Ofensiva de Aragón para niños
Datos para niños Ofensiva de Aragón |
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Frente de Aragón, guerra civil española Parte de guerra civil española |
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![]() Trincheras de Castejón del Puente.
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Fecha | 7 de marzo-19 de abril de 1938 | |||
Lugar | Provincias de Huesca, Zaragoza, Castellón y Lérida (España) | |||
Resultado | Decisiva victoria franquista. | |||
Consecuencias |
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Cambios territoriales | La mitad oriental de Aragón, el Valle de Arán, y la desembocadura del Ebro pasan a control franquista. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La Ofensiva de Aragón fue una campaña militar muy importante que ocurrió durante la guerra civil española. Comenzó solo tres semanas después de que terminara la Batalla de Teruel. Fue llevada a cabo por las tropas del bando sublevado.
Esta ofensiva empezó el 7 de marzo de 1938 con un avance rápido hacia las líneas del ejército republicano. Para el 19 de abril, la campaña había terminado. Las tropas del bando sublevado llegaron al mar Mediterráneo y así separaron Cataluña del resto del territorio republicano. Esta campaña afectó mucho a las fuerzas republicanas, que sufrieron grandes pérdidas de soldados y equipo. Además de dividir el territorio, la ofensiva causó problemas importantes en el gobierno republicano. En ese momento, parecía que la guerra estaba a punto de terminar debido a la gravedad de la derrota republicana.
Contenido
¿Qué Pasó Antes de la Ofensiva de Aragón?
La Situación en el Campo de Batalla
La Batalla de Teruel, que duró de diciembre de 1937 a febrero de 1938, había sido una derrota dura para los republicanos. Había agotado sus recursos militares. Al mismo tiempo, el general Franco movió rápidamente la mayor parte de sus fuerzas a lo largo del frente de Aragón. Su objetivo era aprovechar su ventaja para conquistar el resto de Aragón. También quería que sus tropas avanzaran hacia Cataluña y la zona de Levante. El bando sublevado logró reunir más de 100.000 soldados para esta campaña. Entre ellos estaban sus tropas mejor preparadas, que irían al frente del ataque.
Además de tener más soldados, el bando sublevado estaba mejor equipado y en mejor estado que el ejército republicano. Las tropas republicanas aún no se habían recuperado de las grandes pérdidas sufridas en Teruel. En cuanto al apoyo aéreo, el bando sublevado tenía cerca de 950 aviones, 200 tanques y miles de camiones. Recibían ayuda de Alemania e Italia. La República Española recibía ayuda de la Unión Soviética, pero esta tardaba en llegar. También dependía de la producción de armas en Cataluña, que no era muy eficiente.
Las Fuerzas en Combate
Franco planeó cuidadosamente su ofensiva contra Aragón. Las fuerzas atacantes serían del Ejército del Norte, bajo el mando de Dávila. Los Cuerpos de Ejército de Solchaga, Moscardó, Yagüe y Aranda, junto con las tropas italianas, serían los principales en el ataque. La Legión Cóndor, un grupo de aviadores alemanes, también estaba lista con equipo nuevo. Un oficial alemán, Von Thoma, convenció a Franco para que los tanques actuaran juntos en un grupo de 200, en lugar de estar separados.
Debido a las pérdidas en la Batalla de Teruel, a la mitad de las tropas republicanas les faltaban fusiles. Las tropas más experimentadas del ejército republicano habían sido enviadas a la retaguardia para descansar y reequiparse. Por eso, el frente estaba defendido por soldados jóvenes y sin mucha experiencia. Conseguir armas para el ejército republicano era cada vez más difícil, ya que la ayuda de la Unión Soviética era menor.
Mientras tanto, el bando sublevado había movido sus tropas por el frente de Aragón mucho más rápido de lo que los generales republicanos habían pensado. El alto mando republicano creía que Franco atacaría Madrid desde el norte de Guadalajara. Otro error fue pensar que las tropas sublevadas estaban tan cansadas como las suyas.
