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Historia del comunismo para niños

Enciclopedia para niños

La historia del comunismo está muy relacionada con las ideas de los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels en el siglo XIX. Ellos imaginaron una sociedad ideal donde los medios de producción (como fábricas y tierras) fueran de todos, no de personas individuales. Creían que esto sería posible cuando la humanidad pudiera producir mucho más de lo necesario. Sin embargo, la idea de una sociedad basada en la propiedad común ya existía desde la Antigüedad clásica. Su forma moderna, como un movimiento político de muchas personas, surgió en Europa con los movimientos de trabajadores durante la Revolución industrial.

En el siglo XIX, el comunismo se convirtió en una idea política importante gracias a Marx, quien desarrolló el Marxismo, y a Engels. Ellos vieron el comunismo moderno como el resultado de una gran transformación social, donde los trabajadores (el proletariado) buscarían cambiar el sistema dominado por los dueños de empresas (la burguesía).

La primera vez que un Partido Comunista llegó al poder fue en la Revolución rusa de 1917. El marxismo-leninismo se convirtió en la principal forma de comunismo en la política mundial, impulsado por Lenin. Más tarde, surgieron otras ideas comunistas, como el Maoísmo, que destacaba el papel de los campesinos como los principales agentes de la transformación social.

Orígenes del pensamiento comunista

El término "comunismo" como lo conocemos hoy se refiere a ideas modernas. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido grupos y sociedades que practicaban formas de compartir la riqueza, tener propiedades en común o permitir que el pueblo gobernara. Aunque estos principios de organización social tenían orígenes diferentes, algunos los ven como antecedentes del comunismo.

Las ideas de Platón sobre la comunidad

Una de las primeras descripciones de una sociedad con ideas similares al comunismo se encuentra en el libro La República del filósofo griego Platón.

Lo que se conoce como el comunismo platónico proponía limitar mucho la familia y educar a los niños de forma colectiva. También sugería que toda la propiedad privada estuviera bajo el control de la ciudad. Platón pensó en estas ideas principalmente para los líderes de la sociedad, con el objetivo de evitar la corrupción que era común en los gobiernos de su tiempo. En resumen, Platón buscaba un gobierno sin corrupción a través de estas ideas.

El comunismo en el cristianismo primitivo

Los primeros cristianos practicaban la idea de compartir sus bienes. El Nuevo Testamento no lo ordena ni lo prohíbe. Algunos pensadores cristianos tenían diferentes opiniones sobre esto.

La comunidad es muy importante en el cristianismo. Los creyentes buscan formar una comunidad de personas y también de bienes, quizás con un enfoque más humano que materialista.

Todos los creyentes estaban unidos y ponían en común todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y sus objetos de valor, compartiendo todo su dinero, y cada uno recibía lo que necesitaba. Cada día, de un solo corazón, se reunían con cuidado en el templo. Compartían el pan en sus casas, comían su alimento con alegría y con un corazón sencillo.

La frase “Y cada uno recibe lo que es necesario para él” es importante, porque Marx también propuso que una sociedad comunista se basaría en el principio de “de cada uno según sus capacidades” a “cada uno según sus necesidades”.

Nadie decía: “¡esto me pertenece!”, sino que lo ponían todo en común. (...) entre ellos, a nadie le faltaba nada. En efecto, todos los que tenían campos o casas los vendían, aportaban el dinero de lo que vendieron y se lo daban a los apóstoles. Luego, distribuían el dinero, y cada uno recibía lo que necesitaba. Había así un cierto José, un levita nacido en Chipre. Los apóstoles le llamaban Bernabé, lo que significa "el hombre que anima". Tenía un campo, lo vendió, aportó el dinero y se lo dio a los apóstoles.

Una diferencia clave entre las ideas cristianas y las marxistas es que el cristianismo se basa en valores individuales y religiosos para una sociedad justa. El marxismo, en cambio, propone cambiar el sistema económico y social para lograr una sociedad ideal. La Iglesia Católica, desde mediados del siglo XIX, desarrolló su doctrina social como respuesta a las ideas socialistas, reconociendo que las enseñanzas cristianas también tienen un modelo social.

Algunos cristianos se unieron al marxismo, por ejemplo, a través de la teología de la liberación, una idea que la Iglesia Católica acepta en gran parte, aunque con reservas sobre su origen marxista.

Durante la Reforma Protestante, algunas corrientes espirituales encontraron apoyo en los campesinos, lo que llevó a revueltas como la guerra de los campesinos alemanes. El anabaptismo fue muy popular entre las clases humildes, proponiendo una sociedad más justa y con menos diferencias sociales, basándose en las enseñanzas de la Biblia.

En el siglo XVI, el político y escritor inglés Santo Tomás Moro imaginó una sociedad basada en la propiedad común y los valores cristianos en su libro Utopía, donde los líderes gobernaban con la razón.

Otros pensadores antes de Marx

Algunos filósofos de la Ilustración en el siglo XVIII, como Jean Jacques Rousseau, criticaron la idea de la propiedad privada. Rousseau, influenciado por el movimiento jansenista dentro de la Iglesia Católica, buscaba reformar la Iglesia y detener la corrupción. Socialistas utópicos como Robert Owen también fueron considerados a veces como comunistas.

