. Se trasladaron al valle de Almolonga, al este, donde fundaron una nueva capital en el lugar que hoy se conoce como el barrio de San Miguel Escobar en la Ciudad Vieja, cerca de Antigua Guatemala.
La resistencia de los kakchiqueles duró varios años. Pero el 9 de mayo de 1530, agotados por la guerra que había causado la muerte de sus mejores guerreros y el abandono forzado de sus cultivos, los dos reyes de los linajes más importantes regresaron de sus refugios. Un día después, muchos nobles y sus familias se unieron a ellos, seguidos de muchas otras personas, para finalmente rendirse en la nueva capital española de Ciudad Vieja. Los antiguos habitantes de Iximché fueron dispersados; algunos fueron llevados a Tecpán, otros a Sololá o a otros asentamientos alrededor del lago de Atitlán.
El asedio de Zaculeu
Aunque había habido conflictos entre los mames y los k'iche' de Q'umarkaj después de la rebelión kakchiquel, la llegada de los conquistadores cambió la situación política. Pedro de Alvarado cuenta que el rey mam Kayb'il B'alam fue recibido con gran honor en Q'umarkaj mientras él estaba allí. La expedición española contra Zaculeu comenzó aparentemente por el resentimiento k'iche' al no poder controlar a los españoles en Q'umarkaj. El plan de tender una trampa a los conquistadores dentro de la ciudad pudo haber sido sugerido por el rey mam. Como la estrategia fallida vino de los mam y no de los k'iche', la ejecución de los reyes k'iche' se consideró injusta. La sugerencia de los k'iche' de marchar contra los mames en Zaculeu fue rápidamente aceptada por los españoles.
En la época de la conquista, la mayor parte de la población mam vivía en Xinabahul (hoy Huehuetenango), pero las fortificaciones de Zaculeu se usaron como refugio durante la conquista. En 1525, Zaculeu fue atacada por Gonzalo de Alvarado y Contreras, hermano de Pedro de Alvarado. Llevaba cuarenta jinetes, ochenta soldados de infantería españoles y unos dos mil aliados mexicanos y k'iche'.
Gonzalo de Alvarado salió del campamento español de Tecpán Guatemala en julio de 1525 y marchó a Totonicapán, que usó como base de suministros. Desde allí, la expedición se dirigió al norte hacia Momostenango, aunque avanzó lentamente por las fuertes lluvias. Los españoles tomaron Momostenango rápidamente después de una batalla de cuatro horas. Al día siguiente, Gonzalo de Alvarado marchó hacia Huehuetenango, pero fue enfrentado por un ejército de cinco mil guerreros mames de Malacatán (hoy Malacatancito). El ejército mam avanzó en formación de batalla y se encontró con una carga de caballería española que causó mucha confusión. La infantería atacó luego a los guerreros mames que sobrevivieron al ataque de la caballería. Gonzalo de Alvarado mató con su lanza al jefe mam Canil Acab, rompiendo la resistencia del ejército mam. Los guerreros que sobrevivieron huyeron a los cerros.
Alvarado no encontró oposición al entrar en Malacatán, descubriendo que la ciudad solo estaba ocupada por los enfermos y los ancianos. Mensajeros de los líderes de la comunidad llegaron desde los cerros y ofrecieron su rendición incondicional, que Alvarado aceptó. El ejército español descansó unos días y luego siguió hacia Huehuetenango, que encontró desierta. Kayb'il B'alam había recibido noticias del avance español y se había retirado a su fortaleza de Zaculeu. Alvarado envió un mensaje a la fortaleza, proponiendo la rendición pacífica del rey mam, quien decidió no responder.
Kayb'il B'alam defendía Zaculeu con unos seis mil guerreros de Huehuetenango, Cuilco, Ixtahuacán y la propia Zaculeu. La fortaleza estaba rodeada por barrancos profundos en tres lados y defendida por un fuerte sistema de muros y zanjas. A pesar de ser superado en número (dos a uno), Gonzalo de Alvarado decidió atacar el acceso norte de Zaculeu, donde las defensas eran más débiles. Al principio, los defensores mantuvieron el control de los accesos del norte frente a la infantería española, pero finalmente se retiraron por las repetidas cargas de la caballería. Aunque unos dos mil guerreros del centro de Zaculeu llegaron para reforzar las defensas mames que protegían el acceso a la fortaleza, los mames se dieron cuenta de que no podían rechazar a los españoles.
Al ver que la victoria en campo abierto no era posible, Kayb'il B'alam retiró a su ejército dentro de las murallas de Zaculeu. Mientras las fuerzas de Alvarado se preparaban para el asedio, un ejército de apoyo mam, con unos ocho mil guerreros de pueblos aliados con Kayb'il B'alam, se dirigió hacia Zaculeu desde la sierra de los Cuchumatanes en el norte. Alvarado dejó la supervisión del asedio a Antonio de Salazar y marchó al norte para enfrentar al ejército mam. Este ejército podía enfrentarse a la infantería española y sus aliados, pero estaba desorganizado y era vulnerable a las repetidas cargas de la experimentada caballería española. Así, el ejército de apoyo fue deshecho y aniquilado, lo que permitió a Alvarado volver a reforzar el asedio de Zaculeu.
