Nacionalismo para niños

El nacionalismo es una ideología y movimiento sociopolítico que surgió junto con el concepto moderno de nación, propio de la Edad Contemporánea, en las circunstancias históricas de la llamada Era de las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución burguesa, Revolución liberal) y los movimientos de independencia de las colonias europeas en América, desde finales del siglo XVIII. También puede designar al sentimiento nacionalista y a la época del nacionalismo.
Según Ernest Gellner, «el nacionalismo es un principio político que sostiene que debe haber congruencia entre la unidad nacional y la política» o dicho con otras palabras «el nacionalismo es una teoría de legitimidad política que prescribe que los límites étnicos no deben contraponerse a los políticos». Por su parte Liah Greenfeld define el término «nacionalismo» en un sentido general como el «conjunto de ideas y de sentimientos que conforman el marco conceptual de la identidad nacional», esta última considerada como la «identidad fundamental» en el mundo moderno frente a otras identidades en cuanto que «se considera definidora de la esencia misma del individuo». Para Ricardo Rojas el nacionalismo es la «conciencia... del yo colectivo» de una nación».
En la obra colectiva de Historia, Geografía y Ciencias Sociales del Ministerio de Educación de Chile, se define el nacionalismo como una "ideología que consiste en la afirmación de una identidad cultural ligada generalmente a un territorio, una lengua y una tradición histórica real o inventada, la cual, en la mayor parte de los casos termina por exacerbar la superioridad de un pueblo o nación por sobre otros."
En el análisis del nacionalismo se han configurado dos paradigmas contrapuestos y excluyentes, cada uno de los cuales implica una determinada concepción de la naturaleza y el origen de la nación y una definición de la misma: el modernista o constructivista, que define la nación como una comunidad humana que detenta la soberanía sobre un determinado territorio por lo que antes de la aparición de los nacionalismos en la Edad Contemporánea no habrían existido las naciones —la nación sería una «invención» de los nacionalismos—; y el perennialista o primordialista que define la nación sin tener en cuenta la cuestión de la soberanía y que defiende, por tanto, que las naciones existieron antes que los nacionalismos, hundiendo sus raíces en tiempos remotos —así sería la nación la que crea el nacionalismo y no a la inversa—.
Así también el nacionalismo ha dado lugar a dos grandes corrientes ideológicas: la primera de ellas busca fortalecer la autodeterminación nacional ante potencias coloniales, imperialistas o neocoloniales, corriente que ha sido caracterizada como «nacionalismo liberador» por Rosa de Diego, o «nacionalismo antimperialista» por Rafael Cuevas Molina, mientras la segunda busca impulsar la supremacía de una nación sobre otras, denominada por Memmi como «nacionalismo del colonialista», y caracterizada por Rosa de Diego como «nacionalismo excluyente y dominador».
Contenido
- Evolución del nacionalismo
- Formas de nacionalismo
- Elementos en común de todas las formas de nacionalismo
- Formas de actuación
- Teóricos del nacionalismo
- Nacionalismo histórico
- Movimientos nacionalistas
- Véase también
Evolución del nacionalismo
Según Anthony D. Smith, «en sus inicios, el nacionalismo era una fuerza inclusivista y liberadora. Acabó con regionalismos locales basados en el dialecto, la costumbre o el clan y contribuyó a crear Estados-nación poderosos y extensos, con mercados centralizados y sistemas de administración, impositivos y educativos. Apelaba a lo popular y democrático. Atacaba las prácticas feudales y a las tiranías imperialistas opresivas y proclamaba la soberanía del pueblo y el derecho de todos los pueblos a determinar sus propios destinos, en Estados propios, siempre que fuera esto lo que desearan».
En Asia, a finales del siglo XIX las ideas nacionalistas habían comenzado a expandirse. En la India, el nacionalismo incentivó el fin del dominio británico. En China, el nacionalismo justificó al Estado chino, que se encontraba enemistado con la idea de un imperio universal. En Japón, el nacionalismo fue combinado con el excepcionalismo japonés.
