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Carlos de Viana para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Carlos de Viana
Príncipe de Viana y de Gerona
Princep carles de viana.jpg
Royal Coat of Arms of Navarre (1425-1479).svg
Rey de Navarra
(de iure)
1 de abril de 1441 - 23 de septiembre de 1461
(desde 1451 contra Juan II, rey de facto de Navarra)
Predecesor Blanca I de Navarra
Sucesor Blanca II de Navarra (de jure)
Información personal
Nacimiento 29 de mayo de 1421
Peñafiel, Corona de Castilla
Fallecimiento 23 de septiembre de 1461
Barcelona, Corona de Aragón
Familia
Casa real Casa de Trastámara
Padre Juan II de Aragón
Madre Blanca I de Navarra
Consorte Inés de Cléveris (m. 1439 - viud. 1448)
Hijos Ana de Navarra (ilegítima)
Felipe de Viana (ilegítimo)

Carlos de Viana (nacido en Peñafiel, Castilla, el 29 de mayo de 1421 y fallecido en Barcelona, el 23 de septiembre de 1461) fue un importante príncipe de Aragón y de Navarra. También fue conocido como Príncipe de Viana (desde 1423 hasta 1461) y Príncipe de Gerona (desde 1458 hasta 1461). Además, tuvo los títulos de Duque de Gandía (1439-1461) y de Montblanch (1458-1461). Fue considerado rey de Navarra con el nombre de Carlos IV (1441-1461), aunque su padre también reclamaba el trono.

Carlos de Viana era hijo de Juan II de Aragón, quien más tarde sería rey de Aragón, y de la reina Blanca I de Navarra. Es recordado principalmente por los conflictos que tuvo con su padre por el trono de Navarra. También fue una figura importante en el mundo de la cultura y las artes, apoyando a artistas y escritores.

Los historiadores lo describen como una persona valiente al defender sus derechos en Navarra. Era generoso y humilde en Cataluña, especialmente cuando su salud empeoró. No fue un político o un hombre de acción, sino más bien un humanista. Le gustaba la música, la poesía y escribió una obra histórica llamada Crónica de Navarra.

Según otro historiador, Carlos era un hombre que buscaba la paz, un poco tímido y sensible. Era fácil de influenciar por quienes lo rodeaban, pero creía firmemente en la justicia de su causa. Tenía un gran sentido del deber, pero esto chocaba con el respeto y la obediencia que sentía por su padre.

Vida del Príncipe Carlos de Viana

Sus primeros años y educación

Archivo:Torredelaatalaya
En el palacio de Olite se educó el príncipe Carlos de Viana.

Carlos de Viana nació en la fortaleza de Peñafiel, en Castilla. Fue educado en el Palacio Real de Olite, en Navarra, bajo el cuidado de su abuelo, Carlos III el Noble. El 11 de junio de 1422, fue reconocido como el futuro heredero de la corona de Navarra. Al año siguiente, su abuelo creó para él el título de Príncipe de Viana.

Su educación fue muy completa. Aprendió a practicar deportes como el remo, la caza y la equitación. También estudió literatura y cómo administrar los asuntos del reino.

Un historiador describe su educación como variada y completa. Sabía francés y algunas de sus cartas en Italia las escribió en italiano o catalán. Le gustaba la música y aprendió a dibujar. Durante su tiempo en Italia, conoció el Renacimiento y estudió a los autores latinos y griegos. Tenía una gran colección de libros y medallas. También recibió formación militar, como era común para los caballeros de su época. Le encantaban la caza y los caballos, y tenía afición por los animales salvajes. Le gustaban los trajes lujosos, las joyas y los muebles elegantes. Su educación fue muy buena en lo moral e intelectual, pero menos en lo político, lo que no le ayudó en los conflictos de su vida.

En 1439, se casó con Inés de Cleves. Su padre le dio el Ducado de Gandía, un territorio en el Reino de Valencia.

El conflicto por la sucesión al trono

Archivo:Chuan II d'Aragón
Juan II de Aragón siempre quiso mantener el control de la Corona navarra.

