robot de la enciclopedia para niños

Renacimiento italiano para niños

Enciclopedia para niños

El Renacimiento italiano fue un periodo de grandes avances y cambios culturales en Italia. Se extendió desde finales del siglo XIV hasta alrededor de 1600. Marcó la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna en Europa.

Este movimiento cultural comenzó a verse a principios del siglo XIV, sobre todo en la literatura. Algunas de sus características principales, como el apoyo a los artistas (mecenazgo), el interés por el conocimiento y la curiosidad por la Cultura Clásica, ya se notaban. Sin embargo, muchos aspectos de la cultura italiana siguieron siendo medievales. El Renacimiento no se desarrolló por completo hasta finales de siglo.

La palabra "Renacimiento" (Rinascimento en italiano) significa un renovado interés en la cultura de la Antigüedad clásica. Esto ocurrió después de lo que se llamó la "edad oscura". Aunque estos cambios fueron importantes, se concentraron en las clases altas. Para la mayoría de la gente, la vida no cambió mucho en comparación con la Edad Media.

El Renacimiento italiano empezó en la región de Toscana, con ciudades como Florencia y Siena como centros principales. Luego tuvo un gran impacto en Roma, que fue embellecida con edificios de estilo antiguo y reconstruida por los papas del siglo XVI. El movimiento alcanzó su punto más alto a finales del siglo XV. A pesar de las invasiones extranjeras que causaron problemas en la región, las ideas del Renacimiento se extendieron por el resto de Europa. Esto dio lugar al Renacimiento español, el Renacimiento francés, el Renacimiento nórdico y el Renacimiento inglés.

El Renacimiento italiano es famoso por sus logros culturales. Incluye obras literarias de escritores como Petrarca, Castiglione y Maquiavelo. También destacan las obras de arte de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, y grandes construcciones como la iglesia de Santa María del Fiore en Florencia y la Basílica de San Pedro en Roma.

Archivo:Italian Renaissance montage
Montaje del Renacimiento italiano.

¿Qué significa la palabra Renacimiento?

El término "Renacimiento" es moderno y se hizo popular en el siglo XIX gracias a historiadores como Jacob Burckhardt. En los escritos de finales de la Edad Media, la idea de un rinascita (renacimiento) era más una tendencia. Se trataba de volver a la educación clásica, lo que generaba una sensación de renovación en la moral, la política y el arte.

Según el historiador francés Jean Delumeau, la palabra Renacimiento llegó de Italia y se refería al arte. Giorgio Vasari usó el término Rinascita en 1568 en su libro Le vite de’ più eccellenti pittori, scultori e architettori. El significado de la palabra Renacimiento se fue haciendo más amplio con el tiempo.

El término "Renacimiento" para referirse a una época, y no solo a la renovación de las letras y las artes, fue usado por primera vez en 1840 por Jean-Jacques Ampère. Luego, Jules Michelet lo usó en 1855 en su libro La Renaissance, parte de su Histoire de France. Este término fue adoptado en 1860 por el historiador de arte suizo Jacob Burckhardt en su libro Culture de la Renaissance en Italie.

Según los historiadores del arte, el Renacimiento pudo haber comenzado en el Duecento (siglo XIII) o en el Trecento (siglo XIV) con un periodo llamado Prerrenacimiento. Burckhardt creía que este Renacimiento temprano ya había empezado en el siglo XI en Toscana. Se extendió en el siglo siguiente hasta Provenza y el centro de Italia. Continuó con el Primer Renacimiento en el Quattrocento (siglo XV). Se transformó en el Alto Renacimiento a principios del Cinquecento (entre 1500 y 1530). Después vino el manierismo o tardorrenacimiento, que fue de 1520 (muerte de Rafael) hasta 1580.

¿Cómo era el contexto histórico del Renacimiento?

El Renacimiento marca el paso de la Edad Media a la Edad Moderna en Europa. Aunque las primeras señales de apoyo a la cultura y el esfuerzo intelectual se vieron en la primera mitad del siglo XIV, muchos aspectos de la cultura y sociedad italiana seguían siendo medievales. Esta época es conocida por su regreso a la cultura clásica antigua. Los pensadores del Renacimiento llamaron a la época anterior la Edad oscura. Estos cambios, aunque importantes, solo afectaron a las clases más altas. Para la mayoría de la gente, la vida diaria no cambió mucho respecto a la Edad Media. Sin embargo, el crecimiento de la clase comerciante permitió que más personas tuvieran acceso a la prosperidad.

El Renacimiento italiano fue primero un fenómeno económico que empezó en el siglo XII después de la Primera Cruzada. Las rutas comerciales con Oriente se abrieron a los comerciantes europeos. Italia, al estar en el centro del Mediterráneo, se convirtió en el corazón del comercio entre Europa y Asia. Las ciudades comerciantes italianas se hicieron ricas vendiendo seda y especias. Se creó un sistema bancario moderno y surgió una nueva clase social: la burguesía. El florín (moneda de Florencia) se convirtió en la moneda internacional de la Baja Edad Media. Esta riqueza hizo que las ciudades italianas, que eran independientes y orgullosas, compitieran en cultura, arte y ciencia. Cada príncipe quería ser más poderoso que su vecino y gastaba fortunas en los mejores artistas y los monumentos más bellos.

Archivo:Petersdom von Engelsburg gesehen
La basílica de San Pedro y su cúpula, vistas desde el castillo de Sant'Angelo.

El Renacimiento italiano se originó en Toscana (centro de Italia), concentrándose en Florencia y Siena. Luego, el movimiento tuvo un impacto importante en otras ciudades italianas, como Venecia y Roma. Roma fue reconstruida en gran parte por los papas en los siglos siglo XV y siglo XVI. Durante las invasiones extranjeras que afectaron la región (las Guerras italianas), las ideas del Renacimiento se extendieron por toda Europa. Esto impulsó el Renacimiento en el norte, en lugares como Fontainebleau y Amberes, y el Renacimiento inglés. Del Renacimiento italiano se conocieron obras literarias de Petrarca, Castiglione y Maquiavelo. También obras de artistas como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Rafael, y grandes construcciones como la Cúpula de Santa María del Fiore de Florencia y la basílica de San Pedro en Roma.