Maximilien Robespierre, líder de la Revolución Francesa, fue admirado por algunos comunistas por su intento de eliminar a la nobleza. Robespierre era un gran admirador de Rousseau.

Las Cocteleras del siglo XVIII practicaban el comunalismo como una forma de comunismo religioso.

Algunos creen que sociedades con características comunistas también existieron fuera de Europa, como el Imperio incaico. Su organización, el ayllu, se basaba en la propiedad comunal y la distribución de la tierra. Las ideas indigenistas, influenciadas por el marxismo, ven un tipo de comunismo primitivo en esta sociedad y en otras formas de organización tribal antes de la llegada de los europeos. Algunas tribus en Norteamérica y Sudamérica aún mantienen este sistema hoy en día.

Karl Marx pensaba que el comunismo era el estado original de la humanidad, del cual surgieron otras formas de sociedad como la clásica, el feudalismo y el capitalismo. Él propuso que el siguiente paso en la evolución social sería inevitablemente un regreso al comunismo. A medida que avanzaba la Revolución industrial, los críticos del capitalismo lo culparon de crear una clase de trabajadores urbanos pobres que vivían en condiciones difíciles, lo que aumentaba la diferencia entre ricos y pobres.

Marx, Engels y el Manifiesto Comunista

Archivo:Karl Marx
Karl Marx, una figura clave en el desarrollo del comunismo moderno.

Aunque Marx estudió muchos temas, su gran fama viene de su análisis de la historia como una serie de conflictos entre diferentes grupos sociales, resumido en la famosa introducción del Manifiesto Comunista:

“La historia de toda la sociedad hasta ahora existente es la historia de conflictos entre grupos sociales

El Manifiesto Comunista, también conocido como el Manifiesto del Partido Comunista, fue publicado el 21 de febrero de 1848. Es uno de los textos políticos más influyentes de la historia. Encargado por la Liga Comunista y escrito por Karl Marx y Friedrich Engels, presentaba los objetivos y el programa de la Liga. El Manifiesto sugería un plan de acción para que los trabajadores (el proletariado) hicieran una transformación social para cambiar el capitalismo y, con el tiempo, construir una sociedad sin diferencias de clases. La introducción del texto comenzaba con un llamado a la acción:

Un espíritu recorre Europa - el espíritu del comunismo. Todos los viejos poderes de Europa han establecido una alianza para combatir este espíritu: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, grupos políticos franceses y espías alemanes. ¿Dónde está el partido en la oposición que no ha sido criticado como comunista por sus oponentes en el poder? ¿Dónde está la oposición que no ha sido acusada de ser comunista, tanto por los partidos de oposición más avanzados como por sus adversarios más tradicionales?

El programa descrito en el Manifiesto se llama socialismo o comunismo. Las propuestas incluían la eliminación de la hacienda y el derecho a la herencia, impuestos progresivos sobre los ingresos, y la nacionalización de los medios de producción y el transporte. Estas políticas, que serían implementadas por un gobierno de transformación social (llamado "gobierno de los trabajadores"), serían (según los autores) un paso previo a una sociedad sin estado y sin clases sociales. El término "comunismo" también se usa para referirse a las creencias y prácticas de los Partidos Comunistas, incluyendo el de la Unión Soviética, que se diferenciaron bastante del concepto original de Engels y Marx.

Muchos críticos del Manifiesto, especialmente durante y después de la era soviética, han señalado la idea de la transición del socialismo al comunismo. Anarquistas, liberales y conservadores se preguntaron cómo un gobierno de transformación social podría alguna vez desaparecer por sí mismo. Las ideas sobre el poder político sugieren que un grupo en el poder tiende a mantener su privilegio, incluso si lo obtuvo en nombre de la transformación social y la igualdad:

Cuando, en el curso del desarrollo, las diferencias sociales hayan desaparecido, y toda la producción haya sido concentrada en las manos de una gran asociación de toda la nación, el poder público perderá su carácter político. El poder político, correctamente entendido, es simplemente el poder organizado de un grupo social para influir sobre otro. Si los trabajadores, durante su competencia con los dueños de empresas, se ven obligados por las circunstancias a organizarse como un grupo social; si, mediante una transformación social, se convierten en el grupo dirigente, y, como tal, eliminan por la fuerza las viejas condiciones de producción, entonces esto, con estas condiciones, habrá eliminado las condiciones para la existencia de conflictos entre grupos sociales y de grupos sociales en general, y así habrá suprimido su propia posición como un grupo social.

Las famosas últimas líneas del Manifiesto Comunista son un llamado a crear una nueva sociedad basada en aquellos que no tienen nada que perder: los trabajadores del mundo.

Los Comunistas no ocultan sus opiniones y objetivos. Declaran abiertamente que sus fines solo pueden lograrse derrocando todas las condiciones sociales existentes. Que los grupos dirigentes tiemblen ante una transformación social comunista. Los trabajadores no tienen nada que perder, salvo sus cadenas. Tienen un mundo que ganar.
¡Trabajadores del mundo, uníos!

