Catedral de Santa María (Valencia) para niños
Datos para niños Catedral de Santa María |
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bien de interés cultural y bien de interés cultural | ||
![]() Puerta de los Apóstoles, al amanecer
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Localización | ||
País | España | |
Comunidad | Comunidad Valenciana | |
Localidad | Valencia | |
Dirección | Plaza de la Limosna, s/n | |
Coordenadas | 39°28′32″N 0°22′31″O / 39.475611111111, -0.37513888888889 | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia católica | |
Diócesis | Valencia | |
Advocación | Asunción de María | |
Historia del edificio | ||
Fundación | 23 de junio de 1262jul. | |
Construcción | 23 de junio de 1262—siglo XIV | |
Arquitecto | Andreu Julià y Francesc Baldomar | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Catedral | |
Estilo | Románico, gótico valenciano, renacentista, barroco y neoclásico | |
Año de inscripción | 3 de junio de 1931 | |
Longitud | 94 metros | |
Anchura | 53 metros | |
Altura | 55 metros | |
Código | RI-51-0000967 | |
Declaración | 3 de junio de 1931 | |
Sitio web oficial | ||
La Catedral de Santa María de Valencia, conocida popularmente como la Seu en valenciano, es la iglesia principal de la ciudad de Valencia, España. Está dedicada a la Asunción de María, siguiendo el deseo del rey Jaime I de Aragón en el siglo XIII. Fue inaugurada en el año 1238 por el obispo Andrés de Albalat, después de que el rey Jaime I conquistara la ciudad.
El estilo principal de la catedral es el gótico valenciano. Sin embargo, a lo largo de los siglos, se le han añadido elementos de otros estilos. Podrás ver partes románicas, gótico francés, renacentistas, barrocas y neoclásicas.
Dentro de la catedral se guarda con mucho respeto el Santo Cáliz. Se cree que este cáliz es muy antiguo, del siglo I, y fue entregado a la catedral por el rey Alfonso el Magnánimo en 1437.
También encontrarás algunas de las primeras y más importantes pinturas del Quattrocento (siglo XV) en la península ibérica. Estas obras de arte llegaron desde Roma gracias a artistas contratados por Rodrigo de Borja, quien más tarde se convertiría en el Papa Alejandro VI.
Contenido
Historia de la Catedral de Valencia
El lugar donde se encuentra la catedral ha sido un sitio importante para el culto desde hace mucho tiempo. En la época de los romanos, había un templo dedicado a Júpiter o Diana. Aún hoy, puedes ver columnas de ese templo en el Museo de la Almoina, que está al lado de la catedral.
Sobre ese antiguo templo romano, se construyó una iglesia durante la época de los visigodos. Cuando los musulmanes llegaron a la península ibérica, este lugar se convirtió en la mezquita principal de Balansiya (Valencia en árabe). Finalmente, en el siglo XIII, volvió a ser una iglesia cristiana después de que el rey Jaime I conquistara la ciudad.
La parte principal de la Catedral de Valencia se construyó entre los siglos XIII y XV. Por eso, su estilo principal es el gótico. Pero como su construcción duró muchos siglos, verás una mezcla de estilos. Desde el románico más antiguo hasta el renacimiento, el barroco y el neoclasicismo. Esta mezcla es lo que hace que la catedral de Valencia sea tan especial.
Las excavaciones en el cercano Centro Arqueológico de la Almoina han descubierto restos de la antigua catedral visigoda del siglo V. Esta iglesia se convirtió en mezquita más tarde. Se sabe que la mezquita-catedral estuvo en pie durante décadas después de la conquista cristiana en 1238. Finalmente, el 22 de junio de 1262, el obispo Andreu d’Albalat decidió derribarla. En su lugar, se comenzó a construir la catedral actual, siguiendo los planos del arquitecto Arnau Vidal.
Para construirla, se usaron materiales de canteras cercanas como Burjasot y Godella. También se trajeron piedras de lugares más lejanos como Benidorm y Jávea en barco.
La catedral de Valencia se construyó rápidamente para marcar el territorio cristiano frente al musulmán. Además, no fue una obra encargada por un rey, sino que fue financiada por los ciudadanos de la época. Esto explica su estilo más sencillo y sobrio.
Cómo se construyó la Catedral
Recorrer la catedral es como viajar en el tiempo por diferentes estilos. Su diseño principal es gótico, con tres naves (pasillos largos), un crucero (la parte que cruza la nave principal) con un cimborrio (una torre sobre el crucero), una girola (un pasillo alrededor del altar mayor) y un ábside (la parte trasera, con forma poligonal).
A finales del siglo XIII, la catedral ya tenía el pasillo o girola con sus ocho capillas. También contaba con la puerta románica de la Limosna, que está en el lado este del crucero. La catedral se iba construyendo a medida que se derribaba la antigua mezquita.
Entre los años 1300 y 1350, se cerró el transepto o crucero por el lado oeste. Allí se construyó la puerta gótica de los Apóstoles. También se levantaron tres secciones de las tres naves y se empezó a construir el cimborrio.