Después de varios meses, los mames se vieron afectados por la falta de alimentos. Finalmente, Kayb'il B'alam rindió la ciudad a los españoles a mediados de octubre de 1525. Cuando los españoles entraron en la fortaleza, encontraron mil ochocientos nativos fallecidos y a los sobrevivientes comiendo los cuerpos para sobrevivir. Después de la caída de Zaculeu, se estableció una guarnición española en Huehuetenango, bajo el mando de Gonzalo de Solís. Gonzalo de Alvarado regresó a Tecpán Guatemala para informar a su hermano de su victoria.
La conquista del reino poqomam
En 1525, Pedro de Alvarado envió un pequeño grupo para conquistar Mixco Viejo (Chinautla Viejo), la capital del reino poqomam. Cuando los españoles se acercaron, los habitantes se encerraron en la ciudad fortificada. Los conquistadores y sus aliados intentaron atacar desde el oeste por un paso estrecho, pero sufrieron muchas pérdidas y tuvieron que retirarse. Alvarado lanzó un segundo ataque con doscientos aliados tlaxcaltecas, pero también fue rechazado.
Los poqomames recibieron refuerzos, posiblemente de Chinautla, y ambos ejércitos se enfrentaron en campo abierto fuera de la ciudad. La batalla fue desordenada y duró casi todo el día, pero finalmente la caballería española decidió el resultado al obligar a los refuerzos poqomames a retirarse. Los líderes de los refuerzos se rindieron a los españoles tres días después de la retirada. Revelaron que la ciudad tenía una entrada secreta: una cueva que conectaba con un río cercano, permitiendo a los habitantes entrar y salir sin ser vistos por los sitiadores.
Con la información obtenida de los prisioneros, Alvarado envió a cuarenta hombres a cubrir la salida de la cueva. Luego, lanzó un nuevo ataque por el barranco desde el oeste, en fila india debido a lo estrecho del pasaje. Los ballesteros se alternaban con soldados con mosquetes, cada uno con un compañero que lo protegía de flechas y piedras con un escudo. Esta táctica permitió a los españoles cruzar el paso y tomar la entrada de la ciudad. Los guerreros poqomames se retiraron desordenadamente por la ciudad y fueron perseguidos por los conquistadores y sus aliados. Los que lograron huir hacia el valle vecino fueron emboscados por la caballería española que había sido enviada a bloquear la salida de la cueva. Los sobrevivientes fueron capturados y llevados a la ciudad.
El asedio había durado más de un mes debido a las buenas defensas del lugar. Alvarado ordenó que se quemara la ciudad fortificada y que se trasladara a los habitantes al nuevo asentamiento colonial de Mixco.
Reubicación del pueblo chajoma
No hay documentos directos que describan la conquista del reino chajoma por los españoles. Es probable que fuera una campaña larga en lugar de una victoria rápida. La única descripción de la conquista del reino chajoma proviene de una fuente del siglo XVII, mucho tiempo después de los hechos.
Después de su victoria, los conquistadores ordenaron que la población oriental del reino chajoma se reubicara en San Pedro Sacatepéquez, incluyendo algunos habitantes de la zona arqueológica conocida hoy como Mixco Viejo (Jilotepeque Viejo). El resto de la población de Mixco Viejo, junto con los habitantes de la parte occidental del reino, tuvo que establecerse en San Martín Jilotepeque. Los chajoma se rebelaron contra los españoles en 1526, luchando una batalla en Ukub'il, un lugar no identificado cerca de las ciudades modernas de San Juan Sacatepéquez y San Pedro Sacatepéquez.
Durante el período colonial, la mayoría de la población chajoma que sobrevivió fue aconsejada a mudarse a San Juan Sacatepéquez, San Pedro Sacatepéquez y San Martín Jilotepeque. Esta reubicación era parte de la política española de "congregaciones". La gente se trasladaba al lugar más cercano a sus tierras antes de la conquista. Algunos kakchiqueles de Iximché también parecen haber sido reubicados en estas ciudades. Sin embargo, una parte de la población chajoma regresó a sus territorios anteriores a la colonia, donde crearon nuevos asentamientos no oficiales y lucharon con los poqomam de Mixco y Chinautla a lo largo de la antigua frontera entre ambos reinos. Con el tiempo, algunos de estos asentamientos recibieron reconocimiento oficial, como el de San Raimundo cerca de Sacul.
Chiquimula: Resistencia y reasentamiento
En la época de la conquista, la región de Chiquimula de la Sierra, que hoy es el departamento de Chiquimula al este de los antiguos reinos poqomam y chajoma, estaba habitada por el pueblo maya ch'orti. El primer contacto español con esta región fue en 1524, en una expedición con Hernando de Chávez, Juan Durán, Bartolomé Becerra y Cristóbal Salvatierra, entre otros.
En 1526, tres capitanes españoles, Juan Pérez Dardón, Sancho de Barahona y Bartolomé Becerra, invadieron Chiquimula bajo las órdenes de Pedro de Alvarado. La población indígena pronto se rebeló contra las excesivas demandas de los españoles, pero la rebelión fue rápidamente controlada en abril de 1530. Sin embargo, la región no se consideró totalmente conquistada hasta la campaña liderada por Jorge de Bocanegra en 1531-1532, que también incluyó partes de Jalapa.
