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Cicerón para niños

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Datos para niños
Cicerón
M. Tullius Cicero, Capitoline Museum, Rome (cropped).png
Busto de Cicerón en los Museos Capitolinos de Roma.

Cónsul de la República romana
en ejercicio del poder supremo
1 de enero de 63 a. C.-31 de diciembre de 63 a. C.
Junto con Cayo Antonio Híbrida
Predecesor Lucio Julio César
Gayo Marcio Fígulo
Sucesor Décimo Junio Silano
Lucio Licinio Murena

Información personal
Nombre de nacimiento Marco Tulio Cicerón
Nombre en latín M.Tullius M.f.M.n. Cor. Cicero
Nacimiento 3 de enero de 106 a. C.
Arpino
Fallecimiento 7 de diciembre de 43 a. C.
Formia
Causa de muerte Fue ejecutado
Religión Politeísta
Familia
Padres Marco Tulio Cicerón y Helvia
Cónyuge Terencia
Hijos Tulia y Marco Tulio Cicerón
Educación
Alumno de
Información profesional
Ocupación Escritor, Filósofo, Político y Orador
Alumnos Servio Sulpicio Rufo y Cayo Trebacio Testa
Movimiento Escepticismo académico
Obras notables
  • De oratore
  • De re publica
  • De legibus
  • De officiis
  • De inventione
  • Catilinarias
  • Pro Archia Poeta
  • Paradoxa Stoicorum
  • Hortensio (Cicerón)
  • De finibus
  • Laelius de amicitia
  • De natura deorum
  • De divinatione
  • De fato
  • Orator ad Brutum
Partido político Optimates
Distinciones
  • Padre de la Patria

Marco Tulio Cicerón (nacido en Arpino el 3 de enero de 106 a. C. y fallecido en Formia el 7 de diciembre de 43 a. C.) fue un importante político, filósofo, escritor y orador de la antigua Roma. Es considerado uno de los más grandes oradores y escritores en latín de la República romana.

Cicerón es reconocido como uno de los autores más influyentes en la historia romana. Él ayudó a introducir las ideas de las famosas escuelas filosóficas griegas en el pensamiento romano. También creó muchas palabras en latín para hablar de filosofía. Fue un gran orador y un abogado muy respetado, y dedicó gran parte de su vida a la política. Hoy se le recuerda por sus escritos sobre temas humanos, filosóficos y políticos. Sus cartas, especialmente las que envió a Ático, son muy valoradas en la literatura europea por su estilo elegante.

Cicerón también fue un filósofo que escribió mucho para el público romano. Aunque estudió con maestros de varias escuelas filosóficas de su tiempo, siempre se sintió más cercano a la Academia de Atenas. Su filosofía es un ejemplo de eclecticismo, que es tomar lo mejor de diferentes ideas, y también ayudó a desarrollar la idea del derecho natural.

Fue un gran defensor del sistema republicano tradicional y se opuso a la dictadura de Julio César. Sin embargo, a veces cambiaba de opinión según la situación política. Después de la muerte de César, Cicerón se convirtió en un oponente de Marco Antonio en la lucha por el poder. Fue declarado enemigo del estado por el Segundo Triunvirato y fue ejecutado por soldados en el 43 a. C. mientras intentaba huir de Italia.

El redescubrimiento de las cartas de Cicerón por Petrarca a menudo se considera el inicio del Renacimiento y el humanismo en el siglo XIV. La influencia de Cicerón fue muy grande durante la Ilustración en el siglo XVIII, afectando a pensadores como John Locke, David Hume, Montesquieu y Edmund Burke. Sus obras son muy importantes en la cultura europea y siguen siendo una fuente clave para entender la historia romana, especialmente los últimos años de la República.

Vida y Legado de Cicerón

¿Cómo fue la formación de Cicerón?

Archivo:The Young Cicero Reading
El joven Cicerón leyendo. Fresco por Vincenzo Foppa. 1464. Brescia.

Cicerón nació el 3 de enero de 106 a. C. en Arpinum (Arpino), un pueblo a unos 110 kilómetros de Roma. Su familia era plebeya pero había ascendido a la clase de los caballeros. Su padre era un caballero con problemas de salud que no pudo dedicarse a la política, así que se quedó en el campo y se dedicó a la literatura. Su madre se llamaba Helvia y pertenecía a una familia importante. El origen de su apellido, Cicerón, que significa "garbanzo", no está claro. Algunos dicen que venía de un antepasado con una nariz con esa forma, o que su familia comerciaba con garbanzos.

Cuando era niño, lo enviaron a Roma para estudiar Derecho con los abogados más importantes de la época, como Escévola y Lucio Licinio Craso. Gracias a Craso, conoció a Arquias (Aulus Licinius Archias), un poeta de Antioquía que le enseñó mucho sobre la literatura griega y le hizo amar la poesía. Se cree que escribió su primer poema a los catorce años.

También tuvo maestros como Filón de Larisa y Diodoto, que le dieron una sólida formación en filosofía. Como todos los ciudadanos romanos, a los diecisiete años comenzó su servicio militar bajo las órdenes de Pompeyo Estrabón (padre de Pompeyo) durante la guerra Social (91-88 a. C.). Cuando terminó la guerra, en 81 a. C., retomó sus estudios.

A los veintisiete años se casó con Terencia, con quien tuvo dos hijos: Tulia (nacida en 79 a. C.) y Marco (nacido en 65 a. C.).

