Historia de Campo de Criptana para niños
Contenido
- Campo de Criptana: Un Viaje por su Historia
- Prehistoria
- Historia Antigua (220 a.C. – 476 d.C.)
- Edad Media (476–1492)
- Edad Moderna (1492–1808)
- Edad Contemporánea (desde 1808)
- Véase también
Campo de Criptana: Un Viaje por su Historia
Campo de Criptana es un pueblo de La Mancha que se encuentra en el noreste de la provincia de Ciudad Real. Está cerca de los límites con las provincias de Toledo, Cuenca y Albacete. Su historia comenzó hace mucho tiempo con los primeros asentamientos en su territorio. Algunos de estos asentamientos se unieron en el siglo XIV para formar Campo de Criptana, que es el único que ha seguido habitado hasta hoy.
Gracias a los restos arqueológicos encontrados, sabemos que Campo de Criptana ha estado habitado desde el neolítico (la Edad de Piedra Nueva). Cuando empezó la Edad de los Metales, los grupos humanos de esta zona formaron parte de la cultura del vaso campaniforme y, más tarde, de la cultura de Cogotas I. En la Edad del Hierro, esta zona era el extremo sureste del territorio de los carpetanos.
Cuando la historia empezó a escribirse, las primeras menciones de poblaciones en esta área las hizo el historiador romano Tito Livio. Él habló de Alce y Cértima cuando contaba la historia de la conquista romana de Hispania. Más tarde, durante la época romana, la ciudad cercana de Consabura (Consuegra) se hizo muy importante, lo que hizo que los pueblos de Campo de Criptana disminuyeran. Durante el final del Imperio Romano, la región se organizó alrededor de una gran villa (una especie de granja o casa de campo importante) que estaba en la actual Alcázar de San Juan.
Después de la caída del Imperio romano, el territorio de Campo de Criptana formó parte primero del reino alano por un corto tiempo, y luego pasó a ser parte del dominio visigodo. En esta época, la gente parecía concentrarse en el pueblo de «Villajos» y alrededor de un lugar fortificado en el «cerro de la Virgen». Estos lugares siguieron habitados durante la época musulmana, cuando quedaron bajo la influencia de la ciudad de Toledo, tanto en el Califato de Córdoba como en la posterior Taifa de Toledo.
Durante la reconquista (el proceso en el que los reinos cristianos recuperaron territorios de los musulmanes), las poblaciones de esta zona cambiaron de manos varias veces. La pertenencia a Castilla se consolidó después de la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa. El territorio de Campo de Criptana se integró en el Reino de Toledo y poco después pasó a formar parte de los territorios de la Orden de Santiago. Esta orden, en las décadas siguientes, dio permisos y beneficios (llamados cartas pueblas y fueros) para animar a la gente a repoblar varios núcleos habitados. Entre ellos estaba uno llamado «El Campo» —que surgió alrededor del año 1300— y que fue el que más creció, atrayendo a los habitantes de los demás pueblos y cambiando su nombre a Campo de Criptana.
El pueblo creció mucho en el siglo XVI. En ese tiempo se construyeron muchos de los monumentos que vemos hoy y se empezó a producir harina en sus molinos de viento. Sin embargo, el siglo XVII fue una época difícil para la localidad, perdiendo muchos habitantes. El número de personas no empezó a recuperarse hasta el siglo XVIII.
La zona de Campo de Criptana fue escenario de acciones de grupos de resistencia durante la guerra de la Independencia contra las tropas francesas. También hubo combates en el pueblo. Después de la muerte de Fernando VII, la primera guerra carlista también afectó a la comarca, y el municipio fue atacado por grupos que se oponían a la reina Isabel.
Después del reinado de Isabel II, el pueblo creció considerablemente gracias a la llegada del ferrocarril, que lo conectó con Madrid y con el puerto de Alicante. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el pueblo sufrió una crisis en la producción de cereales en Europa. Para superarla, se transformaron muchos cultivos en viñedos. Esto fue muy importante, ya que el cultivo de la vid necesitaba más trabajadores, lo que ayudó a que la población se quedara y aumentara. También se desarrolló una importante industria de bodegas y fábricas de alcohol para procesar la uva, con la participación de inversores de otras regiones de España.
Campo de Criptana siguió creciendo en el primer tercio del siglo XX, duplicando su población. El desarrollo del sector del vino trajo una buena situación económica y mucha actividad cultural, con mejoras en la educación, actividades en el teatro municipal, periódicos locales y la fundación de su equipo de fútbol en 1925. Este buen periodo se interrumpió en los años 30, cuando el sector del vino sufrió una crisis importante y la localidad no fue ajena a los conflictos sociales que llevaron a la Guerra Civil. Durante este conflicto, el pueblo permaneció en el territorio controlado por el gobierno.
Después de los difíciles años de la posguerra, el municipio sufrió una importante disminución de población en los años 50. Esto se debió a que las máquinas empezaron a hacer el trabajo en el campo, dejando a muchos sin empleo. Esta situación empeoró en las décadas siguientes, ya que el modelo de desarrollo del gobierno concentró la industria en ciertos lugares, lo que provocó que muchos vecinos emigraran. No fue hasta los años 80, con la llegada de la democracia, cuando la población pudo recuperarse y aumentar. El crecimiento de la construcción en el siglo XXI y la llegada de personas de otros países también contribuyeron a este aumento.
Prehistoria
Edad de Piedra
Los restos más antiguos de presencia humana en Campo de Criptana son objetos del Paleolítico inferior (hace entre 1.000.000 y 100.000 años antes de Cristo). Se han encontrado en varios lugares, especialmente en «El Minguillo». Aquí se han hallado herramientas de piedra que probablemente usaban grupos humanos que seguían a los animales en sus migraciones, cerca de los ríos.
Del Paleolítico medio (hace entre 120.000 y 35.000 años antes de Cristo) también se han encontrado diversas herramientas de piedra, como cuchillos y puntas. Estos objetos se hallaron cerca del río Záncara, que atraviesa el centro del municipio.
No se han encontrado restos del Paleolítico superior (hace entre 40.000 y 8.000 años antes de Cristo) ni del Mesolítico (hace entre 10.000 y 5.000 años antes de Cristo). Esto podría deberse a que el clima era muy frío en la última época glacial o a la actividad volcánica que hacía la zona poco habitable. La presencia humana volvió a ser visible alrededor del año 3000 antes de Cristo, ya en el Neolítico, cuando las condiciones para conseguir alimentos mejoraron y la población creció en la Meseta Sur.
Calcolítico (3300–1700 a.C.)
Durante el Calcolítico, un grupo de personas se estableció en esta zona. Esta pequeña comunidad, que usaba grandes piedras (megalitos) y cerámica con forma de campana, vivió en un poblado elevado en un lugar llamado «El Pico», cerca de un pequeño manantial. Por los restos encontrados, se sabe que este lugar estuvo ocupado hasta el final de la Edad del Bronce. Aquí se han hallado restos de un posible dólmen (una tumba de piedra) y muchas herramientas como cuchillos y puntas de flecha. También se encontraron molinos de mano y dientes de hoz, lo que indica que cultivaban. La presencia de yunques y herramientas para golpear sugiere que también fabricaban objetos.
Edad del Bronce (2200–700 a.C.)
Cultura del vaso campaniforme de Ciempozuelos (2200–1700 a.C.)
