Calle para niños
Una calle es un espacio público en las ciudades y pueblos que sirve para que las personas y los vehículos se muevan. También permite el acceso a los edificios y terrenos que están a sus lados. Debajo de las calles, suelen encontrarse las tuberías y cables de servicios importantes como el agua, el gas, la electricidad y el teléfono.
Desde hace mucho tiempo, las calles no solo han sido un lugar para moverse, sino también un espacio donde se muestran eventos importantes y donde la gente se reúne. En el pasado, las calles eran escenario de celebraciones, pero también reflejaban las diferencias entre las personas. En el siglo XIX, las grandes ciudades europeas eran lugares donde convivían la riqueza y la pobreza, el avance y la falta de cambios.
Contenido
La calle como espacio urbano
El espacio de una calle es largo y continuo. Solo se interrumpe cuando se cruza con otras calles, o cuando termina en una plaza, un parque o en el límite de la ciudad con el campo.
Las características principales de una calle en un pueblo o ciudad son:
- La calle es, primero que nada, un camino para ir de un lugar a otro. Es un espacio por donde circulan tanto personas como vehículos.
- Es un espacio público de la ciudad. Aquí se realizan actividades diarias como ir a casa, al trabajo o a la escuela, pasear, jugar, o encontrarse con amigos y vecinos.
- La calle es lineal. Su longitud es lo más importante, y a lo largo de ella se organizan las casas, los árboles, las farolas y las actividades sociales. Por ejemplo, desfiles, ferias y fiestas populares se extienden por las calles y a menudo llegan a las plazas principales.
- Los edificios o terrenos vacíos están a los lados de la calle. Con ellos, la calle se llena de actividades como tiendas, escaparates, anuncios y la propia arquitectura. También es un escenario para el arte, la música, la danza y el turismo.
Los expertos en urbanismo dicen que las calles, que antes solo servían para delimitar espacios y dar acceso a edificios, ahora son muy importantes para el movimiento de vehículos y personas. Son como los "órganos" que permiten el movimiento en las ciudades. Las calles son franjas de terreno usadas principalmente para el movimiento, y también dan derecho a los edificios cercanos a tener acceso, luz y aire. Por eso, la mayoría de los edificios tienen sus entradas, ventanas y balcones hacia la calle.
Una calle típica tiene un ancho constante, ya que las fachadas de los edificios suelen ser paralelas. Sin embargo, hay calles con anchos variables, como el inicio de la calle de Alcalá en Madrid. El ancho de las calles varía mucho: desde las calles estrechas de algunas ciudades antiguas hasta las grandes avenidas y paseos de las ciudades modernas. Algunas calles son solo para peatones, otras tienen aceras muy anchas, y algunas tienen carriles especiales para bicicletas, autobuses o tranvías.
La decisión de diseñar una nueva calle, o de hacer más ancha una existente (incluso si eso significa adquirir terrenos y demoler edificios), la toma el ayuntamiento o la autoridad urbanística. Esto se basa en planes de desarrollo urbano y en estudios de diseño de ciudades.
La estructura más común de una calle tiene dos franjas laterales llamadas aceras y una franja central llamada calzada. Las aceras suelen estar separadas de la calzada por un bordillo, que es un pequeño escalón. El bordillo protege a los peatones de los vehículos y ayuda a dirigir el agua de lluvia hacia los desagües.
Para recoger el agua de lluvia, se colocan imbornales (pequeñas aberturas) a distancias regulares en los bordes de la calzada. Esta estructura básica de calzada, aceras y bordillos es muy eficiente. No solo cumple las funciones principales de la calle, sino que también facilita la instalación de servicios urbanos. Por eso, esta forma de calle es muy antigua y ha cambiado poco en miles de años.
Circulación y movimiento
El movimiento de personas y bienes es uno de los usos más importantes y visibles de una calle. Es fundamental para el comercio y la vida de una ciudad.
Para que el tráfico sea ordenado y eficiente, a menudo se separan los diferentes tipos de vehículos. Esto se hace generalmente con una calzada en el centro para los coches y aceras a los lados para los peatones. También puede haber espacios para tranvías o trolebuses. A mediados del siglo XX, cuando los coches empezaron a causar mucha contaminación y accidentes, se pensó que separar el tráfico era necesario para mantener el movimiento en las ciudades.
