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Revolución de 1934 para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Revolución de 1934
Parte de Violencia política en España (1931-1936)
De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha:
  • Tropas norteafricanas entrando en Gijón
  • Columnas de la Guardia Civil en Brañosera durante la revolución
  • Diario grafico Ahora, que sentencia: «En la foto, una de las iglesias de Cataluña después del paso de los revolucionarios»

Prisioneros de la Guardia Civil y de Asalto en Asturias
Fecha 5-19 de octubre de 1934
Lugar Bandera de España España
Casus belli Revolución socialista que los dirigentes del PSOE y UGT creen legitimada por la entrada en el gobierno de la República de tres ministros de la CEDA —derecha católica conservadora.
Resultado Fracaso del movimiento huelguístico. El Gobierno republicano suprime las rebeliones ocurridas en Asturias y Cataluña.
Beligerantes
Bandera de España Gobierno Español Flag of Catalonia.svg Generalidad de Cataluña

Bahnmarke bleibt an Backbord liegen.svg Alianza Obrera
Comandantes
Niceto Alcalá-Zamora
Alejandro Lerroux
Diego Hidalgo
Francisco Franco
Manuel Goded
Eduardo López Ochoa
Agustín Muñoz Grandes
Juan Yagüe
Domingo Batet
Lisardo Doval Bravo
Cecilio Bedia de la Cavallería
Lluís Companys Rendición
Federico Escofet Rendición
Enrique Pérez Farrás Rendición
Belarmino Tomás Rendición
Ramón González Peña
Teodomiro Menéndez (P.D.G.)
Bajas
1500-2000 muertos
15 000-30 000 detenidos

La Revolución de 1934, también conocida como la huelga general revolucionaria de octubre de 1934, fue un importante conflicto social y político que ocurrió en España. Tuvo lugar entre el 5 y el 19 de octubre de 1934, durante el periodo de la Segunda República Española. Este movimiento fue organizado principalmente por el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y la UGT, con Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto como figuras destacadas. También participaron el Partido Comunista de España (PCE) y, en Asturias, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI).

Los lugares donde la rebelión fue más intensa fueron Cataluña y Asturias. En Asturias, los eventos fueron especialmente graves. También hubo incidentes en la ciudad de Ferrol en Galicia, en las zonas mineras de Castilla la Vieja y Región de León, y en algunas ciudades y pueblos de la provincia de Valladolid.

Según historiadores como Julián Casanova, este evento marcó un antes y un después en la historia de España. Para Gabriele Ranzato, la democracia española sufrió un golpe muy duro. Es importante notar que muchas de las fuerzas políticas que ayudaron a crear la Segunda República fueron las mismas que participaron en este conflicto.

¿Qué causó la Revolución de 1934?

El contexto político en España en 1933

Después de las elecciones generales de España de 1933 en noviembre, los partidos de izquierda perdieron mucho apoyo. El presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, encargó a Alejandro Lerroux, líder del Partido Republicano Radical, formar un nuevo gobierno. Para que este gobierno funcionara, necesitaba el apoyo de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), un partido conservador que tenía muchos diputados.

José María Gil Robles, el líder de la CEDA, quería que su partido tuviera más poder en el gobierno. Su objetivo era cambiar la República hacia un sistema más autoritario, similar a los que se estaban formando en otros países europeos. Él había dicho que la democracia era un medio para llegar a un "Estado nuevo".

La tensión política y las amenazas de revolución

El apoyo de la CEDA al gobierno de Lerroux no fue bien visto por todos. Los partidos monárquicos lo consideraron una "traición". Por otro lado, los republicanos de izquierda y los socialistas también lo vieron como una "traición a la República". El PSOE y la UGT habían acordado que si la CEDA entraba en el gobierno, iniciarían una revolución. Esto era muy serio, ya que el PSOE había sido uno de los partidos fundadores de la República.

Indalecio Prieto, un líder socialista, lo dejó claro en el Parlamento en diciembre de 1933. Dijo que el Partido Socialista se comprometía a iniciar una revolución si la CEDA entraba en el gobierno.