La Revolución de Octubre

La Revolución de octubre de 1917 ocurrió en Rusia. Vladimir Lenin, líder del Partido Bolchevique, al llegar al poder, estableció un nuevo sistema. Posteriormente, se supo que las elecciones no favorecían al partido Bolchevique. Así, surgió la primera gran iniciativa que intentó poner en práctica las ideas marxistas sobre un gobierno de los trabajadores. Desde el principio, el nuevo gobierno tuvo que enfrentar muchas protestas, principalmente de Revolucionarios Sociales y Mencheviques. Estas protestas fueron declaradas ilegales y hubo muchos conflictos violentos. Lenin y su partido comenzaron a controlar Rusia de forma centralizada, pero Lenin siempre aseguraba que esto era necesario para pasar de una economía capitalista al comunismo. Lenin esperaba que después de la Revolución de Octubre, otros países en Europa tuvieran transformaciones sociales similares, pero estas en Alemania, Hungría y Finlandia fueron detenidas. El gobierno de Lenin, durante los últimos años de su vida, se desarrolló en medio de una guerra civil. Las prácticas políticas de los comunistas durante este período se conocen como el Comunismo de guerra. Antes de su fallecimiento en 1924, Lenin dejó un testamento con consejos para su sucesor. Lenin quería un liderazgo compartido, pero Stalin, a quien Lenin describió como "demasiado rudo", fue tomando el control gradualmente hasta centralizar el poder político en sí mismo. Tras el fin de la guerra civil, el poder bolchevique se consolidó en la nueva Rusia, que se refundó como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

La Internacional Comunista (Komintern)

En marzo de 1919 se fundó la Internacional Comunista (conocida como Komintern). La fuerza principal de esta nueva organización eran los Bolcheviques rusos. El Komintern buscó organizarse como un partido mundial para promover la transformación social. Se instruyó a los comités nacionales para que se reorganizaran siguiendo los principios de Lenin. Para mantener a sus miembros, el comité impuso 21 condiciones, entre ellas, que cada comité nacional debía llamarse Partido Comunista.

La oficina central del Komintern estaba en Moscú. La Internacional trabajó activamente para establecer nuevos comités en todo el mundo. Al principio, la Internacional se estableció principalmente en Europa, pero poco a poco se desarrollaron secciones fuera de Europa. Después del partido ruso, el partido más importante era el Partido Comunista de Alemania.

Archivo:Communist-International-1920
La revista de la Internacional Comunista se publicó en varios idiomas europeos entre 1919 y 1943.

Durante el período del Komintern, hubo muchos desacuerdos sobre el liderazgo y la dirección del movimiento. Después del fallecimiento de Lenin, Stalin comenzó a eliminar a sus opositores. Había dos grupos principales que no estaban de acuerdo: la Oposición de izquierdas, liderada por León Trotski, y otra oposición dentro del Bolchevismo, liderada por Nikolái Bujarin. Los desacuerdos dentro del partido soviético causaron divisiones en varias secciones del Komintern. A menudo, estas divisiones se debían a la expulsión de personas que se oponían o podían oponerse al liderazgo de Stalin.

A finales de la década de 1920, el Komintern adoptó una postura en la que llamó a los Socialdemócratas "Fascistas Sociales". La tarea de las secciones del Komintern era combatir la influencia de los Socialdemócratas entre los trabajadores. La cooperación con la Socialdemocracia fue completamente descartada.

Sin embargo, después del ascenso del Fascismo en Europa, esta política cambió. El 7º congreso del Komintern adoptó la línea del Frente Popular (que en algunos países como Francia, España y Chile logró el poder con éxito). Se animó a los comunistas a formar alianzas democráticas, incluyendo a los Socialdemócratas y otros partidos, para luchar contra el Fascismo. Durante la Segunda Guerra Mundial, algunos partidos comunistas participaron en actividades de resistencia contra el Eje.

El cambio en la situación política de la guerra modificó las condiciones de trabajo de los partidos comunistas. Como un gesto de buena voluntad hacia sus aliados occidentales, Stalin disolvió el Komintern en 1943.

El comunismo en Europa durante el Komintern

La mayoría de los asistentes al primer congreso del Komintern eran de Europa. La nueva organización tenía sus raíces en la oposición de izquierda dentro de la Socialdemocracia europea. En varios casos, las divisiones en el movimiento obrero ocurrieron antes de la Revolución de Octubre. En Holanda, el Partido Social Demócrata se formó en 1909. En Alemania, los revolucionarios formaron la Liga Espartaquista en 1914. En Suecia, la división ocurrió en la primavera de 1917, con la formación del Partido Social Democrático de Izquierda.

En otros casos, los Partidos Comunistas nacieron de grupos que dejaron la Socialdemocracia después de la Revolución de Octubre. En 1918, revolucionarios finlandeses, exiliados en Moscú, fundaron el Partido Comunista de Finlandia. El 3 de noviembre del mismo año, se fundó el Partido Comunista de Austria. Los comunistas austriacos intentaron organizar una república, pero la transformación social no se extendió fuera de los principales centros industriales. Pocas semanas después se fundó el Partido Comunista Húngaro. Bajo el liderazgo de Béla Kun, los comunistas húngaros lideraron una rebelión y fundaron una república. Esta república fue detenida por la intervención de los militares rumanos.