Los historiadores creen que el final del siglo XVI en Italia estuvo acompañado de un retroceso económico y pocos avances científicos. Esto permitió el surgimiento de la cultura protestante en el siglo XVII. Las razones del fin de la importancia italiana en el comercio y la ciencia se debieron principalmente al cambio de las rutas comerciales tras el descubrimiento de América. El papel del mar Mediterráneo se hizo menos importante. Las naciones del océano Atlántico aprovecharon mejor los nuevos equilibrios de poder. Primero fueron España y Portugal, y luego, sobre todo, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y las naciones del norte de Europa. La Reforma protestante probablemente también influyó en el resurgimiento político y económico de las naciones del norte.

¿Dónde y cómo surgió el Renacimiento?

El norte de Italia y Toscana en la Baja Edad Media

A finales de la Edad Media, el sur de Italia y Roma, que había sido el corazón del Imperio romano, eran más pobres que el resto de Italia. Roma estaba casi en ruinas, y la región de los estados papales estaba mal organizada. De hecho, la residencia del papa se trasladó a Aviñón, en Francia, por presión del rey de Francia Felipe el Hermoso. Nápoles, Sicilia y Cerdeña estaban bajo dominio extranjero.

Archivo:Genova1493
Panorámica de la ciudad-estado de Génova, en un grabado de 1493.

Sin embargo, Roma, a partir del siglo XV, alcanzó el mismo esplendor que otras ciudades del centro de Italia, como Perugia, Asís, Spoleto, Orvieto y Urbino. Se convirtió, después de Florencia, en uno de los lugares más importantes del Renacimiento italiano. Por el contrario, el sur, después de varias dominaciones extranjeras, no experimentó la misma renovación económica y artística, salvo algunas excepciones como la ciudad comercial de Amalfi. También se puede considerar un precursor de los ideales del Renacimiento el gran refinamiento de la corte de Palermo en el siglo XIII bajo Federico II, conocido como stupor mundi. Más tarde, también hubo un cierto renacimiento artístico en Nápoles bajo Alfonso V de Aragón en el siglo XV. Pero en general, el sur de Italia se mantuvo al margen de los cambios económicos y sociales del Renacimiento.

Los estados del centro y norte de Italia, más prósperos, estaban entre los más ricos de Europa. Las Cruzadas crearon lazos comerciales duraderos con el Levante mediterráneo. La Cuarta Cruzada eliminó al Imperio bizantino, que era un rival comercial de los venecianos y genoveses. Las principales rutas comerciales de Oriente pasaban por el Imperio bizantino o los países árabes y llegaban a los puertos de las repúblicas de Génova, Pisa y Venecia. Artículos de lujo como especias, tintes y sedas se compraban en Oriente, se importaban a Italia y luego se revendían por toda Europa. Además, las ciudades-estado del interior se beneficiaban de la rica región agrícola del valle del Po. Las rutas terrestres y marítimas traían lana, harina y metales preciosos de Francia, Alemania y los Países Bajos a través de las ferias de Champaña. El gran comercio que se extendía desde Egipto hasta el mar Báltico generaba ganancias. Esto permitía invertir mucho en minería y agricultura. Así, aunque Italia no tenía más recursos que otras partes de Europa, su desarrollo, impulsado por el comercio, le permitió prosperar. Florencia se convirtió en una de las ciudades más ricas de Italia, en gran parte por su producción de lana textil. La lana se importaba del norte de Europa (en el siglo XVI de España), y se usaban tintes de Oriente para hacer telas de alta calidad.

Archivo:CampanileGiotto-01
Campanile de Giotto de Santa Maria del Fiore (Florencia)

Estas rutas comerciales italianas, que se extendían por todo el Mediterráneo y más allá, también transmitieron cultura y conocimiento. Durante la época medieval, las obras de la educación clásica griega se habían difundido lentamente por Europa occidental. Esto fue a través de traducciones y escritos árabes desde Toledo y Palermo. Las Cruzadas permitieron a muchos europeos tener el primer contacto con la educación clásica, conservada por los árabes. Pero el evento más importante fue el avance de la Reconquista española en el siglo XV. Esto llevó a la traducción de textos árabes por especialistas de la escuela de Salamanca.

El pensamiento científico, filosófico y matemático llegó a Italia a través de Egipto y el Levante. Los elementos que impulsaron los nuevos estudios de idiomas del Renacimiento (textos griegos y expertos que podían enseñar a los italianos a leerlos) llegaron de Constantinopla después de su conquista por los otomanos en 1453. Así renacieron las academias de Florencia y Venecia.

Los estudiosos humanistas buscaban manuscritos antiguos en las bibliotecas de los monasterios. Encontraron obras de Tácito y otros autores latinos. Con el redescubrimiento de Vitruvio, se pudieron conocer de nuevo los principios arquitectónicos de la antigüedad. Los artistas del Renacimiento se sintieron animados, con una visión optimista, a superar a los Antiguos, como Apeles, o a quienes pudieran conocer a través de los textos recuperados.

El siglo XIII, un periodo de crecimiento

En el siglo XIII, Europa en general experimentó un crecimiento económico. Las rutas comerciales de los Estados italianos se conectaron con todos los puertos del Mediterráneo. Incluso llegaron a la Liga Hanseática del Báltico y regiones del norte del continente. Esto creó una economía europea unificada por primera vez desde el siglo III. Las ciudades-estado italianas crecieron mucho y se hicieron independientes del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante este mismo periodo, surgieron instituciones comerciales modernas: sociedades por acciones, un sistema bancario internacional, un mercado de intercambio organizado, seguros y deuda pública. Florencia se convirtió en el centro de esta industria financiera, haciendo que el florín (de oro) fuera la moneda principal del comercio internacional.

