Reino de Navarra para niños
Datos para niños Reino de NavarraRegnum Navarrae |
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Reino desaparecido Reino integrado en la Monarquía Hispánica (Alta Navarra) (1512-1841) Aliado del Reino de Francia (Baja Navarra) (1512-1589) Unión Personal con el Reino de Francia (Baja Navarra) (1589-1789) |
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1162-1841 | |||||||||||||||||||||||||||||||||
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![]() Ubicación de Reino de Navarra
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Coordenadas | 42°49′01″N 1°38′34″O / 42.816944444444, -1.6427777777778 | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Capital | Pamplona | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Entidad | Reino desaparecido Reino integrado en la Monarquía Hispánica (Alta Navarra) (1512-1841) Aliado del Reino de Francia (Baja Navarra) (1512-1589) Unión Personal con el Reino de Francia (Baja Navarra) (1589-1789) |
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Idioma oficial | Latín, romance navarro (en el sur), euskera y gascón (en el norte) y, tras la conquista, castellano en la Alta Navarra y francés en la Baja Navarra. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Superficie | |||||||||||||||||||||||||||||||||
• Total | 10 000 km² | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• Alta Edad Media | unos 20 000 km² | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• Baja Edad Media | casi 12 000 km² | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• Edad Moderna | 11 716 km² | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Religión | Catolicismo | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Período histórico | Edades Media y Moderna | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1162 | Sancho VI se intitula como Rex Navarre | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1200 | Conquista de territorios occidentales | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1234 | Teobaldo I de Navarra, conde de Champaña y Brie es nombrado rey. Se inician tres siglos en la órbita del Reino de Francia | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1270 | Guerra de la Navarrería: la dinastía Capeta impuso un régimen tutelado desde el reino de Francia sin el respeto a los usos y costumbres del reino que reclamaba la nobleza navarra. Tras la desolación de la Navarrería no se volverá a repoblar hasta el reinado del monarca Capeto Carlos I el Hermoso, en 1324, cuando se autorizó la reconstrucción de las viviendas y se concedió a sus habitantes el fuero de Jaca. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1284 | Juana I de Navarra, última reina de la Casa de Champaña contrae matrimonio con rey Felipe IV de Francia. El trono navarro queda unido al francés. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1328 | Juana II de Navarra, de la Dinastía de los Capetos casada con Felipe de Évreux, deslinda el trono navarro del francés. En Navarra no estaba vigente la Ley sálica haciendo valer sus derechos con el apoyo de caballeros y representantes de las villas navarras. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1512 | Invasión del reino de Navarra por Fernando el Católico | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1620 | Edicto de Pau por Luis XIII | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1789 | Abolición del Reino de Navarra (Baja Navarra) | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 16 de agosto de 1841 |
Ley Paccionada | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Forma de gobierno | Monarquía hereditaria | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Rey • 810/820-851
• 1150-1194 • 1833-1841 |
Íñigo Arista Sancho VI Isabel I |
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El Reino de Navarra (en latín, Regnum Navarrae) fue un importante reino medieval en Europa. Se encontraba a ambos lados de los Pirineos occidentales, aunque la mayor parte de su territorio estaba al sur de la cordillera, en el norte de la península ibérica. Este reino fue la continuación del Reino de Pamplona a partir del año 1162.
El primer reino, el de Pamplona, se fundó alrededor de la ciudad romana de Pamplona (llamada Pompaelo). Desde el año 824, hay documentos que mencionan esta entidad con un líder. A partir del 905, con la nueva dinastía Jimena, ya se puede hablar de un reino con reyes, siendo Sancho Garcés I el primero de ellos.
Después de un tiempo de crecimiento y luego de perder territorios frente a los reinos de Castilla y Aragón, el reino de Navarra se dividió en dos partes. Una era la Alta Navarra o peninsular, al sur de los Pirineos, donde estaba la capital y la mayoría de la población. La otra era la Baja Navarra o continental, al norte de los Pirineos.
Entre 1234 y 1512, Navarra estuvo muy relacionada con el reino de Francia a través de varias familias reales. A veces, el trono navarro se unió directamente al francés.
La independencia del reino terminó con la conquista militar por parte de Fernando el Católico y su nieto Carlos I de España, entre 1512 y 1528. Hubo varios intentos de recuperar la independencia. Finalmente, Carlos I se retiró de la Baja Navarra porque era difícil de controlar. Esta parte del reino siguió siendo independiente hasta que su rey, Enrique III, también se convirtió en rey de Francia. Desde entonces, los reyes franceses se llamaron "reyes de Francia y de Navarra" hasta la Revolución francesa.