El nuevo gobierno de Lerroux buscaba "moderar" las reformas que se habían hecho en los años anteriores. Querían incluir a la derecha en la República. Sin embargo, la CEDA y sus aliados querían ir más allá en estos cambios.

La radicalización de los socialistas

Archivo:Francisco Largo Caballero 1927 (cropped)
Francisco Largo Caballero

Después de su derrota en las elecciones de 1933, los socialistas, liderados por Francisco Largo Caballero, decidieron que la "vía parlamentaria" (participar en el Parlamento) ya no era suficiente. Empezaron a considerar la vía de la insurrección para lograr sus objetivos. Largo Caballero afirmó que si no podían conseguir el poder legalmente, lo harían "como podamos".

Para los socialistas, la entrada de la CEDA en el gobierno sería la "provocación" necesaria para iniciar la revolución. Esta decisión se vio influenciada por lo que pasó en Austria en febrero de 1934, donde un gobierno conservador aplastó una rebelión socialista. Los socialistas españoles lo vieron como una advertencia.

Otros factores que influyeron en la radicalización socialista fueron el ascenso de Adolf Hitler en Alemania y la aparición de grupos políticos más extremos en España. Los socialistas temían que la CEDA tuviera intenciones similares a las de estos grupos.

Preparación del movimiento revolucionario

Los socialistas formaron una Comisión Mixta para organizar la huelga general revolucionaria y el levantamiento armado. Esta comisión dio instrucciones para formar "comités revolucionarios" locales y crear milicias.

Indalecio Prieto fue el encargado de la preparación militar, buscando armas y apoyo en los cuarteles. Sin embargo, esta preparación no fue exitosa. Muchos depósitos de armas fueron descubiertos por la policía. Por ejemplo, un barco llamado Turquesa que transportaba armas para Asturias fue interceptado por la Guardia Civil.

La preparación política tampoco fue mejor. Una huelga de campesinos en junio de 1934, convocada por la UGT, fue duramente reprimida por el gobierno. Esto debilitó el apoyo en el campo para la futura revolución. Aunque se formaron "Alianzas Obreras" con otras organizaciones, la CNT no se unió, excepto en Asturias.

La oportunidad para la insurrección llegó el 1 de octubre de 1934. La CEDA exigió formar parte del gobierno. Alejandro Lerroux accedió y formó un nuevo gobierno el 4 de octubre con tres ministros de la CEDA. Ese mismo día, la Comisión Mixta socialista convocó la huelga general revolucionaria para el 5 de octubre.

¿Cómo se desarrolló la huelga insurreccional?

La huelga y los levantamientos tuvieron diferentes resultados en distintas partes de España.

La Revolución de Octubre en Madrid y otras regiones

En Madrid, la UGT declaró la huelga general el 5 de octubre. Duró ocho días, pero la acción armada fracasó. Los intentos de tomar edificios del gobierno fueron controlados por las fuerzas de seguridad. Madrid volvió a la normalidad el 12 de octubre. El fracaso se debió a la falta de una dirección clara y una preparación militar insuficiente.

En las regiones con grandes fincas agrícolas como Andalucía, Extremadura y La Mancha, los trabajadores del campo estaban agotados por la represión de la huelga de junio y no pudieron unirse a la nueva huelga. Hubo algunos incidentes aislados, pero no un movimiento generalizado.

En Aragón, la represión de la huelga campesina de junio también afectó el movimiento. La CNT no se unió, y solo algunos sectores socialistas participaron en Zaragoza y la cuenca minera de Teruel. Hubo levantamientos en Mallén y Tarazona, donde se ocuparon ayuntamientos y se izaron banderas rojas.

La Revolución de Octubre en el Norte de España

Archivo:Column of Guardias Civiles during the 1934 Asturian Revolution, Brañosera
Una columna de Guardias Civiles con prisioneros en Brañosera (Palencia)

En La Rioja y Navarra, la represión de la huelga de junio también limitó la participación. Hubo algunos enfrentamientos y sabotajes, pero el impacto fue menor.