En diciembre de 1918, la Socialdemocracia del Reino de Polonia y Lituania y la izquierda del Partido Socialista Polaco se unieron para formar el Partido Comunista de los Trabajadores de Polonia. Otro partido se formó en 1918 bajo el nombre de Partido Comunista de Lituania.

Todos estos grupos se unieron al Komintern en su fundación en 1919 y se convirtieron en los Partidos Comunistas de sus respectivos países. Un caso notable es el del Partido Laborista noruego (el ADN), fundado en 1887. Este partido, bajo el liderazgo de Martin Tranmæl, fue uno de los fundadores del Komintern. Hacia 1920, había excluido la mayoría de las 21 tesis del Komintern. La adaptación al Komintern causó una división, ya que los elementos moderados formaron el Partido Laborista Social Democrático de Noruega en 1921. Pero al final, Tranmæl y el Komintern se separaron. En 1923, el partido fue expulsado de la Internacional, y el Partido Comunista de Noruega fue formado por personas leales al Komintern.

Poco después de la fundación del Komintern, varios grupos socialistas de toda Yugoslavia se unieron para formar el Partido Socialista de Trabajadores de Yugoslavia.

En 1920, el Partido Socialista de Trabajadores de Grecia (SEKE) decidió unirse al Komintern. La Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO) se dividió, y los elementos revolucionarios formaron la Sección Francesa de la Internacional Comunista. Los comunistas lograron atraer a muchos miembros de la SFIO y publicaron el diario del partido: L'Humanité. El Partido Comunista de Gran Bretaña también se formó en 1920, no por una división del Partido Laborista, sino por la unión de pequeños grupos de izquierda.

El 16 de mayo, se fundó el Partido Comunista de Checoslovaquia. En septiembre del mismo año, se fundó el Partido Comunista de Bélgica.

En enero de 1921, Amadeo Bordiga y Antonio Gramsci lideraron la sección del Partido Socialista Italiano para formar el Partido Comunista Italiano. El 6 de marzo de 1921, se fundó el Partido Comunista Portugués. El PCP tenía un origen algo diferente a otros partidos comunistas europeos, ya que se desarrolló más a partir del movimiento anarcosindicalista en lugar de la socialdemocracia. El 14 de noviembre de 1921 se fundó el Partido Comunista de España, tras la unión del Partido Comunista Español y el Partido Comunista Obrero Español.

Sin embargo, a finales de la década de 1920, el Komintern enfrentó varios problemas. El entusiasmo por la transformación social en Europa había disminuido. Los Partidos Comunistas se establecieron en la mayoría de los países, pero en la mayoría de los casos no tuvieron un papel principal en el movimiento obrero. Las divisiones debilitaron al Komintern, ya que los grupos considerados desleales al liderazgo del Komintern fueron expulsados. En 1929, Nikolái Bujarin fue apartado, y luego se hicieron cambios similares en las secciones del Komintern. El 28 de diciembre, las tendencias de oposición dentro del Partido Comunista de Alemania llevaron a la formación de un partido separado, el Partido Comunista de Oposición. En 1929, la mayor parte del Partido Comunista de Suecia, incluyendo a la mayoría de sus líderes y todos sus parlamentarios, fue expulsada. Los expulsados formaron un partido comunista paralelo. Al año siguiente, la Federación Comunista Catalana-Balear se separó del Partido Comunista de España. En Francia, los elementos apartados participaron en la formación del Partido de Unidad Proletaria.

El Partido Comunista de Islandia se formó en 1930, pero los comunistas ya habían estado activos políticamente allí desde principios de la década de 1920.

La expansión del Fascismo representó un gran desafío para el movimiento comunista. En 1926, el Partido Comunista Italiano había sido prohibido por Mussolini. Después de la llegada de Hitler al poder en Alemania, el Partido Comunista de Alemania fue prohibido. Cuando la Internacional convocó su 7º congreso en 1935, decidió volver a su política anterior de cooperación con los Socialdemócratas. Por iniciativa de los partidos comunistas, se crearon Frentes Populares en varios países. El Frente Popular ganó elecciones en Francia y España. En Francia, los comunistas no tuvieron muchos puestos ministeriales.

Cuando estalló la guerra civil española, los partidos comunistas movilizaron su apoyo a la República Española. Se formó un fuerte grupo militar de 40.000 personas, las Brigadas Internacionales, con el apoyo activo del Komintern.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los comunistas organizaron actividades de resistencia en territorios ocupados por el Eje. Grupos liderados por guerrilleros comunistas estaban activos en Italia, Francia, Grecia, Yugoslavia y Albania. En otros lugares, los comunistas organizaron actividades de sabotaje.

El comunismo en América Latina durante el Komintern

El primer partido comunista latinoamericano fue el Partido Comunista Mexicano. Se había fundado como el Partido Socialista Obrero en 1911, pero cambió su nombre a Partido Comunista en 1919. El revolucionario indio Manabendra Nath Roy fue clave para la unión del partido mexicano con el Komintern. De manera similar, el Partido Obrero Socialista de Chile se fundó en 1912, cambiando su nombre a Partido Comunista cuando se unió al Komintern en 1922.

El Partido Comunista de Argentina se fundó en 1918.

