Batalla del Tajo para niños
Datos para niños Batalla del Tajo |
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Parte de conquista cartaginesa de Hispania | ||||
![]() Campañas de Aníbal sobre la Meseta Central (221-220 a. C.)
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Fecha | otoño de 220 a. C. | |||
Lugar | vado del Tajo en Valdeguerra, término municipal de Colmenar de Oreja (Madrid) | |||
Resultado | victoria decisiva cartaginesa | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Batalla del Tajo fue un importante enfrentamiento militar que ocurrió en el año 220 a. C. en la península ibérica. Fue parte de las campañas de los cartagineses para controlar los territorios de la Meseta Central. En esta batalla, un ejército liderado por el famoso general Aníbal Barca se enfrentó a una gran fuerza de guerreros Carpetanos, a quienes se habían unido grupos de vacceos y olcades.
El lugar de la batalla fue cerca del Tajo, en un punto donde se podía cruzar el río, conocido como Valdeguerra, en el actual municipio de Colmenar de Oreja (Madrid). Se cree que esta batalla fue una de las más grandes en la península ibérica antes de la llegada de los romanos, por la cantidad de personas que participaron.
Fue la primera gran batalla en campo abierto dirigida por Aníbal, quien tenía 27 años en ese momento. Antes de esto, había liderado asedios a ciudades como Althia, Helmantiké (Salamanca) y Arbucala (Toro). También es la primera vez que se menciona a los carpetanos en la historia. Se calcula que la batalla ocurrió en otoño, considerando el tiempo que Aníbal tardó en llegar desde Qart Hadasht (Cartagena) y los asedios previos.
Contenido
¿Por qué ocurrió la Batalla del Tajo?
El control de la península ibérica
Después de perder la primera guerra púnica contra Roma, Cartago necesitaba nuevos recursos. Por eso, decidieron expandir su poder en la península ibérica. Querían encontrar nuevas fuentes de riqueza, como las que habían perdido en Sicilia y Cerdeña.
Los primeros líderes cartagineses en Hispania, Amílcar Barca y Asdrúbal el Bello, se dedicaron a someter a los pueblos del sur y sureste, como los tartésicos e ibéricos, usando la fuerza o haciendo alianzas. Después de controlar esas zonas, Asdrúbal empezó a moverse hacia el interior, hacia la Meseta Central.
Aníbal toma el mando
Cuando Asdrúbal falleció, Aníbal Barca fue elegido como el nuevo comandante. Él continuó con la estrategia de su predecesor. En el año 221 a. C., Aníbal sometió a los olcades, que vivían en el sureste de la Meseta. Al año siguiente, lanzó una campaña contra los vacceos, que estaban en el noreste.
Los objetivos de Aníbal eran varios:
- Conseguir prisioneros de guerra para trabajar en sus minas.
- Obtener reservas de grano.
- Reclutar guerreros para su ejército.
- Asegurar la retaguardia de sus territorios antes de iniciar su gran expedición contra Roma.
Para esta campaña, Aníbal salió de Qart Hadasht (Cartagena). Bordeó Sierra Morena por el norte y cruzó el territorio de sus aliados oretanos. Luego, se dirigió al norte por una ruta que más tarde sería la Vía de la Plata, hasta llegar a la tierra de los vacceos.
En el territorio vacceo, Aníbal asedió Helmantiké (Salamanca) y Arbucala (Toro), logrando someterlas después de intensas luchas. Durante su regreso, el ejército de Aníbal fue interceptado por un gran ejército de carpetanos. A ellos se habían unido guerreros vacceos y olcades que habían escapado y animado a los carpetanos a atacar a los cartagineses.
¿Cómo eran los ejércitos?
El ejército cartaginés
El ejército cartaginés era muy organizado, similar a los ejércitos griegos de la época. Tenía un centro fuerte de infantería pesada (llamada falange), que eran soldados muy bien entrenados para atacar de frente. Estas unidades eran apoyadas por infantería ligera y caballería.
Los soldados cartagineses eran profesionales y servían por mucho tiempo, lo que les permitía tener un entrenamiento excelente. Usaban armas estandarizadas y también animales especiales como los elefantes de guerra. Aunque los líderes eran nobles cartagineses, la mayoría de los soldados no eran ciudadanos de Cartago. Venían de tres grupos:
- Súbditos de Cartago: Como los turdetanos o los libios.
- Pueblos aliados: Como los oretanos o los númidas.
- Mercenarios: Soldados contratados, como los celtíberos.
Cuando Asdrúbal falleció, el ejército cartaginés en Hispania tenía unos 60.000 soldados de infantería, 8.000 jinetes y 200 elefantes de guerra. Sin embargo, Aníbal solo usó una parte de su ejército para esta campaña. Se calcula que llevó unos 20.000 soldados a pie, 6.000 jinetes y 40 elefantes. Aníbal estaba acompañado por generales muy capaces, como Maharbal, Hannón y sus hermanos menores, Asdrúbal y Magón Barca.
El ejército de los carpetanos y sus aliados
Los carpetanos, vacceos y olcades eran tribus de origen celta. Sus ejércitos estaban formados por grupos de guerreros que seguían a sus propios jefes. No eran soldados profesionales y su entrenamiento y armamento variaban mucho.
