Primera guerra carlista para niños
Datos para niños Primera guerra carlista |
||||
---|---|---|---|---|
Parte de las guerras carlistas | ||||
![]() Calderote, de Augusto Ferrer-Dalmau (1998), es una representación idealizada de la victoria carlista en la batalla de Villar de los Navarros.
|
||||
Fecha | 2 de octubre de 1833-6 de julio de 1840 | |||
Lugar | España | |||
Resultado | Victoria isabelina | |||
Beligerantes | ||||
|
||||
Comandantes | ||||
Fuerzas en combate | ||||
|
||||
Bajas | ||||
|
||||
La Primera Guerra Carlista fue un conflicto importante en España que ocurrió entre 1833 y 1840. En esta guerra se enfrentaron dos grupos: los carlistas, que apoyaban al infante Carlos María Isidro de Borbón, y los isabelinos (también llamados cristinos), que defendían a la reina Isabel II de España y a su madre, la regente María Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
Los carlistas querían mantener un sistema de gobierno más tradicional, mientras que los isabelinos, aunque al principio eran más moderados, terminaron apoyando ideas más modernas para el país. Esta guerra también se conoció como la "Guerra de los Siete Años".
Contenido
- ¿Por qué comenzó la Primera Guerra Carlista?
- ¿Quiénes participaron en la Primera Guerra Carlista?
- Fases de la guerra: ¿cómo se desarrolló el conflicto?
- La guerra en las diferentes regiones
- Expediciones carlistas: viajes por España
- Batallas y acciones importantes
- Extranjeros en la guerra
- Ejércitos de la guerra
- Canciones de la época
- Galería de imágenes
- Véase también
¿Por qué comenzó la Primera Guerra Carlista?
La sucesión al trono: un problema familiar

El origen de la guerra fue un desacuerdo sobre quién debía ser el siguiente rey o reina de España. El rey Fernando VII de España no tenía hijos varones después de varios matrimonios. Su hermano, Carlos María Isidro de Borbón, era el heredero al trono.
Pero en 1830, antes de que naciera su hija Isabel II de España, Fernando VII cambió una ley antigua. Esta ley, llamada Pragmática Sanción, permitía que las mujeres pudieran heredar el trono si no había hijos varones. Así, su hija Isabel podría ser reina.
Carlos María Isidro no aceptó este cambio. Cuando Fernando VII falleció en 1833, Isabel fue proclamada reina. Carlos entonces declaró que él era el verdadero rey, lo que llevó al inicio de esta gran guerra.
Más allá de la sucesión: ideas diferentes para España
La guerra no fue solo por quién heredaba el trono. También había grandes diferencias en cómo se debía gobernar España. Después de la Guerra de la Independencia Española, Fernando VII había quitado una constitución que daba más libertades.
Aunque luego permitió algunas reformas, esto no fue suficiente para algunos grupos más tradicionales, que se unieron a Carlos. Estos grupos querían mantener las costumbres y leyes antiguas. La guerra fue un choque entre estas dos formas de ver el futuro de España. Los carlistas usaban el lema "Dios, Patria, Rey", que mostraba sus valores principales.
El apoyo en las regiones
Los carlistas tuvieron mucho apoyo en el País Vasco y Navarra. Esto se debía a que en estas regiones se valoraban mucho sus leyes y costumbres propias, llamadas "fueros". Aunque algunos historiadores debaten si los fueros fueron la única razón, el apoyo de la Iglesia local también fue muy importante para los carlistas en el norte.
¿Quiénes participaron en la Primera Guerra Carlista?
Por un lado, estaban los carlistas, que eran principalmente gente del campo y de pueblos pequeños del País Vasco y Navarra. Contaron con el apoyo de parte del clero.
Por otro lado, estaban los isabelinos o cristinos. Estos eran los que apoyaban a la reina Isabel II. Tenían el control de las principales instituciones del gobierno, la mayor parte del ejército y las ciudades más grandes.
Los isabelinos también recibieron ayuda de otros países. El Reino Unido, Portugal y Francia les dieron dinero y enviaron tropas. Por ejemplo, el Reino Unido envió la Legión Auxiliar Británica, y Francia y Portugal también contribuyeron con fuerzas militares.