Nació una nueva clase dominante, formada por comerciantes que lograron su posición gracias a sus habilidades financieras. Adaptaron a su favor el modelo aristocrático feudal que había dominado Europa en la Edad Media. El aumento del poder de las comunas en Italia es una característica especial de la Baja Edad Media. Estas comunas tomaron el poder que antes tenían los obispos y los señores locales. En gran parte de la región, la nobleza terrateniente era mucho más pobre que los ricos de las ciudades. El crecimiento de la economía medieval había dejado a los terratenientes en bancarrota. El desarrollo del comercio al principio del Renacimiento acentuó esto. La caída del feudalismo y el crecimiento urbano se influyeron mutuamente. Por ejemplo, la demanda de artículos de lujo impulsaba el crecimiento del mercado, enriqueciendo a muchos comerciantes. Estos, a su vez, pedían más artículos de lujo. Estos cambios también dieron a los comerciantes un control casi total de los gobiernos de las ciudades-estado, lo que favoreció aún más el comercio. Uno de los efectos más importantes de este control político fue la seguridad. En un sistema feudal, quienes se hacían muy ricos corrían el riesgo de tener problemas con la monarquía y que les quitaran sus tierras. Los estados del norte también conservaron muchas leyes medievales que dificultaban el comercio, como leyes contra la usura y prohibiciones de comerciar con no cristianos. En las ciudades-estado de Italia, estas leyes fueron eliminadas o modificadas.

El siglo XIV: un tiempo de desafíos

Durante el siglo XIV hubo varias catástrofes que causaron un retroceso en la economía europea. El "periodo medieval cálido" terminó y comenzó la pequeña edad de hielo. Estos cambios climáticos provocaron una caída importante en la producción agrícola, lo que llevó a repetidas hambrunas. Esto se agravó por el rápido crecimiento de la población a principios de siglo. La Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra afectó el comercio en el noroeste de Europa. Cuando en 1345 el rey Eduardo III de Inglaterra se negó a pagar sus deudas, contribuyó a la quiebra de los bancos de Bardi y de Peruzzi, los dos más importantes de Florencia. En Oriente, la guerra también interrumpió las rutas comerciales, cuando el Imperio otomano empezó a expandirse.

Archivo:Italia 1494-es
Los estados de la península itálica en 1494

Aún más devastadora fue la Peste negra, que redujo drásticamente la población de las ciudades del norte de Italia entre 1347 y 1351. Luego, volvió a aparecer varias veces. La población de Florencia, por ejemplo, que antes de la peste era de 45.000 habitantes, se redujo entre un 25% y un 50% en 47 años. Siguieron grandes desórdenes, incluyendo la revuelta de los trabajadores textiles de Florencia, los "ciompi" en 1378.

Archivo:Pazzi chapel - Filippo Brunelleschi
Plano de la capilla Pazzi de Filippo Brunelleschi.

Fue durante este periodo de inestabilidad cuando aparecieron las primeras figuras del Renacimiento, como Dante y Petrarca. También se crearon las primeras obras de arte renacentistas, en el primer cuarto del siglo XIV, destacando el realismo de Giotto. Curiosamente, algunos de estos desastres ayudaron al Renacimiento. Al reducir la población europea en más de un tercio, la peste dejó a una población más rica, mejor alimentada y con más dinero para gastar en lujos, como el arte y la arquitectura. A medida que los efectos de la peste disminuyeron a principios del siglo XV, la población volvió a crecer. Esto renovó la demanda de productos y servicios. Esta nueva demanda, y el menor número de personas que podían ofrecerlos, puso a la clase baja en una mejor posición. Además, esta demanda también ayudó al crecimiento de una clase próspera de banqueros, comerciantes y artesanos cualificados. Los horrores de la Peste Negra y la aparente incapacidad de la Iglesia católica para dar consuelo, contribuyeron a la disminución de la influencia de la iglesia, otra característica del Renacimiento. Además, la quiebra de los bancos de Bardi y Peruzzi permitió a la Médici ganar influencia en Florencia.

El historiador estadounidense Roberto Sabatino López dice que la crisis económica fue clave para el nacimiento del Renacimiento. Según él, si los tiempos hubieran sido mejores, los empresarios habrían reinvertido sus ganancias rápidamente. Pero durante los años difíciles del siglo XIV, los más ricos tenían pocas opciones para invertir su dinero y preferían gastarlo en cultura y arte.

A diferencia de los textos romanos, que se habían conservado y estudiado en Europa occidental desde la antigüedad tardía, el estudio de los textos griegos antiguos era muy limitado en la Italia medieval. Las obras de la antigua Grecia sobre ciencia, matemáticas y filosofía se habían estudiado desde la Alta Edad Media en Europa occidental. Pero las obras literarias, oratorias e históricas griegas (de Homero, los dramaturgos griegos, Demóstenes y Tucídides) solo habían sido estudiadas en la Edad Media por los eruditos bizantinos. Algunos historiadores sugieren que el Renacimiento timúrida en Samarcanda estuvo relacionado con el Imperio otomano. Sus conquistas llevaron a la migración de eruditos griegos a Italia.

Otra explicación muy aceptada para el surgimiento del Renacimiento italiano es la hipótesis del historiador Hans Baron. Él cree que la causa principal del Renacimiento fue la larga serie de guerras entre Florencia y Milán (las Guerras de Italia). A finales del siglo XIV, Milán se convirtió en una monarquía centralizada bajo el control de la familia Visconti. Gian Galeazzo Visconti, que gobernó la ciudad de 1378 a 1402, era conocido por su crueldad y su habilidad para gobernar. Con la intención de construir un imperio en el norte de Italia, inició una serie de guerras. Milán conquistó a sus estados vecinos y derrotó a las diversas alianzas lideradas por Florencia, que intentó en vano detener su avance. El momento más crítico fue el asedio de Florencia en 1402. La ciudad parecía a punto de caer, pero Gian Galeazzo murió de repente, y su imperio se desmoronó.