Su primera aparición como abogado fue ese mismo año con el caso Pro Quinctio, sobre un problema de herencia. En 79 a. C. pronunció el Pro Roscio Amerino, donde criticó de forma indirecta al dictador Sila. Su gran actuación, que logró la libertad de Roscio, le hizo pensar que era mejor alejarse de la ira de Sila por un tiempo. Por eso, viajó a Grecia entre 79 y 77 a. C.

Durante su viaje, estudió con Antíoco de Ascalón en Atenas y con Apolonio Molón en Rodas. En Atenas, también se hizo amigo de Ático, con quien mantuvo correspondencia toda su vida.

Gracias a sus muchos maestros, Cicerón aplicó diferentes ideas para resolver problemas éticos. Sus ideas sobre la moral eran cercanas al estoicismo, mientras que en el conocimiento defendía un escepticismo moderado. Todo esto llevó al eclecticismo en su obra, donde combinó las ideas clásicas y las reescribió en latín. Después de su formación, regresó a Roma en 77 a. C.

¿Cómo inició Cicerón su carrera política?

Cicerón comenzó su carrera política en 75 a. C. cuando fue elegido cuestor (el primer paso en la carrera política romana) en Lilibea (Sicilia). Sin embargo, fue en 70 a. C. cuando se hizo famoso por el juicio contra Verres. Cicerón representó a los sicilianos que acusaron a Verres, un exadministrador de la provincia, de corrupción y robo de obras de arte. El discurso de Cicerón fue tan fuerte que Verres, aunque tenía al mejor orador de la época como abogado, se exilió voluntariamente.

En 69 a. C. fue elegido edil y en 66 a. C., pretor. Ese mismo año, defendió una ley que proponía darle a Pompeyo el mando de la guerra contra Mitrídates. Su discurso, De Lege Manilia, lo alejó de los conservadores (optimates) que se oponían a la ley. En ese momento, Cicerón quiso liderar una "tercera vía", la de los "hombres buenos" (boni viri), entre los conservadores y los "reformistas" radicales (populares). Sin embargo, la aparición de líderes populares como César y Catilina lo llevó a acercarse de nuevo a los conservadores.

El año clave de su consulado: 63 a.C.

Cuando estaba más cerca de los optimates, Cicerón fue elegido cónsul en 63 a. C., superando a Catilina con la ayuda de su hermano Quinto. Con esto, se convirtió en el primer cónsul que no venía de una familia noble en treinta años, lo que molestó a algunos aristócratas.

Como cónsul, se opuso a un proyecto de ley del tribuno Rulo que quería crear una comisión con mucho poder para dividir tierras públicas. Cicerón logró que el otro cónsul, Híbrida, que estaba muy relacionado con Catilina, se mantuviera neutral al prometerle el gobierno de la provincia de Macedonia para el año siguiente. Su discurso De lege agraria contra Rullum hizo que la propuesta fuera rechazada.

Archivo:Cicerón denuncia a Catilina, por Cesare Maccari
Ciceron denuncia a Catilina, obra de Cesare Maccari (1840-1919).

Catilina, que perdió de nuevo en las elecciones consulares de octubre de 63 a. C., decidió organizar un golpe de Estado. Cicerón fue informado de esto. El 8 de noviembre, Cicerón denunció a Catilina en el Senado. Comenzó su discurso, la primera Catilinaria, diciendo:

Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? [¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?]

En ese mismo discurso, dijo una frase muy famosa:

O tempora, o mores! [¡Oh tiempos, oh costumbres!].

Catilina, sabiendo que lo detendrían pronto, se fue a Etruria para liderar a los rebeldes desde allí. En Roma, dejó a muchos cómplices para que organizaran el levantamiento en la ciudad.

El 9 de noviembre, Cicerón publicó otra Catilinaria y dijo que no habría castigo para los rebeldes que se entregaran de inmediato. Ese mismo día, los senadores aprobaron un decreto especial, el senatus consultum de re publica defendenda, que se usaba en tiempos de crisis. Este decreto permitía a los líderes del Estado reclutar tropas y tener todo el poder civil y militar.

La situación empeoró cuando Sulpicio y Catón acusaron a Licinio Murena, cónsul electo para 62 a. C., de comprar votos. Era imposible cancelar las elecciones y hacer otras nuevas. Por eso, Cicerón decidió defender a Murena en el juicio (Pro Murena).

Los conspiradores aprovecharon el juicio para reclutar más hombres. Contactaron con los alóbroges (un pueblo de la Galia) y les prometieron beneficios si iniciaban una revuelta. Pero los alóbroges decidieron avisar a los senadores. Cicerón les pidió que obtuvieran una copia escrita de las promesas de los traidores, y ellos lo hicieron. Con estas pruebas, Cicerón denunció públicamente a los cinco conspiradores, incluyendo al excónsul Léntulo Sura.

En un debate, los senadores, inspirados por la cuarta Catilinaria, ordenaron la ejecución de los rebeldes, sin darles derecho a un juicio. César propuso cadena perpetua, pero la opinión de Cicerón, apoyada por Catón, prevaleció. Catilina murió poco después en Pistoia.

Desde entonces, Cicerón quiso ser reconocido como el salvador del Estado. Catón lo llamó pater patriae ("padre de la patria"). Cicerón intentó que los romanos nunca olvidaran cómo actuó durante su consulado.

¿Qué desafíos enfrentó Cicerón en tiempos de crisis?