Su forma de luchar se basaba en ataques iniciales muy fuertes y masivos, con formaciones densas. Sin embargo, no tenían la disciplina necesaria para recuperarse si las cosas salían mal o para resistir mucho tiempo. Este ejército no tenía un único líder supremo, a diferencia de otros pueblos hispanos que sí tenían un jefe conocido.
Los historiadores antiguos, como Polibio y Tito Livio, decían que el ejército carpetano tenía 100.000 hombres. Pero los expertos de hoy creen que esa cifra es exagerada y estiman que eran unos 40.000 guerreros. Este ejército estaba compuesto casi solo por infantería, lo que fue clave en la batalla, ya que la caballería cartaginesa no encontró resistencia.
¿Cómo se desarrolló la Batalla del Tajo?
Antes del enfrentamiento
Después de saquear Helmantiké y Arbucala, Aníbal comenzó su regreso a Qart Hadasht. Dejó el territorio vacceo y entró en la Carpetania, cruzando el Sistema Central por el actual puerto de La Fuenfría. Siguió un camino antiguo que conectaba la actual Segovia con Libisosa (Lezuza) a través de Titulcia. Este camino se convertiría más tarde en una calzada romana. Una vez en el valle del Tajo, se dirigió a un vado para cruzar el río.
Después de cruzar el río, los exploradores de Aníbal le informaron que un gran ejército carpetano los esperaba. El ejército cartaginés, que era superado en número y se movía lentamente por el botín que llevaba, decidió no enfrentarse de inmediato. Retrocedieron hasta la orilla sur del río que acababan de cruzar. Aníbal no volvió a cruzar el río, sino que ordenó construir un campamento defensivo para protegerse temporalmente.
Mientras los carpetanos esperaban frente al campamento, el ejército cartaginés aprovechó la noche para cruzar el río hacia la orilla norte sin que sus enemigos se dieran cuenta.
El momento de la batalla
Aníbal había construido su campamento y defensas de tal manera que los carpetanos solo podían cruzar el río por un punto muy específico. Esto fue una estrategia brillante, similar a lo que ocurrió en la batalla de las Termópilas. Obligó al gran ejército carpetano a reducir el ancho de sus filas para poder avanzar, lo que anuló en gran parte su ventaja numérica. Así, Aníbal evitó que los carpetanos pudieran rodear sus flancos con su enorme superioridad.
La defensa cartaginesa se concentró en un frente de caballería que luchó dentro del agua. Los jinetes cartagineses aprovecharon que los guerreros carpetanos a pie tenían dificultades para moverse en el río y los atacaron desde una posición superior. Los pocos guerreros que lograban cruzar y llegar a la otra orilla eran un blanco fácil para los elefantes que esperaban allí.
El desastre que sufrieron los guerreros en el río impidió que los demás avanzaran y causó una gran desmoralización. Como el ejército carpetano no tenía un mando unificado, no pudieron evitar que su ataque se convirtiera en una retirada para intentar reorganizarse.
Al ver esto, Aníbal cruzó el río con su infantería para apoyar a la caballería. Esto impidió cualquier intento de reorganización de los enemigos, que huyeron en desbandada. Los cartagineses los persiguieron.
¿Qué pasó después de la batalla?
Bajas en ambos bandos
Las fuentes antiguas no mencionan cuántos soldados perdieron ambos ejércitos, así que solo podemos hacer estimaciones.
Para el ejército cartaginés, las pérdidas fueron pocas. La caballería llevó el peso de la lucha con mucho éxito. Se calcula que perdieron alrededor del 10% de sus jinetes, lo que serían unos 600 hombres. La infantería solo intervino para evitar que los carpetanos se reagruparan y para perseguirlos, por lo que tampoco sufrieron muchas bajas: quizás un 4% o 5% de sus efectivos, unos 1.000 hombres.
El ejército carpetano sufrió muchas más pérdidas, pero no fueron extremadamente altas en proporción a su tamaño. Solo una parte reducida de sus guerreros pudo luchar, mientras que el resto no pudo intervenir ni ser atacado. Al fracasar en el cruce del vado, los carpetanos retrocedieron intentando reagruparse, pero el ataque de la infantería cartaginesa les impidió hacerlo. Huyeron rápidamente, y Aníbal no logró rodearlos. Se estima que perdieron alrededor del 20% de sus guerreros, lo que serían unos 8.000 hombres.
Eventos posteriores a la victoria
La victoria de Aníbal en esta batalla le permitió lograr sus objetivos en las campañas contra las tribus del interior. La influencia cartaginesa se extendió por la Meseta Central, lo que les dio acceso a cereales y la posibilidad de reclutar más guerreros. Además, Aníbal pudo iniciar su campaña contra Roma con mayor seguridad, ya que redujo las posibilidades de que sus territorios principales fueran atacados por las tribus celtas del interior de la península.
Sin embargo, la Carpetania no quedó completamente pacificada. Al año siguiente, Aníbal tuvo que dejar a su lugarteniente al mando del sitio de Sagunto para ir él mismo con parte de sus tropas a sofocar una rebelión de los carpetanos. Este pueblo siguió resistiendo a los cartagineses en los años siguientes. Incluso fueron protagonistas indirectos de un momento clave en la segunda guerra púnica, cuando Escipión el Africano pudo conquistar Qart Hadasht en 209 a. C. gracias a que el ejército cartaginés que la protegía estaba ocupado asediando una ciudad carpetana.
Véase también
- Anexo:Batallas de la Antigua Roma