Mujeres en la arquitectura para niños
Las mujeres han participado en la arquitectura de forma muy activa durante muchos siglos, ya sea como profesionales, estudiantes, profesoras o clientes. En 2014, un estudio en 30 países de Europa mostró que el 39% de los arquitectos eran mujeres. En Estados Unidos, en 2016, casi la mitad de los estudiantes de arquitectura eran mujeres, pero solo el 18% de los arquitectos registrados eran mujeres.
Contenido
- Primeras constructoras: ¿Quiénes fueron?
- Mujeres arquitectas en Europa: Siglos XV al XVIII
- Arquitectas en el siglo XIX
- Pioneras del siglo XX
- Primeros títulos universitarios en arquitectura
- Arquitectas en el Movimiento Moderno
- Arquitectas en la segunda mitad del siglo XX
- Arquitectas destacadas en el siglo XXI
- Contribuciones a la teoría de la arquitectura
- Visibilización del trabajo de las arquitectas
- Estadísticas sobre mujeres en la arquitectura
- Véase también
Primeras constructoras: ¿Quiénes fueron?
Desde hace mucho tiempo, las mujeres han ayudado a diseñar y construir los primeros hogares. En la prehistoria, tuvieron un papel importante en la preparación de las cuevas para vivir. Se ha descubierto que la mayoría de las huellas de manos en cuevas como El Castillo (España) y Pech Merle (Francia) son de mujeres. Esto nos hace pensar que las artistas de las cavernas no eran solo hombres.
El experto Norbert Schoenauer ha estudiado cómo las mujeres construían refugios en asentamientos antiguos de todo el mundo. Él clasificó estas viviendas en cuatro tipos: efímeras, transitorias, periódicas y estacionales.
Viviendas efímeras: Refugios temporales
Las viviendas efímeras eran refugios temporales construidos por mujeres. Algunos ejemplos son los refugios del pueblo San en el desierto de Kalahari y las cabañas del pueblo Mbuti en la selva de Ituri. Los wigwams (o wetus) de los nativos americanos del noreste también eran construidos por mujeres. Estas estructuras no se podían mover fácilmente. Eran como cúpulas cubiertas con esteras tejidas y cortezas de árboles.
Viviendas transitorias: Hogares nómadas
Las viviendas transitorias eran para pueblos nómadas, que se movían de un lugar a otro. Un ejemplo son las malocas de los Rikbaktsá en el Amazonas, donde toda la comunidad ayudaba a construir la casa. Las mujeres de los pueblos del suroeste de América del Norte y de las grandes llanuras también eran muy importantes en la construcción de sus hogares. En la mayoría de estas tribus (como los Comanches, Kiowa, Cheyennes, Pies Negros, Sioux y Arapajós), las mujeres hacían y eran dueñas de los tipis. Los tipis eran tiendas con una estructura de postes cubierta con pieles. Ellas elegían dónde poner el campamento y cómo organizar las tiendas. Estas viviendas estaban diseñadas para ser fáciles de mover, y todo un campamento podía armarse en solo una hora.
Viviendas periódicas: Casas que se arman y desarman
Las viviendas periódicas eran para pueblos que estaban entre los que cazaban y recolectaban, y los que ya cultivaban la tierra. Un ejemplo son las yurtas, que las mujeres kazajas eran las encargadas de armar y desarmar. Normalmente, dos o tres mujeres podían instalar una de estas viviendas en una hora. Las mujeres Tuareg del Aïr y las mujeres beduinas de Oriente Próximo también levantaban tiendas o jaimas.
Viviendas estacionales: Hogares por varios meses
Las viviendas estacionales se usaban durante varios meses. Destaca la construcción de las casas Masái en Kenia y Tanzania. La boma es un conjunto de casas cercado que las mujeres construían en aproximadamente una semana.
Las mujeres Pueblo, en el suroeste de Estados Unidos, también eran responsables de construir sus casas permanentes. Usaban piedra y madera. Se cree que el Pueblo de Acoma, el poblado más antiguo, tiene al menos 1000 años de historia. Los conocimientos de arquitectura de las mujeres Pueblo se extendieron mucho, ya que los conquistadores españoles las capturaban para que construyeran sus viviendas. Más tarde, las mujeres pioneras del Lejano Oeste también se encargaron de construir sus hogares.
Octavia la Menor, hermana del emperador romano Augusto, fue una de las primeras constructoras importantes de la Antigüedad. Participó en la arquitectura y la planificación de ciudades en su época. Gracias a ella, se construyó el Pórtico de Octavia en el año 27 antes de Cristo. En ese tiempo, las mujeres de la familia imperial podían impulsar la construcción de edificios y proyectos urbanos. Más tarde, esta posibilidad se redujo, y si se construía algo para ellas, no era por su iniciativa. Para la investigadora Margaret Woodhull, esta fue la primera construcción pública hecha por una mujer en Roma en ocho siglos. Esta idea desafía la creencia de que solo los hombres construían grandes obras, ya que a menudo se le atribuye esta construcción a Augusto, quien la dedicó a su hermana.
Mujeres arquitectas en Europa: Siglos XV al XVIII
En el siglo XV, Antonio Manetti, quien escribió sobre Filippo Brunelleschi, mencionó que una de las ideas para el diseño de la linterna del Duomo de Florencia en 1436 fue presentada por "una mujer".
