Sublevación militar de 1936 en la Guinea Española para niños
Datos para niños Sublevación militar de 1936 en la Guinea Española |
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Guerra Civil Española | ||||
Mapa de Guinea Española con la isla de Fernando Poo (Bioko) a la izquierda
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Fecha | 20 de septiembre – 14 de octubre de 1936 | |||
Lugar | Guinea Española | |||
Coordenadas | 1°35′00″N 10°21′00″E / 1.58333333, 10.35 | |||
Resultado | Victoria sublevada | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La sublevación militar de 1936 en la Guinea Española fue un evento importante que ocurrió en las colonias españolas del golfo de Guinea. Estas colonias son hoy el país de Guinea Ecuatorial.
Cuando comenzó un gran conflicto en España en julio de 1936, las noticias tardaron en llegar a estas colonias. Pasaron tres meses hasta que la isla de Fernando Poo (hoy Bioko) se unió a la sublevación. La parte continental de la colonia, llamada Río Muni, se mantuvo leal al gobierno por unos días. Sin embargo, la llegada de tropas desde las Islas Canarias hizo que toda la Guinea Española quedara bajo el control de las fuerzas que se habían sublevado en España.
Contenido
¿Cómo era la Guinea Española antes de 1936?
La vida en la colonia
Las tierras españolas en el golfo de Guinea incluían la isla de Fernando Poo (con su capital, Santa Isabel, hoy Malabo) y la parte continental de Río Muni (con capital en Bata). También había islas más pequeñas como Annobón, Corisco, Elobey Grande y Elobey Chico.
A principios del siglo XX, la colonia empezó a producir recursos. Se obtenía madera de los bosques en el continente y cacao en Fernando Poo. Se creó la Guardia Colonial para proteger a los colonos.
La población local trabajaba muchas horas al día en las grandes plantaciones de cacao o en las serrerías. La cantidad de españoles era pequeña, solo unas dos mil personas. La población indígena enfrentaba condiciones de vida difíciles y enfermedades. La Iglesia católica y las órdenes religiosas tenían mucha influencia.
En 1935, la colonia se dividió en dos zonas: la insular (Fernando Poo y otras islas) y la continental (Río Muni).
Nuevos líderes y cambios
El 8 de septiembre de 1935, Luis Sánchez-Guerra fue nombrado gobernador general. Él era ingeniero y su hermano trabajaba en el gobierno de España. El 6 de diciembre, Miguel Hernández Porcel fue nombrado subgobernador.
Según algunos relatos, su misión era mejorar la administración, aumentar la producción y ayudar a los habitantes locales. El gobernador vivía en Santa Isabel y el subgobernador en Bata.
No había un ejército regular en la colonia. La Guardia Colonial se encargaba de la policía y el orden. Tenía seis compañías, una en Fernando Poo y las demás en el continente. El teniente coronel Luis Serrano estaba al mando de la Guardia Colonial.
Durante su tiempo, el gobernador Sánchez-Guerra intentó mejorar las condiciones de los funcionarios y regular la contratación de trabajadores. También impulsó medidas para que los habitantes locales pudieran tener sus propias fincas. Sin embargo, algunos historiadores creen que no hubo una política clara para el progreso de la población indígena.
Antes del conflicto en España, solo existía un partido político en Guinea, el Frente Popular. Tenía pocos miembros, principalmente personas con educación que trabajaban en la colonia. Había dos periódicos en Fernando Poo: La Guinea Española, de los claretianos, y El Defensor de Guinea, que apoyaba al gobierno. Las elecciones de febrero de 1936 en España no se realizaron en la Guinea Española.
La llegada del barco Méndez Núñez
El 5 de junio de 1936, el gobernador Sánchez-Guerra declaró el estado de excepción, una medida para mantener el orden. Algunos historiadores dicen que fue por rumores de un levantamiento de los habitantes locales. El gobernador pidió al gobierno de España que enviara un barco de guerra.
El crucero Méndez Núñez llegó a Santa Isabel el 24 de junio. Su comandante era el capitán Trinidad Matres García. A bordo iba Eugenio Rodríguez Sierra, un miembro importante de un grupo llamado UMRA (Unión Militar Republicana Antifascista).
El 17 de julio, llegaron las primeras noticias de que había comenzado un levantamiento militar en Marruecos. Un oficial de radio en Madrid, Benjamín Balboa, que también era de la UMRA, recibió un mensaje importante. Este mensaje era del general Franco felicitando a los sublevados. Balboa informó al ministro y se negó a transmitir el mensaje. Luego, contactó a otros operadores de radio en los barcos para que estuvieran alerta.
El levantamiento en España no tuvo un impacto inmediato en Guinea. Los que planearon el levantamiento en España no habían organizado nada en la colonia. Algunos historiadores creen que la calma se debía a un acuerdo no dicho. Temían que los habitantes locales pudieran aprovechar los problemas para levantarse y tomar el control. Otros dicen que la gente de la colonia se preocupaba más por ser colonos que por la política de España.
Aun así, la colonia siguió bajo el control del gobierno de Madrid. Hubo algunas discusiones entre los que apoyaban el levantamiento y los que apoyaban al gobierno, pero no hubo violencia. La tripulación del Méndez Núñez y los miembros del Frente Popular local hicieron algunas actividades, como reuniones y el cierre de algunas iglesias.
El 21 de julio, el capitán Matres pidió permiso para recorrer las islas, pero se le ordenó regresar a España. El 23 de julio, el crucero partió. La tripulación envió un mensaje de apoyo al gobierno. El viaje del barco fue complicado. La tripulación vigilaba al capitán para que no entregara el barco a los sublevados. Desde Canarias, los sublevados enviaron mensajes al crucero para que fuera a las islas. Pero Balboa, desde Madrid, también interceptó esos mensajes y ordenó al Méndez Núñez que volviera a Guinea.