Las enfermedades del Viejo Mundo, la guerra y el trabajo forzado en las minas y encomiendas afectaron profundamente a los habitantes nativos del este de Guatemala. La población indígena nunca se recuperó a los niveles anteriores a la conquista.
La conquista de la sierra de los Cuchumatanes
En los diez años siguientes a la caída de Zaculeu, varias expediciones españolas se dirigieron a la sierra de los Cuchumatanes. Esto ayudó en la compleja y gradual conquista de los pueblos chuj y q'anjob'al. La esperanza de encontrar oro, plata y otras riquezas atraía a los españoles a esta región montañosa. Sin embargo, su lejanía, el terreno difícil y la población relativamente baja hicieron que su conquista y aprovechamiento fueran complicados.
Se estima que la población de los Cuchumatanes era de doscientos sesenta mil habitantes antes del contacto con los europeos. Sin embargo, cuando llegaron los españoles, la población ya había disminuido a ciento cincuenta mil habitantes debido a las enfermedades del Viejo Mundo que los habían precedido.
Uspantán y los ixiles: Resistencia en las montañas
Incluso después de que la parte occidental de la sierra de los Cuchumatanes fuera conquistada por los españoles, los ixiles y uspantecos (uspantek) estaban lo suficientemente aislados como para no llamar la atención de los españoles. Los uspantecos e ixiles eran aliados. En 1529, cuatro años después de la conquista de Huehuetenango, los guerreros uspantecos atacaron a las fuerzas españolas mientras Uspantán intentaba fomentar la rebelión entre los k'iche'.
La actividad uspanteca se volvió tan problemática que los españoles decidieron que era necesario tomar medidas militares. Gaspar Arias, un magistrado de Guatemala, entró en los Cuchumatanes orientales con un grupo de infantería formado por sesenta soldados españoles y trescientos guerreros indígenas aliados. A principios de septiembre, había logrado imponer temporalmente la autoridad española sobre los pueblos ixiles de Chajul y Nebaj. El ejército español luego marchó al este, hacia Uspantán.
En ese momento, Arias recibió un aviso de que el gobernador interino de Guatemala, Francisco de Orduña, lo había destituido de su cargo. Arias entregó el mando al inexperto Pedro de Olmos para regresar a Guatemala y enfrentar a Orduña. A pesar de que sus oficiales le aconsejaron no hacerlo, Olmos decidió lanzar un ataque frontal a la ciudad, lo que resultó desastroso. Tan pronto como comenzó el ataque español, más de dos mil guerreros uspantecos atacaron a los españoles por la retaguardia. Las fuerzas españolas fueron derrotadas y sufrieron grandes pérdidas; muchos de sus aliados indígenas murieron, y muchos más fueron capturados vivos por los guerreros uspantecos para ser parte de rituales religiosos en el altar de la deidad maya Ixbalanqué. Los sobrevivientes que lograron escapar regresaron, acosados, a la guarnición española de Q'umarkaj.
Un año después, Francisco de Castellanos salió de Santiago de los Caballeros de Guatemala liderando una nueva expedición militar contra los ixiles y uspantecos. Estaba formada por ocho cabos, treinta y dos jinetes, cuarenta soldados de infantería españoles y cientos de guerreros indígenas aliados. La expedición descansó en Chichicastenango, donde reclutó más fuerzas antes de marchar siete leguas al norte hacia Sacapulas y subir las empinadas laderas del sur de los Cuchumatanes. Cerca de las cumbres, se enfrentó a una fuerza de entre cuatro mil y cinco mil guerreros ixiles de Nebaj y otros asentamientos cercanos.
Siguió una larga batalla en la que la caballería española logró rodear al ejército ixil y obligarlo a retirarse a su fortaleza en la cima de la montaña de Nebaj. Las fuerzas españolas sitiaron la ciudad. Sus aliados indígenas lograron escalar las murallas, entrar en la fortaleza y prenderle fuego. Muchos guerreros ixiles se retiraron para apagar el incendio, lo que permitió a los españoles asaltar la entrada y romper las defensas. Los atacantes capturaron a los defensores sobrevivientes. Al día siguiente, Castellanos ordenó que todos fueran marcados para trabajo forzado como castigo por su resistencia.
Los habitantes de Chajul se rindieron inmediatamente a los españoles al saber el resultado de la batalla. La columna española continuó hacia el este, en dirección a Uspantán. La encontraron defendida por diez mil guerreros, incluyendo fuerzas de Cotzal, Cunén, Sacapulas y Verapaz, que habían llegado para ayudar. Los españoles apenas habían logrado organizar su defensa cuando el ejército enemigo atacó. Aunque los españoles eran superados en número, el uso de la caballería y las armas de fuego de su infantería finalmente les dieron la victoria. Los vencedores ocuparon Uspantán y nuevamente sometieron a trabajo forzado a todos los guerreros capturados. Los pueblos de los alrededores se rindieron, y en diciembre de 1530, la fase militar de la conquista de los Cuchumatanes terminó.
