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Escuela de Salamanca para niños

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Archivo:Class at Salamanca
Alumnos en un aula de la Universidad de Salamanca, siglo XVII.

La Escuela de Salamanca es el nombre que se le da a un importante grupo de pensadores, principalmente profesores de la Universidad de Salamanca. Ellos impulsaron un gran cambio en el pensamiento durante el Siglo de Oro español. Su trabajo, especialmente el de Francisco de Vitoria, tuvo una gran influencia.

Esta escuela fue muy importante para la cultura occidental. Sus ideas ayudaron a entender la primera globalización, que fue cuando el Imperio español se expandió por el mundo. Gracias a ellos, se crearon las bases del Derecho internacional moderno. Aunque su importancia fue enorme, no fue reconocida internacionalmente hasta mucho tiempo después. Esto se debió a razones políticas e ideológicas.

En el siglo XX, el trabajo de Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca fue redescubierto. Se crearon cátedras y se publicaron libros importantes sobre su legado. Esto ayudó a que sus ideas sobre el derecho y la economía fueran valoradas en todo el mundo.

¿Qué fue la Escuela de Salamanca?

Un cambio en el pensamiento del siglo XVI

Desde principios del siglo XVI, las ideas sobre el ser humano, Dios y el mundo estaban cambiando mucho. Esto fue por el Humanismo renacentista, la reforma protestante y los nuevos descubrimientos geográficos. La llegada de la Edad Moderna trajo una nueva forma de ver al hombre en sociedad. La Escuela de Salamanca analizó estos desafíos con ideas frescas.

Pensadores como Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Martín de Azpilcueta y Francisco Suárez fueron clave. Eran teólogos y juristas que unieron las ideas antiguas de Tomás de Aquino con el nuevo orden social y económico. Se enfocaron en los problemas prácticos del ser humano: la moral, la economía y las leyes. Aunque tenían debates y diferencias, esto demostraba la vitalidad de sus ideas.

Dos grupos importantes: Salmanticenses y Conimbricenses

Por la gran variedad de temas que trataron, se suelen distinguir dos grupos principales dentro de la Escuela. Los salmanticenses eran de la Universidad de Salamanca. Empezaron con Francisco de Vitoria y alcanzaron su punto más alto con Domingo de Soto. La mayoría de ellos eran de la orden de los dominicos.

El segundo grupo, los conimbricenses, eran de la Universidad de Coímbra en Portugal. Estaban formados por jesuitas que continuaron el trabajo intelectual de los dominicos a finales del siglo XVI. Entre ellos destacaron Luis de Molina y Francisco Suárez.

Ideas sobre la Teología y la Moral

La teología al servicio de la sociedad

En el Renacimiento, la teología (el estudio de Dios y la religión) estaba perdiendo fuerza frente al Humanismo renacentista. La escolástica, una forma de pensar de la Edad Media, se había vuelto repetitiva. Sin embargo, la Universidad de Salamanca, con Francisco de Vitoria, revivió la teología. La hicieron más práctica y útil para resolver los problemas de la sociedad. Por eso, a veces se le llamaba "teología positiva".

¿Cómo se analizaba la moralidad?

En esa época, la religión influía en todo. Estudiar la moralidad de las acciones era muy importante para ayudar a la sociedad. Las ideas originales de la Escuela de Salamanca sobre el derecho y la economía nacieron de la necesidad de resolver dilemas morales.

Con el tiempo, se encontraron respuestas a muchos problemas morales. Pero como no se podían cubrir todos los casos, buscaron una regla más general. Así nació el probabilismo. Esta idea decía que, si no estabas seguro de qué era lo correcto, podías seguir una opinión probable que te diera seguridad de no equivocarte. Bartolomé de Medina y Francisco Suárez fueron importantes en su desarrollo.

¿Por qué existe el mal en el mundo?

Una idea muy innovadora de los pensadores de Salamanca fue que una persona puede hacer el mal incluso si conoce a Dios. Y también puede hacer el bien aunque no lo conozca. Esto era muy importante para tratar con personas de otras religiones. No ser cristiano no significaba ser una mala persona.

Vitoria también intentó explicar la existencia del mal. Era difícil creer que Dios pudiera ser infinitamente bueno y poderoso al mismo tiempo si el mal existía. Vitoria explicó que esto se debe al libre albedrío humano. Dios nos dio la libertad de elegir, y por eso, las personas pueden decidir hacer el mal.

