Santa Alianza para niños
La Santa Alianza (en alemán: Heilige Allianz; en ruso: Священный союз) fue un acuerdo importante entre Austria, Rusia y Prusia. Se firmó el 26 de septiembre de 1815 en París, Francia, poco después de la batalla de Waterloo. El zar Alejandro I de Rusia fue quien propuso esta alianza.
Los tres reyes que la formaron se basaron en principios cristianos. Querían que sus relaciones políticas se guiaran por la justicia, la bondad y la paz. Su objetivo principal era frenar las ideas de cambio y las que separaban la política de la religión, que habían surgido en Europa después de la Revolución francesa. Se comprometieron a intervenir donde fuera necesario para proteger el poder de los reyes y los principios del gobierno absoluto. También buscaban detener cualquier movimiento que buscara grandes cambios. A menudo se confunde con la Cuádruple Alianza (1815), que incluía al Reino Unido.
En 1872, el canciller alemán Otto von Bismarck intentó formar una nueva alianza entre Austria, Rusia y Alemania. Sin embargo, esta alianza no duró mucho en la década de 1880. Esto se debió a que Austria y Rusia tenían intereses diferentes sobre el futuro del Imperio otomano.
La Santa Alianza fue un acuerdo único porque se basaba en el Cristianismo y apoyaba los gobiernos absolutos. Aunque permitía que otros reinos cristianos se unieran, dejaba fuera a potencias como el Imperio otomano y el Reino Unido.
Contenido
¿Cómo surgió la Santa Alianza?
La historia nos dice que la Santa Alianza, en el Congreso de Verona, dio permiso a Francia para invadir España. Esto fue para terminar con un periodo de gobierno más abierto durante el reinado de Fernando VII de España. Se dice que hubo un acuerdo secreto que condenaba cualquier gobierno que promoviera la libertad de prensa. Sin embargo, este acuerdo solo aparece en la historia de España y no se ha encontrado en ningún archivo.
Algunos historiadores españoles creen que podría ser una falsificación. Los historiadores de otros países están seguros de que fue una falsificación. Otros, como Pierre Renouvin, piensan que sí existió un permiso de la Santa Alianza para intervenir. Esto ocurrió en Verona en 1822 y antes en Troppau y Laibach. Dieron permiso a Austria para actuar en las revueltas en Italia. Sin embargo, estas intervenciones habrían ocurrido de todas formas, ya que Francia y Austria tenían sus propios intereses en España y en los estados italianos.
Declaración de la Santa Alianza (26 de septiembre de 1815)
La declaración decía: "¡En nombre de la santa e indivisible Trinidad! Los reyes de Austria, Prusia y Rusia, después de los grandes eventos en Europa y los beneficios de la Divina Providencia, han decidido basar sus relaciones en las verdades de la religión. Declaran que su objetivo es guiar su conducta, tanto en sus propios países como con otros gobiernos, por los principios de justicia, amor y paz. Estos principios no solo son para la vida privada, sino que deben influir en las decisiones de los gobernantes para dar estabilidad a las sociedades humanas."
¿Cómo intervino la Santa Alianza en Europa?
La Santa Alianza se reunió en 1818 en un congreso en Aquisgrán. Allí acordaron tomar medidas contra las personas que buscaban cambios en los estados de Alemania. También decidieron retirar sus tropas de Francia. Gran Bretaña se unió a sus políticas, pero su gobierno no quiso comprometerse a ayudar con dinero, barcos o soldados en ninguna intervención militar. La Santa Alianza intentó detener las revoluciones de 1820, pero no tuvo éxito.
En los congresos de Troppau (1820), Laibach (1821) y Verona (1822), se estableció un "derecho de intervención". Esta idea, impulsada por el príncipe Metternich, significaba que las grandes potencias europeas lucharían contra los movimientos que buscaban cambios en cualquier país. Consideraban que estos movimientos eran una "amenaza para la paz europea".
Así, la Alianza permitió que Austria enviara tropas para detener revueltas en el Reino de las Dos Sicilias y en el Reino de Piamonte en 1820. Luego, permitió que Francia enviara tropas contra los que buscaban cambios en España en 1823. El objetivo era restaurar a Fernando VII como rey absoluto.
