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Desembarco de Mallorca para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Desembarco de Mallorca
Parte de guerra civil española
Landing at Punta d'Amer.png
Tropas republicanas desembarcando
Fecha 16 de agosto - 4 de septiembre de 1936
Lugar Islas Baleares
Coordenadas 39°37′00″N 2°59′00″E / 39.616666666667, 2.9833333333333
Resultado Victoria de las fuerzas sublevadas
Consecuencias Los italianos establecen una base aeronaval en Mallorca.
Beligerantes
Bandera de España República Española Flag of Spain (civil).svg Fuerzas sublevadas
Flag of Italy (1861-1946).svg Reino de Italia
Comandantes
Bandera de España Alberto Bayo Flag of Spain (civil).svg Luis García Ruiz
Flag of Italy (1861-1946).svg Arconovaldo Bonaccorsi
Fuerzas en combate
Unidades de tierra
• 8000 milicianos
• 10 piezas de artillería
Unidades marítimas
• 6-10 hidroaviones
• 1 Acorazado
• 1 Crucero ligero
• 2 Destructores
• 3 submarinos
• Varias unidades de Marina.
Guarnición de Mallorca
• 1200 soldados
• 300 carabineros y Guardias Civiles
• 2000 voluntarios falangistas
Aviación italiana
• 3 bombarderos SM-81
• 3 cazas CR-32

El Desembarco de Mallorca fue una operación militar importante durante la Guerra civil española. Ocurrió entre agosto y septiembre de 1936. Las fuerzas de la República Española intentaron recuperar las islas de Mallorca e Ibiza. Estas islas habían sido tomadas por las fuerzas que se habían levantado en armas el 18 de julio de 1936.

La operación terminó con la derrota y retirada de las fuerzas republicanas. Si hubieran tenido éxito, el curso de la guerra podría haber sido diferente. Mallorca se convirtió después en una base aérea y naval muy importante para la aviación y la armada de Italia. Desde allí, se bloqueaban las rutas marítimas y se lanzaban ataques aéreos contra la España republicana. A partir de finales de 1937, Mallorca también fue la base principal de la flota de las fuerzas sublevadas. Esto les permitió controlar el Mar Mediterráneo.

¿Por qué ocurrió el Desembarco de Mallorca?

La idea de enviar una expedición a Mallorca surgió entre las fuerzas que se oponían al levantamiento militar. Esto fue porque el 19 de julio, Mallorca, Ibiza y Formentera habían sido tomadas por las fuerzas sublevadas. Menorca fue la única isla de las Islas Baleares que se mantuvo leal a la República. Sin embargo, la situación en la zona republicana dificultó la coordinación necesaria para la operación.

Desde el 23 de julio, comenzaron algunas acciones contra las fuerzas sublevadas. Ese mismo día, aviones republicanos bombardearon Palma de Mallorca. El 1 de agosto, una operación más pequeña ocurrió cuando fuerzas republicanas de Menorca tomaron brevemente la Isla de Cabrera.

Preparativos para la operación

Archivo:Columna Uribarry
Insignia de la Columna Uribarri.
Archivo:Republican troops Barcelona-Mallorca
Tropas republicanas embarcadas en Barcelona.

El 2 de agosto de 1936, una columna de milicias de Barcelona, dirigida por Alberto Bayo, llegó a Menorca. Esto fue un paso previo al inicio de la operación. Al día siguiente, la aviación republicana volvió a bombardear Palma de Mallorca. Las fuerzas sublevadas en Mallorca eran pocas y lo sabían. Por eso, el 2 de agosto, el capitán Juan Thomas y Martín Pou Roselló viajaron a Roma. Su objetivo era pedir refuerzos para la isla.

El 6 de agosto, se terminaron los preparativos en Barcelona para el desembarco. Tanto el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña como el Gobierno de Cataluña apoyaron el plan. El Gobierno de la República no se opuso y decidió observar cómo se desarrollaba la operación. Al día siguiente, la isla de Formentera se rindió a la Columna Uribarri. Esta columna venía de Valencia y se había unido a la operación. Un día después, la columna de Alberto Bayo, también conocida como Columna de Baleares, desembarcó en Ibiza. La controló en pocos días con la ayuda de Uribarri.

El cuartel general de la operación se estableció en Mahón, en la isla de Menorca. Cien voluntarios de otros países, como Francia, Cuba y Argentina, se unieron a las operaciones. El 13 de agosto, unos 400 milicianos catalanes llegaron a la isla de Cabrera. Los valencianos de la columna de Uribarri regresaron a la península. El 15 de agosto, el capitán Bayo voló de Mahón a la isla de Cabrera. Allí propuso a los milicianos que desembarcaran en la isla Dragonera como una distracción. Sin embargo, no aceptaron participar en esa parte del plan.

¿Cómo se desarrolló el Desembarco?

La llegada a Mallorca

Archivo:Soldiers during the Landing of Mallorca
Desembarco inicial de una barcaza K, con barcos de apoyo en el fondo.

En la madrugada del 16 de agosto, la expedición de milicianos de Bayo desembarcó en Mallorca. Estaban reforzados por parte de la guarnición de Menorca y tropas de Ibiza. Las fuerzas atacantes lograron ocupar una franja de 7 kilómetros en la costa este de Mallorca. La flota de la República que apoyaba la operación incluía varios destructores, un guardacostas, un torpedero, un buque-aljibe, varios buques de transporte y carga, y un buque hospital. El desembarco en la península de Punta de Amer se hizo con barcazas especiales.