En Francia, Katherine Briçonnet (1494-1526) construyó el Castillo de Chenonceau en el valle del Loira. Ella supervisó la construcción de 1513 a 1521 y tomó decisiones importantes mientras su esposo estaba en guerras. Entre 1582 y 1587, Jacquette de Montbron construyó el Castillo de Matha.
También, nobles inglesas como Bess de Hardwick (1527-1608) y Lady Anne Clifford (1590-1676) estuvieron a cargo de construir mansiones y arreglar sus propiedades.
A principios del siglo XVII, Catherine de Vivonne (1588-1665) construyó el Hotel de Rambouillet en París, un lugar donde se reunían escritores famosos. En Italia, Plautilla Bricci (1616-1705) realizó dos obras importantes en Roma. La primera fue la Villa Benedetti (1663) y la segunda, la capilla de San Luis en la iglesia de San Luis de los Franceses, inaugurada en 1680.
Lady Elizabeth Wilbraham (1632-1705) en Inglaterra, es considerada la arquitecta de Wotton House, en Buckinghamshire, entre otros edificios. Se cree que pudo haber diseñado unas 400 edificaciones, incluyendo 18 iglesias inglesas que antes se atribuían a su alumno Sir Christopher Wren.
Cerca del final del siglo XVIII, otra mujer inglesa, Mary Townley (1753-1839), con la ayuda del artista Sir Joshua Reynolds, diseñó varios edificios en Ramsgate, en el sureste de Inglaterra. Entre ellos, Townley House, que es una joya arquitectónica.
Hacia fines del siglo XVIII, las primas Jane (1750-1811) y Mary Parminter (1767-1849) construyeron varias edificaciones, como la mansión de A La Ronde, que hoy es patrimonio histórico inglés.
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Katherine Briçonnet: Castillo de Chenonceau, 1521
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Hardwick Hall, construido por Bess de Hardwick, fines del siglo XVI
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Castillo de Skipton, reconstruido por Lady Anne Clifford, 1659
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Wotton House, Buckinghamshire, posiblemente diseñado por Elizabeth Wilbraham, 1714
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Mary Townley: Townley House, Ramsgate,1780
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Jane y Mary Parminter, A La Ronde, 1796
Arquitectas en el siglo XIX
Sara Losh (1785-1853), una terrateniente inglesa, fue una arquitecta y visionaria. Su obra principal es la iglesia de Santa María, pero también construyó otros edificios y monumentos.
Otra mujer inglesa, Sophy Gray (1814-1871), ayudó a su esposo, el arzobispo de Ciudad del Cabo, a diseñar al menos 35 iglesias anglicanas entre 1848 y 1880, en estilo neogótico.
La madre Joseph Pariseau (1823-1902) fue una de las primeras arquitectas en Norteamérica. En 1856, se mudó a Vancouver, Washington, donde diseñó once hospitales, siete academias, cinco escuelas para niños nativos americanos y dos orfanatos.
Harriet Morrison Irwin (1828-1897) fue la primera mujer en obtener una patente de arquitectura en los Estados Unidos.
Elinor Mead Howells (1837-1910) construyó la casa de su familia en Cambridge, que hoy es parte del Registro Nacional de Lugares Históricos de los Estados Unidos.
Sophia Hayden Bennett (1868-1953), graduada del MIT a los 19 años, fue la primera arquitecta en ganar un concurso. Diseñó el Edificio de la Mujer para la Exposición Mundial Colombina de Chicago en 1893.
Minerva Parker Nichols (1860-1949) y Elise Mercur (1868-1947) fueron las primeras arquitectas en abrir su propio estudio sin la ayuda de hombres.
La artista Mary Fraser Tytler diseñó y construyó la capilla mortuoria Watts en Compton, Reino Unido (1895) y la galería Watts (1903–04).
Emily Elizabeth Holman (1854-1925) fue una de las primeras arquitectas de Pensilvania. Diseñó varios lugares históricos importantes como el National Park Seminary.
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Sophy Gray: Catedral de San Marcos, George, Provincia Occidental del Cabo, Sudáfrica, 1849
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Harriet Morrison Irwin, Casa Hexagonal, patente, 1869
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Mother Joseph Pariseau: Casa de la Providencia (Vancouver), Washington 1873
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Elinor Mead Howells, William Dean Howells House en Cambridge, Massachusetts, 1873
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Sophia Hayden Bennett, Edificio de la Mujer, Chicago, 1892
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Elise Mercur, Edificio de la Mujer en la Exposición del Algodón, 1895
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Mary Fraser Tytler, Watts Mortuary Chapel, Compton, 1895
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Emily Elizabeth Holman, Capilla en National Park Seminary, 1898
Pioneras del siglo XX
A principios del siglo XX, el diseño de viviendas fue un área importante para las arquitectas. Esto se debe a que se pensaba que los arquitectos "importantes" solo construían grandes monumentos. Cuando la vivienda se volvió un tema central en la profesión, más hombres empezaron a trabajar en ella. Al principio, las mujeres entraban a la profesión a través de prácticas, ya que no tenían acceso a la educación formal.