La cultura del vaso campaniforme comenzó en el centro de la península y duró hasta bien entrada la Edad del Bronce. Los habitantes de Campo de Criptana en el Bronce Inicial formaron parte de esta cultura. Se han encontrado fragmentos de cerámica de este tipo en varios lugares del municipio. También se han localizado petroglifos (dibujos grabados en rocas) en la «senda de los cantareros», uno de los cuales muestra varios signos dentro de un círculo.
Los muchos asentamientos descubiertos en la comarca de Campo de Criptana sugieren que había mucha gente viviendo aquí durante el Bronce Pleno. La mayoría eran pequeños poblados en lugares altos, habitados por grupos de entre 30 y 50 personas.
Durante este periodo, La Mancha sufrió una grave sequía entre los años 2200 y 1500 a.C., lo que redujo mucho el agua. En este contexto, aparecieron las «motillas», que eran poblados fortificados en zonas llanas, construidos sobre fuentes de agua para protegerlas. En Campo de Criptana solo se ha descubierto una pequeña «motilla del Juez». Esto indica que los poblados de la Edad del Bronce en esta zona estaban justo al norte de donde se encontraban estas fortificaciones.
Los asentamientos de la Edad del Bronce en Campo de Criptana incluyen:
- «La Atalaya»: con restos de construcciones y cerámica.
- «El Pico»: ya mencionado, con cerámica y objetos de adorno.
- «Valrepiso»: una pequeña comunidad agrícola con cerámica y herramientas de metal.
- «El Real»: otro pequeño asentamiento con cerámica similar.
- «Montón de Trigo»: un pequeño fuerte con restos de cerámica y herramientas.
- «Pozos del Villalgordo»: un lugar con una larga historia de ocupación.
- «Hondonadas del Cristo de Villajos»: con materiales de cerámica del Bronce.
- «Cerro de la Virgen»: un cerro con gran visibilidad, que fue una fortaleza importante.
Cultura Cogotas I (1700–700 a.C.)
Entre los años 1700 y 1600 a.C., la cultura del vaso campaniforme dio paso a la cultura «Cogotas I». Esta cultura se extendió por la Meseta Central y luego a otras regiones. Sus características coinciden con elementos culturales que se consideran «protoceltas», es decir, una forma antigua de la cultura celta.
Los asentamientos de este periodo se encontraban tanto en zonas bajas como en lugares elevados. Sus casas eran sencillas, construidas con materiales vegetales y barro. Para los entierros, seguían el rito de inhumación (enterrar los cuerpos). Estas comunidades se dedicaban a la ganadería de ovejas y cabras, y a la agricultura, cultivando cereales y leguminosas cerca de los ríos. Los hallazgos arqueológicos muestran que también hacían tejidos y procesaban productos lácteos.
Algunos de los asentamientos de la Edad del Bronce siguieron ocupados durante la época de la cultura «Cogotas I». Estos fueron «Montón de Trigo», «Pozos del Villalgordo», «Hondonadas del Cristo de Villajos» (donde se encontró una necrópolis o cementerio) y «Cerro de la Virgen» (que se convirtió en un lugar fortificado).
Edad del Hierro (700–180 a.C.)
La transición de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro en la Meseta Sur se caracterizó por una vida más sedentaria. Las nuevas técnicas de cultivo, la ganadería y la metalurgia del bronce fueron la base económica. Las poblaciones empezaron a recibir influencias de otros lugares, lo que dio origen a los diferentes pueblos prerromanos de esta región.
Desde el este de la actual Guadalajara, apareció el ritual funerario de la incineración (quemar los cuerpos) entre los siglos XI y IX a.C. Este ritual se extendió hacia el sur. En el asentamiento de «Villajos», los arqueólogos han estudiado un cementerio de incineración de unos 500 metros cuadrados, con unos 90 enterramientos, usado entre el siglo VII y la primera mitad del siglo V a. C. antes de Cristo.
Dentro de los pueblos indoeuropeos de la península, en este periodo comenzó a formarse el pueblo de los carpetanos. Este grupo, que vivía en el valle medio del Tajo, adoptó parte de la cultura celtibérica a partir del siglo VI a. C. antes de Cristo. Más tarde, a partir del siglo IV a. C. antes de Cristo, los carpetanos participaron en la expansión de la cultura ibérica, que trajo novedades como el uso de la rueda en la alfarería y en la molienda de cereales.
Los carpetanos ocuparon parte de las actuales provincias de Madrid, Guadalajara, Toledo, Cuenca y, en menor medida, Ciudad Real. En Ciudad Real, limitaban al sur con los oretanos. Los carpetanos ocuparon los Montes de Toledo, la comarca de Consuegra y la zona al norte del Záncara, que incluye Campo de Criptana.
Antes de las conquistas cartaginesa y romana, surgieron nuevos poblados que se unieron a los ya existentes:
- «Palomar de Treviño»: un asentamiento en un montículo, rodeado por un muro. Se ha encontrado mucha cerámica y herramientas.
- «La Hidalga»: un lugar con muchos restos de cerámica prerromana y romana, tejas, objetos de vidrio, molinos y monedas. También se halló un pequeño ídolo y un pozo.
Historia Antigua (220 a.C. – 476 d.C.)
Periodo prerromano (220–180 a.C.)
La primera vez que se menciona a los carpetanos por escrito es en los relatos de las campañas cartaginesas en la Meseta Sur. En el año 220 a.C., un gran ejército de esta tribu, con ayuda de sus vecinos, se enfrentó a Aníbal en la Batalla del Tajo. Esta batalla terminó con la victoria cartaginesa, y los carpetanos quedaron bajo su dominio, aunque siguieron resistiendo.
Conquista y romanización (180 a.C. – 284 d.C.)
Después del dominio cartaginés, en el año 193 a.C., los romanos comenzaron a conquistar el territorio carpetano. Los últimos episodios de esta conquista en el sureste tuvieron como protagonistas a las poblaciones de Cértima y Alce, que se cree que estaban en Campo de Criptana.
Se piensa que Cértima estaba en el actual «cerro de la Virgen», cerca de donde se conservan los restos de un campamento romano. Alce, por su parte, se sitúa en el paraje «la Hidalga», cerca de una laguna salina y de una ruta importante.
Durante la época romana, la cercana localidad de Consabura (Consuegra) se hizo más importante. Las poblaciones de Alce y Cértima disminuyeron, y los restos arqueológicos encontrados son de menor calidad.
También en época romana, surgió un pequeño asentamiento donde más tarde estaría «Posadas Viejas», cerca de una calzada romana y de un puente sobre el río Záncara. Se han encontrado varios restos arqueológicos, como un ánfora romana grande.
Las poblaciones de la zona pertenecieron a diferentes divisiones administrativas romanas:
- Desde 180 a.C. hasta 27 a.C.: provincia Citerior.
- Desde 27 a.C. hasta 298: provincia Tarraconensis.
- Desde 298 hasta el final del periodo romano: provincia Carthaginensis.
A partir del siglo I, el territorio se organizó con ciudades importantes (municipium) a la cabeza, y por debajo, pueblos más pequeños (vici) y grandes propiedades rurales (villae). La comarca de Campo de Criptana estaba bien situada y tenía una villa en la cercana Alcázar de San Juan. El municipium más cercano era Consabura (Consuegra), que lideraba la zona. Este sistema económico dependía del Imperio Romano, y cuando este cayó, también se rompió este modelo.