Archivo:Franciabigio, Ritorno di Cicerone dall'esilio, 1519-21 ca. (con integrazioni di a. allori nel 1578-82 ca.) 08
Regreso de Cicerón del exilio por Franciabigio (c. 1519-21)

En 62 a. C., después de la muerte de Catilina, Cicerón decidió retirarse un tiempo de la política, que estaba dominada por líderes ambiciosos. Esta pausa terminó en 60 a. C., cuando se opuso al triunvirato formado por César, Pompeyo y Craso. En 59 a. C., César intentó neutralizar a Cicerón nombrándolo encargado de repartir tierras en Campania a los soldados veteranos. Sin embargo, Cicerón pensó que era más prudente rechazar el puesto.

En marzo de 58 a. C., sus oponentes políticos, liderados por Pisón y Clodio (con quien se enemistó por un problema con un ritual religioso en 62 a. C.), lo acusaron de ejecutar ciudadanos romanos sin juicio durante su consulado. Presionaron a los senadores para que lo exiliaran a Dirraquio (Durazzo). Aunque algunos se opusieron a su destierro, Cicerón regresó a Italia el 5 de agosto de 57 a. C. gracias al apoyo de Milón.

Al regresar, Cicerón retomó su trabajo como abogado en los juicios contra Publio Sestio (Pro Sestio) y Celio (Pro Caelio), quienes estaban involucrados en disturbios causados por las bandas de Clodio y Milón. Cicerón quiso reconstruir su casa, y los senadores le dieron dinero para ello. Pero Clodio había construido un templo en su terreno, lo que causó problemas. Cuando Cicerón presionó para que se quitara el carácter sagrado del edificio, Clodio lo acusó de sacrilegio y ordenó a sus hombres que impidieran las obras e incendiaran la casa de su hermano. Finalmente, Pompeyo intervino para restaurar el orden.

Cicerón agradeció la ayuda de los triunviros con un discurso en el que apoyó la extensión por cinco años del gobierno de César en la Galia.

Archivo:(Venice) Pompey the Great, Museo Archeologico Nazionale
Busto de Pompeyo el Grande en el Museo Arqueológico Nacional de Venecia.

La lucha política se volvió muy violenta en las calles, con disturbios que afectaron las elecciones.

En 52 a. C., Clodio fue ejecutado en uno de estos altercados. Cicerón aceptó defender a Milón, acusado de ordenar la muerte de Clodio. Sin embargo, el ambiente político era tan tenso que Cicerón no pudo desempeñarse bien en el juicio y perdió. Milón evitó la condena exiliándose. Años más tarde, Cicerón publicó el Pro Milone, uno de sus discursos más famosos.

¿Cómo fue el gobierno de Cicerón en Cilicia?

En 53 a. C., el Senado estableció una regla para que pasaran cinco años entre el ejercicio de un cargo en Roma y el gobierno de una provincia. Esto era para evitar que los políticos recuperaran el dinero de sus campañas electorales explotando las provincias. Como faltaban líderes, en 51 a. C. los senadores decidieron enviar a ex-cónsules que habían rechazado provincias en el pasado. Cicerón, que había rechazado el gobierno de Macedonia, fue a Cilicia, una pequeña provincia romana en Asia Menor. Allí gobernó sin mucho entusiasmo, pero con honestidad. En ese momento, Cilicia incluía territorios como Licia, Panfilia, Pisidia, Licaonia y la recién anexada Chipre.

Cicerón aprovechó esta oportunidad para aplicar su ideal de cómo gobernar una provincia: con paz y justicia, especialmente en los impuestos. Visitó a los líderes de las poblaciones, eliminó impuestos injustos, moderó las tasas de interés excesivas y estableció buenas relaciones con Deiotaro I de Galacia y Ariobarzanes de Capadocia. También tuvo que sofocar una revuelta en el Monte Amanos, cerca de Siria, donde Antioquía estaba amenazada por ataques de los partos. Para ello, reclutó tropas y nombró a su hermano, un veterano de la guerra de las Galias, como su ayudante. Después de dos meses de asedio, tomó la ciudad de Pindenissus, el centro de la revuelta, lo que llevó a la rendición de los rebeldes. Al terminar el combate, los soldados aclamaron a Cicerón como imperator, lo que le permitía pedir la celebración de un triunfo en Roma.

Durante su gobierno, tuvo algunas diferencias con su cuestor Lucio Mescinio Rufo.

¿Cuál fue el papel de Cicerón en la guerra civil?

Archivo:Ciceron Vaux
Busto de Cicerón en el Palacio de Vaux-le-Vicomte, Maincy.

En 50 a. C., al regresar a Roma, Cicerón encontró una grave crisis política entre César y los conservadores liderados por Pompeyo. Cicerón se puso del lado de Pompeyo, aunque intentó no alejarse demasiado de César.

Cuando César invadió Italia (49 a. C.), Cicerón huyó de Roma como la mayoría de los senadores y se escondió en una de sus casas de campo. Sus cartas muestran su confusión y dudas. Consideraba que el conflicto era un desastre, sin importar quién ganara.

César, que quería reunir a los senadores moderados, le escribió y lo visitó en su villa, pidiéndole que regresara a Roma como mediador. Cicerón rechazó la propuesta, declarándose leal a Pompeyo, con quien finalmente se reunió en Epiro.