La reducción de los chuj y q'anjob'al
En 1529, la ciudad chuj de San Mateo Ixtatán —entonces conocida como Ystapalapán— fue entregada en encomienda al conquistador Gonzalo de Ovalle, compañero de Pedro de Alvarado, junto con Santa Eulalia y Jacaltenango. En 1549, se realizó la primera reducción de San Mateo Ixtatán bajo la supervisión de misioneros dominicos. Al mismo tiempo, se fundó Santa Eulalia, el asentamiento para la reducción de los q'anjob'al. Otras reducciones q'anjob'al se establecieron en 1560, en San Pedro Soloma, San Juan Ixcoy y San Miguel Acatán.
La resistencia q'anjob'al fue en gran parte pacífica. Se manifestaba en el abandono de los asentamientos españoles y la huida a zonas inaccesibles, como las montañas y los bosques. En 1586, la Orden de la Merced construyó la primera iglesia de Santa Eulalia. La población chuj de San Mateo Ixtatán resistió el dominio español por más tiempo que sus vecinos del altiplano. La resistencia de los chuj fue posible gracias a su alianza con los lacandones de las tierras bajas del norte. Su resistencia era tan fuerte que los chuj solo permanecían "pacificados" mientras duraban los efectos inmediatos de las expediciones españolas.
En el siglo XVII, el misionero español fray Alonso de León informó que unas ochenta familias en San Mateo Ixtatán no pagaban tributo a la Corona Española ni asistían a la misa católica. Describió a los habitantes como conflictivos y se quejó de que habían construido un templo no católico en los cerros entre las ruinas de antiguos templos precolombinos, donde quemaban incienso y ofrecían pavos. También informó que cada mes de marzo, a dos leguas de la ciudad, construían hogueras alrededor de cruces de madera y les prendían fuego. Fray de León informó a las autoridades coloniales que las prácticas de los nativos eran tales que eran cristianos solo de nombre. Finalmente, los habitantes de San Mateo Ixtatán decidieron expulsar a fray De León.
En 1684, un consejo dirigido por Enrique Henríquez de Guzmán, entonces gobernador de Guatemala, decidió disolver los asentamientos de San Mateo Ixtatán y Santa Eulalia, ambos dentro de la jurisdicción colonial de corregimiento de Huehuetenango.
El 29 de enero de 1686, el capitán Melchor Rodríguez Mazariegos, por orden del gobernador, salió de Huehuetenango hacia San Mateo Ixtatán. Allí reclutó guerreros indígenas de los pueblos cercanos, incluyendo sesenta y un hombres del mismo San Mateo. Las autoridades coloniales españolas creían que los habitantes de San Mateo Ixtatán simpatizaban con la población aún no sometida y muy hostil de la región lacandona. Esta región incluía partes de lo que hoy es el estado mexicano de Chiapas y la parte occidental de la cuenca del Petén. Para evitar que las noticias del avance español llegaran a los habitantes de la región lacandona, el gobernador ordenó la captura de tres líderes de la comunidad de San Mateo —Cristóbal Domingo, Alonso Delgado y Gaspar Jorge— y los envió bajo custodia para ser encarcelados en Huehuetenango.
El propio gobernador llegó a San Mateo Ixtatán el 3 de febrero, donde el capitán Rodríguez Mazariegos ya lo esperaba. El gobernador ordenó al capitán permanecer en el pueblo y usarlo como base de operaciones para entrar en la región lacandona. Los misioneros españoles fray Rivas y fray Pedro de la Concepción también se quedaron en la ciudad. Luego, el gobernador Enríquez de Guzmán salió de San Mateo Ixtatán, dirigiéndose a Comitán en Chiapas, para entrar en la región lacandona a través de Ocosingo.
En 1695, los españoles lanzaron la invasión de la Selva Lacandona con tres grupos militares que marcharon al mismo tiempo desde San Mateo Ixtatán, Cobán y Ocosingo. El capitán Rodríguez Mazariegos, acompañado por fray Rivas, otros seis misioneros y cincuenta soldados españoles, partió de Huehuetenango hacia San Mateo Ixtatán. Logró reclutar a doscientos guerreros indígenas de Santa Eulalia, San Juan Solomá y del mismo San Mateo. Siguieron la misma ruta que la expedición de 1686. El 28 de febrero de 1695, los tres grupos salieron de sus bases para conquistar la Selva Lacandona. El grupo de San Mateo se dirigió al noreste.
Las tierras bajas del Pacífico: nahuas y xincas
Antes de la llegada de los españoles, la parte occidental de la llanura del Pacífico estaba dominada por los Estados k'iche' y kakchiquel. La parte oriental estaba ocupada por los nahuas y xincas. Los nahuas vivían en la zona que hoy se conoce como el departamento de Escuintla y parte de Jutiapa. El territorio principal xinca estaba al este de la población nahua, en lo que hoy es el departamento de Santa Rosa, aunque los xincas también vivían en Jutiapa.
En los cincuenta años anteriores a la llegada de los españoles, los kakchiqueles estaban a menudo en guerra con los nahuas de Izcuintepeque (hoy Escuintla). En marzo de 1524, el reino k'iche' había sido derrotado por los españoles, lo que llevó a una alianza entre españoles y kakchiqueles en abril del mismo año. El 8 de mayo de 1524, poco después de llegar a Iximché, y justo después de conquistar a los tzu'tujiles en el lago de Atitlán, Pedro de Alvarado continuó hacia el sur hasta la costa del Pacífico. Allí derrotó a los nahuas de Panacal o Panacaltepeque (llamado Panatacat en los Anales de los cakchiqueles) cerca de Izcuintepeque el 9 de mayo.