Louise Blanchard Bethune (1856-1913) fue la primera estadounidense en trabajar como arquitecta profesional. En 1881, abrió su propia oficina en Búfalo con su esposo, convirtiéndose en la primera arquitecta profesional de su país.
Otra pionera fue Katharine Cotheal Budd (1860-1951). Estudió arte y diseño, y luego viajó a París para formarse. Diseñó casas, mansiones, cabañas, edificios comunitarios, escuelas y hoteles.
Annie Rockfellow (1866-1954) fue la primera arquitecta de Arizona. Defendió la arquitectura local y creó obras que recordaban el estilo colonial.
Josephine Wright Chapman (1867-1943) no tuvo una educación formal en arquitectura, pero diseñó varios edificios antes de abrir su propia empresa. Su obra principal es Tuckerman Hall, en Worcester, Massachusetts.
Theodate Pope Riddle (1868-1946) fue la primera mujer con licencia de arquitectura en Nueva York y Connecticut. En 1926, fue nombrada miembro del AIA.
Emily Williams (1869-1942), de California, construyó varias cabañas y casas, incluyendo una casa familiar en la calle Broadway de San Francisco, que ahora es un edificio protegido.
Mary Colter (1869-1958) fue contratada por la Fred Harvey Company para el diseño de interiores, pero pronto se encargó de grandes proyectos arquitectónicos. Diseñó hoteles y alojamientos rústicos en el suroeste, varios en el parque nacional del Gran Cañón.
Fay Kellogg (1871-1918) aprendió arquitectura con un tutor alemán y trabajando en París. Aunque no fue admitida en la École des Beaux-Arts por ser mujer, sus esfuerzos ayudaron a que la institución abriera sus puertas a las mujeres. Diseñó cientos de edificios en Nueva York.
La primera mujer admitida en el Royal Institute of British Architects (RIBA) fue Ethel Charles (1871-1962), en 1898. A pesar de su talento, por ser mujer, tuvo que conformarse con proyectos más pequeños.
Clotilde Kate Brewster (1874-1937) fue quizás la primera arquitecta internacional, con obras en Francia, Italia, Alemania e Inglaterra.
La primera arquitecta en Alemania fue Emilie Winkelmann (1875-1951). Estudió arquitectura como invitada y, aunque no recibió su diploma hasta 1909, trabajó en Berlín y construyó treinta casas antes de la guerra. Una de sus obras más conocidas fue el Teatro Tribüne.
Nelle Peters (1884-1974) fue una de las pocas arquitectas que en los años 20 trabajó de forma independiente en Estados Unidos, con casi 1000 edificios diseñados.
Margaret Kropholler-Staal (1891-1966) fue una de las primeras mujeres en ejercer la profesión en los Países Bajos. Comenzó como aprendiz y llegó a diseñar edificios de viviendas.
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Fay Kellogg, Escalera doble del Hall of the Records, 1900
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Louise Blanchard Bethune, Hotel Lafayette, Buffalo, 1902
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Emily Williams, casa Palmer, San José, 1906
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Emilie Winkelmann: Tribüne theatre, Berlín, 1915
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Annie Rockfellow, Escuela Safford, 1918
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Margaret Staal-Kropholler, Viviendas en Ámsterdam, 1922
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Katharine Cotheal Budd, Casa Howey, 1925
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Theodate Pope Riddle, Avon Old Farms School, 1927
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Nelle Peters, Ambassador Hotel, Tulsa, 1929
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Mary Colter: La Posada Hotel, Winslow, Arizona, 1930
Primeros títulos universitarios en arquitectura
En el siglo XIX, las mujeres no podían acceder a la educación universitaria ni a ciertos derechos. Fue cuando lograron estos derechos que empezaron a participar más activamente. Aunque la enseñanza de la arquitectura ya existía en Estados Unidos desde 1857, las mujeres no podían estudiar. Tener un título facilitó el desarrollo de la profesión, ya que para ellas era difícil llamarse "arquitectas" cuando se consideraba una profesión de hombres.
Una razón por la que el diseño de viviendas se convirtió en un área para mujeres, al menos en EE. UU., fue que se les permitió estudiar arquitectura en escuelas separadas por género. Allí, ellas aprendían arquitectura doméstica y paisajismo, mientras que los hombres estudiaban la "arquitectura con mayúsculas". Así fue en la Cambridge School of Architecture and Landscape, que empezó en 1915 y se convirtió en la primera escuela seria de arquitectura solo para mujeres.
Mary Louisa Page (1849-1921) fue la primera mujer en obtener un título en arquitectura. Se graduó de la Universidad de Illinois en 1878. Al año siguiente, Margaret Hicks se convirtió en la segunda arquitecta estadounidense, graduada de la Universidad Cornell.
Elizabeth Carter Brooks (1867-1951) fue una de las primeras mujeres afroestadounidenses en obtener el título de arquitecta, en 1890.
Julia Morgan (1872-1957) fue la primera mujer en recibir un diploma de arquitecta de la École des Beaux-Arts en París. Al principio no fue aceptada por ser mujer, pero insistió y fue admitida en 1898. Después de graduarse en 1901, regresó a California y diseñó muchos edificios, incluyendo el Castillo Hearst, su obra más famosa.
