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Intervención extranjera en la guerra civil española para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Intervención extranjera en la guerra civil española
Parte de Guerra civil española
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Localización
País España
Datos generales
Tipo Intervención extranjera
Ámbito Guerra civil española
Participantes

Bandera de España Bando republicano

Bando sublevado

Ver lista
Alemania
Italia
Portugal

No intervención

Histórico
Fecha 1936-1939
Desenlace
Resultado Victoria de los sublevados e implantación de la dictadura franquista.

La intervención extranjera en la guerra civil española se refiere a cómo varios países ayudaron a los dos bandos que lucharon en la Guerra civil española (1936-1939). Algunos países apoyaron al bando sublevado (liderado por el general Franco), mientras que otros ayudaron al bando republicano (el gobierno legal de España).

Esta ayuda fue muy importante para el desarrollo y el final de la guerra. Ambos bandos pidieron ayuda porque no tenían suficientes armas ni recursos para una guerra larga. Por ejemplo, la ayuda de Alemania e Italia fue clave para que el general Franco pudiera mover sus tropas y empezar sus ataques. De la misma manera, la ayuda de la Unión Soviética permitió que Madrid resistiera los ataques y que el bando republicano pudiera seguir luchando por más de dos años.

La Guerra Civil Española y su impacto internacional

La Guerra Civil Española, a menudo llamada la "guerra de España" por la prensa mundial, tuvo un gran impacto en las relaciones entre los países en la década de 1930. En Europa, había una fuerte competencia entre diferentes sistemas políticos: las democracias (como Gran Bretaña y Francia), los sistemas autoritarios (como Alemania e Italia) y el sistema comunista (la Unión Soviética). Cada país vio la guerra española desde su propio punto de vista.

¿Por qué la "no intervención" fue importante?

Francia y Gran Bretaña temían que la guerra en España pudiera empeorar la situación en Europa y llevar a una guerra mundial. Por eso, propusieron una política de "no intervención". Esto significaba que ningún país debía enviar armas ni soldados a España. Un total de 27 países europeos se unieron a este acuerdo. Para supervisarlo, se creó el Comité de No Intervención en Londres.

Sin embargo, esta política no siempre se cumplió. Alemania, Italia y Portugal apoyaron desde el principio a los militares sublevados. Por otro lado, la República recibió apoyo de la Unión Soviética y de las Brigadas Internacionales (grupos de voluntarios de muchos países). México también envió una ayuda simbólica a la República.

Esta ayuda internacional fue vital, especialmente al principio de la guerra. La ayuda de Italia y Alemania permitió a los sublevados trasladar sus tropas desde África a la península. La ayuda soviética fue crucial para la defensa de Madrid en noviembre de 1936.

A partir de octubre de 1936, la guerra en España se volvió más internacional. El territorio español se convirtió en un lugar donde se probaban nuevas armas, lo que hizo que la guerra fuera más destructiva. Por eso, la Guerra Civil Española es vista a menudo como un adelanto de la Segunda Guerra Mundial.

Muchos ciudadanos de Europa y América vieron la guerra en España como una lucha entre diferentes ideas: el autoritarismo, el comunismo y la democracia. Decenas de miles de extranjeros lucharon en España.

Además, muchas embajadas y consulados extranjeros en España dieron asilo político a miles de españoles de ambos bandos que estaban en peligro.

Ayudas internacionales al inicio de la guerra

Archivo:SM79 193
Aviones italianos Savoia-Marchetti SM.79

Cuando el intento de golpe de Estado de julio de 1936 no logró tomar el poder rápidamente, ambos bandos buscaron ayuda internacional urgente.

Apoyo a los sublevados

Los militares sublevados recibieron ayuda muy rápido de Italia y Alemania. El general Franco, que estaba en África y necesitaba cruzar el estrecho con sus tropas, pidió ayuda aérea a Italia el 20 de julio de 1936. Diez días después, el 30 de julio, llegaron a Marruecos nueve aviones italianos. Italia decidió ayudar a Franco al saber que Alemania también lo haría y que Francia y Gran Bretaña no intervendrían.

Alemania también envió ayuda. El 23 de julio, emisarios de Franco se reunieron con Adolf Hitler, quien aceptó enviar aviones. El 26 de julio, llegaron a Marruecos los primeros 20 aviones de transporte alemanes Junkers Ju 52 (que podían usarse como bombarderos) y 6 cazas Heinkel He 51. En total, Alemania envió 41 aviones y Italia 48, sumando 89 aviones.