Después de la Batalla de Farsalia (48 a. C.), Cicerón regresó a Roma y se reconcilió con César. En una carta, explicó su papel durante la dictadura de César:

Si nadie se sirve de nosotros, escribiremos y leeremos sobre la constitución del Estado, y si no pudiéramos en la Curia y el Foro trataremos de servir a la patria con nuestros escritos y en nuestros libros.

Cicerón se retiró a su casa en Tusculum, donde se dedicó a escribir y a traducir obras griegas. En 46 a. C. se divorció de Terencia y poco después se casó con Publilia. La muerte de su hija mayor, Tulia (en febrero de 45 a. C.), a quien quería mucho, le causó una gran tristeza. Se divorció de nuevo al ver que Publilia se alegraba de la noticia del fallecimiento de su hijastra.

Su relación con César se hizo cada vez más distante. Cicerón se dio cuenta de que la República se estaba desintegrando y que esto llevaría a un ciclo de gobernantes destructivos.

Cicerón escribió un texto elogiando a Catón, a quien llamó "el último republicano", para distanciarse de la administración de César. César le respondió con una obra llamada Anticatón, que contenía acusaciones contra Catón. Cicerón elogió la calidad literaria del escrito.

En diciembre de 45 a. C., César y su grupo cenaron en la villa de Cicerón en Pozzuoli. Para consuelo de Cicerón, César quería una reunión relajada con una conversación interesante sobre temas literarios.

¿Cómo fue la oposición de Cicerón a Marco Antonio y su ejecución?

Archivo:La Mort de Cicéron - François Perrier - Bad Homburg
La muerte de Cicerón por François Perrier (1635).
Archivo:Fulvia y Marco Antonio, o La venganza de Fulvia (Museo del Prado)
Fulvia y Marco Antonio con la cabeza de Cicerón por Francisco Maura y Montaner (1888).

El 15 de marzo del año siguiente, César fue ejecutado. Cicerón no participó en esto. Aunque se sabía que se oponía a César, los que lo ejecutaron decidieron no contar con él por su conocida cautela. Después de la muerte de César, hubo una gran crisis política. Cicerón lideró al Senado, que propuso perdonar a los conspiradores para reducir la tensión, hasta que Antonio, cónsul y encargado del testamento de César, tomó el poder.

En abril, cuando el heredero de César, Octavio, regresó a Italia, Cicerón intentó usarlo contra Antonio, pero no tuvo éxito. Cinco meses después, publicó varios discursos, las catorce Philippicae o Filípicas, en las que atacaba fuertemente a Antonio.

Sin embargo, la situación política no era la misma que en 63 a. C. Sus Filípicas no tuvieron el mismo resultado que sus Catilinarias. El Senado, debilitado por las luchas y con muchos seguidores de Antonio, se negó a declarar a Antonio enemigo público. Un año después, Octavio y Antonio se reconciliaron en Módena y formaron un nuevo triunvirato con Lépido, que recibió plenos poderes.

Los triunviros no tardaron en eliminar a sus oponentes políticos. Octavio abandonó a su aliado y permitió que Antonio declarara a Cicerón como proscrito. El 7 de diciembre de 43 a. C., Antonio ordenó su ejecución. Su cabeza y sus manos fueron expuestas en el Foro, como era costumbre en tiempos de Sila y Mario. Cicerón no opuso resistencia a su ejecución. También fueron ejecutados su hermano, Quinto, y su sobrino. Solo sobrevivió su hijo Marco Tulio.

Sobre la muerte de Cicerón, se cuenta que Fulvia, la esposa de Marco Antonio, tomó la cabeza de Cicerón, le arrancó la lengua y la atravesó con sus pasadores de pelo, burlándose de él.

Al final de su decimocuarta Filípica, Cicerón había previsto la posibilidad de ser ejecutado por los oponentes de la República. Quiso dejar claro lo que había motivado toda su carrera política:

Un par de cosas solo ansío: la primera, dejar libre, a mi muerte, al pueblo romano; este será el mayor favor que puedan concederme los dioses inmortales; la segunda, que a cada cual le suceda lo que merezca según el bien o el mal que haya hecho a la república / Duo modo haec opto, unum ut moriens populum Romanum liberum relinquam (hoc mihi maius ad dis immortalibus dari nihil potest), alterum, ut ita cuique eveniat, ut de re publica quisque mereatur. (M. T. Cicerón, Philippicae, II, 119).

La Oratoria de Cicerón

Archivo:Cicero statue courthouse, Rome, Italy
Estatua de Cicerón en el Palacio de justicia de Roma, Italia.

La fama de Cicerón como orador creció aún más después de su muerte. Se le considera el más capaz de crear una teoría romana de la elocuencia, que era una forma de expresión y una herramienta política.

Cicerón habló de la oratoria en muchas de sus obras, tanto educativas como teóricas e históricas, como en Bruto, donde describe la historia de los oradores romanos más famosos hasta César.

La Filosofía de Cicerón

Cicerón también fue un filósofo que escribió mucho para el público romano. Aunque tuvo maestros de varias escuelas filosóficas de su tiempo (como el platonismo, el peripatetismo, el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo), siempre se sintió más cercano a la Academia de Atenas. En su juventud, estudió con Filón de Larisa, Diodoto, Posidonio y Antíoco. También fue alumno de los epicúreos Zenón de Sidón y Fedro. A pesar de ser un crítico del epicureísmo, se dice que Cicerón editó el poema De rerum natura del epicúreo Lucrecio.