Mary Rockwell Hook (1877-1978) también estudió en la École des Beaux-Arts, donde sufrió discriminación por ser mujer, pero se graduó con éxito en 1906. En Estados Unidos, diseñó la Pine Mountain Settlement School en Kentucky y varios edificios en Kansas City, Misuri. Fue pionera en integrar el terreno natural en sus diseños y en usar muros de hormigón.
Marion Mahony Griffin (1871-1961) fue la primera empleada del famoso arquitecto Frank Lloyd Wright. Aunque Wright no siempre le dio crédito, se sabe que ella contribuyó mucho a sus diseños y a difundir sus ideas. En 1911, se casó con Walter Burley Griffin, con quien formó un equipo muy exitoso. Trabajaron en Australia, planificando la ciudad de Canberra, y luego en la India.
Isabel Roberts (1871-1955) estudió arquitectura en Nueva York. Fue parte del equipo de diseño de Frank Lloyd Wright antes de asociarse con Ida Annah Ryan (1873-1950) en Orlando, Florida. Ryan fue la primera mujer en obtener una maestría en arquitectura del Massachusetts Institute of Technology.
Finlandia fue el primer país europeo donde las mujeres pudieron estudiar arquitectura y obtener títulos. El registro más antiguo es de Signe Hornborg (1862-1916), quien se graduó como arquitecta en 1890.
Wivi Lönn (1872-1966) fue la primera mujer en trabajar de forma independiente como arquitecta en Finlandia. Diseñó el New Student House de Helsinki (1910) y el Teatro Estonia en Tallinn (1913).
Hilda Hongell (1867-1952), de las islas Åland, fue aceptada como estudiante de arquitectura en 1892, cuando solo se admitían hombres. Diseñó 98 edificios en Mariehamn, la mayoría casas de campo.
Después de Finlandia, otros países europeos permitieron a las mujeres estudiar arquitectura. En Noruega, la primera arquitecta fue Lilla Hansen (1872-1962), quien abrió su estudio en 1912 y diseñó el complejo residencial Heftyeterrassen en Oslo.
En Serbia, Jelisaveta Načić (1878-1955) fue la primera mujer en graduarse de la Facultad de Ingeniería (1900). Diseñó la escuela primaria Petar I (1906) y la iglesia Alexander Nevsky (1929) en Belgrado.
Florence Mary Taylor (1879-1969) emigró a Australia y se convirtió en la primera mujer en completar la carrera de arquitectura en el Sydney Technical College en 1904.
También en 1904, Kate Beath se graduó en Nueva Zelanda, siendo posiblemente la primera arquitecta de ese país.
Arinda Sobral, graduada en 1911 en Brasil, fue la primera arquitecta latinoamericana.
En Alemania, Elisabeth von Knobelsdorff fue la primera en obtener la licenciatura en 1911, y Thekla Schild en 1913.
Edith Hughes (1888-1971) obtuvo su diploma en arquitectura en 1914 en Escocia. Abrió su estudio en 1920, especializándose en diseño de cocinas.
Alice Charlotte Malhiot (1889-1968) fue la primera arquitecta de Canadá (1914).
En Rusia, la primera mujer en graduarse fue Tamara Davydovna Katsenelenbogen (1894-1976) en 1916. Al año siguiente, Grada Wolffensperger se graduó como ingeniera constructora en los Países Bajos.
Gertrude Leverkus fue la primera arquitecta graduada de Inglaterra en 1918. La primera mujer en diseñar un edificio público fue Elisabeth Scott (1898-1972), autora del Shakespeare Memorial Theatre, terminado en 1932.
Margarete Schütte-Lihotzky (1897-2000) fue la primera mujer arquitecta de Austria, graduada en 1918.
La primera arquitecta rumana fue Ada Zăgănescu (1889-1976) y la segunda, Virginia Andreescu Haret (1894-1962), graduada en 1919.
Juliette Billard (1889-1975) fue la primera francesa en graduarse como arquitecta, y Milada Petrikova-Pavlikova (1985-1995), la primera checa, ambas en 1921. Elena Luzzatto (1900-1983) fue la primera italiana en terminar la carrera en 1925.
En Suiza, Flora Steiger-Crawford (1899-1991) fue la primera mujer en graduarse como arquitecta en 1923. Su primer proyecto fue la Casa Sandreuter (1924), considerada la primera casa modernista de Suiza.
Julia Guarino (1897-1985) fue la primera arquitecta del Uruguay en 1923. Filandia Pizzul fue la primera mujer en Argentina en obtener el título de arquitecta en 1927. Mary Doris Clark Núñez fue la primera graduada en Perú (1928). Dora Riedel Seinecke fue la primera arquitecta chilena en 1930.
La primera titulada en Armenia fue Anna Ter Avetikyan en 1929. Leman Cevat Tomsu (1913-1988) y Münevver Belen Gözeler (1913-1973) fueron las dos primeras mujeres en graduarse como arquitectas en Turquía en 1934.
En España, la primera mujer titulada en arquitectura fue Matilde Ucelay Maortua (1912-2008), quien terminó sus estudios en 1936. Realizó unos 120 proyectos y en 2004 recibió el Premio Nacional de Arquitectura de España.