El Partido Comunista de Uruguay se fundó el 21 de septiembre de 1921.

El Partido Comunista de Guatemala se fundó en 1922.

El 22 de marzo de 1921, el Partido Comunista Brasileño se fundó por la unión de varios grupos locales.

En Ecuador, el Partido Socialista se fundó en 1926. Posteriormente se dividió y se fundó el Partido Comunista de Ecuador.

En 1928, José Carlos Mariátegui fundó el Partido Socialista de Perú, que dos años más tarde se convertiría en el Partido Comunista.

El Partido Comunista de El Salvador se fundó el 30 de marzo de 1930, con miembros conocidos como Agustín Farabundo Martí.

El Partido Comunista de Costa Rica se fundó en 1931.

El Partido Comunista de Venezuela fue fundado por Juan Bautista Fuenmayor el 5 de marzo de 1931.

El Partido Comunista de Puerto Rico se fundó en 1934.

El comunismo en África durante el Komintern

La única sección que el Komintern tenía en África subsahariana era el Partido Comunista de Sudáfrica. El partido se formó en 1921, por la unión de varios grupos comunistas y socialistas locales. El CPSA ganó importancia durante la Rebelión de Rand, organizada por mineros blancos en 1922. El predominio de la minoría blanca en el partido preocupó al Komintern, que obligó al CPSA a adoptar la idea de “Una República Natal”, que implicaba que Sudáfrica pertenecía a su población original negra. Después de que el Komintern adoptara la política de Frente Popular, el partido comenzó a cooperar con el Congreso Nacional Africano.

El Partido Comunista Francés tenía una célula en Senegal, liderada por Roger Roche. Este grupo no creció entre la población africana y por eso fue disuelto. Sin embargo, esta célula participó en la formación del comité senegalés del Frente Popular.

El comunismo en Oceanía durante el Komintern

La Asociación Marxista de Nueva Zelanda se formó en 1918. En marzo de 1921, una unión de grupos dio origen al Partido Comunista de Nueva Zelanda. El partido comenzó su trabajo dentro de los sindicatos, pero nunca dejó de ser una fuerza menor en la política de Nueva Zelanda.

El Partido Comunista de Australia se fundó en Sídney el 30 de octubre de 1920 por un grupo de socialistas inspirados por los informes de la Revolución rusa. Entre los fundadores del partido se encontraban importantes líderes sindicales de Sídney, como Jock Garden, Adela Pankhurst (la hija de la sufragista británica Emmeline Pankhurst) y la mayor parte de la entonces ilegal Sección Australiana de Obreros Industriales del Mundo (IWW). El IWW pronto rompió relaciones con el Partido Comunista, debido a desacuerdos con la dirección de la Unión Soviética y el bolchevismo. En sus primeros años, el partido logró cierta influencia en el movimiento sindical en Nueva Gales del Sur, pero a mediados de la década de 1920 el partido había disminuido. El partido fue reconstruido por Jack Kavanagh y Esmonde Higgins. Sin embargo, debido a los cambios globales en los liderazgos de los partidos nacionales hechos por el Komintern, fue expulsado por la Internacional.

La era de la posguerra

Archivo:Communist countries 1979-1983
Estados socialistas en 1979.

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, el movimiento comunista mundial enfrentó una nueva situación. Su organización central, el Komintern, había sido disuelta y las secciones respectivas eran ahora independientes. El Kominform, la Oficina de Información Comunista, se fundó como un reemplazo de la internacional disuelta.

Las relaciones exteriores de la Unión Soviética habían cambiado mucho. De ser un país aislado, la Unión Soviética ahora era reconocida por haber derrotado a Alemania. Era evidente un riesgo si se pensaba en una acción militar directa de Occidente contra la Unión Soviética. De manera informal, los estados occidentales reconocieron el predominio de la Unión Soviética en sus países vecinos, mientras que la Unión Soviética no impulsó activamente la transformación social en los países capitalistas, que, liderados por los Estados Unidos, se oponían a la expansión del comunismo a nivel global. Así comenzó un período de distanciamiento entre las potencias conocido como guerra fría.

La victoria sobre el fascismo contribuyó a una ola global de popularidad de los partidos comunistas, especialmente en Europa. En varios países, esta popularidad se tradujo en avances electorales. Animados por la posibilidad de influir a través del trabajo parlamentario y la nueva política soviética de Coexistencia Pacífica, la línea política del movimiento comunista cambió.

Destacable en la era inmediata de la posguerra fue la formación de organizaciones internacionales vinculadas al movimiento comunista, como la Federación Sindical Mundial y la Federación Mundial de la Juventud Democrática, entre otras.

El comunismo en Europa Oriental durante la posguerra

Hacia finales de la Segunda Guerra Mundial, una fuerte presencia militar soviética cubrió la mayor parte de Europa Oriental, para asegurar un gobierno de los trabajadores y la seguridad de la URSS, ocupando Alemania Oriental, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumania y Polonia. En Yugoslavia y Albania, los grupos comunistas habían liberado sus países sin la ayuda militar soviética, lo que los hacía en gran parte independientes de la voluntad del PCUS.