La I Guerra Mundial marcó la destrucción definitiva de varios Estados multinacionales (el Imperio otomano, el Imperio austrohúngaro y, en cierta medida, el ruso). El tratado de Versalles fue establecido como un intento por reconocer el principio de nacionalidad, ya que gran parte de Europa fue dividida en naciones-Estado en un intento por mantener la paz. Pero en este periodo de entreguerras se abatió «la sombra ominosa de esos tipos de nacionalismo que se fundamentaban en criterios raciales (el cráneo, la sangre, los genes), la violencia y el culto a la brutalidad: la cuna del fascismo. En las convulsiones que siguieron, primero en Europa y luego en todo el mundo, la línea roja rampante del nacionalismo se fusionó con las fuerzas más oscuras del racismo, el fascismo y el antisemitismo...».
El siglo XX estuvo marcado por la lenta adopción del nacionalismo por todo el mundo con la destrucción de los imperios coloniales europeos, la Unión Soviética y varios otros Estados multinacionales menores. Simultáneamente, particularmente en la segunda mitad del siglo, fuertes tendencias antinacionalistas han tenido lugar, siendo en general destacables las manejadas por élites. La actual Unión Europea está actualmente transfiriendo poder del nivel nacional a entidades locales y continentales. Acuerdos de comercio, tales como NAFTA y GATT, y la creciente internacionalización productiva debilitan también la soberanía del Estado-nación.
Formas de nacionalismo
Nacionalismo centrípeto (o integrador)
Es el que pretende la unificación nacional de las poblaciones con características comunes que habitan en distintos Estados, donde pueden ser minorías nacionales y por tanto en esos Estados constituyen nacionalismos centrífugos (es el caso del nacionalismo kurdo), o bien ser Estados nacionalmente homogéneos pero separados (es el caso de las unificaciones de Italia y Alemania en el siglo XIX, aunque en ambos casos el solapamiento con el Imperio austrohúngaro complica la definición). En América Latina, se da el caso del nacionalismo iberoamericano, propuesto por personajes históricos como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José de San Martín, José Miguel Carrera, Joaquín Edwards Bello, Manuel Baldomero Ugarte y Jorge Abelardo Ramos, que históricamente se opone a la desintegración de la Patria Grande y aboga por su reunificación, entre otros puntos.
Nacionalismo centrífugo (o desintegrador)
Es el que pretende la secesión de una parte del territorio de un Estado habitado por una población con características diferenciadas del grupo étnico considerado mayoritario. Al grupo diferenciado, se le puede definir como minoría nacional. Estos casos se dan en Estados que se caracterizan por ser considerados "multinacionales".
Nacionalismo de tercera generación
Son nacionalismos centrífugos, de igual forma que los nacionalismos de segunda generación, que surgen a finales del s. XX y principios del XXI y que se encuentran subordinados a otro Estado. Son comunidades con reivindicaciones nacionalistas, o bien regiones, naciones históricas o naciones en sí (según las zonas, su historia o los diferentes puntos de vista) que siguen sin estar constituidas en un Estado y continúan reivindicándolo. En Chile, esta expresión centrífuga se expresa en la creación de un Estado para la "Nación mapuche" apoyado por diversos sectores minoritarios.
Nacionalismo económico
Se concentra sobre los mecanismos de dependencia económica o neocolonialismo. Sostiene la necesidad de que sectores y empresas básicas de la economía permanezcan en manos de capitales nacionales, muchas veces estatales, cuando el sector privado no está en condiciones.
Los orígenes del nacionalismo económico pueden encontrarse en la creación de empresas estatales para explotar productos estratégicos como la creación de YPF para el petróleo en Argentina en 1922 y luego en las políticas de nacionalizaciones implementadas por gran cantidad de países entre los que se destacan: la nacionalización del petróleo en México en 1938, la nacionalización del petróleo en Irán en 1951, la nacionalización del Canal de Suez en 1956 y la nacionalización del cobre en Chile en 1971.