Bajo Imperio (284–476)
A finales del año 406, varias tribus germánicas, como los suevos, vándalos y alanos, cruzaron el río Rin y entraron en la península ibérica en el año 409. Se repartieron las provincias, y la comarca de Campo de Criptana quedó en el territorio de los alanos. Como eran pocos, se establecieron en las grandes propiedades rurales, como la villa romana de la cercana Alcázar de San Juan.
Durante el siglo V, Consabura fue perdiendo importancia, mientras que Toletum (Toledo) la ganó. Esto ocurrió en un momento en que el poder se concentraba en lugares que ofrecían más estabilidad durante los últimos años del Imperio Romano.
Edad Media (476–1492)
Alta Edad Media (siglos V al X)
Periodo visigodo (416–711)
Con el asentamiento visigodo en Hispania y el establecimiento de su capital en Toledo, se desarrolló un nuevo modelo de organización del territorio. Las áreas rurales productivas, antes dominadas por las grandes villae, pasaron a ser explotadas mediante aldeas y granjas. Estas surgieron en una sociedad que tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones después de la caída del Imperio Romano y la llegada de los nuevos pueblos.
A finales del siglo VI, el estado visigodo empezó a tener un poder central más fuerte y surgieron nuevas élites. Estas élites se hicieron más presentes en las zonas rurales durante el siglo VII, ayudadas por los esfuerzos para extender el cristianismo.
En este contexto, los pocos restos que existen en Campo de Criptana muestran que solo los asentamientos de «Villajos» y el «cerro de la Virgen» siguieron habitados. En Villajos se ha encontrado una pila bautismal visigoda, lo que sugiere que era una aldea. En el cerro de la Virgen se construyó una fortaleza que perteneció a un noble visigodo.
Periodo musulmán (711–1085)
Entre los años 711 y 715, se produjo la conquista musulmana de la península ibérica, y el poder central se estableció en Córdoba. La comarca de Campo de Criptana formó parte del territorio de Toledo, cuya población era considerada difícil de controlar por el gobierno de Córdoba. Para controlar las revueltas de los toledanos, se organizó una frontera interior al sur de esta comarca con fortalezas como Calatrava.
Dentro del municipio, «Villajos» siguió habitado en esta época y se integró en una unidad administrativa cuya capital era la cercana Qasr'Atiyya (la actual Alcázar de San Juan). Se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Los restos de cerámica encontrados indican la presencia musulmana a partir del siglo IX, con un aumento de población en el siglo XI.
Además de Villajos, también estuvieron ocupados los parajes de «Montón de Trigo», donde se ha encontrado cerámica musulmana y restos de una torre de vigilancia, y el «cerro de la Virgen», donde debió de existir una fortaleza importante.
Plena Edad Media (siglos XI al XIII)
Reconquista y repoblación
Después de la guerra civil musulmana en 1031, el Califato se desintegró y surgieron los reinos de Taifas. La comarca de Campo de Criptana formó parte de la Taifa de Toledo.
Alfonso VI conquistó Toledo en 1085, obteniendo un amplio territorio que incluía la comarca de Campo de Criptana. La fortaleza del «cerro de la Virgen», conocida como castillo de Criptana, quedó en la frontera con el territorio musulmán. Sin embargo, este primer periodo cristiano duró poco, ya que la zona volvió a manos musulmanas después de algunas derrotas cristianas.
La crisis del Imperio almorávide permitió un nuevo avance cristiano, y la fortaleza de Criptana fue recuperada. En 1151, Alfonso VII entregó Consuegra y su territorio a un caballero para que lo repoblara. Años más tarde, en enero de 1162, el rey entregó Criptana y Villajos a la Orden de San Juan. Este documento es la primera mención escrita de los nombres «Villajos» y «Criptana».
La expansión de los almohades presionó los territorios castellanos, lo que llevó a la batalla de Alarcos en 1195, una derrota cristiana. La zona de Campo de Criptana se mantuvo en territorio cristiano. En 1212, la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa consolidó la conquista de las comarcas manchegas.
Configuración administrativa y municipal tras la reconquista
En 1223, la Orden de Santiago se estableció en la comarca. En 1237, se dividieron los territorios, y las poblaciones de Campo de Criptana pasaron a formar parte de los territorios de esta orden.
A partir de 1234, Fernando III estableció un sistema legal que dio a la Orden de Santiago mucha independencia. La Orden podía administrar justicia, recaudar impuestos y otorgar permisos para poblar.
En 1237, se creó la «encomienda de Criptana», formada por tres poblaciones: Criptana, Villajos y Posadas Viejas, además de otras villas cercanas. La población de estos lugares era principalmente cristiana, y su economía se basaba en la agricultura y la ganadería.
Baja Edad Media (siglos XIV y XV)
Crisis del Siglo XIV en Castilla
Desde principios del siglo XIV, en la Corona de Castilla y en el resto de Europa, hubo varios problemas: epidemias, conflictos internos, hambrunas, disminución de la población y problemas económicos.
Las epidemias, como la peste negra de 1348, afectaron gravemente a la población. Alrededor del año 1400, el pueblo vecino de Pedro Muñoz quedó completamente despoblado por la peste. Además, después de las luchas contra los musulmanes, los conflictos pasaron a ser entre nobles y aspirantes al trono, lo que afectó mucho a la población rural.
Las poblaciones de la zona de Campo de Criptana también sufrieron esta crisis. Esto explica el abandono de «Villajos», «Criptana» y «Posadas Viejas», y la creación de la nueva villa de «El Campo».
Nacimiento de «El Campo» (de Criptana) y beneficios para sus habitantes
Hacia el año 1300, se creó una nueva población llamada «El Campo». Nació alrededor de una pequeña fortaleza en el «cerro de la Paz», cerca de donde están hoy los molinos de viento. La Orden de Santiago fundó este lugar para beneficiarse de la exención de impuestos religiosos. Este nuevo lugar recibió un permiso especial (Carta Puebla) entre 1311 y 1328. Sus mejores condiciones de salud ayudaron a que pronto absorbiera a los habitantes de la antigua villa de «Criptana», que quedó despoblada.
Para animar a la gente a poblar esta zona, se otorgaron varios beneficios a «El Campo», «Criptana» y «Villajos» en 1328. De estos tres pueblos, solo «El Campo» siguió adelante, absorbiendo a toda la población de la zona y siendo finalmente llamado Campo de Criptana.
Entre los beneficios que recibieron los habitantes estaban:
- Permiso para cortar hierba para sus casas.
- Libertad para que sus animales pastaran sin pagar impuestos adicionales.
- Prohibición de que el comendador (un líder de la Orden) les quitara animales o pan sin pagar.
- Libertad de caza.
- Permiso para detener a musulmanes que causaran problemas y castigarlos.
- Prohibición de que el comendador interviniera en disputas entre vecinos.
- Fijación de un pago anual al Maestre y al comendador.
- Orden de respetar las tierras comunales.
- Exención de pagar impuestos por pasar por el territorio de la Orden.
En 1338, se estableció que nadie de la Orden podía cobrar por pasar por la localidad, y que debían pagar lo que consumieran.
Entre 1342 y 1358, se otorgaron más beneficios, como libertad para pastar y cortar madera en otros lugares, y libertad para usar hornos de pan pagando una cantidad fija.
Creación del «Común de la Mancha»
A principios del reinado de Pedro I, las villas de la Orden de Santiago buscaron unificar sus derechos. Así se crearon los «Comunes», grupos de vecinos que se unían para repartir los impuestos que debían pagar a la Orden. Con el tiempo, también defendían los intereses de sus representados. El 4 de marzo de 1353, se oficializó la creación del «Común de La Mancha».