Fases de la guerra: ¿cómo se desarrolló el conflicto?
La guerra tuvo tres etapas principales:
Ofensiva carlista: el inicio de la lucha (1833-1835)
Al principio de la guerra, los carlistas tomaron la iniciativa. Sus líderes, como Tomás de Zumalacárregui en el norte, organizaron bien a sus tropas. Lograron importantes victorias y extendieron su control por el norte de España. También hubo levantamientos en otras zonas como Cataluña y el Maestrazgo. Esta fase terminó en 1835 con la muerte de Zumalacárregui.
Repliegue carlista: los isabelinos avanzan (1835-1837)
En esta etapa, los isabelinos mejoraron su organización y empezaron a recuperar terreno. Los carlistas realizaron varias expediciones, como la de Miguel Gómez Damas y la Expedición Real, liderada por el propio Carlos. Esta última llegó cerca de Madrid en 1837, pero fracasó. Un evento importante fue el sitio de Bilbao en 1836, donde los carlistas fueron derrotados. En el Maestrazgo, Ramón Cabrera se convirtió en un líder carlista muy fuerte.
Agotamiento del carlismo: el final de la guerra (1837-1840)
Después de la Batalla de Luchana, los carlistas perdieron la oportunidad de tomar Bilbao, lo que fue un golpe duro. Esto hizo que algunos carlistas pensaran que la victoria era imposible. Poco a poco, los carlistas se limitaron a defender los territorios que aún controlaban.
Finalmente, la falta de soldados y los problemas internos en el bando carlista llevaron a la firma de un acuerdo de paz en 1839, conocido como el Abrazo de Vergara. Aunque algunos carlistas no lo aceptaron, la guerra terminó en el norte de España. Cabrera continuó luchando en el Maestrazgo un año más, pero la causa carlista estaba muy debilitada. Baldomero Espartero fue el líder más destacado de las fuerzas isabelinas en esta fase final.
La guerra en las diferentes regiones
La guerra se libró en varias partes de España, aunque el frente del norte fue el más importante.
Cuando Fernando VII murió, Carlos intentó que el ejército y las autoridades se unieran a su causa, pero no tuvo mucho éxito. Las primeras revueltas carlistas fueron pequeñas y no lograron controlar las ciudades, excepto en el País Vasco y Navarra.

En el norte, Tomás de Zumalacárregui organizó un ejército carlista muy efectivo. Usó tácticas de guerrilla, aprovechando el terreno montañoso y el apoyo de la gente. Sus soldados lo llamaban "Tío Tomás". Logró importantes victorias, como en Alegría de Álava y Venta de Echavarri.
Zumalacárregui fue herido durante el primer sitio de Bilbao en 1835 y falleció. Después de él, otros líderes como Nazario Eguía y Bruno Villarreal tomaron el mando. El segundo sitio de Bilbao también fracasó, defendido por Baldomero Espartero.
Finalmente, Rafael Maroto negoció con el gobierno de Isabel II. Esto llevó al Convenio de Oñate y al famoso Abrazo de Vergara en 1839, que puso fin a la guerra en el norte.
El frente de Aragón y Valencia
En esta zona, la ciudad de Morella se unió a la causa carlista en 1833. Aunque al principio los carlistas tuvieron que huir, la rebelión continuó con líderes como Manuel Carnicer y, sobre todo, Ramón Cabrera.
Cabrera se convirtió en un líder muy importante en el Maestrazgo. En 1838, conquistó Morella y la convirtió en la capital de su territorio. Sin embargo, cuando la guerra terminó en el norte, Baldomero Espartero llegó con muchas tropas y conquistó Morella en 1840, poniendo fin a la resistencia de Cabrera.
El frente de Cataluña
En Cataluña, las fuerzas carlistas estaban menos organizadas al principio. En 1835, Juan Antonio Guergué llegó para unificar las partidas. Aunque no logró tomar Olot, sí organizó a las tropas carlistas catalanas.
