Pandemia de gripe de 1918 para niños
Datos para niños Pandemia de gripe de 1918 |
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![]() Hospital improvisado en Camp Funston, Kansas, en 1918.
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Agente patógeno | ||
Patógeno | Influenzavirus A subtipo H1N1 | |
Tipo de patógeno | Virus | |
Enfermedad causada | Gripe de 1918 | |
Datos históricos | ||
Inicio | Febrero de 1918 | |
Fin | Abril de 1920 | |
Lugar de inicio | Divergencia entre China, o Kansas, Estados Unidos | |
Nivel del contagio | Pandemia | |
Datos del contagio | ||
Fallecidos | 50-100 millones (estimado) | |
La pandemia de gripe de 1918, también conocida como gripe española, fue una pandemia causada por un virus de la gripe tipo A, subtipo H1N1. A diferencia de otras gripes que afectan más a niños pequeños y personas mayores, esta enfermedad también afectó a jóvenes y adultos sanos. Incluso algunos animales, como perros y gatos, se vieron afectados.
Se considera una de las pandemias más graves de la historia. En solo un año, se estima que causó la muerte de entre 20 y 40 millones de personas. Esta cifra tan alta de fallecimientos, que incluía a muchos niños, es un ejemplo de una gran crisis de salud.
La enfermedad se detectó por primera vez el 4 de marzo de 1918 en Fort Riley (Kansas, Estados Unidos). Sin embargo, ya en 1917 hubo señales de su llegada en varios campamentos militares. Se cree que el virus original pudo haber surgido en el condado de Haskell en enero de 1918.
En algún momento del verano de 1918, este virus cambió y se volvió mucho más peligroso. El primer caso confirmado de esta versión más fuerte fue el 22 de agosto de 1918 en Brest, un puerto francés importante durante la Primera Guerra Mundial.
Se le llamó "gripe española" porque en España se habló más de ella en la prensa que en otros países de Europa. Esto se debe a que España no participó en la Primera Guerra Mundial y, por lo tanto, no había censura sobre las noticias de la enfermedad.
Para entender mejor esta pandemia, los científicos han estudiado muestras de tejido de personas que fallecieron y que se conservaron congeladas. Han logrado recrear el virus en laboratorios especiales. Una de las conclusiones es que el virus causaba una reacción muy fuerte del sistema inmunitario, lo que explica por qué era tan grave y afectaba a personas de todas las edades.
Contenido
- ¿Cómo se extendió la gripe de 1918?
- Impacto de la pandemia: Muertes y contagios
- ¿Cómo se trató la gripe de 1918?
- Investigaciones modernas sobre el virus
- ¿Podría ocurrir una pandemia similar hoy?
- ¿Cómo se investiga el origen de la gripe de 1918?
- Personas famosas que tuvieron la gripe de 1918
- Galería de imágenes
¿Cómo se extendió la gripe de 1918?
Tradicionalmente, se pensaba que el primer caso fue el cocinero Gilbert Michell en Fort Riley, Kansas, el 4 de marzo de 1918. Horas después, ya había decenas de enfermos, y tuvieron que usar un hangar como hospital. Sin embargo, algunos investigadores creen que ya había brotes de gripe muy fuertes meses antes en casi todos los campamentos militares de Estados Unidos.
La gripe ya estaba causando más muertes de lo normal. Por ejemplo, en 1916, hubo 18.886 muertes por gripe en Estados Unidos, una cifra mucho más alta que la de una gripe común. Lo sorprendente fue que en diciembre de 1917, en Camp Greene, cerca de Charlotte (Carolina del Norte), 20 de 565 jóvenes soldados enfermos de gripe fallecieron. Esto era entre 100 y 200 veces la tasa de mortalidad normal para jóvenes. Por eso, se piensa que el virus H1N1 más peligroso pudo haber aparecido allí.
¿Cuáles eran los síntomas de la gripe de 1918?
Los médicos de la época describieron los siguientes síntomas en los pacientes:
- Cara con un tono grisáceo.
- Pupilas un poco más grandes de lo normal.
- Fiebre alta, por encima de los 39 grados.
- Pulso muy rápido, más de 140 latidos por minuto.
- Respiración superficial y acelerada.
- Cansancio extremo.
- Pocas horas después de los primeros síntomas, los pulmones empezaban a acumular líquido.
- Entre 12 y 18 horas después, la situación empeoraba con más líquido en los pulmones, dificultad para respirar, sudoración excesiva y aumento de la fiebre.
- La piel y las mucosas se ponían azuladas (cianosis).
