Prehistoria en la Comunidad Valenciana para niños
La prehistoria en la Comunidad Valenciana se refiere al largo periodo de tiempo que va desde la llegada de los primeros seres humanos, hace unos 350.000 años, hasta la llegada de pueblos de otros lugares como los griegos, fenicios y cartagineses, alrededor del año 500 a.C. Todo esto ocurrió en lo que hoy conocemos como la Comunidad Valenciana en España.
Los primeros habitantes de esta zona aparecieron hace unos 350.000 años, y sus restos se han encontrado en la Cueva de Bolomor. Más tarde, hace unos 50.000 años, los neandertales vivieron aquí, siendo grupos nómadas que se movían de un lugar a otro. La Cova Negra es un buen ejemplo de este periodo.
Alrededor del año 30.000 a.C., los neandertales desaparecieron, y llegaron los seres humanos modernos. Con ellos, hubo grandes mejoras en cómo vivían y en las herramientas que usaban. También apareció el arte. A diferencia de otras zonas de la península ibérica, donde se pintaba mucho en las paredes de las cuevas, en la Comunidad Valenciana era más común el arte mueble, que son objetos artísticos pequeños que se podían transportar. La Cueva del Parpalló es muy famosa por esto.
Con la llegada de la agricultura y la ganadería comenzó el Neolítico (hacia el 5500 a.C.). La Comunidad Valenciana fue una de las primeras regiones en adoptar estas nuevas formas de vida. Se empezó a usar la cerámica, especialmente la cerámica cardial, y surgieron asentamientos importantes como la Cova de l'Or y el Mas d'Is. El arte rupestre, con pinturas en rocas y cuevas, también es muy abundante en lugares como la Valltorta o Pla de Petracos, este último reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
Cuando empezó la Edad de los Metales, el número de poblados creció y aparecieron cuevas usadas para enterrar a los muertos. Con la Edad del Bronce (hacia el 2000 a.C.), se desarrolló una cultura propia llamada «Bronce Valenciano». Aunque la provincia de Alicante también recibió influencias de la cultura argárica del sur. La metalurgia era escasa, pero el Tesoro de Villena es un ejemplo impresionante de orfebrería de este periodo, siendo el segundo más grande de Europa. Los poblados de esta época solían estar en lugares altos y difíciles de alcanzar, y a menudo tenían murallas para defenderse. Algunos ejemplos son Cabezo Redondo y Muntanya Asolada.
Al final de la Edad del Bronce, muchos asentamientos se fueron despoblando, pero algunos resurgieron en la Edad del Hierro. En este último periodo, las culturas prerromanas, como los íberos, se desarrollaron en la región.
Contenido
Paleolítico: Los Primeros Habitantes
Paleolítico Inferior: Huellas Antiguas
Los restos más antiguos de presencia humana en la Comunidad Valenciana se han encontrado en la Cueva de Bolomor (Tabernes de Valldigna, Valencia). Son herramientas de piedra y huesos de animales que datan de hace unos 350.000 años. Aunque no son fósiles humanos directos, se cree que fueron usados por homínidos muy antiguos, como los antepasados de los neandertales.
En la misma Cueva de Bolomor también se han encontrado las primeras pruebas de que los humanos controlaban el fuego en esta región, hace unos 250.000 años. Es posible que los humanos estuvieran aquí incluso antes, ya que en otras partes de la península ibérica hay restos de hace 800.000 años.
Paleolítico Medio: La Época Neandertal

Se han hallado restos de hombre de Neandertal de este periodo, que vivieron entre el 60.000 y el 30.000 a.C. Las pruebas sugieren que eran nómadas, vivían en cuevas, se dedicaban a la caza y la recolección de alimentos, y realizaban sencillos ritos funerarios. Cazaban animales como jabalíes, ciervos, cabras montesas y caballos, compitiendo con otros animales como leopardos y lobos.
En este tiempo, usaban muchas herramientas de piedra con una técnica llamada musteriense. Estas herramientas cambiaron poco durante mucho tiempo. También usaban objetos orgánicos, como lanzas de madera, aunque es difícil encontrar restos de ellas.
