Encomienda para niños
La encomienda (del latín: commendo, "confiar"), en la Europa medieval, era la relación de dependencia personal entre dos hombres libres, puesta de manifiesto en un intercambio de prestaciones, donde el fuerte daba protección al débil a cambio de fidelidad y de la prestación de determinados servicios, lo que se convertiría en una sumisión del débil a su señor feudal, convirtiéndose en su vasallo.
Esta institución se introdujo como un sistema laboral español que compensaba a los conquistadores con parte del trabajo de determinados grupos de personas conquistadas; era un tipo de impuesto. Los trabajadores, en teoría, recibían beneficios de los conquistadores para los que trabajaban.
La encomienda se estableció por primera vez en España durante la Reconquista, y se continuó empleando durante la colonización española de América y las Filipinas. Los pueblos conquistados eran considerados vasallos de la Corona.
Durante la Conquista, la Corona otorgaba una encomienda como un derecho otorgado a un individuo concreto; este sistema consistía en el monopolio de los trabajos temporales (corvea) de determinados grupos de indígenas, mantenido a perpetuidad por el titular llamado encomendero, y sus descendientes. Empero, a partir de las Leyes Nuevas de 1542, al morir el encomendero, las encomiendas expiraron y fueron reemplazadas por el repartimiento; a partir de mediados del s. xvi, con la monetización del tributo indígena, la situación de los nativos en América quedó equivalente a la de los pecheros en España.
Con la destitución de Cristóbal Colón en 1500, la Corona española lo sustituyó por Francisco de Bobadilla. A Bobadilla le sucedió un gobernador real, Fray Nicolás de Ovando, que estableció el sistema formal de encomiendas. En muchos casos, los nativos eran obligados a realizar trabajos forzados y sometidos a castigos extremos y a la muerte si se resistían. Sin embargo, la reina Isabel I de Castilla prohibió la esclavitud de la población nativa y consideró a los indígenas "vasallos libres de la corona". Diversas versiones de las Leyes de Indias a partir de 1512 intentaron regular las interacciones entre los colonos y los nativos. Tanto los nativos como los españoles acudían a las Reales Audiencias para solicitar ayuda en el marco del sistema de encomiendas.
Las encomiendas se habían caracterizado a menudo por el desplazamiento geográfico de los esclavizados y la ruptura de las comunidades y unidades familiares, pero en México, la encomienda gobernaba a los vasallos libres de la corona a través de las jerarquías comunitarias existentes, y los indígenas permanecían en sus asentamientos con sus familias.
Contenido
Encomienda en la Edad Media europea
En Castilla y Aragón, durante la Edad Media, se trataba de territorios, inmuebles, rentas o beneficios pertenecientes a una orden militar a cuyo frente se encontraba un caballero de hábito, denominado comendador nombrado por el maestre de alguna de las muchas órdenes de caballería o religiosas que existieron desde principios de la Edad Media española. Cada comendador tenía bajo su protección y defensa la "encomienda" recibida, en contraprestación de servicios, como las rentas de las tierras. Las órdenes con mayores posesiones territoriales fueron las de Santiago, Calatrava y Alcántara en Castilla, la de Montesa en Aragón y la de Orden de San Juan en ambos reinos.
La guerras contra los musulmanes, también llamados moros, en la península ibérica hizo que estas órdenes se constituyeran en verdaderas circunscripciones a mediano y largo plazo. Durante la etapa de reconquista del territorio español, la encomienda tuvo un papel muy relevante pues muchos de los guerreros cristianos precisaban de un sistema social de organización con el que gestionar y repoblar los territorios que lograban tras sus victorias.
Cabe notar que, en 1492, fue el año que fueron finalmente expulsados judíos y musulmanes de la actual España, y en el mismo año Colón llegó a América, con lo cual una evolución de la misma estructural legal fue implantada en América.
Iglesia
Se dice también encomienda a la donación de una entidad eclesiástica vacante a una persona eclesiástica a la que se denominaba comendador, que debía cuidar de la misma hasta que se cubriera oficialmente el puesto.