En 1937 se graduó la primera arquitecta cubana, María de la Concepción Bancells y Quesada, y en 1939 la primera mexicana, María Luisa Dehesa.
Maria José Estanco (1905-1999) fue la primera arquitecta graduada en Portugal en 1943. Maria José Marques da Silva (1914-1996) fue la segunda y trabajó con su esposo en varios edificios en Oporto.
En 1945, egresó Luz Amorocho (1922), la primera arquitecta colombiana. En 1947, Aída-Cruz Del Rosario (1922) se convirtió en la primera arquitecta de Filipinas. La primera arquitecta de Sri Lanka, Minnette de Silva (1918-1998), se graduó en 1948.
En 1951, Carmen Méndez Arocha fue la primera arquitecta venezolana. Ese mismo año, Masako Hayashi (1928-2001) se convirtió en la primera arquitecta de Japón. Valentina Pistoli (1928) fue la primera arquitecta albanesa, graduada en 1952.
En 1970, Guadalupe Ibarra fue la primera mujer arquitecta de Ecuador y la primera mujer profesora de la Universidad de Cuenca.
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Signe Hornborg: Signelinna, en Pori, Finlandia, 1892
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Hilda Hongell: casa de campo en madera, en Mariehamn, Finlandia, 1897
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Mary Rockwell Hook, casa en Kansas, 1908
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Isabel Roberts y Frank Lloyd Wright: Isabel Roberts House, River Forest, Illinois, 1908
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Marion Mahony Griffin y Walter Burley Griffin, Proyecto de Camberra, 1911
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Lois Howe, Skyfield, Casa Jones en Beech Hill Summer Homes. 1916
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Julia Morgan, Hearst Castle, 1919
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Lilla Hansen: Heftyeterrassen, Oslo, 1929
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Jelisaveta Načić: iglesia Alexander Nevsky, Belgrado, 1929
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Edith Hughes: Glasgow Mercat Cross, 1930
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Elisabeth Whitworth Scott: Shakespeare Memorial Theatre, Stratford-upon-Avon, 1932
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Maria José Marques da Silva, José Marques da Silva, Santuario de Penha, 1947
Arquitectas en el Movimiento Moderno
Las mujeres participaron en obras muy importantes del Movimiento Moderno, pero sus contribuciones no siempre han sido reconocidas. La experta Beatriz Colomina dice que "las mujeres son los fantasmas de la arquitectura moderna".
Truus Schröder (1889-1985) fue una arquitecta holandesa que, junto a Gerrit Rietveld, fue coautora de la famosa Casa Rietveld Schröder, hoy Patrimonio de la Humanidad. Aunque trabajaron juntos, a menudo solo se menciona a él.
Margarete Schütte-Lihotzky (1897-2000) fue pionera en el diseño de viviendas sociales en Viena y Frankfurt. Combinó diseño y funcionalidad, especialmente en su Cocina Frankfurt, que es el modelo de las cocinas actuales.
La Casa E-1027, diseñada y construida por Eileen Gray (1878-1976) entre 1926 y 1929, es una construcción del movimiento moderno que usó muchos de los principios que Le Corbusier mencionó en 1927.
Lilly Reich (1885-1947) fue una diseñadora moderna alemana. Trabajó con Ludwig Mies Van der Rohe por más de diez años en obras como el Pabellón Alemán de Barcelona y la Villa Tugendhat. Fue una de las pocas mujeres profesoras de la Bauhaus.
La arquitecta Lotte Stam Beese (1903-1988), formada en la Bauhaus, fue Directora de urbanismo de Róterdam, donde diseñó el barrio de Pendrecht en 1947.
Nina Vorotyntseva (1900-1930) y Lidia Komarova (1902-2002) fueron arquitectas activas en el estilo constructivista.
Después de graduarse como arquitecta en Finlandia en 1920, Aino Aalto (1894-1949) se casó con Alvar Aalto en 1923. Juntos diseñaron obras importantes como la Villa Mairea (1937). Todas las obras se firmaban como Estudio Aalto. La segunda esposa de Aalto, Elissa Mäkiniemi, también colaboró en varios proyectos.
Nobuko Tsuchiura (1900-1998) es considerada una de las primeras arquitectas de Japón. Trabajó con Frank Lloyd Wright y, junto a su esposo, introdujo el movimiento moderno en su país.
Ragna Grubb (1903-1961) fue una de las primeras arquitectas danesas en fundar su propio estudio. Se interesó mucho por la vivienda social. Su obra principal es el Kvindernes Bygning (“La Casa de las Mujeres”) en Copenhague (1935).
La arquitecta y diseñadora Charlotte Perriand (1903-1999) trabajó con Le Corbusier. Contribuyó al desarrollo de espacios funcionales, especialmente en el diseño de interiores y muebles.
En Australia, Mary Turner Shaw (1906-1990) formó su propia empresa, Romberg & Shaw, que produjo "algunos de los bloques de apartamentos más famosos de Australia".
Helena Syrkusowa (1900-1982), arquitecta y profesora polaca, fue cofundadora del grupo Praesens en 1925 y vicepresidenta de los CIAM. Fue coautora de muchos edificios de vivienda social en Varsovia con su esposo.
