Primera Guerra Mundial para niños
Datos para niños Primera Guerra Mundial |
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Parte de Edad Contemporánea | ||||
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Soldados australianos en 1917 durante la tercera batalla de Ypres.El osario de Douaumont, cementerio para soldados caídos en Verdún. Aviones alemanes Albatros D.III en Francia, 1917. Soldados rusos en Petrogrado durante la Revolución de Febrero. Dos soldados británicos con máscaras antigás y una ametralladora Vickers en la batalla del Somme de 1916. Trinchera alemana conquistada por los aliados en el Somme.
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Fecha | 28 de julio de 1914-11 de noviembre de 1918 (4 años, 3 meses y 14 días) | |||
Lugar | Europa, África, Oriente Medio y brevemente en China, las costas de América y las islas del océano Pacífico | |||
Casus belli | Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo el 28 de junio de 1914, declaración de guerra por parte del Imperio austrohúngaro a Serbia, y movilización rusa contra el Imperio austrohúngaro el 29 de julio. | |||
Resultado |
Victoria aliada Tratado de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919
Tratado de Saint-Germain-en-Laye, firmado el 10 de septiembre de 1919 Tratado de Neuilly-sur-Seine, firmado el 27 de noviembre de 1919 Tratado de Trianon, firmado el 4 de junio de 1920 Tratado de Sèvres, firmado el 10 de agosto de 1920 |
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Consecuencias |
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Cambios territoriales |
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Fuerzas en combate | ||||
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La Primera Guerra Mundial, conocida como la Gran Guerra, fue un conflicto bélico que involucró a las principales potencias europeas entre 1914 y 1918. Desencadenada por el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, sumió al mundo en un enfrentamiento global. Más de 70 millones de soldados, incluyendo nuevas potencias, se movilizaron en la guerra de trincheras y frentes orientales y occidentales. La guerra transformó el mapa político y social, desmantelando imperios y dando lugar a cambios radicales. A pesar de los esfuerzos por evitar futuros conflictos mediante la Sociedad de Naciones, su legado sentó las bases para la Segunda Guerra Mundial.
Contenido
- Antecedentes
- Preludio
- La guerra
- Reclutamiento
- La experiencia de los soldados
- Apoyo a la guerra
- Oposición a la guerra
- Tecnología
- Aspectos económicos
- Consecuencias de la guerra
- Testimonios, literatura y filmografía
- Frases célebres sobre la Primera Guerra Mundial
- Datos de interés
- Galería de imágenes
- Véase también
Antecedentes
Toda fuerza se agota, la facultad de dirigir la historia no es una propiedad perpetua. Europa, que la heredó de Asia hace 3000 años, tal vez no la conservará siempre.Ernest Lavisse, 1890.
Imperialismo y colonialismo europeo
En 1914, Europa dominaba el mundo tras la Revolución Industrial y una explosión demográfica. Poseía una superioridad técnica y poblacional, con el 25% de la población mundial. Aunque había diferencias internas, Francia y Reino Unido lideraban con el 70% de la capacidad industrial. Europa era el centro económico mundial, pero su hegemonía se veía amenazada por tensiones imperialistas, el ascenso de Japón y EE. UU., y la agitación social interna. El colonialismo europeo abarcaba vastas regiones, alimentando rivalidades y creando alianzas. La división del mundo generó tensiones, intensificando rivalidades y llevando a alianzas entre las naciones europeas desde la década de 1890.
Sistema de alianzas
Durante el siglo XIX, las potencias europeas mantuvieron un equilibrio de poder mediante alianzas políticas y militares, consolidando una red compleja en Europa a principios del XX. La formación de la Santa Alianza en 1815 marcó el inicio, seguida por la Liga de los Tres Emperadores en 1873, ideada por Otto von Bismarck, aunque fracasó debido a desacuerdos. La Doble Alianza entre Austria-Hungría y Alemania surgió en 1879, con Italia uniéndose en 1882, formando la Triple Alianza. Bismarck trabajó para mantener a Rusia aliada, pero su retiro y diferencias con Guillermo II debilitaron el sistema. La creación de la Alianza franco-rusa en 1892 y la Entente Cordiale en 1904 marcaron la respuesta.
La Paz armada
Tras la unificación alemana en 1871, tras la guerra franco-prusiana, el Imperio alemán emergió como una potencia industrial y económica. Desde la década de 1890, el emperador Guillermo II invirtió fuertes recursos en la construcción de la Marina Imperial alemana, liderada por el almirante Alfred von Tirpitz, desafiando la supremacía naval británica. La construcción del HMS Dreadnought en 1906 intensificó la competencia. Esta carrera armamentista entre Reino Unido y Alemania, aunque inicialmente dirigida a Francia, se extendió por Europa. Entre 1908 y 1913, los gastos militares aumentaron un 50%, aunque representaban una fracción del crecimiento económico posterior. Por ejemplo, el gasto federal en Estados Unidos entre 1900 y 1916 fue solo el 2.5% de la renta nacional.
Conflictos y equilibrio de poderes
La anexión de Bosnia y Herzegovina por parte de Austria-Hungría precipitó la "crisis bosnia", enfureciendo a Serbia y al Imperio ruso. La diplomacia rusa desestabilizó la región, conocida como el "polvorín de Europa". La primera guerra de los Balcanes redujo las fronteras otomanas y creó un nuevo Estado albanés. La segunda guerra de los Balcanes aumentó la inestabilidad regional, con repartos territoriales favorables a los vencedores. En 1914, las Potencias Centrales tenían una producción industrial y gasto militar inferiores a la Entente. Aunque la Entente tenía una población y gasto militar superior, las Potencias Centrales, especialmente Alemania, poseían ventajas tecnológicas. El bloqueo naval sobre Alemania era probable, pero el aislamiento de Rusia y la geografía favorecían a las Potencias Centrales.
Preludio
Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo
El 28 de junio de 1914, en Sarajevo, el archiduque Francisco Fernando de Austria fue asesinado por Gavrilo Princip, miembro de Joven Bosnia. A pesar del impacto posterior, la reacción inicial en Austria fue indiferente. Las autoridades austro-húngaras incitaron disturbios antiserbios y perpetraron represalias, resultando en la muerte de entre 700 y 2200 serbios. Más de 460 fueron condenados a muerte y unos 5500 fueron encarcelados o extraditados. Estos eventos, desencadenados por el asesinato, exacerbaron las tensiones étnicas y políticas en la región balcánica, contribuyendo al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Crisis de julio
La crisis de julio de 1914 comenzó con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo el 28 de junio. Austria-Hungría responsabilizó a Serbia y, tras un ultimátum imposible de cumplir, declaró la guerra el 28 de julio. Rusia movilizó sus tropas en apoyo a Serbia, lo que llevó a Alemania a declarar la guerra a Rusia el 1 de agosto. Alemania invadió Luxemburgo el 2 de agosto y Francia el 3 de agosto, mientras el Reino Unido entraba en guerra con Alemania el 4 de agosto debido a la invasión de Bélgica. La movilización militar y las declaraciones de guerra condujeron al estallido de la Primera Guerra Mundial.