En el documento de creación del «Común», ya no se mencionan «Criptana» ni «Posadas Viejas», que ya estaban deshabitadas. «Villajos» también se despoblaría poco después. En cambio, se menciona la nueva villa de «El Campo», que había recibido a la población de las anteriores y que finalmente se llamó Campo de Criptana.
Las guerras civiles castellanas
La clase noble reaccionó a la crisis buscando asegurar su poder. Esto se vio en la guerra civil que, a partir de 1351, enfrentó al rey Pedro I contra su hermanastro Enrique de Trastámara. La posición de Campo de Criptana en este conflicto dependió de la Orden de Santiago.
Durante conflictos posteriores, ya en el reinado de Enrique IV, la población tuvo que refugiarse varias veces en la fortaleza del actual cerro de la Paz para defenderse de los saqueadores.
La lucha de la nobleza por mantener su posición también estuvo presente en la guerra de sucesión castellana que, a partir de 1475, enfrentó a los partidarios de Juana contra los de Isabel. Isabel consiguió el control de la Orden de Santiago para asegurar la lealtad de su territorio.
Después de la guerra civil, Isabel I intentó poner orden en Castilla. Los registros de la Orden de Santiago, alrededor de 1480, describían un estado desolador en los pueblos del «Común de La Mancha». En Campo de Criptana, la inseguridad era notable, por lo que la reina ordenó la destrucción del antiguo castillo de Criptana, ya que era usado como refugio por bandidos.
La estructura social de la comarca al final de la Edad Media
En la Mancha, dominada por las órdenes militares, no se desarrolló una nobleza como en el resto del reino. La nobleza local se limitaba a algunos hidalgos (personas con ciertos privilegios). No fue hasta el siglo XVII cuando se creó el Condado de las Cabezuelas, con sede en Campo de Criptana.
El grupo social más grande era el campesinado. Aunque las condiciones de vida de los campesinos empeoraron al final de la Edad Media, en la zona de la Orden de Santiago, la necesidad de atraer habitantes hizo que disfrutaran de una mejor situación legal que en otras partes.
También había una minoría de judíos, que se dedicaban principalmente al comercio, y una minoría de musulmanes (mudéjares), tanto libres como esclavos.
Edad Moderna (1492–1808)
El Siglo XVI. Época de los Austrias mayores
Después de superar la crisis del siglo XV, la Corona de Castilla empezó a prosperar gracias a la reorganización administrativa de Isabel I y a su incorporación a las rutas comerciales europeas. En este contexto, el reino entró en el ámbito imperial con Carlos I y comenzó la colonización de América.
La población se mantuvo estable al principio del siglo, y luego creció de forma constante hasta los años ochenta. La producción de cereales aumentó, lo que benefició a los grandes propietarios y a los pequeños agricultores. Esta buena situación agrícola también impulsó la producción de manufacturas, especialmente la textil. Los precios subieron, y socialmente, surgió una clase media (burguesía) que fue ganando importancia.
Evolución demográfica y administrativa
La población de Campo de Criptana creció en este periodo. Los registros de la Orden de Santiago muestran censos desde 1494.
Población durante el siglo XVI |
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Evolución de la población de Campo de Criptana. Cifras en número de habitantes multiplicando el número de vecinos por 4,5. |
El crecimiento de la población en Campo de Criptana fue constante, incluso en años de epidemias. El pueblo absorbió el pequeño asentamiento cercano de San Benito.
Otra razón para el aumento de habitantes fue la llegada de moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo) deportados de otras zonas de España después de un conflicto. En 1580, se censaron 87 familias moriscas en Campo de Criptana.
En cuanto a la administración, en 1566, el pueblo perdió la capacidad de administrar justicia en primera instancia, lo que causó quejas. En 1584, el Concejo local decidió contratar a un profesor de gramática con fondos municipales.
Evolución económica
La producción agrícola en la Mancha siguió aumentando gracias al crecimiento de la población y la extensión de los cultivos. Fue en el siglo XVI cuando se popularizaron los molinos de viento, que ya funcionaban en Campo de Criptana desde la primera mitad del siglo. La mejora de la agricultura también impulsó la producción de manufacturas, y se desarrolló una pequeña industria textil. Los salarios también crecieron, lo que mejoró el nivel de vida.
Construcciones destacadas
La prosperidad y el aumento de habitantes favorecieron la construcción de varios edificios. Muchos de los monumentos que se conservan hoy fueron construidos en este siglo, además de la antigua iglesia parroquial, que fue destruida en la Guerra Civil:
- La iglesia parroquial original fue ampliada.
- El santuario de la Virgen de Criptana, en el cerro del mismo nombre, se proyectó en 1513.
- La ermita de Santa Ana se construyó en 1575, fuera del pueblo.
- La ermita de la Concepción se terminó en 1575, también en las afueras.
- La ermita del «cerro de la Paz», donde se originó el antiguo pueblo de «El Campo», también se edificó en el siglo XVI.
- La ermita de la Veracruz, cerca de la plaza Mayor, se terminó en 1573.
- El Pósito, una especie de banco agrícola que guardaba grano en años de buenas cosechas y lo prestaba a los agricultores en épocas de escasez.
Además, se establecieron varios hospitales para ayudar a los más necesitados.
Situación sociopolítica
Las familias más poderosas del pueblo fueron consolidando su poder, ocupando cargos importantes. A veces, compraban estos cargos a la corona, y algunos intentaban recuperar su inversión a costa de la población. Para evitar abusos, existía la figura del síndico o procurador general, cuya función era defender a los vecinos. Sin embargo, a veces el síndico no defendía los intereses de todos.
También hubo conflictos entre familias rivales en Campo de Criptana por el poder. Dos grupos enfrentados, los «Migueles» y los «Tardíos», tuvieron frecuentes disputas.
Muchos de los más ricos intentaron obtener el estatus de hidalgo para conseguir reconocimiento social y ventajas fiscales. En Campo de Criptana, el número de hidalgos era relativamente pequeño, en parte por los conflictos entre las familias rivales que se obstaculizaban mutuamente.
Participación en conflictos bélicos
Los habitantes de Campo de Criptana participaron en varios conflictos de la Corona de Castilla:
- Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla (1519-1531), Campo de Criptana apoyó al rey Carlos I y contribuyó con 100 soldados.
- En 1535, un grupo de soldados del pueblo participó en la expedición militar a Túnez, donde más de treinta murieron.
- Durante la Rebelión de las Alpujarras (1568-1571), el pueblo aportó 60 soldados y dinero.
- También hubo habitantes de la localidad en las guerras de Flandes, Italia y en la colonización de América.
El Siglo XVII. Época de los Austrias menores
La Corona de Castilla estaba involucrada en varios conflictos europeos, lo que generó grandes gastos. La economía castellana entró en una fase de recesión a partir de los años 80 del siglo XVI, que duraría hasta 1680.
La producción de cereales disminuyó, el comercio con América se hundió y la producción de manufacturas se resintió. La población de Castilla disminuyó, perdiendo casi una cuarta parte de sus habitantes.
Culturalmente, a principios de este siglo se publicó «Don Quijote de La Mancha», que hizo muy conocidos los molinos de viento de Campo de Criptana al ambientar una de las aventuras del hidalgo manchego en ellos.