Con estos aviones, Franco pudo transportar a más de 13.000 soldados del Ejército de África a la península entre finales de julio y mediados de octubre de 1936. Esto fue clave para superar el bloqueo y avanzar hacia Madrid.

Apoyo a la República

El gobierno republicano de José Giral pidió ayuda a Francia el 20 de julio. El presidente francés, Léon Blum, aceptó al principio. Sin embargo, la oposición política en Francia y la postura de "neutralidad" de Gran Bretaña hicieron que Francia cambiara de opinión. Gran Bretaña no apoyaría a Francia si esta se involucraba en una guerra con Alemania por intervenir en España. Por eso, Francia propuso el Comité de No Intervención el 1 de agosto de 1936.

Aun así, Francia envió algunos aviones a la República en agosto, como 13 cazas Dewoitine D.372 y 6 bombarderos Potez 540. Estos aviones tuvieron que ser pagados al contado y a precios muy altos, y llegaron desarmados, sin pilotos ni técnicos.

En resumen, la ayuda francesa no fue tan grande ni tan rápida como la ayuda ítalo-alemana a los sublevados en los primeros meses de la guerra. La ayuda de Italia y Alemania superó con creces la que recibió la República hasta que llegó la ayuda soviética en octubre de 1936.

El "Comité de No Intervención"

Archivo:Léon Blum reading
Leon Blum en 1946

Francia y Gran Bretaña querían evitar que la guerra en España se extendiera por Europa. Por eso, buscaron "aislar" el conflicto. La principal medida fue el acuerdo de "No Intervención", al que se unieron 27 países europeos. Este acuerdo no se escribió en un documento único, pero llevó a la creación del Comité de No Intervención en Londres.

La política de "no intervención" de Gran Bretaña se basó en su deseo de evitar conflictos con Alemania. Además, el gobierno conservador británico empezó a simpatizar con los sublevados, temiendo que España cayera en el "caos". Francia, aunque al principio intentó ayudar a la República, tuvo que seguir las directrices del Reino Unido y suspender la ayuda.

El acuerdo de "No Intervención" prohibía la exportación de armas y material de guerra a España. Sin embargo, en la práctica, fue una "farsa" porque Alemania, Italia y Portugal siguieron enviando armas a los sublevados.

La República, por su parte, empezó a recibir material de guerra de la Unión Soviética a partir de octubre de 1936. La República denunció la intervención de las potencias autoritarias ante la Sociedad de Naciones, pero estas nunca fueron castigadas.

La Armada británica y la "no intervención"

La Royal Navy (Armada Británica) tuvo un papel importante en el Mar Cantábrico. Los sublevados intentaron bloquear los puertos republicanos, pero los barcos británicos, protegidos por la Royal Navy, seguían llegando con víveres. Esto se debía a que el derecho internacional no reconocía a ninguno de los bandos el derecho a detener barcos fuera de las aguas territoriales.

La opinión pública británica sentía simpatía por los vascos, especialmente después de los bombardeos de Durango y Guernica. El gobierno británico decidió no reconocer el bloqueo de los sublevados.

Archivo:Pruebas de mar cervera
Crucero "nacional" Almirante Cervera

Hubo momentos de tensión, como el 6 de abril de 1937, cuando el crucero Almirante Cervera intentó detener un mercante británico. Destructores británicos intervinieron y el Almirante Cervera tuvo que retirarse. A partir de entonces, los mercantes británicos pudieron entrar regularmente en Bilbao y Santander.

La Royal Navy también ayudó a evacuar a miles de refugiados, incluyendo niños vascos, cuando Bilbao estaba a punto de caer.

Hubo incidentes, como el ataque al destructor británico Hunter por una mina en mayo de 1937, que causó muertes y heridos. Los sublevados negaron su responsabilidad, pero dejaron de minar la zona.

Más tarde, en 1938, dos mercantes británicos, el Endymion y el Alcira, fueron hundidos. Esto causó una crisis entre Gran Bretaña y los sublevados. El primer ministro británico, Neville Chamberlain, no quiso ir a la guerra por estos incidentes. Finalmente, el general Franco prometió no atacar a los mercantes británicos en el mar.

La rendición de Menorca

La única intervención militar directa de Gran Bretaña en la guerra fue para la rendición de Menorca. Los británicos querían evitar que esta isla estratégica cayera bajo control italiano o alemán. Un barco de la Royal Navy, el crucero Devonshire, negoció la rendición de la isla a cambio de que las autoridades republicanas pudieran salir bajo protección británica. El 9 de febrero de 1939, el Devonshire partió de Mahón con 452 refugiados a bordo.

