Comunismo para niños
El comunismo es una idea política y económica que surgió en el siglo XIX. Busca cambiar la sociedad para que los recursos y las herramientas para producir bienes (como fábricas y tierras) sean propiedad de todos en común. También busca que no existan clases sociales, ni mercados como los conocemos, ni el Estado en su forma actual.
Esta idea tiene raíces antiguas. Filósofos como Platón ya hablaban de sociedades donde todo se compartía. Los primeros cristianos también practicaban la comunidad de bienes. En el siglo XVI, pensadores como Tomás Moro en su libro Utopía y Tomás Campanella en Ciudad del Sol imaginaron sociedades donde la propiedad era común.
A principios del siglo XIX, el comunismo se convirtió en un proyecto económico más complejo. Esto fue gracias a ideas como el socialismo utópico y el anarquismo.
El movimiento más conocido fue el socialismo científico de los pensadores alemanes Karl Marx y Friedrich Engels. Ellos escribieron en 1848 el Manifiesto del Partido Comunista. Por su influencia, el movimiento comunista adoptó la idea de que la historia avanza por cambios importantes y se organizó en partidos políticos.
Según las ideas de Marx, la historia es una serie de conflictos entre diferentes grupos sociales. Estos conflictos surgen por cómo se organiza la propiedad. En el capitalismo, los dos grupos principales son los trabajadores (que venden su esfuerzo a cambio de un sueldo) y los capitalistas (que son dueños de las fábricas y tierras y obtienen ganancias). Marx creía que el sistema capitalista tendría problemas que solo podrían resolverse con un cambio profundo, llevando a una sociedad socialista y luego comunista. Para lograrlo, se necesitaría un partido comunista que ayudara a los trabajadores a tomar el control y establecer la propiedad social de los medios de producción.
Durante el siglo XIX, las palabras "comunismo" y "socialismo" se usaban de forma similar. Después de la Revolución de Octubre en Rusia, el término "socialismo" empezó a usarse para referirse a la "primera etapa" del camino hacia el comunismo. Karl Marx y Vladímir Lenin imaginaron varias etapas:
- Un "período de transición" donde los trabajadores tendrían el control del gobierno.
- Una "primera fase del comunismo" (llamada "sociedad socialista" por Lenin), donde los bienes se recibirían según el trabajo aportado.
- Una "fase superior" donde cada persona contribuiría según sus habilidades y recibiría según sus necesidades.
El período de transición terminaría cuando ya no hubiera clases sociales. En ese momento, el Estado, que se ve como una herramienta de un grupo para controlar a otro, dejaría de ser necesario.
Hoy en día, algunos países que se han declarado "Estados comunistas" son República Popular China, Corea del Norte, Laos, Cuba y Vietnam. Sin embargo, la forma en que funcionan sus economías y sociedades es muy diferente de la definición original de comunismo.
Contenido
- ¿Qué es el comunismo?
- El comunismo en la sociedad
- El comunismo como movimiento político
- Historia del movimiento comunista
- Más sobre el comunismo
- Véase también
¿Qué es el comunismo?
Origen de la palabra


Las palabras "comunista" y "comunismo" aparecieron en Francia alrededor de 1840. Se usaron para describir a personas que buscaban cambios profundos en la sociedad para lograr una "igualdad real", no solo política.
En ese tiempo, había dos grupos "comunistas" en Francia: los seguidores de Étienne Cabet, que escribieron sobre una sociedad ideal llamada Icaria, y los "neobabuvistas", que seguían las ideas de François Babeuf y buscaban la abolición de la propiedad privada.
Desde Francia, estas ideas se extendieron a otros países. Los términos "comunismo" y "socialismo" se usaban a menudo de forma intercambiable. Sin embargo, los comunistas se diferenciaban de los socialistas porque creían más firmemente en la idea de que los conflictos entre grupos sociales llevarían a un cambio profundo y a la necesidad de que los trabajadores tomaran el control del Estado para crear una nueva sociedad. Por eso, Karl Marx y Friedrich Engels llamaron a su organización "Liga de los Comunistas" y a su escrito "Manifiesto del Partido Comunista".
Ideas antiguas de comunidad
En la antigüedad, ya existían ideas de sociedades donde todo se compartía. Por ejemplo, en la antigua Esparta, el líder Licurgo estableció un sistema donde los ciudadanos compartían algunos bienes. Sin embargo, esta sociedad también tenía esclavos.
El filósofo Platón en su libro La República también propuso que en una ciudad ideal, los gobernantes y guardianes no tuvieran propiedad privada y compartieran todo.
Los primeros cristianos también practicaban la comunidad de bienes, como se describe en el libro de los Hechos de los Apóstoles: "Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno."