La guerra
1914
Los países beligerantes esperaban una guerra corta y victoriosa, alimentados por un romanticismo nacionalista. La monarquía austrohúngara veía la guerra como una "misión histórica" tras el asesinato del archiduque. Los generales alemanes von Moltke y von Bernhardi exaltaban la guerra como un medio de progreso y una necesidad biológica. Al estallar el conflicto, el entusiasmo popular y el compromiso nacional eclipsaron los temores de la clase dirigente a la revolución. La estrategia de las Potencias Centrales carecía de coordinación inicial, con divergencias sobre el apoyo a la invasión austrohúngara de Serbia. Esto llevó a una distribución desigual de fuerzas entre los frentes ruso y serbio. La guerra se extendió por diversos lugares del mundo, desde los Balcanes hasta el Pacífico, con intensidades variables en distintos escenarios de combate.
Campaña serbia
Austria atacó Serbia el 28 de julio con fuego de artillería, iniciando ofensivas significativas el 12 de agosto. En la batalla de Cer, apenas una semana después, sufrieron su primera derrota, mientras los aliados lograban su primera victoria importante en la guerra. Los ataques austríacos durante las siguientes dos semanas resultaron en graves pérdidas, desvaneciendo las esperanzas de una victoria rápida. La campaña concluyó en diciembre de 1914 con la derrota austrohúngara y la inesperada victoria serbia en la decisiva batalla de Kolubara, considerada una de las mayores del siglo XX. Esto obligó a Austria a mantener tropas considerables en el frente serbio, debilitando el frente ruso, tras el temprano y rotundo fracaso de la invasión serbia, desencadenante de la Primera Guerra Mundial.
Ofensiva alemana sobre Bélgica y Francia
Con el estallido de la guerra, el ejército alemán asignó el 80% de sus fuerzas al frente occidental y el resto al este, con un enfoque defensivo. El plan, conocido como «Plan Schlieffen», diseñado por Alfred von Schlieffen, apuntaba a una rápida victoria sobre Francia y luego concentrar esfuerzos contra Rusia. Schlieffen dejó deliberadamente débil el flanco alemán en Alsacia y Lorena, esperando provocar un ataque francés allí. El «Plan XVII» francés, adoptado en 1913, facilitó la estrategia alemana al prever un ataque frontal contra Alsacia y Lorena, permitiendo a Alemania avanzar rápidamente hacia París. Helmuth von Moltke ajustó las proporciones de tropas antes del conflicto, destinando el 70% al norte y el 30% a la frontera francesa.
El 4 de agosto de 1914, el ejército alemán abrió el frente occidental invadiendo Bélgica y Luxemburgo, con un ataque a la ciudad de Lieja. El avance inicial alemán fue exitoso, con la Fuerza Expedicionaria Británica en desbandada y graves pérdidas francesas en la batalla de las Fronteras. La estrategia alemana, aunque detallada, permitía cierta libertad a los oficiales en el campo. El general Alexander von Kluck desobedeció órdenes y abrió una brecha, aprovechada por franceses y británicos en la primera batalla del Marne. Este fracaso marcó el inicio de la «carrera hacia el mar», evidenciando la obsolescencia táctica ante las defensas modernas. Alemania, aunque controlaba territorio, había fracasado en su objetivo de una guerra breve y en dos frentes.
Apertura del frente oriental
En 1911, la Stavka rusa planeó atacar Alemania en dos frentes tras la movilización, invadiendo Prusia Oriental y la Galitzia austríaca. Sin embargo, el plan resultó falto de realismo. En agosto de 1914, el 2.º Ejército ruso fue derrotado por los alemanes en la batalla de Tannenberg, pero su avance forzó a los alemanes a retirarse del frente occidental. Los rusos también penetraron en Galitzia, presionando a Austria-Hungría. Aunque inicialmente exitoso, el avance ruso se vio revertido tras Tannenberg y los lagos Masurianos, cuando Hindenburg y Ludendorff expulsaron a las fuerzas rusas de Prusia.
Entrada del Imperio otomano
A finales de octubre, los dos cruceros «turcos» —en realidad, el SMS Goeben y el SMS Breslau vendidos ficticiamente a los otomanos— aún oficialmente neutral, pese a que conservaron sus tripulaciones alemanas.</ref> precipitaron la entrada de guerra del imperio al zarpar junto con otros buques de guerra a bombardear los puertos rusos de Odesa, Sebastopol y Novorosíisk y hundir de camino varias naves rusas de pequeño tonelaje y un paquebote francés. Este ataque, que no había aprobado el Gobierno y se había llevado a cabo mediante la conspiración de los asesores militares alemanes y los elementos proalemanes del CUP, desató una nueva guerra entre Rusia y el imperio. La operación había sido simplemente una manera de provocar a la Entente para asegurar la entrada en guerra del imperio. Una vez ocurrido, la mayoría del Gobierno decidió apoyar a los conspiradores y asumir el ataque. Varios ministros y el gran visir, sin embargo, se mostraron contrarios a esta decisión, en vano. El 29 de octubre, el imperio entró en guerra con la ruptura de relaciones diplomáticas con la Entente. El 2 de noviembre, Rusia le declaró la guerra.</ref>
El sultán, que no tomó parte en la decisión de declarar la guerra a los rusos, tuvo que proclamar, en calidad de califa, la guerra santa a la Triple Entente.
Asia y el Pacífico
Nueva Zelanda ocupó Samoa alemana el 30 de agosto de 1914, mientras Australia desembarcó en Neu Pommern (Nueva Bretaña) el 11 de septiembre. El 28 de octubre, el SMS Emden hundió el Zhemchug en la batalla de Tsingtao. Japón tomó las colonias de Micronesia y Qingdao en Shandong. Austria-Hungría se negó a retirar el SMS Kaiserin Elisabeth, lo que llevó a Japón a declararle la guerra; el barco fue hundido en noviembre. La Entente capturó los territorios alemanes del Pacífico. Alemania buscó apoyo en el nacionalismo indio y el panislamismo, pero la lealtad india hacia Reino Unido se fortaleció durante la guerra, aunque el fracaso británico para otorgar un autogobierno real generó desilusión y alimentó el movimiento de independencia indio.