El número de lugares donde se han encontrado restos de este periodo aumenta. Destaca la Cova Negra (Játiva), que es el yacimiento más importante de esta época. Otros lugares son El Salt (Alcoy) y la Cova de Beneito (Muro de Alcoy). En 2009, se encontraron importantes herramientas neandertales en la Solana de las Pilillas (Requena), uno de los pocos yacimientos al aire libre de este periodo.
Hacia el 40.000 a.C., el hombre de Cro-Magnon (Homo sapiens, es decir, nosotros) empezó a extenderse por Europa. Durante unos 10.000 años, neandertales y cromañones vivieron en las mismas zonas. Finalmente, los neandertales se extinguieron hacia el 30.000 a.C., siendo la zona de la Comunidad Valenciana uno de los últimos lugares donde vivieron.
Paleolítico Superior: La Llegada del Humano Moderno
Con la llegada de los cromañones, comenzó el Paleolítico Superior. Hubo grandes cambios: la tecnología para cazar mejoró, las poblaciones se movían menos y el arte se desarrolló. El clima era muy frío, ya que el planeta estaba pasando por dos glaciaciones.
La tecnología de herramientas cambió a un sistema de láminas de sílex, con las que hacían agujas, azagayas y punzones. También creaban adornos como colgantes de dientes o conchas.
La caza se hizo más especializada. En las llanuras cazaban ciervos, y en las montañas cabras montesas. Esto hizo que los grupos se movieran menos. También cazaban animales más pequeños, como el conejo, que se convirtió en una parte importante de su dieta.
Los yacimientos de este periodo son menos numerosos y se concentran en el sur de la Comunidad Valenciana. Entre los más importantes están las cuevas de Parpalló y Meravelles en Gandía.
Arte del Paleolítico Superior: Expresiones Antiguas
En el Paleolítico Superior, el arte paleolítico se desarrolló mucho. Aunque en otras partes de la península era famoso el arte parietal (pinturas en las paredes de las cuevas, como en Altamira), en la Comunidad Valenciana predominó el arte mueble. Estos eran objetos artísticos pequeños que se podían llevar de un sitio a otro.
La Cova del Parpalló, en Gandía, es un lugar muy importante a nivel mundial por la gran cantidad de plaquetas de piedra decoradas que se han encontrado. También se decoraban herramientas como azagayas y arpones.
Este desarrollo del arte muestra que las sociedades se volvían más complejas y que la población crecía. El arte servía como un símbolo de identidad para los grupos y las personas.
Epipaleolítico: Un Clima Más Suave
Durante el Epipaleolítico, o Mesolítico, el clima se volvió más cálido. Las glaciaciones terminaron y el planeta entró en la época actual. Esto hizo que los bosques crecieran y el nivel del mar subiera.
La mejora del clima significó que había más recursos, tanto animales como vegetales. La gente comía animales de montaña (como cabra montesa y jabalí), vegetales (frutas, bayas, raíces) y recursos del mar (pescado, caracoles).
En este periodo, los asentamientos eran de menor duración, ya que la gente se movía según las estaciones. Aumentaron los poblados cerca de las costas y los ríos, así como en zonas húmedas. También eran más comunes los yacimientos al aire libre. Ejemplos son la Casa de Lara (Villena) y Estany Gran (Almenara).
Las herramientas también cambiaron. Al principio, se usaba una técnica de talla microlaminar. Pero hacia el 6.500 a.C., las herramientas con formas geométricas (como trapecios y triángulos) se hicieron más comunes.
El número de asentamientos creció mucho en la Comunidad Valenciana, incluso en la provincia de Castellón, donde antes había pocos. Entre los más importantes están la Cueva de la Cocina (Dos Aguas) y la Cova Fosca (Maestrazgo). La Cueva de la Cocina es famosa por sus herramientas de sílex y placas de piedra con dibujos geométricos. La Cova Fosca destaca por sus pinturas rupestres de figuras pequeñas y oscuras que muestran escenas de caza y lucha.