En el siglo XVI, el escritor inglés Tomás Moro describió en su libro Utopía una sociedad sin clases sociales, donde la propiedad era común y los gobernantes la administraban de forma justa. Más tarde, en 1623, el monje italiano Tomás Campanella en La ciudad del Sol describió un Estado donde la propiedad y el trabajo eran comunes, y las mujeres tenían igualdad de derechos.
El comunismo en la Revolución Francesa
En el siglo XVIII, pensadores como Jean-Jacques Rousseau criticaron la propiedad privada. Después de la Revolución Francesa, el comunismo se hizo más fuerte como idea política. François-Noël Babeuf lideró la "Conspiración de los Iguales", que buscaba eliminar la propiedad privada y establecer la propiedad común para lograr una verdadera igualdad económica. Aunque su movimiento fue reprimido, sus ideas influyeron en futuros movimientos comunistas.
Más tarde, surgieron los llamados "socialistas utópicos" como Robert Owen, Charles Fourier y Henri de Saint-Simon. Ellos propusieron crear comunidades rurales donde las personas trabajaran juntas y compartieran los recursos. Creían que la sociedad podía cambiar pacíficamente a través de la educación y la propaganda de sus ideas. Marx y Engels tomaron algunas de estas ideas, pero las adaptaron a su visión de un cambio más profundo y revolucionario.
El comunismo en la sociedad
El comunismo, como concepto social, se refiere a un tipo de sociedad donde los bienes de producción y consumo son propiedad de todos.
El sociólogo Émile Durkheim describió el comunismo como un orden social donde el consumo se organiza de forma colectiva, mientras que cada persona elige libremente su papel en la producción. Lo que cada uno produce se entrega a la comunidad y se usa de forma colectiva.
El sociólogo Max Weber también habló del "comunismo doméstico", donde en una familia, por ejemplo, los miembros contribuyen según sus fuerzas y disfrutan de los bienes según sus necesidades, sin un cálculo individual estricto.
Karl Marx describió el comunismo como la superación de la propiedad privada, llevando a una sociedad donde la esencia humana se apropia de forma real por y para el hombre. Es un regreso del hombre a sí mismo como ser social y humano, resolviendo conflictos entre el hombre y la naturaleza, y entre el hombre y el hombre.
Friedrich Engels, basándose en estudios de antropología, sugirió que en los inicios de la humanidad existió un "comunismo primitivo" en las sociedades de cazadores-recolectores, donde la propiedad era colectiva y los productos se distribuían de forma igualitaria.
Ejemplos históricos de comunidades que han practicado formas de comunismo incluyen algunas comunidades cristianas primitivas, los Shakers, los Cavadores, los kibutz israelíes y las comunas hippies. La mayoría de estas formas de vida comunista no dependieron de una doctrina política para establecerse.
El comunismo como movimiento político
En su forma moderna, el comunismo surgió del movimiento socialista en Europa en el siglo XIX. Con la Revolución Industrial, muchos críticos señalaron que el capitalismo causaba dificultades a los trabajadores de las fábricas. Los más importantes de estos críticos fueron Karl Marx y Friedrich Engels, quienes en 1848 publicaron el Manifiesto del Partido Comunista.
El comunismo, en el sentido político, es un movimiento que busca, basándose en las ideas de Marx, tomar el control del Estado para iniciar un cambio social. Este cambio llevaría a una organización económica y social donde la producción es controlada por la comunidad. Los partidos comunistas suelen estar coordinados por organizaciones internacionales.
Desarrollo de las ideas


Como se mencionó, en el siglo XIX, "comunismo" y "socialismo" se usaban de forma similar. Sin embargo, los comunistas se diferenciaban por su énfasis en los conflictos entre grupos sociales y la necesidad de un cambio profundo para lograr una sociedad nueva.
Marx y Engels fundaron la Liga de los Comunistas en 1847 y publicaron el Manifiesto del Partido Comunista en 1848. Para ellos, la clase trabajadora industrial era la única que podía lograr una sociedad comunista, donde la propiedad no fuera privada y los bienes se distribuyeran según las necesidades y capacidades de cada uno. De ahí viene el lema: "De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades".
Después de la Revolución de Octubre en Rusia en 1917, liderada por Vladímir Lenin, el término "socialismo" se usó para la primera etapa del camino hacia una sociedad sin clases. Lenin añadió ideas al marxismo, como la importancia de un partido de vanguardia para guiar a los trabajadores.