La filosofía de Cicerón es un gran ejemplo del eclecticismo de Antíoco. Esta escuela filosófica se caracteriza por no seguir una sola idea, sino por combinar teorías del estoicismo, escepticismo y peripatetismo. La filosofía de Cicerón se centró en muchos temas, como la diferencia entre la ley civil y la ley natural. Cicerón también creó muchos términos filosóficos en latín y desarrolló la filosofía política del derecho natural. Tuvo una gran influencia en filósofos posteriores como Agustín de Hipona.

¿Cómo llegó la filosofía griega a Roma?

A los romanos no les interesaba mucho la filosofía al principio. Roma empezó a recibir ideas filosóficas griegas a principios del siglo II a. C. con cierta desconfianza. Sin embargo, algunos aristócratas, como los Escipiones, mostraron interés.

Una de las primeras corrientes filosóficas en llegar a Roma fue el epicureísmo, cuyas ideas chocaron con las antiguas costumbres romanas. Los senadores no querían que la gente, especialmente los jóvenes, dedicaran su tiempo a estudios que solo buscaran el ocio y la indiferencia hacia la vida real. Por eso, en 173 a. C., dos filósofos epicúreos fueron expulsados de Roma. En 161 a. C., se permitió a los pretores expulsar a filósofos y oradores epicúreos.

El estoicismo, en cambio, fue bien recibido en Roma, con Panecio de Rodas como su principal representante. Él influyó mucho en personas importantes como Escipión Emiliano. Otras ideas filosóficas también llegaron a Roma y tuvieron seguidores. A finales del siglo II a. C., aparecieron las primeras obras filosóficas escritas en latín. El éxito de estos libros fue tal que el epicureísmo se extendió rápidamente. Después de que Sila tomara Atenas en 87 a. C., los escritos de Aristóteles fueron llevados a Roma. Lúculo reunió una gran biblioteca con obras de filosofía griega. Al mismo tiempo, los romanos vieron llegar a su ciudad a representantes de las principales escuelas de Grecia.

La filosofía de Cicerón sirvió de puente entre la filosofía griega y la romana. Cicerón fue uno de los primeros autores romanos en escribir obras de filosofía en latín. Se le conoce como "Cicerón traductor de los griegos" por los términos filosóficos que inventó en latín a partir de palabras griegas, que tuvieron mucho éxito en Occidente. Él desarrolló un vocabulario específico para explicar la filosofía griega.

La búsqueda de la verdad: Filosofía lógica

En la filosofía antigua, la lógica, que se relaciona con la razón y la argumentación, es la forma de distinguir lo verdadero de lo falso y de reconocer lo coherente y lo contradictorio. Es la herramienta que se usa en otras áreas de la filosofía, como la física y la moral. Cada acción que requiere pensar necesita distinguir entre lo que se debe hacer y lo que no, y buscar certezas para tomar decisiones.

Cicerón, por lo tanto, comenzó a reflexionar sobre esta búsqueda de la verdad, la certeza o la opinión, en su obra Cuestiones académicas. La escritura fue difícil, y solo se conservan partes de ella. La pregunta principal es qué puede entender el ser humano como verdadero a través de sus percepciones y su razón. Cicerón presenta las diferentes ideas de los seguidores de Platón, como Arcesilao, que dudaba de las certezas de los estoicos, y Carnéades, que introdujo la idea de la probabilidad. Cicerón se negó a seguir una sola escuela y rechazó las conclusiones demasiado rígidas. Como él creía que la verdad absoluta era inalcanzable, cada idea tenía su grado de probabilidad, y su método era unirlas, oponerlas o hacer que se apoyaran mutuamente.

Cómo vivir bien: Filosofía moral

Después de estudiar la búsqueda de la verdad, Cicerón continuó con la pregunta fundamental de la felicidad, que es el objetivo de cada persona. En su obra De finibus, publicada en 45 a. C., Cicerón explora esta idea presentando las respuestas de las escuelas filosóficas griegas de su tiempo. Cada escuela tenía su propia definición de felicidad, o del Bien Supremo: el placer, la ausencia de dolor (epicureísmo), o la conformidad con la naturaleza (estoicismo). Cicerón, a través de diálogos imaginarios, expone la posición de cada doctrina y luego la critica, para que el lector pueda formar su propia opinión.

En la obra Tusculanes, de 45 a. C., Cicerón aborda preguntas existenciales que las escuelas filosóficas suelen tratar. Le da una forma original y personal a los cinco libros del tratado, presentándolos como conferencias en las que él mismo explica a un joven anónimo temas importantes: la muerte, el dolor físico, el dolor moral, las pasiones que afectan el alma, la virtud y la felicidad.

Después de los Tusculanes, Cicerón escribió dos pequeños tratados a principios de 44 a. C.: uno sobre la vejez y otro sobre la amistad. Estos estaban dirigidos a Ático y recordaban un pasado idealizado. En el primer tratado, Cato Maior de Senectute, un anciano Catón el Viejo conversa con Escipión Emiliano y su amigo Lelio. Responde a las críticas contra la vejez y reafirma la utilidad de un anciano sabio y experimentado como consejero en asuntos públicos. Cicerón ya había descrito este papel en De Republica, y parece expresar su esperanza de participar así en la vida pública. Ante la muerte, que es inevitable con la vejez, espera la supervivencia del alma, incluso si fuera una ilusión de la que no querría ser privado mientras viva.

