Agramonteses para niños
Los agramonteses fueron un grupo importante de nobles y sus seguidores en el antiguo Reino de Navarra. Eran rivales de otro grupo llamado los beamonteses. Ambos bandos tuvieron un papel clave en la guerra civil de Navarra, un conflicto que surgió después de la muerte de la reina Blanca I de Navarra en 1441.
La guerra civil comenzó por una disputa sobre quién debía gobernar Navarra. Por un lado estaba Juan II de Aragón, quien era rey consorte de Navarra (esposo de la reina Blanca), y por otro, su hijo, Carlos de Viana. Los agramonteses apoyaron a Juan II. Más tarde, cuando Juan II quiso que su hija Leonor (casada con Gastón IV de Foix) fuera la heredera en lugar de Carlos de Viana, los agramonteses se mantuvieron leales a los intereses de la familia de Leonor.
Sin embargo, años después, los beamonteses apoyaron a Fernando el Católico, hijo de Juan II, en la conquista de Navarra contra los agramonteses.
Los agramonteses y los beamonteses también tenían alianzas con otros grupos poderosos, especialmente con los que participaron en las guerras de bandos en el País Vasco y Cantabria. Los agramonteses se unieron a los gamboínos, mientras que los beamonteses se aliaron con los oñacinos.
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Historia de los Agramonteses y Beamonteses
Después de un tiempo de dificultades durante el reinado de Carlos II de Navarra (1343-1387), el reinado de Carlos III de Navarra (1387-1425) trajo un periodo de recuperación para Navarra. Sin embargo, no se pudo eliminar una antigua división en el reino. Existía una diferencia entre la zona de la Montaña (en los Pirineos), donde la gente se dedicaba al pastoreo y a los bosques, y la zona del Llano (hacia el río Ebro), que era más rica gracias a la agricultura.
La gente de la Montaña hablaba euskera y se consideraba fundadora del reino, creyendo que tenían derecho a gobernarlo. El Llano, en cambio, tenía ciudades importantes como Tudela y Estella, y estaba más abierto a la influencia de los reinos de Aragón y Castilla.
Origen de la rivalidad entre agramonteses y beamonteses
Durante el reinado de Carlos III, conocido como Carlos el Noble, surgió la rivalidad entre las dos grandes familias nobles: los agramonteses y los beamonteses. Esta división se relacionaba con la diferencia entre la Montaña y el Llano. Los beamonteses tenían sus principales apoyos en la Navarra pirenaica, mientras que los agramonteses los tenían en el Llano, en zonas como Estella, Olite y Tudela.
Los agramonteses tuvieron su origen en Leonel de Navarra, un hijo del rey Carlos II. Carlos III le dio tierras en la Ribera del Ebro y le concedió importantes cargos en el gobierno. El hijo de Leonel, Felipe, fue nombrado mariscal del reino en 1428. Cuando Felipe falleció en 1450, su hijo Pedro de Navarra y su tío materno Pierres de Peralta tomaron el liderazgo de los agramonteses.
El apoyo de los agramonteses a la Corona
Los agramonteses siempre apoyaron a quienes estaban en el poder de la corona. Primero, apoyaron a Juan II, y después, a los reyes Catalina de Foix y Juan de Albret.
Fernando el Católico, quien era regente de Castilla tras la muerte de Isabel I, aprovechó esta guerra y su alianza con los beamonteses para conquistar el Reino de Navarra en 1512. Gracias a la ayuda de los beamonteses, la conquista se realizó en poco tiempo. Después de la conquista, los navarros agramonteses fueron los más afectados por las consecuencias.
Una curiosidad de esta guerra es que Fernando el Católico, a quien los beamonteses apoyaron, era hijo de Juan II, el rey que los agramonteses habían apoyado inicialmente. Otra curiosidad es que quienes al principio lucharon por un rey aragonés (Juan II) fueron luego los que más lucharon por mantener la independencia del Reino de Navarra.
Intentos de recuperar el reino
Después de la conquista, hubo tres intentos por parte de los agramonteses, con apoyo de los franceses, para recuperar el reino. Estos intentos ocurrieron en 1512, 1516 y 1521. En el último intento, en 1521, también hubo una gran participación de beamonteses.
En el intento de 1516, el líder de los agramonteses, el Mariscal Pedro de Navarra, fue capturado en el Roncal. Fue encarcelado y, el 24 de noviembre de 1522, apareció sin vida en su prisión.
En el intento de 1521, las tropas navarras agramontesas, aliadas con las francesas, contaron con la colaboración de la población beamontesa. Por ejemplo, en Pamplona, la gente se levantó en apoyo. Se logró liberar casi todo el Reino de Navarra. Sin embargo, más tarde, en la batalla de Noáin, cerca de Pamplona, las tropas castellanas recuperaron el control del reino. Aún hubo algunos puntos de resistencia, como el Castillo de Maya hasta 1522 y Fuenterrabía hasta 1524.
También se ocupó la Baja Navarra, aunque no se estableció un control total. En 1528, Carlos I renunció oficialmente a la Baja Navarra.