El nacionalismo económico está también íntimamente relacionado con la Teoría de la Dependencia elaborada por la escuela desarrollista latinoamericana que sostiene que el sistema económico mundial ha establecido una división internacional del trabajo que atribuye a los países centrales la producción industrial, de alto valor agregado, y a los países periféricos la producción de materias primas, de bajo valor agregado. El desarrollismo sostiene que existe una tendencia general al deterioro de los términos de intercambio en perjuicio de la producción agrícola-primaria, y que los países periféricos necesitan impulsar agresivas políticas industriales para romper el círculo vicioso del subdesarrollo.
La política de privatizaciones sugerida por el Consenso de Washington a partir de la década de 1990 tuvo como objetivo principal, y lo logró en gran parte, revertir las medidas nacionalistas tomadas por la mayor parte de los países periféricos durante la mayor parte del siglo XX.
A partir de los últimos años de la década de 1990 parece haber un importante resurgimiento del nacionalismo económico en varias partes del mundo, en un entorno global, relacionado con acuerdos de integración regional. Una de sus manifestaciones más importantes ha sido la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia en 2006, bajo el gobierno de Evo Morales y los acuerdos de infraestructura y desarrollo subregional tomados en el marco del Mercosur y la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Muchas de estas experiencias nacionalistas están estrechamente relacionadas con las reivindicaciones sindicales y otras organizaciones sociales, adoptando la forma de un nacionalismo popular expresado en movimientos políticos con amplio apoyo de la población.
Nacionalismo cívico (o liberal)
El nacionalismo liberal, también conocido como nacionalismo civil, es un tipo de nacionalismo identificado por los filósofos políticos que creen que puede existir una forma no xenofóbica de nacionalismo, compatible con los valores liberales de la libertad, la tolerancia, la igualdad y los derechos individuales. A menudo se considera a Ernest Renan y John Stuart Mill como nacionalistas liberales tempranos.
Es una forma del nacionalismo en el cual el Estado deriva la legitimidad política de la participación activa de su ciudadanía (véase soberanía popular), del grado a que representa la "voluntad general". A menudo se considera que originó con Jean-Jacques Rousseau y especialmente las teorías de contratos sociales que toman su nombre de su libro de 1762 Du Contrat Social (El contrato social). Es una noción "voluntarista" que también es compartida por los enfoques de Giuseppe Mazzini, considerando que la nación surge de la voluntad de los individuos.
Se encuentra el nacionalismo liberal en las tradiciones del racionalismo y el liberalismo, pero como una forma de nacionalismo es contrastado con el nacionalismo étnico. Se considera voluntaria la afiliación con la nación civil, como en la definición clásica de Ernest Renan de la nación como un "plebiscito diario" caracterizado por la "voluntad de convivir". Los ideales civil-nacionales influenciaron el desarrollo de la democracia representativa en países como los Estados Unidos y Francia.
La visión liberal de la identidad nacional, especialmente en el siglo XIX y con el desarrollo de los Estados nacionales, veía al Estado o la institucionalidad como el máximo referente de la nacionalidad (a veces teniendo ambos conceptos como sinónimos), derivando en un nacionalismo jurídico o constitucional, según los enfoques de Dolf Sternberger y Jürgen Habermas, dando lugar a una noción que entronca directamente con la tradición política del republicanismo y, como este, requiere de una concepción participativa de la ciudadanía, volcada en la promoción del bien común. Por eso, la ciudadanía que hace suyo el patriotismo constitucional no se remite en primera instancia a una historia o a un origen étnico común, sino que se define por la adhesión a unos valores comunes de carácter democrático plasmado en la Constitución, es decir, bajo un orden jurídico expresado en el Estado de Derecho.