En el segundo tratado, Laelius de Amicitia, el mismo Lelio, que acaba de perder a su amigo Escipión, habla con sus yernos sobre la amistad. La muerte de Escipión Emiliano marcó para Cicerón el fin de la época dorada de la República, que antes era gobernada por un pequeño grupo de hombres unidos por la amistad. Cicerón justifica la práctica romana de la amistad con argumentos teóricos y filosóficos y la convierte en un programa político, una necesidad para que la sociedad recupere esta virtud.

En De gloria, de 44 a. C., es un texto del que solo quedan citas breves. Mientras en Roma algunos hablaban de convertir en dios al difunto Julio César, se hablaba del concepto griego de deificación de grandes hombres por sus compatriotas. Cicerón ya había tratado el tema de la gloria en De Republica y Tusculanes, y vuelve a la pregunta en su siguiente tratado De officiis. Cicerón quería oponer una gloria verdadera y justa, que se gana con el afecto de los ciudadanos, a una gloria falsa, aplaudida por seguidores con malas intenciones que buscan un beneficio personal.

El rechazo del fatalismo: Filosofía natural

Archivo:M Tullio Cicer (Cicerone) - Studiolo di Federico da Montefeltro
Retrato de Marco Tulio Cicerón por Pedro Berruguete (c. 1472-1476).

La filosofía natural abarca lo físico, es decir, los principios visibles e invisibles que dan forma y vida a la materia. Sin embargo, a Cicerón no le interesaban mucho las teorías que explicaban el mundo, como el atomismo de los epicúreos o la teoría de los cuatro elementos. Él se centró en lo que va más allá de la existencia humana, como las manifestaciones o las voluntades divinas, y cómo pueden influir en nuestra libertad individual. Una serie de tratados publicados en un año forman una reflexión general sobre la metafísica: el De Natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses), De divinatione (Sobre la adivinación) y De fato (Sobre el destino).

Después de De natura deorum, en 45 a. C. tradujo al latín el diálogo Timeo de Platón, del que quedan fragmentos importantes. En su prefacio, se sabe que habló con el neopitagórico Publio Nigidio Fígulo durante su viaje a Cilicia. Discutieron la física según el sentido antiguo, es decir, ideas sobre el universo y sus causas. La traducción de Cicerón se presenta como resultado de esta reunión. El primer pasaje estudia la oposición entre lo eterno y lo que cambia, entre lo que está naciendo y lo que es inmóvil, entre lo mortal y lo inmortal, y conecta lo eterno con lo bello. La traducción luego presenta un resumen del origen de todo lo que existe, especialmente el nacimiento de los dioses. En el segundo libro de De natura deorum, Cicerón declaró que el universo es la máxima perfección y usó el término "Dios" para referirse al universo. El conocimiento de Dios surge de la contemplación de la naturaleza, que requiere un diseñador, al igual que un reloj. Cicerón también escribió sobre las supersticiones, describiéndolas como un miedo excesivo a los dioses. El resto del libro ataca ideas estoicas, como el cuidado divino para el hombre o la idea de que el universo y los cuerpos celestes tienen vida y pensamiento.

Después del estudio de los dioses, dos problemas relacionados son estudiados a fondo: la adivinación, ligada al uso político y cívico de la teología, y el destino, cuyo análisis determinará el grado de libertad de acción humana.

El De divinatione es uno de los pocos tratados antiguos sobre la adivinación que se conservan. Cicerón analiza con escepticismo las diferentes formas de adivinación, como los oráculos. Critica las teorías de los estoicos que las defienden y se niega a admitir que cualquier evento futuro esté predeterminado. Sin embargo, es menos crítico con los augures romanos, no porque crea en ellos, sino porque no se usan para predecir el futuro, sino para obtener la opinión de los dioses antes de actos importantes de los magistrados. En esto, tienen una utilidad política y social para la República.

En De fato, Cicerón rechaza de nuevo todo determinismo y la idea estoica de que la acción individual libremente elegida sea imposible o totalmente determinada fuera de la voluntad humana. Aunque Cicerón defendió la libertad humana contra el determinismo estoico, en De natura deorum atacó la aleatoriedad implícita en la desviación epicúrea del movimiento de los átomos para explicar el libre albedrío.

El derecho natural: Filosofía del derecho

En De re publica (Sobre la república), Cicerón defiende una mejor forma de gobierno que combine la monarquía y la aristocracia. En De legibus (Sobre las leyes), expone su teoría iusnaturalista del derecho romano. Rechaza el escepticismo porque lo considera peligroso si la gente no cree en la importancia de las leyes y la justicia. Así lo explica en su De re publica (III, 17):

Existe una ley verdadera, la recta razón, conforme a la naturaleza, universal, inmutable, eterna, cuyos mandatos estimulan al deber y cuyas prohibiciones alejan del mal. Sea que ordene, sea que prohíba, sus palabras no son vanas para el bueno, ni poderosas para el malo. Esta ley no puede contradecirse con otra, ni derogarse en alguna de sus partes, ni abolirse toda entera. Ni el Senado ni el pueblo pueden libertarnos de la obediencia a esta ley. No necesita un nuevo intérprete, o un nuevo órgano: no es diferente en Roma que en Atenas, ni mañana distinta de hoy, sino que en todas las naciones y en todos los tiempos esta ley reinará siempre única, eterna, imperecible, y la guía común, el rey de todas las criaturas, Dios mismo da el origen, la sanción y la publicidad a esta ley, que el hombre no puede desconocer sin huir de sí mismo, sin desconocer su naturaleza y sin sufrir por esta sola causa la más cruel expiación, aunque haya evitado en otro tiempo lo que se llama suplicio.