África
Las primeras acciones bélicas de la guerra involucraron a fuerzas coloniales británicas, francesas y alemanas en África. Entre el 6 y 7 de agosto de 1914, tropas francesas y británicas invadieron Togolandia y Kamerun, respectivamente. El 10 de agosto, fuerzas alemanas atacaron Sudáfrica desde su colonia de África del Sudoeste. A lo largo de la guerra, las luchas en las colonias fueron esporádicas pero feroces. Las colonias alemanas cayeron rápidamente, salvo en África Oriental, donde las fuerzas bajo el mando de Paul von Lettow-Vorbeck libraron una guerra de guerrillas hasta dos semanas después del cese de hostilidades en Europa.
Desde hacía un siglo, el Imperio británico dominaba los mares con su formidable armada. La obra The Influence of Sea Power upon History de Alfred Thayer Mahan influyó en Alemania, que inició una carrera naval para rivalizar con la Royal Navy. Al comenzar la guerra, Alemania desplegó sus buques en todo el mundo para atacar barcos enemigos, desafiando el bloqueo naval británico. Aunque algunos buques alemanes lograron éxitos notables, la batalla de las Malvinas marcó el declive de la flota alemana. La guerra submarina desencadenada por Alemania, aunque inicialmente exitosa, fracasó estratégicamente. La batalla de Jutlandia confirmó la supremacía naval británica. La amenaza submarina disminuyó con la introducción de convoyes escoltados y tácticas antisubmarinos. El uso del portaaviones HMS Furious y el hundimiento de la flota alemana en Scapa Flow marcaron el epílogo naval de la guerra.
1915
Frente occidental
Los aliados emplearon tácticas convencionales desde finales de 1914, sin obtener éxitos notables debido a las contramedidas alemanas. La segunda batalla de Ypres, el 22 de abril de 1915, marcó un hito con el uso de gas venenoso, aunque la brecha resultante no fue explotada plenamente por los alemanes. La segunda batalla de Artois, el 9 de mayo, y las ofensivas posteriores en Artois y Champaña en septiembre y octubre, resultaron en modestas ganancias territoriales para la Entente, pero con enormes pérdidas humanas y materiales, y cerca de un cuarto de millón de soldados perdidos. Las tácticas de interferir en las líneas de suministro enemigas y presionar por los flancos no lograron cambios significativos en la situación del frente.
Frente oriental
Los aliados emplearon tácticas convencionales desde finales de 1914, sin obtener éxitos notables debido a las contramedidas alemanas. La segunda batalla de Ypres, el 22 de abril de 1915, marcó un hito con el uso de gas venenoso, aunque la brecha resultante no fue explotada plenamente por los alemanes. La segunda batalla de Artois, el 9 de mayo, y las ofensivas posteriores en Artois y Champaña en septiembre y octubre, resultaron en modestas ganancias territoriales para la Entente, pero con enormes pérdidas humanas y materiales, y cerca de un cuarto de millón de soldados perdidos. Las tácticas de interferir en las líneas de suministro enemigas y presionar por los flancos no lograron cambios significativos en la situación del frente.
Campaña de Galípoli
La operación de Galípoli, liderada por Winston Churchill en 1915, tenía como objetivos estratégicos abrir un corredor para abastecer al Imperio ruso y cambiar el equilibrio económico con el Imperio otomano. Buscaba también atraer a Rumania y Bulgaria al bando aliado, ayudar a Serbia y crear un nuevo frente contra el Imperio austrohúngaro. El desembarco aliado el 25 de abril, con 78 000 británicos y 17 000 franceses, enfrentó una resistencia feroz de las fuerzas otomanas, lideradas por Mustafa Kemal Atatürk y el general alemán Otto Liman von Sanders. La campaña, que involucró a más de 500 000 soldados, terminó en enero de 1916 con la evacuación. Ambos bandos sufrieron alrededor de medio millón de bajas.
Entrada de Italia en la guerra
Italia, formalmente aliada con Alemania y Austria-Hungría, mantenía reclamos territoriales contra este último. Con un pacto secreto con Francia desde 1902, su neutralidad fue esencial al inicio de la guerra, argumentando que la Triple Alianza era defensiva y Austria-Hungría la había roto. Presionada por la Entente, Italia rompió con la Triple Alianza el 3 de mayo de 1915. Tras la invasión aliada del Imperio otomano, el parlamento italiano aprobó créditos de guerra el 20 de mayo, con el apoyo de diversos grupos, incluidos los antiguos opositores. Italia se unió a la Triple Entente y declaró la guerra a Austria-Hungría el 23 de mayo, y al Imperio alemán quince meses después.
Otros frentes y sucesos
En 1915, tras la derrota otomana en Sarıkamış, el gobierno emitió órdenes de expulsión de armenios y asirios, desencadenando genocidios que dejaron un millón de muertos. Bulgaria se unió a las potencias centrales en octubre, facilitando la conquista de Serbia. En África, el Schutztruppe capituló, finalizando la campaña en el Sudoeste, mientras los británicos avanzaban en Mesopotamia. Tras el fracaso de Galípoli, el gobierno británico se reestructuró. La Entente planeaba ataques coordinados en 1916. En Alemania, protestas por la guerra se intensificaron. Los socialdemócratas cuestionaron la paz en el Reichstag, señalando un cambio de actitud hacia la prolongación del conflicto.
1916
Frente occidental
En 1915, tras la derrota otomana en Sarıkamış, el gobierno emitió órdenes de expulsión de armenios y asirios, desencadenando genocidios que dejaron un millón de muertos. Bulgaria se unió a las potencias centrales en octubre, facilitando la conquista de Serbia. En África, el Schutztruppe capituló, finalizando la campaña en el Sudoeste, mientras los británicos avanzaban en Mesopotamia. Tras el fracaso de Galípoli, el gobierno británico se reestructuró. La Entente planeaba ataques coordinados en 1916. En Alemania, protestas por la guerra se intensificaron. Los socialdemócratas cuestionaron la paz en el Reichstag, señalando un cambio de actitud hacia la prolongación del conflicto.
Batalla de Verdún
La devastadora batalla de Verdún inició el 21 de febrero. El ejército alemán atacó la fortaleza de Francia, buscando desgastar al enemigo. Aunque tomar Verdún no era el objetivo principal, su posición estratégica sobre el río Mosa era crucial. El general alemán Erich von Falkenhayn pretendía "desangrar" al ejército francés. Sin embargo, la feroz resistencia francesa bajo el mando del general Philippe Pétain cambió el curso. La "Voie sacrée", una ruta vital, aseguró el abastecimiento. La batalla se prolongó por nueve meses, dejando cientos de miles de muertos. La ofensiva anglo-francesa en el Somme desvió recursos alemanes, marcando un giro estratégico. La batalla de Verdún culminó en diciembre de 1916.