La antigua Sala Capitular (donde se reunían los clérigos) se construyó entre 1356 y 1369. Hoy es la capilla del Santo Cáliz. La torre campanario del Micalet se levantó entre 1381 y 1425. Al principio, estas dos partes estaban separadas del resto de la iglesia. Pero en 1459, los maestros Francesc Baldomar y Pere Compte ampliaron las naves de la catedral. Añadieron una sección más, conocida como Arcada Nova o Arcada de la Seu. Así, unieron la catedral de forma definitiva con la sala capitular y con el Micalet. Desde entonces, la catedral mide 94 metros de largo y 53,65 metros de ancho en el transepto.
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Vista desde la terraza de la torre del Miguelete o Micalet. El cimborrio gótico es un prisma octogonal, de ventanales con alabastro
Los siglos del renacimiento (XV-XVI) no cambiaron mucho la estructura de la catedral, que ya estaba casi terminada. Pero sí influyeron mucho en su decoración. Se añadieron pinturas, como las del altar mayor, y esculturas, como las de la capilla de la Resurrección.
De la época barroca, destaca la puerta principal de la catedral, conocida como de los Hierros. Fue diseñada por el alemán Konrad Rudolf en 1703. No pudo terminarla debido a la Guerra de Sucesión Española. Los escultores Francisco Vergara e Ignacio Vergara fueron quienes la finalizaron. Su forma curva creaba un efecto de perspectiva muy especial. Este efecto se perdió en el siglo XX cuando se derribaron los edificios cercanos para ampliar la Plaza de la Reina.
Desde finales del siglo XVIII, se inició un proyecto para renovar el edificio. Querían darle un aspecto neoclásico uniforme, ya que el estilo gótico se consideraba anticuado. Las obras comenzaron en 1774, dirigidas por el arquitecto Antoni Gilabert Fornés. La remodelación neoclásica afectó tanto a la estructura como a la decoración. Se quitaron los pináculos exteriores, se ocultaron las azoteas con tejados y la estructura gótica se cubrió con estucos y dorados.
En 1931, la catedral fue declarada monumento histórico-artístico. Sin embargo, durante la Guerra civil española, sufrió un incendio y se perdieron algunas de sus obras de arte. El coro, que estaba en el centro de la nave, fue desmontado en 1940 y trasladado al fondo del altar mayor. Los órganos, que habían sido dañados, no se reconstruyeron.
En 1970, se demolieron las casas adosadas a las capillas exteriores, conocidas como casas de los Canónigos. Esto se hizo para que la catedral recuperara su aspecto original.
En 1972, comenzó un trabajo para restaurar la catedral a su estilo gótico original. Se quitaron casi todos los elementos clásicos. Solo se mantuvieron algunas decoraciones clásicas en las capillas laterales y en la girola. También se conservaron las esculturas sobre las pechinas del cimborrio.
Hoy en día, después de varias limpiezas y restauraciones, la catedral se encuentra en muy buen estado. Especialmente después de la exposición "La Luz de las Imágenes" en 1999. El gobierno valenciano ha declarado el templo como Bien de Interés Cultural.
Partes Importantes de la Catedral
Aquí te contamos sobre las partes más destacadas de la catedral, tanto por fuera como por dentro:
- La puerta oriental, llamada de la Limosna, de estilo románico (siglo XIII).
- La pequeña capilla del norte, llamada de San Jorge, donde se celebró la primera misa (siglo XIII).
- La galería del noroeste, llamada Obra Nueva, de estilo renacentista italiano (siglo XVI).
- La puerta occidental, llamada de los Apóstoles, con influencia del gótico francés (siglo XIV).
- El campanario, conocido como el Micalet, de estilo gótico valenciano (siglo XIV).
- La puerta del sur, llamada de los Hierros, de estilo barroco (siglo XVIII).
Por dentro, no te puedes perder:
- El cimborrio, una obra maestra del arte gótico (siglo XIV), impresionante por dentro y por fuera.
- La antigua sala capitular, hoy capilla del Santo Cáliz, de estilo gótico tardío (segunda mitad del siglo XIV).
- La girola, de estilo gótico valenciano (siglo XIII), aunque gran parte está cubierta con decoración neoclásica (siglo XVIII).
- El altar mayor o presbiterio, decorado con pinturas renacentistas (siglo XV) y añadidos barrocos posteriores (siglo XVII).
- La nave principal y las laterales, de estilo gótico valenciano (siglos XIII-XIV).
Exterior de la Catedral
Puerta de la Limosna o del Palacio
La Puerta de la Limosna, también conocida como l'almoina en valenciano, es la más antigua de la catedral. Se llama así porque estaba cerca de la antigua casa donde se ayudaba a los necesitados. También se le conoce como puerta del Palacio porque está junto al palacio del arzobispo. Es de estilo románico, lo que la hace diferente del resto de la catedral, que es principalmente gótica.