La unión de Navarra a Francia fue solo por los reyes, y Navarra siempre mantuvo sus propias leyes y costumbres. Sin embargo, en 1789, la Baja Navarra dejó de ser un reino. Por otro lado, la Navarra peninsular se unió a la Corona de Castilla y luego a la Monarquía Hispánica. Mantuvo su estatus especial, gobernada por un virrey, hasta 1841. En esa fecha, pasó a ser una provincia española con leyes especiales, gracias a la Ley Paccionada Navarra, después de la primera guerra carlista.
Contenido
- ¿Cómo se formó el Reino de Navarra?
- ¿Cómo evolucionó el Reino de Navarra a lo largo del tiempo?
- Los primeros años: Visigodos y Francos
- La llegada musulmana y el Reino de Pamplona
- El Reino de Pamplona: Un nuevo comienzo
- El gran crecimiento con Sancho III el Mayor
- La unión con Aragón y su fin
- La reducción del territorio navarro
- La expulsión de los judíos (1498)
- La conquista por Castilla y Aragón (1512)
- La provincia de Navarra (1841)
- ¿Qué idiomas se hablaban en la Navarra medieval?
- Más información
- Véase también
El Reino de Navarra comenzó como un territorio pequeño. Después de crecer, su tamaño y poder disminuyeron poco a poco. Esto se debió a conflictos entre los grupos importantes y a las conquistas de los reinos vecinos.
Después de la llegada de los musulmanes a la península en el siglo VIII, el territorio navarro se organizó de dos maneras. El norte estuvo poco tiempo bajo control musulmán. Pronto se formó un grupo cristiano con centro en Pamplona. Esta ciudad fue fundada por Pompeyo en la época romana sobre un antiguo asentamiento vascón. Su primer líder conocido fue Íñigo Arista.
En el sur, un noble llamado Casius hizo un acuerdo con los musulmanes y se convirtió al islam. Así, pudo seguir gobernando esa zona del Valle del Ebro. Su familia, los Banu Qasi, mantuvo este poder por generaciones. A veces se aliaron con los Arista contra el poder central musulmán o contra el Imperio Carolingio.
Navarra fue uno de los lugares montañosos donde los cristianos resistieron a la dominación islámica. Los francos carolingios impulsaron estos núcleos en los Pirineos, como también ocurrió en Aragón y Cataluña. Al principio, los historiadores francos lo llamaron Reino de los Pamploneses o Reino de Pamplona. Más tarde, se conoció como Reino de Pamplona-Nájera.
En su época de mayor extensión, durante la Edad Media, el reino llegó hasta el océano Atlántico y se expandió más allá del río Ebro. Sus territorios incluyeron partes de las actuales comunidades de Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, País Vasco y regiones francesas. Las ciudades de Vitoria y San Sebastián fueron fundadas por el rey navarro Sancho VI el Sabio.
Al final, el reino se dividió en:
- La Navarra peninsular o Alta Navarra: Fue invadida en 1512 por Fernando el Católico y se unió a la Corona de Castilla. Se integró en la Monarquía Hispánica, pero mantuvo sus propias instituciones como reino. En 1530, el rey Carlos I de España decidió dejar la Baja Navarra. La Alta Navarra siguió siendo un reino dentro de España hasta 1841, cuando se convirtió en una provincia.
- La Navarra continental o Baja Navarra: Se unió a Francia a finales del siglo XVI. En 1620, se integró en la Monarquía francesa. Mantuvo sus propias instituciones hasta 1789, durante la Revolución francesa. Los reyes franceses de la familia Borbón usaron el título de "reyes de Francia y de Navarra".
El título del príncipe heredero de Navarra es Príncipe de Viana. Hoy en día, lo ostenta Leonor de Borbón y Ortiz, la hija y heredera del rey Felipe VI de España.
Los primeros años: Visigodos y Francos
Durante el tiempo en que se formó el reino visigodo en Hispania, hay poca información sobre los vascones. Algunos historiadores creen que los visigodos nunca los dominaron por completo. Otros pensaban lo contrario. La falta de datos ha creado leyendas, como la del Domuit vascones (dominó a los vascones), que parece ser una historia inventada.
