Batalla de Valsequillo para niños
Datos para niños Batalla de Valsequillo |
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Parte de Frente de Extremadura - Guerra civil española | ||||
![]() Mapa de España en noviembre de 1938, tras la batalla del Ebro.
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Fecha | 5 de enero - 4 de febrero de 1939 | |||
Lugar | Provincias de Córdoba y Badajoz | |||
Resultado | Victoria franquista | |||
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La Batalla de Valsequillo, también conocida como la Batalla de Peñarroya, fue una importante operación militar durante la Guerra civil española. Fue la última gran ofensiva lanzada por el Ejército Popular de la República.
Esta batalla comenzó el 5 de enero de 1939. Su objetivo principal era desviar la atención de las fuerzas del bando sublevado, que estaban muy concentradas en la Ofensiva de Cataluña. Aunque la República logró conquistar bastante territorio al principio, el resultado final fue una victoria para el bando sublevado.
Contenido
La Batalla de Valsequillo: Un Intento Final en la Guerra Civil Española
¿Por qué fue importante esta batalla?
Después de la derrota republicana en la Batalla del Ebro, la situación para la República era muy difícil. Se esperaba que el general Francisco Franco lanzara un ataque decisivo en Cataluña. Por eso, era urgente que la República hiciera algo para distraer a las fuerzas del bando sublevado.
La Batalla de Valsequillo fue un intento de la República de dar un golpe de efecto. Querían mostrar que aún tenían fuerza, a pesar de la complicada situación militar. También esperaban que una victoria pudiera influir en la política internacional.
Los planes de la República
El jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular, Vicente Rojo Lluch, había planeado una gran operación desde 1937. Este plan, conocido como Plan P, buscaba dividir en dos la zona controlada por el bando sublevado.
Inicialmente, Rojo quería atacar en Extremadura o Castilla la Vieja. Sin embargo, los gobiernos republicanos anteriores habían pospuesto este plan. A finales de 1938, después de la derrota en el Ebro, Rojo propuso dos ataques al mismo tiempo. Uno sería por tierra en el frente de Extremadura y otro por mar en Motril, al sur de Provincia de Granada.
El ataque por mar en Motril no pudo realizarse. El general José Miaja y su jefe de estado mayor, Manuel Matallana Gómez, no estuvieron de acuerdo con movilizar tantas tropas. Así, el plan de desembarco fue cancelado.
A pesar de esto, Rojo insistió en el ataque en Extremadura. Dio órdenes al general Antonio Escobar Huerta, jefe de las fuerzas republicanas en Extremadura, y al general Manuel Matallana. El objetivo era avanzar hacia Mérida y Llerena. La idea era atacar una zona menos protegida para desviar la atención de Cataluña.
¿Quiénes participaron en la batalla?
El bando republicano
Las fuerzas republicanas estaban al mando del general Antonio Escobar Huerta, jefe del Ejército de Extremadura. El general Manuel Matallana supervisaba las operaciones.
Las fuerzas republicanas incluían:
- El XXII Cuerpo de Ejército, con tres divisiones.
- La Agrupación Toral, con otras tres divisiones.
- También contaron con el apoyo de la Columna «F» y una agrupación de tanques.
- La Aviación republicana también envió algunos aviones.
A partir del 16 de enero, llegaron refuerzos. Las unidades del Ejército de Extremadura tenían muchos soldados, pero a menudo les faltaba armamento y suministros. Algunos soldados no tenían uniformes adecuados y la moral era baja.
El bando sublevado
Las fuerzas del bando sublevado en esta zona eran menos numerosas. Formaban parte del Ejército del Sur, al mando del general Gonzalo Queipo de Llano. Este ejército se extendía por Andalucía y parte de Extremadura.
Cuando comenzó la ofensiva, Queipo de Llano organizó sus fuerzas en dos grupos principales:
- La Agrupación A, dirigida por Francisco García-Escámez, se ubicó al norte.
- La Agrupación B, al mando de Arturo Muñoz Castellanos, se situó al sur, defendiendo Peñarroya.
El desarrollo de la lucha
El ataque inicial republicano
El 5 de enero de 1939, el XXII Cuerpo de Ejército republicano lanzó un ataque sorpresa. Rompieron las defensas del bando sublevado en Hinojosa del Duque, Córdoba. Al día siguiente, ocuparon Fuente Obejuna.
Los republicanos lograron avanzar unos 500 kilómetros cuadrados en solo tres días. Esta fue la mayor conquista de territorio por parte de la República en toda la guerra. Sin embargo, el avance se detuvo cerca de Peñarroya.
El bando sublevado se sorprendió con el avance. Gonzalo Queipo de Llano pidió refuerzos a Franco. El mal tiempo, con lluvias intensas, complicó las operaciones. Los camiones y tanques se quedaron atascados en el barro. Algunos oficiales republicanos pensaron que los tanques no se usaron bien. El general Matallana dio órdenes confusas, lo que generó sospechas.
A pesar de la resistencia del bando sublevado en puntos clave, el avance republicano continuó. Cruzaron el río Zújar y llegaron a Azuaga y Monterrubio de la Serena. Esto amenazaba las posiciones del bando sublevado en Cabeza del Buey.
La respuesta del bando sublevado
Francisco Franco decidió no detener su avance en Cataluña. Para él, la toma de Barcelona era más importante que lo que ocurría en Córdoba.
El 14 de enero, la ofensiva republicana se reanudó, pero fue rápidamente rechazada. El bando sublevado lanzó su propia contraofensiva el 17 de enero, con apoyo aéreo y cargas de caballería. La aviación republicana tardó en aparecer.
La situación se volvió difícil para los republicanos. Empezaron a haber muchas deserciones. El XVII Cuerpo de Ejército republicano intentó varios ataques, pero fracasaron.
Los republicanos pasan a la defensiva
Como no podían seguir avanzando, las tropas republicanas pasaron a la defensiva. Sus tanques estaban inmovilizados y los cañones no podían seguir adelante. Se formó una zona controlada por la República, defendida por la Agrupación Toral y el XXII Cuerpo de Ejército.
El bando sublevado contraatacó con fuerza. Recuperaron Peraleda del Zaucejo el 22 de enero y Fuente Obejuna el 25. El 27 de enero, el frente se cerró, justo cuando el bando sublevado tomaba Barcelona. Esto demostró que la ofensiva republicana no había logrado su objetivo de ayudar a las tropas en Cataluña.
La moral de las tropas republicanas decayó. El mal tiempo y la falta de equipo afectaron mucho. El general Escobar estaba agotado por la intensidad de los combates. La lucha continuó hasta principios de febrero. El 4 de febrero, el general Escobar ordenó a las tropas republicanas regresar a sus posiciones iniciales.
¿Qué pasó después de la batalla?
La Batalla de Valsequillo tuvo un alto costo. El bando republicano sufrió unas 6.000 bajas, mientras que el bando sublevado tuvo alrededor de 2.000. Aunque la República había ganado territorio al principio, este no tuvo valor estratégico al final de la guerra.
La ofensiva del bando sublevado en Cataluña no se vio afectada. Cuando las tropas republicanas regresaron a sus posiciones iniciales el 4 de febrero, las fuerzas del bando sublevado en Cataluña estaban a pocos días de llegar a la Frontera francesa.
Esta nueva derrota convenció a muchos militares republicanos, incluido el general Escobar, de que la guerra estaba perdida. Esto llevó a algunos militares a apoyar el movimiento del coronel Casado contra el gobierno de Negrín.
Véase también
En inglés: Battle of Valsequillo Facts for Kids