Algunos expertos creen que fue construida entre 1262 y 1270 por Arnau Vidal. Otros piensan que es de 1240, justo después de la conquista del Reino de Valencia en 1238, por su estilo más antiguo. El hecho de que mire hacia el este, en dirección a La Meca, sugiere que allí estaba el mihrab de la antigua mezquita.
Su estilo románico tiene influencias mudéjares y se parece al de Lérida. De hecho, por su parecido con la puerta dels Fillols de la catedral de Lérida (hecha hacia 1220), algunos creen que un maestro de Lérida pudo haber participado en su construcción. La conexión con Lérida es tan fuerte que, sobre el arco, hay cabezas esculpidas de siete parejas de Lérida. La tradición dice que estas parejas fueron los primeros pobladores de la nueva ciudad cristiana de Valencia. Vinieron acompañados de trescientas jóvenes de Lérida para casarse con los soldados del rey Jaime I. Debajo de estas cabezas, que aún conservan restos de pintura, hay una inscripción con los nombres de estos pobladores.
La Puerta de la Limosna sobresale un poco del muro de la catedral. Tiene un arco abocinado con seis arquivoltas (arcos concéntricos) de medio punto, que se hacen más pequeñas hacia el interior. Estas arquivoltas se apoyan en columnas delgadas con capiteles (la parte superior de la columna) muy bien decorados. En la parte izquierda, verás escenas del Génesis, y en la derecha, del Éxodo.
La decoración de las arquivoltas incluye motivos de plantas y formas geométricas. También hay figuras de serafines, festones y delicadas hojas. Algunas hornacinas (huecos en la pared) tienen figuras de santos. En la línea de impostas (una moldura que sobresale) hay un borde con animales fantásticos. En la parte superior, catorce canecillos (piezas que sobresalen de la pared) con las cabezas de las siete parejas mencionadas sostienen el voladizo (parte que sobresale).
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Tumba de Ausiàs March
Sobre la puerta, puedes ver dos ventanas góticas que estuvieron ocultas hasta la última restauración. Justo al entrar por la Puerta de la Limosna, a la izquierda, está la tumba del famoso poeta Ausiàs March. Es una lápida colocada en 1950 por una asociación y el Ayuntamiento de Valencia. Aunque no se sabe con certeza dónde está enterrado, la lápida tiene una inscripción de uno de sus poemas.
Capilla de San Jorge
Si caminas desde la Puerta de la Limosna, dejando la catedral a tu izquierda, encontrarás una pequeña capilla frente al Centro Arqueológico de la Almoina. Es la capilla de San Jorge. Las historias cuentan que el 9 de octubre de 1238, después de conquistar Valencia, el rey Jaime I de Aragón fue a la mezquita principal. Allí celebró la primera misa en el lugar donde hoy se encuentra esta capilla, pegada a la parte exterior del ábside.
Dentro de la capilla, sobre un altar, hay un retablo gótico. Tiene una pintura de San Jorge y un letrero que dice: San Jorge en la batalla del Puig de Santa María. Año 1237. Esta pintura es muy parecida, pero más pequeña, a un cuadro que se guarda en el Victoria and Albert Museum de Londres. Allí se le conoce como Saint George in the Battle of Puig.
Obra Nova
Si después de la capilla de San Jorge sigues rodeando la catedral por la izquierda, encontrarás un pasadizo de 1660. Este pasadizo une la catedral con la Basílica de la Virgen de los Desamparados. Justo después de cruzarlo, comienza la Obra Nova. Es una galería o tribuna de estilo renacentista que da a la actual Plaza de la Virgen. Históricamente, esta plaza se llamaba plaza de la Seu.
Esta tribuna tiene tres pisos con arcos abiertos. El piso de abajo es renacentista, el del medio es de orden toscano y el de arriba es de orden jónico. Se usaba para que los canónigos (miembros del clero) pudieran ver los eventos públicos, como procesiones. Por eso, también se le llama llotgeta dels canonges (de los canónigos) o del Capítol (del capítulo). Su construcción empezó en 1566, bajo la dirección del arquitecto Miquel Porcar y el carpintero Gaspar Gregori.
En una de las restauraciones de la catedral en la segunda mitad del siglo XX, se quitó su tejado. Los balcones y columnillas quedaron muy visibles, como si fuera un teatro romano pegado a la catedral. Gracias a esto, el cimborrio gótico se puede ver mejor desde la Plaza de la Virgen. La Obra Nova es uno de los mayores logros de la arquitectura.
Puerta de los Apóstoles

Justo después de la Obra Nova, a tu izquierda, está la Puerta de los Apóstoles. Se llama así por las estatuas de los doce apóstoles que tiene. Su estilo gótico francés contrasta mucho con la puerta románica de la Limosna, que está al otro lado del crucero. Se sabe que Nicolás de Ancona o de Autun trabajó en su construcción desde 1303, y que en 1354 ya estaba terminada. Quienquiera que fuera su autor, usó una piedra que se estropeaba rápido. Esto obligó a hacer reparaciones continuas, que ya están documentadas en el siglo XV. En los años 1960, la puerta fue restaurada por completo. Las figuras originales, que estaban muy dañadas, se expusieron en el museo de la catedral y se reemplazaron por copias, que son las que ves hoy.