Primera Fase: El Inicio del Ataque
La Ruptura del Frente en Belchite
El ataque comenzó con un fuerte bombardeo de artillería y aviones. A las 6:30 de la mañana, tres cuerpos de ejército del bando sublevado atacaron las líneas republicanas. El frente se rompió en varios puntos. Las tropas republicanas de primera línea no tenían mucha experiencia ni suficientes armas. Al norte del ataque, las tropas de Yagüe, apoyadas por la Legión Cóndor y muchas baterías de artillería, avanzaron. Cruzaron el Ebro y superaron la resistencia republicana. El General Solchaga dirigió el ataque a Belchite. Las defensas de la localidad cayeron fácilmente. El 10 de marzo, las tropas de Solchaga entraron en el pueblo de Belchite, que estaba devastado. Las últimas en abandonar las ruinas fueron las tropas de la XV Brigada Internacional, que incluían soldados británicos, estadounidenses y canadienses. El comandante estadounidense Robert Hale Merriman murió durante la retirada.
Las tropas italianas atacaron el pueblo de Rudilla y encontraron una fuerte resistencia al principio. Pero finalmente, las tropas italianas lograron vencer y conquistar la localidad.
La Retirada Republicana
El 13 de marzo, el General Aranda tuvo que luchar duro para conquistar Montalbán. Sin embargo, la resistencia republicana apenas había comenzado cuando se produjo una huida general en este sector. A lo largo de todo el frente, las fuerzas republicanas tuvieron que retirarse. Gran parte del ejército huyó ante la superioridad del ataque, y la retirada se convirtió en una derrota grave. Para empeorar las cosas, los comandantes republicanos se acusaban entre sí de los fracasos en la batalla. El jefe del Estado Mayor republicano, el general Vicente Rojo, estableció su centro de operaciones en Caspe, reuniendo allí a las Brigadas Internacionales.
Las tropas italianas se acercaban a Alcañiz, donde algunas unidades republicanas se reunieron para resistir. Los aviones de bombardeo atacaban las posiciones republicanas, mientras que los aviones de combate hostigaban su retirada. Finalmente, Alcañiz cayó, y se hicieron muchos prisioneros. La toma de Alcañiz hizo que la huida republicana fuera total. Incluso las unidades que lograban resistir tenían que retirarse porque todo el frente defensivo republicano se estaba desmoronando. El 15 de marzo, tres divisiones del bando sublevado llegaron a los alrededores de Caspe. Al día siguiente, rodearon la localidad y comenzó la batalla para conquistarla.
Al anochecer del día 17, el pueblo de Aragón cayó después de dos días de duros combates. Las Brigadas Internacionales, especialmente la XV, lucharon con mucho valor. Para entonces, los ejércitos del bando sublevado estaban cerca del Mar de Aragón y el río Ebro, a 110 km de donde habían empezado. Esta primera ofensiva había avanzado mucho en la retaguardia republicana, creando una zona de avance desde Belchite hasta Caspe y Alcañiz.
Segunda Fase: El Desastre Republicano
El Frente de Aragón se Desmorona
Las unidades del bando sublevado se detuvieron junto a los ríos Ebro y Guadalope para reorganizarse. Pero el 22 de marzo, la ofensiva se reanudó en la zona norte del frente, contra las líneas republicanas entre Zaragoza y Huesca. En un solo día, todas esas fortificaciones cayeron. Los generales Solchaga y Moscardó lanzaron varios ataques en un frente de 130 km. Finalmente, el sitio sobre Huesca terminó y la ciudad fue liberada. También se conquistaron importantes poblaciones como Tardienta y Alcubierre. Al día siguiente, desde el sur, Yagüe cruzó el Ebro y conquistó Pina de Ebro. Los pueblos del este de Aragón fueron tomados en pocos días por el bando sublevado, lo que hizo que muchos de sus habitantes huyeran. En esta parte de la ofensiva, también cayeron Barbastro, Bujaraloz y Sariñena. El 25 de marzo, las tropas de Yagüe ocuparon Fraga y desde allí entraron en Cataluña. Yagüe ordenó atacar la siguiente ciudad, Lérida, pero la 46.ª División republicana logró detener el avance durante una semana. Esto dio tiempo a los republicanos para organizar su retirada y evacuar equipo militar valioso.