Los vascones tuvieron una relación amistosa con los romanos. Los conflictos posteriores se explican por las rivalidades entre francos y visigodos. La dominación visigoda de Pamplona es un tema debatido. Aunque fue una sede importante de la iglesia visigoda, no está claro si hubo una dominación total o solo convivencia.
Aquitania y los vascones
En el año 632, el rey franco Dagoberto I apoyó a un noble visigodo. En 635, intentó sin éxito ocupar toda la "patria de Vasconia". Sin embargo, en 636, Dagoberto logró que los vascones juraran lealtad. Después de su muerte en 639, el poder franco se debilitó. Esto llevó a la formación de un ducado de Aquitania autónomo.
Durante los siglo VI y siglo VII, se cree que los vascones del norte cruzaron los Pirineos y ocuparon Aquitania, en la actual Francia. Su lengua influyó en el idioma romance que dio origen al gascón, y la región pasó a llamarse Gascuña.
La llegada musulmana y el Reino de Pamplona
Durante el invierno del 713, los ejércitos musulmanes llegaron al valle medio del Ebro. El conde visigodo Casio decidió someterse y convertirse al islam para mantener su poder. Así nació la familia de los Banu Qasi. Pamplona fue ocupada en 718 y tuvo que pagar tributo a los gobernadores musulmanes.
La derrota musulmana en la batalla de Poitiers en 732 debilitó su posición. Pero el gobernador Uqba reforzó la situación con una guarnición militar en Pamplona entre 734 y 741.
La Marca Hispánica de Carlomagno
La Marca Hispánica fue una zona de frontera militar del Imperio carolingio al sur de los Pirineos. Después de la conquista musulmana, este territorio fue controlado con guarniciones militares en lugares como Pamplona y Aragón. A finales del siglo VIII, los carolingios intervinieron en el noreste de la península con el apoyo de la gente de las montañas.
Los territorios recuperados de los musulmanes formaron la Marca Hispánica. Los más importantes fueron Pamplona, que se convirtió en reino a principios del siglo IX, y Aragón, que fue un condado independiente en 809.
La Batalla de Roncesvalles
Carlomagno aprovechó una rebelión en Zaragoza para intervenir en la Península. Atravesó el territorio vascón con su ejército y destruyó las defensas de Pamplona. Al llegar a Zaragoza, los rebeldes cambiaron de bando y Carlomagno tuvo que retirarse.
El 15 de agosto de 778, Carlomagno regresaba a su reino por el paso de Roncesvalles. Allí, grupos de vascones nativos, posiblemente impulsados por los hijos de Sulaymán, les tendieron una emboscada. Lanzaron rocas y dardos, causando una gran derrota a la retaguardia de su ejército, liderada por su sobrino Roldán. La Chanson de Roland (Cantar de Roldán) inmortalizó este evento.
El Reino de Pamplona: Un nuevo comienzo


El Reino de Pamplona es el nombre que algunos historiadores usan para la entidad política que surgió en la Alta Edad Media alrededor de la ciudad de Pamplona. Fue fundada por Íñigo Arista en el año 824, con el apoyo de sus aliados, la familia Banu Qasi. No hay un acuerdo total sobre cuántos reyes hubo o la extensión exacta de su territorio.
La familia de los Íñiguez terminó con Fortún Garcés. En el año 905, fue reemplazada por la familia de los Jiménez, que comenzó con Sancho Garcés I (905-925). Su reino se conoció como Reino de Pamplona o Navarra.
Pamplona fue una ciudad muy importante y rica para los cristianos. Era un punto clave de comunicación entre el mundo islámico al sur y la Europa cristiana al norte. También era parte del Camino de Santiago. Su neutralidad y buenas relaciones con los vecinos ayudaron a su prosperidad. Se comerciaban artesanías, instrumentos musicales, libros, armas, y productos como seda, lana y oro. Esta riqueza atrajo a los vikingos, que atacaron la ciudad en 858-859.
La amenaza constante en las tierras vasconas llevó al surgimiento de dos grupos importantes: los Íñigo, apoyados por los musulmanes, y los Velasco, apoyados por los francos. En 799, el gobernador de Pamplona fue asesinado. Los Íñigo pidieron ayuda a los Banu Qasi para recuperar el control. En 812, los francos tomaron Pamplona, pero en 816, los musulmanes la recuperaron. Íñigo Arista fue el primer rey de Pamplona hasta 851.