Demografía, administración y cultura
Campo de Criptana sufrió una importante disminución de población. De unos 6800 habitantes en 1603, pasó a unos 4086 en 1699, perdiendo un tercio de su población. A esto contribuyó la expulsión de los moriscos en 1609.
En el ámbito administrativo, en 1609, el pueblo recuperó el privilegio de administrar justicia en primera instancia, pagando al rey Felipe III 22.000 ducados. A principios de este siglo, se creó la aldea de «El Altillo», que dependía administrativamente de Campo de Criptana.
El pueblo tuvo una escuela de gramática, lo que mejoró su vida cultural. En 1644, se celebró un concurso literario en la localidad, donde participaron varios autores, incluyendo a la escritora local Isabel Perillán y Quirós.
Evolución económica
La situación económica fue peor que en el siglo anterior. Aproximadamente un tercio de los años del siglo XVII tuvieron malas cosechas. A la disminución de la población se sumaron los gastos adicionales impuestos por el rey y el pago para recuperar la administración de justicia. Esto hizo que la economía municipal se resintiera y que la población se empobreciera.
A pesar de todo, en este siglo destacó la producción de aguardiente y se mantuvo la producción de harina en los molinos de viento, así como la fabricación de paños.
Construcciones destacadas
A pesar de la peor situación económica, se realizaron varias construcciones importantes:
- Se construyó el convento de los Carmelitas Descalzos.
- Se reconstruyó la antigua iglesia del despoblado de Villajos, que se había vuelto muy popular.
- Se edificó una nueva ermita dedicada a Ntra. Sra. de las Angustias a finales de siglo.
Situación sociopolítica
Las familias más poderosas del pueblo lograron ser reconocidas como hidalgos. Juan Baíllo de la Beldad, descendiente de una de las familias influyentes, consiguió este estatus en 1631. Su hijo, Gregorio Baíllo de la Beldad y Cárdenas, se convirtió en 1690 en el primer conde de las Cabezuelas, un título creado por el rey Carlos II. Los condes de las Cabezuelas acumularon muchas propiedades en Campo de Criptana y en pueblos vecinos.
El Siglo XVIII. Los primeros Borbones
Después de la época de los Austrias menores, los gobernantes borbónicos encontraron un gran imperio con problemas de administración. Sin embargo, en la sociedad española empezaban a surgir ideas de la Ilustración, con menos miedo a los cambios y una sociedad que pasaba de ser de estamentos (grupos cerrados por nacimiento) a ser de clases (grupos definidos por la riqueza y el trabajo).
La población de España creció de 8 millones en 1700 a 11 millones en 1800, principalmente porque desaparecieron las plagas de peste bubónica. Este aumento no fue igual en todas partes; la Meseta Central siguió siendo rural.
La llegada de la dinastía borbónica llevó a la Guerra de Sucesión. Campo de Criptana apoyó a Felipe V. El pueblo contribuyó alojando y dando suministros a un batallón del ejército en 1706. Un habitante de Campo de Criptana, Melchor de Avellaneda, fue un importante líder militar en esta guerra.
A mediados de este siglo, se realizó el Catastro de Ensenada, un estudio detallado de las propiedades y la población, que incluyó a Campo de Criptana.
Administración
En 1718, se creó la provincia de La Mancha. Campo de Criptana quedó incluida en esta provincia, dentro de la zona de la Orden de Santiago. En 1752, el pueblo declaró que pertenecía al Rey como administrador de las órdenes militares.
Más tarde, en 1789, se reorganizó la provincia de La Mancha, y Campo de Criptana pasó a pertenecer a una nueva unidad administrativa.
El Concejo (gobierno local) de la villa tenía un importante patrimonio de tierras de pasto y cultivo. Parte de estas tierras se cedían gratuitamente a los vecinos, y la mayoría se alquilaban para obtener ingresos para el presupuesto municipal. Este presupuesto cubría salarios, gastos de fiestas religiosas, reparación de edificios públicos y ayuda a niños.
Población y sociedad
A mediados del siglo, la población se recuperó de la crisis del siglo XVII, aunque sin alcanzar los niveles de finales del siglo XVI. El pueblo tenía unos 5300 habitantes que vivían en 941 casas. Había 20 hidalgos, incluyendo al conde de las Cabezuelas.
En el ámbito sanitario, el pueblo contaba con un médico, un cirujano y dos farmacéuticos. En educación, había dos maestros, un profesor de gramática y una maestra para niñas.
Un vecino destacado de este siglo fue José-Antonio Fernández-Calzuelas, quien estudió Filosofía y Derecho. Ocupó cargos importantes en el municipio y fue miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid, que buscaba mejorar la economía. Acumuló una gran fortuna gracias a sus inversiones y, al morir sin hijos en 1799, dejó su herencia a las familias más necesitadas del pueblo.
Economía y protoindustrialización
La economía de Campo de Criptana seguía basándose principalmente en la agricultura, sobre todo en el cereal. En 1752, el 80% del terreno municipal se dedicaba al cereal de secano.
Superficie (fanegas) | Superficie (ha) | Porcentaje | Utilización |
---|---|---|---|
33264 | 23241 | 80% | Cereal de secano |
3445 | 2407 | 8% | Dehesas |
2300 | 1607 | 6% | Pastos |
1302 | 910 | 3% | Viñedos como cultivo único |
860 | 601 | 2% | Olivos como cultivo único |
500 | 349 | 1% | Viñedos con olivos |
12 | 8 | 0,02% | Huerta de regadío |
7 | 5 | 0.01% | Álamos |
6 | 4 | 0.01% | Membrillos |
41696 | 29132 | 100% | Total término municipal |
El cultivo del azafrán se introdujo a finales de siglo y fue común hasta finales del siglo XIX.
La ganadería también era importante, principalmente de ovejas.
A finales del siglo anterior, se había creado en Castilla la Junta de Comercio y Moneda para fomentar la industria y el comercio. Esto ayudó a que la industria textil se expandiera en la Mancha. Muchas mujeres trabajaban hilando lana en sus casas para la Real Fábrica de Paños de Guadalajara.
Además de la actividad textil, seguía la fabricación de harina en los 34 molinos de viento y uno de agua, así como la elaboración de aceite en 7 molinos. La producción de vino a pequeña escala era común para el consumo propio. La fabricación de aguardiente también continuó en siete instalaciones.
Una actividad económica peculiar era la venta de hielo, que se obtenía de dos pozos de nieve donde se recogía y almacenaba nieve en invierno.
Edad Contemporánea (desde 1808)
Siglo XIX
Administración
La región de La Mancha sufrió varios cambios administrativos a principios del siglo XIX. En 1810, el gobierno de José Bonaparte dividió el país en prefecturas, y Campo de Criptana quedó en la de Ciudad Real. Después, se volvió a la división anterior hasta 1822, cuando la antigua provincia de La Mancha se dividió en dos. Campo de Criptana quedó en la Mancha Baja.
Población en Campo de Criptana durante el siglo XIX |
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Cifras en número de habitantes. Fuente: Francisco Escribano e Instituto Nacional de Estadística. |
Finalmente, en 1833, se realizó la división administrativa de España en provincias. La antigua provincia de La Mancha desapareció y se creó la provincia de Ciudad Real, en la que Campo de Criptana ha permanecido hasta hoy.
La población del pueblo disminuyó en las primeras décadas del siglo debido a los conflictos, y no fue hasta después del primer tercio de siglo cuando empezó a crecer, terminando el siglo con un aumento importante.