Si los síntomas no mejoraban, la muerte podía ocurrir entre 24 y 48 horas después del empeoramiento. Con el tiempo, los síntomas se volvieron aún más graves. En algunos casos, se presentaba dolor abdominal, lo que a veces se confundía con apendicitis.
La expansión global de la pandemia
En diciembre de 1917, 14 de los 16 campamentos militares de Estados Unidos ya estaban afectados por la gripe. El presidente estadounidense Woodrow Wilson consideró detener el envío de tropas a Europa para evitar la propagación. Sin embargo, se decidió no hacerlo para no dar ventaja a los enemigos en la Primera Guerra Mundial. Así, muchos soldados enfermos de gripe fueron enviados a Europa.
Después de los primeros casos en Europa, la gripe se extendió rápidamente. Pasó de Francia al Reino Unido, luego a Italia, Alemania y finalmente a España. Como España era neutral en la guerra, no censuró la información, lo que hizo que pareciera el único país afectado. Los hospitales estaban llenos, y el ejército alemán tuvo que suspender una ofensiva porque un millón de sus soldados estaban enfermos.
En mayo de 1918, se cree que más de la mitad de la población de Madrid se contagió. Fue un golpe muy duro, especialmente porque se pensaba que los avances en higiene y salud habían dejado atrás las grandes epidemias.
Lo peor llegó con la segunda ola en 1918, que afectó tanto a ciudades como a pueblos pequeños. Se estima que el 75% de las muertes ocurrieron en esta segunda ola. Aunque al principio la gripe era relativamente leve, su mortalidad fue aumentando.
En 1919, la enfermedad fue menos grave porque la mayoría de las personas ya se habían adaptado al virus. Hubo un último repunte en 1920, pero luego desapareció. Los supervivientes quedaron inmunizados. Por eso, el virus de 2009, que es de la misma familia H1N1, fue mucho menos letal.
¿Dónde se originó la gripe de 1918?
Hay varias ideas sobre dónde pudo haber comenzado la pandemia:
Origen en China
Algunos estudios sugieren que la pandemia pudo haber comenzado en China, ya que allí la gripe de 1918 fue menos grave. Esto podría significar que la población china ya tenía cierta inmunidad al virus.
En 1993, Claude Hannoun, un experto en la gripe de 1918, dijo que el virus precursor probablemente vino de China. Luego, pudo haber cambiado en Estados Unidos y desde allí se extendió a Europa y al resto del mundo, principalmente por los soldados y marineros.
En 2014, el historiador Mark Humphries sugirió que la movilización de 96.000 trabajadores chinos a Europa durante la Primera Guerra Mundial pudo ser la fuente. Encontró pruebas de que una enfermedad respiratoria en el norte de China en 1917 era idéntica a la gripe de 1918. Sin embargo, otros estudios de 2016 y 2018 no encontraron pruebas de que el virus fuera llevado a Europa por trabajadores chinos.
Origen en Estados Unidos
Otros investigadores han propuesto que la epidemia comenzó en Estados Unidos. El historiador Alfred W. Crosby y el autor John M. Barry señalaron un brote en enero de 1918 en el condado de Haskell, Kansas, como el posible punto de origen.
Sin embargo, un estudio de 2018 encontró que los casos en Kansas eran más leves que los de Nueva York en el mismo período. Este estudio sugirió que el virus probablemente tuvo un origen en Norteamérica, aunque no fue definitivo. También se piensa que el virus H1N1 pudo haber surgido mucho antes de 1918, quizás alrededor de 1915.
Las segundas y terceras olas de la gripe afectaron duramente a Estados Unidos, especialmente a las comunidades indígenas de Alaska. Algunos pueblos perdieron a casi todos sus habitantes adultos.
Origen en Europa
El virólogo John Oxford cree que el campamento militar y hospital de Étaples en el norte de Francia fue el centro de la pandemia. Su investigación encontró que a finales de 1916, este campamento sufrió un brote de una enfermedad con síntomas similares a la gripe y alta mortalidad.
El campamento estaba muy concurrido, con miles de soldados pasando por allí cada día. También había cerdos y aves de corral cerca. Oxford y su equipo sugieren que un virus precursor, que estaba en las aves, pudo haber mutado en los cerdos y luego pasado a los humanos.
Un informe de 2016 encontró pruebas de que el virus de 1918 ya estaba circulando en los ejércitos europeos meses o incluso años antes de la pandemia. Otro estudio sugirió que la gripe pudo haber comenzado en Austria a principios de 1917.