El gran crecimiento con Sancho III el Mayor
La primera familia real de Navarra (los Arista) fue reemplazada por la dinastía Jimena. Esta familia expandió el reino, añadiendo tierras de La Rioja y la Zona Media de Navarra. Bajo su gobierno, Navarra alcanzó su mayor extensión, tomando territorios de Al-Ándalus y de otros señoríos cristianos.
En 858, los vikingos subieron por el río Ebro y luego por el Aragón y el río Arga hasta Pamplona. Saquearon la ciudad y secuestraron al rey navarro García I Íñiguez. El rey fue liberado tras pagar un gran rescate. Después de esto, la alianza entre los Arista y los Banu Qasi se rompió, y García I se alió con el reino de Asturias.

El momento de mayor esplendor del reino fue con Sancho III el Mayor. Subió al trono entre los años 1000 y 1004. Heredó el reino de Navarra y el condado de Aragón. Bajo su mando, el reino cristiano de Nájera-Pamplona alcanzó su mayor tamaño, abarcando casi todo el norte de la península.

Sancho III vivía en Nájera y tenía relaciones con territorios más allá de los Pirineos. Su reinado coincidió con la crisis del mundo musulmán. Él buscó unir los estados cristianos.
En 1016, estableció las fronteras entre Navarra y el Condado de Castilla. Se casó con Munia, hija del conde de Castilla, lo que mejoró las relaciones. Tuvieron hijos como Fernando (Fernando I de Castilla) y Gonzalo.
Sancho III aprovechó las dificultades de otros condados para expandir su poder. También se opuso a la expansión del reino de León. A su muerte, el reino se dividió entre sus hijos, dando origen a los reinos de Aragón, Castilla y Navarra.
Durante el reinado de García Sánchez III (1035 - 1054) y su hijo Sancho Garcés, Navarra se separó de los reinos vecinos.
La unión con Aragón y su fin
En 1076, después del asesinato de Sancho IV, Pamplona y Aragón volvieron a unirse por casi 60 años. Esto ocurrió bajo los reinados de Sancho Ramírez (1076-1094), su hijo Pedro I (1094-1104) y el hermano de este, Alfonso I el Batallador (1104-1134). Durante este tiempo, se conquistó Tudela.

Tras la muerte de Alfonso I sin hijos en 1134, ni aragoneses ni navarros respetaron su testamento. Cada reino eligió un rey diferente, separándose las coronas de Pamplona y Aragón después de 50 años. En Navarra, le sucedió García Ramírez el Restaurador (1134-1150).

Al separarse de Aragón, Navarra se encontró sin posibilidad de expandirse. Estaba rodeada por los reinos de Castilla y Aragón, que eran mucho más poderosos. El territorio de Navarra se fue haciendo más pequeño.
En 1177, el rey Enrique II de Inglaterra actuó como mediador en un conflicto entre los reyes Alfonso VIII de Castilla y Sancho VI de Navarra. Se acordó que algunos territorios, como La Rioja, pasarían a Castilla. A cambio, Navarra recibiría Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado, además de dinero. Sin embargo, ninguna de las partes cumplió todo el acuerdo. Solo se respetó lo de La Rioja, que dejó de pertenecer a Navarra.
Los reinos de Castilla y Aragón querían repartirse Navarra. Firmaron varios tratados en el siglo XII con este objetivo.
La pérdida de Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado (1200)

Hacia el año 1200, a pesar de que Navarra había repoblado la zona y fundado ciudades como Vitoria y San Sebastián, Castilla logró el apoyo de grupos locales en el Duranguesado y en Álava. Esto ocurrió después de un largo asedio a Vitoria.
En cuanto a Guipúzcoa, se creía que se había unido a Castilla por negociación. Sin embargo, estudios recientes indican que, al igual que Vitoria, San Sebastián también fue conquistada por la fuerza.
Los grupos nobles de Guipúzcoa estaban divididos: los oñacinos apoyaban unirse a Castilla, y los gamboínos querían seguir con Navarra. Estos bandos también tenían el apoyo de grupos navarros: los beamonteses apoyaban a los oñacinos, y los agramonteses a los gamboínos.