El crucero llegó a Santa Isabel el 14 de agosto. Siguiendo órdenes del gobierno, el capitán Matres fue relevado de su cargo. La tripulación eligió a Ángel Bono como su reemplazo, sin saber que él también apoyaba a los sublevados. La mayoría de los oficiales fueron desembarcados y confinados. Sin embargo, con ayuda de plantadores locales, huyeron a Camerún y luego a España para unirse a las fuerzas sublevadas.
El 30 de agosto, el Méndez Núñez partió definitivamente hacia España. Cerca de Dakar, el comandante Bono y otro oficial desertaron. Bajo el mando de Eugenio Rodríguez Sierra, el Méndez Núñez logró llegar a Málaga y se unió a la flota del gobierno.
Para ayudar a las autoridades en Guinea, el gobierno decidió enviar armas desde Barcelona en la motonave Fernando Poo. Este era un barco comercial que conectaba la colonia con España.
El levantamiento en Guinea
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Levantamiento en Fernando Poo y resistencia en el continente
Durante agosto, la colonia se mantuvo tranquila. Sin embargo, la falta de un barco mensual con suministros y la congelación de cuentas bancarias causaron malestar entre la población europea. El 3 de septiembre, el barco Ciudad de Ibiza llegó a Bata con provisiones.
A mediados de septiembre, el gobernador Sánchez-Guerra renunció. El 17 de septiembre, Estanislao Lluesma fue nombrado su reemplazo temporal. Pero unos días después, el 20 de septiembre (o la noche del 18 al 19), el teniente coronel Serrano, comandante de la Guardia Colonial, se unió al levantamiento y declaró el estado de guerra.
En su declaración, Serrano dijo que las acciones del gobierno de Madrid eran injustas. La resistencia en la isla de Fernando Poo fue mínima. Las nuevas autoridades tomaron el control sin problemas, con solo un herido leve entre los partidarios del gobierno. Doce personas que apoyaban al gobierno fueron detenidas.
Mientras el levantamiento triunfaba en la isla, la situación en el continente era diferente. En Bata, el subgobernador Miguel Hernández Porcel se negó a unirse a los sublevados de Fernando Poo. Él se mantuvo leal al gobierno de Madrid.
El 22 de septiembre, el subgobernador destituyó a los oficiales de la Guardia Colonial que apoyaban el levantamiento. La Guardia Colonial quedó bajo el mando de Emilio Fontanet. Al día siguiente, hubo un intento de levantamiento en otras zonas del continente. Los sublevados marcharon hacia Bata.
Cerca del río Ekuku, hubo un enfrentamiento con las fuerzas del gobierno. La mayoría de los combatientes eran tropas locales de la Guardia Colonial. Las fuerzas del gobierno ganaron, y hubo dos bajas entre los soldados locales. En Bata, se formó una milicia que detuvo a 23 personas, usándolas como rehenes. Esto ayudó a que el ataque a la capital continental fracasara.
Entre los que apoyaban al gobierno estaban Ángel Miguel Pozanco y José Sierra Companys. A los sublevados se les permitió irse en barcos extranjeros hacia Camerún y Gabón, desde donde viajaron a Santa Isabel. Hernández Porcel, sin embargo, no tenía armas. Intentó comprarlas en Camerún, pero no tuvo éxito. El 30 de septiembre, el Fernando Poo llegó a Bata, pero no traía armas.
El control total del continente
La situación en Guinea era un problema para los sublevados en España. Necesitaban controlar todo el territorio. También valoraban la riqueza que la colonia podía aportar, como el cacao, el café y la madera de okume.
El 23 de septiembre, el cuartel general de Francisco Franco decidió tomar el vapor Ciudad de Mahón, que estaba en Las Palmas. Este barco fue equipado con cañones y se convirtió en un crucero auxiliar. A bordo, embarcaron soldados y voluntarios. En total, 488 hombres. El Ciudad de Mahón zarpó de Canarias el 4 de octubre.
Mientras tanto, el Fernando Poo en Bata se usaba para detener a algunas personas. El 14 de octubre, el Ciudad de Mahón llegó a Bata. El Ciudad de Ibiza ya había partido hacia España. El Ciudad de Mahón pidió al Fernando Poo que se rindiera. Al no recibir respuesta, disparó dos cañonazos.
Las tropas del Ciudad de Mahón abordaron el Fernando Poo, pero los impactos causaron un incendio. Algunas personas a bordo perdieron la vida. El Fernando Poo se hundió al día siguiente.
Después de este enfrentamiento, varias lanchas de desembarco llegaron a la costa. La poca resistencia de las fuerzas del gobierno fue superada con disparos de artillería desde el Ciudad de Mahón. Los partidarios del gobierno huyeron. El Ciudad de Mahón permaneció un día en Bata, dejando una guarnición de unos doscientos hombres y voluntarios.
El 15 de octubre, el Ciudad de Mahón llegó a Santa Isabel, donde fue recibido con entusiasmo. El exgobernador Sánchez-Guerra fue enviado a Europa. El capitán Manuel de Mendívil fue nombrado nuevo gobernador general de la Guinea Española. En España, el subgobernador Hernández Porcel y Ángel Miguel Pozanco fueron sentenciados a un castigo muy severo sin estar presentes.
El Ciudad de Mahón regresó a Canarias. En noviembre, los prisioneros que apoyaban al gobierno fueron enviados a las Canarias.
Según algunos relatos, la isla de Annobón permaneció fuera del control de los sublevados por un tiempo. Fue el vapor Ciudad de Alicante, también armado, el que tomó la isla. Con esta última operación, todos los territorios españoles en el golfo de Guinea quedaron bajo el control de las fuerzas sublevadas.