En mayo de 1441, su madre, la reina Blanca I de Navarra, falleció. Esto causó un gran problema sobre quién debía heredar el trono de Navarra. Según el acuerdo de matrimonio de sus padres, los derechos a la corona de Navarra pasarían a Carlos después de la muerte de su madre. Sin embargo, el testamento de doña Blanca decía que Carlos no debía usar el título de rey sin el permiso de su padre, para mantener el honor familiar. Blanca I pensó que esto traería paz, pero solo causó un gran conflicto entre padre e hijo.

Su padre, Juan II, no quiso renunciar al título de rey de Navarra. Nombró a Carlos como su representante en el reino, pero el problema de quién era el verdadero rey no se resolvió. Carlos de Viana dejó claro que actuaba por su propio derecho como heredero, no por el poder de su padre.

La situación empeoró cuando Juan II se casó con Juana Enríquez en 1447. Los seguidores de Carlos de Viana pensaron que este matrimonio anulaba cualquier derecho que Juan II pudiera tener sobre Navarra.

El conflicto se hizo más complicado por la rivalidad entre dos grupos de nobles navarros: los beaumonteses y los agramonteses. Carlos de Viana apoyaba a los beaumonteses, mientras que los agramonteses apoyaban a su padre, Juan II.

En 1450, Juan II se instaló en Olite y empezó a actuar como rey, nombrando a sus propios hombres en puestos importantes y anulando las decisiones de Carlos. Esto enfadó a los beaumonteses, quienes buscaron el apoyo del rey de Castilla, Juan II de Castilla. Aunque hubo algunos enfrentamientos, padre e hijo se reconciliaron en mayo de 1451.

Sin embargo, esta paz no duró. Carlos de Viana se alió con el rey de Castilla contra su padre. Esto hizo imposible una nueva reconciliación.

La Guerra Civil de Navarra

El enfrentamiento principal ocurrió el 23 de octubre de 1451 en la batalla de Aybar. Carlos de Viana y sus seguidores fueron derrotados, y él fue hecho prisionero. Estuvo encarcelado en Aragón y llegó a un acuerdo con su padre en 1453 para compartir el gobierno de Navarra. Pero al ser liberado, Carlos no cumplió el acuerdo y volvió a aliarse con los beaumonteses.

Hubo una tregua de un año en 1454, pero no sirvió para que padre e hijo se reconciliaran. Cuando la tregua terminó, los beaumonteses reanudaron la lucha. Juan II, cansado de la situación, decidió quitarle a Carlos y a su hermana Blanca II de Navarra sus derechos a la corona de Navarra. Se los cedió a su tercera hija, Leonor I de Navarra, casada con Gastón IV de Foix. Esto ocurrió en Barcelona el 3 de diciembre de 1455.

Los beaumonteses siguieron defendiendo los derechos de Carlos de Viana. Carlos decidió buscar apoyo fuera de Navarra, en Francia y en la corte de su tío, el rey Alfonso el Magnánimo, en Nápoles. Aunque Carlos se fue en 1456, los beaumonteses lo proclamaron rey de Navarra el 16 de marzo de 1457, pero esta proclamación tuvo poco efecto.

Carlos de Viana llegó a Nápoles en marzo de 1457. Allí aceptó que su tío, Alfonso el Magnánimo, mediara en el conflicto con su padre. Se firmó una tregua de seis meses entre los dos bandos en Navarra. Sin embargo, Alfonso el Magnánimo murió en junio de 1458, y el conflicto no se resolvió.

Tras la muerte de su tío, Carlos de Viana fue a Sicilia. El Parlamento siciliano lo apoyó y pidió a Juan II, que ahora era rey de Aragón, que nombrara a Carlos como virrey de Sicilia. Pero Juan II no aceptó y le ordenó a su hijo que regresara. Carlos obedeció y volvió a Mallorca en agosto de 1459, esperando una reconciliación.

Reconciliación, prisión y fallecimiento

En enero de 1460, se llegó a un acuerdo de reconciliación llamado la Concordia de Barcelona. Carlos de Viana prometió devolver a su padre las tierras de Navarra que aún controlaban sus seguidores. A cambio, recibió el perdón y recuperó el principado de Viana, pero se le prohibió vivir en Navarra o Sicilia. No se le reconoció como el "primogénito" (el primer hijo y heredero principal) de Aragón.