Delfina Gálvez Bunge (1913-2014) colaboró con Amancio Williams en obras como la Casa del Puente. También ayudó a difundir los principios del Movimiento Moderno al traducir la Carta de Atenas al español.
Bernice Alexandra Ray Eames (1912-1988), diseñadora y arquitecta, diseñó junto con su esposo Charles Eames la Casa Eames y otros edificios importantes.
Elizabeth Close (1912-2011) fundó su estudio con su esposo en 1938. Ella dirigió el estudio cuando su esposo estuvo ausente durante la Segunda Guerra Mundial.
Ítala Fulvia Villa (1913-1991) fue la conexión argentina del equipo de Le Corbusier, ayudando a planificar la Capital.
En 1946, Jane Drew (1911-1996) y Maxwell Fry formaron una empresa que se centró en la planificación de grandes proyectos para países tropicales, como la Universidad de Ibadán (1953-1959) en Nigeria. También escribió libros técnicos importantes.
Jean Bodman (1915-1965) y Sarah Harkness (1914-2013) fueron arquitectas estadounidenses que cofundaron el grupo TAC con Walter Gropius.
Lina Bo Bardi (1914-1992), autora de obras como la Casa de Vidrio y el Museo de Arte de San Pablo, enriqueció la arquitectura moderna al combinarla con las tradiciones brasileñas.
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Truus Schröder y Gerrit Rietveld, Casa Rietveld Schröder, 1924
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Margarete Schütte-Lihotzky, Cocina Frankfurt, 1925
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Eileen Gray, Casa E1027, 1926-1929
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Charlotte Perriand, Silla, 1927
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Lilly Reich y Mies van der Rohe, Casa Tugendhat, 1929
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Aino Aalto y Alvar Aalto, Sanatorio de Paimio, 1929-1933
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Ragna Grubb, Edificio de las mujeres y hotel Cecil, Copenhague, 1936
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Frederick Romberg, Mary Turner Shaw y Richard Hocking, Newburn Flats, Melbourne, 1939
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Lotte Beese, Pendrecht, 1947
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Jean Bodman Fletcher y Norman C. Fletcher, Casa Fletcher, 1948
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Jane Drew, Maxwell Fry, Universidad de Ibadán, 1948
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Ray Eames y Charles Eames, Casa Eames, 1949
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Lina Bo Bardi, Casa de Vidro, São Paulo, 1951
Arquitectas en la segunda mitad del siglo XX
Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas más mujeres pudieron estudiar. Sin embargo, la sociedad esperaba que volvieran a casa. La publicidad y las revistas femeninas mostraban a la mujer como la encargada del hogar y de ayudar al progreso de su esposo. Era difícil para ellas acceder a profesiones importantes como la arquitectura, donde solo se aceptaban algunas excepciones.
A pesar de esto, más mujeres se inscribieron en la carrera de arquitectura. Muchas arquitectas importantes trabajaron con hombres, a menudo sus esposos. Sin embargo, el crédito de su trabajo solía ir solo al hombre, porque él era el más conocido. Esto se llama "atribución errónea" y fue resultado de la discriminación.
Anne Tyng (1920-2011), socia de Louis Kahn por 19 años, desarrolló una propuesta para el centro de Filadelfia. Aunque Kahn no incluyó su nombre en una exhibición en 1960, finalmente reconoció su autoría.
En Alemania, Elisabeth Böhm (1921) trabajó con su esposo, Gottfried Böhm, diseñando interiores. En 1986, su esposo recibió un premio importante solo para él, aunque las obras se firmaban como Estudio Böhm.
Urmila Eulie Chowdhury (1923-1995) trabajó en la India en el diseño de la ciudad de Chandigarh. Diseñó el Home Science College y el Women’s Polytechnic. Sus aportes a menudo fueron atribuidos a Pierre Jeanneret.
Raili Pietilä (1926) decía que "dos" era el número perfecto para un equipo de diseño. Su estudio se llamaba Raili y Reima Pietilä Arquitectos, algo poco común, ya que el nombre de la mujer solía quedar oculto. A pesar de su espíritu de igualdad, a menudo solo se menciona a Reima Pietilä al hablar de sus obras. Lo mismo ocurre con Kaija Siren (1920-2001), socia de Heikki Siren. Su obra más conocida es la Capilla luterana de Otaniemi (1957).
Alison Margaret Gill (1928-1993), arquitecta británica, fue una de las pocas mujeres reconocidas en arquitectura y urbanismo a mediados del siglo XX. Junto con su esposo, Peter Smithson, fueron figuras clave en la cultura de Londres en los años cincuenta.
Denise Scott Brown (1931) y Robert Venturi se casaron en 1967. Scott Brown se unió a la firma de Venturi y tuvo un papel muy importante, pero rara vez se le dio crédito por su trabajo. Por ejemplo, solo su esposo recibió un premio importante en 1991, a pesar de que ella dijo: "Ambos diseñamos cada centímetro del edificio juntos".
Otros ejemplos de asociaciones importantes incluyen a Franca Helg y Franco Albini, Ragnar y Martta Ypyä, Brit Andresen y Barry Gasson, Inger y Johannes Exner.
- Léonie Geisendorf (1914-2016), arquitecta sueca que trabajó con Le Corbusier, abrió su estudio con su esposo en 1940 y realizaron muchas obras grandes.