Nacionalismo étnico (o cultural)

Define la nación en términos de etnicidad, lo cual siempre incluye algunos elementos descendientes de las generaciones previas. También incluye ideas de una conexión cultural entre los miembros de la nación y sus antepasados, y frecuentemente un lenguaje común. La nacionalidad es hereditaria. El Estado deriva la legitimidad política de su estatus como hogar del grupo étnico, y de su función de protección del grupo nacional y la facilitación de una vida social y cultural para el grupo. Las ideas sobre etnicidad son muy antiguas, pero el nacionalismo étnico moderno está fuertemente influido por Johann Gottfried von Herder, quien promovió el concepto de Volk, y Johann Gottlieb Fichte.
El fascismo es generalmente clasificado como nacionalismo étnico, habiendo sido su caso más extremo el nacional socialismo de la Alemania Nazi. No obstante, la mayor parte de los movimientos y regímenes fascistas de la Europa de entreguerras, entre los que puede contarse el nacionalcatolicismo del franquismo español, responden más al modelo de fascismo clerical definido por Hugh Trevor-Roper.
Anthony D. Smith ha señalado que no existe un nexo claro entre el nacionalismo étnico y factores económicos.
Nacionalismo romántico
También llamado nacionalismo orgánico y nacionalismo identitario, es la forma de nacionalismo étnico según la cual el Estado deriva su legitimidad política como consecuencia natural (orgánica) y expresión de la nación o la raza. Refleja los ideales del romanticismo y se opone al racionalismo y al cosmopolitismo ilustrado, postulando la existencia de una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo (y su existencia) que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla (incluso dentro de una misma nación se manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes) sumado a un culto al carácter nacional o Volksgeist o espíritu del pueblo (del cual nace una sensibilidad y un genio creador que lo identifican), resaltando esta expresión en las cualidades étnicas de los pueblos.
El nacionalismo romántico temprano en Europa estuvo fuertemente influenciado por Rousseau y por las ideas de Johann Gottfried von Herder, quien en 1784 argumentó que la geografía formaba la economía natural de un pueblo, y que sus costumbres y su sociedad habrán de desarrollarse siguiendo las líneas favorecidas por su medio ambiente.
El nacionalismo romántico enfatiza una cultura étnica histórica que se conecta con el ideal romántico; el folclore se desarrolla como un concepto nacionalista romántico. Los hermanos Grimm se inspiraron en los escritos de Herder para crear una colección idealizada de historias étnicamente alemanas. El historiador Jules Michelet ejemplifica la concepción nacionalista romántica de la historiografía. En 1815 se hablaba de este nacionalismo, y fue el que se usó para las unificaciones tanto alemana como italiana.
Dentro del romanticismo se reconoce una concepción "orgánica", representada por Herder y Fichte ("Discursos a la nación alemana", 1808) que identifica a la nación con rasgos que se heredan (lengua, cultura, territorio, tradiciones) y que están por encima del deseo individual.
Nacionalismo de izquierda o popular
El nacionalismo de izquierda, (también llamado "nacionalismo popular" por aquellos que son reticentes a encuadrarse en el plano "izquierda-derecha", o por contraposición al término "nacionalismo oligárquico") es una forma de nacionalismo basada en la justicia social, la soberanía popular, el nacionalismo económico y la autodeterminación nacional (entendida como soberanía política nacional). El nacionalismo de izquierda agrupa a diversas corrientes que tuvieron en común una base de nacionalismo, con una orientación progresista, reformista o revolucionaria (en algunos casos se expresó de forma autoritaria o bajo regímenes militares). Debido a su apego a la noción del interés general de la nación o la comunidad popular, se le suele relacionar con ideales socialistas, razón por la cual algunas expresiones políticas suelen considerarse "nacionalismo social" o "socialismo nacional".