Más tarde, Iósif Stalin en la Unión Soviética desarrolló el marxismo-leninismo, una ideología política que, según él, se basaba en Marx y Lenin. Sin embargo, otros grupos marxistas y leninistas no estaban de acuerdo y criticaron las políticas de Stalin, como la excesiva admiración por un líder y la falta de democracia. El trotskismo, por ejemplo, se opuso a Stalin y defendió la idea de una revolución mundial constante. El maoísmo, desarrollado por Mao Tse-tung en China, fue otra forma de marxismo-leninismo.
Organización política
Los partidos comunistas, especialmente después de la influencia de Lenin, se organizaron de forma jerárquica. Creían que cada partido comunista era la "vanguardia" de los trabajadores de su país y representaba sus intereses. Los países gobernados por partidos comunistas suelen ser repúblicas con un solo partido político. Estos países se llamaron "repúblicas obreras" o "repúblicas populares", donde el partido comunista dirigía el país.
El partido usaba el aparato del Estado para promover sus objetivos de cambio social y económico hacia una economía planificada.
Proyecto socioeconómico
La mayoría de los partidos comunistas han adoptado una forma de ver la historia social según las ideas de Marx. Creen que la sociedad ha pasado por diferentes etapas (como el feudalismo y el capitalismo) y que el futuro es una sociedad comunista sin clases, dividida en dos fases.
Período de transición
Este período se define por el control del poder político por parte de los trabajadores. Durante esta etapa, se reemplazaría el sistema capitalista y la propiedad privada de los medios de producción pasaría a ser controlada por el Estado.
Primera fase del comunismo (Socialismo)
En esta fase, la propiedad de los medios de producción es colectiva y está en manos de una sociedad liderada por trabajadores. La producción se organiza según las necesidades del sistema social, y los trabajadores reciben una compensación por su trabajo. Lenin llamó a esta fase "socialismo".
Fase superior del comunismo
En esta fase, también hay propiedad colectiva de los medios de producción. Pero, gracias al desarrollo de la capacidad productiva, se superan las limitaciones anteriores. La contribución a la sociedad y la provisión de bienes serían gratuitas, y cada persona trabajaría y consumiría según su libre voluntad y necesidad. En esta etapa, el Estado dejaría de existir.
Existen diferencias importantes entre las distintas corrientes del marxismo sobre cómo deberían ser estas fases y el papel del Estado.
Aplicación histórica
Las ideas marxistas buscan eliminar la propiedad privada de los medios de producción para establecer una economía planificada.
Debido a la Revolución de Octubre en Rusia, el comunismo se ha asociado mucho con la doctrina marxista-leninista. Bajo esta doctrina, la primera fase del comunismo se llama "socialismo". La mayoría de los gobiernos comunistas han implementado formalmente economías socialistas, no comunistas, ya que pocos han alcanzado la fase superior del comunismo.
En los primeros años del gobierno bolchevique en Rusia, se intentó un sistema donde la producción y el consumo eran directamente planificados sin usar dinero. Después de algunas dificultades, se regresó a una economía de mercado bajo la Nueva Política Económica. Más tarde, se volvieron a abolir estas reformas, y el socialismo pasó a implicar un sistema de empresas estatales con metas de producción planificadas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos países adoptaron este modelo socialista, especialmente en Europa del Este, Asia y América Latina. Entre ellos, la Unión Soviética (que incluía a Rusia, Ucrania, Bielorrusia, etc.), Mongolia, Bulgaria, Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Albania, Alemania Oriental, Rumanía, Cuba, Vietnam, Corea del Norte y China.
Hoy en día, Corea del Norte y Cuba mantienen en gran medida el modelo económico socialista de tipo soviético. China, Vietnam y Laos, aunque gobernados por partidos comunistas, han adoptado formas de economía de mercado.
Además del comunismo marxista, existen otras ideas comunistas, como el anarcocomunismo (que busca una sociedad sin Estado donde toda la propiedad es común) y el comunismo de consejos (que se centra en la autoorganización de los trabajadores).
Historia del movimiento comunista
El comunismo se ha organizado a lo largo de la historia a través de diferentes movimientos políticos, formando las Internacionales Comunistas.
La Primera Internacional
La Primera Internacional (AIT) fue la primera organización que unió a sindicatos y partidos de trabajadores. Se fundó en Londres en 1864. En ella surgieron diferencias de ideas entre los seguidores de Marx y los anarquistas.
La Segunda Internacional
Después de varios intentos, se fundó la Segunda Internacional (SI) en 1889, que agrupó a partidos socialistas. Se disolvió en 1916 al inicio de la Primera Guerra Mundial.
La Tercera Internacional
La Tercera Internacional, también conocida como Komintern, fue fundada en 1919 por iniciativa del Partido Comunista de Rusia (bolchevique). Esta organización se separó de los grupos socialdemócratas y siguió las ideas del Partido Comunista de la Unión Soviética. A partir de entonces, el comunismo se convirtió en un movimiento que buscaba un cambio profundo del capitalismo.