Batalla del Somme
La Fuerza Expedicionaria Británica liderada por Douglas Haig tomó el frente en la ofensiva del Somme tras la reducción de las divisiones francesas debido a Verdún. Tras un intenso bombardeo de ocho días, el 1 de julio de 1916 comenzó el ataque contra las posiciones alemanas. A pesar de la preparación, los refugios alemanes resistieron y repelieron el avance aliado. En el primer día, los británicos sufrieron 57,740 bajas. A lo largo de la batalla, Haig continuó la ofensiva a pesar de las pérdidas. El uso inicial de carros de combate británicos ocurrió el 15 de septiembre. La batalla, emblemática de la guerra moderna, finalizó en noviembre con avances mínimos. Aproximadamente medio millón de bajas se registraron, impactando profundamente en el Reino Unido. El historiador John Keegan la describe como la mayor tragedia militar británica del siglo XX.
Friedrich Steinbrecher, un oficial alemán que combatió en la batalla, la resumió de la siguiente manera:
Somme. No hay palabra más horrible en toda la historia del mundo.
Entrada de Rumanía en la guerra
La Fuerza Expedicionaria Británica liderada por Douglas Haig tomó el frente en la ofensiva del Somme tras la reducción de las divisiones francesas debido a Verdún. Tras un intenso bombardeo de ocho días, el 1 de julio de 1916 comenzó el ataque contra las posiciones alemanas. A pesar de la preparación, los refugios alemanes resistieron y repelieron el avance aliado. En el primer día, los británicos sufrieron 57,740 bajas. A lo largo de la batalla, Haig continuó la ofensiva a pesar de las pérdidas. El uso inicial de carros de combate británicos ocurrió el 15 de septiembre. La batalla, emblemática de la guerra moderna, finalizó en noviembre con avances mínimos. Aproximadamente medio millón de bajas se registraron, impactando profundamente en el Reino Unido. El historiador John Keegan la describe como la mayor tragedia militar británica del siglo XX.
Otros sucesos
La Fuerza Expedicionaria Británica liderada por Douglas Haig tomó el frente en la ofensiva del Somme tras la reducción de las divisiones francesas debido a Verdún. Tras un intenso bombardeo de ocho días, el 1 de julio de 1916 comenzó el ataque contra las posiciones alemanas. A pesar de la preparación, los refugios alemanes resistieron y repelieron el avance aliado. En el primer día, los británicos sufrieron 57,740 bajas. A lo largo de la batalla, Haig continuó la ofensiva a pesar de las pérdidas. El uso inicial de carros de combate británicos ocurrió el 15 de septiembre. La batalla, emblemática de la guerra moderna, finalizó en noviembre con avances mínimos. Aproximadamente medio millón de bajas se registraron, impactando profundamente en el Reino Unido. El historiador John Keegan la describe como la mayor tragedia militar británica del siglo XX.
1917
Entrada de Estados Unidos en la guerra
Estados Unidos inicialmente mantuvo una política de no intervención en la Primera Guerra Mundial, pero el hundimiento del RMS Lusitania en 1915 y la reanudación de la guerra submarina sin restricciones por parte de Alemania en 1917 llevaron a una creciente tensión. El Telegrama Zimmermann, interceptado por los británicos y presentado a los estadounidenses, reveló intentos alemanes de involucrar a México y Japón en la guerra. El presidente Woodrow Wilson, reelegido en 1916 con la promesa de mantener a Estados Unidos fuera del conflicto, finalmente pidió al Congreso que declarara la guerra a Alemania en abril de 1917. Aunque inicialmente neutra, la participación estadounidense en la guerra aumentó rápidamente con el reclutamiento de millones de soldados y el despliegue de fuerzas en Europa, alterando significativamente el equilibrio de poder en el conflicto.
Revolución rusa
Antes de la guerra, las principales rutas comerciales a Rusia pasaban por el mar Báltico y el mar Negro. Con la guerra, la inflación y la escasez de alimentos aumentaron, desencadenando protestas. Los comités de trabajadores, los sóviets, surgieron desde la revolución de 1905. A pesar de la victoria en la ofensiva Brusílov de junio de 1916, Rusia se debilitaba. En marzo de 1917, las manifestaciones en Petrogrado llevaron a la abdicación del zar y al surgimiento del gobierno provisional, compartiendo poder con el sóviet. La debilidad del gobierno fortaleció a los bolcheviques. Tras la revolución de octubre de 1917, Rusia abandonó la guerra con el tratado de Brest-Litovsk en marzo de 1918, desatando la guerra civil.
El frente occidental: Alemania a la defensiva
En marzo de 1916, los alemanes se retiraron a la línea Siegfried, preparando la línea Hindenburg, mientras la guerra naval se intensificaba. Comenzaron las grandes batallas del Somme y Verdún. Aunque la retirada alemana fue tácticamente exitosa, los Aliados lanzaron nuevas ofensivas en Aisne y Arrás. En la batalla de Arrás, los británicos sorprendieron a los alemanes con túneles subterráneos. A pesar del uso de carros de combate y gas venenoso, las ofensivas aliadas se detuvieron en mayo debido a las defensas alemanas. La ofensiva de Nivelle fracasó, provocando motines en el ejército francés. En la batalla de Messines, los británicos lograron avances estratégicos, mientras que en Cambrai, aunque hubo un avance inicial sorprendente, los alemanes recuperaron terreno, reforzando su creencia errónea sobre los carros de combate.
Otros frentes
En marzo de 1916, los alemanes se retiraron a la línea Siegfried, preparando la línea Hindenburg, mientras la guerra naval se intensificaba. Comenzaron las grandes batallas del Somme y Verdún. Aunque la retirada alemana fue tácticamente exitosa, los Aliados lanzaron nuevas ofensivas en Aisne y Arrás. En la batalla de Arrás, los británicos sorprendieron a los alemanes con túneles subterráneos. A pesar del uso de carros de combate y gas venenoso, las ofensivas aliadas se detuvieron en mayo debido a las defensas alemanas. La ofensiva de Nivelle fracasó, provocando motines en el ejército francés. En la batalla de Messines, los británicos lograron avances estratégicos, mientras que en Cambrai, aunque hubo un avance inicial sorprendente, los alemanes recuperaron terreno, reforzando su creencia errónea sobre los carros de combate.
1918
Ofensiva alemana de primavera
Desde noviembre de 1917, el OHL alemán planeaba una ofensiva en el frente occidental para la primavera de 1918, apuntando a la BEF de Douglas Haig, considerándola debilitada tras las batallas de Arras, Messines, Passchendaele y Cambrai en 1917. El 21 de enero de 1918, el general Erich Ludendorff decidió atacar, ante el agotamiento alemán y el rechazo a los catorce puntos de Woodrow Wilson. La población alemana se manifestó contra la guerra, mientras Austria-Hungría enfrentaba huelgas. En febrero, Ludendorff movilizó divisiones al frente occidental. La ofensiva, llamada «Michael», comenzó el 21 de marzo con avances tácticos innovadores, logrando penetrar las líneas aliadas con soldados de asalto y evitando bombardeos prolongados. La iniciativa alemana buscaba vencer antes de que la Fuerza Expedicionaria Estadounidense llegara en pleno a Francia.