Neolítico: La Revolución Agrícola
El Neolítico llegó a la costa valenciana hacia el 5550 a.C., siendo uno de los primeros lugares de la península ibérica en adoptarlo. En este periodo, se desarrollaron nuevas formas de producir alimentos y nuevos materiales, como la cerámica y la piedra pulida. La agricultura y la ganadería cambiaron la forma de alimentación, los asentamientos y la organización del territorio.
El sistema económico cambió mucho. Las sociedades que cazaban y recolectaban fueron reemplazadas por sociedades sedentarias, gracias a la agricultura. Esto se ve en la construcción de grandes cerámicas y silos para guardar el grano sobrante. Se cultivaba principalmente trigo, cebada y leguminosas. En cuanto a la ganadería, se criaban sobre todo ovejas, cabras y cerdos.

Una característica importante del Neolítico en el Mediterráneo es la aparición de la cerámica cardial. Esta cerámica se decoraba con impresiones de conchas de berberecho. En la Cova de la Sarsa se han encontrado restos humanos con cerámicas de este tipo, lo que sugiere rituales funerarios.
La cerámica fue evolucionando. Al principio, dominaba la cerámica cardial (5600-5200 a.C.), luego la no cardial, después la peinada y finalmente la lisa.
Otros materiales importantes eran las herramientas de piedra pulida, como azuelas y hachas. La agricultura también influyó en la creación de cucharas y espátulas.
Los primeros pobladores de este periodo se asentaron en lugares donde no había yacimientos epipaleolíticos. La mayoría de los asentamientos estaban en cuevas, pero también había algunos importantes al aire libre, como el Mas d'Is. La Cova de l'Or, en Beniarrés, es un lugar clave del Neolítico mediterráneo, con muchas cerámicas y restos de cereales carbonizados.
Arte Rupestre: Mensajes en la Roca
En las primeras etapas del Neolítico, el arte rupestre (pinturas en las paredes de cuevas y abrigos rocosos) se hizo muy importante en la Comunidad Valenciana.
Este arte se divide en tres estilos:
- Arte Macroesquemático: El más antiguo, asociado a las primeras poblaciones neolíticas.
- Arte Levantino: Un arte más naturalista y narrativo, con muchas escenas de caza.
- Arte Esquemático: Comienza al final del Neolítico y dura hasta la Edad de los Metales. Se caracteriza por figuras humanas y animales muy simples, hechas con líneas básicas.
El arte Macroesquemático se encuentra principalmente en las sierras de Aitana, Mariola y Benicadell. Uno de los conjuntos más importantes es Pla de Petracos, cerca de Castell de Castells, Alicante. Este lugar es Patrimonio de la Humanidad desde 1998. Sus pinturas muestran la vida y creencias de los neolíticos, como la agricultura, la ganadería y el uso del lugar como santuario.
El arte Levantino está muy presente, sobre todo en las zonas de Valltorta-Gasulla y Bicorp.
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Pintura rupestre en Valltorta, próximo a la localidad castellonense de Albocácer. La figura representa a un arquero.
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Dibujo esquemático de Hugo Obermaier en el que se representa la Cacería de ciervos de la Cueva de los Caballos (Valltorta). Ejemplo de arte Levantino.
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Dibujo que muestra un combate entre arqueros. Morella la Vella, Castellón.
Calcolítico: La Edad del Cobre
El Calcolítico (o Edad del Cobre) en la Comunidad Valenciana es un periodo de transición hacia la Edad del Bronce, que comienza con el uso de los primeros metales. Se divide en dos fases: Eneolítico (3900-2600 a.C.) y Calcolítico Campaniforme (2600-2100 a.C.).
La caza se practicaba menos, mientras que el cultivo de cereales y legumbres, y el aprovechamiento del ganado (para leche y lana) se hicieron más comunes. Grandes silos como los de Niuet y Les Jovades muestran esta expansión agrícola.