La puerta tiene una forma abocinada, con un muro que la enmarca. Consta de tres arquivoltas ojivales (arcos apuntados) decoradas. La arquivolta interior tiene catorce estatuillas de ángeles. La del medio tiene dieciséis de santos, y la exterior, dieciocho de profetas. Todas están colocadas una sobre otra, siguiendo la forma de los arcos, y cada una tiene su propio doselete (pequeño dosel). En total, hay 48 figuras, y todas estaban pintadas con colores.
Estas tres arquivoltas se apoyan en seis doseletes, tres a cada lado. Estos protegen seis estatuas de apóstoles que, a su vez, se apoyan en pilares triangulares. Las caras de estos pilares están decoradas con formas de cuatro hojas que tienen esfinges de la virgen y del Arcángel. También hay varios escudos del rey, de familias importantes (como los Borja o los Centelles) y de gremios. Los otros seis apóstoles están fuera del arco, pero sobre pedestales similares. En la esquina que forma la puerta con el muro de la iglesia, a ambos lados, hay estatuas de San Sixto y San Lorenzo, y de San Valerio y San Vicente Mártir, dentro de doseletes góticos. Las hojas de las puertas, los clavos y los herrajes son originales de 1438.
La arquivolta está enmarcada por un gablete (elemento decorativo triangular) con arquerías ciegas (arcos decorativos sin abertura) y estatuas. En la parte superior de la fachada, también dentro de un gablete, hay un gran rosetón de seis puntas. Representa la estrella de David o Salomón y mide 6.45 metros de diámetro. Está formado por dos triángulos equiláteros entrelazados. En los espacios entre ellos, hay adornos de tracería calada (diseños de piedra) que enmarcan vidrieras polícromas (de muchos colores). Este rosetón fue casi reconstruido por completo en los años 1960 porque la piedra se había dañado mucho. Como señala Joan Fuster, esta estrella de Salomón es curiosa en la entrada de un templo católico. Se cree que, al no haber suficiente dinero para construir la puerta, se pidió prestado a prestamistas judíos. Ellos aceptaron a cambio de que la estrella apareciera en el rosetón.
En el tímpano (espacio semicircular sobre la puerta) de la puerta, está la imagen de Santa María, a quien está dedicada la catedral. Ella sostiene al niño en brazos y está rodeada de ocho ángeles músicos. Antes de 1599, esta imagen de la Virgen estaba en el mainel (columna central de la puerta), de forma muy parecida a la que hay en la iglesia arciprestal de Morella.
Al pie de la Puerta de los Apóstoles, todos los jueves a las 12 de la mañana, se reúne el Tribunal de las Aguas de Valencia. Es una tradición muy antigua para resolver problemas relacionados con el agua en la huerta de Valencia. Probablemente, ya se reunía en este mismo lugar cuando la catedral actual era aún una mezquita.
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De arriba abajo: escudo del rey, de los de Borja o Borgia y de los Centelles.
Micalet o Miguelete
Desde la Puerta de los Apóstoles, si dejas la Plaza de la Virgen a tu derecha y caminas por la calle del Micalet, llegarás a la torre campanario del Micalet o Miguelete. Es un símbolo muy querido para los valencianos y, probablemente, el monumento más conocido de la ciudad. Su construcción la inició Andreu Julià en 1381. Para recordar este hecho, se grabó una inscripción en la base de la torre, aunque hoy es difícil de leer. Andreu Julià dejó la obra en 1396, y en 1402 la continuó Josep Franch. En 1414, Pere Balaguer se hizo cargo de la obra y es el autor de la hermosa decoración de la parte superior.
En 1424, el arquitecto Martí Llobet fue el encargado de construir el antepecho (barandilla) de la torre, que hoy ya no existe. Era de piedra con diseños góticos calados, pero fue destruido en el siglo XVIII. A principios del siglo XX, se reemplazó por una barandilla de metal. En 1983, se hizo uno nuevo de piedra, de estilo neogótico, que es el que vemos hoy. Se basó en fragmentos encontrados del original. En cuanto a la parte más alta de la torre, hubo un proyecto para una aguja gótica en 1453, pero nunca se construyó. En su lugar, se levantó una estructura provisional de madera para las campanas. Esta estructura se mantuvo hasta que se construyó la espadaña (estructura para campanas) barroca entre 1660 y 1736, que es la que vemos ahora.
El Micalet, terminado en 1425, se llamó al principio "campanario Nuevo". Esto era para diferenciarlo del "campanario viejo", una torre románica más pequeña que ya no existe. Sin embargo, el nombre que se hizo popular fue "Torre del Miguelete". Esto se debe a la campana más grande, que toca las horas y fue bendecida el 29 de septiembre de 1418, día de San Miguel. Por eso, los valencianos la llaman cariñosamente Miguelete.