La ofensiva alemana en marzo de 1918, alcanzando a París a menos de 120 km, sembró el pánico en la capital con el bombardeo de cañones Krupp. Aunque inicialmente exitosa, la ofensiva se estancó por la escasez de recursos y la dificultad del terreno. La intervención estadounidense se intensificó, aunque con tensiones sobre su integración en las fuerzas aliadas. Tras la Operación Michael, las operaciones Blücher y Yorck se dirigieron al sur, pero los Aliados detuvieron el avance alemán. La segunda batalla del Marne, iniciada por los alemanes en julio, marcó el comienzo de la Ofensiva de los Cien Días, culminando en la retirada alemana a sus posiciones originales. Las bajas alemanas fueron significativas, exacerbando las protestas contra la guerra y el declive industrial. La iniciativa alemana se desvaneció, sellando el destino del conflicto.
Ofensiva final y victoria aliada
La contraofensiva aliada, llamada la «Ofensiva de los Cien Días», comenzó el 8 de agosto de 1918 con la batalla de Amiens. En su primer día, los aliados abrieron una brecha de 24 kilómetros en las líneas alemanas, causando un marcado colapso de la moral alemana. Después del avance inicial, los defensores alemanes recompusieron las líneas y la batalla terminó el 12 de agosto sin cambios sustanciales. Los aliados cambiaron su estrategia hacia ataques rápidos en los flancos, interrumpiendo cada avance cuando perdía su ímpetu. Ludendorff reconoció que Alemania no podía ganar la guerra y recomendó iniciar negociaciones de paz. El 13 de agosto, en Spa, Hindenburg, Ludendorff y otros líderes alemanes reconocieron que la victoria bélica era improbable, marcando el inicio del fin de la guerra.
Facción | 1 de mayo de 1918 | 1 de agosto de 1918 | 1 de noviembre de 1918 |
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Aliados | 1 343 000 | 1 672 000 | 1 455 000 |
Alemanes | 1 600 000 | 1 395 000 | 866 000 |
Las fuerzas aliadas, lideradas por británicos y franceses, intensificaron su avance en agosto de 1918, marcando la batalla de Albert como inicio. La presión sobre los alemanes a lo largo de 110 km de frente resultó implacable, con constantes ataques aliados y retiradas nocturnas. Ante el avance aliado, Alemania ordenó una retirada general hacia la línea Hindenburg, perdiendo terreno conquistado en abril y dejando a muchos soldados atrapados. En menos de cuatro semanas, se capturaron 100,000 soldados alemanes. Con la evidencia de la derrota, el mando alemán buscó negociaciones de paz, pero las propuestas de mediación fueron rechazadas por los aliados.
Avance aliado a la línea Hindenburg
Las fuerzas aliadas, lideradas por británicos y franceses, intensificaron su avance en agosto de 1918, marcando la batalla de Albert como inicio. La presión sobre los alemanes a lo largo de 110 km de frente resultó implacable, con constantes ataques aliados y retiradas nocturnas. Ante el avance aliado, Alemania ordenó una retirada general hacia la línea Hindenburg, perdiendo terreno conquistado en abril y dejando a muchos soldados atrapados. En menos de cuatro semanas, se capturaron 100,000 soldados alemanes. Con la evidencia de la derrota, el mando alemán buscó negociaciones de paz, pero las propuestas de mediación fueron rechazadas por los aliados.
Revolución y rendición alemana
La noticia de la inminente derrota militar de Alemania se extendió rápidamente por todas sus fuerzas armadas, generando la amenaza de un motín. El almirante Reinhard Scheer y Ludendorff decidieron lanzar un último ataque naval para "restaurar el valor" de la armada alemana.
En el norte de Alemania, la revolución comenzó en octubre de 1918, cuando unidades de la armada se negaron a zarpar al considerar la guerra perdida y un sacrificio inútil. La revuelta de los marineros en los puertos de Kiel y Wilhelmshaven se extendió por todo el país en días y llevó a la proclamación de la república el 9 de noviembre de 1918, tras la abdicación del káiser Guillermo II y la rendición del país.
Resto del mundo
En enero de 1918, las fuerzas rumanas tomaron Besarabia coincidiendo con la retirada del ejército ruso. Aunque los gobiernos rumano y bolchevique firmaron un tratado tras las conversaciones del 5 al 9 de marzo, el 27 de marzo Rumanía anexionó formalmente la provincia. Rumanía acordó el fin de las hostilidades con las Potencias Centrales el 7 de mayo de 1918 en el tratado de Bucarest, haciendo concesiones territoriales a Austria-Hungría y otorgando concesiones petroleras a Alemania. El tratado fue denunciado en octubre de 1918 y Rumanía se reincorporó a la guerra un día antes de la rendición alemana. En el frente balcánico, las tropas serbias y francesas lograron un gran avance en septiembre de 1918 durante la ofensiva del Vardar, derrotando a Bulgaria, que se rindió el 29 de septiembre de 1918. En Mesopotamia, la Fuerza Expedicionaria Egipcia rompió las líneas otomanas en la batalla de Megido. El armisticio de Mudros puso fin a las hostilidades con el Imperio otomano en octubre.
Armisticios y capitulaciones
El colapso de las Potencias Centrales fue rápido: Bulgaria firmó el armisticio de Tesalónica el 29 de septiembre de 1918, seguida por el Imperio otomano con el armisticio de Mudros el 30 de octubre. El avance italiano y la batalla de Vittorio Veneto desintegraron Austria-Hungría. Declaraciones de independencia en Budapest, Praga y Zagreb culminaron con Austria pidiendo un armisticio el 29 de octubre. El 3 de noviembre, Austria firmó el armisticio de Villa Giusti. Italia ocupó Tirol y otras ciudades austríacas. El 11 de noviembre se firmó el armisticio con Alemania en Compiègne, terminando la Primera Guerra Mundial. Aunque los Aliados tenían recursos para invadir Alemania, no avanzaron más allá de su frontera, permitiendo la propagación de la "leyenda de la puñalada por la espalda". La guerra y la pandemia de gripe de 1918 debilitaron a Alemania. Los Aliados gastaron más que las Potencias Centrales, con una contribución significativa del Reino Unido.