Según la tesis de Hans Baron, durante estas guerras interminables, los líderes políticos de Florencia unieron al pueblo. Presentaron la guerra como un conflicto entre la república libre y la monarquía despótica. Era una lucha entre los ideales de las repúblicas griegas y romanas y los del Imperio romano y los reinos medievales. Leonardo Bruni fue, según Baron, la persona más involucrada en difundir esta idea. Baron sostiene que la mayoría de las primeras figuras del Renacimiento aparecieron durante esta crisis en Florencia. Entre ellos estaban Ghiberti, Donatello, Masolino y Brunelleschi, quienes fueron influenciados por esta ideología republicana. Más tarde, Brunelleschi y otros defenderían las ideas republicanas, que tendrían un gran impacto en el Renacimiento.

¿Cómo se desarrolló el Renacimiento?

Relaciones entre ciudades-estado

El norte de Italia estaba dividido en varias ciudades-estado en guerra. Las más poderosas eran Milán, Florencia, Pisa, Siena, Génova, Ferrara y Venecia. Durante la Alta Edad Media, hubo largas luchas por el poder entre el papado y el Sacro Imperio Romano Germánico. Cada ciudad se aliaba con una u otra facción, y también había conflictos internos entre los partidarios de ambos bandos.

Archivo:SigismondoMalatesta
Segismundo Malatesta (1417–1468), señor de Rímini, por Piero della Francesca. Malatesta fue un hábil condottiere. Fue contratado por los venecianos para luchar (sin éxito) contra los turcos en 1465. También fue un gran protector de artistas, como Leone Battista Alberti, cuya obra Tempio Malatestiana en Rímini es uno de los primeros edificios totalmente clásicos del Renacimiento.

La guerra entre las ciudades-estado era común, mientras que las invasiones extranjeras se limitaban a intentos ocasionales de los emperadores del Sacro Imperio. En este contexto se desarrolló la política del Renacimiento. Desde el siglo XIII, como los ejércitos estaban formados principalmente por mercenarios, las ciudades-estado prósperas podían tener fuerzas militares importantes, a pesar de su poca población. Durante el siglo XV, las ciudades más poderosas anexaron a sus vecinas. Florencia ocupó Pisa en 1406, Venecia invadió Padua y Verona, mientras que el Ducado de Milán anexó áreas cercanas como Pavía y Parma.

El inicio del Renacimiento estuvo marcado por un estado casi constante de guerra en mar y tierra, mientras las ciudades competían por ser las más importantes. En tierra, las batallas eran libradas principalmente por mercenarios conocidos como condottieri. Eran grupos de soldados de toda Europa, especialmente de Alemania y Suiza, generalmente liderados por capitanes italianos. Los mercenarios no querían arriesgar demasiado sus vidas, y la guerra se convirtió en una serie interminable de asedios y maniobras, con batallas ocasionales de poca intensidad. También les interesaba a los mercenarios de ambos bandos prolongar el conflicto para seguir cobrando. Eran una amenaza constante para quienes los contrataban, ya que si no les pagaban, a menudo se volvían contra ellos. Era evidente que si un estado dependía completamente de sus mercenarios, estos podrían intentar tomar el poder, lo que de hecho ocurrió varias veces.

En el mar, las ciudades enviaron muchas flotas a la guerra. Los principales rivales eran Pisa, Génova y Venecia. Después de un largo conflicto, los genoveses lograron vencer a Pisa. Venecia demostró ser un adversario más poderoso. A pesar de una igualdad inicial, la flota genovesa fue destruida en la batalla de Chioggia, en la entrada de la laguna veneciana, en 1380. A partir de entonces, Venecia tuvo la supremacía marítima. Como los territorios venecianos en el Egeo se fueron perdiendo uno a uno a manos de los turcos, y el mar Negro se cerró al comercio, los intereses de Venecia volvieron a "tierra firme", al mismo tiempo que comenzaba el Renacimiento veneciano.

Décadas de lucha en tierra hicieron que Florencia y Milán se convirtieran en los principales contendientes. Finalmente, estos dos poderes dejaron a un lado sus diferencias y firmaron la Paz de Lodi en 1454. Esto trajo una calma relativa a la región por primera vez en siglos. Esta paz se mantendría durante los siguientes cuarenta años. La importancia de Venecia en el mar también permitió una paz sin precedentes durante casi todo el resto del siglo XV.

A principios del siglo XV, aventureros y comerciantes como Niccolo dei Conti (1395–1469) viajaron a lugares tan lejanos como el sudeste asiático. Regresaron con conocimientos de primera mano sobre la situación mundial, anticipando los futuros viajes europeos de exploración y conquista.

Florencia bajo la familia Médici

A finales del siglo XIV, la familia que gobernaba Florencia era la Albizzi. Sus principales oponentes eran los Médici, primero con Juan de Médici, y luego su hijo Cosme. Los Médici controlaban el banco más grande de Europa y una gran variedad de negocios en Florencia y otros lugares. En 1433, los Albizzi lograron que Cosme fuera exiliado. Sin embargo, al año siguiente, se eligió una Signoria (gobierno) favorable a los Médici, y Cosme pudo regresar. Los Médici se convirtieron en la familia gobernante, posición que mantendrían durante los siguientes tres siglos. La ciudad fue una república hasta 1537, fecha que tradicionalmente marca el fin del Alto Renacimiento en Florencia. Pero los instrumentos del gobierno republicano estaban firmemente bajo el control de los Médici y sus aliados, excepto durante breves periodos después de 1494 y 1527. Cosme y Lorenzo solo ocuparon cargos oficiales en raras ocasiones, pero eran los líderes indiscutibles.

Archivo:Lorenzo de' Medici-ritratto
Retrato de Lorenzo el Magnífico, uno de los principales protectores del arte en el Renacimiento.

Cosme de Médici era muy popular entre los ciudadanos, especialmente por traer un periodo de estabilidad y prosperidad a la ciudad. Uno de sus logros más importantes fue negociar la Paz de Lodi con Francesco Sforza. Esto puso fin a décadas de guerra contra Milán y estabilizó casi todo el norte de Italia. Cosme también fue un importante mecenas artístico, tanto directamente como por el ejemplo que daba.

