Enrique IV de Castilla para niños
Datos para niños Enrique IV de Castilla |
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Rey de Castilla | ||
![]() Enrique IV de Castilla (miniatura de un manuscrito del viajero alemán Jörg von Ehingen, circa 1455)
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Reinado | ||
22 de julio de 1454-11 de diciembre de 1474 | ||
Predecesor | Juan II | |
Sucesor | Isabel I | |
Información personal | ||
Otros títulos | Príncipe de Asturias (1425-1454) | |
Proclamación | 21 de julio de 1454 | |
Nacimiento | 5 de enero de 1425 Valladolid, Corona de Castilla |
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Fallecimiento | 11 de diciembre de 1474 Madrid, Corona de Castilla |
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Sepultura | Real Monasterio de Santa María de Guadalupe | |
Familia | ||
Casa real | Casa de Trastámara | |
Padre | Juan II de Castilla | |
Madre | María de Aragón | |
Consorte | ||
Hijos | Juana la Beltraneja | |
Enrique IV de Castilla (nacido en Valladolid el 5 de enero de 1425 y fallecido en Madrid el 11 de diciembre de 1474) fue rey de Castilla desde 1454 hasta su muerte. Era hijo de Juan II y de María de Aragón. También fue medio hermano de Isabel la Católica, quien se proclamó reina tras su fallecimiento, y del infante Alfonso, quien también quiso el trono durante la vida de Enrique.
Contenido
Biografía de Enrique IV
Los primeros años de Enrique como príncipe
Enrique nació en Valladolid. Desde pequeño, su educación y sus amistades fueron supervisadas por Álvaro de Luna, una figura muy importante en la corte. Entre sus amigos de juventud estaba Juan Pacheco, quien más tarde se convertiría en su consejero de confianza. En esa época, la política de Castilla estaba llena de conflictos y acuerdos entre los nobles, Álvaro de Luna y los Infantes de Aragón.
En abril de 1425, Enrique fue nombrado príncipe de Asturias, el título del heredero al trono. También fue el primer y único príncipe de Jaén desde 1444.
Durante la guerra civil castellana de 1437-1445, Enrique apoyó a Álvaro de Luna y a su padre, el rey Juan II. Participó en la importante batalla de Olmedo, donde derrotaron a la facción de los infantes de Aragón. Como recompensa, su padre le dio las ciudades de Logroño, Ciudad Rodrigo y Jaén, además de la villa de Cáceres. Su consejero Juan Pacheco recibió el importante marquesado de Villena.
Después de la victoria en Olmedo, el poder de Álvaro de Luna disminuyó, y el príncipe Enrique y Juan Pacheco ganaron más influencia. Para oponerse a las acciones de Juan II de Aragón y de Navarra, apoyaron a Carlos de Viana, el hijo de Juan II, quien se había rebelado contra su padre. Finalmente, Álvaro de Luna fue arrestado y ejecutado en 1453.
El inicio de su reinado
El 21 de julio de 1454, el rey Juan II de Castilla falleció. Al día siguiente, Enrique fue proclamado rey.
Una de sus primeras metas fue fortalecer la alianza con Portugal. Esto se logró en 1455 con su segundo matrimonio con Juana de Portugal y un encuentro con el rey Alfonso V de Portugal en Elvas en 1456. También buscó evitar que el rey Juan II de Navarra interviniera en Castilla, haciendo acuerdos de paz con Francia y Aragón y perdonando a varios nobles.
Enrique convocó las Cortes en Cuéllar (1455) para organizar una ofensiva contra el Reino de Granada. Las campañas entre 1455 y 1458 fueron de desgaste, con incursiones rápidas en lugar de grandes batallas. Sin embargo, esta estrategia no era muy popular entre la nobleza y el pueblo.
Juan Pacheco, marqués de Villena, y su hermano Pedro Girón, maestre de Calatrava, tenían mucho poder en el gobierno. Pero el rey Enrique también incluyó a nuevos consejeros como Miguel Lucas de Iranzo, Beltrán de la Cueva y Gómez de Cáceres para equilibrar las influencias.