La encomienda en América
Origen
Cuando Colón llegó a La Española descubrió yacimientos auríferos. Para su extracción creó un impuesto a la población nativa, según el cual todo indígena mayor de 14 años debía entregarle cada tres meses un cascabel de Flandes lleno de oro; aquellos que no vivían cerca de las minas, debían entregar una arroba de algodón. Según la obra Historia del Almirante, escrita por su hijo Hernando Colón, Cristóbal Colón conquistaba siempre los territorios en nombre de los Reyes Católicos pero con la llegada del juez pesquisidor Francisco de Bobadilla en el año 1500 Colón fue arrestado y Francisco explotaría las desavenencias de los colonos contra Colón y les ofrecería indios en encomienda y tierras a cambio de su apoyo contra el Almirante. Francisco de Bobadilla se nombraría gobernador y tomaría posesión del palacio y propiedades de Colón en Santo Domingo. Posteriormente, Bobadilla sería relevado por Nicolás de Ovando. Colón estableció una orden según la cual la mitad de todo el oro que obtuvieran los colonos debía entregarse a la Corona aunque nadie obedecía esa orden hasta que Ovando bajó la cantidad a una quinta parte.
En 1508, Nicolás de Ovando escribiría a la Corona instando a instrucciones para que la conversión al cristianismo de los indios se hiciera sin someterlos a fuerza alguna, a que los indios en lugar de vivir de forma dispersa y primitiva "se congregaran en pueblos, como están las personas que viven en nuestros reinos" y que se fomentaran los matrimonios interraciales, en vistas a una más pronta civilización y cristianización. Los repartimientos se institucionalizarán en América por una Real Provisión del 20 de diciembre de 1503. Sin embargo, a partir de 1505, Nicolás de Ovando, que era encomendero mayor de la orden de Alcántara, dejó de repartir indios y comenzó a encomendarlos. La encomienda regulaba, en teoría, las relaciones de reciprocidad entre el encomendero y el encomendado, y por eso tomó carta de naturaleza en el Nuevo Mundo.
Para evitar recuperar los malos usos y los sistemas medievales abolidos en 1509, la Corona decretó que la encomienda no podía considerarse a perpetuidad y que los indios sólo podían ser encomendados por un periodo máximo de dos años.
Los tributos indígenas en especie (que podían ser metales, ropa o bien alimentos como el maíz, trigo, pescado o gallinas) eran recogidos por el cacique de la comunidad indígena, quien era el encargado de llevarlo al encomendero. El encomendero estaba en contacto con la encomienda pero su lugar de residencia era la ciudad, bastión neurálgico del sistema colonial español.
Se encontró una manera de recompensar a aquellos españoles que se habían distinguido por sus servicios y de asegurar el establecimiento de una población española en las tierras recién descubiertas y conquistadas.
La encomienda también sirvió como centro de culturización y de evangelización obligatoria. Los indígenas eran reagrupados por los encomenderos en pueblos llamados "Doctrinas", donde debían trabajar y recibir la enseñanza de la doctrina cristiana a cargo generalmente de religiosos pertenecientes a las Órdenes regulares. Los indígenas debían encargarse también de la manutención de los religiosos.
La encomienda de la colonización española de América y Filipinas fue establecida como un derecho otorgado por el Rey (desde 1523) en favor de un súbdito español. El español titular del derecho (encomendero) recibe la encomienda con el objeto de que este percibiese los tributos que los indígenas debían pagar a la corona (en trabajo o en especie y, posteriormente, en dinero), en consideración a su calidad de súbditos de esta. A cambio, el encomendero debía cuidar del bienestar de los indígenas en lo espiritual y en lo terrenal, asegurando su mantenimiento y su protección, así como su adoctrinamiento cristiano (evangelización). Sin embargo, se produjeron abusos por parte de los encomenderos y el sistema derivó en muchas ocasiones en formas de trabajo forzoso o no libre, al reemplazarse, en muchos casos, el pago en especie del tributo por trabajo en favor del encomendero.
El reparto de las encomiendas no fue homogéneo entre todos los españoles. En 1514, más de la mitad de los españoles no tenía ningún indio a su cargo mientras que el 11% de los que sí tenían habían recibido el 44% de estos.