La cerámica campaniforme, con sus vasos en forma de campana, se hizo popular. Sus decoraciones evolucionaron de cuerdas y puntos a incisiones. También aparecieron armas de cobre, como puñales y puntas de Palmela, que marcan el paso a la Edad del Bronce.
El número de poblados aumentó mucho, la mayoría al aire libre y cerca de los ríos. Las casas eran más fuertes, construidas con barro y vegetales, a veces con una base de piedra. Podían ser rectangulares o ovaladas. En Les Moreres (Crevillente) se han encontrado estructuras circulares y ovaladas, rodeadas por una muralla, lo que indica que la defensa era una preocupación creciente.
Cuevas de Enterramiento: Lugares de Descanso Colectivo
Mientras en otras partes de la península se extendía el megalitismo, en el Calcolítico valenciano surgieron las cuevas de enterramiento. Eran cavidades naturales o grietas donde se enterraba a varias personas juntas, junto con muchos objetos personales y adornos. A veces, se usaban fosas o silos de grano dentro de los poblados para este fin.
Entre los objetos encontrados en estas cuevas hay puntas de flecha de sílex, hachas, cerámicas campaniformes y muchos adornos como colgantes y collares. Los objetos de cobre, como cuchillos, puñales y punzones, también eran cada vez más variados.

Uno de los hallazgos más importantes en este tipo de cuevas es Les Llometes, en Alcoy. En 1884, el arqueólogo Juan Vilanova i Piera exploró esta cueva. Encontraron seis esqueletos humanos con cerámicas, herramientas de piedra y cobre. En 1958, se encontraron más objetos y 24 cuerpos humanos enterrados.
En algunas cuevas valencianas se han hallado "ídolos oculados". Son representaciones humanas sencillas en huesos, con dos círculos que simbolizan los ojos. El caso más notable es la Cova de la Pastora, también en Alcoy, donde se encontró un gran número de estos elementos y 75 cuerpos.
Otros yacimientos importantes son la Cova Santa (Vallada) y la Cova dels Gats (Alcira), con muchas cerámicas y adornos.
Edad del Bronce: El Metal que Cambió Todo
Con la introducción del bronce para fabricar herramientas, comenzó la Edad del Bronce. La agricultura se desarrolló, los asentamientos se hicieron más complejos y las sociedades empezaron a organizarse de forma más jerárquica. La cerámica era el material más común, pero también se usaban herramientas de piedra y hueso. La metalurgia fue la característica principal de este periodo, y también se inició tímidamente la producción textil. Los poblados solían estar en zonas altas y tenían murallas de piedra.
La Edad del Bronce duró aproximadamente mil años, desde el 2200 a.C. hasta el 1000 a.C. Dentro de este periodo, se distingue el Bronce Valenciano (2200-1500 a.C.) y el Bronce Tardío (1500-1000 a.C.). También hay una etapa de transición llamada Bronce Final (1000-800 a.C.).
Bronce Valenciano: Una Cultura Propia
Miquel Tarradell definió el Bronce Valenciano en los años 60 como una cultura propia de la región, diferente de la cultura argárica de Almería. Las diferencias principales son que no enterraban a los muertos bajo las casas, la escasez de objetos de metal y la ausencia de ciertos tipos de cerámica.
Aunque el norte y centro de la Comunidad Valenciana tienen objetos del Bronce Valenciano, la provincia de Alicante recibió fuertes influencias de la cultura argárica. Del Bronce Tardío se sabe poco, ya que usaban materiales que no se conservan bien.
La agricultura y la ganadería eran las actividades económicas principales. Los cultivos mejoraron su rendimiento con nuevas especies y la alternancia de cereales y legumbres. La introducción del arado permitió cultivar más terreno. La ganadería se basaba en la cría de cabras y ovejas para leche, carne y lana. También criaban cerdos, caballos y bueyes. Ocasionalmente cazaban jabalíes y conejos.