En Valencia, la huelga general se declaró en las ciudades más grandes, con enfrentamientos armados en el sur. En Alcudia de Carlet incluso se llegó a proclamar un sistema de gobierno basado en la comunidad.

En Baleares, hubo dos huelgas en Lluchmayor y Manacor, pero terminaron cuando se supo que el movimiento en Barcelona había fracasado.

En Cantabria, la huelga duró del 5 al 16 de octubre. Hubo combates en Torrelavega, Corrales de Buelna y especialmente en Reinosa, donde el gobierno usó el ejército. El balance fue de once personas fallecidas en la región.

En las zonas mineras del norte de Castilla y León, tanto en Palencia como en León, también hubo enfrentamientos. En Barruelo de Santullán, los mineros ocuparon el cuartel de la Guardia Civil. En Guardo, los mineros tomaron el ayuntamiento y organizaron una economía local. El gobierno tuvo que usar artillería y aviación para controlar la situación.

La Revolución de Octubre en el País Vasco

El País Vasco fue la tercera región más afectada, después de Asturias y Cataluña. Durante la semana de huelga (del 5 al 12 de octubre), hubo cuarenta personas fallecidas. Entre ellas, Marcelino Oreja Elósegui, un diputado importante, fue asesinado en Mondragón, lo que causó gran impacto.

Los socialistas consideraban el País Vasco importante por su zona minera e industrial en Bilbao y Éibar, un centro de fabricación de armas. Sin embargo, no contaron con el apoyo del PNV (Partido Nacionalista Vasco) ni de su sindicato, ya que eran organizaciones católicas. La Guardia Civil y el Ejército sofocaron la rebelión.

Proclamación del Estado Federado Catalán

En Barcelona, el gobierno de la Generalidad de Cataluña, presidido por Lluís Companys, proclamó el "Estado Catalán de la República Federal Española" la noche del 6 de octubre. Companys declaró que las fuerzas conservadoras habían tomado el poder en España y que Cataluña rompía relaciones con las instituciones "falseadas".

Esto llevó al gobierno central a declarar el estado de guerra y a la intervención del ejército, dirigido por el general Domingo Batet. La situación fue controlada rápidamente después de algunos enfrentamientos. Companys fue detenido y la autonomía catalana fue suspendida.

Revolución de Asturias

En Asturias, la CNT y la UGT habían formado una alianza obrera llamada UHP. A esta alianza se unieron otras organizaciones. Los mineros tenían armas y dinamita, y la revolución estaba bien organizada.

Se proclamó la República Socialista Asturiana en Gijón. Los mineros atacaron puestos de la Guardia Civil, iglesias y ayuntamientos. En tres días, casi toda Asturias estaba en manos de los mineros. Se formó un "Ejército Rojo Asturiano" de unos 30.000 trabajadores.

El gobierno consideró la revuelta como una guerra. Los generales Manuel Goded y Francisco Franco fueron llamados para dirigir la represión desde Madrid. Ellos recomendaron traer tropas de la Legión y de Regulares desde Marruecos. El gobierno aceptó.

La ciudad de Oviedo sufrió grandes daños. Edificios como la Universidad y el teatro Campoamor fueron incendiados. La Cámara Santa de Oviedo en la Catedral fue dinamitada.

Archivo:Tropas norteafricanas entrando en Gijón (1934)
Tropas norteafricanas desfilan en la calle Corrida de Gijón tras aplastar la revolución.

El general Eduardo López Ochoa y el coronel Juan Yagüe con sus legionarios dirigieron las fuerzas gubernamentales. La represión fue muy dura. Murieron más de 1000 trabajadores, y miles fueron heridos o encarcelados.

En La Felguera y en el barrio de El Llano de Gijón, hubo breves experiencias de organización comunitaria, donde se intentó socializar la riqueza y abolir la autoridad.