En 1458, el rey Alfonso V de Aragón murió y fue sucedido por su hermano, Juan II de Aragón y de Navarra. Este último volvió a intervenir en la política de Castilla, apoyando a la nobleza que se oponía al rey, liderada por Juan Pacheco. Pacheco intentó apoderarse de las propiedades de Álvaro de Luna, pero la viuda de Luna se alió con la familia Mendoza, lo que causó más descontento entre los nobles.
Esto llevó a la formación de una Liga de nobles en Alcalá de Henares en marzo de 1460. Ellos exigían más participación en el gobierno, control de los gastos y que el medio hermano del rey, Alfonso de Castilla, fuera reconocido como príncipe de Asturias.
Enrique IV respondió invadiendo Navarra para apoyar a Carlos de Viana, quien estaba en guerra contra su padre, el rey de Navarra y Aragón. La campaña fue un éxito militar. Sin embargo, Enrique pactó con la Liga de nobles en agosto de 1461 para reducir el poder de los Mendoza, lo que podría haber permitido a Juan II de Aragón intervenir en Castilla.
Juan II de Aragón estaba en conflicto en Gerona. Cuando su hijo Carlos de Viana murió, la Generalidad de Cataluña eligió a Enrique IV como su soberano el 11 de agosto de 1462. La intervención de Enrique IV era parte de su rivalidad con Juan II de Aragón. Pero, al no tener grandes éxitos y con la economía castellana afectada por la enemistad con Francia (que apoyaba a Juan II de Aragón), Enrique IV aceptó un acuerdo en la sentencia arbitral de Bayona.
Acuerdos matrimoniales

En 1440, a los quince años, el príncipe Enrique se casó con la infanta Blanca de Navarra, hija de Blanca I de Navarra y de Juan II de Aragón y de Navarra. Este matrimonio se había acordado en la Concordia de Toledo de 1436.
En mayo de 1453, el obispo de Segovia Luis Vázquez de Acuña declaró nulo el matrimonio de Enrique y Blanca. Se dijo que Enrique no había podido tener hijos con Blanca debido a un "maleficio" o hechizo. Esto reflejaba los cambios políticos del momento: el apoyo a Carlos de Viana contra Juan II de Aragón y la ejecución de Álvaro de Luna, que le dio a Enrique más control sobre Castilla. Enrique afirmó que no había podido completar el matrimonio, a pesar de intentarlo por más de tres años, el tiempo mínimo que exigía la Iglesia. Se alegó que Enrique tenía una dificultad específica para tener hijos con Blanca, pero no con otras mujeres. El papa Nicolás V confirmó la anulación en diciembre de ese mismo año y permitió el nuevo matrimonio de Enrique con la hermana del rey portugués.
El cronista Alonso de Palencia, quien no era partidario de Enrique, escribió que el matrimonio había sido una farsa. También acusó a Enrique de despreciar a su esposa y de intentar que ella tuviera hijos con otros para así tener descendencia. Sin embargo, Blanca renunció en 1462 a sus derechos al trono de Navarra a favor de Enrique, a quien pidió protección contra su propio padre, Juan de Aragón.
El distanciamiento con Aragón llevó a un acercamiento con Portugal. En marzo de 1453, antes de que se anulara su matrimonio con Blanca, ya se negociaba el nuevo matrimonio de Enrique con Juana de Portugal, hermana del rey Alfonso V de Portugal. Las negociaciones fueron largas, y el acuerdo final se firmó en febrero de 1455. La boda se celebró en mayo de 1455 en Córdoba. El 28 de febrero de 1462, la reina tuvo una hija, Juana, cuya paternidad fue cuestionada durante el conflicto por la sucesión al trono.
La guerra civil en Castilla
Después del nacimiento de su hija, el rey Enrique convocó a las Cortes en Madrid, quienes juraron a Juana como princesa de Asturias (heredera al trono). Pero el conflicto con la nobleza se reanudó cuando Juan Pacheco, marqués de Villena, y su hermano Pedro Girón, maestre de Calatrava, perdieron influencia frente a Beltrán de la Cueva.