Tiene un estilo claramente gótico valenciano. Podría haberse inspirado en la torre de la catedral de Lérida, que es un poco anterior y tiene una estructura y altura similares. El Micalet está dividido en cuatro partes. Solo la parte superior está decorada, sobre el espacio de las campanas, con molduras góticas. Esta torre octogonal mide 50,85 metros de altura, que es igual a su perímetro. Doscientos tres escalones de piedra, a través de una estrecha escalera de caracol, te llevan a la base de la espadaña final. Esta eleva la altura total de la torre a unos 70 metros. Desde allí, en días claros, puedes ver hasta el Montgó al sur y más allá del Desierto de las Palmas al norte.
Antes de 1480, el Micalet estaba separado del resto de la catedral. Pero gracias a la ampliación de las naves realizada por Francesc Baldomar desde 1458 y por Pere Compte desde 1476, quedó unido a ella. A lo largo de su historia, el "Micalet" ha servido como faro, torre de vigilancia e incluso plataforma para fuegos artificiales. La ciudad se encargaba de las iluminaciones para las fiestas especiales.
Actualmente, los Campaneros de la catedral repiten el mismo ritual cada día. En invierno, de ocho a ocho y media, y en verano, de nueve a nueve y media. Es un toque donde el badajo golpea la campana Manel cada dos minutos, acelerando al final para el repique. Si paseas cerca del Miguelete durante las horas del toque, te sentirás transportado a épocas pasadas, cuando Valencia era una ciudad muy importante en el Mediterráneo.
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Torre de la catedral de Valencia, conocida como El Miguelete, o Micalet, de estilo gótico levantino
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El Micalet desde las Torres de Quart
Puerta de los Hierros
Justo al lado del Micalet, se encuentra la puerta principal, llamada de los Hierros. Recibe este nombre por la reja de hierro que rodea el atrio de entrada. Es la puerta más moderna y reemplazó a una anterior del siglo XV. Fue financiada por una donación de doña Mariana Pont de Aguilar en 1621. Su construcción comenzó en 1703 por el escultor y arquitecto alemán Konrad Rudolf. Él llegó a Valencia con el archiduque Carlos de Austria. Pero al terminar la Guerra de Sucesión Española, se fue con él, ya que era su escultor personal. Las obras quedaron paradas en 1707 y fueron terminadas en 1713 por sus alumnos Francisco Vergara "el Viejo" y Francisco Stolz. Otros escultores que participaron fueron Andrés Robles e Ignacio Vergara, y los picapedreros José Mines y Domingo Laviesa.
Esta puerta es muy interesante por su diseño audaz para la época en España. Es uno de los pocos ejemplos de barroco arquitectónico italiano, con una forma ondulada y en movimiento, al estilo de Bernini o Borromini. Esto contrasta con los edificios barrocos españoles de entonces, que solían ser de estilo churrigueresco, con una planta más tradicional y mucha decoración.
La Puerta de los Hierros, que parece un retablo cóncavo, mide más de 36 metros de altura. Cuando se construyó, quería crear la ilusión de más espacio en un lugar que era muy pequeño. Fue diseñada para ser vista desde la estrecha calle de Zaragoza, que terminaba justo en la puerta. Hoy, esta calle ha desaparecido al ensancharse la Plaza de la Reina. Por eso, la gente a veces no entiende la posición de la puerta.
La Puerta de los Hierros está precedida por un atrio (patio de entrada) limitado por una reja de hierro, también barroca. Se divide en tres partes superpuestas:
En la primera parte, hay tres columnas a cada lado de la puerta. Tienen el fuste (cuerpo de la columna) decorado y capiteles corintios. Fueron hechas por Konrad Rudolf. Entre ellas, hay hornacinas con las estatuas de Santo Tomás de Villanueva y San Pedro Pascual, obra de Francisco Stolz. Sobre el arco de entrada, destaca un bajo relieve, atribuido a Ignacio Vergara. Representa el anagrama de la Virgen, con ángeles y otros adornos, enmarcado en un estilo rococó.
La segunda parte, más pequeña, tiene cuatro columnas del mismo estilo. En el espacio central entre las columnas, hay un rosetón ovalado. A los lados, están las estatuas de San Lorenzo (de Francisco Stolz) y de San Vicente Mártir (de Konrad Rudolf). También hay medallones con los bustos de los papas valencianos, Calixto III y Alejandro VI. A los pies del primero, hay figuras que representan la caridad y la justicia. A los pies del segundo, la esperanza y la fortaleza. Ambas son obras de Francisco Vergara.
En la tercera parte, la más pequeña, se representa la Asunción de la Virgen en un alto relieve, atribuido a Ignacio Vergara. En la parte superior, hay un símbolo del Espíritu Santo en relieve bajo un frontón partido. En los extremos, están las esculturas de San Luis Bertrán y San Vicente Ferrer, obra de Stolz.