La salida del coronel Casado

Una última intervención de la marina británica ocurrió al final de la guerra. El 30 de marzo de 1939, el destructor Galatea recogió en el puerto de Gandía al coronel Casado y a otras 164 personas. Casado había liderado un intento de golpe de Estado contra el gobierno republicano para buscar una paz, pero las negociaciones con Franco fracasaron. El barco los llevó a Marsella.

La intervención extranjera a favor de los sublevados

Archivo:S25
Cartel de propaganda republicano denunciando la intervención italiana.

Los sublevados recibieron ayuda en forma de soldados y armamento. Alemania envió la Legión Cóndor (unos 6.000 hombres) e Italia el Corpo di Truppe Volontarie (CTV), con un máximo de 40.000 hombres. Portugal también envió un grupo de combatientes llamados Viriatos.

El 18 de noviembre de 1936, Italia y Alemania reconocieron oficialmente al general Franco como el gobierno legítimo de España. Los soldados alemanes, italianos y portugueses eran en realidad militares de sus países, aunque se les presentaba como "voluntarios".

Además, miles de marroquíes del Protectorado de Marruecos fueron reclutados para luchar con los sublevados.

En cuanto a armamento, los sublevados recibieron de Italia y Alemania 1.359 aviones, 260 tanques, 1.730 cañones, fusiles y municiones. Empresas como Texaco y Ford también vendieron combustible y camiones a Franco.

Los líderes de Alemania (Hitler) e Italia (Mussolini) ayudaron a los sublevados por razones políticas y estratégicas. Querían que España tuviera un gobierno afín a ellos para debilitar a Francia y Gran Bretaña en Europa y el Mediterráneo.

La Alemania nazi

Archivo:Entrada de las tropas nacionales en San Sebastián (48 de 54) - Fondo Marín-Kutxa Fototeka
Entrada de las tropas del general Mola en San Sebastián (12 de septiembre de 1936).

La ayuda de Alemania a Franco se debió a que Hitler pensaba que la victoria de los sublevados beneficiaría los intereses de Alemania en Europa. Quería que España tuviera un gobierno favorable a Alemania en caso de una futura guerra europea.

Hermann Goering, el segundo al mando en Alemania, dijo que apoyó la intervención para probar la aviación alemana y para luchar contra el comunismo. La propaganda alemana presentó la guerra española como una lucha contra el "comunismo internacional".

La Legión Cóndor

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-E20569-21, Spanien, Ausbildung durch "Legion Condor"
Oficial alemán de la Legión Cóndor pasando revista a los cadetes del bando sublevado en Ávila.

En noviembre de 1936, Hitler envió una unidad aérea completa, la "Legión Cóndor". Esta unidad tenía sus propios jefes y estaba formada por cazas y bombarderos, además de tanques y cañones antiaéreos. Estaba compuesta por unos 5.500 hombres, que se rotaban para que muchos soldados adquirieran experiencia en combate.

La Guerra Civil Española fue un campo de pruebas para la aviación alemana (Luftwaffe), donde se probaron nuevas armas y tácticas que luego se usarían en la Segunda Guerra Mundial. El bombardeo de Guernica fue uno de los ataques más conocidos de la Legión Cóndor.

La Legión Cóndor permaneció en España durante toda la guerra y participó en todas las batallas importantes. Unos 371 de sus miembros murieron. Al final de la guerra, regresaron a Alemania.

La Armada alemana

Archivo:Bundesarchiv DVM 10 Bild-23-63-06, Panzerschiff "Admiral Graf Spee"
El Admiral Graf Spee en 1936.

La armada alemana envió barcos para proteger los mercantes que transportaban material de guerra a los sublevados. También proporcionaron información sobre los movimientos de la flota republicana y abastecieron a la armada de los sublevados con cañones, municiones y técnicos.

A finales de 1936, Alemania envió dos submarinos, el U-33 y el U-34, para atacar barcos republicanos. El U-34 hundió el submarino republicano C-3 cerca de Málaga. Después de esto, la responsabilidad de los ataques submarinos pasó a la marina italiana.

También hubo actividad de hidroaviones alemanes Heinkel He 59 desde Mallorca, que atacaban el tráfico comercial.

Cuando el plan de control del Comité de No Intervención entró en vigor, los barcos alemanes que transportaban material de guerra usaron banderas de Panamá para evitar ser detectados.