La guerra de la Independencia (1808–1814)
Los primeros años del siglo XIX fueron difíciles para Campo de Criptana debido a malas cosechas y pobreza. En 1803, se ordenaron obras públicas para dar trabajo a los necesitados.
En 1808, la monarquía española colapsó y los sucesos de mayo en Madrid iniciaron la guerra de la Independencia. Campo de Criptana fue obligada a enviar comida y ropa a las tropas francesas. Aunque al principio había calma, pronto surgieron protestas. El 29 de junio, una multitud atacó a un militar local y a su madre, acusándolos de colaborar con los invasores. Las tropas francesas entraron en Campo de Criptana en dos ocasiones.
Después de la victoria española en Bailén en julio, el ejército francés retrocedió. En febrero de 1809, el general Sebastiani inició la ocupación del territorio. En noviembre de 1809, hubo saqueos en algunas ermitas del pueblo por parte de soldados franceses.
Durante la ocupación francesa, hubo muchas acciones de grupos de resistencia (guerrilleros). En Campo de Criptana, actuaron grupos dirigidos por Francisco Abad Moreno «Chaleco». El 29 de enero de 1811, un grupo de guerrilleros atacó a 300 soldados franceses que ocupaban el pueblo y su sierra de molinos. La lucha duró todo el día y terminó con la victoria de los españoles.
La lucha también involucró a mujeres de Campo de Criptana. Se cuenta la historia de una guerrillera llamada Pepa Ignacia, que atacó a un soldado francés.
A principios de 1812, la presencia del ejército francés en La Mancha se había reducido. El 24 de junio, los franceses abandonaron La Mancha. El 24 de julio, Villanueva de los Infantes inició el proceso de juramento de la Constitución por los pueblos manchegos, lo que ocurrió en Campo de Criptana los días 8 y 9 de octubre.
Reinado de Fernando VII (1814–1833)
Fernando VII regresó a España en 1814 y anuló la Constitución de 1812. El párroco, el alcalde y el juez de Campo de Criptana le manifestaron la lealtad del municipio. Unos meses después, el rey nombró al cura Rafael Mª Vélez su «capellán de honor».
La economía del país estaba en ruinas después de la guerra. En el campo, había inseguridad debido a grupos de soldados que se habían quedado sin trabajo y bandidos. En Campo de Criptana, se formó un grupo de la «Confederación de Comuneros», una sociedad secreta liberal.
Con el pronunciamiento de Rafael del Riego, se volvió a la Constitución durante 3 años. En el pueblo, el cura explicó fragmentos de la Constitución. En 1823, la intervención de un ejército extranjero puso fin a este periodo liberal, y se restauró el gobierno absoluto del rey hasta su muerte en 1833.
En otro orden de cosas, el 14 de febrero de 1826, un meteorito cayó en el municipio de Campo de Criptana. Este suceso fue tan visible que se mencionó en periódicos y libros de otros países. Algunos lo han considerado como uno de los primeros avistamientos de ovnis registrados en España.
Reinado de Isabel II (1833–1868)
Periodo de regencias (1833–1843)
Después de la muerte del rey en 1833, se desató una disputa por la sucesión entre los partidarios de su hija Isabel II y los de su hermano Carlos. Esto llevó a una I Guerra Carlista (1833–1840). Ciudad Real fue una de las provincias que más rápido alistó soldados para luchar. Un fraile de Campo de Criptana se unió a los carlistas. El pueblo fue atacado en 1835, y su economía se vio afectada, ya que el Pósito Municipal tuvo que prestar dinero al gobierno.
En 1837, los carlistas lanzaron una ofensiva. La Diputación de Ciudad Real pidió ayuda a la Reina.
En 1839, Campo de Criptana sufrió nuevos ataques de los carlistas, que intentaron tomar el pueblo y robaron en las fincas, llegando a secuestrar a tres vecinos. Aunque la guerra terminó oficialmente en la provincia, la inseguridad continuó.
Después de la guerra, Baldomero Espartero fue nombrado regente de España. Espartero, que era de La Mancha, había sido protegido por la esposa del conde de las Cabezuelas en Campo de Criptana. Durante este periodo, la aldea «El Altillo», que dependía de Campo de Criptana, fue separada y unida a Tomelloso.
Mayoría de edad (1843–1868)
El 23 de julio de 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad con 13 años.
En esta época, se empezó a construir el ferrocarril en España. En 1844, se adjudicó la línea que conectaría Campo de Criptana con Aranjuez y Almansa, y que luego continuaría hasta Alicante.
A mediados de siglo, Campo de Criptana era un pueblo de 4910 habitantes dedicado principalmente a la agricultura, sobre todo al cereal.
Tipo de cultivo | Porcentaje de cultivo nacional en 1860 | Porcentaje de cultivo en Campo de Criptana en 1850 |
---|---|---|
Cereal | 87.25% | 94.37% |
Viñedo | 7.42% | 2.67% |
Olivo | 5.31% | 2.95% |
Todavía funcionaban 14 molinos de viento. También había un pequeño molino de chocolate. En las elecciones de 1851, solo 74 vecinos pudieron votar. El pueblo tenía la iglesia más alta de la provincia y varias escuelas.
En 1854, después de un levantamiento militar, la Reina ofreció el gobierno a Espartero. Una delegación de Campo de Criptana lo visitó para felicitarlo.
Durante 1854 y 1855, España sufrió graves epidemias de cólera. Los habitantes de Campo de Criptana establecieron un cordón sanitario alrededor del pueblo para evitar la entrada de personas enfermas.
Finalmente, en 1855, el ferrocarril llegó a Campo de Criptana, conectando el pueblo con Madrid y un puerto marítimo. Esto sería muy importante para el desarrollo del viñedo y la aparición de grandes bodegas.
En 1855, se aprobó la «desamortización de Madoz», que puso en subasta los bienes de los ayuntamientos.
En 1857, una ley hizo obligatoria la educación primaria hasta los 12 años, lo que impulsó la enseñanza en el pueblo. También se formalizó la organización de una Sociedad Filarmónica, el inicio de las bandas musicales en Campo de Criptana.
Entre 1859 y 1860, se libró la «Primera Guerra de Marruecos», en la que lucharon y murieron varios habitantes de la localidad.
La conexión ferroviaria facilitó una breve visita de la Reina en 1860 y la llegada de nuevas tecnologías. En 1863, se probó una de las primeras máquinas segadoras en los cultivos del pueblo.
La provincia de Ciudad Real sufrió varias crisis de pobreza extrema entre 1866 y 1877. El Ayuntamiento de Campo de Criptana tomó medidas para ayudar a la población, como realizar obras públicas y distribuir pan a bajo precio.
Sexenio Democrático (1868–1874)
En septiembre de 1868, se produjo un levantamiento revolucionario conocido como «La Gloriosa».
En enero de 1869, se celebraron las elecciones a Cortes Constituyentes con sufragio universal masculino (por primera vez). A pesar de la campaña de algunos religiosos, la coalición monárquica ganó ampliamente en la provincia.
Después de la abdicación del rey, se proclamó la Primera República Española en febrero de 1873. El Ayuntamiento se unió a esta proclamación.
La economía del Ayuntamiento era buena en este periodo. En 1873, hombres y mujeres del pueblo formaron una sociedad recreativa para fomentar el teatro, llamada «Teatro Cervantes». El Ayuntamiento les cedió un local en el antiguo Convento de Carmelitas Descalzos.