Los gobiernos fueron formados por grupos comunistas con la ayuda de la Unión Soviética. El papel que los comunistas desempeñaron en la derrota del fascismo les ganó la simpatía de sus ciudadanos. En algunos casos, hubo uniones entre los partidos comunistas y otros partidos, como en los casos del Partido Socialista Unificado de Alemania, el Partido de los Trabajadores Húngaros, el Partido de los Trabajadores Rumanos y el Partido Obrero Unificado Polaco. Las nuevas repúblicas comunistas adoptaron la forma de Democracias Populares, que se consideraban una fase intermedia en el camino hacia la construcción del socialismo. Los partidos no comunistas fueron prohibidos o se les permitió existir con nuevos miembros (en Alemania Oriental, por ejemplo, se permitió la existencia de partidos no comunistas).

En 1955 se firmó el Pacto de Varsovia como un acuerdo de cooperación entre las repúblicas socialistas del bloque oriental liderado por la Unión Soviética, con la exclusión de Yugoslavia. En agosto de 1961, la República Democrática de Alemania comenzó la construcción del muro de Berlín con la excusa de detener las conspiraciones occidentales, aunque en realidad se buscaba evitar la huida masiva hacia el lado occidental.

En Polonia, tras la expulsión del ejército alemán por el ejército ruso en 1945, se estableció un gobierno liderado por el Partido Obrero Unificado de Polonia y se creó un estado socialista renombrado como República Popular de Polonia. En 1955 fue uno de los firmantes del Pacto de Varsovia y durante años sería un fiel aliado soviético. A finales de la década de 1980, un movimiento de oposición al gobierno, encabezado por el sindicato obrero Solidarność, logró desafiar al régimen comunista, apoyado por las potencias occidentales y la Iglesia Católica, que influyó en el proceso de restauración de las libertades democráticas y la economía de mercado en 1989.

Tras la ocupación del ejército soviético al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Hungría adoptó en 1947 el nombre de República Popular de Hungría bajo el gobierno comunista del Partido de los Trabajadores Húngaros. En 1949 ingresó en el COMECOM y en 1955 firmó el Pacto de Varsovia. En 1956 se produjo una rebelión contra el gobierno comunista que provocó la intervención militar de la Unión Soviética y la posterior ejecución del primer ministro Imre Nagy. Tras detener la rebelión, se colocó en el gobierno al recién creado Partido Socialista Obrero Húngaro bajo la dirección del nuevo presidente János Kádár. A finales de los años ochenta, Hungría promovió la disolución del Pacto de Varsovia y se abrió a la economía de mercado.

En Checoslovaquia, el Partido Comunista ganó las elecciones de 1946, y su líder Klement Gottwald se convirtió en el primer ministro. Sin embargo, en 1948, los soviéticos buscaron controlar el gobierno e instauraron un sistema que inició un período de control estricto, a pesar de mantener una aparente estructura democrática. En la década de 1960, comenzó una etapa de cambios en el país que culminó en los sucesos de la Primavera de Praga de 1968, que propiciaron una reforma del régimen comunista liderada por Alexander Dubček. Dichas reformas provocaron la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia en 1968, restableciéndose en 1969 el control estricto del Partido Comunista bajo las órdenes de Moscú. A finales de los años ochenta, se produjo la llamada Revolución de Terciopelo, un movimiento pacífico que derrocó el régimen comunista, iniciando la transición al capitalismo y el retorno de las libertades democráticas.

Archivo:Berlin Wall 1961-11-20
Trabajadores de la Alemania Oriental construyendo el muro de Berlín. 20 de noviembre de 1961.

El Partido Comunista Rumano llegó al poder en 1947 con la ayuda soviética, creando la República Popular de Rumania bajo la presidencia de Constantin Ion Parhon. En 1958, Gheorghe Gheorghiu-Dej asumió la presidencia, iniciando una etapa de cierta independencia de la Unión Soviética. En 1967, Nicolae Ceausescu asumió la presidencia del país. Ceausescu estableció una política de autosuficiencia y de culto a su persona, distanciándose del Pacto de Varsovia. En 1989, estalló una transformación social que derrocó a Ceausescu y se inició una transición hacia la democracia. Ceausescu fue juzgado y ejecutado el 25 de diciembre de 1989.

La victoria del Ejército Rojo ante Alemania significó que Bulgaria fuera ocupada por las tropas soviéticas en 1944. El Partido Comunista de Bulgaria llegó al poder bajo la influencia de Moscú y en 1946 se fundó la República Popular de Bulgaria. Hasta la disolución de la Unión Soviética, Bulgaria sería un miembro leal del Pacto de Varsovia, siendo un país bajo la influencia soviética.