Reorganización interna y nuevas dinastías
Los reyes del siglo XIII, después de la pérdida de parte de Navarra, se dedicaron a reconstruir y organizar el reino. También tuvieron que defenderse de los intentos de sus vecinos por repartírselo. A pesar de todo, el rey navarro Sancho VII el Fuerte participó en batallas importantes como la batalla de las Navas de Tolosa (1212).
La muerte de Sancho VII sin hijos llevó a que, durante casi dos siglos, reinaran en Navarra familias francesas (Champaña, Capetos y Évreux). Estas familias también tenían territorios en Francia y a veces descuidaron el gobierno de Navarra.
La ciudad de Pamplona estaba dividida en barrios independientes y enfrentados. El barrio de la Navarrería fue destruido por tropas francesas en 1276. Este conflicto se extendió por toda Navarra, y los franceses vencieron a los aliados castellanos, acercando Navarra a Francia.
La guerra entre facciones (1451)

A mediados del siglo XV, el reino de Navarra sufrió una crisis. La población se dividió en dos grupos principales: los beamonteses y los agramonteses.
Este fue un conflicto complejo. Aunque parecía una lucha entre nobles, también pudo haber diferencias entre las zonas de montaña y ribera. Esta situación llevó a un conflicto interno en 1441. Juan II de Aragón (rey de Aragón y casado con la reina de Navarra) se quedó con el trono en lugar de dárselo a su hijo, Carlos, príncipe de Viana, a quien le correspondía. Carlos fue capturado en 1452.
El conflicto continuó después de la muerte de Carlos en 1461 y de Juan II en 1479. Los beamonteses contaban con el apoyo de Castilla, mientras que los agramonteses tuvieron primero a Aragón y luego a Francia como aliados.
La población de Navarra disminuyó mucho entre 1450 y 1465, coincidiendo con los momentos más difíciles de este conflicto. A la pérdida de población se sumó una epidemia de peste entre 1504 y 1507. La población empezó a recuperarse a partir de 1530, después de la conquista de Navarra por Castilla y Aragón.
La expulsión de los judíos (1498)
A finales del siglo XV, el rey de Navarra, Juan III de Albret, ordenó la expulsión de los judíos que no quisieran convertirse al cristianismo. Esto ocurrió en un contexto similar al de otras monarquías de la península.
La conquista por Castilla y Aragón (1512)

Territorio incorporado a Castilla en 1463 | |
Dominios de la casa de Albret | |
Dominios de la casa de Foix | |
Reino de Navarra incorporado a Castilla en 1515 | |
Baja Navarra abandonada por Castilla en 1530 |
A finales del siglo XV, el rey de Aragón Fernando el Católico intervenía constantemente en los conflictos internos de Navarra, apoyando a los Beaumonteses. A principios del siglo XVI, los beaumonteses habían perdido el conflicto. Su líder había huido a Castilla. Esto llevó a que en 1512, el rey de Navarra firmara un acuerdo con Francia para obtener apoyo ante una posible agresión. Castilla y Aragón consideraron esto un acto de hostilidad.
Fernando el Católico inició la invasión el 10 de julio de 1512. El ejército, con más de 16.000 hombres, entró en Navarra desde Álava el 22 de julio. Estaba al mando de Fadrique Álvarez de Toledo y contaba con el apoyo del líder beaumontés.
El poderoso ejército se instaló cerca de Pamplona, una ciudad de entre 6.000 y 10.000 habitantes y con pocas defensas. La ciudad se rindió el 25 de julio. En otros lugares de Navarra, la resistencia fue mayor, como en Tudela. Los reyes navarros, Juan y Catalina, se refugiaron en sus tierras del Bearn y desde allí organizaron la resistencia.
La conquista de la Alta Navarra no terminó ahí. Catalina de Foix y Juan III de Albret, y luego Enrique II, apoyados por los reyes franceses, intentaron tres veces recuperar el reino.
El primer intento fue en noviembre de 1512. Un ejército de navarros, franceses y mercenarios entró en el reino. Varias ciudades se levantaron. Sitiaron Pamplona, pero el asalto fracasó. Las tropas franco-navarras se retiraron. En el puerto de Velate, la retaguardia fue sorprendida por fuerzas castellanas, sufriendo una derrota.
El segundo intento fue en 1516, aprovechando la muerte de Fernando el Católico. El ejército navarro fue derrotado. Para evitar más problemas, el cardenal Cisneros, que gobernaba Castilla, ordenó destruir todas las fortalezas, excepto las estratégicas y las de los aliados.