Fue en este periodo cuando comenzó un cambio importante en el pueblo. A finales del siglo, el cultivo de cereal sufrió una crisis debido a la entrada de cereal de América y Europa, y al aumento de los salarios. Esto hizo que muchos grandes propietarios vendieran sus tierras.
Así, se formó un grupo importante de pequeños agricultores que dedicaron sus nuevas tierras al cultivo de la vid. Aprovecharon la larga tradición vitícola de la comarca.
Esta situación, junto con la pérdida de viñedos en Francia por una plaga (filoxera) y la conexión ferroviaria con los puertos, causó una gran expansión del cultivo de la vid. También se desarrolló una importante industria para transformar la uva en vino y alcohol.
Evolución del número de hectáreas plantadas con viñedo en el término municipal de Campo de Criptana |
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El cultivo del viñedo experimentó una notable expansión durante la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Inicialmente como respuesta a la crisis del cereal y posteriormente al abrigo de las buenas condiciones del mercado motivadas por la plaga de filoxera en los cultivos franceses. |
Reinado de Alfonso XII y regencia de María Cristina (1874–1902)
La Primera República terminó a finales de 1874 con la restauración de la monarquía con Alfonso XII.
En estos años, hubo un debate entre el libre comercio y el proteccionismo. Los viticultores se beneficiaron de un acuerdo comercial con Francia en 1882, que abrió un periodo de gran prosperidad en este sector. Empresarios locales participaron en ferias internacionales, y muchos inversores de fuera se instalaron en el pueblo, creando grandes empresas vinícolas y de brandy. Muchos vecinos también elaboraban vino en sus propias bodegas.
El funcionamiento del Ayuntamiento fue complicado durante algunos años, con acusaciones de falta de transparencia. Sin embargo, se tomaron decisiones importantes, como cambiar el nombre de muchas calles, cambiar la fecha de las fiestas patronales y fundar la biblioteca municipal.
En 1889, George Lawrence, un misionero galés, fundó la primera congregación evangélica en Campo de Criptana. Sus primeras celebraciones religiosas intentaron ser impedidas con disturbios, y la Guardia Civil tuvo que intervenir. El Ayuntamiento intentó cerrar su local, pero finalmente, la intervención del Gobernador provincial hizo que los problemas disminuyeran.
Este siglo terminó con la llegada de un avance fundamental: la electricidad. En 1900, se creó la primera empresa para dar alumbrado eléctrico al pueblo.
Siglos XX y XXI
Campo de Criptana siguió creciendo durante la primera mitad del siglo XX, duplicando su población. Sin embargo, en los años 50, empezó a disminuir debido a la emigración, y no fue hasta principios del siglo XXI cuando volvió a aumentar.
Evolución de la población en Campo de Criptana durante el siglo XX y actual siglo XXI |
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Cifras en número de habitantes. Fuente: INE. |
Reinado de Alfonso XIII (1902–1923)
En 1902, Alfonso XIII asumió el trono. Se intentó modernizar el país, impulsando la creación de cooperativas. En 1902, se fundó en Campo de Criptana la segunda cooperativa del país y la primera del sector agrícola: la cooperativa vinícola «Virgen del Carmen», que todavía funciona hoy.
El pueblo también tuvo un notable impulso cultural. En educación, 1500 niños asistían a las seis escuelas municipales. En 1907, el Ayuntamiento mejoró el teatro Cervantes. Se crearon varios periódicos locales. En 1905, se conmemoró el 300 aniversario de la publicación de El Quijote, lo que atrajo la visita de personajes como Azorín, quien escribió sobre sus impresiones del pueblo.
La actividad vinícola siguió desarrollándose, trayendo prosperidad. Nuevos inversores se instalaron en el pueblo, construyendo fábricas de alcohol y elaborando vinos espumosos.
En este periodo, surgieron las primeras organizaciones de trabajadores. En 1912, se formó la «Sociedad Obrera La Esperanza», vinculada al PSOE. En 1913, se creó el «Sindicato La Agrícola Manchega», de inspiración católica.
Sin embargo, también hubo dificultades políticas. Abusos de autoridad del Ayuntamiento y problemas con la influencia de personas poderosas en las elecciones. La guerra de Melilla también causó dificultades a las familias de los soldados.
En 1916, durante la I Guerra Mundial, España prosperaba por su neutralidad. Campo de Criptana también gozaba de una buena situación económica, que se vio afectada después de la guerra por malas cosechas, una plaga de langosta y acuerdos comerciales desfavorables para el vino.
A los problemas económicos se unió la epidemia de gripe española de 1918. A pesar de los intentos de ocultar la situación, la Junta Provincial de Sanidad declaró oficialmente la epidemia. Se prohibió la asistencia a cementerios y se recomendó el cierre de locales públicos.
A pesar de las dificultades, en 1922, llegó a la localidad otra gran invención: el teléfono.
Gobiernos de Primo de Rivera y Berenguer (1923–1931)
El 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera tomó el gobierno.
Aunque los grandes propietarios seguían teniendo mucha tierra, los pequeños agricultores habían crecido mucho y en 1925 poseían el 40% de la riqueza rural. Estos pequeños agricultores invirtieron en los sectores del vino y el alcohol. Sin embargo, a partir de 1927, sufrieron años difíciles debido a la filoxera en los viñedos y a la crisis internacional de 1929. En el pueblo, se instaló un vivero de plantas americanas para reponer los viñedos.
La educación recibió un gran impulso a nivel nacional. En Campo de Criptana, se construyeron dos nuevos grupos escolares con biblioteca.
El final de este periodo estuvo marcado por acusaciones de mal funcionamiento en el Ayuntamiento, que fue disuelto por orden del gobierno.
También de esta época data la creación —en 1925— del equipo de fútbol local: la «Unión Criptanense». Además, se empezaron a alzar voces pidiendo la restauración de los molinos de viento, que habían dejado de funcionar.
Segunda República (1931–1936)
La victoria de los partidos republicanos en las elecciones municipales de 1931 llevó al exilio del rey y a la proclamación de la Segunda República Española. En Campo de Criptana, los republicanos y socialistas obtuvieron la mayoría de los concejales.
Uno de los principios de la República fue la separación entre el Estado y la religión. En Campo de Criptana, el alcalde tuvo conflictos con el párroco y prohibió algunas manifestaciones religiosas públicas, imponiendo multas a quienes desobedecían. La falta de pago de estas multas llevó al encarcelamiento de varias personas. En 1933, el alcalde prohibió las procesiones de Semana Santa y organizó actos alternativos.
En 1932, se puso en marcha uno de los proyectos más importantes de la República: la reforma agraria. En la provincia de Ciudad Real, se expropiaron propiedades para ser repartidas. Campo de Criptana fue uno de los pueblos con menos superficie expropiable.
El asociacionismo creció mucho en estos años, con la creación de la Casa del Pueblo y varias asociaciones de trabajadores.
En 1933, hubo varios incidentes protagonizados por pequeños agricultores debido al bajo precio de la uva. Los viticultores se manifestaron y obligaron a los compradores a subir los precios. Estos disturbios fueron tan graves que tuvieron que intervenir fuerzas del orden.
El funcionamiento del Ayuntamiento en 1933 fue a veces conflictivo, con prohibiciones de reuniones y discusiones entre los concejales. Esto llevó a la disolución del consistorio. En las elecciones generales de 1933, la derecha obtuvo la mayoría de escaños en la provincia de Ciudad Real.