Los cruceros alemanes no intervinieron mucho, excepto en el bombardeo de Almería el 31 de mayo de 1937. Este ataque fue una represalia por un bombardeo que había sufrido el acorazado alemán Deutschland en Ibiza.

La Italia fascista

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-P0214-516, Spanien, Schlacht um Guadalajara
Avance de tanquetas italianas del CTV durante la batalla de Guadalajara.

Italia también ayudó a los sublevados por razones de política exterior. Mussolini quería construir un imperio en el Mediterráneo y pensaba que un aliado en España debilitaría a Francia y Gran Bretaña. También usó la idea de luchar contra el comunismo para justificar su intervención.

Desde el principio de la guerra, los italianos usaron la isla de Mallorca como una gran base aérea y naval. Aunque no fue una ocupación oficial, las banderas italianas ondearon en la isla y había personal militar italiano.

La ayuda italiana tuvo un valor aproximado de 64 millones de libras esterlinas.

El Corpo di Truppe Volontarie (CTV) y la Aviación Legionaria

Archivo:Monumento del cementerio de italianos del Puerto del Escudo 1
Monumento del cementerio de italianos del puerto del Escudo, fotografiado en 1967.

Italia envió el mayor número de combatientes extranjeros para los sublevados. Desde julio de 1936, pilotos italianos volaban aviones en la Legión Extranjera, que luego se convirtió en la Aviación Legionaria con base en Mallorca.

A partir de diciembre de 1936, se desplegó en España una unidad militar completa llamada Corpo di Truppe Volontarie (CTV), con hasta 40.000 hombres. En total, unos 72.775 italianos pasaron por España, incluyendo militares y miembros de la milicia. El CTV y la Aviación Legionaria lucharon hasta el final de la guerra.

La Armada italiana

En los primeros seis meses de la guerra, unos cincuenta barcos mercantes italianos llegaron a los puertos sublevados con material de guerra. La isla de Mallorca fue una escala estratégica para estos barcos.

Cuando la Unión Soviética empezó a enviar material a la República en octubre de 1936, la Armada italiana aumentó su presencia en aguas españolas. También lanzaron un plan secreto para que cuatro submarinos italianos atacaran barcos republicanos. El 22 de noviembre, el submarino Torricelli torpedeó el crucero republicano Miguel de Cervantes en Cartagena, dejándolo fuera de servicio por mucho tiempo.

El Portugal de Salazar

Archivo:Antonio Salazar-1
Oliveira Salazar hacia 1940.

La ayuda de Portugal a los sublevados también fue importante, especialmente al principio de la guerra. Portugal permitió que los militares rebeldes usaran sus carreteras, ferrocarriles y puertos. También devolvió a los republicanos que huían de la represión.

Portugal fue un aliado firme de los sublevados en el Comité de No Intervención, defendiéndolos siempre. Además, unos 10.000 "voluntarios" portugueses, llamados Viriatos, lucharon con los sublevados. Portugal también permitió el paso de suministros alemanes por sus puertos, violando el acuerdo de "no intervención".

Voluntarios internacionales

La Brigada Irlandesa

La Brigada Irlandesa, formada por unos 700 católicos, llegó a España a finales de 1936 para luchar con Franco. Fue la única fuerza organizada de voluntarios que apoyó a los sublevados. Participaron en la batalla del Jarama, pero su moral se deterioró y la unidad fue disuelta en abril de 1937.

Requetés Rusos Blancos

Varios militares rusos que se oponían al comunismo se unieron a los sublevados, especialmente a las unidades carlistas llamadas Requetés. Querían continuar su lucha contra el comunismo. Aunque hubo problemas para enviar grandes grupos, algunos rusos blancos lucharon en el Tercio Doña María de Molina y otras unidades.

La intervención extranjera a favor de la República

La República recibió ayuda principalmente de la Unión Soviética, con algunas pequeñas partidas de Francia, y fusiles y municiones de México. La Unión Soviética fue la única gran potencia que realmente ayudó a la República.

La Unión Soviética

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El carguero soviético Kursk desembarcando material militar para la República en el puerto de Alicante.

La ayuda soviética comenzó casi tres meses después del inicio de la guerra, mientras los sublevados ya recibían suministros de Italia y Alemania. La República pidió ayuda a la Unión Soviética inmediatamente después del golpe de Estado. Al principio, Stalin no respondió porque no quería problemas con Gran Bretaña y Francia.