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Medallón de Calixto III, con la caridad y la justicia, de Francisco Vergara
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Medallón de Alejandro VI, con la esperanza y la fortaleza, de Francisco Vergara
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Bautismo de Cristo en el río Jordán por Juan el Bautista, de Vicent Macip
El conjunto termina con una cruz de hierro sobre una esfera de bronce, entre dos ángeles de piedra. La piedra de esta puerta proviene de las canteras de Benigánim, Moncada y Ribarroja de Turia.
Justo al entrar en la catedral por la Puerta de los Hierros, en el muro izquierdo y sobre la pila bautismal, se encuentra el famoso cuadro de Vicente Macip llamado Bautismo de Cristo en el río Jordán por Juan el Bautista (1535). En el cuadro, cuatro importantes figuras de la iglesia y el donante del cuadro, el venerable Agnesi, presencian el bautizo. Desde el cielo, Dios envía el Espíritu Santo sobre su hijo.
Para volver a la Puerta de la Limosna y completar la vuelta a la catedral, sigue dejando la catedral a tu izquierda. Rodearás la capilla del Santo Cáliz y pasarás bajo un pasadizo de 1357 que une la catedral con el Palacio Arzobispal. Este pasadizo está sobre la calle de la Barcella (Barchilla). A pocos metros, te encontrarás de nuevo con la Puerta de la Limosna.
Interior de la Catedral
Cimborrio
El cimborrio es de estilo gótico francés (siglos XIV-XV). Está formado por una estructura octogonal de dos cuerpos superpuestos. Cada cuerpo tiene ocho vidrieras con finos diseños de piedra. La parte baja es del siglo XIV y su autor es desconocido. La parte alta es obra de Martí Llobet (hacia 1430). El cimborrio ilumina el crucero con una luz natural siempre blanca. Esto es gracias a sus ventanas translúcidas de alabastro y a que su estructura de piedra es muy ligera.
El cimborrio se apoya en trompas cónicas (elementos arquitectónicos que permiten pasar de una base cuadrada a una octogonal). Se cierra con una bóveda de crucería (bóveda con nervios que se cruzan) hecha de ocho nervios y ladrillo. Con una altura de unos 40 metros, es sorprendente que no necesite contrafuertes (refuerzos exteriores) y que su construcción sea tan ligera.
En las pechinas (triángulos esféricos que sostienen la cúpula), bajo las trompas del cimborrio, hay cuatro esculturas de estuco del siglo XVIII. Representan a los cuatro evangelistas con sus símbolos: San Lucas con el toro (obra de Josep Pujol), San Juan Evangelista con el águila (del mismo autor), San Mateo con el ángel (de Josep Esteve) y San Marcos con el león (de Francesc Sanchis). En la parte superior, hay una campana de 1805 que ya no se usa.
Capilla del Santo Cáliz

Esta capilla, obra de Andreu Julià en estilo gótico florido (1356-1369), se usaba al principio para las reuniones del capítulo de la catedral. También servía para enterrar a obispos y clérigos, y tiene una cripta subterránea que hoy está cerrada. Después, fue una sala de estudio de teología y también se usó para las reuniones de las Cortes Valencianas. Más tarde, se llamó capilla del Cristo de la Buena Muerte. Pero en 1916, se decidió trasladar el Santo Cáliz a esta capilla, de ahí su nombre actual.
Originalmente, era una capilla separada. Pero en 1496, Pere Compte terminó el pasillo, de estilo gótico florido, que la unió con el resto de la catedral. Para entrar, debes pasar por la Puerta de los Hierros y girar a la derecha hasta encontrar la entrada al pasillo. Al final de este pasillo, hay una puerta gótica de piedra que te lleva a la capilla. En este pasillo, verás cinco tumbas góticas de piedra. Una de ellas es del obispo Vidal de Blanes, quien mandó construir la Sala Capitular. También hay un Cristo tallado en madera. Debajo, hay un fresco (pintura en la pared) que fue pasado a lienzo, la Adoración de los Pastores, de 1472, obra de Paolo de San Leocadio. Esta obra, que está en muy mal estado, fue una de las primeras pinturas renacentistas hechas en la península ibérica. Frente a este fresco, hay un retablo de San Miguel, posterior, de principios del siglo XVI. Es una obra temprana del Maestro de Gabarda, con una estructura gótica pero con elementos de transición al Renacimiento.
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Retablo de Vicent Macip en el pasillo de acceso
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Detalle del cuadro de Paolo de San Leocadio en el pasillo de acceso
La capilla del Santo Cáliz es cuadrada, mide trece metros de lado y dieciséis de altura. Sus paredes son lisas, de piedra oscura labrada, y tiene tres ventanas con vidrieras de colores. Destaca su hermosa y compleja bóveda gótica con ocho nervios y veinticuatro arcos que forman una estrella de ocho puntas. Estos arcos se apoyan en ménsulas (elementos que sobresalen de la pared) de colores. En las claves de la bóveda (piezas centrales), también de colores, hay figuras de los doce apóstoles. En la clave central, se representa la coronación de la Virgen en el cielo después de su asunción.