Además de los problemas locales, varios conflictos nacionales tuvieron eco en el pueblo. En 1934, hubo una huelga de cereal que fue seguida por los trabajadores de la Casa del Pueblo. En octubre de ese mismo año, tuvo lugar la «revolución de octubre» en España. En la comarca, los revolucionarios acumularon armas, pero sus planes no tuvieron éxito.
Durante los siguientes dos años, el pueblo fue testigo de opciones políticas menos moderadas. A pesar del éxito del Frente Popular en las elecciones de 1936, en Campo de Criptana la derecha obtuvo una ligera ventaja.
Guerra Civil (1936–1939)

Aunque en el municipio no hubo un movimiento organizado a favor de la rebelión militar, en los días siguientes se realizaron unas 250 detenciones preventivas por motivos políticos. En la comarca, hubo un pequeño foco de rebelión en Villarrobledo, donde se dirigieron grupos de ciudadanos, incluyendo vecinos de Campo de Criptana. A su regreso, se produjeron las primeras pérdidas de vidas en el pueblo: un sacerdote y tres miembros de Falange.
En agosto, grupos de ciudadanos participaron en un enfrentamiento en Miajadas (Cáceres). Al regresar a Campo de Criptana, se desató una ola de destrucción: el día 18, los nueve templos del pueblo fueron destruidos, especialmente la iglesia parroquial, para la que se usó dinamita. Ese mismo día, once personas detenidas perdieron la vida en las carreteras. Los días siguientes, se destruyeron las ermitas y la capilla del cementerio. El 22 de agosto, veintiocho personas detenidas fueron enviadas a un lugar de detención en Ciudad Real, donde la mayoría fallecieron al día siguiente.
En septiembre, hubo más pérdidas de vidas, y algunos ciudadanos de Campo de Criptana que vivían en Madrid también fallecieron. Las pérdidas de vidas continuaron en los meses siguientes. La última víctima se registró en 1937: un adolescente. En total, se registraron 82 víctimas del pueblo, además de otras personas.
La gestión del municipio estuvo a cargo de los partidos de izquierda, incluyendo el Partido Comunista. Los sindicatos UGT y CNT también tuvieron un papel importante. Se realizaron incautaciones a los grandes propietarios, y las propiedades rurales fueron colectivizadas. Estos años de conflicto fueron difíciles: en 1937, el pueblo sufrió un bombardeo que causó pérdidas de vidas; hubo movilizaciones para luchar en el frente con frecuentes bajas, y la escasez de alimentos fue cada vez mayor, agravada por la llegada de muchos refugiados.
Gobierno del general Franco (1939–1975)
Posguerra y autarquía (1939–1959)
Campo de Criptana permaneció en la zona republicana durante todo el conflicto. Al finalizar, hubo un periodo de represalias contra los del bando perdedor. Hubo una primera fase, breve e inmediata, a cargo de vecinos que buscaban venganza, y otra posterior, más larga, con detenciones y sentencias.
El mismo día que se anunció el final de la guerra, seis personas perdieron la vida a manos de vecinos, siendo enterradas en una fosa común.
Tres meses después, en junio de 1939, comenzaron las primeras sentencias dictadas por un tribunal militar. Entre 1939 y 1943, cincuenta y dos personas de Campo de Criptana fallecieron en esta población y en la capital provincial, incluyendo diez miembros del gobierno municipal durante el conflicto. Además, nueve personas fallecieron en prisión debido a las malas condiciones y al hambre. Durante la Segunda Guerra Mundial, dos personas de la localidad también fallecieron en lugares de detención en Alemania.
Los vencidos no solo sufrieron esta violencia física, sino que algunos también perdieron sus trabajos y, en ocasiones, fueron obligados a abandonar el pueblo. Un caso notable fue el de Domingo Miras, un maestro de escuela local que perdió su puesto y fue desterrado. Para cualquier trámite con la Administración, se exigía un certificado de conducta que informaba sobre la afiliación política durante la República y la Guerra Civil.
El gobierno local, inicialmente una gestora presidida por un médico, tuvo que afrontar graves problemas: el hambre, la escasez de comida y un brote de tifus, además de sanear las finanzas municipales. Se realizaron varias obras públicas, como la construcción de un mercado y el arreglo de calles y el parque municipal. También se creó —en 1940— una escuela municipal de música.
En 1942, Azorín volvió a visitar Campo de Criptana y se hizo eco del mal estado de sus molinos de viento, de los cuales solo quedaban seis u ocho. Uno de ellos había sido comprado recientemente por el pintor Ignacio Zuloaga.
En los años 50, comenzó la mecanización de la agricultura, lo que redujo la demanda de mano de obra y provocó la emigración hacia las ciudades. Este movimiento migratorio fue menor en los pueblos con más viñedos, como Campo de Criptana, debido a la gran cantidad de trabajo que generaba el cultivo de la vid. Los pequeños y medianos viticultores siguieron organizándose, y en 1954, se creó la segunda gran cooperativa vinícola: Ntra. Sra. de Criptana.
A finales de este periodo —en 1958— se terminó la construcción de la nueva iglesia parroquial, que sustituyó a la destruida durante la Guerra Civil.
Desarrollismo económico (1960–1974)
Después del periodo de «autarquía», se inició el «desarrollismo económico», durante el cual el país experimentó un gran crecimiento. Sin embargo, este crecimiento se concentró en ciertas zonas, generando un importante éxodo rural en otras, como Campo de Criptana, donde la emigración aumentó notablemente.
El pueblo, junto con otras localidades, participó en 1961 en un proyecto para impulsar el turismo con la creación de una «Ruta del Quijote», similar al Camino de Santiago, que no se desarrolló completamente hasta años recientes. Como la economía local se basaba en la agricultura, se vio afectada por los planes económicos. En 1965, se construyó un silo para almacenar cereales.
En 1971, llegó a Campo de Criptana una de las personalidades más destacadas de su historia reciente: Rogelio Sánchez Ruiz. Este profesor creó, en 1974, junto con varias familias, la fundación ASPANA, que fue la base para el Centro de Educación Especial "María Auxiliadora". Este centro ha proporcionado educación y apoyo a personas con discapacidad de la comarca hasta la actualidad.
En el ámbito cultural, se pusieron en marcha un Ateneo Musical y una escuela municipal de pintura, en 1973 y 1974 respectivamente.
Periodo democrático actual
Después del inicio del periodo democrático, el gobierno local siguió la evolución política del país. A un periodo inicial de gobierno de UCD y AP, le siguieron tres legislaturas con alcalde del PSOE, y luego, desde 2003, gobiernos del PP hasta la actualidad (2017). A partir de 1986, la población comenzó a recuperarse, superando los 15.000 habitantes, de los cuales cerca de 2000 son de otros países.
El asilo de ancianos del pueblo fue protagonista de una colecta nacional en 1990, impulsada por el diario ABC, porque su congregación perdió una subvención para su reforma debido a un problema burocrático.
En 1999, una parte del municipio se separó para formar el municipio independiente de Arenales de San Gregorio.
La economía ha evolucionado hacia el sector secundario, con la construcción absorbiendo gran parte del nuevo empleo. La industria vinícola ha mantenido su importancia. El turismo ha crecido constantemente, ayudado por la recuperación de los molinos de viento y otros monumentos. La celebración en 2005 del Cuarto Centenario del Quijote atrajo a 134.000 turistas al pueblo.