Las unidades de Bayo también contaban con tres submarinos y seis hidroaviones. El desembarco fue apoyado por el acorazado Jaime I y el crucero ligero Libertad. En total, entre 6000 y 10000 hombres atacaron la isla por la zona de Punta Amer y Porto Cristo. Al atardecer, llegaron piezas de artillería y apoyo aéreo. A partir del 17 de agosto, varios barcos de la Marina republicana apoyaron las operaciones. Las milicias republicanas avanzaron unos 12 kilómetros hacia el interior. El 31 de agosto, ante la creciente resistencia, los republicanos reorganizaron sus planes para atacar Manacor.

La llegada de apoyo italiano

Archivo:BalearesSept1936
Máximo avance de los republicanos en las Baleares, a comienzos de septiembre de 1936.

El líder italiano Arconovaldo Bonaccorsi fue enviado a Mallorca. Lideraba una fuerza de voluntarios y oficiales del ejército. Bonaccorsi fue enviado para actuar como representante italiano en las Baleares. Con él, llegó una pequeña escuadrilla de aviones de combate y bombarderos, y un grupo de aviadores.

El 1 de septiembre, algunas autoridades italianas, como Bonaccorsi, observaron la contraofensiva. Dos días después, llegaron a la isla tres bombarderos y tres aviones de combate italianos. Estos aviones dieron a las fuerzas sublevadas el control del cielo. El armamento proporcionado incluía hidroaviones, bombarderos y aviones de combate, además de combustible y municiones. Las milicias de Bayo, aunque habían logrado establecer una posición en la costa, no pudieron avanzar hacia el interior. El 2 de septiembre, el depósito de municiones de los republicanos fue destruido.

Las fuerzas sublevadas lograron reunir 3500 combatientes. Estaban formados por soldados de la guarnición militar, carabineros, Guardias Civiles y voluntarios. Finalmente, la contraofensiva de las fuerzas sublevadas logró imponerse. Mantuvieron a la fuerza expedicionaria catalana bloqueada en el territorio que habían conquistado.

La retirada de las fuerzas de Bayo

La fuerza expedicionaria republicana tenía pocos servicios médicos y suministros. No pudo hacer frente a la contraofensiva de las fuerzas sublevadas, que estaban reforzadas con aviones de Italia. Bajo el ataque constante por tierra y aire, los milicianos retrocedieron rápidamente a los barcos. Dejaron atrás a muchos hombres y material militar. Se considera que la ayuda italiana fue clave para expulsar a los republicanos de la isla. Así, en la noche del 4 al 5 de septiembre, por orden del gobierno de Largo Caballero, la columna de Bayo comenzó la retirada.

La expedición republicana regresó a Mahón y Barcelona. Dejaron atrás a algunos grupos dispersos. Después de que las fuerzas sublevadas recuperaran el territorio mallorquín, una semana más tarde supieron que la isla de Cabrera también había sido abandonada.

El 9 y 10 de septiembre, llegaron a la isla de Ibiza dos grupos de milicianos desde Barcelona. Esto fue en respuesta a las peticiones de apoyo del Comité Antifascista de Ibiza. El Desembarco de Mallorca se considera terminado el 20 de septiembre. Ese día, tropas de las fuerzas sublevadas de Palma de Mallorca ocuparon finalmente las islas de Ibiza y Formentera.

¿Qué pasó después del Desembarco?

Después de la retirada de Mallorca, las playas del desembarco quedaron con restos de la batalla. En pocas semanas, casi todo el archipiélago (excepto Menorca) volvió al control de las fuerzas sublevadas. Esto significó que la operación fue un fracaso total. Además de la desorganización de los atacantes republicanos, las fuerzas sublevadas contaron con la ayuda de Italia. Italia tenía interés en establecer una base aérea y naval en las Baleares.

Archivo:Regia Nave Fiume1
El crucero Fiume, alrededor de 1933.

Lo más importante es que, después de la llegada de los italianos, Mallorca se convirtió en una base militar italiana durante el resto de la guerra. La influencia italiana en la isla creció mucho. Aunque no fue una ocupación oficial, algunas banderas italianas llegaron a ondear en la isla. Italia estableció varias bases aéreas en la isla. Desde allí, realizaron muchos bombardeos y atacaron las rutas de suministro republicanas. Italia tenía autonomía en el uso de sus bases aéreas en Mallorca. Para asegurar el control de Mallorca, entre agosto y noviembre de 1936, el crucero pesado italiano Fiume estuvo anclado en la bahía de Palma.

La situación en las islas

Con la retirada de la expedición republicana, las fuerzas sublevadas y sus aliados tomaron medidas muy duras contra la población local de las islas. Durante la corta estancia de las milicias republicanas, también hubo algunas pérdidas de vidas. Muchos milicianos republicanos heridos fueron llevados a un convento. Allí, algunos perdieron la vida. Pocos prisioneros lograron sobrevivir. La situación difícil afectó también a muchos civiles que no habían participado en la expedición.

La isla de Mallorca se convirtió en un lugar donde se perseguía a quienes se consideraban opositores. Un líder italiano, Arconovaldo Bonaccorsi, fue muy activo en estas acciones. Se formó un grupo que participó activamente en estas medidas. Fue en ese momento cuando la pérdida de vidas en la isla alcanzó su punto más alto. Algunos autores estiman que hubo muchas muertes. El escritor católico Georges Bernanos se sintió muy afectado por lo que vio y lo contó en su libro Los grandes cementerios bajo la luna publicado en 1938.

Ver también

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Battle of Majorca Facts for Kids

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Desembarco de Mallorca para Niños. Enciclopedia Kiddle.