Sin embargo, cuando Stalin vio que Alemania e Italia estaban ayudando a los sublevados, decidió que si la República era derrotada, las potencias autoritarias se harían más fuertes en Europa, lo que sería una amenaza para la Unión Soviética. Así, el 14 de septiembre de 1936, Stalin decidió enviar material bélico a la República. También ordenó a la Komintern (una organización comunista internacional) que organizara el envío de voluntarios, lo que dio origen a las Brigadas Internacionales.

La República recurrió a la ayuda soviética porque la política de "no intervención" le impedía comprar armas a otros países. La Unión Soviética era la única opción.

El primer barco soviético con alimentos llegó a Alicante el 25 de septiembre de 1936. El primer transporte de armamento pesado (tanques) llegó a Cartagena el 15 de octubre. A partir de entonces, los envíos soviéticos no cesaron.

Se estima que la Unión Soviética envió a la República unos 700 aviones, 400 tanques, 1.700 piezas de artillería, y miles de ametralladoras y fusiles. También envió unos 2.000 técnicos, pilotos y asesores militares. Además, envió combustible, ropa y alimentos.

Parte del material enviado por los soviéticos era viejo y usado. Además, algunos historiadores sugieren que la Unión Soviética cobró precios muy altos a la República por las armas.

La Unión Soviética no tenía una gran flota en el Mediterráneo, por lo que su ayuda naval fue limitada. Se centró en asegurar que los barcos mercantes con material bélico llegaran a los puertos republicanos.

Las Brigadas Internacionales

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-Z0806-036, Spanien, Internationale Brigaden
Miembros de las Brigadas Internacionales.

Las Brigadas Internacionales fueron organizadas por la Internacional Comunista, a petición de Stalin. Sin embargo, muchos de sus miembros eran verdaderos "voluntarios de la libertad" que venían de países con dictaduras o democracias, como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos (con el famoso batallón Lincoln).

Se estima que unos 35.000 voluntarios lucharon en las Brigadas Internacionales, aunque nunca hubo más de 20.000 a la vez. Unos 10.000 murieron en combate.

El centro de entrenamiento de las Brigadas estaba en Albacete. Las brigadas XI y XII tuvieron un papel destacado en la batalla de Madrid. También hubo unos 20.000 voluntarios que sirvieron en unidades médicas o de apoyo.

En 1938, el presidente republicano Juan Negrín anunció la retirada de todos los combatientes extranjeros que luchaban con la República, esperando que los sublevados hicieran lo mismo. El 28 de octubre de 1938, las Brigadas Internacionales desfilaron por última vez en Barcelona.

México

México apoyó a la República de forma militar, diplomática y moral. Envió unos 20.000 fusiles, municiones, artillería y aviones. También ofreció asilo a unos 25.000 españoles republicanos, incluyendo intelectuales, familias y niños. Argentina también ayudó a evacuar a civiles.

Francia

Francia, bajo el gobierno del Frente Popular, mantuvo una posición de "no intervención relajada". Esto significaba que permitía la entrada de algunos materiales de guerra a España, siempre que estuvieran camuflados. Sin embargo, la ayuda francesa fue intermitente y no muy abundante.

El gobierno republicano compró a Francia entre 222 y 270 aviones, pero solo 60 eran modernos y todos fueron entregados desarmados. Los demás eran aviones obsoletos o civiles.

Polonia

La dictadura militar polaca simpatizaba con los sublevados, pero vendió armas a los republicanos porque necesitaba dinero. Sin embargo, lo que vendieron fue principalmente "chatarra": armas viejas y defectuosas a precios muy altos. Polonia obtuvo 40 millones de dólares con estas ventas.

Checoslovaquia

Checoslovaquia, un gran exportador de armas, también vendió armas a los republicanos. La operación fue complicada y hubo retrasos y sobornos. Finalmente, los soviéticos actuaron como intermediarios y enviaron las armas checoslovacas a España en 1938. Eran 50.000 fusiles, 2.000 ametralladoras y 70 millones de cartuchos.

Estados Unidos

El presidente Franklin D. Roosevelt estableció un "embargo moral" para que las empresas estadounidenses no vendieran armas a ninguno de los bandos. Sin embargo, el embajador español en México consiguió enviar algunos aviones civiles y talleres móviles para aviones a España. También se compraron camiones a General Motors. Las empresas petroleras estadounidenses vendieron petróleo a crédito a los sublevados, pero no a la República.

Grecia

Grecia, aunque se unió a la política de no intervención, permitió la venta de armas a ambos bandos. La mayor parte de las ventas griegas fueron para la República. Los envíos se hacían en barcos camuflados y con banderas cambiadas, oficialmente con destino a México.