Después de la derrota del ejército alemán en 1945, se fundó la República Federal Democrática de Yugoslavia. Sin embargo, tras un conflicto interno, en 1946 los grupos de Josip Broz Tito alcanzaron el poder y aprobaron una nueva constitución, pasando a llamarse República Federativa Socialista de Yugoslavia. Desde su llegada al poder, el gobierno comunista de Yugoslavia se mantuvo distante de la Unión Soviética, conservando su independencia política y económica. Además, el Partido Comunista de Yugoslavia había sido muy crítico con la política de Stalin, por lo que fue expulsado de la Internacional Comunista. Con esta situación de aislamiento, el gobierno de Tito desarrolló medidas de descentralización, que posteriormente darían lugar al socialismo autogestionario, un sistema económico que forma parte de las experiencias del socialismo de mercado. En 1963, Tito fue nombrado Presidente Vitalicio y el país adoptó el nombre de República Federal Socialista de Yugoslavia. En 1974, se aprobó una nueva constitución que establecía el carácter federal y socialista del país, otorgando más poder a las distintas repúblicas que lo formaban. Tras el fallecimiento de Tito en 1980, comenzó un período de tensión entre las repúblicas yugoslavas. A principios de la década de 1990, coincidiendo con la caída del bloque comunista en Europa, comenzaron los conflictos yugoslavos que llevarían a la disolución de la Yugoslavia socialista en distintas repúblicas independientes.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y el final de la ocupación alemana, Albania pasó a ser gobernada por un sistema controlado por grupos comunistas locales, dirigidos por Enver Hoxha y Koçi Xoxe, quienes asumieron el control del país tras la retirada final de las tropas alemanas en octubre de 1944, denominándose República Popular de Albania. Durante los años siguientes, el país se distanció de su vecina Yugoslavia y en 1955 se incorporó al Pacto de Varsovia. Tras el fallecimiento de Stalin, Albania inició una época de distanciamiento de Moscú y de acercamiento a China. En 1978, China rompió relaciones con Albania y suprimió sus programas de ayuda económica. La década de 1980 fue un período de aislamiento político para el país hasta que en 1992 se celebraron las primeras elecciones democráticas en cuarenta años.

Tras el derribo del muro de Berlín en 1989, los acontecimientos llevaron a la disolución de la Unión Soviética y la caída del bloque comunista en Europa en 1991. La gran mayoría de los estados del Pacto de Varsovia adoptaron economías capitalistas y sistemas democráticos. En cuanto a la URSS, se desintegró en 15 repúblicas independientes después de más de 70 años de comunismo.

El comunismo en América durante la posguerra

Archivo:Che Guevara - Guerrillero Heroico by Alberto Korda
El Che Guevara, una figura revolucionaria.

En América Latina, el comunismo desarrolló muchas ideas propias durante la posguerra. El espíritu de transformación social se extendió con fuerza en un continente con grandes diferencias sociales, y sus bases teóricas se ampliaron con aportaciones como la Teología de la liberación. Sin embargo, a pesar de tener muchos seguidores en todo el continente, este sistema solo logró establecerse en la isla de Cuba, aunque hubo experiencias socialistas en otros países como México o Nicaragua. En Cuba, el movimiento de transformación social derrocó al líder Fulgencio Batista en 1959 y se instauró un sistema de izquierda que eliminó la gran y mediana propiedad privada e inició un proceso de expropiaciones y nacionalizaciones, así como una importante reforma agraria. Además, surgieron movimientos de transformación social en muchos países inspirados en la Revolución cubana, como en Colombia, donde ya actuaban varios grupos comunistas como las FARC o el ELN, o en Venezuela, donde el Partido Comunista creó las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. En El Salvador, una parte del Partido Comunista Salvadoreño creó las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí que tuvieron un papel destacado en el conflicto interno que afectó a este país de 1980 a 1992. También surgieron grupos de menor importancia en países como Bolivia, Brasil o Uruguay. En Chile, el comunismo fue prohibido por una ley en 1948. En América del Norte, el comunismo fue fuertemente limitado. En Estados Unidos hubo un control gubernamental durante décadas que dejó a los comunistas en una posición marginal, aunque el CPUSA nunca fue declarado ilegal.

El comunismo en Asia durante la posguerra

En 1949, en China, terminó el conflicto interno con la victoria del Ejército Popular de Liberación, que era la rama militar del Partido Comunista de China liderado por Mao Zedong. La victoria comunista significó el establecimiento de un nuevo sistema controlado por el partido, y el gran país pasó a llamarse República Popular China. El nuevo gobierno comunista emprendió cambios económicos centrados en la agricultura, ya que la clase campesina constituía la mayoría de la población y había sido el motor de la transformación social. Esta visión del campesinado como eje del sistema es una de las aportaciones de Mao Zedong al pensamiento comunista y diferenciaba el sistema chino del modelo soviético, que en ese momento era el referente. La teoría desarrollada por Mao Zedong se conoce como Maoísmo y posteriormente fue adoptada por muchos comunistas de Asia.

En 1950, en el contexto de la guerra fría, comenzó el conflicto de Corea que enfrentó al sistema comunista del norte y al gobierno de Corea del Sur. Los comunistas del norte, apoyados por la República Popular China, iniciaron una ofensiva con la intención de unificar toda la península bajo un único sistema. El sur, apoyado por Naciones Unidas y militarmente por Estados Unidos, tuvo serios problemas para detener a las fuerzas comunistas, que llegaron a controlar el 90% del país, por lo que la intervención estadounidense fue clave para evitar la victoria comunista. En 1953 se firmó la paz que actualmente divide la península por el paralelo 38.