Debates sobre la libertad y la gracia divina

A finales del siglo XVI, hubo un gran debate entre jesuitas y dominicos. Se preguntaban cómo se podía combinar el libre albedrío (la libertad de elegir) con la omnipotencia de Dios (su poder ilimitado). Este debate se llamó la Polémica de auxiliis.

Domingo Báñez, un dominico, acusó a Fray Luis de León de dar demasiada importancia a la libertad humana. Esto sonaba a una idea antigua llamada pelagianismo, que decía que el hombre podía salvarse sin la ayuda de Dios. Por otro lado, Fray Luis de León acusó a Báñez de seguir las ideas de Martín Lutero, que decían que el hombre estaba totalmente corrompido por el pecado y no podía elegir el bien.

La polémica continuó con Luis de Molina y su libro Concordia liberi arbitrii cum gratiae donis (1588). Finalmente, en 1607, el Papa Paulo V permitió que tanto jesuitas como dominicos defendieran sus ideas, siempre que no las llamaran herejías.

Ideas sobre el Derecho y la Justicia

La Escuela de Salamanca cambió la forma de entender el derecho. Por primera vez, se habló mucho de la libertad humana. Los derechos naturales de las personas se volvieron el centro de atención. Esto incluía derechos sobre el cuerpo (como la vida y la propiedad) y sobre el espíritu (como la libertad de pensamiento y la dignidad).

¿Qué son los derechos naturales y humanos?

La Escuela de Salamanca renovó el concepto de Derecho natural. Este derecho nace de la propia naturaleza. Si todos los seres humanos comparten la misma naturaleza, entonces también tienen los mismos derechos, como la igualdad y la libertad. Como vivimos en sociedad, la ley natural también se aplica a la comunidad. La justicia, por ejemplo, es una ley natural que se vive en sociedad.

Gracias a estas ideas, se reconoció que los indígenas de América tenían derechos. Se les consideró dueños legítimos de sus tierras y con derecho a no ser obligados a cambiar de religión. Esto fue muy novedoso para la época.

¿De dónde viene el poder del gobernante?

La Escuela de Salamanca separó el poder del rey o emperador (natural o civil) del poder del Papa (sobrenatural). Esto significaba que el rey no tenía poder sobre las almas, y el Papa no tenía poder sobre los gobiernos. También propusieron que el poder del gobernante tiene límites.

Según Luis de Molina, una nación es como una empresa donde los gobernantes son administradores. El poder real reside en el pueblo, no en el gobernante por designio divino. Francisco Suárez fue uno de los más importantes en defender esta idea. En su obra Defensio Fidei Catholicae adversus Anglicanae sectae errores (1613), dijo que los hombres nacen libres y no son siervos de nadie. Por lo tanto, pueden desobedecer e incluso quitar a un gobernante injusto.

Para Suárez, el poder político de la sociedad nace de un acuerdo entre las personas libres. Esto significa que la forma de gobierno natural es la democracia. La oligarquía (gobierno de unos pocos) o la monarquía (gobierno de un rey) son justas solo si el pueblo las ha elegido.

El derecho entre naciones

Francisco de Vitoria fue pionero en desarrollar una teoría moderna sobre el ius gentium (derecho de gentes). Él pensó que las relaciones entre países también deben regirse por normas justas y respetar los derechos de todos. El bienestar de todo el mundo es más importante que el bienestar de un solo país. Esto significaba que las relaciones entre estados debían basarse en el derecho y la justicia, no en la fuerza.

Francisco Suárez distinguió entre ius inter gentes (derecho entre naciones, como el derecho internacional moderno) y ius intra gentes (derecho dentro de cada nación, como el derecho civil).

¿Cuándo es justa una guerra?

La guerra es uno de los peores males. Por eso, los pensadores de la Escuela de Salamanca dijeron que solo se puede recurrir a ella para evitar un mal mayor. Siempre es mejor llegar a un acuerdo que empezar una guerra. Una guerra es justa si:

  • Es en defensa propia y hay posibilidades de ganar.
  • Es preventiva contra un tirano que va a atacar.
  • Es para castigar a un enemigo culpable.