- Margot Schürrmann (1924-1999) trabajó toda su vida con su esposo, Joachim Schürmann. Ambos fueron reconocidos por su influencia en la arquitectura alemana.
- Maria Schwarz (1921) es conocida por su trabajo con Rudolf Schwarz en la reconstrucción de Colonia después de la Segunda Guerra Mundial. Después de la muerte de su esposo, Maria continuó dirigiendo el estudio.
- Ivenue Love-Stanley y su esposo William J. Bill Stanley III fundaron su firma en 1983. Love-Stanley es la gerente y directora de producción.
- En Reino Unido, Amanda Levete (1955) se convirtió en directora de Future Systems con su esposo, Jan Kaplický. Ganaron un premio importante en 1999.
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Louis Kahn y Anne Tyng, Trenton Bath House, 1955
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Heikki y Kaija Siren, Capilla de Otaniemi, 1956
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Alison y Peter Smithson, The Economist Building, Londres, 1959-64
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Léonie Geisendorf y Charles-Edouard Geisendorf , St. Görans gymnasium, Estocolmo, 1961
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Urmila Eulie Chowdhury, Government Home Science College, Chandigarh, 1961
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Elisabeth y Gottfried Böhm, Centro Cívico Bergisch Gladbach-Bernsberg, 1962-67
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Franca Helg y Franco Albini, Barrio Piccapietra en Génova, 1964
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Raili y Reima Pietilä, Centro Dipoli, 1966
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Flora Manteola, Josefa Santos, Javier Sánchez Gómez, Justo Solsona, Rafael Viñoly, Ignacio Petchersky, Casa Matriz del Banco de la ciudad de Buenos Aires, 1967
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Ragnar y Martta Ypyä, Hospital de la Universidad de Turku, 1955-68
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Denise Scott Brown y Robert Venturi, Franklin Court, 1976
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Brit Andresen y Barry Gasson, The Burrell Collection, Glasgow, 1983
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Alicia Cazzaniga, Francisco Bullrich y Clorindo Testa, Biblioteca Nacional de Argentina, 1962-1993
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Patricia y Michael Hopkins, Schlumberger Cambridge Reserch Center, 1985
Otras arquitectas trabajaron de forma independiente o liderando equipos, como Lina Bo Bardi, Flora Ruchat-Roncati y Zaha Hadid.
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Itala Fulvia Villa, Panteones subterráneos, Cementerio de La Chacarita, Buenos Aires, 1958
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Gae Aulenti, Museo de Orsay, París, 1980
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Zaha Hadid, Estación de Bomberos, Vitra, 1991-1993
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Itsuko Hasegawa, Jardín y museo de la fruta de Yamanashi, 1995
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Flora Ruchat-Roncati, Estructura de hormigón en la autopista A16 Swiss Highway, 1989-1998
Arquitectas destacadas en el siglo XXI
Varias arquitectas han tenido mucho éxito en el siglo XXI y han sido muy reconocidas. En 2004, la arquitecta iraquí-británica Zaha Hadid fue la primera mujer en ganar el Premio Pritzker, uno de los premios más importantes en arquitectura. Entre sus proyectos están el Rosenthal Center for Contemporary Art en Cincinnati y el BMW Central Building en Leipzig. El jurado destacó su "compromiso inquebrantable con la modernidad" y cómo cambió la forma de los edificios. Después de 2004, Hadid completó otras obras notables, como la Guangzhou Opera House en China y el London Aquatics Centre para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
En 2010, otra mujer ganó el Premio Pritzker: Kazuyo Sejima, de Japón, junto con Ryue Nishizawa. El presidente del jurado describió su trabajo como "delicado y poderoso, preciso y fluido". Se destacó el Centro de Cristal en el Museo de Arte de Toledo y el Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI de Kanazawa.
En 2007, Anna Heringer (nacida en 1977, en Alemania) ganó el Premio Aga Khan de Arquitectura por el diseño de la METI Handmade School, construida con bambú y materiales locales en Rudrapur, Bangladés. Este es un ejemplo de arquitectura sustentable.
La firma danesa Lundgaard & Tranberg ha ganado varios Premios RIBA. La arquitecta Lene Tranberg (nacida en 1956) ha sido clave en su éxito, con proyectos como el Royal Danish Playhouse (2008) y la Tietgenkollegiet (2005).
En 2010, Sheila Sri Prakash fue la primera arquitecta de la India invitada al Consejo de Innovación en Diseño del World Economic Forum. Allí creó el Índice de Diseño Recíproco, una herramienta para el desarrollo sostenible. Es la primera mujer india en fundar su propia empresa.
En 2013, la organización estudiantil Women In Design de la Harvard Graduate School of Design pidió que el Premio Pritzker reconociera a Denise Scott Brown, quien no fue premiada en 1991 cuando su compañero, Robert Venturi, sí lo fue, a pesar de que ambos tuvieron el mismo nivel de participación en el proyecto.