En la cuenca minera palentina, los mineros de Barruelo de Santullán se levantaron en armas. En Guardo, tomaron el cuartel de la Guardia Civil. El ejército tuvo que intervenir para acabar con estas insurrecciones.

Se calcula que, en los quince días de la revolución, hubo entre 1500 y 2000 personas fallecidas en toda España. Entre 15.000 y 30.000 personas fueron detenidas y juzgadas por participar.

¿Cuáles fueron las consecuencias de la Revolución de 1934?

Balance de víctimas y represión

Archivo:Arrested workers during the Asturian Revolution, 1934
Trabajadores arrestados por la Guardia Civil y la Guardia de Asalto durante la revolución de Asturias (1934)

Según cifras oficiales de 1935, hubo 1335 personas fallecidas y 2951 heridas. La mayoría de los fallecidos eran civiles (1051), y también hubo bajas entre la Guardia Civil, el ejército y otras fuerzas de seguridad. En Asturias, se estima que murieron 1100 personas que apoyaron la insurrección y 300 entre las fuerzas de seguridad y el ejército.

La represión fue muy dura en las zonas mineras asturianas. Hubo detenciones masivas y algunos prisioneros sufrieron malos tratos. Muchos líderes de izquierda fueron arrestados, incluyendo a Francisco Largo Caballero.

La prensa de derecha pedía un castigo severo para los insurrectos. Se dictaron muchas penas de muerte, pero el presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, logró que la mayoría fueran conmutadas por cadena perpetua. Solo dos sentencias de muerte se llevaron a cabo.

El presidente de la Generalidad Catalana, Lluís Companys, y sus consejeros fueron condenados a 30 años de cárcel por "rebelión militar".

El proceso a Manuel Azaña

El expresidente del Gobierno, Manuel Azaña, fue detenido en Barcelona el 9 de octubre, aunque no había participado en la rebelión. Fue internado en un barco prisión. A pesar de que no se encontraron pruebas en su contra, el gobierno lo acusó.

Un grupo importante de intelectuales, como Miguel de Unamuno y Juan Ramón Jiménez, denunció su detención. Finalmente, el 24 de diciembre, el Tribunal Supremo desestimó la acusación por falta de pruebas y Azaña fue liberado. Su detención, que duró noventa días, lo convirtió en un símbolo de los oprimidos.

La visión de las derechas y las izquierdas

Las derechas interpretaron la "Revolución de Octubre" como un ataque a la "Patria" y a la religión. Vieron a los revolucionarios como "enemigos de España" que buscaban destruir la tradición y la cultura. Creían que el Ejército había salvado a España de esta amenaza.

Las izquierdas, por su parte, justificaron la insurrección. Argumentaron que se había permitido que "los enemigos de la República" llegaran al gobierno. No vieron la revolución como un fracaso, sino como un acto de defensa legítima. Sin embargo, años después, algunos líderes socialistas como Indalecio Prieto reconocieron que la revolución había profundizado las divisiones en España.

¿Por qué fracasó la Revolución de Octubre?

Los historiadores han analizado las razones del fracaso de este movimiento. Algunas de las causas principales fueron:

  • Falta de organización central: No hubo una dirección política unificada y clara.
  • Deficiencias en la preparación: La preparación militar y política fue insuficiente.
  • Falta de un plan claro: No había un plan detallado para la insurrección.
  • Publicidad excesiva: La decisión de levantarse en armas se anunció con antelación, lo que alertó al gobierno.
  • Abstención de algunos grupos: Un sector importante de la clase obrera organizada no participó.
  • Capacidad de respuesta del Estado: El gobierno mantuvo su capacidad para reprimir el levantamiento.

Según el historiador Santos Juliá, la revolución no tenía posibilidades de éxito. Otros historiadores como José Luis Martín Ramos y Gabriele Ranzato coinciden en que la falta de coordinación y la preparación deficiente fueron clave en su fracaso.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Revolution of 1934 Facts for Kids

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Revolución de 1934 para Niños. Enciclopedia Kiddle.