Reclutamiento
El reclutamiento durante la Primera Guerra Mundial fue un tema controversial en varios países. En Canadá, una crisis de reclutamiento en 1917 reflejó tensiones entre los canadienses francófonos y anglófonos sobre el deber hacia el Imperio británico. En Australia, dos referendums en 1916 y 1917, aunque no vinculantes, mostraron divisiones sobre el envío de tropas al extranjero. En el Reino Unido, el servicio militar obligatorio afectó a casi todos los hombres físicamente aptos, con alrededor de 850,000 muertes. Irlanda estuvo exenta debido a la inestabilidad política. En Estados Unidos, el reclutamiento comenzó en 1917 y encontró mayor aceptación, aunque hubo resistencia en algunas áreas rurales. La Corte Suprema de EE. UU. confirmó la constitucionalidad del servicio militar obligatorio en 1918. En el Imperio austrohúngaro, el reclutamiento fue mixto, lo que contribuyó a tensiones étnicas y al bajo desempeño militar.
La experiencia de los soldados
Durante la Primera Guerra Mundial, el reclutamiento evolucionó de voluntario a forzoso, con veteranos formando asociaciones de veteranos para compartir sus experiencias. Observadores militares y civiles siguieron las operaciones bélicas, informando desde perspectivas similares a las fuerzas en combate. Cerca de ocho millones de soldados se convirtieron en prisioneros de guerra, prometiéndose un trato justo según las Convenciones de La Haya. Las capturas solían ocurrir en rendiciones masivas de unidades enteras. En asedios como el de Maubeuge, decenas de miles se rindieron. Las pérdidas rusas y de las Potencias Centrales fueron significativas, con millones capturados. Las condiciones en los campos variaban, siendo mejores en los aliados. Rusia, con escasez y hambruna, tuvo altas tasas de mortalidad entre prisioneros. El Imperio otomano trató mal a sus prisioneros, y la Legión Checoslovaca, liberada en 1917, se convirtió en una fuerza notable durante la guerra civil rusa. Los prisioneros aliados regresaron rápidamente, pero muchos centroeuropeos permanecieron en cautiverio hasta 1920 o 1924.
Apoyo a la guerra
En un principio, las clases altas temieron una dura respuesta por parte de la clase obrera en caso de conflicto, aunque esto nunca se materializó. La habilidad con que los países beligerantes presentaron la guerra a su población les aseguró una casi total adhesión de las masas, una situación breve. Varios partidos socialistas apoyaron inicialmente la guerra en agosto de 1914, mientras otros adoptaron una postura contraria, viéndola como una expresión de la lucha de clases.
En los Balcanes, los partidarios del yugoslavismo apoyaron la guerra, aspirando a la creación de una Yugoslavia independiente. En Oriente Próximo, el nacionalismo árabe se disparó en respuesta al nacionalismo turco, con la rebelión árabe buscando independencia. En África Oriental, el Imperio etíope estuvo a punto de entrar en la guerra, pero el derrocamiento de Iyasu V impidió su participación. En Italia, el nacionalismo creció, con figuras como Gabriele D’Annunzio y Benito Mussolini promoviendo la intervención italiana. El Partido Socialista Italiano se opuso a la guerra después de la Semana Roja, expulsando a miembros nacionalistas como Mussolini.
Oposición a la guerra
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, la mayoría de los socialistas y sindicalistas respaldaron a sus gobiernos, aunque hubo excepciones notables como el Partido Socialista de América, el Partido Socialista Italiano y la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, liderada por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. Estas facciones antiguerra ganaron protagonismo en la posguerra, especialmente en Rusia y Alemania. El papa Benedicto XV, al inicio de su pontificado, abogó por la paz, pero sus esfuerzos fueron ignorados por las potencias beligerantes. En el ámbito militar, el general Horace Smith-Dorrien lanzó una proclama antiguerra a reclutas británicos en 1914. Se encarcelaron a quienes se opusieron a la guerra, incluidos líderes intelectuales como Eugene Debs y Bertrand Russell. A medida que avanzaba la guerra, aumentaron las tensiones sociales y políticas, dando lugar a levantamientos y protestas, como el Alzamiento de Pascua en Irlanda y la Revolución Rusa de 1917. La oposición a la guerra creció en toda Europa, culminando en la Revolución de Noviembre de 1918 en Alemania y la firma del Tratado de Brest-Litovsk entre Rusia y Alemania.
Tecnología
Guerra terrestre
La Primera Guerra Mundial marcó el choque entre la tecnología del siglo XX y las tácticas del XIX. Al principio, las batallas se basaban en infantería y artillería tradicionales, pero para 1917, los ejércitos modernizados empleaban teléfonos, comunicación inalámbrica, vehículos blindados y aviones. La artillería, con fuego indirecto y contra-batería, lideró una revolución tecnológica. Los tanques británicos y el inicio de la guerra acorazada rompieron el estancamiento de las trincheras. Además, se introdujeron ametralladoras ligeras, subfusiles y lanzallamas. Las batallas fueron mortales, con cientos de miles de bajas en conflictos como Ypres, Marne, Somme, Verdún y Galípoli. La artillería y la metralla causaron la mayoría de las muertes, lo que llevó al desarrollo de cascos de acero. La guerra transformó la forma de combatir y dejó una huella indeleble en la historia militar.
Gas venenoso
El conflicto mundial de 1914-1918 se destacó por el uso generalizado de armas químicas, a pesar de las prohibiciones establecidas en las conferencias de la Haya de 1899 y 1907. Los gases como el cloro y el gas mostaza causaron alrededor de 1,3 millones de víctimas, incluidos civiles. Los británicos sufrieron más de 180,000 bajas, los estadounidenses hasta un tercio de sus bajas, y los rusos cerca de medio millón. El riesgo también afectó a los civiles, con entre 100,000 y 260,000 víctimas y muchas más sufriendo enfermedades a largo plazo. A pesar de los conocimientos sobre sus efectos, los comandantes continuaron su uso sin preocupación por las consecuencias civiles.
Lo más destacable fue el gran despliegue realizado por Alemania de sus U-boote (submarinos) desde el comienzo de la guerra. Alternando entre la guerra submarina restringida y la guerra sin restricciones en el Atlántico, la Marina Imperial alemana los empleó con el objetivo de privar a las islas británicas de sus suministros vitales para continuar la guerra. Las muertes de marineros mercantes británicos y la aparente invulnerabilidad de los submarinos condujeron a la invención de contramedidas como las cargas de profundidad (1916), los hidrófonos (sonar pasivo, 1917), dirigibles, submarinos de ataque (HMS R-1, 1917), entre otros. Para ampliar sus operaciones oceánicas, los alemanes propusieron la creación de «submarinos de suministro» en 1916. Con el fin de la guerra, los avances y soluciones de ambos bandos quedarían olvidados en el periodo de entreguerras y no resurgirían hasta que el comienzo de la Segunda Guerra Mundial trajo de nuevo la necesidad.