Carlos de Viana entró triunfalmente en Barcelona en marzo de 1460. En mayo, se encontró con su padre en Igualada. La reconciliación fue solo superficial. Carlos, al no ser reconocido como primogénito, buscó una alianza con el rey de Castilla, Enrique IV de Castilla, para casarse con su hermana, la infanta Isabel, que entonces tenía nueve años.

Archivo:La prisión del Príncipe de Viana - Tomás Muñoz Lucena
La prisión del Príncipe de Viana (1888) de Tomás Muñoz Lucena (Museo de Bellas Artes de Córdoba)

Juan II se enteró de estos planes y ordenó la detención de Carlos de Viana en Lérida el 2 de diciembre de 1460. También fue arrestado su consejero principal. Esta decisión, influenciada por la reina Juana Enríquez, causó un gran revuelo.

La detención de Carlos de Viana reavivó la guerra civil de Navarra y provocó un levantamiento en Cataluña. Fue liberado el 25 de febrero de 1461 y regresó a Barcelona el 12 de marzo, donde fue recibido con gran entusiasmo. Esto no impidió un nuevo levantamiento de los beaumonteses. Juan II tuvo que negociar un acuerdo con los catalanes, que se firmó en junio como la Capitulación de Vilafranca. En este acuerdo, Carlos de Viana fue nombrado Lugarteniente General de Cataluña y se le reconoció su primogenitura el 31 de julio.

Sin embargo, dos meses después, el 23 de septiembre de 1461, el príncipe de Viana falleció en Barcelona. Durante los tres meses que fue lugarteniente, su poder real fue limitado. Estaba enfermo y se sentía afligido por la desconfianza de los nobles catalanes. También tenía problemas económicos.

Archivo:Muerte del príncipe de Viana
Muerte del príncipe de Viana (1887) de Vicente Poveda y Juan.

Se llegó a decir que su muerte fue causada por veneno de su madrastra, pero los historiadores afirman que esta acusación no tiene fundamento. Su salud siempre fue delicada, y las prisiones y emociones de los últimos meses la debilitaron. Su muerte se atribuye a una tuberculosis avanzada, según la autopsia.

La noticia de su muerte causó una gran conmoción en Barcelona. Carlos de Viana se convirtió en una figura casi mítica, a quien la gente llamaba "sant Karles de Catalunya".

En su testamento, dejó dinero a sus hijos nacidos fuera del matrimonio y el reino de Navarra a su hermana Blanca II de Navarra, siguiendo el deseo de su madre.

Familia y descendencia

Archivo:Escudo Carlos de Viana
Escudo de Carlos de Viana, con las armas heredadas de su padre.

Carlos de Viana se casó con Inés de Cleves el 30 de septiembre de 1439 en el castillo de Olite. Inés era hija del duque Adolfo I de Cléveres. Ella falleció en 1448, nueve años después de casarse, sin haber tenido hijos con Carlos.

El príncipe de Viana no volvió a casarse, aunque hubo varios planes de matrimonio que no se concretaron. Uno de ellos fue con la infanta Isabel, hermana de Enrique IV de Castilla, quien más tarde sería Isabel la Católica. Su padre, Juan II, no quería este matrimonio porque le daría demasiado poder a Carlos.

En 1451, se comprometió con Leonor de Velasco, pero el matrimonio no se llevó a cabo. Ella se hizo monja.

Archivo:San Juan de la Peña
Juan Alfonso de Navarra, hijo de Carlos de Viana, fue abad del monasterio de San Juan de la Peña.

Carlos de Viana tuvo hijos nacidos fuera del matrimonio:

  • Ana (1451-1477), con María de Armendáriz. Se casó con Luis de la Cerda y de la Vega.
  • Felipe (1456-1488), con Brianda de Vega. Fue conde de Beaufort y arzobispo de Palermo, aunque no ejerció este último cargo.
  • Juan (1459-1529), con una mujer llamada Cappa. Fue abad de San Juan de la Peña y obispo de Huesca.