En estas situaciones, Gran Bretaña se negó a intervenir a favor de la Alianza. Creía que sus intereses comerciales no estaban en peligro. Además, la movilización de sus tropas dependía de su parlamento, no solo del rey. Gran Bretaña no era una monarquía absoluta como Austria, Rusia o Prusia.
Por esta razón, el gobierno británico también rechazó ayudar a la Alianza cuando esta autorizó en Verona una intervención de Francia. El objetivo era restablecer el poder de los Borbones en España y en sus territorios en América. La decisión de Gran Bretaña se debió a su rentable comercio internacional con la antigua América española. Temían que una acción de España, apoyada por la Alianza, les trajera competidores a un mercado muy lucrativo. Sin embargo, Austria, Prusia y Rusia no tenían una flota de guerra para desafiar la negativa británica. Tampoco querían enviar sus propias tropas a una "expedición a España". Por eso, los planes de la Alianza se limitaron a aprobar las decisiones de Francia para defender el gobierno absoluto de Fernando VII en España.
A largo plazo, la Alianza fracasó debido a las diferentes políticas de sus miembros. Por ejemplo, cuando estalló la guerra de independencia de Grecia contra el Imperio Otomano en 1821, la Alianza se opuso a la rebelión griega. Sin embargo, Gran Bretaña y Francia apoyaron a los rebeldes griegos para proteger sus propios intereses económicos y políticos en el Mediterráneo. En esta zona, Austria y Prusia tenían poco poder.
Ante esto, Rusia empezó a dudar si la posición de la Alianza de no intervenir en Grecia era conveniente. Esto significaba que Rusia no podía actuar mientras la influencia de Francia y Gran Bretaña crecía en el Mediterráneo. De hecho, después de la muerte del zar Alejandro I en noviembre de 1825, su hermano y sucesor Nicolás I decidió apoyar a los griegos. Quería debilitar al gobierno otomano y evitar que británicos y franceses fueran los únicos aliados de una Grecia independiente. Esto mostró una división irreparable en las políticas de los miembros de la Alianza, que prácticamente dejó de funcionar desde entonces.
La Alianza se relaciona a menudo con la Cuádruple Alianza (1815) posterior. Esta incluía al Reino Unido y (desde 1818) a Francia. Su objetivo era proteger el acuerdo de paz europeo y el equilibrio de poder en el Concierto europeo establecido en el Congreso de Viena.
¿Cuándo terminó la Santa Alianza?
Después de un breve resurgimiento en la década de 1850, la Santa Alianza se disolvió finalmente durante la Guerra de Crimea. Austria, que había sido salvada por Rusia durante un levantamiento en Hungría en 1849, pidió a Rusia que se retirara de los principados del Danubio en 1854 y luego los ocupó. Esto dañó gravemente las relaciones entre Austria y Rusia. Las relaciones de Austria con Prusia también se volvieron más tensas. La situación en Europa cambió, y Austria perdió su posición de liderazgo.
¿Cómo funcionaba la Santa Alianza?
En la práctica, el príncipe Klemens von Metternich, ministro de Asuntos Exteriores de Austria, la convirtió en una fortaleza contra las ideas de gobierno del pueblo, los cambios y la separación de la política de la religión. También permitió coordinar la supresión de los intentos polacos de restaurar un estado independiente. Austria lo hizo en el Reino de Galitzia y Lodomeria, Rusia en su Congreso de Polonia y Prusia en el Gran Ducado de Posen y en Prusia Occidental.
Los reyes de la Alianza la usaron para detener las ideas de cambio en sus propios países. Sin embargo, las acciones de los aliados se decidían en "congresos" o reuniones de embajadores en una ciudad específica para un propósito concreto. Aunque los países eran absolutistas, las decisiones de política exterior contaban con la influencia de diplomáticos expertos como Metternich.