Pero una guerra justa también debe cumplir otros requisitos:

  • La respuesta debe ser proporcional al daño. No se puede usar más violencia de la necesaria.
  • El gobernante debe declararla, pero si la gente se opone, es injusta. Si el gobernante quiere una guerra injusta, es mejor quitarlo del poder.
  • Una vez que la guerra empieza, hay límites morales. No se puede atacar a inocentes ni matar rehenes.
  • Es obligatorio intentar todas las opciones de diálogo antes de ir a la guerra. La guerra es el último recurso.

Las guerras para expandir territorios, robar, convertir a la fuerza o por gloria son injustas.

La conquista de América

España fue el único país europeo donde un grupo de intelectuales se preguntó si la conquista de América era legítima. Esto llevó a la famosa discusión de los "justos títulos". Un momento importante fue la Junta de Valladolid (1550-1551), un debate entre Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas. Varios alumnos de Vitoria, como Domingo de Soto y Melchor Cano, también participaron.

Francisco de Vitoria empezó su análisis rechazando los títulos ilegítimos. Fue el primero en decir que las bulas del Papa Alejandro VI (que daban las tierras descubiertas a España) no eran un título válido. Tampoco aceptaba que el emperador o el Papa tuvieran autoridad sobre los indígenas, ni que se les pudiera obligar a convertirse. Los indígenas eran libres por naturaleza y dueños de sus propiedades. Los españoles no tenían un título legítimo para ocupar esas tierras.

Vitoria también buscó motivos que pudieran justificar algún tipo de dominio. Encontró ocho títulos legítimos. El primero y más importante era el derecho de comunicación entre los seres humanos. El ius peregrinandi et degendi es el derecho de toda persona a viajar y comerciar por el mundo, sin importar quién gobierne o la religión. Si los indígenas impedían este paso, los españoles tenían derecho a defenderse y quedarse con los territorios ganados en esa guerra.

Otro título era el derecho de los españoles a predicar su religión. Si los indígenas lo impedían, también podía ser causa de guerra justa. Sin embargo, Vitoria advirtió que esto podría causar muchas muertes y no siempre era lo mejor.

Otros títulos menos importantes eran:

  • Si los gobernantes paganos obligaban a los conversos a volver a su antigua religión.
  • Si había suficientes cristianos conversos, el Papa podía darles un gobernante cristiano.
  • Si había tiranía o daño a inocentes (como sacrificios).
  • Para ayudar a aliados atacados, como los tlaxcaltecas contra los aztecas.
  • El último título, que Vitoria consideró dudoso, era la falta de leyes justas, jueces o técnicas agrícolas. En este caso, siempre debía ser con caridad y para el beneficio de los indígenas.

Estas ideas no gustaron al rey Carlos I, porque significaban que España no tenía un derecho especial sobre América. Intentó, sin éxito, que los teólogos dejaran de opinar sobre estos temas.

Ideas sobre la Economía

La Escuela de Salamanca es muy conocida hoy por sus estudios sobre la economía. Joseph Schumpeter, un famoso historiador económico, los llamó los "fundadores de la ciencia económica". Aunque no crearon una doctrina económica completa, sí establecieron las primeras teorías económicas modernas para los nuevos problemas de su tiempo. Lamentablemente, muchas de sus ideas se olvidaron y fueron redescubiertas siglos después.

¿Por qué se interesaron en la economía?

En 1517, Francisco de Vitoria fue consultado por comerciantes sobre si era moralmente correcto comerciar para ganar dinero. Desde entonces, Vitoria y otros teólogos empezaron a estudiar los asuntos económicos. Se alejaron de ideas antiguas y buscaron nuevos principios basados en la ley natural.

Ellos creían que el orden natural se basa en la libre circulación de personas, bienes e ideas. Esto permitía que las personas se conocieran y aumentaran la hermandad. Por lo tanto, los comerciantes no solo no eran malos, sino que hacían un servicio importante para el bienestar de todos.

La propiedad privada

En la Edad Media, algunas órdenes religiosas criticaban la acumulación de riquezas. Pero los dominicos, y Tomás de Aquino en particular, defendían que la propiedad privada era una institución humana neutral.