Antes de su muerte, sus amigos le sugirieron que se casara con Brianda para que Felipe fuera su heredero. Sin embargo, Carlos pensó que esa herencia sería una carga muy pesada para el niño y solo continuaría las luchas. Por eso, prefirió dejar el reino de Navarra a su hermana Blanca.

¿Cómo era Carlos de Viana?

Físicamente, Carlos de Viana tenía el pelo castaño claro, ojos grises, nariz larga y recta, cara pálida y delgada, y era un poco más alto que el promedio. Se le describía como un príncipe casi perfecto. Era culto y amable, le gustaba la música y la literatura.

El capellán del rey Alfonso el Magnánimo lo describió como muy hermoso, sabio, inteligente, un gran trovador, buen músico, bailarín y jinete. Era muy culto y siempre le gustó estudiar. Era un cristiano devoto y amable con todas las personas.

Otro cronista lo describió como de estatura media o un poco más alta, con una cara delgada y una expresión seria y melancólica. Era generoso y le encantaba la música. Disfrutaba de la compañía de personas cultas y estudiaba todo tipo de temas, especialmente filosofía y teología. También tenía talento para las artes manuales, como la pintura.

Su escudo personal mostraba dos perros de caza peleando por un hueso. Esto simbolizaba la disputa entre los reyes de Francia y Castilla por el control de Navarra, junto con el lema en latín "Utrimque roditur", que significa "Por todas partes me roen".

Sus escritos y apoyo a la cultura

Archivo:El príncipe don Carlos de Viana, Museo del Prado
El príncipe don Carlos de Viana, por José Moreno Carbonero (1881), Museo del Prado.

Después de ser derrotado en la batalla de Aybar en 1451 y ser encarcelado, el Príncipe de Viana comenzó a escribir la Crónica de los Reyes de Navarra. La terminó en 1454. En esta obra, cuenta la historia de la monarquía navarra desde sus inicios hasta la coronación de su abuelo, Carlos III.

Durante su estancia en la corte de Nápoles (1457-1458), en un ambiente muy intelectual, Carlos de Viana tradujo al castellano una obra de Aristóteles, la Ética a Nicómaco, a partir de una versión en latín. Dedicó esta traducción a su tío Alfonso el Magnánimo. Su objetivo era unir la filosofía antigua con la fe cristiana.

También escribió la Epístola a los valientes letrados de España, donde intentaba convencer a los intelectuales de su época de que armonizaran las ideas de Aristóteles con la fe cristiana.

Carlos de Viana también mantuvo correspondencia con Joan Roís de Corella, donde debatían sobre temas importantes como el amor.

Su papel como mecenas

Carlos de Viana fue un príncipe muy conectado con el arte, lo que significa que también fue un mecenas. Un mecenas es alguien que apoya y protege a artistas y escritores.

Aunque la figura de Carlos no siempre ha recibido la mayor atención histórica, su influencia en el arte se ve en obras como el retrato de José Moreno Carbonero de 1881. Este cuadro lo muestra en su biblioteca, destacando su pasión por la cultura y el arte, incluyendo la música, la pintura, la poesía y la literatura en general. Por esto, se le considera un promotor del humanismo en los reinos hispanos.

Influencias en su pensamiento

El príncipe de Viana se interesaba más por la prosa y los discursos de filósofos como Aristóteles, Séneca y Esopo, así como las cartas de Cicerón. Su biblioteca, según un inventario conservado, tenía una gran colección de obras filosóficas, incluyendo varias copias de la Ética de Aristóteles y muchos libros de teología, como Biblias y el Nuevo Testamento en griego. También tenía obras clásicas y medievales, tanto en latín como en otras lenguas.

Su traducción de la Ética de Aristóteles se basó en la versión latina de Leonardo Bruni, que era la más adecuada para el humanismo del Renacimiento. En sus propias notas, Carlos incluyó ideas de Santo Tomás y otros textos medievales. También citó esta traducción en su Crónica de los Reyes de Navarra para justificar su postura política a favor de la verdad.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Charles, Prince of Viana Facts for Kids

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Carlos de Viana para Niños. Enciclopedia Kiddle.