Después de los intentos militares fallidos, se buscaron soluciones diplomáticas, pero no tuvieron éxito. Así, los reyes navarros, con el apoyo de Francia, hicieron un último intento en 1521.
Aprovechando un conflicto en Castilla, un ejército navarro-gascón reconquistó toda Navarra. Sin embargo, el ataque se retrasó. El ejército navarro-gascón intentó entrar en Logroño, lo que dio tiempo al ejército castellano para reorganizarse. El 30 de junio de 1521, se enfrentaron en una dura batalla de Noáin, cerca de Pamplona, donde hubo muchas bajas. Después de esta derrota, los restos del ejército se dispersaron. Algunos resistieron en el castillo de Maya hasta 1522 y en la fortaleza de Fuenterrabía hasta 1524. En 1523, Carlos I perdonó a los rebeldes, pero excluyó a algunos nobles. Para la caída de Fuenterrabía, decretó un nuevo perdón, incluyendo a los excluidos, a cambio de su lealtad. Así terminaron los intentos de recuperar la independencia de la Alta Navarra. La inestabilidad en la Baja Navarra hizo que Carlos I la abandonara definitivamente en 1530, y el rey de Navarra, Enrique II, mantuvo la independencia de esa parte del reino.

A pesar de los intentos de reconquista, Fernando el Católico trabajó para unir Navarra a sus dominios. En 1513, las Cortes de Navarra, con solo la asistencia de los beaumonteses, nombraron a Fernando el Católico rey de Navarra. El 7 de julio de 1515, las Cortes de Castilla en Burgos, sin navarros presentes, unieron el Reino de Navarra al de Castilla. El nuevo rey prometió respetar las leyes propias del reino.
Los reyes posteriores siguieron jurando las leyes navarras. Sin embargo, a partir del siglo XVIII, estas leyes fueron atacadas y finalmente abolidas en el siglo XIX. Fernando el Católico también tuvo a su favor que el papa Julio II excomulgó a los reyes de Navarra, acusándolos de tener relación con el protestantismo y de aliarse con el rey francés.
En 1516, el cardenal Cisneros ordenó eliminar las defensas de Navarra, ya que el ejército castellano no podía defender todos los castillos. Navarra llegó a tener más de cien castillos, pero muy pocos quedan en pie hoy.

Después de un control irregular de la Baja Navarra, Carlos V decidió abandonar el territorio en 1528 por su difícil defensa. En esta parte del reino de Navarra, la familia Albret-Foix continuó reinando. Esta familia se unió a la de Borbón, que llegó a reinar en Francia. Aunque sus dominios en el Bearne eran mayores, los territorios navarros les daban la dignidad real.
En 1620, Luis XIII publicó un edicto que unía el Reino de Navarra a la Corona de Francia, pero manteniendo las leyes y derechos de sus habitantes. En 1789, con la Revolución francesa, se abolieron todos los privilegios de los territorios de la monarquía. El título de reyes de Francia y Navarra fue suprimido. En 1790, se creó el departamento de Pirineos Bajos (actualmente Pirineos Atlánticos), que incluía la Baja Navarra.
Desde ese momento, la actual Navarra peninsular se integró en la Monarquía Hispánica. No hubo grandes problemas y permaneció con la Corona castellana. Sin embargo, Navarra se fue convirtiendo en un reino olvidado y cada vez más alejado de los centros de poder. La familia Habsburgo estableció la figura de un virrey en Pamplona, y las cortes del reino siguieron siendo muy activas.
Durante la guerra de sucesión española, Navarra apoyó al duque de Anjou (futuro Felipe V). Por eso, al final del conflicto, Navarra, al igual que las provincias vascas, conservó sus leyes especiales, a diferencia de los reinos de la Corona de Aragón.
La nueva familia real, los Borbones, era más centralista. Por eso, el sistema de leyes especiales de Navarra fue cuestionado varias veces por el gobierno.

El 14 de noviembre de 1833, los rebeldes carlistas eligieron a Tomás de Zumalacárregui como su líder.
El general Maroto, al mando de las tropas carlistas del Norte, y el general Espartero, representante del gobierno de Isabel II, firmaron un acuerdo el 29 de agosto de 1839. Este acuerdo puso fin a la primera guerra carlista (1833-1840) en el norte de la península. Se confirmó con el famoso "Abrazo de Vergara" entre Maroto y Espartero el 31 de agosto.