Alvarado describió el terreno alrededor de la ciudad como muy accidentado, cubierto de vegetación densa y pantanos que impedían el uso de la caballería. Por eso, decidió enviar primero a los hombres con ballestas. Debido a la fuerte lluvia, los nahuas habían retirado a sus exploradores, creyendo que los españoles y sus aliados no podrían llegar a la ciudad ese día. Sin embargo, De Alvarado siguió adelante. Cuando los españoles entraron en la ciudad, sorprendieron a los defensores, que no estaban preparados porque los guerreros nahuas se refugiaban de la lluvia torrencial en sus casas.
En la batalla que siguió, los españoles y sus aliados indígenas sufrieron pocas pérdidas. Los nahuas lograron huir al bosque, protegidos de la persecución española por la densa vegetación y la lluvia. De Alvarado ordenó quemar la ciudad y envió mensajeros a los gobernantes nahuas, exigiendo su rendición. De lo contrario, amenazó con destruir sus tierras. Según la carta de De Alvarado a Cortés, los nahuas regresaron a la ciudad para someterse y aceptaron al rey de España como su señor. La fuerza española acampó en la ciudad capturada durante ocho días. Años después, en 1529, se acusó a Pedro de Alvarado de haber usado excesiva fuerza en la conquista de Izcuintepeque, además de otros actos violentos.
De Alvarado describió su encuentro en Guazacapán, hoy un municipio de Santa Rosa, con una población que no era maya ni nahua y que hablaba un idioma totalmente diferente; esta población era probablemente xinca. En ese momento, la fuerza de De Alvarado estaba compuesta por doscientos cincuenta soldados de infantería española acompañados de seis mil aliados indígenas, en su mayoría kakchiqueles y cholutecos. De Alvarado y su ejército derrotaron a las fuerzas de la principal ciudad xinca, llamada Atiquipaque, cuya ubicación se sitúa generalmente en la zona de Taxisco, y la tomaron. Alvarado describió a los defensores como guerreros muy feroces en el combate cuerpo a cuerpo y mencionó que usaban lanzas, estacas y flechas con sustancias para debilitar al enemigo.
La batalla tuvo lugar el 26 de mayo de 1524 y resultó en una reducción considerable de la población xinca. Después de la conquista de la llanura del Pacífico, los habitantes pagaron tributo a los españoles en forma de productos valiosos, como algodón, sal, vainilla y, sobre todo, cacao.
Las tierras bajas del norte: El Petén
El contacto de los conquistadores con las tierras bajas del Petén, al norte de Guatemala, antes de su conquista, duró desde 1525 hasta 1700. La superioridad de las armas españolas y el uso de la caballería, que fueron tan importantes en las victorias en el norte de Yucatán, no daban una ventaja tan grande en la guerra en los densos bosques de las tierras bajas de Guatemala.
Cortés en Petén: Un viaje difícil
En 1525, después de la conquista del imperio azteca, Hernán Cortés dirigió una expedición por tierra a Honduras. Atravesó el reino itza', cuyo territorio se extendía por lo que hoy es el departamento de Petén en Guatemala. El objetivo de esta expedición era someter a Cristóbal de Olid, a quien Cortés había enviado a conquistar Honduras, pero que se había vuelto independiente.
Cortés llevaba ciento cuarenta soldados españoles, noventa y tres de ellos a caballo, tres mil guerreros mexicanos, ciento cincuenta caballos, cerdos, artillería, municiones y otros suministros, junto con seiscientos cargadores chontal de Acalán. El grupo llegó a la orilla norte del lago Petén Itzá el 13 de marzo de 1525.
Aj Kan Ek', el rey de los itza', invitó a Cortés a Nojpetén (también conocida como Tayasal). Cortés aceptó y cruzó a la ciudad maya con veinte soldados españoles, mientras el resto de su ejército rodeaba el lago para reunirse con él en la orilla sur. Al salir de Nojpetén, Cortés dejó una cruz y un caballo herido. Los españoles no tuvieron nuevos contactos oficiales con los itza' hasta la llegada de sacerdotes franciscanos en 1618, quienes notaron que la cruz de Cortés todavía estaba en Nojpetén.
Desde el lago, Cortés continuó hacia el sur por las laderas occidentales de los montes Maya. Fue un viaje muy difícil que tomó doce días para recorrer treinta y dos kilómetros, y en el que perdió más de dos tercios de sus caballos. Cuando llegó a un río crecido por las constantes lluvias torrenciales que dificultaban la expedición, se dirigió río arriba hacia los rápidos de Gracias a Dios. Los expedicionarios tardaron dos días en cruzarlos y perdieron aún más caballos.
El 15 de abril de 1525, la expedición llegó a la comunidad maya de Tenciz. Con guías locales, se dirigieron a los cerros al norte del lago de Izabal, donde los guías los abandonaron. Los soldados se perdieron en los cerros y estuvieron a punto de morir cuando lograron capturar a un joven maya que los llevó a un lugar seguro. Cortés encontró una aldea en la orilla del lago de Izabal, que pudo haber sido Xocolo. Cruzó el río Dulce y se dirigió al asentamiento de Nito, en la bahía de Amatique. Allí esperó al resto de su ejército para reagruparse durante la siguiente semana. En ese momento, la expedición se había reducido a unos pocos cientos de soldados. Cortés finalmente logró contactar a los españoles que buscaba y descubrió que los propios oficiales de Cristóbal de Olid ya habían terminado su rebelión. Entonces regresó a México por mar.