Las tropas del general Solchaga tomaron Barbastro y rodearon a la 43.ª División republicana en la llamada Bolsa de Bielsa. Allí, 7.000 soldados republicanos lucharon con mucha fuerza. La cercanía de los Pirineos dificultaba el avance rápido del bando sublevado. Mientras tanto, en el sur, el bando sublevado avanzó fácilmente por el Maestrazgo. Para empeorar la situación, en plena batalla, las diferentes facciones en el ejército republicano se acusaban mutuamente. A finales de marzo, el General Pozas fue reemplazado como comandante del Ejército del Este por el teniente coronel Juan Perea Capulino. Hubo muchos cambios de mando en otras unidades republicanas, pero a menudo estos cambios no pudieron evitar las derrotas.
El poder aéreo fue clave en esta campaña. Las llanuras de Aragón ofrecieron al bando sublevado lugares fáciles para que aterrizaran los aviones. Esto permitió un apoyo aéreo rápido a las tropas en el frente. La aviación del bando sublevado fue decisiva para hacer retroceder a las tropas republicanas, forzándolas a abandonar sus posiciones una tras otra. Atacaban las columnas en retirada y vencían en el aire a la aviación republicana, que fue superada.
El Avance Hacia Cataluña
El 3 de abril, las tropas de Yagüe aseguraron el control de Lérida. Gandesa también fue ocupada el mismo día, tomando prisioneros a unos 140 soldados de la XV Brigada Internacional. En el norte, el avance del bando sublevado continuó. El 8 de abril, conquistaron Balaguer, Camarasa y Tremp. Con esto, las centrales hidroeléctricas que abastecían a Barcelona cayeron en manos del bando sublevado. Las industrias de Barcelona vieron su producción muy reducida. Sin embargo, la 11.ª División republicana logró detener a las tropas italianas en la desembocadura del río Ebro, cerca de Tortosa. Esto impidió cualquier intento de cruzar el río.
Al llegar a la orilla del río Segre, el avance del bando sublevado no pasó más allá del río, salvo por pequeñas acciones locales. Aunque Lérida había caído, la fuerte resistencia de la 46.ª División republicana fue muy importante para evacuar material y soldados a la otra orilla del Segre. Más al norte, el avance por los Pirineos fue difícil debido a la resistencia de las tropas republicanas, especialmente las de la Bolsa de Bielsa. A pesar de todo, Viella y el Valle de Arán fueron ocupados.
Bombardeos en la Retaguardia Republicana
El inicio de la ofensiva de Aragón vino acompañado de intensos bombardeos. Estos ataques se dirigieron a las redes de comunicación (estaciones de tren, carreteras, puentes, puertos) y a las poblaciones en la retaguardia republicana en Cataluña y Valencia. La mayoría de estos bombardeos fueron realizados por la aviación italiana con base en Mallorca. Así fueron atacadas ciudades como Barcelona, Badalona, Gavá, Mataró, Tarragona, Reus, Tortosa, Amposta, Valencia, Castellón y muchas otras. El 7 de marzo también fue atacada Cartagena.
Antes de la ofensiva, algunas localidades de Aragón como Alcañiz fueron bombardeadas. Este ataque fue especialmente duro, causando más de 200 muertes, la mayoría civiles, incluyendo niños de una escuela y su maestra. Según un testigo, la aviación del bando sublevado atacó a la población civil de forma muy dura, incluso ametrallando a las personas que trabajaban en los campos o iban por los caminos. Durante el avance, también fueron bombardeadas Sariñena, Fraga (donde murieron 50 personas), Albalate de Cinca y Monzón. En total, estos ataques causaron unos 50 muertos y muchos heridos.
Pero el bombardeo más terrible fue el de Lérida el 27 de marzo de 1938. Aviones alemanes bombardearon la ciudad durante dos horas para debilitar su resistencia. Los resultados fueron terribles. Cuando las tropas del bando sublevado entraron en la ciudad, se llevaron los registros civiles donde estaban anotados los muertos por los bombardeos.