Un conflicto similar ocurrió en Vietnam, donde los comunistas del Vietcong, que ya habían luchado contra franceses y japoneses años atrás, se preparaban, junto al Frente Nacional de Liberación de Vietnam liderado por Hồ Chí Minh, para derrocar al gobierno de Vietnam del sur y unificar todo el país bajo el socialismo. El débil gobierno del sur fue apoyado nuevamente por Estados Unidos, que se involucró cada vez más en el conflicto conocido como la guerra de Vietnam. La imposibilidad de derrotar a las fuerzas comunistas prolongó la presencia estadounidense hasta 1973, año en que se firmó el acuerdo de paz. Tras la retirada del ejército estadounidense, las fuerzas comunistas del norte avanzaron hasta Saigón y el país se unificó bajo la República Socialista de Vietnam. La victoria norvietnamita facilitó el acceso al poder de los comunistas en Laos, que, dirigidos por el Pathet Lao, fundaron la República Popular de Laos en 1975.

En 1974, se produjo un cambio de gobierno en Birmania encabezado por el general Ne Win, quien aprobó una nueva constitución que definía el país como una República Socialista. Se creó un sistema de partido único y se nacionalizaron las principales industrias. A finales de la década de 1980, el sistema comenzó a abrirse a la economía de mercado, aceptando inversiones extranjeras pero manteniendo la estructura de control bajo la dirección de la Junta Militar.

En Camboya, los Jemeres Rojos liderados por Pol Pot tomaron la capital en 1975 e instauraron un sistema marxista de carácter agrario. El país pasó a llamarse Kampuchea Democrática, convirtiéndose en un sistema de control total que practicó actos violentos y usó campos de trabajo forzado. El sistema fue derrocado en 1979 tras la invasión de Vietnam que puso fin al gobierno de Pol Pot e instauró en el poder al Partido Popular de Kampuchea, aliado de Vietnam. A partir de 1989, se comenzó a aplicar un programa de apertura económica, que puso fin a la colectivización de la agricultura.

En Malasia, las fuerzas dirigidas por el Partido Comunista de Malasia tuvieron un papel destacado en el conflicto por la independencia del Reino Unido que duró de 1948 hasta 1960. Al finalizar el conflicto, los comunistas no pudieron tomar el poder tras ser derrotados por el nuevo gobierno apoyado por Estados Unidos.

En Mongolia, los comunistas del Partido Revolucionario del Pueblo Mongol ya gobernaban desde 1924 con el apoyo de la Unión Soviética, aunque la región era considerada una provincia más de China. Cuando los comunistas chinos fundaron la República Popular de China, reconocieron la independencia de Mongolia como Estado a petición de Stalin. Hasta la caída de la URSS, Mongolia fue un país bajo la influencia soviética, manteniendo relaciones distantes con la China comunista. En 1990, los comunistas aprobaron una nueva constitución con cambios económicos.

Tras la independencia de Indonesia de los Países Bajos, el Partido Comunista de Indonesia (PKI) mantuvo un conflicto con el ejército por el control del país. Sin embargo, los militares, apoyados por los Estados Unidos, tomarían el poder tras un cambio de gobierno en 1965, iniciándose una campaña de control de los comunistas.

El Comunismo después de la caída del Muro de Berlín

Después de la caída de los estados socialistas del Bloque Oriental, el movimiento comunista mundial se debilitó. Sin embargo, el movimiento político del comunismo sobrevivió a la caída de la Unión Soviética y del Bloque Oriental.

De los cinco estados socialistas restantes, China, Vietnam y Laos se han movido hacia economías de mercado, pero sin una gran privatización del sector estatal, fenómenos conocidos como Socialismo con características chinas y Đổi mới en el caso vietnamita. Cuba ha salido recientemente de la situación difícil causada por la caída de la Unión Soviética (conocida como Periodo especial) debido al crecimiento de su comercio con sus nuevos aliados Venezuela y China. Corea del Norte, con su ideología Juche, ha tenido menos éxito que sus vecinos al enfrentar el colapso del bloque soviético, aunque no hay señales de inestabilidad particular en el gobierno norcoreano. En Mongolia, el Partido Revolucionario del Pueblo Mongol (PRPM) tuvo que formar una coalición con otro partido, pero en 2006 volvió a gobernar de forma absoluta, ahora bajo la bandera socialdemócrata. En Mozambique aún gobierna el FRELIMO, el partido de transformación social. En Moldavia, el partido comunista local ganó las elecciones parlamentarias de 2001 y 2005, aunque este partido comunista en particular no ha hecho nada radicalmente diferente que el gobierno anterior. El Partido Comunista de la India es un socio clave en la coalición del Partido del Congreso gobernante y está en el poder en estados como Bengala Occidental, Kerala y Thripura, y hay muchos otros partidos comunistas importantes en ese país. En Ucrania y Rusia, los comunistas quedaron en segundo lugar en las elecciones de 2002 y 2003, respectivamente. En República Checa, el Partido Comunista quedó en tercer lugar en las elecciones de 2002, al igual que el Partido Comunista de Portugal en 2005. También en 2005, el Partido Comunista de las Tierras Vascas obtuvo 9 escaños en el Parlamento Vasco, pero en 2008 fue declarado ilegal por la justicia española. En Venezuela, el Partido Comunista estuvo muy alineado con los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: History of communism Facts for Kids

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Historia del comunismo para Niños. Enciclopedia Kiddle.