Tierra de Paz: Verapaz
En 1537, el área justo al norte de la nueva colonia de Guatemala se conocía como «Tierra de Guerra». Curiosamente, al mismo tiempo se la llamaba «Verapaz». La «Tierra de Guerra» era una zona que estaba siendo conquistada. Era una región de selva densa donde era difícil entrar militarmente. Cada vez que los españoles encontraban un centro de población en esta región, trasladaban a sus habitantes y los concentraban en un nuevo asentamiento colonial cerca del borde de la selva, donde podían controlarlos más fácilmente.
Esta estrategia causó la despoblación gradual de la selva, que se convirtió en un refugio para quienes huían del dominio español, tanto individuos como comunidades enteras, especialmente aquellos asentamientos que estaban lejos de los centros de autoridad colonial. Desde el siglo XVI hasta principios del siglo XVIII, la Tierra de Guerra abarcaba un vasto territorio. Se extendía desde Sacapulas en el oeste hasta Nito en la costa del Caribe, y desde Rabinal y Salamá hacia el norte. Era una zona intermedia entre el altiplano y las tierras bajas del norte. Esta región incluía los departamentos modernos de Baja Verapaz y Alta Verapaz, Izabal y Petén, así como la parte oriental del Quiché y una parte del estado mexicano de Chiapas. La parte occidental de esta zona era el territorio de los q'eqchi'.
El fraile dominico Bartolomé de las Casas llegó a la colonia de Guatemala en 1537. Inmediatamente hizo campaña para reemplazar la conquista militar violenta con el trabajo misionero pacífico. De las Casas ofreció conquistar la Tierra de Guerra predicando la fe católica. Fueron los dominicos quienes promovieron el uso del nombre «Verapaz» en lugar de «Tierra de Guerra». De las Casas había sido clave en la aprobación de las Leyes Nuevas en 1542, establecidas por la Corona española para controlar los excesos de los conquistadores y colonos con los habitantes indígenas de América. Sin embargo, los dominicos tuvieron que enfrentar una considerable resistencia de los colonos españoles, quienes veían sus intereses amenazados por las Leyes Nuevas. Esto desvió a los dominicos de sus esfuerzos por establecer un control pacífico sobre la Tierra de Guerra.
En 1543, se fundó el nuevo asentamiento colonial de Santo Domingo de Cobán en Chi Mon'a. Su propósito era acoger a los quekchís de Chichen, Xucaneb y Al Run Tax Aj. El barrio de Santo Tomás Apóstol se creó el mismo año con pobladores de Nim Xol y se usó en 1560 para reubicar a las comunidades ch'oles de Topiltepeque/Sakbalam (Lacandones) del valle del Usumacinta. En 1555, los acalas y sus aliados lacandones mataron al fraile español Domingo de Vico. En respuesta, se envió una expedición punitiva desde Chamelco liderada por Juan Matalbatz, un líder indígena quekchí. Los indígenas capturados por la expedición quekchí fueron llevados a Cobán y luego reubicados en el barrio cobanero de Santo Tomás Nim Xol.
El lago de Izabal y el río Motagua
A mediados del siglo XVI, los dominicos se establecieron en Xocolo, a orillas del lago de Izabal. En 1574, el lugar ya se había convertido en la estación de paso más importante para las expediciones europeas al interior. Xocolo se hizo conocida entre los misioneros dominicos por las prácticas espirituales de sus habitantes. Siguió siendo una estación de paso europea importante hasta 1630, pero fue abandonada en 1631.
En 1598, Alfonso Criado de Castilla fue nombrado gobernador de la Capitanía General de Guatemala. Debido al mal estado de Puerto Caballos en la costa de Honduras y su exposición a los ataques de piratas, envió un barco a explorar el lago de Izabal. Como resultado de la exploración y con permiso real, Criado de Castilla ordenó la construcción de un nuevo puerto, llamado Santo Tomás de Castilla, en un lugar favorable en la bahía de Amatique, cerca del lago. Luego comenzó la construcción de una carretera desde el puerto hasta la nueva capital de la colonia, situada en Antigua Guatemala, siguiendo el curso del valle del Motagua hacia las tierras altas. Los guías indígenas que exploraron la ruta desde las tierras altas no quisieron seguir río abajo, más allá de tres leguas por debajo de Quiriguá, por la hostilidad de los toqueguas que vivían en esta zona.
En abril de 1604, los líderes de Xocolo y Amatique, con el apoyo de la amenaza de represalias españolas, lograron convencer a una comunidad de ciento noventa toqueguas de mudarse a la costa de Amatique. El nuevo asentamiento sufrió una disminución de población, pero aunque algunas fuentes indicaban su desaparición antes de 1613, los frailes mercedarios seguían atendiendo a los toqueguas de Amatique en 1625. En 1628, los poblados de los manche ch'ol fueron puestos bajo la administración del gobernador de Verapaz, con Francisco Morán como su jefe religioso. Morán prefería un enfoque más decidido para la conversión de los manche y ordenó el despliegue de soldados españoles para proteger la región de los ataques de los itza' desde el norte. Sin embargo, el establecimiento de la nueva guarnición española en un área que antes no había tenido una fuerte presencia militar española provocó una rebelión de los manches, seguida del abandono de los asentamientos indígenas.