Impacto de la pandemia: Muertes y contagios
No se sabe con exactitud cuántas personas murieron por la pandemia de 1918-1920. Algunos expertos estiman que entre el 10% y el 20% de las personas infectadas fallecieron. La enfermedad pudo haber afectado a la mitad o incluso a dos tercios de la población mundial. Esto significa que entre el 3% y el 6% de la población mundial falleció.
La cantidad de muertes varió mucho según la región. Algunos pueblos indígenas del Pacífico o del Ártico perdieron hasta el 90% de su población. Se cree que la gripe pudo haber causado 25 millones de muertes en las primeras 25 semanas. Las estimaciones más recientes sugieren entre 50 y 100 millones de víctimas, ya que muchos países no tenían registros precisos.
España fue uno de los países europeos más afectados, con cerca de 8 millones de personas contagiadas en mayo de 1918 y más de 200.000 muertes. En China, se estima que murieron 30 millones de personas. En Estados Unidos, cerca del 28% de la población se enfermó, y fallecieron entre 500.000 y 675.000 personas.
Otros países también sufrieron muchas pérdidas:
- Reino Unido: 250.000 muertes.
- Francia: 400.000 muertes.
- Italia: una cifra similar a Francia.
- India británica: de 10 a 17 millones de muertes.
- África subsahariana: 1,5 a 2 millones de víctimas.
- Australia: 80.000 muertes.
- Fiyi: el 30% de la población en dos semanas.
- Samoa Occidental: el 40% de la población.
- Chile: 43.113 muertes.
En Perú, hubo tres olas de gripe entre 1918 y 1920. En Colombia, la pandemia causó 2.800 fallecidos en el departamento de Boyacá. En Costa Rica, se registraron aproximadamente 2.300 muertes.
La Primera Guerra Mundial no causó la gripe, pero sí ayudó a que se propagara. El movimiento de tropas y la modernización del transporte permitieron que el virus se extendiera rápidamente por todos los continentes. Además, los soldados estaban debilitados por el combate y las malas condiciones, lo que los hacía más vulnerables.
¿Cómo se trató la gripe de 1918?
En 1918, no existían vacunas para la gripe. Las primeras vacunas efectivas se desarrollaron en la década de 1940.
Durante la pandemia de 1918, se probaron muchos remedios. Los médicos usaron todo lo que tenían a mano: desde métodos antiguos como sangrar a los pacientes, hasta darles oxígeno o grandes cantidades de aspirinas. Se intentó desarrollar nuevas vacunas y sueros, pero con poco éxito. La única medida que mostró algo de ayuda fue la transfusión de sangre de pacientes recuperados a los nuevos enfermos. Esta estrategia se volvió a probar en la enfermedad del COVID-19 en 2020.
Un ejemplo de la falta de tratamientos es una orden publicada en Burgos, España, en 1918. En ella se advertía sobre el peligro de las reuniones y se explicaba que la infección se propagaba por las gotitas de saliva al hablar o toser. Se recomendaba evitar lugares cerrados y mal ventilados, mantener las casas limpias y ventiladas, y pasar tiempo al aire libre. También se aconsejaba seguir los consejos del médico y no creer en remedios como beber alcohol o consumir tabaco.
Investigaciones modernas sobre el virus

Desde el año 2001, los científicos han logrado reconstruir partes del virus de la gripe de 1918 en laboratorios. Esto les permite estudiar cómo era de peligroso y por qué causó tantas muertes. Para ello, usan una técnica llamada "genética inversa", que permite crear un virus a partir de su material genético.
Un equipo de investigadores, liderado por Adolfo García Sastre, se propuso en 2003 encontrar las causas de la pandemia de 1918. Analizaron las características moleculares de este virus.
En 2004, otros equipos de científicos lograron sintetizar una proteína clave del virus de 1918, usando ADN de muestras de pulmón de una mujer inuit encontrada en Alaska y de soldados estadounidenses.
El 5 de octubre de 2005, se anunció que el virus de la gripe de 1918 había sido reconstruido por completo en un laboratorio de alta seguridad. Se estudiaron sus efectos en ratones, embriones de pollo y células pulmonares humanas. Se confirmó que el virus era muy letal, similar al virus aviar H5N1.
En 2007, se informó que monos infectados con el virus recreado mostraron los mismos síntomas que las víctimas de 1918 y murieron debido a una reacción exagerada del sistema inmunitario. Esto podría explicar por qué la gripe de 1918 afectó más a personas jóvenes y sanas, ya que un sistema inmunitario fuerte podría reaccionar de forma más intensa.
En 2008, se descubrió que la presencia de tres genes específicos y una nucleoproteína del virus de 1918 estaban relacionados con su capacidad para invadir los pulmones y causar neumonía.