En este acuerdo, también se decidió eliminar algunas leyes especiales para adaptarlas a la constitución de 1837. El gobierno liberal quería suprimir estas leyes, considerándolas privilegios antiguos. Por ello, los liberales de la Diputación Provincial negociaron con el gobierno central para eliminar casi todos los privilegios.
Así, en 1841, mediante la Ley de Modificación de Fueros de Navarra, después llamada Ley Paccionada Navarra, el Reino de Navarra dejó de existir. Pasó a ser una "provincia foral", perdiendo su soberanía en favor de España. Con esto, perdió privilegios como la exención del servicio militar y la acuñación de moneda propia. Las aduanas se trasladaron del Ebro a los Pirineos. Sin embargo, la provincia mantuvo una gran autonomía fiscal y administrativa.
El nombre "Paccionada" significa que su promulgación fue "pactada" con la Diputación Provincial. Este proceso fue criticado por Ángel Sagaseta de Ilurdoz Garraza, el último representante de las Cortes del Reino.
En 1893, un ministro intentó suprimir la autonomía fiscal de la Ley Paccionada. Esto provocó una reacción popular e institucional conocida como la «Gamazada». Esta norma no se aplicó porque el ministro renunció por otras razones.

En la Navarra medieval, se hablaban varios idiomas. Los expertos creen que el territorio no era unilingüe antes de la llegada de los romanos.
El euskera era la lengua de la vida familiar y las relaciones privadas. No se usaba mucho en la vida pública, donde predominaba el latín y luego el romance. Cuando se escribían documentos públicos, el euskera se dejaba de lado.
Además del latín medieval, que se usaba en toda Europa occidental, y el occitano, en Navarra había dos idiomas principales: el vascuence y el romance. También había pequeños grupos de mozárabes, árabes y judíos que hablaban sus propias lenguas.
La mayoría de los documentos medievales de Navarra, tanto públicos como privados, están escritos en romance navarro.
Aunque faltan estudios completos, se cree que en algunas zonas, especialmente en las montañas y valles aislados, la mayoría de la gente hablaba alguna de las variantes del vascuence (como el roncalés o el salacenco). En otras zonas y en las grandes ciudades, eran comunes diferentes variantes de lenguas romances. Es probable que el poliglotismo (hablar varios idiomas) fuera común para la administración y el comercio.
El vasco seguía siendo el idioma principal entre la gente del campo. Sin embargo, a pesar de su uso extendido, rara vez se escribía.
El romance navarro evolucionó de la tradición cultural latina. Su desarrollo fue influenciado por la existencia del Reino de Pamplona y su convivencia con el vascuence.
Los primeros escritos de esta lengua se encuentran en las Glosas Emilianenses del siglo XI. El romance navarro fue adoptado como lengua oficial de la Cancillería Real de Navarra desde 1223, dejando el latín para documentos más formales. En las ceremonias de coronación de los reyes en la Catedral de Pamplona, los representantes del reino exigían que se hablara en romance navarro.
Esta variante romance fue imponiéndose al occitano en la escritura. Al final de la Edad Media, se fusionó con el castellano. Al norte de los Pirineos, en la Baja Navarra, los textos administrativos se escribían en romance navarro y en gascón.
Algunos expertos, como Ramón Menéndez Pidal, hablaron de un "Idioma navarro-aragonés". Sin embargo, otros filólogos consideran que esta terminología es imprecisa.
El navarro compartió al principio el mismo origen lingüístico con el aragonés, el navarroaragonés, una lengua iberorromance. Pero con el tiempo, el navarro desarrolló su propia identidad y, de forma natural, entre los siglo XV y siglo XVI, se unió con el castellano.
El aragonés todavía se habla en algunas zonas pequeñas de los Pirineos.
La Reconquista, o expansión del Reino de Navarra, llevó consigo el idioma por todo el territorio conquistado. La unión de los condados aragoneses al Reino de Navarra influyó mucho en la lengua de los territorios de la Corona de Aragón y en el castellano.
Más información
- Cámara de Comptos de Navarra
- Conquista de Navarra
- Cortes de Navarra
- Guerra civil de Navarra
- Lista de monarcas de Navarra
- Navarra
- Vascones
- Valle del Ebro
- Historia de Navarra
Véase también
En inglés: Kingdom of Navarre Facts for Kids