Esto cambió las alianzas: la familia Mendoza ahora apoyaba al rey, y Pacheco impulsó la reactivación de la Liga de nobles. Su objetivo era eliminar la influencia de Beltrán de la Cueva, apartar a Juana de la sucesión y controlar a los hermanos del rey para usarlos políticamente. Para lograrlo, iniciaron una campaña para desacreditar al rey, poniendo en duda la paternidad de su hija, a quien llamaban la Beltraneja, sugiriendo que era hija de Beltrán de la Cueva.
En mayo de 1464, la Liga se formó en Alcalá de Henares, pidiendo el control de los hermanos del rey, a quienes consideraban los verdaderos sucesores. Grandes familias nobles se unieron a la Liga, e incluso el rey Juan II de Aragón. En septiembre, la oposición noble publicó un manifiesto en Burgos, acusando al rey de favorecer a ciertas personas, de poner impuestos excesivos y de que Beltrán de la Cueva era el culpable de los problemas del reino. Exigieron que Alfonso (de 11 años), el hermano del rey, fuera reconocido como heredero y educado por Juan Pacheco, y que Beltrán de la Cueva se alejara de la corte. Así, Juana quedaba como ilegítima.
El rey cedió a las demandas de la Liga y aceptó negociar. El 25 de octubre, en las vistas de Cigales, se llegó a un acuerdo. Enrique aceptó las exigencias de la nobleza: Alfonso fue entregado a Juan Pacheco y jurado como heredero el 30 de noviembre, con la condición de que se casara con Juana. Juan Pacheco recuperó su poder, Beltrán de la Cueva fue alejado de la corte y Alfonso recuperó el maestrazgo de Santiago. La Liga no terminó sus demandas y acordó nombrar una comisión para decidir el futuro gobierno del reino.
El 16 de enero de 1465, se dictó la Sentencia arbitral de Medina del Campo, con el rey debilitado por la ausencia de Miguel Lucas de Iranzo y de Beltrán de la Cueva. Este documento incluía muchas medidas de gobierno, como la organización de las cortes, la justicia para los nobles, el control de las ferias y los nombramientos eclesiásticos. Enrique no aceptó estas medidas, y el 27 de abril de ese mismo año, sus oponentes proclamaron rey a Alfonso. El 5 de junio, esta proclamación se ratificó con una ceremonia llamada Farsa de Ávila. Alfonso tenía entonces 11 años.
Se formaron dos ejércitos, pero las acciones militares se combinaron con negociaciones. Enrique hizo concesiones a sus partidarios e intentó ganarse a sus oponentes. Como parte de estas negociaciones, se ofreció el matrimonio de la infanta Isabel con el poderoso maestre de Calatrava Pedro Girón, aunque este falleció antes de la boda. Los nobles también se enfrentaban entre sí, y las ciudades y villas revivieron las Hermandades para intentar mantener el orden. En medio del desorden, hubo algunos ataques a conversos. En 1467, tuvo lugar la segunda batalla de Olmedo entre los partidarios y oponentes del rey, de la cual Enrique salió favorecido. Sin embargo, perdió Segovia, donde estaba el tesoro real. Un nuevo intento de acuerdo lo llevó a entregar a su esposa Juana como rehén, lo que más tarde lo perjudicaría.
El conflicto por la sucesión
El 5 de julio de 1468, Alfonso, quien había "reinado" unos tres años, falleció. Para quienes no aceptaban a Juana como heredera, la sucesión pasó entonces a Isabel. Como ambas eran mujeres, la acusación de que Juana no era hija legítima cobró más fuerza. Isabel rechazó tomar el título de reina, solo el de princesa, y el rey Enrique, ante la actitud de su hermana, aceptó negociar.
En 1468, Enrique e Isabel firmaron un acuerdo, el Tratado de los Toros de Guisando. Por este tratado, Enrique declaraba a Isabel como su heredera, reservándose el derecho de acordar su matrimonio. Las diferentes facciones de la nobleza renovaron su lealtad al rey. La razón para dejar de lado a la infanta Juana no fue que fuera hija de otro hombre, sino la dudosa legalidad del matrimonio de Enrique con su madre y el mal comportamiento de esta última, a quien se acusó de infidelidad durante su cautiverio. Enrique debía divorciarse de su esposa, según el tratado, pero no inició los trámites.