Después de Guergué, otros líderes como Blas María Royo de León y Juan Antonio de Urbiztondo tomaron el mando. Urbiztondo conquistó Berga en 1837, que se convirtió en la capital carlista catalana. La guerra en Cataluña se prolongó unos meses más después del Abrazo de Vergara, hasta que las últimas tropas carlistas cruzaron la frontera francesa en julio de 1840.
Castilla la Vieja y Castilla la Nueva
También hubo movimientos carlistas en las dos Castillas. En Castilla la Vieja, cerca del País Vasco y Navarra, los carlistas se unieron a las fuerzas del norte. Sus líderes, como Jerónimo Merino, organizaron ataques por el territorio controlado por los isabelinos.
En Castilla la Nueva, los movimientos carlistas fueron más pequeños, con grupos que se dedicaban a ataques y robos. Estas partidas estaban formadas principalmente por jinetes y se refugiaban en las montañas.
Expediciones carlistas: viajes por España
Los carlistas realizaron varias expediciones desde el norte para extender la guerra a otras zonas y aliviar la presión sobre sus territorios. Algunas de las más importantes fueron:
- Expedición de Gómez (1836): Miguel Gómez Damas viajó con sus hombres por Asturias, Galicia, León, Palencia y Albacete. Incluso llegó a tomar Córdoba y Almadén de la Plata. A pesar de ser perseguido, logró regresar al norte.
- Expedición Real (1837): El propio Carlos, el pretendiente al trono, lideró una expedición con 12.000 hombres. Recorrieron Aragón, Cataluña, Valencia y Teruel, llegando cerca de Madrid. Sin embargo, se retiraron de forma inesperada.
Batallas y acciones importantes
Durante la Primera Guerra Carlista, hubo muchas batallas y enfrentamientos. Aquí te mencionamos algunos de los más destacados:
- Acción de Alegría de Álava (1834): Victoria carlista de Zumalacárregui.
- Acción de Artaza (1835): Otra victoria carlista de Zumalacárregui.
- Mendigorría (1835): Victoria liberal.
- Luchana (1836): Victoria liberal de Espartero, clave para el fin del sitio de Bilbao.
- Oriamendi (1837): Victoria carlista.
- Villar de los Navarros (1837): Victoria carlista.
- Peñacerrada (1838): Victoria liberal de Espartero.
- Toma de Morella (1840): Victoria liberal de Espartero, la última gran batalla de la guerra.
Extranjeros en la guerra
Muchos extranjeros participaron en esta guerra, tanto en el bando carlista como en el liberal. Algunos de ellos escribieron libros sobre sus experiencias, lo que nos ayuda a entender mejor el conflicto. Por ejemplo, el inglés Charles Frederick Henningsen y el alemán August Karl von Goeben estuvieron con los carlistas. Del lado liberal, el inglés Frederick Hardman se unió a la Legión Auxiliar Británica.
También hubo diplomáticos que intentaron ayudar a humanizar la guerra, como Lord Elliot, o a terminarla, como Lord John Hay.
Ejércitos de la guerra
Ambos bandos tenían diferentes tipos de tropas.
Ejército liberal
El ejército liberal estaba formado por regimientos de infantería, caballería y artillería. También contaban con la Guardia Real y unidades especiales como los Húsares de la Princesa.
Ejército carlista
El ejército carlista se organizó en diferentes unidades según la región. En el norte, tenían la Guardia de honor de infantería, los Guías de Navarra y los Lanceros de Navarra, entre otros. En Aragón, Valencia y Murcia, las tropas estaban organizadas en brigadas y regimientos de lanceros. En Cataluña, también había divisiones y partidas sueltas.
Canciones de la época
Las canciones populares de la época reflejaban los sentimientos de cada bando:
- Viva la paz, viva la unión, viva la paz y don Carlos de Borbón. (Canción carlista)
- Duro tiene el corazón don Carlos, viejo cruel y solo seis años cuenta niña inocente Isabel. (Canción cristina)
Galería de imágenes
-
Ataque y toma de Almadén por los carlistas (octubre de 1836).
Véase también
En inglés: First Carlist War Facts for Kids