Suele tener un fuerte componente de nacionalismo económico, en vista de lo cual se da mayoritariamente en países económicamente dependientes o subdesarrollados, que buscan desarrollarse mediante la intervención estatal, y poner la economía al servicio de intereses nacionales considerados estratégicos. También suele tener un componente social, ya que entiende que la nación no está separada del pueblo que la habita, y que una nación fuerte y desarrollada sólo puede lograrse mediante la justicia social (siendo partidarios de los Estados de bienestar o social), ya que de otra manera dicha nación se sumiría en el caos y el conflicto permanente producto de la injusticia y el desequilibrio social. También suele vincularse con el corporativismo, pero a diferencia del fascismo, esta doctrina corporativa busca la integración política de los gremios y otras entidades intermedias dentro del Estado (algunos sectores buscan el reemplazo total de la democracia liberal, los partidos políticos y el parlamento, dejando solamente a los gremios), así como también se busca la integración y participación económica de los trabajadores en la gestión, propiedad y beneficios de la empresa nacional (a través de los sindicatos) junto a los empresarios (teniendo al Estado como regulador de las relaciones laborales y de producción), mostrando así su oposición a la lucha de clases (algunos gobiernos se declararon anticomunistas). En ocasiones, el nacionalismo popular suele poner énfasis dentro de sus doctrinas en el laicismo (en algunos casos con el ateísmo) y el ecologismo.
Otras vertientes del nacionalismo de izquierda ponen el acento en la rebeldía de una nación contra otra nación que la oprime (ya sea política, militar o económicamente), y así pueden clasificarse como nacionalistas de izquierda a todos los movimientos de liberación nacional, antiimperialistas o anticoloniales que luchan por la independencia de sus naciones.
Los ejemplos más claros de nacionalismo popular los encontramos en los países del Tercer Mundo (derivando en el tercermundismo como expresión de lucha contra la opresión tanto del Primer Mundo como también del ya caído Segundo Mundo). Algunos ejemplos claros se encuentran en América Latina como el peronismo en Argentina, varguismo en Brasil, cardenismo en México, ibañismo en Chile, chavismo en Venezuela, etc. En Medio Oriente es conocido el caso del Nasserismo en Egipto y el Baath en Siria e Irak.
También puede entenderse como nacionalismo de izquierda a todo régimen de izquierda (por ejemplo, en los gobiernos comunistas), que ponga el acento en el patriotismo y la exaltación de los valores o tradiciones nacionales (tomando en algunos casos una posición más conservadora al respecto, sobre todo frente a fenómenos como la globalización).
Nacionalismo religioso
Es la forma de nacionalismo según la que el Estado deriva su legitimidad política en consecuencia de una religión común. Sin embargo, buena parte de las formas de nacionalismo étnico son también en gran medida formas de nacionalismo religioso. Por ejemplo, el nacionalismo irlandés es generalmente asociado al catolicismo; el nacionalismo indio se asocia con el hinduismo, etc. El nacionalismo religioso está considerado generalmente como una forma de nacionalismo étnico.
En algunos casos, sin embargo, la componente religiosa es más una etiqueta que la verdadera motivación del nacionalismo de un grupo. Por ejemplo, aunque la mayoría de los líderes nacionalistas irlandeses del último siglo fueron católicos, durante el siglo XIX, y especialmente en el XVIII, muchos líderes nacionalistas fueron protestantes. Los nacionalistas irlandeses no luchan por distinciones teológicas, sino por una ideología que identifica a la isla de Irlanda con una visión particular de la cultura irlandesa, que para muchos nacionalistas incluye al catolicismo, aunque no como elemento predominante. Para muchas naciones que se vieron obligadas a luchar contra las consecuencias del imperialismo de otra nación, el nacionalismo fue asociado a la búsqueda de un ideal de libertad.
El nacionalismo católico es una doctrina y un movimiento político nacionalista y católico fundado en la filosofía tomista, la Doctrina Social de la Iglesia y el catolicismo social.