La búsqueda de tierras para cultivar y criar ganado, junto con el aumento de la población, llevó a una gran explotación del territorio. Esto causó una fuerte deforestación, ya que los bosques cercanos se usaban para la construcción y la leña.
La cerámica de este periodo era de poca calidad y con poca decoración. Se hacían cuencos, jarras y queseras. Las hachas de piedra pulida seguían fabricándose, pero los objetos de sílex casi desaparecieron. Otros objetos de piedra eran morteros y martillos. También se han encontrado punzones y anillos de hueso. El hallazgo de fusayolas y pesas de telar indica el inicio de la producción textil.
Metalurgia y Minería: El Bronce en la Región
La aparición de la metalurgia es la característica principal de este periodo, aunque no explica todos los cambios sociales y económicos.
La producción de bronce en la Comunidad Valenciana fue muy limitada porque había pocas materias primas (cobre y estaño). Por eso, la región dependía de las minas de otras zonas, sobre todo del sur, como Almería y Murcia. La excepción es la sierra de Orihuela, rica en recursos mineros.
En las zonas influenciadas por la cultura argárica, había más objetos metálicos. En el norte y centro (Bronce Valenciano), la metalurgia era menor, en parte por la falta de materia prima y la poca demanda. Las herramientas de bronce se podían fundir y reutilizar. A diferencia de otras culturas, donde el metal se usaba para adornos, en el Bronce Valenciano tenía una función más práctica. Se fabricaban punzones, puntas de flecha, cinceles, puñales y algunos adornos. También se desarrolló la orfebrería, destacando el Tesoro de Villena y el Tesorillo del Cabezo Redondo.
El Tesoro de Villena: Un Gran Descubrimiento

El Tesoro de Villena es un conjunto de 66 piezas de oro, plata, hierro y ámbar que pesan casi 10 kg. Es el segundo tesoro de oro más grande de toda Europa, después de las Tumbas Reales de Micenas (Grecia).
El tesoro incluye vajilla (cuencos y frascos), armas y varios adornos, sobre todo brazaletes. Los brazaletes muestran signos de uso. Todas las piezas son de la Edad del Bronce y fueron escondidas hacia el año 1000 a.C. en una vasija de cerámica. Son muy interesantes los dos objetos de hierro, ya que son los más antiguos de este material encontrados en la península ibérica. En esa época, el hierro se consideraba un metal valioso y se usaba para adornos.
Fue descubierto en 1963 por el arqueólogo José María Soler García cerca de Villena. Hoy se encuentra en el Museo Arqueológico de Villena y es su pieza más importante. Se cree que fue hecho por artesanos locales, por su parecido con el Tesorillo del Cabezo Redondo, que probablemente se hizo en el poblado de Cabezo Redondo.
Asentamientos del Bronce Valenciano: Cómo Vivían
En el Bronce Valenciano, había asentamientos por casi todo el territorio. Generalmente estaban al aire libre, en terrenos altos y difíciles de acceder, y tenían defensas como muros o grandes murallas con fosos y torres. A veces, cerca de los poblados, había cuevas para enterrar a los muertos. Las casas eran cuadradas o rectangulares, construidas con barro y una base de piedra, con suelos de tierra batida y techos sostenidos por vigas de madera. Dentro de los poblados, había zonas separadas para trabajar, almacenar, fabricar o descansar.
Los asentamientos del Bronce Valenciano se clasifican por su tamaño:
- Campamentos.
- Atalayas: Como Torrelló (Onda).
- Caseríos: Como Llometa del Tio Figuetes (Benaguacil) o la Lloma de Betxí (Paterna).
- Aldeas: Como Terlinques (Villena).
- Poblados: Como Cabezo Redondo (Villena) o Muntanya Asolada (Alcira).
Algunos de estos asentamientos, como Terlinques o la Muntanya Asolada, estuvieron habitados durante gran parte del periodo. Los poblados no solían tener una estructura urbana particular, excepto el Mas de Menente (Alcoy).