El Tratado de Deberes (De officiis) es la última obra filosófica de Cicerón, publicada a finales de 44 a. C., cuando retomó su actividad política con sus primeros discursos contra Marco Antonio (Filípicas). La obra, muy práctica, da consejos a su hijo y, en general, a los "hombres buenos" (la clase social de Cicerón) para que se comporten correctamente en todas las situaciones, en su familia, la sociedad y la ciudad.

Este trabajo no es solo un tratado moral práctico. También expresa el deseo de Cicerón de que el gobierno romano se base en la Justicia, respetando la propiedad privada y pública, y la Fides (lealtad) en el cumplimiento de contratos y tratados. También busca proteger las ciudades y pueblos aliados de Roma, y estabilizar el Imperio poniendo fin a las guerras de conquista. Quienes están al frente del Estado deben actuar como guardianes de la República, buscando el bien de todos y no el beneficio de un solo grupo. Cicerón estaba decidido a luchar contra Marco Antonio y, según él, a dar su vida por la libertad.

Obras Importantes de Cicerón

Archivo:Buste de Ciceron Bibliotheque Mazarine Paris
Busto de Cicerón en la Biblioteca Mazarino, París.

Cicerón escribió varios diálogos sobre diferentes temas:

Laelius, sive De amicitia ("Lelio, o Sobre la amistad") habla sobre la amistad, afirmando que la única amistad posible es entre iguales y destacando su importancia para la felicidad humana.

En el diálogo Cato maior, sive De senectute (Catón el Viejo, o Sobre la vejez), Cicerón muestra los beneficios de una vejez sana y las ventajas que aporta en experiencia y sabiduría.

También es muy conocida su obra De officiis (Sobre las obligaciones), que tiene tres libros escritos como cartas. Estaban dirigidos a su hijo Marco. El último libro es el más original y contiene una fuerte crítica a los gobiernos autoritarios. Fue escrito cuando Cicerón huía de la persecución de Marco Antonio, poco antes de su muerte.

Como jurista, Cicerón fue el abogado más grande e influyente de su época en Roma. Usó sus habilidades en retórica y oratoria para establecer muchos precedentes legales que fueron usados por mucho tiempo. Como escritor, aportó al latín un vocabulario abstracto que le faltaba, tradujo muchos términos del griego y transformó el latín en una lengua culta, apta para expresar pensamientos profundos. Escribió muchos Discursos, a veces agrupados por temas (como las cuatro Catilinarias, las Verrinas, las catorce Filípicas contra Marco Antonio) y varios tratados sobre Retórica y Oratoria, como el De oratore.

En el siglo IV, la lectura del Hortensius de Cicerón (una obra que se ha perdido) despertó en la mente de San Agustín el interés por la filosofía. Durante el Renacimiento, Cicerón fue un modelo para la prosa. Sus cuatro colecciones de cartas, conservadas y editadas por su secretario personal Tirón, fueron muy leídas. Entre ellas destacan las Epistulae ad familiares (Cartas a los familiares), que muestran sus ideas políticas, sus gustos filosóficos y literarios, y la vida diaria en su casa y en la Roma de su tiempo.

Casi toda su obra muestra una gran preocupación por la formación del orador, que él creía que debía ser completa y empezar desde la infancia.

Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias y la importancia del derecho natural en su obra maestra, el De officiis o "Sobre las obligaciones". También se manifestó contra la crueldad.

Como filósofo, no se conformó con ninguna escuela griega y prefirió adoptar el eclecticismo, tomando lo mejor de cada una. Se opuso al escepticismo radical y defendió la necesidad de ideas innatas e inmutables para la unión social. Sus ideas sobre religión, expresadas en De natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses), revelan sus creencias y su apoyo al libre albedrío. Casi todos sus trabajos filosóficos se basan en fuentes griegas, que él manejó con familiaridad y enriqueció con su propio juicio. Fue un gran divulgador y conservador de la filosofía griega.

En política, fue un republicano convencido, totalmente opuesto a la tiranía. Escribió obras en forma de diálogo como el De re publica y De legibus ("Sobre la república" y "Sobre las leyes"). También compuso un tratado De gloria que no se ha conservado.

Obras destacadas de Cicerón

Archivo:Marci Tullii Ciceronis Opera Omnia
Opera omnia, 1566.