Los bombardeos más brutales fueron los de Barcelona en marzo de 1938. Estos fueron ordenados por el líder italiano Benito Mussolini. La orden fue "Iniciar desde esta noche acción violenta sobre Barcelona con un martilleo espaciado en el tiempo". El objetivo era debilitar la moral de los republicanos mientras las tropas avanzaban en Aragón. Los bombardeos de Barcelona se organizaron de forma continua, para que los sistemas de alarma de la población no funcionaran bien.
El 16 de abril, comenzó la "operación Neptuno" para bombardear los puertos de Cartagena y Almería. Por allí llegaba el material de la Unión Soviética que recibía la República. Los daños en Cartagena fueron grandes, aunque la base naval no fue muy afectada gracias a las defensas.
Tercera Fase: La División del Territorio Republicano
Ante la rápida derrota del ejército republicano, las tropas del bando sublevado podrían haber conquistado fácilmente Barcelona y toda Cataluña. Pero el general Franco tomó una decisión sorprendente: ordenó avanzar hacia la costa y luego atacar Valencia. Esta decisión fue vista como un error estratégico por sus propios generales, ya que Barcelona era un objetivo mucho más cercano y vulnerable. Sin embargo, Franco tenía información de que un avance por Cataluña podría causar una intervención de Francia. Por eso, ordenó que el ataque continuara hacia el mar. Otros historiadores creen que Franco quería la rendición total del enemigo y la destrucción gradual de la República. No le interesaba un final rápido de la guerra que dejara a muchos enemigos armados en otras partes de España.
El general Juan Yagüe criticó en privado la decisión de Franco de no seguir hacia Barcelona. Por ello, le fue retirado temporalmente el mando de sus tropas.
Los republicanos, muy debilitados, no ofrecieron mucha resistencia. El 15 de abril, las tropas del bando sublevado entraron en Vinaroz, una localidad en la costa del Mediterráneo. Esto cortó definitivamente el territorio republicano en dos. Ese mismo día, aviones bombardearon intensamente Tortosa para destruir los puentes del río Ebro y cortar la retirada del ejército republicano. El 19 de abril, el bando sublevado ya había ocupado 32 km de la costa mediterránea casi sin resistencia. Para entonces, la ofensiva de Aragón ya había terminado.
Consecuencias de la Ofensiva de Aragón
En esta gran campaña, todas las defensas republicanas en el Frente de Aragón cayeron en pocos días. Un frente que había estado estable desde 1936 se había desmoronado en pocas semanas. Los republicanos se encontraban en la peor situación posible, con su territorio dividido en dos. Las derrotas en el frente de Aragón también causaron una crisis grave en el gobierno republicano. Esto llevó a cambios importantes en el gobierno. La serie de victorias que comenzaron con la Batalla de Teruel dio mucha confianza al bando sublevado, que pensó que la guerra estaba casi ganada.
Mientras se desarrollaba la nueva ofensiva hacia Valencia, Francia había reabierto la frontera española. Esto permitió que la ayuda militar comprada en el extranjero, que se había acumulado en Francia debido a un embargo de armas, llegara a la zona republicana. Esto retrasó el avance del bando sublevado y la defensa republicana se hizo más fuerte.
Las pérdidas republicanas fueron importantes: muchos muertos, más de 25.000 prisioneros y más de 100 piezas de artillería perdidas. La derrota también llevó a la reorganización de varias unidades militares republicanas.
Aunque el ejército republicano había sido muy afectado en la zona, lograron detener el avance del bando sublevado en las orillas de los ríos Segre y Ebro y en las montañas del Maestrazgo. Ahora que Francia había reabierto su frontera, el material militar de la Unión Soviética volvía a entrar en la España republicana. La posibilidad de rearmarse era de nuevo una realidad. La insistencia de Franco en la Ofensiva en el Levante hizo que sus mejores tropas se quedaran atascadas en un avance lento contra un enemigo que se había fortalecido. Sin embargo, sus éxitos en Aragón fueron muy importantes, y la Segunda República Española nunca se recuperaría completamente de este golpe.
Galería de imágenes
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Después del ataque republicano en 1937, el pueblo de Belchite quedó en ruinas. Cuando el bando sublevado atacó en 1938, el frente republicano se rompió fácilmente.
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Reconstrucción del sistema de trincheras en Alcubierre.
Véase también
En inglés: Aragon Offensive Facts for Kids