Aviación
Las aeronaves de ala fija debutaron militarmente en Libia italiana el 23 de octubre de 1911, durante la Guerra ítalo-turca, para reconocimiento y fotografía aérea. Para 1914, su utilidad estaba demostrada, empleadas inicialmente para reconocimiento y ataques a tierra. Surgieron cañones antiaéreos y aviones de combate para derribar aviones enemigos, seguidos de los bombarderos estratégicos. El HMS Furious, inicialmente un crucero de batalla, se convirtió en el primer portaaviones, destacando en la incursión de Tønder de 1918. Los globos tripulados observaban las trincheras, sirviendo como plataformas de reconocimiento y guía para la artillería, aunque eran blancos vulnerables. El combate aire-aire entre aeronaves inició con los intentos de derribarlos, desempeñando un papel crucial en el estancamiento de la guerra de trincheras. Los dirigibles alemanes bombardearon el Reino Unido, desviando recursos y alterando la moral británica.
Aspectos económicos
Economía de guerra e intervención del Estado
La economía de guerra durante la Primera Guerra Mundial implicó un cambio radical en las políticas económicas, superando el individualismo previo al conflicto. Los gobiernos tuvieron que intervenir en la economía nacional para garantizar el suministro militar, elevando su participación por encima del 50% del PIB en Alemania y Francia. El Imperio británico, respaldado por sus inversiones y la libra esterlina, sostuvo a sus aliados con préstamos. La escasez de armas y municiones afectó a todas las potencias, destacando la rápida adaptación de Alemania en la producción bélica. La guerra alteró la estructura laboral, con mujeres y trabajadores de colonias ocupando roles esenciales. El racionamiento y control estatal de alimentos fue común, con medidas drásticas como el racionamiento de productos básicos y el aumento de la afiliación sindical. Las colonias británicas fueron vitales para garantizar suministros clave, explorando nuevos recursos como el manganeso en África.
Empeoramiento del frente interior
Tras años de racionamiento, la mortalidad de la población civil en Alemania aumentó notablemente: un 14 % en 1916 y un 37 % en 1918. Sin embargo, estas penurias no fueron exclusivas de Alemania, afectaron al Imperio otomano, Francia y Austria-Hungría, este último país afrontó una situación especialmente grave con regiones sumidas en la hambruna. Las condiciones llevaron a un creciente descontento y oposición en Rusia y otros países beligerantes. En 1917, los episodios revolucionarios en Rusia inspiraron movimientos similares en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Austria-Hungría, con huelgas, motines y rebeliones. Los motines en el ejército francés y las deserciones masivas debilitaron los frentes. En Alemania, motines y rebeliones internas colapsaron el frente en semanas. Las penurias económicas alimentaron el clima revolucionario, aunque las clases dirigentes lograron mantener su autoridad, excepto en la Rusia soviética.
Consecuencias económicas
Uno de los efectos más notables de la Primera Guerra Mundial fue la expansión de los poderes gubernamentales en Francia, Estados Unidos y Reino Unido, mediante la creación de nuevas instituciones y ministerios, así como la implementación de impuestos y leyes destinadas al esfuerzo bélico. La guerra también desafió la burocracia estatal en Alemania y Austria-Hungría. El PIB aumentó en Reino Unido, Italia y Estados Unidos, pero disminuyó en Francia, Rusia y las Potencias Centrales. Tras la guerra, Estados Unidos exigió a Reino Unido la devolución de préstamos, desencadenando un colapso financiero en 1931. La guerra también generó un desequilibrio de género, con más mujeres que hombres en países como el Reino Unido, donde casi un millón de hombres murieron en combate, aumentando la brecha de género y provocando altas tasas de desempleo tras la desmovilización.
Consecuencias de la guerra
El estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914, aún parece marcar el fin de una era y el comienzo de otra.The Origins of the First World War, 1992.
Las secuelas más visibles de la guerra fueron la desaparición de cuatro imperios: el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano. Numerosas naciones recuperaron su independencia y otras nuevas se crearon. Cuatro dinastías, y con ellas sus aristocracias, cayeron como consecuencia directa de la guerra: los Romanov, los Osmanlí, los Hohenzollern y los Habsburgo.
Pérdidas humanas
La Primera Guerra Mundial, con entre 9 y 10 millones de muertos y 20 millones de heridos, tuvo impacto devastador en Europa. Alemania, Francia y Rusia sufrieron pérdidas significativas. Serbia, Montenegro y Rumania fueron duramente golpeados, perdiendo hasta el 16 % de su población. La guerra dejó huérfanos, viudas y millones de discapacitados, con escasos recursos para rehabilitación. Muchos veteranos murieron por secuelas o enfermedades. El bloqueo naval provocó hambrunas, con hasta 733,000 alemanes fallecidos. El Imperio Otomano perpetró el genocidio armenio. La guerra marcó un malestar social profundo y la carencia de apoyo a los afectados.
Costes y destrucción
Bélgica, Serbia y el norte de Francia quedaron devastados tras la Primera Guerra Mundial, con costos de reconstrucción superiores a 100 mil millones de francos. La expectativa de que los vencedores cubrieran sus gastos mediante reparaciones alemanas resultó ilusoria. El Reino Unido, antes acreedor mundial, quedó endeudado, mientras Alemania sufrió una hiperinflación en la República de Weimar. La hegemonía europea cedió ante Estados Unidos, nuevo acreedor. El Pacto Económico de París y la Conferencia de Paz de 1919 impusieron bloqueos y reparaciones a Alemania. Los gastos totales, financiados mayormente con bonos y papel moneda, alcanzaron cifras astronómicas, generando una enorme deuda nacional.
Tratados de paz
Los acuerdos de paz de 1919-1920, incluido el Tratado de Versalles, marcaron el fin de la Primera Guerra Mundial. La conferencia de París, iniciada el 18 de enero de 1919, excluyó a Rusia y a los países vencidos. Alemania asumió la responsabilidad por la guerra en el artículo 231, causando resentimiento. El tratado limitó su ejército, confiscó su armada y exigió reparaciones de hasta 132 mil millones de marcos oro. Alemania, arruinada, apenas pudo pagar una fracción. Perdió territorios, su imperio colonial y se enfrentó a sanciones legales. Los tratados con otras naciones vencidas siguieron patrones similares, exacerbando tensiones y dando forma al clima político de la década de 1920 y 1930.
Identidades y cambios en las fronteras nacionales
Polonia recobró su independencia tras siglos de dominación. Serbia se convirtió en el núcleo de Yugoslavia, mientras Checoslovaquia surgió de la fusión de Bohemia y Hungría. La Revolución rusa dio paso a la Unión Soviética y la pérdida de Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia. Turquía emergió del Imperio otomano, y Oriente Medio cayó bajo dominio francés y británico, con mandatos de la Sociedad de Naciones. Las colonias alemanas pasaron a potencias vencedoras. El nacionalismo creció en los territorios británicos. Australia y Nueva Zelanda conmemoran su participación en Galípoli. Canadá se forjó en Vimy Ridge. La Primera Guerra Mundial configuró Oriente Medio, desencadenando conflictos duraderos, incluido el conflicto israelí-palestino.