La Alianza se asocia con las posteriores Cuádruple y Quíntuple Alianzas. Estas incluían al Reino Unido y (a partir de 1818) a Francia. Su objetivo era mantener la paz y el equilibrio de poder en Europa. El 29 de septiembre de 1818, Alejandro, el emperador Francisco I de Austria y el rey Federico Guillermo III de Prusia se reunieron con el Duque de Wellington, Vizconde Castlereagh y el Duque de Richelieu en el Congreso de Aix-la-Chapelle. Allí exigieron medidas estrictas contra los "agitadores universitarios", que se concretaron en los Decretos de Carlsbad al año siguiente. En el Congreso de Troppau de 1820 y en el Congreso de Laibach de 1821, Metternich intentó que sus aliados se unieran para suprimir la revuelta contra el rey Fernando I de las Dos Sicilias. La Quíntuple Alianza se reunió por última vez en el Congreso de Verona de 1822 para desaconsejar la Revolución griega y decidir sobre la invasión francesa de España.
Las últimas reuniones mostraron una creciente tensión entre Gran Bretaña y Francia. Esto se notó especialmente en temas como la unificación italiana y el derecho de los pueblos a decidir su propio futuro. Se considera que la Alianza terminó con la muerte de Alejandro en 1825. Después de la Revolución de julio de 1830, Francia se separó. Esto dejó a Austria, Prusia y Rusia como un bloque que se unió de nuevo para reprimir las Revoluciones de 1848. La alianza entre Austria y Rusia se rompió finalmente en la Guerra de Crimea. Aunque Rusia había ayudado a suprimir la Revolución húngara de 1848, Austria no apoyó a su aliado. Se declaró neutral e incluso ocupó tierras en el Danubio después de la retirada rusa en 1854. Desde entonces, Austria se quedó sin aliados. Esto contribuyó a que perdiera su liderazgo en los estados alemanes y culminó con su derrota en la guerra austro-prusiana en 1866.
¿Cómo afectó la Santa Alianza al comercio?
La Santa Alianza buscaba principalmente detener los movimientos de cambio y mantener el orden en Europa. Su impacto en el comercio fue indirecto, pero importante. Esto se debió a su influencia en la estabilidad política y a que promovía ideas conservadoras. Por ello, afectó las reglas comerciales, el crecimiento de las industrias y las relaciones económicas entre países. Las acciones de la alianza moldearon el comercio en Europa a principios del siglo XIX, sentando las bases para futuros desarrollos económicos.
Estabilidad Política y Comercio
Los esfuerzos de la Santa Alianza para detener los movimientos de cambio ayudaron a mantener la estabilidad política en Europa. Esta estabilidad fue buena para el comercio, ya que redujo el riesgo de interrupciones por problemas políticos. La alianza promovió políticas conservadoras, que a menudo incluían medidas para proteger el comercio. Estas políticas podían tanto dificultar como apoyar el comercio, dependiendo del país y sus estrategias económicas.
Influencia en el Comercio Internacional
Aunque el Sistema Continental fue una política de Napoleón, la reacción conservadora de la Santa Alianza afectó indirectamente los sistemas comerciales existentes. El regreso a las monarquías tradicionales significó un retroceso en algunas de las políticas económicas más abiertas que Napoleón había introducido. La alianza facilitó la cooperación económica entre sus miembros, lo que podía fomentar las relaciones comerciales. Sin embargo, también significaba que los países fuera de la alianza podrían tener dificultades para comerciar con los estados miembros debido a las políticas económicas unidas dentro de la alianza.
Barreras Comerciales y Aranceles
Los estados miembros de la Santa Alianza a menudo implementaban medidas para proteger sus economías de la competencia externa. Si bien esto protegía las industrias nacionales, también creaba obstáculos para el comercio internacional. Los gobiernos conservadores apoyados por la Santa Alianza solían imponer altos impuestos a los productos importados. Esto podía dificultar el comercio internacional, pero también fortalecer los mercados internos.
Impacto Económico a Largo Plazo
La época de la Santa Alianza coincidió con las primeras etapas de la Revolución Industrial. La estabilidad política que proporcionó la alianza permitió el crecimiento económico y la industrialización. Esto fue especialmente cierto en Gran Bretaña, que, aunque no era miembro de la Santa Alianza, se benefició indirectamente de la estabilidad en Europa. Las potencias europeas continuaron expandiendo sus imperios coloniales durante este periodo, lo que afectó significativamente el comercio global. La influencia política de la Santa Alianza ayudó a mantener el orden colonial, lo que tuvo efectos importantes en los patrones comerciales internacionales.
Véase también
En inglés: Holy Alliance Facts for Kids