Algunos arquitectos propusieron construir "calles verticales" donde los vehículos, peatones y trenes tendrían sus propios niveles. Esto permitiría construir más edificios en el futuro. Sin embargo, estos planes no se llevaron a cabo por completo. Hoy en día, la separación vertical se aplica en partes, como en los sistemas de desagüe, los cables subterráneos, las carreteras hundidas, las vías de tren elevadas o los complejos subterráneos de tiendas y pasarelas elevadas en algunas ciudades.
A veces se piensa que el transporte es la única función de una calle, pero esto no es cierto. Una calle puede cerrarse temporalmente al tráfico para otros usos, como una feria, un mercadillo, para que jueguen los niños, para filmar una película o para obras de construcción. Muchas calles tienen postes o barreras para evitar que pasen los vehículos. Esto se hace a menudo en las zonas más concurridas de una ciudad, donde la actividad de la gente es mayor que la capacidad de los coches. Una característica importante de todas las calles es que están diseñadas a escala humana, para que las personas se sientan cómodas y seguras en su entorno, sin importar el tráfico.
Las aceras
Para decidir el ancho de las aceras y la calzada, los planes de urbanismo usan el concepto de "franja elemental". Esta es la anchura mínima necesaria para que una fila de personas se mueva sin dificultad en la misma dirección.
La mayoría de las normas de urbanismo establecen que una franja elemental para peatones mide 0,75 metros. Esto se calcula pensando en una persona adulta que camina normalmente, que puede llevar una bolsa o un paquete. Se considera que una persona adulta mide unos 55 centímetros de ancho, y se le añaden 10 centímetros a cada lado para que tenga libertad de movimiento.
Para establecer el ancho de la acera, también se debe pensar en las personas con movilidad reducida, como las personas mayores, las que usan silla de ruedas, las que empujan carritos de bebé o las que usan muletas. Por eso, las normas de movilidad establecen una franja elemental mínima de 0,90 metros. Esta medida se basa en las necesidades de una persona en silla de ruedas, que mide unos 65 centímetros de ancho, más 12,5 centímetros a cada lado para poder impulsarse con los brazos.
Sin embargo, 0,90 metros no es el ancho mínimo para una acera, porque en una acera las personas se mueven en ambas direcciones y deben poder cruzarse cómodamente. Por eso, generalmente se adopta una anchura mínima de 1,50 metros para las aceras. Esta medida permite que dos personas en silla de ruedas puedan cruzarse.
A veces, estas normas importantes no se cumplen en nuestras ciudades. La preferencia por el uso de coches particulares, muy común en el urbanismo del siglo XX, ha hecho que las calles estrechas de los barrios antiguos se conviertan en aparcamientos. Esto ha dificultado mucho que la gente camine para ir al trabajo, a la escuela o simplemente para pasear con la familia y los amigos.
Cuando una calle es solo para peatones, con un pavimento de buena calidad, los vecinos lo ven como algo muy bueno en las ciudades con mucho tráfico. En estas calles, el ayuntamiento no tiene que preocuparse por hacer compatibles los vehículos con los peatones, excepto en ciertos horarios. Y quienes diseñan estas calles peatonales pueden concentrarse más en la belleza de la calle y su entorno.
Diferencia con otros espacios
Una carretera, al igual que una calle, a menudo está pavimentada y se usa para circular. Sin embargo, una calle se distingue por la vida que se desarrolla en ella, mientras que una carretera sirve principalmente para el paso de vehículos o, menos a menudo, de peatones. En una calle es común ver músicos, personas en cafés, gente paseando y una variedad de personajes. Estas mismas personas normalmente no se encontrarían en una carretera.
En zonas rurales y suburbanas, donde hay poca vida en la calle, los términos "calle" y "carretera" a menudo se usan indistintamente. Aun así, incluso aquí, lo que se llama una "calle" suele ser una vía más pequeña, como una carretera dentro de un conjunto de viviendas que da acceso directo a las entradas de las casas. En la segunda mitad del siglo XX, estas calles a menudo se diseñaron para desanimar el tráfico, lo que brindaba tranquilidad a las familias y espacio para que los niños jugaran.
Véase también
En inglés: Street Facts for Kids
- Avenida
- Bulevar
- Plaza
- Ciudad
- Callejón
- Seguridad vial
- Vía pública