Discursos legales

  • (81 a. C.) Pro Quinctio (En defensa de Publio Quinctio)
  • (80 a. C.) Pro Roscio Amerino (En defensa de Sexto Roscio Amerino)
  • (77 a. C.) Pro Q. Roscio Comoedo (En defensa del actor cómico Quinto Roscio Galo)
  • (71 a. C.) Pro Tullio (En defensa de Tulio)
  • (70 a. C.) Divinatio in Caecilium (Contra Quinto Cecilio)
  • (70 a. C.) In Verrem (Contra Gayo Verres, también conocidas como Verrinas)
  • (69 a. C.) Pro Fonteio (En defensa de Marco Fonteio)
  • (69 a. C.) Pro Caecina (En defensa de Aulo Cecina Severo)
  • (66 a. C.) Pro Cluentio (En defensa de Aulo Cluentio)
  • (63 a. C.) Pro Rabirio Perduellionis Reo (En defensa de Gayo Rabirio)
  • (63 a. C.) Pro Murena (En defensa de Lucio Licinio Murena)
  • (62 a. C.) Pro Sulla (En defensa de Publio Cornelio Sulla)
  • (62 a. C.) Pro Archia Poeta (En defensa de Aulo Licinio Archia)
  • (59 a. C.) Pro Antonio (En defensa de Gayo Antonio) [perdido]
  • (59 a. C.) Pro Flacco (En defensa de Lucio Valerio Flaco)
  • (56 a. C.) Pro Sestio (En defensa de Publio Sestio)
  • (56 a. C.) In Vatinium testem (Contra el testigo Publio Vatinio en el juicio contra Sestio)
  • (56 a. C.) Pro Caelio (En defensa de Marco Caelio Rufo)
  • (56 a. C.) Pro Balbo (En defensa de Lucio Cornelio Balbo)
  • (54 a. C.) Pro Plancio (En defensa de Gneo Plancio)
  • (54 a. C.) Pro Rabirio Postumo (En defensa de Gayo Rabirio Póstumo)
  • (54 a. C.) Pro Scauro (En defensa de Marco Emilio Scauro)

Discursos políticos

Inicios de su carrera política (antes del exilio)
Archivo:Cicero Bust at Old Library (42087308571)
Busto de Cicerón en la biblioteca de Trinity College en Dublín, Irlanda.
  • (66 a. C.) Pro Lege Manilia o De Imperio Cn. Pompei
  • (64 a. C.) In Toga Candida
  • (63 a. C.) De Lege Agraria contra Rullum
  • (63 a. C.) In Catilinam I-IV
  • (59 a. C.) Pro Flacco
Durante su carrera (entre el exilio y la Guerra Civil)
  • (57 a. C.) Post Reditum in Quirites
  • (57 a. C.) Post Reditum in Senatu
  • (57 a. C.) De Domo Sua
  • (56 a. C.) De Haruspicum Responsis (Sobre la respuesta de los arúspices). Cicerón usa el prodigio de 57 a. C. en contra de Claudio.
  • (56 a. C.) De Provinciis Consularibus
  • (55 a. C.) In Pisonem
  • (52 a. C.) Pro Milone
Últimos años de su carrera
  • (46 a. C.) Pro Marcello
  • (46 a. C.) Pro Ligario
  • (46 a. C.) Pro Rege Deiotaro
  • (44 a. C.) Philippicae

Escritos sobre política y retórica

  • (84 a. C.) De Inventione
  • (55 a. C.) De Oratore ad Quintum fratrem libri tres
  • (54 a. C.) De Partitionibus Oratoriae
  • (51 a. C.) De Re Publica
  • (46 a. C.) De Optimo Genere Oratorum
  • (46 a. C.) Brutus sive de claris oratoribus
  • (46 a. C.) Orator ad Brutum
  • (44 a. C.) Topica
  • (?? a. C.) De Legibus
  • (?? a. C.) De Consulatu Suo
  • (?? a. C.) De temporibus suis

Obra filosófica

Archivo:De natura deorum Cicero
De natura deorum (1880).
  • (89 a. C.?) Traducción de los Φαινόμενα de Arato (Aratea)
  • (46 a. C.) Paradoxa Stoicorum (Paradojas estoicas)
  • (45 a. C.) Hortensius
  • (45 a. C.) Academica Priora. En dos libros, de los que solo se conserva el segundo, Lucullus. El primero, Catullus, se ha perdido.
  • (45 a. C.) Academica Posteriora. En cuatro libros, de los que solo se conserva el primero, Varro.
  • (45 a. C.) Consolatio
  • (45 a. C.) De Finibus Bonorum et Malorum (Sobre el sumo bien y el sumo mal): comparación de las teorías epicúreas, estoicas, platónicas y peripatéticas.
  • (45 a. C.) Tusculanae Quaestiones
  • (45 a. C.) Traducción del Timeo de Platón (secciones 27d - 47b)
  • (? a. C.) Traducción del Protágoras de Platón (solo se conservan citas en Prisciano, Jerónimo, y Donato)
  • (45 a. C.) De Natura Deorum (Sobre la naturaleza de los dioses)
  • (45 a. C.) De divinatione (Sobre la adivinación). Es una fuente histórica importante para entender la idea de ciencia en la antigua Roma.
  • (45 a. C.) De Fato (Sobre el destino)
  • (44 a. C.) Cato Maior de Senectute (Catón el viejo, sobre la vejez)
  • (44 a. C.) Laelius de Amicitia (Laelius sobre la amistad)
  • (44 a. C.) De Officiis (Sobre los deberes). Quizá la obra más importante de Cicerón; el último de sus tres libros es el más personal, escrito en parte bajo su oposición a la autoridad de Marco Antonio.

Cita errónea atribuida a Cicerón

Existe la creencia de que Cicerón escribió en el 55 a. C. la siguiente frase:

El presupuesto debe equilibrarse, el tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda de otros países debe eliminarse, para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar en lugar de vivir a costa del Estado.

Aunque esta frase coincide con el pensamiento de Cicerón, no es suya. Pertenece a la novela de Taylor Caldwell publicada en 1965, La Columna de Hierro, que usa mucho los discursos y cartas de Cicerón, de ahí la confusión.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Cicero Facts for Kids

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Cicerón para Niños. Enciclopedia Kiddle.