La financiación de la guerra

La República y el "Oro de Moscú"

La República financió la guerra con las reservas de oro del Banco de España. Estas reservas, guardadas en Madrid, ascendían a 707 toneladas de oro.

El 21 de julio de 1936, se enviaron 40 toneladas de oro a París para comprar armas. Dos meses después, el gobierno republicano decidió trasladar la mayor parte del oro (560 toneladas) a Cartagena para protegerlo de los sublevados.

Ante la dificultad de comprar armas a otros países, el gobierno republicano pidió a la Unión Soviética que aceptara el depósito de 510 toneladas de oro en Moscú. Cuatro barcos soviéticos lo transportaron a Odesa en octubre de 1936, y de allí llegó a Moscú en noviembre.

Este oro se usó para pagar el armamento comprado a la Unión Soviética y a otros países. Se estima que el oro se agotó antes del final de la guerra. Sin embargo, la República fue a menudo estafada por traficantes de armas y gobiernos que les vendieron equipos obsoletos a precios muy altos.

Los sublevados

Los sublevados no tenían oro, por lo que la mayor parte del coste de la guerra se financió con créditos de Italia y Alemania. Italia les concedió entre 413 y 456 millones de dólares, y Alemania 240 millones.

Alemania cobró parte del material de guerra con alimentos, materias primas y minerales españoles. Esto se hizo a través de compañías especiales que controlaban el comercio entre España y Alemania.

Los sublevados también recibieron ayuda económica de empresas y empresarios de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. Empresas como Texaco y Shell les vendieron petróleo a crédito. Además, contaron con la ayuda financiera de españoles ricos como Juan March y el exrey Alfonso XIII.

¿Quién recibió más ayuda?

Es un tema muy debatido entre los historiadores. Al principio, los historiadores que apoyaban a los vencedores decían que la ayuda fue similar para ambos bandos. Sin embargo, hoy en día, la mayoría de los historiadores coinciden en que la ayuda que recibió Franco de Alemania e Italia fue mucho más adecuada y efectiva que la que recibió la República.

Los sublevados recibieron más de 100.000 extranjeros luchando a su lado (78.000 italianos, 19.000 alemanes, 10.000 portugueses y más de mil voluntarios de otros países). A esto se suman los 70.000 marroquíes que formaron parte de sus tropas.

En cambio, la República contó con unos 35.000 voluntarios de las Brigadas Internacionales y unos 2.000 militares soviéticos. Esto es una cifra mucho menor que la de los combatientes extranjeros que lucharon con Franco.

En cuanto al material bélico, la aviación alemana e italiana fue mucho más eficaz que la rusa. La superioridad aérea de los sublevados fue evidente en batallas clave.

En resumen, la intervención militar de Alemania e Italia a favor de Franco fue mucho mayor en cantidad y calidad que la ayuda recibida por la República. A pesar de esto, la República mostró una gran capacidad de resistencia durante casi tres años de guerra.

¿Fue la "no intervención" decisiva en la derrota de la República?

La mayoría de los historiadores están de acuerdo en que la política de "no intervención" perjudicó mucho más a la República que a los sublevados. La ayuda soviética a la República no pudo compensar la ayuda de Alemania e Italia a Franco.

La República, como gobierno legal, no pudo comprar armas libremente, mientras que los sublevados sí recibían ayuda constante. Esto debilitó mucho la capacidad militar y la moral de la República.

El presidente de la República, Manuel Azaña, consideró que Gran Bretaña, por su apoyo al embargo de armas, fue el primer enemigo de la República. Muchos historiadores creen que la falta de intervención de Francia y Gran Bretaña fue un factor determinante en el resultado de la guerra.

¿Fue la ayuda de Alemania e Italia decisiva en la victoria de Franco?

Los historiadores actuales, como Julián Casanova y Enrique Moradiellos, defienden que la intervención alemana e italiana fue decisiva para la victoria de los sublevados. Sin esta ayuda, especialmente al principio de la guerra, es muy difícil que Franco hubiera podido superar el fracaso inicial de su golpe de Estado.

Un informe británico de 1938 señalaba que la victoria de Franco se debió a la superioridad material de sus fuerzas en tierra y aire, y a la mejor calidad de sus mandos. La ayuda constante y sistemática de Alemania e Italia fue crucial para la victoria de Franco.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: International response to the Spanish Civil War Facts for Kids

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