El islam se opone fuertemente a todo tipo de nacionalismo, tribalismo, racismo u otra clasificación de la gente no basada en las creencias propias. Sin embargo, ciertos grupos islámicos pueden ser considerados racistas y nacionalistas. La creación de Pakistán es un ejemplo de nacionalismo religioso de base islámica en la medida en que tomaba como nación a los musulmanes de la India. sin embargo, muchos de sus creadores eran laicos y consideraban la pertenencia a una misma tradición religiosa como elemento generador de identidad al margen de la práctica religiosa en sí. Un ejemplo similar es el de los musulmanes de Bosnia, considerados como etnia en la antigua Yugoslavia y que en su mayor parte eran no creyentes o no practicantes.
Algunos autores, además, han señalado que el nacionalismo es más una religión política que una ideología política, un sustituto de la religión.
Nacionalismo banal

Según Michael Billig, es la forma difusa que tomaría el nacionalismo en las sociedades contemporáneas, convirtiéndose en un mecanismo omnipresente de orientar las percepciones y hacer aparecer como natural la identificación entre una lengua, una cultura y una comunidad política. Ya sea en rituales colectivos como el deporte, o en detalles menores como la utilización de banderas para identificar las lenguas en las que se escriben los ingredientes de una caja de cereales, el nacionalismo banal reproduciría cotidianamente los esquemas mentales del nacionalismo.
Elementos en común de todas las formas de nacionalismo
Algunos teóricos políticos sostienen que cualquier discriminación de formas de nacionalismo es falsa. Todas las formas de nacionalismo cuentan con una población formando una nación, lo cual significa que todos los miembros de una población creen en algún tipo de cultura común.
Causas
El nacionalismo ha mantenido su atractivo a través de los siglos, destacando el hecho de que pertenecer a una nación cultural, económica o políticamente fuerte da a la persona una sensación de pertenencia.
Otra posibilidad defiende que las personas son seres sociales; el formar parte de un grupo sociopolítico como la nación, es ventajoso y contribuye a su desarrollo. Se considera que es la expresión de un rasgo general del comportamiento social favorecido evolutivamente, relacionado con el tribalismo.
En ocasiones puede surgir un sentimiento nacionalista cuando los miembros de una comunidad se sienten amenazados o atacados por otra comunidad, Estado o religión. Puede surgir como respuesta a otro nacionalismo o al imperialismo.
Formas de actuación
Dependiendo del contexto donde tenga lugar el nacionalismo, este puede adoptar diversas formas de actuación que pueden ser pacíficas, violentas o puede llegar a conjugar ambas.
Pacíficas
Con la progresiva consolidación de Estados más democráticos y el avance de las organizaciones intergubernamentales como la ONU, las reivindicaciones nacionalistas se sustancian mayoritariamente mediante el ejercicio de la actividad política a través de distintos partidos políticos nacionalistas que reclaman con el apoyo electoral de los ciudadanos una mayor autonomía, la independencia o el ejercicio del derecho de autodeterminación de sus territorios.
Otra forma de reivindicación pacífica sería la desobediencia civil o la "No violencia activa" cuyo máximo exponente fue la labor de Mahatma Gandhi en la India.