Los partidos comunistas después de la Revolución de Octubre
La primera revolución que siguió las ideas marxistas ocurrió en Rusia en octubre de 1917. El líder, Vladímir Ilich Uliánov, explicó que el capitalismo había fallado en su "eslabón más débil", ya que Rusia era un país con poco desarrollo industrial.
La Revolución de Octubre eliminó la propiedad privada en la industria y creó cooperativas agrícolas. Durante el gobierno de Stalin, la industrialización se aceleró. Este período se caracterizó por un camino hacia el socialismo a través de planes de desarrollo económico.
La Kominform
La Kominform fue creada en 1947 como una organización para que los partidos comunistas de la zona bajo influencia soviética (y los de Francia e Italia) intercambiaran información y experiencias. Fue una respuesta de Stalin al Plan Marshall de Estados Unidos.
La Cuarta Internacional
León Trotski, quien fue expulsado de la Unión Soviética por sus diferencias con Stalin, consideró que la Tercera Internacional estaba bajo el control de Stalin y no podía llevar a los trabajadores al poder. Por eso, fundó la Cuarta Internacional.
Los partidos comunistas en el siglo XX
En el siglo XX, los partidos comunistas tuvieron diferentes destinos. Pocos llegaron al poder, excepto en los países del Bloque del Este (bajo control de la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial), y en China, Corea del Norte, Vietnam y Cuba, donde los líderes militares o guerrilleros, influenciados por el Partido Comunista, tomaron el poder con apoyo de campesinos y gente común.
En Chile, a principios de los años 70, la Unidad Popular (una alianza de partidos de izquierda, incluyendo el Partido Comunista) llegó al gobierno con Salvador Allende. Su objetivo era construir el socialismo de forma pacífica, a través de las instituciones existentes. Sin embargo, esta experiencia fue interrumpida por la oposición y un cambio de gobierno en 1973.
El movimiento comunista internacional enfrentó grandes desafíos en el siglo XX. Uno fue el desacuerdo entre León Trotski y Stalin sobre la dirección de la Unión Soviética. Otro fue el conflicto entre la Unión Soviética y China sobre la política internacional.
Los partidos comunistas después de la Segunda Guerra Mundial

Después de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se convirtió en una potencia mundial. Tras la muerte de Stalin en 1953, se criticaron sus métodos y la excesiva admiración por su persona. Esta etapa se conoció como el "deshielo".
La República Popular China, después de la victoria del Partido Comunista Chino en 1949, continuó su desarrollo. Desde finales de los años 70, bajo Deng Xiaoping, China empezó a aceptar formas económicas mixtas, aunque mantuvo el sistema político de partido único.
En Europa, los partidos comunistas de Francia e Italia crecieron mucho después de la Segunda Guerra Mundial. Fueron críticos con la Unión Soviética en muchos aspectos y desarrollaron el eurocomunismo, que buscaba llegar al poder a través de elecciones parlamentarias.
Los partidos comunistas después de la caída de la Unión Soviética
En 1991, la Unión Soviética se disolvió, y las repúblicas que la formaban se independizaron. La caída del Muro de Berlín es un símbolo de este evento.
Después de la caída de la Unión Soviética, los partidos comunistas en todo el mundo cambiaron. Algunos adoptaron políticas más reformistas, mientras que otros se enfocaron en oponerse a la globalización.
En Cuba, la revolución de 1959 llevó al poder a jóvenes revolucionarios. El Partido Comunista se hizo muy influyente, en parte por la dependencia económica de la Unión Soviética y el bloqueo económico de Estados Unidos. Después de la caída de la Unión Soviética, Cuba siguió siendo un país con un sistema comunista, aunque ha aceptado cierta inversión privada extranjera.
China y Vietnam han realizado grandes cambios en sus economías, adoptando modelos de "economía de mercado socialista" que combinan el comunismo en el discurso político con prácticas capitalistas. Laos y Corea del Norte también son países socialistas. Corea del Norte se ha mantenido más cerrada a las reformas, aunque recientemente ha permitido la entrada de capital extranjero.
En Rusia, el Partido Comunista de la Federación Rusa se fundó en 1993. Ha combinado el comunismo con un fuerte patriotismo en sus ideas.
Más sobre el comunismo
- Ideas comunistas:
- Marxismo
- Maoísmo
- Leninismo
- Marxismo-leninismo
- Trotskismo
- Comunismo de consejos
- Anarcocomunismo
- Conceptos relacionados:
- Otros temas:
- Karl Marx
- Manifiesto del Partido Comunista
- Simbología comunista
Véase también
En inglés: Communism Facts for Kids