Los pensadores de Salamanca estuvieron de acuerdo en que la propiedad privada ayuda a la actividad económica y al bienestar general. Diego de Covarrubias dijo que los dueños no solo tenían derecho sobre sus bienes, sino también sobre los beneficios que estos pudieran generar. Sin embargo, aclaró que en momentos de gran necesidad, todas las cosas deben ser comunes.

Luis de Molina pensó que la propiedad privada era buena porque los bienes se cuidan mejor cuando tienen un dueño.

Dinero, valor y precio justo

Martín de Azpilcueta fue uno de los que más estudió el valor de las cosas. Observó que en los países donde había menos metales preciosos (oro y plata), los precios eran más bajos. Esto significaba que el dinero valía menos cuanto más abundante era. Así, desarrolló una idea que se adelantó a la teoría cuantitativa del dinero, que explica cómo la cantidad de dinero afecta los precios.

La idea antigua decía que el precio justo era el costo de producción. Pero Luis de Alcalá, Diego de Covarrubias y Luis de Molina desarrollaron una teoría diferente. Ellos dijeron que el valor de un bien depende de la utilidad que le da a cada persona. Por lo tanto, el precio justo sería el que se acordara libremente en un mercado sin engaños ni monopolios.

Sin embargo, esto no significaba que siempre estuvieran de acuerdo con cualquier precio. Para las cosas básicas, como la comida, Francisco de Vitoria dijo que no se podía exigir más de lo que valían. Si alguien necesitaba algo vital y se le cobraba un precio muy alto, eso era injusto.

En resumen, la teoría del valor de la Escuela de Salamanca tenía tres puntos clave:

  • El valor de las cosas no depende de su necesidad subjetiva, sino de su importancia objetiva.
  • El precio justo de las cosas necesarias para vivir se determina por la "estimación común" si hay mucha competencia (muchos vendedores y compradores).
  • El precio de las cosas necesarias para la vida humana puede y debe ser regulado por la ley.

El interés en los préstamos

La usura (cobrar interés por un préstamo) siempre había sido mal vista por la Iglesia. En la Edad Media, los préstamos eran para ayudar a alguien en necesidad. Cobrar interés en esas condiciones se consideraba inmoral.

Pero en el Renacimiento, el comercio creció y surgieron nuevos negocios. Los préstamos ya no eran solo para necesidades básicas, sino para invertir y producir. La Escuela de Salamanca encontró varias razones para justificar el cobro de interés:

  • La persona que recibía el préstamo obtenía un beneficio con ese dinero.
  • El interés podía ser una compensación por el riesgo de que el prestamista perdiera su dinero.
  • El prestamista perdía la oportunidad de usar ese dinero en otra cosa (costo de oportunidad).
  • El dinero se podía considerar una mercancía por la cual se podía obtener un beneficio (el interés).

Martín de Azpilcueta también consideró la influencia del tiempo. Es mejor recibir dinero ahora que en el futuro. Para que sea atractivo recibirlo después, la cantidad debe ser mayor. En este caso, el interés es el pago por el tiempo.

Otras áreas de estudio

Algunos miembros de esta Escuela también estudiaron las ciencias naturales. Domingo de Soto investigó la caída de los cuerpos. El astrónomo Jerónimo Muñoz estudió una supernova en 1572 y apoyó la idea de que la Tierra gira alrededor del Sol (sistema copernicano). Se cree que Galileo usó algunos de sus métodos de cálculo. El matemático portugués Pedro Nunes también fue profesor en Salamanca.

La Escuela de Salamanca en América

La Universidad de San Marcos de Lima en Perú y la Real y Pontificia Universidad de México se crearon siguiendo el modelo de la Universidad de Salamanca. Profesores formados en Salamanca, como Pedro Gutiérrez Flores y Francisco de León Garavito, llevaron el espíritu de renovación a América.

En la Universidad de México, Bartolomé Frías de Albornoz, quien se oponía a la esclavitud, fundó una cátedra importante. También fue relevante la fundación de la Universidad San Gregorio Magno en Quito, que continuó la tradición escolástica.

Miembros destacados

Hay un debate sobre quiénes pertenecen exactamente a la Escuela de Salamanca, pero Francisco de Vitoria es considerado la figura central. Se suelen dividir en tres grupos:

Primer grupo

Segundo grupo

Tercer grupo

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: School of Salamanca Facts for Kids

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