A Cosme le sucedió su hijo enfermo, Pedro, quien murió después de cinco años al mando de la ciudad. En 1469, el poder pasó al nieto de Cosme, Lorenzo, de veintiún años, quien sería conocido como "Lorenzo el Magnífico". Fue el primero de su familia en ser educado desde joven en la tradición humanística y es reconocido como uno de los protectores del arte más importantes del Renacimiento. Bajo Lorenzo, el gobierno de los Médici se formalizó con la creación de un nuevo Consejo de los Setenta, que él mismo presidía. Las instituciones republicanas continuaron, pero perdieron todo su poder. Lorenzo tuvo menos éxito en los negocios que sus antecesores, y el imperio comercial de la familia se fue debilitando lentamente. La alianza con Milán continuó, pero las relaciones con el papado empeoraron. En 1478, agentes papales aliados con la familia Pazzi intentaron asesinarlo. Aunque el intento falló, su hermano menor Juliano murió. La situación llevó a una guerra contra el papado y sirvió de justificación para que Lorenzo centralizara aún más el poder.

Uno de los poemas más conocidos de Lorenzo el Magnífico, Quant'e bella giovinezza, muestra con fuerza el espíritu renacentista de valorar y disfrutar el momento presente. Esto se oponía a la promesa futura de una vida eterna, que la filosofía medieval, basada en la religión, promovía para soportar las dificultades de esta vida.

La expansión del Renacimiento

Los ideales del Renacimiento se extendieron primero desde Florencia a los estados vecinos de Toscana, como Siena y Lucca. La cultura toscana pronto se convirtió en el modelo para todos los estados del norte de Italia, predominando en la región, especialmente en la literatura. En 1447, Francesco Sforza llegó al poder en Milán y transformó rápidamente la ciudad, que aún era medieval, en un centro de arte y conocimiento bajo la influencia de Leone Battista Alberti.

Venecia, una de las ciudades más ricas por su control del mar Mediterráneo, también se convirtió en un centro de la cultura del Renacimiento, especialmente en arquitectura. Ciudades más pequeñas copiaron el modelo de mecenazgo, desarrollando sus artes características: Ferrara, Mantua bajo los Gonzaga, Urbino bajo Federico da Montefeltro. En Nápoles, el Renacimiento se desarrolló bajo el apoyo de Alfonso I, quien conquistó la ciudad en 1443. Protegió a artistas como Francesco Laurana y Antonello da Messina, escritores como el poeta Jacopo Sannazaro, y al estudioso humanista Angelo Poliziano.

En 1378, el papado había regresado a Roma, pero la que alguna vez fue ciudad imperial siguió siendo pobre y casi en ruinas durante los primeros años del Renacimiento. La gran transformación comenzó bajo el Papa Nicolás V, elegido pontífice en 1447. Él inició un gran esfuerzo de reconstrucción que renovaría gran parte de la ciudad. El estudioso humanista Eneas Silvio Piccolomini se convirtió en Papa en 1458 con el nombre de Pío II. A medida que el control del papado pasó a manos de ricas familias del norte, como los Médicis y los Borja o Borgia, el espíritu del arte y la filosofía del Renacimiento dominó la Santa Sede. El Papa Sixto IV continuó el trabajo de Nicolás V, ordenando la construcción de la Capilla Sixtina. Los papas también comenzaron a aumentar el control secular de los estados papales, lo que llevó a un poder centralizado a través de varios "papas guerreros".

La naturaleza del Renacimiento cambió a finales del siglo XV. Sus ideales habían sido completamente adoptados por la clase gobernante y la aristocracia. Al principio del Renacimiento, los artistas todavía eran vistos como artesanos con poco prestigio o reconocimiento. A principios del siglo XVI, los artistas principales ganaron gran influencia y podían recibir grandes fortunas. Se desarrolló un floreciente comercio artístico. Mientras que al principio del Renacimiento la mayoría de los artistas importantes eran de clase media o baja, cada vez más a menudo se convirtieron en aristócratas.

El Renacimiento y las clases sociales

Como movimiento cultural, el Renacimiento italiano afectó solo a una pequeña parte de la población. El norte de Italia era la región más urbanizada de Europa, pero tres cuartas partes de los habitantes eran campesinos. Para este sector de la población, la vida se había mantenido sin cambios en relación con la Edad Media. El feudalismo clásico nunca había sido importante allí, y los campesinos trabajaban principalmente en granjas privadas o como pequeños propietarios. Algunos estudiosos ven una tendencia a que el feudalismo regresara en el Renacimiento tardío, cuando las élites urbanas se convirtieron en aristócratas terratenientes.

En las ciudades, la situación era bastante diferente. Estaban dominadas por una élite comercial, que era tan exclusiva como la aristocracia de cualquier reino medieval. Fue este grupo el que impulsó la cultura renacentista. Debajo de ellos había una gran clase de artesanos y miembros de gremios que vivían cómodamente y tenían un poder significativo en los gobiernos republicanos. Esto contrastaba mucho con el resto de Europa, donde los artesanos no superaban las clases bajas.

Educados y cultos, los artesanos italianos participaban en la cultura renacentista. La mayor parte de la población urbana eran los pobres, formados principalmente por trabajadores poco cualificados y desempleados. Al igual que con los campesinos, el Renacimiento tuvo poco efecto en ellos. Los historiadores debaten cuán fácil era para los pobres ascender socialmente durante el Renacimiento italiano. Se pueden encontrar ejemplos de personas que surgieron de orígenes humildes, pero Burke señala que los dos estudios principales en esta área demostraron que el Renacimiento no contribuyó a la movilidad social. La mayoría de los investigadores piensan que en las primeras etapas del Renacimiento la movilidad era bastante alta, pero se fue perdiendo a lo largo del siglo XV. La desigualdad social era significativa. Una persona de clase alta tenía ingresos cientos de veces mayores que los de un sirviente o un trabajador. También se considera que, en algunos aspectos, esta desigualdad favoreció el desarrollo propio del Renacimiento, ya que la gran riqueza de algunos permitió el desarrollo del mecenazgo.