Teóricos del nacionalismo
Nacionalismo histórico
Eventos históricos en los cuales el nacionalismo desempeñó un papel esencial:
- Independencia de Estados Unidos (1776)
- Revolución francesa (1789)
- Bois Caïman, la primera y más grande insurrección de esclavos de la Revolución Haitiana (1791)
- Independencia de Haití (1804)
- Haití aprueba la primera Constitución en América Latina (1805)
- Guerra de la Independencia Española (1808)
- Guerra de Independencia Hispanoamericana (1809-1824)
- Unificación italiana bajo el dominio de Piamonte y Cerdeña
- Revolución húngara de 1848
- Defensa de Paysandú (1864-1865)
- Guerra franco-prusiana y la unificación alemana bajo el dominio de Prusia
- Guerra del Pacífico (1879-1884)
- Rebelión Maji Maji (1905–1907)
- El nacionalismo finés y la Independencia de Finlandia (1917)
- Primera Guerra Mundial
- Revolución mexicana (1910-1917)
- Fundación del Reino de Hungría (1920-1945) por Miklós Horthy
- La resistencia de Sandino contra la ocupación estadounidense de Nicaragua (1927-1933)
- Guerra civil Española
- Segunda Guerra Mundial
- Guerra peruano-ecuatoriana
- Primer arbitraje de Viena (1938)
- Segundo arbitraje de Viena (1940)
- Independencia de la India (1942-1947)
- Gobierno peronista en la Argentina (1946-1955)
- Revolución de 1952 (Bolivia)
- Lucha de liberación nacional boliviana 1952-1964
- Los Diez Años de Primavera en Guatemala (1944-1954)
- Gobierno pérezjimenista en Venezuela (1952-1958)
- El gobierno nasserista en Egipto (1955-1970)
- Revolución húngara de 1956
- Revolución Cubana (1959)
- Guerra de Indochina (1945-1954) y guerra de Vietnam (1958-1973)
- Primavera de Praga (1968)
- El Salvador (2019)
Movimientos nacionalistas
África
Movimiento | Territorio | Estado al que pertenece |
---|---|---|
Ambazonia (Camerún meridional) | Camerún | |
Nacionalismo canario | Islas Canarias | España |
Azawad | Malí | |
Frente Polisario | Sahara occidental | Marruecos |
Islas Azores | Portugal |
América
Movimiento | Territorio | Estado al que pertenece |
---|---|---|
Nacionalismo mapuche | Araucania | Argentina / Chile |
Nacionalismo gaucho | Río Grande del Sur | Brasil |
Nacionalismo camba | Santa Cruz | Bolivia |
Nunavut | Canadá | |
Nacionalismo quebequés | Quebec | Canadá |
Nacionalismo antioqueño | Antioquia | Colombia |
Nacionalismo Inuit | Groenlandia | Dinamarca |
Nacionalismo de Alaska | Alaska | Estados Unidos |
Nacionalismo californiano | California | Estados Unidos |
Nacionalismo de Cascadia | Cascadia | Estados Unidos / Canadá |
Nacionalismo de Puerto Rico | Puerto Rico | Estados Unidos |
Nacionalismo texano | Texas | Estados Unidos |
Guadalupe | Francia | |
Guyana Francesa | Francia | |
Martinica | Francia | |
Aruba | Países Bajos | |
Curazao | Países Bajos | |
Sint Maarten | Países Bajos | |
Nacionalismo arequipeño | Arequipa | Perú |
Anguila | Reino Unido | |
Bermudas | Reino Unido | |
Islas Caimán | Reino Unido | |
Montserrat | Reino Unido |
Asia
Movimiento | Territorio | Estado al que pertenece |
---|---|---|
Nacionalismo tibetano | Tíbet | China |
Nacionalismo Uigur | Sinkiang | China |
Nacionalismo kurdo | Kurdistán | Armenia, Irak, Irán, Turquía Siria |
Europa
Oceanía
Movimiento | Territorio | Estado al que pertenece |
---|---|---|
Nacionalismo en Rapa Nui | Isla de Pascua | Chile |
Islas Hawái | Estados Unidos | |
Nueva Caledonia | Francia | |
Tahití | Francia |
Véase también
En inglés: Nationalism Facts for Kids
- Ciudadano del mundo
- Construcción de nación
- Cosmopolitismo
- Frontera natural
- Identidad nacional
- Independentismo
- Patria
- Nación
- Nacionalismo católico
- Nacionalismo español
- Nacionalismo musical
- Patriotismo