En 1699, los toqueguas habían dejado de existir como pueblo, debido a la combinación de una alta mortalidad y la mezcla con los indígenas de Amatique. En esta época, los españoles decidieron comenzar a reubicar a las poblaciones mopanes independientes (o "salvajes" desde el punto de vista español) que vivían al norte del lago de Izabal. En ese momento, la orilla norte del lago, aunque fértil, estaba casi despoblada. Aprovechando esta situación, los españoles planearon traer a los mopanes de la selva del norte a una zona donde sería más fácil controlarlos.
Durante la campaña para conquistar el reino itza' en el Petén, los españoles también enviaron expediciones para reubicar a los mopanes del norte del lago de Izabal y a los ch'oles de los bosques al este de Amatique. Los trasladaron a la doctrina de San Antonio de las Bodegas, a cargo de los dominicos en la orilla sur del lago, y al asentamiento colonial de San Pedro de Amatique. En la segunda mitad del siglo XVIII, la población indígena de estos pueblos había desaparecido. Los habitantes de la zona eran únicamente españoles, mulatos y otras personas de origen mixto, todos asociados con el Castillo de San Felipe, la fortaleza que protegía la entrada al lago de Izabal. La principal causa de la drástica despoblación del lago de Izabal y del delta del Motagua fueron las constantes incursiones para capturar personas de los zambos mosquitos de la costa del Caribe. Estas incursiones acabaron con la población maya de la región; los mayas capturados eran vendidos en la colonia británica de Jamaica.
La conquista del Petén: El fin de la resistencia itza'
La colonización española en la península de Yucatán aumentó desde 1527 en adelante. Hacia 1544, ya se habían fundado algunas colonias y pueblos, como Campeche y Valladolid en lo que hoy es México. El impacto de los españoles sobre los mayas del norte de Yucatán —incluyendo la invasión, las enfermedades y la captura y traslado de unas cincuenta mil personas para trabajo forzado— fue tan fuerte que muchos se desplazaron hacia el sur. Allí se unieron a los itza' que vivían alrededor del lago Petén Itzá, dentro de los límites de lo que hoy es Guatemala.
Los españoles sabían que el reino maya itza' se había convertido en el centro de la resistencia contra ellos en la península. Durante casi doscientos años, llevaron a cabo una política para rodear al reino y cortar sus rutas comerciales. Los itza' resistieron esta invasión gradual reclutando a los pueblos vecinos como aliados contra el lento avance español.
Desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XVII, los misioneros dominicos realizaron un trabajo de conversión pacífica en Verapaz y en el sur de Petén, pero con resultados modestos. En el siglo XVII, los misioneros franciscanos llegaron a la conclusión de que la pacificación de los mayas y su conversión al cristianismo no sería posible mientras el reino itza' en el lago Petén Itzá permaneciera independiente. De hecho, el constante flujo de población que huía de los territorios bajo control español para refugiarse en territorio itza' estaba debilitando el sistema de encomiendas.
Fray Bartolomé de Fuensalida visitó Nojpetén en 1618 y 1619, acompañado por otros frailes franciscanos. Durante su estancia en Nojpetén, los misioneros franciscanos intentaron usar su propia interpretación de las profecías de k'atun para convencer al Aj Kan Ek' y a sus sacerdotes de que había llegado el momento de convertirse al cristianismo. Sin embargo, los sacerdotes itza' no se dejaron convencer y mantuvieron una interpretación diferente de las profecías, diciendo que el momento para la conversión aún no había llegado. Los misioneros tuvieron suerte de escapar con vida.
En 1695, las autoridades coloniales decidieron conectar la provincia de Guatemala con Yucatán. Para ello, los soldados guatemaltecos conquistaron varias comunidades ch'oles. La más importante fue Sakb'ajlan, a orillas del río Lacantún en el este de Chiapas (hoy en México), que fue renombrada Nuestra Señora de Dolores o Dolores del Lacandón. En 1695, el fraile franciscano Andrés de Avendaño lideró un segundo intento de convertir a los itza'. Trató de convencer al rey itza' de que el k'atun 8 Ajaw, un ciclo de veinte años en el calendario maya que comenzó en 1696 o 1697, era el momento adecuado para que los itza' finalmente aceptaran el cristianismo y al rey de España como señor. Sin embargo, los itza' tenían enemigos mayas locales que se oponían a esta conversión, y en 1696 Avendaño tuvo que huir de nuevo para salvar su vida. Para entonces, la prolongada resistencia de los itza' se había vuelto una vergüenza para las autoridades coloniales españolas, que enviaron soldados desde Campeche para conquistar Nojpetén de una vez por todas.