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Benedetta Tagliabue y Enric Miralles, Parlamento de Escocia, 1998-2004
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Carme Pigem, Ramón Vilalta y Rafael Aranda (RCR Arquitectes), Parque de la Piedra Tosca, 2004
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Anna Heringer, METI Handmade School, Bangladés, 2005
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Lene Tranberg, Tietgen Student Housing, Copenhague, 2006
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Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, Palacio de Congresos de Zaragoza, 2008
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Kazuyo Sejima y Ryūe Nishizawa, Centro de Aprendizaje Rolex, 2010
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Odile Decq, Restaurant en la Opera de Paris, 2011
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Shelley McNamara e Yvonne Farrell, Escuela de Medicina de la Universidad de Limerick, 2012
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Carme Pinós, Campus WU, Viena, 2013
Contribuciones a la teoría de la arquitectura
Las mujeres también han ayudado a construir la teoría de la arquitectura, que son las ideas y principios que guían esta profesión. Entre las más destacadas se encuentran Mariana Griswold Van Rensselaer, Gertrude Jekyll, Marina Waisman y Dolores Hayden.
Visibilización del trabajo de las arquitectas
Aunque sus aportes no siempre fueron reconocidos hasta hace poco, las mujeres han influido mucho en la arquitectura. Por ejemplo, Susan Lawrence Dana, en 1902, eligió que su casa en Springfield, Illinois, fuera diseñada por Frank Lloyd Wright para asegurar su reconocimiento. Las mujeres también han sido muy importantes en la conservación de edificios históricos, a través de organizaciones como Daughters of the American Revolution (1890). Estudios recientes muestran que, desde los años 80, las amas de casa aportaron nuevas ideas al diseño de interiores y renovaron las tendencias arquitectónicas de las casas.
La presencia creciente de mujeres en la arquitectura ha llamado más la atención sobre su trabajo. Exposiciones que muestran los logros de las mujeres en varios campos han ayudado a visibilizar la calidad de su producción. En la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893, el Edificio de la Mujer fue diseñado por Sophia Hayden. En 1914, en la Muestra de la Werkbund en Colonia, la Haus der Frau fue diseñada por Lilly Reich. Inspirada por estos éxitos, en 1928 Lux Guyer, de Suiza, diseñó pabellones para la SAFFA (Schweizerische Ausstellung für Frauenarbeit), una feria que mostraba los logros de las mujeres. La segunda SAFFA, en 1958, fue desarrollada por un equipo de 28 arquitectas, demostrando que la arquitectura era una profesión abierta a las mujeres en Suiza.
En 1942, Wivi Lönn fundó, junto con otras colegas como Elsi Borg, la Asociación Oficial de Mujeres Arquitectas de Finlandia. En 1948, se organizó la Asociación de Mujeres en la Arquitectura (AWA), que hoy en día otorga becas a arquitectas. En 1963, la arquitecta rumana Solange d'Herbez de La Tour creó la Union Internationale des Femmes Architectes porque la Unión Internacional de Arquitectos no admitía mujeres. En América Latina, en 1969, la arquitecta Estefanía Chávez Barragán cofundó la Asociación Mexicana de Arquitectas y Urbanistas (AMAU).
En 1973, Susana Torre (1944) cofundó el Archivo de Mujeres en Arquitectura de The Architectural League of New York, que sirvió de base para una exposición y un libro en 1977.
En 1985, la arquitecta búlgara Milka Bliznakov fundó el Archivo Internacional de la Mujer en la Arquitectura (IAWA) para que hubiera más materiales de investigación sobre mujeres en la arquitectura.
Debido a que las mujeres estaban poco representadas en los premios, se han creado reconocimientos específicos para destacar su trabajo, como el Premio Jane Drew, el Premio Arc Vision y el Prix des Femmes Architectas.
Estadísticas sobre mujeres en la arquitectura
No es fácil encontrar estadísticas completas sobre mujeres en la arquitectura en todo el mundo. Sin embargo, aquí hay algunos datos interesantes.
En Europa
Un estudio de 2010 en 33 países europeos encontró que de 524,000 arquitectos, el 31% eran mujeres. Los países con más arquitectas fueron Grecia (57%), Croacia (56%), Bulgaria (50%), Eslovenia (50%) y Suecia (49%). Los países con menos fueron Eslovaquia (15%), Austria (16%), Países Bajos (19%), Alemania (21%) y Bélgica (24%). En Italia y Alemania, el porcentaje de mujeres fue del 30% y 21% respectivamente. Existe una iniciativa llamada RebelArchitette en Italia que busca visibilizar los estudios liderados por mujeres.
En países de habla inglesa
Un estudio en Australia en 2002 mostró que las mujeres representaban el 43% de los estudiantes de arquitectura, pero solo entre el 11.6% y el 18.2% de los profesionales.
Una encuesta en Reino Unido en el año 2000 indicó que el 13% de los estudiantes de arquitectura eran mujeres, aunque las mujeres representaban el 38% de los estudiantes y el 22% del personal docente. Sin embargo, datos de 2010 mostraron que solo el 19% de los arquitectos en ejercicio eran mujeres.
En los Estados Unidos, en 2009, el 41% de los graduados en arquitectura eran mujeres. Sin embargo, solo el 20% de los arquitectos con licencia eran mujeres. En 2003, un estudio encontró que las mujeres representaban el 27% del personal en empresas de arquitectura.
Véase también
En inglés: Women in architecture Facts for Kids