También es importante el retablo tallado en alabastro que enmarca el Santo Cáliz. Procede de la antigua fachada gótica del trascoro y se colocó aquí en 1777. Es obra de los arquitectos Antoni Dalmau y Julià lo Florentí (1441-1446). También participaron los escultores Joan de Sagrera, Joan de Sogorb y Arnau de Bruselas. En la parte superior del retablo, destacan doce relieves de Julià lo Florentí, que son de las primeras obras del Renacimiento en España. Las escenas de abajo son del Antiguo Testamento, y las de arriba, del Nuevo Testamento.
El tesoro más importante de esta sala, que le da nombre, es el Santo Cáliz. Fue donado por el rey Alfonso el Magnánimo en 1437. Se guardó en la sala de reliquias hasta que en 1916 se trasladó a esta capilla. Hasta 1744, el cáliz se usaba con regularidad. Pero un día, a un religioso se le cayó y se agrietó. Después, dejó de usarse y se convirtió en un objeto de culto. Actualmente, está protegido por una vitrina y descansa sobre una ménsula dentro del retablo gótico de alabastro. La copa es de piedra ágata oriental o calcedonia, de la variedad llamada cornalina, de color rojo oscuro. Mide unos diez centímetros de diámetro y siete de altura. Tanto la superficie exterior como la interior son lisas. La base es pequeña y circular. Se cree que es del siglo I.
El pie de la copa es una pieza invertida, también de calcedonia muy transparente, con bordes de oro. La unión entre el pie y la copa, y las dos asas, están finamente trabajadas en oro. La montura, de fina orfebrería, está adornada con valiosas perlas y esmeraldas. Tanto el pie como las asas se añadieron en la Edad Media.
La leyenda de esta reliquia cuenta que, tras la muerte de la Virgen María, los discípulos de Jesús se repartieron sus pertenencias. San Pedro se llevó el cáliz a Roma. Debido a las persecuciones contra los cristianos, el papa Sixto II entregó la reliquia a San Lorenzo mártir, su diácono. San Lorenzo la llevó a Huesca, su tierra natal. Allí estuvo el Santo Cáliz hasta el año 712, cuando los cristianos, huyendo de los musulmanes, se refugiaron en los Pirineos y, finalmente, en el monasterio de San Juan de la Peña, cerca de Jaca.
Desde allí, según los historiadores, pasó a Zaragoza, al palacio real de la Aljafería. El Santo Cáliz fue donado por la comunidad de San Juan de la Peña al rey de la Corona de Aragón, Martín el Humano, en 1399. El rey, agradecido, entregó a cambio a los monjes otro cáliz de oro.
El Santo Cáliz estuvo en poder de los reyes de la Corona de Aragón hasta 1437. En ese año, Alfonso el Magnánimo, que había llevado la reliquia a Valencia para la capilla de su palacio real, tuvo que ausentarse del Reino de Valencia. Entonces, entregó el cáliz a la catedral, que desde entonces lo guarda.
La histórica capilla también tiene bancos de piedra alrededor, que servían de asientos en la antigua sala de estudios. En el muro de la derecha, está el púlpito gótico de piedra desde donde San Vicente Ferrer daba sus clases de teología. A su derecha, se encuentra el cuadro La Adoración de los Reyes de Julià lo Florentí (1469-1472), pintado al fresco y luego restaurado y pasado a lienzo.
En el muro, a mayor altura, cuelgan dos grandes trozos de cadenas, de cincuenta y nueve y setenta metros respectivamente. Son las cadenas que antes cerraban el puerto de Marsella, famoso por ser inexpugnable. El 19 de noviembre de 1423, la nave de Romeu de Corbera, que lideraba el ataque de Alfonso el Magnánimo a la capital de la Casa de Anjou, las rompió. Las cadenas del puerto fueron tomadas como trofeo, llevadas a Valencia y donadas por el propio rey a la catedral.
En la misma acción, también se tomaron como botín de guerra las reliquias de San Luis de Tolosa, patrón de Marsella. Estas también fueron donadas a la catedral, aunque Fernando VI de España las devolvió a Francia. Al principio, las cadenas se guardaron en el presbiterio. Pero con las reformas de 1779, pasaron a la actual capilla del Santo Cáliz.
También hay un cuadro de Vicente López Portaña, del siglo XIX, que representa la expulsión de los moriscos. Y una pintura del siglo XV que representa a San Cristóbal.
Frente al muro donde está el púlpito, hay una puerta gótica que lleva al interesante Museo de la Catedral. Allí se exponen obras de pintores valencianos antiguos, como Jacomart y Rodrigo de Osona, y de otros artistas como Juan de Juanes, Castellanu, Correggio, Orrente, Espinosa, Vicente López Portaña, Camarón y Francisco de Goya.