El Renacimiento, en resumen, no fue un periodo de grandes cambios sociales o económicos, sino de desarrollo cultural e ideológico. Afectó solo a una pequeña parte de la población. Incluso varios historiadores, especialmente los que apoyan el materialismo histórico, sostienen que el Renacimiento no fue tan importante en la historia humana, y usan en su lugar el concepto de "Europa moderna temprana".

El fin del Renacimiento italiano

El final del Renacimiento es tan difícil de precisar como su inicio. Para muchos, la llegada al poder en Florencia del monje Girolamo Savonarola en 1497 marca el fin del esplendor de la ciudad. Para otros, el regreso triunfante de los Médici representa el comienzo de la etapa artística tardía llamada manierismo. Savonarola llegó al poder durante un retroceso generalizado contra la forma de vida más libre y el lujo del Renacimiento. Su corto gobierno promovió la destrucción de muchas obras de arte en la "Hoguera de las vanidades" en el centro de Florencia. Con los Médici de nuevo en el poder, ahora como grandes duques de Toscana, la Contrarreforma en las iglesias continuó. En 1542 se fundó la Inquisición y pocos años después se creó el Index Librorum Prohibitorum, que prohibió muchas obras literarias renacentistas.

Archivo:GirolamoSavonarola
Girolamo Savonarola, en un retrato de 1498 por Fra Bartolomeo.

También fue importante el fin de la estabilidad, debido a una serie de invasiones extranjeras, conocidas como las Guerras italianas, que duraron varias décadas. Comenzaron en 1494 con la invasión francesa que devastó el norte de Italia y puso fin a la independencia de muchas ciudades-estado. Más dañino fue el saqueo de Roma, el 6 de mayo de 1527, por tropas alemanas y españolas. Esto interrumpió durante dos décadas el papel del papado como el principal protector del arte y la arquitectura del Renacimiento.

Mientras el Renacimiento italiano disminuía, el Renacimiento nórdico adoptaba muchos de sus ideales y transformaba sus estilos.

Muchos grandes artistas italianos decidieron emigrar. El ejemplo más notable fue Leonardo da Vinci, quien se trasladó a Francia en 1516. Pero equipos de artistas menos conocidos fueron invitados a transformar el castillo de Fontainebleau. Crearon la escuela del mismo nombre, que difundió el estilo del Renacimiento italiano en Francia. Desde Fontainebleau, los nuevos estilos, transformados por el manierismo, llevaron el Renacimiento a Amberes, y de allí a todo el norte de Europa.

Esta expansión hacia el norte también representó una tendencia más grande. Las rutas mediterráneas dejaron de ser las principales en el comercio europeo. En 1498, Vasco da Gama llegó a la India. A partir de ese momento, la ruta principal de productos de Oriente pasó por los puertos atlánticos de Lisboa, Sevilla, Nantes, Bristol y Londres. Estas regiones rápidamente superaron a Italia en riqueza y poder.

Cultura del Renacimiento

Literatura y poesía

La revolución de la literatura italiana en el siglo XIII ayudó a preparar el escenario para el Renacimiento. Durante parte de la Edad Media, en Italia, el lenguaje literario desarrollado en idioma común no logró imponerse al uso del latín. Fue a partir del siglo XIII cuando los autores italianos comenzaron a escribir principalmente en su lengua nativa, en lugar de las composiciones latinas que eran comunes hasta entonces. Alrededor de 1250, hubo un cambio importante en la poesía italiana. La corriente literaria del "Dolce Stil Novo" puso énfasis en el amor platónico en lugar del amor cortés, con escritores como Guittone d'Arezzo y Guido Guinizelli. Especialmente en poesía, los cambios principales ocurrieron en Italia décadas antes de que el Renacimiento comenzara realmente.

Archivo:Santi di Tito - Niccolo Machiavelli's portrait headcrop
Nicolás Maquiavelo (1469-1527), un hombre clave del Renacimiento, autor de El Príncipe. Detalle de un retrato pintado por Santi di Tito.

Con la invención de la imprenta en Venecia por Aldo Manucio, se empezaron a publicar cada vez más obras en italiano. Además, se imprimieron textos griegos y latinos, que fueron la base del Renacimiento italiano. El contenido de estos libros se expandió más allá de la teología para incluir obras de las épocas precristianas del Imperio romano y la antigua Grecia. Esto no significa que no se publicaran obras religiosas en este periodo: La divina comedia de Dante refleja una visión del mundo medieval. La cristiandad siguió siendo una influencia principal para artistas y autores, con los clásicos como segundo tema.

Al principio del Renacimiento italiano, la atención principal se centró en el estudio y la traducción de obras clásicas del latín y el griego. Sin embargo, los escritores no se conformaron con solo imitar a los autores antiguos. Muchos intentaron integrar los métodos y estilos de los antiguos en sus propias obras. Entre los romanos más copiados estaban Cicerón, Horacio, Salustio y Virgilio. Entre los griegos, Aristóteles, Homero y Platón, aunque en estos casos la influencia directa fue menor, ya que las obras no se conocieron en su idioma original hasta bien entrado el siglo XIV.

La literatura y poesía del Renacimiento también fueron muy influenciadas por las ciencias, la tecnología y la filosofía. El humanista Francesco Petrarca, figura clave en el renovado interés por la investigación, fue también un poeta exitoso que publicó varias obras importantes en ese género. Escribió poesía en latín, entre las que destacan la epopeya de las guerras púnicas, y una colección de sonetos de amor titulada "Canzoniere", dedicada a su amor, Laura. Fue el escritor de sonetos italianos más famoso, y las traducciones de su obra al inglés por parte de Thomas Wyatt, difundieron esta forma literaria en Inglaterra, donde fue empleada por William Shakespeare y muchos otros poetas.

Giovanni Boccaccio, discípulo de Petrarca, se convirtió en un escritor reconocido por sus propios méritos. Su obra principal, el Decamerón, es una colección de 100 cuentos narrados por 10 personas que escaparon a las afueras de Florencia para huir de la Peste negra durante 10 noches. Ha sido una fuente de inspiración para muchos autores renacentistas, incluyendo a Geoffrey Chaucer y William Shakespeare.