La caída de Nojpetén
Martín de Ursúa y sus soldados llegaron a la orilla oeste del lago Petén Itzá en febrero de 1697. Una vez allí, los españoles construyeron una galeota, un gran barco de ataque a remo, fuertemente armado. El 13 de marzo de 1697, la capital itza' fue sometida a un ataque acuático muy violento. El bombardeo español causó muchas muertes en la isla, y muchos de los itza' que se lanzaron al lago para escapar nadando murieron en el agua.
Después de la batalla, los defensores sobrevivientes se escondieron en los bosques, permitiendo a los españoles ocupar la ciudad abandonada. Sin embargo, pronto capturaron a los reyes itza' y ko'woj (Ajaw Kan Ek' y Aj Kowoj), junto con otros nobles mayas y sus familias. Una vez que Nojpetén estuvo firmemente en manos de los españoles, Ursúa regresó a Campeche. Dejó una pequeña guarnición en la isla, aislada entre los itza' y ko'woj hostiles que aún dominaban la tierra firme.
Los españoles renombraron Nojpetén «Nuestra Señora de los Remedios y San Pablo, Laguna del Itza». La guarnición fue reforzada en 1699 por una expedición militar enviada desde Guatemala, acompañada por civiles de origen mixto, o ladinos, que llegaron para fundar un asentamiento alrededor del campamento militar. Los colonos trajeron enfermedades que causaron la muerte de muchos soldados y civiles, y que también afectaron a la población indígena. Sin embargo, los guatemaltecos solo se quedaron tres meses antes de regresar a Santiago de los Caballeros de Guatemala, llevando consigo al rey itza' cautivo, junto con su hijo y dos de sus primos. Estos últimos murieron durante el largo viaje a la capital de la colonia; Ajaw Kan Ek' y su hijo pasaron el resto de su vida bajo arresto domiciliario en la capital.
Últimos años de la conquista: Cambios en la población
En el siglo XVII, la pequeña población chol (ch'ol) del sur de Petén y de Belice fue trasladada a Alta Verapaz, donde se mezcló con la población quekchí. La población ch'ol de la selva de Lacandón fue reubicada en Huehuetenango en el siglo XVIII. En los años 1702-1703, sacerdotes católicos de Yucatán fundaron varios pueblos misioneros alrededor del lago Petén Itzá. Los sobrevivientes de la población itza' y ko'woj fueron reubicados en los asentamientos coloniales mediante una mezcla de persuasión y fuerza.
En 1704, los líderes ko'woj e itza' en estas poblaciones se rebelaron contra los españoles. Aunque estaba bien planeada, la rebelión fue rápidamente sofocada y sus líderes fueron ejecutados. La mayoría de los asentamientos misioneros fueron abandonados como consecuencia del conflicto. De los sesenta mil mayas que había en el centro de Petén en 1697, solo quedaban alrededor de seis mil en 1708. Aunque las enfermedades contagiosas causaron la mayoría de las muertes, las expediciones españolas y las guerras internas entre los grupos indígenas también contribuyeron a la disminución de la población.
El legado de la conquista española
Después del inicio de la conquista española, siguieron décadas de intenso uso de los pueblos indígenas, tanto de los aliados como de los enemigos vencidos. Durante los siguientes doscientos años, el gobierno colonial impuso gradualmente las costumbres españolas a los pueblos sometidos.
Mediante las reducciones, encomiendas y doctrinas, se crearon nuevos asentamientos con un diseño de cuadrícula al estilo español. Estos tenían una plaza central, una iglesia y un ayuntamiento donde residía el gobierno civil. Este estilo de asentamiento todavía se ve en las aldeas y pueblos de la zona. El gobierno civil local estaba directamente en manos de los españoles y sus descendientes, o era controlado de cerca por ellos.
La introducción del catolicismo fue el principal medio de cambio cultural y llevó a una mezcla de creencias religiosas. Algunos elementos culturales del Viejo Mundo fueron completamente adoptados por la población maya, como la marimba, un instrumento musical de origen africano.
El cambio más grande fue la sustitución del sistema económico precolombino por la tecnología europea y la ganadería. Esto incluyó la introducción de herramientas de hierro y acero, que reemplazaron a las herramientas de piedra, y de ganado vacuno, cerdos y pollos, que reemplazaron a la caza. También se adoptaron nuevos cultivos; la introducción de la caña de azúcar y del café llevó a la organización del trabajo de los nativos en las plantaciones.
Se estima que el sesenta por ciento de la población actual de Guatemala es maya. Este grupo se concentra en el altiplano occidental y central. La parte oriental del país, en cambio, ha recibido mucha inmigración española y ha experimentado un proceso de hispanización. La sociedad guatemalteca se divide en un sistema de clases basado en gran medida en el origen étnico. Los campesinos y artesanos mayas están en la parte inferior, los trabajadores y funcionarios de origen mixto (ladinos) forman la clase media y media-baja, y la élite criolla de ascendencia europea está por encima de ellos. Solo algunas familias indígenas privilegiadas lograron mantener cierto prestigio en el período colonial, como la familia Xajil, un linaje de la nobleza kakchiquel que relató la historia de los kakchiqueles.
Véase también
En inglés: Spanish conquest of Guatemala Facts for Kids
- Iglesia católica en Guatemala
- Historia de Guatemala
- Conquista de México
- Conquista de Yucatán
- Conquista de El Salvador
- Conquista de Honduras
- Conquista de Costa Rica