Encomiendas y encomenderos
- México
- Encomienda de Acolman, hoy Municipio de Acolman: perteneció por breve tiempo a Pedro Núñez, y luego concedida a Pedro de Solís y Barrasa, conquistador, formó parte de las tropas de Pedrarias Dávila y Hernán Cortés. Posteriormente la encomienda pasó a su hijo y descendientes
- Encomienda de Axapusco, hoy Municipio de Axapusco: concedida en 1540 a Francisco de Santa Cruz, conquistador. Posteriormente la encomienda pasó a su hijo, Álvaro de Santa Cruz
- Encomienda de Coatzacoalcos: Bernal Diaz del Castillo, formó parte de las tropas de los conquistadores Pedrarias Dávila y Hernán Cortés
- Encomienda de Elosuchitlan-Axalyagualco: Juan Duran, formó parte de las tropas de Hernán Cortés. Yerno del conquistador de Guatemala, Bartolomé Becerra
- Encomiendas de Atliapacan, Chicahuaxtla, Tacaxique, Tetitlán y Tecama, hoy Municipio de Tecámac: Juan González Ponce de León, conquistador, hijo de Juan Ponce de León, también conquistador
- Encomienda de Chilapas, hoy Municipio de Chilapa de Álvarez: Diego de Ordás, conquistador, formó parte de las tropas de Diego de Velázquez de Cuéllar y posteriormente se unió a Hernán Cortés
- Encomienda de Tlacamama, hoy Municipio de San Miguel Tlacamama: concedida en 1539 a Francisco de Santa Cruz, conquistador
- Emcomienda de Zacoala: concedida en 1539 a Francisco de Santa Cruz, conquistador
- Perú
- Encomienda de Conchucos: Francisco Pizarro, conquistador
- Encomienda de Huaylas: Francisco Pizarro, conquistador
- Encomienda de Charcas: Gonzalo Pizarro, hermanastro del conquistador Francisco Pizarro
- Encomienda de Guaraz: Sebastián de Torres, conquistador, aliado de Francisco Pizarro. Posteriormente propiedad de su viuda Francisca Ximenez y su segundo marido Rui Cabeza de Vaca
- Encomienda de Recuay: Jerónimo de Aliaga, conquistador, aliado de Francisco Pizarro
- Encomienda de los atabillos: concedida por Pizarro en 1534 al conquistador Juan Mogrovejo de Quiñones
- Encomienda de Ica: Nicolás de Ribera y Laredo, conquistador aliado de Pizarro y Diego de Almagro, y primer alcalde de Lima
- Venezuela
- Encomienda de Petares, hoy Petare: Pedro Galeas de Mendoza, capitán. Hijo del conquistador Pedro Alonso Galeas
- Guatemala
- Encomienda de San Antonio Huista: concedida en 1528 a Francisco López. Muy probablemente se trate del capitán Francisco López Muñiz, conquistador y uno de los fundadores del actual Lagos de Moreno
- Encomienda de Santa Ana Vystlán: concedida en 1529 a Francisco López. Muy probablemente se trate del capitán Francisco López Muñiz, conquistador
- Encomienda de Atlitan de la Real Corona, hoy Santiago Atitlán: Sancho de Barahona, militar, formó parte de las tropas de los conquistadores Juan de Grijalva y sobre todo Hernán Cortés
- Encomienda de Santa Catarina Barahona: Sancho de Barahona
- Encomienda de Chiantla: Juan de Espinar, formó parte de las tropas del conquistador Pedro de Alvarado
- Bolivia
- Encomienda de Laja, hoy Laja (Bolivia): Juan de Espinosa
Decadencia en América
Las denuncias frente al maltrato de los indígenas por parte de algunos encomenderos y el advenimiento de la llamada catástrofe demográfica de la población indígena, provocaron que la encomienda entrara en crisis desde finales del siglo XVI, aunque en algunos lugares, como Yucatán y Chile, llegó a sobrevivir aún hasta el siglo XVIII. La encomienda fue reemplazada por el repartimiento de indios, el peonaje, el trabajo asalariado y por la esclavitud africana.
En Chile, Ambrosio O'Higgins, mediante un edicto del 9 de febrero de 1789, suprimió las encomiendas cuando ya eran simplemente una institución en decadencia. Este edicto fue ratificado por Carlos IV en 1791, fecha en que se concretó su abolición definitiva.
La institución de la encomienda se basaba fuertemente en la adscripción tribal del individuo sujeto a ella (siendo de hecho los caciques, curacas, u otros jefes tribales quienes actuaban como intermediarios y organizadores del servicio). A los mestizos, por ejemplo, la ley los eximía de la encomienda. Esto provocó que muchos aborígenes buscaran deliberadamente diluir su identidad étnica o tribal y la de sus descendientes, intentando casarse con individuos de distinta etnia, especialmente con españoles (recién llegados, o criollos). La encomienda, de este modo, debilitó severamente la etnicidad e identificación tribal de los Amerindios, y esto a su vez disminuyó el número de potenciales encomendados. Son, en definitiva, factores como el mestizaje y la progresiva disminución de los naturales, lo que terminó por transformar el sistema de encomienda en uno de inquilinaje o latifundismo en la América Colonial.