En 2010, un estudio sugirió que la vacuna contra la pandemia de gripe de 2009 ofrecía cierta protección contra la cepa de 1918.
¿Podría ocurrir una pandemia similar hoy?
Si hoy en día surgiera un virus muy peligroso al que los humanos no tuvieran inmunidad, sería difícil detenerlo por completo en su primera fase. Sin embargo, la humanidad tiene varias ventajas en comparación con 1918:
- Contamos con laboratorios de contención biológica de alta seguridad para investigar virus.
- Los hospitales están mucho mejor equipados, con unidades de cuidados intensivos.
- Tenemos más información y experiencia sobre patógenos y cómo combatirlos. En 1918, ni siquiera sabían si era un virus o una bacteria.
- La industria farmacéutica puede producir grandes cantidades de antibióticos y antivirales.
- Tenemos una mayor capacidad para producir vacunas.
A pesar de estas ventajas, con una población mundial de miles de millones de personas y el transporte aéreo que permite que los virus viajen muy rápido, detener una epidemia como la de 1918 sería un gran desafío. Sería difícil aislar el virus, analizarlo, encontrar una vacuna y producir suficientes dosis antes de que se extendiera por todo el mundo.
Entre las desventajas que nos hacen vulnerables se encuentran:
- La falta de hábitos de higiene en algunas regiones.
- La falta de interés político en la salud pública.
- La poca inversión en la prevención de desastres sanitarios.
- La falta de recursos para construir hospitales, renovar equipos y contratar personal de salud.
- La necesidad de invertir más en investigación y desarrollo científico.
¿Cómo se investiga el origen de la gripe de 1918?
El origen exacto de la pandemia de 1918 y su relación con los brotes en humanos y cerdos ha sido un tema de debate. Una idea es que el virus surgió en Fort Riley, Kansas, a partir de virus en aves de corral y cerdos criados para alimento. Los soldados de Fort Riley se enviaron por todo el mundo, propagando la enfermedad. Las similitudes entre el virus reconstruido y los virus de aves, junto con el hecho de que la pandemia humana apareció antes que los informes de gripe en cerdos, llevaron a algunos a pensar que el virus pasó directamente de las aves a los humanos, y que los cerdos se contagiaron de los humanos.
Otros no están de acuerdo. Investigaciones más recientes sugieren que la cepa pudo haberse originado en un mamífero no humano. Se estima que apareció en mamíferos entre 1882 y 1913. Este virus ancestral se dividió en dos grupos alrededor de 1913-1915, dando origen a los virus de la gripe porcina H1N1. El ancestro común de las cepas humanas se remonta a febrero de 1917 a abril de 1918. Como los cerdos se infectan más fácilmente con virus de gripe aviar que los humanos, se ha sugerido que ellos fueron los primeros en recibir el virus, transmitiéndolo a los humanos entre 1913 y 1918.
Un esfuerzo para recrear la cepa de la gripe de 1918 (un subtipo de cepa aviar H1N1) fue una colaboración entre varios institutos de investigación. En 2005, anunciaron que habían logrado determinar la secuencia genética del virus, usando muestras de tejido de una víctima inuit enterrada en el permafrost de Alaska y de soldados estadounidenses.
En 2018, Michael Worobey, un profesor de biología evolutiva, encontró diapositivas de tejido creadas por William Rolland, un médico que informó sobre una enfermedad respiratoria en 1916 en Étaples, Francia. Worobey extrajo tejido de estas diapositivas para investigar más sobre el origen del virus.
Personas famosas que tuvieron la gripe de 1918

Algunas personas conocidas que padecieron la gripe de 1918 fueron:
- Alfonso XIII, rey de España.
- Manuel García Prieto, presidente del Gobierno de España.
- Francisco de Paula Rodrigues Alves, presidente electo de Brasil que falleció por la enfermedad antes de asumir el cargo.
- Edvard Munch, artista noruego que pintó un autorretrato enfermo.
- Egon Schiele, artista austriaco que murió a causa de esta enfermedad.
- Armando Reverón, artista venezolano que se recuperó.
- Guillermo II, emperador de Alemania.
- Lloyd George, primer ministro británico.
- Franklin Delano Roosevelt, futuro presidente estadounidense.
- Woodrow Wilson, presidente de los Estados Unidos.
- Max Weber, sociólogo y economista alemán.
- Guillaume Apollinaire, poeta francés.
- Edmond Rostand, dramaturgo francés.
- Santos Francisco y Jacinta Marto, pastorcitos de Fátima.
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