Enrique intentó casar a Isabel con Alfonso V, rey de Portugal, y a la infanta Juana con algún hijo de Alfonso. Pero Isabel se casó en 1469 en secreto en Valladolid con Fernando de Aragón, hijo del rey de Aragón. El rey Enrique consideró que esto violaba el tratado y proclamó a su hija Juana como heredera al trono en Val de Lozoya, jurando públicamente que era su hija legítima. Juana volvió a ser princesa y se le debía buscar un matrimonio adecuado.
El reino cayó en la anarquía. El rey dejó de gobernar como tal y empezó a pactar como un noble más. Isabel y Fernando ganaron más apoyo al prometer restablecer el orden. En noviembre de 1473, Andrés Cabrera, mayordomo del rey, logró organizar un acuerdo de reconciliación entre el rey y su hermana para evitar que Juan Pacheco tomara el control del tesoro de Segovia.
Entre finales de diciembre de 1473 y principios de enero de 1474, el rey se reunió con Isabel y Fernando. Aunque hubo cordialidad, no llegaron a un acuerdo de paz en el que Isabel fuera la heredera. El rey enfermó, y ante acusaciones de envenenamiento, los interlocutores se separaron. Mientras Isabel permanecía en Segovia, el rey pasó el resto del año en Madrid bajo la custodia de Juan Pacheco.
Juan Pacheco murió en octubre de 1474, y el rey falleció en diciembre del mismo año. Fernando del Pulgar relató el acontecimiento:
Y luego el rey vino a la villa de Madrid, y quince días después se agravó la enfermedad que tenía y murió allí en el alcázar el once de diciembre de este año de mil cuatrocientos setenta y cuatro, a las once de la noche: murió a la edad de cincuenta años, era de buena complexión, no bebía vino; pero sufría de la cadera y de cálculos; y esta dolencia le fatigaba muy a menudo.Crónica de los Señores Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel de Castilla y de Aragón
Poco después comenzó la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479) entre los partidarios de Isabel y los de Juana, la hija de Enrique.
El testamento del rey desapareció. Según Lorenzo Galíndez de Carvajal, un clérigo de Madrid guardó el documento y huyó con él a Portugal. Al final de su vida, la reina Isabel supo dónde estaba el testamento y ordenó que se lo trajeran. Fue encontrado y llevado a la corte pocos días antes del fallecimiento de la reina, en 1504. Siempre, según Galíndez de Carvajal, quien fue testigo de la muerte de la reina, algunos decían que el testamento fue quemado por el rey Fernando, mientras que otros sostenían que se lo quedó un miembro del consejo real.
Enrique IV está enterrado en el panteón real del Monasterio de Guadalupe, en Cáceres.
Genealogía de Enrique IV
Ancestros de Enrique IV de Castilla | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Sucesión de Enrique IV
Predecesora: Catalina de Castilla (Leonor de Castilla) |
Príncipe de Asturias 1425-1454 |
Sucesora: Juana de Trastámara y Avís |
Predecesor: Nueva creación |
Príncipe de Jaén 1444-1454 |
Sucesor: Título en desuso |
Predecesor: Juan II |
![]() Administrador de la Orden de Santiago (durante la minoría de Alfonso de Castilla) 1453-1462 |
Sucesor: Beltrán de la Cueva |
Predecesor: Juan II de Castilla |
![]() Rey de Castilla Disputado con Alfonso (1465-68) 1454-1474 |
Sucesora: Isabel I (en guerra contra Juana y Alfonso V de Portugal) |
Predecesor: Juan II de Aragón |
![]() Conde de Barcelona (Disputado con Juan II de Aragón durante la guerra civil catalana) 1462-1463 |
Sucesor: Pedro de Portugal |
Más información
- Conflicto por la sucesión de Enrique IV de Castilla
- Guerra de Sucesión Castellana