Además de la cristiandad, la antigüedad clásica y el conocimiento, una cuarta influencia en la literatura del Renacimiento fue sin duda la política. Las obras más famosas del filósofo político Nicolás Maquiavelo fueron su "Historia de Florencia" y "El Príncipe". Este último es tan conocido en la sociedad occidental que el término "maquiavélico" es sinónimo del pragmatismo político que el libro sugiere. Sin embargo, la mayoría de los expertos argumentan que Maquiavelo en realidad no compartía las tácticas expuestas a veces con sarcasmo en su libro, por lo que "maquiavélico" resulta un término inapropiado. De cualquier forma, El Príncipe, junto con varios otros libros renacentistas, sigue siendo una obra literaria influyente hasta nuestros días.

Ciencia y filosofía

Uno de los papeles de Petrarca fue como fundador de un nuevo método de estudio, el humanismo renacentista. El humanismo es una filosofía optimista que ve al ser humano como un ser sensible y racional, con la capacidad de pensar y decidir por sí mismo. Esto se opuso a la visión de la Iglesia católica que presentaba al espíritu como la única realidad absoluta, luego transformada en una ideología mística. El humanismo ve al ser humano como inherentemente bueno por naturaleza, en contraste con la visión cristiana del pecado original que debe ser redimido. Esto provocó un fuerte debate sobre la naturaleza de la realidad y ayudó a comprender la historia más allá de la historia cristiana.

Archivo:Petrarch by Bargilla
Petrarca, del Ciclo de hombres y mujeres famosos. ca. 1450. Parte de un fresco. 247 x 153 cm. Galería de los Uffizi, Florencia, Italia. Artista: Andrea di Bartolo di Bargilla (1423–1457).

Petrarca promovió el estudio de los clásicos latinos y siempre llevaba consigo su copia de Homero, aunque fuera para encontrar a alguien que le enseñara a leer griego. Un paso esencial en la educación humanística fue propuesto por estudiosos como Pico della Mirandola. Ellos buscaron muchos manuscritos olvidados, conocidos solo por su fama. Este esfuerzo fue apoyado en gran parte por la riqueza de los patricios italianos, príncipes comerciantes y gobernantes, que invirtieron grandes sumas en la construcción de bibliotecas. Se puso de moda descubrir el pasado, una búsqueda apasionada que se convirtió en uno de los objetivos sociales más importantes. "Voy", dijo Ciríaco de Ancona, "Voy a despertar a la muerte".

Cuando se consiguieron las obras griegas, se encontraron los manuscritos, se organizaron bibliotecas y museos, y la imprenta estaba naciendo. Las obras de la antigüedad fueron traducidas del griego y el latín a los idiomas modernos de toda Europa. Encontraron una clase media receptiva, que existía, como Shakespeare, "con poco latín y menos griego".

Mientras que la filosofía, el arte y la literatura se desarrollaron mucho en el Renacimiento, esta época suele verse como un retroceso en temas científicos. La admiración por las fuentes clásicas mantuvo la visión aristotélica y ptolemaica del universo. El humanismo enfatizó que la naturaleza debía ser vista como una creación espiritual no gobernada por leyes matemáticas. Al mismo tiempo, los filósofos perdieron mucho de su rigor, y las reglas de la lógica deductiva se consideraron menos importantes que la intuición y la emoción.

No sería hasta la expansión del Renacimiento por el norte de Europa que la ciencia reviviría, con figuras como Copérnico, Francis Bacon y Descartes.

Escultura y pintura

En pintura, el inicio del realismo de Giotto, con sus figuras tridimensionales en un espacio lógico y su interés humanista en expresar la personalidad individual en lugar de los modelos góticos tardíos, fue seguido por un regreso a las costumbres conservadoras del gótico tardío.

Archivo:Last judgement
Detalle del Juicio Final por Miguel Ángel.

El Renacimiento italiano en pintura comenzó en Florencia con los frescos de Masaccio. Luego siguieron las pinturas sobre tabla y frescos de Piero della Francesca y Paolo Uccello.

Todos ellos comenzaron a mejorar el realismo de sus obras utilizando nuevas técnicas de perspectiva. Esto les permitía representar de forma más auténtica el mundo tridimensional en dos dimensiones. Piero della Francesca escribió tratados sobre perspectiva científica. La creación de espacios creíbles permitió a los artistas mejorar la representación del cuerpo humano en paisajes naturales. Las figuras de Masaccio tienen una cualidad plástica desconocida hasta esa época. Comparadas con el aspecto plano de la pintura gótica, estas obras eran revolucionarias.

A principios del siglo XVI, especialmente en el norte de Italia, los artistas también comenzaron a usar nuevas técnicas para manejar la luz y la sombra. Esto se ve en los contrastes evidentes usados en varios retratos de Tiziano, y en el desarrollo del esfumado y el claroscuro por Leonardo da Vinci y Giorgione. Esta época también vio aparecer los primeros temas no religiosos.

Se ha discutido si el interés por lo no religioso en el Renacimiento, debido a la presencia de algunas pinturas mitológicas, ha sido exagerado por escritores de principios del siglo XIX como Jacob Burckhardt. Uno de los principales pintores cuyas obras no religiosas han llegado hasta nuestros días es Botticelli, conocido por su profunda religiosidad (fue seguidor de Savonarola) y por su producción general llena de obras de temas religiosos.

En escultura, el estudio de Donatello sobre las obras de la antigüedad llevó al desarrollo de posiciones clásicas y temas de figuras humanas. Su segunda escultura del "David" fue la primera figura humana en bronce creada en Europa desde el Imperio romano. El progreso logrado por Donatello influyó en toda la producción posterior.

Pero el gran genio del arte escultórico es Miguel Ángel. Es al mismo tiempo un notable arquitecto y pintor, pero se comporta, sobre todo, como escultor. Se puede decir que todo lo reduce a la escultura. Los elementos arquitectónicos que él usaba tienen el mismo impulso que los grandes músculos de sus figuras. El David de 1504 es también un estudio de figura humana. Esta obra es más realista que la de Donatello y tiene mayor intensidad emocional. Ambas esculturas están en posición de contrapposto, con su peso apoyado en una pierna.