Efectos sobre la salud
La Primera Guerra Mundial dejó secuelas devastadoras en la salud y sociedad. Siete millones de soldados europeos quedaron discapacitados. Alemania, Austria-Hungría y Francia perdieron una parte significativa de su población activa. La escasez de alimentos y enfermedades provocaron más muertes civiles. Rusia sufrió una hambruna en 1921, con millones de niños sin hogar. Epidemias como el tifus y la gripe mataron a millones en Europa y Asia. La gripe española redujo la esperanza de vida en EE. UU. y pudo influir en el resultado de la guerra. La postguerra trajo conflictos como la guerra greco-turca y pogromos antisemitas en Rusia.
Influencia en el ascenso del fascismo y el nazismo
El ascenso del nazismo y el fascismo reflejó un resurgimiento del nacionalismo y el rechazo a los cambios posteriores a la guerra. En Alemania, la "leyenda de la puñalada por la espalda" culpaba a los judíos y a los partidos de izquierda por la derrota en la Primera Guerra Mundial, deslegitimando al gobierno de Weimar y facilitando el ascenso del nazismo. Italia, a pesar de ser vencedora, se sintió agraviada por los tratados de paz, lo que impulsó el ascenso de Mussolini y el fascismo. Estos movimientos capitalizaron la frustración y la inestabilidad social, llevando a Europa hacia un periodo turbulento de entreguerras.
Testimonios, literatura y filmografía
En sus memorias, el mariscal Paul von Hindenburg atribuye la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial a causas políticas. Autores como Russell Warren Howe y Roger Vercel exploraron la guerra y sus repercusiones en obras como la biografía de Mata Hari y las novelas "Capitán Conan" y "El pabellón de los oficiales". Jan Morris y Peter Kilduff ofrecen visiones detalladas de líderes militares como el almirante Fisher y el Barón Rojo. La literatura pacifista, incluyendo obras de Erich María Remarque y Dalton Trumbo, captura el trauma del conflicto. En el cine, películas como "Senderos de gloria" y "La gran ilusión" abordan sus complejidades. "Lili Marleen", compuesta por Hans Leip, se convirtió en un himno de la guerra y persiste como una influencia duradera del siglo XX.
Frases célebres sobre la Primera Guerra Mundial
- "La Primera Guerra Mundial fue la lucha que pensíbamos que pondría fin a todas las guerras." - Margaret MacMillan
- "La guerra no decide quién tiene razón, sino quién queda." - Bertrand Russell
- "La guerra es una masacre entre gente que no se conoce, para beneficio de gente que sí se conoce pero que no se masacra." - Paul Valéry
- "La Primera Guerra Mundial fue la trinchera en la que se enterró el optimismo liberal." - Eric Hobsbawm
- "No fue la causa, sino el pretexto para que las generaciones egoístas y mezquinas cedieran a sus más bajos instintos." - Stefan Zweig
- "La Primera Guerra Mundial cambió el mundo para siempre y nos dejó lecciones dolorosas sobre los costos del nacionalismo desenfrenado y el militarismo excesivo." - Barack Obama
- "La Gran Guerra fue sin duda la experiencia más inhumana de mi vida, pero me convenció de mi fe en el alma humana." - Vera Brittain
Datos de interés
- Animales en la guerra: Se utilizaron diversos animales durante la Primera Guerra Mundial, incluyendo palomas mensajeras, perros de guerra entrenados para transportar mensajes y ayudar en la detección de minas, así como caballos, mulas y camellos para transportar equipo y suministros.
- Túneles y trincheras: Se excavaron extensos sistemas de túneles y trincheras a lo largo del frente occidental, donde los soldados vivían y luchaban en condiciones extremadamente difíciles y peligrosas.
- La epidemia de gripe de 1918: Durante la Primera Guerra Mundial, se produjo una pandemia de gripe que afectó a millones de personas en todo el mundo. Se estima que la gripe española, como se la llamó comúnmente, mató a más personas que la guerra misma.
- Innovaciones tecnológicas: La Primera Guerra Mundial fue testigo de importantes avances tecnológicos en el campo de la guerra, incluyendo el uso generalizado de ametralladoras, tanques, aviones y submarinos.
- Tratados y acuerdos: El Tratado de Versalles, firmado en 1919, fue uno de los tratados de paz que pusieron fin a la Primera Guerra Mundial. Este tratado impuso duras condiciones a Alemania y estableció las bases para el surgimiento de tensiones que condujeron eventualmente a la Segunda Guerra Mundial.
- La caída de imperios: La Primera Guerra Mundial marcó el fin de varios imperios, incluyendo el Imperio Otomano, el Austrohúngaro, el Ruso y el Alemán. Esto llevó a cambios significativos en el mapa geopolítico del mundo.
- Soldados africanos y asiáticos: La Primera Guerra Mundial involucró a soldados de diversas partes del mundo, incluyendo colonias africanas y asiáticas que lucharon en nombre de las potencias coloniales europeas. Muchos de estos soldados enfrentaron discriminación y desigualdad durante y después de la guerra.
Galería de imágenes
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La construcción del acorazado británico HMS Dreadnought en 1906 reavivó la carrera armamentista entre las potencias.
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Un soldado búlgaro junto a su compañero caído durante la primera guerra balcánica, en 1912.
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El HMS Birmingham bajo fuego enemigo durante la batalla de Jutlandia, el 31 de mayo de 1916.
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Manifestación a favor de la entrada de Italia en la guerra en Bolonia en 1914.
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Manifestación de las mujeres de los trabajadores de la fábrica Putílov de Petrogrado, junto a soldados, en el primer día de la revolución de febrero.
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Prisioneros de guerra austríacos en la región de Carelia en 1915. Fotografía original en color de Serguéi Prokudin-Gorski.
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Soldados revolucionarios rusos se manifiestan en Moscú en noviembre de 1917, la pancarta reza «comunismo».
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Carro de combate británico Mark I, el primer tanque de la historia, el 15 de septiembre de 1916 durante la batalla de Flers-Courcelette.
Véase también
En inglés: World War I Facts for Kids
- Anexo:Líderes de las Potencias Centrales en la Primera Guerra Mundial
- Período de entreguerras
- Segunda Guerra Mundial
- Anexo:Veteranos de la Primera Guerra Mundial
- Papel de la mujer en la Primera Guerra Mundial
- Centenario de la Primera Guerra Mundial
- Grecia durante la Primera Guerra Mundial
- Luftfahrtruppen
- Luftstreitkräfte