Bronce Final: Cambios y Nuevas Costumbres
Durante el Bronce Final, la variedad agrícola en los cultivos se hizo más importante, con la introducción de especies como el lino y el mijo. También surgieron grupos ganaderos que se movían mucho y ocupaban temporalmente algunos asentamientos nuevos.
La cerámica de este periodo se caracteriza por tener una forma carenada (con un ángulo o curva en su superficie), hecha a mano y con base plana, con diferentes tipos de decoración.
La región valenciana servía como un punto de conexión entre las diferentes culturas de este periodo. La Comunidad recibió mucha influencia de la cultura de los campos de urnas, que venía de Centroeuropa, y de la cultura de Cogotas I de la meseta.
Hacia el 1100 a.C., se documenta la primera influencia de la cultura de los campos de urnas en la provincia de Castellón. Esta cultura trajo nuevos rituales de enterramiento. Su influencia se extendió hasta el Vinalopó, en la provincia de Alicante.
Hubo una crisis en los asentamientos, que fueron abandonados progresivamente al final del Bronce Tardío, especialmente en las provincias de Alicante y Valencia. Como resultado, en el Bronce Final surgieron nuevos asentamientos en lugares diferentes, algunos de los cuales se convertirían en importantes centros urbanos en la Edad del Hierro.
En las comarcas de la Ribera Alta y Ribera Baja surgieron nuevos poblados en zonas de llanura, abandonando los asentamientos en regiones montañosas. En la provincia de Castellón también se documentan nuevos yacimientos, como Vinarragell (Burriana), influenciados por la cultura de los campos de urnas.
Incineración de Cadáveres: Un Nuevo Ritual
La cultura de los campos de urnas trajo consigo la práctica de la cremación de cadáveres. Esto consistía en quemar a los difuntos y guardar sus cenizas bajo tierra en urnas de cerámica.
Se destacan tres tipos de rituales de enterramiento:
- Incineración y urnas: La necrópolis más conocida de la Comunidad Valenciana es la de Torrelló del Boverot, en Almazora, donde se practicaba este ritual.
- Inhumación en cueva: Característico de la zona de la Hoya de Alcoy.
- Incineración y túmulos: Influencia del noroeste peninsular en una parte de la provincia de Castellón.
Edad del Hierro: El Último Periodo Prehistórico
La Edad del Hierro abarca desde el 800 a.C. hasta la conquista romana en el 218 a.C. Se divide en Hierro Antiguo (800-500 a.C.) y Segunda Edad del Hierro (500-218 a.C.). Durante este periodo, las culturas prerromanas se desarrollaron en la región, marcando el inicio de la protohistoria.
Inicios de la Edad del Hierro: Crecimiento y Urbanización
Las características principales de este periodo son la expansión del uso del hierro, el aumento de la población y la urbanización de los poblados, que se convirtieron en importantes centros.
En la agricultura, se introdujeron nuevas especies como el olivo y la vid, lo que consolidó el sedentarismo. En la ganadería, no hubo grandes cambios, salvo un pequeño aumento en el tamaño del ganado.
Aunque la cantidad de objetos de hierro aumentó, este metal ya se había introducido antes en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, en el Tesoro de Villena, donde se encontró la pieza de hierro más antigua de la península ibérica (hacia el 1000 a.C.). Las fíbulas (broches), la variedad de útiles de bronce y el uso del torno para la producción de cerámica son rasgos distintivos de este periodo.
El crecimiento de la población y la urbanización llevaron a la aparición de importantes centros urbanos, algunos construidos sobre antiguos poblados del Bronce Final. Las viviendas se hicieron más sólidas, construidas de piedra, y la estructura de los poblados empezó a planificarse, con calles bien definidas.
Durante este periodo, los fenicios comerciaron principalmente con la región cercana a la desembocadura del Vinalopó, donde había mucha población. Fundaron el único asentamiento fenicio en la Comunidad Valenciana, La Fonteta, en Guardamar del Segura.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Prehistory of the Valencian Community Facts for Kids
- Prehistoria en la península ibérica
- Prehistoria en Cantabria
- Museo de Prehistoria de Valencia