La etapa conocida como Alto Renacimiento representa la culminación de los objetivos del periodo temprano. Especialmente, la representación perfecta de las figuras en un espacio bien diseñado, con movimiento creíble y un estilo apropiado y elegante. Los pintores más famosos de esta época son: Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel. Sus imágenes están entre las obras de arte más conocidas del mundo. La Última cena de Leonardo, La escuela de Atenas de Rafael o el techo de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, son ejemplos clave de este periodo.

La pintura del Alto Renacimiento evolucionó hacia el manierismo (1520-1580), especialmente en Florencia. Los artistas manieristas, que conscientemente se rebelaron contra los principios del Alto Renacimiento, intentaron representar figuras alargadas en espacios ilógicos.

Los estudiosos modernos han reconocido la capacidad del arte manierista para combinar emociones fuertes (y a menudo religiosas) donde el Renacimiento no lo logró. Algunos de los principales artistas de este periodo son Pontormo, Rosso Fiorentino, Parmigianino y el alumno de Rafael, Giulio Romano.

Archivo:002Tempietto-San-Pietro-in-Montorio-Rome
Templete de San Pedro en Montorio, por Bramante, Roma, 1502.

Arquitectura

El estilo renacentista, introducido en Italia por un monumento revolucionario aunque incompleto en Rímini, obra de Leone Battista Alberti, se desarrolló sin embargo en Florencia. Algunos de los edificios más antiguos que muestran características renacentistas son la Iglesia de San Lorenzo en Florencia y la Capilla Pazzi, ambas de Filippo Brunelleschi. El interior de Santo Spirito expresa una nueva sensación de luz, claridad y amplitud de espacio, que es típica del Renacimiento temprano en Italia. Su arquitectura refleja la filosofía del humanismo, la iluminación y claridad mental en oposición a la oscuridad y espiritualidad de la Edad Media. La revitalización de la antigüedad clásica puede ilustrarse bien con el Palazzo Ruccelai. Aquí las pilastras siguen la superposición de órdenes clásicos, con capiteles dóricos en el piso bajo, jónicos en el piano nobile y corintios en los pisos superiores.

Archivo:Petersdom von Engelsburg gesehen
Basílica de San Pedro. La cúpula, terminada en 1590, fue diseñada por Miguel Ángel, arquitecto, pintor y poeta.

En Milán, Alberti anticipó el diseño en el nuevo estilo antiguo con su proyecto para la Basílica de Sant'Andrea de Mantua, que no se inició hasta 1472, después de su muerte.

El Alto Renacimiento se presentó en Roma en 1502 con el Templete de San Pedro en Montorio por Donato Bramante y su original planta central para la Basílica de San Pedro en 1506. Esta última fue el encargo arquitectónico más notable de la época, influenciada por casi todos los artistas renacentistas de renombre, incluyendo a Miguel Ángel y Giacomo della Porta. El inicio del Renacimiento en 1550 estuvo marcado por el desarrollo de un nuevo orden de columnas, creación de Andrea Palladio; el estilo colosal, donde columnas de dos o más pisos de altura decoraban las fachadas.

Música

Aunque los musicólogos suelen agrupar la música del trecento con el último periodo medieval, presenta características que la hacen similar al Renacimiento temprano de varias maneras. Hay un énfasis creciente en el uso de fuentes, estilos y formas no religiosas, una difusión de la cultura fuera de las instituciones de la iglesia hacia la nobleza, e incluso hacia la gente común, y un rápido desarrollo de técnicas completamente nuevas.

Las formas principales fueron el madrigal del trecento, la música "da caccia", y la balada. En general, el estilo musical del periodo a veces se etiqueta como "ars nova" italiano.

Desde principios del siglo XV hasta mediados del siglo XVI, el centro de innovación en música sacra estuvo en los Países Bajos. Muchos compositores talentosos llegaron a Italia desde esas regiones. Muchos de ellos cantaron en el coro papal en Roma, o en los coros de las numerosas capillas de la aristocracia en Roma, Florencia, Milán, Ferrara y otros lugares. Trajeron su estilo polifónico, influyendo en muchos compositores nativos durante su estancia en Italia.

Las formas predominantes de música de iglesia durante esta época fueron las misas y los motetes. Con mucho, el compositor más famoso de música sacra en la Italia del siglo XVI fue Palestrina, el miembro más destacado de la Escuela romana. Su estilo polifónico suave y emocionalmente fresco definiría el sonido de finales del siglo XVI. Otros compositores italianos de finales de siglo se concentraron en componer las formas principales de música secular del periodo, el madrigal. Durante al menos cien años, estas obras no religiosas para múltiples cantantes se distribuyeron por toda Europa. Algunos de los principales compositores de madrigales fueron Jacques Arcadelt, al principio del periodo, Cipriano de Rore a mediados de siglo, y Luca Marenzio, Philippe de Monte, Carlo Gesualdo y Claudio Monteverdi hacia finales de esta época.

Italia también fue un centro de innovación en música instrumental. A principios del siglo XVI se valoró mucho la improvisación en teclados, y aparecieron numerosos compositores de música para tecladistas virtuosos. Muchos instrumentos musicales fueron inventados o mejorados en esta época, como el violín, cuyos primeros modelos comenzaron a usarse a mediados del siglo XVI.

A finales del siglo XVI, Italia era el centro musical de Europa. Casi todas las innovaciones que definirían la transición a la Música barroca se originaron en el norte de Italia en las últimas décadas del siglo. En Venecia, el estilo policoral veneciano producido por la Escuela Veneciana (música), y su música instrumental asociada, fueron copiados en Alemania. En Florencia, la camerata florentina desarrolló la monodia, importante precursora de la ópera, que aparecerá por primera vez alrededor de 1600.

La vanguardia manierista de la escuela de Ferrara, que llegó a Nápoles a través de la música de Carlo Gesualdo, sería la etapa final de la música vocal polifónica del Renacimiento.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Italian Renaissance Facts for Kids

kids search engine
Renacimiento italiano para Niños. Enciclopedia Kiddle.