Girola
La girola es una de las partes más antiguas de la catedral, ya que su construcción comenzó aquí en 1262. Es un pasillo que permite a los visitantes caminar por las capillas sin interrumpir el culto en el Altar Mayor. La girola no es muy común en las iglesias de Valencia; solo la encontrarás en la catedral y en la iglesia de Santa Catalina.
Originalmente, se podía ver el Altar Mayor a través de los arcos del presbiterio (como todavía se puede en la iglesia de Santa Catalina). Pero estos arcos se cerraron durante la reforma barroca del ábside en el siglo XVII.
La girola tiene ocho capillas que originalmente eran góticas. Pero con la reforma neoclásica de 1771, diseñada por Antoni Gilabert, se cubrieron con estucos y otros elementos. Con la restauración que comenzó en 1972, algunas de estas capillas han recuperado parcialmente su piedra original.
En el deambulatorio (el pasillo de la girola), frente a la sacristía, están las campanas conocidas como del rotgle. Se usan todos los días. También hay dos campanillas de aviso. La tradición dice que el rey Jaime I las trajo en 1238 para marcar la nueva cultura sonora de los cristianos, muy diferente a la musulmana.
Capilla de la Resurrección
Esta capilla se encuentra detrás del altar y se le conoce popularmente como la Coveta. Contiene un hermoso alto relieve renacentista de la resurrección, de 1510. Está hecho de piedra alabastrina pulida y brillante. Fue encargada por el entonces obispo cardenal de Valencia, Rodrigo de Borja, quien más tarde sería el Papa Alejandro VI, en memoria de su tío Calixto III. Aún conserva restos de la pintura y el dorado que la decoraban. Se ha atribuido a varios artistas, pero finalmente se ha documentado como obra de Gregori de Biguerny.
En el centro del relieve, está la figura de Cristo Resucitado saliendo del sepulcro, acompañado de varios ángeles. Varias figuras que representan a los guardias gesticulan asustados, y otros personajes se mueven de forma enérgica. La inclusión de todos estos personajes busca dar una sensación de movimiento y profundidad a la escena, y crear un efecto dramático en el espectador.
La capilla fue dedicada a Santa María de Valencia. Está cerrada por un magnífico pórtico de tres arcos, también de alabastro. Posiblemente sigue los diseños de Fernando Yáñez de la Almedina. De los tres arcos, el central es más bajo y los laterales son de medio punto. Están articulados por columnas y un entablamento (parte superior de la columna). Muestran una interesante decoración con formas italianas, como águilas con las alas extendidas, grutescos y otros motivos de inspiración renacentista.
Dentro de esta capilla, se expone el llamado brazo incorrupto de San Vicente Mártir, que fue entregado a la catedral en 1970. La tradición dice que este santo, diácono de Zaragoza, fue martirizado en Valencia hacia el año 304. Después de este hecho, su culto se extendió rápidamente. De hecho, antes de la llegada de los musulmanes, su basílica sepulcral, situada fuera de las murallas de Valencia, era muy visitada.
La tradición cuenta que durante el dominio musulmán, las reliquias del santo desaparecieron. Hacia el año 1104, el obispo mozárabe de Valencia fue en peregrinación a Tierra Santa, donde pensaba llevar el brazo izquierdo del santo. Sin embargo, este obispo murió inesperadamente en Bari. Allí permanecieron sus restos y el supuesto brazo del santo hasta 1970.
Sacristía
Dentro de la cabecera de la catedral, justo al lado de la Puerta de la Limosna, hay una sala que hoy se usa como sacristía. La sacristía es una de las partes más antiguas de la catedral, de estilo gótico del siglo XIII. Se encuentra en la esquina derecha al comienzo de la girola, donde se une con el crucero. Es un espacio cuadrado cubierto con una bóveda de crucería de ocho partes y trompas en las esquinas. Tiene una gran ventana gótica de seis metros de altura que la ilumina.
A principios del siglo XVI, esta sala se reforzó para guardar el tesoro de la catedral. Se adaptó para que solo se pudiera acceder a ella por una pequeña puerta que da a la girola. Esta puerta estaba protegida por una reja, como las puertas de los castillos. La reforma no cambió por completo las funciones de la sala. Muchos templos antiguos tienen en la sacristía un armario reforzado, situado a cierta altura, para guardar los documentos y objetos más valiosos. La cámara del tesoro de la catedral de Valencia tiene su punto más seguro en un espacio cuya única abertura está a varios metros de altura. Incluso después de pasar todas las puertas anteriores, se necesitaría una escalera alta para llegar a ella. Antes de la restauración moderna, la ventana exterior estaba protegida por rejas tupidas, añadidas probablemente en el siglo XVI.
La sacristía se comunica con otra habitación que es la actual Sala Capitular. En ella, hay una galería con los retratos de todos los obispos y arzobispos de Valencia.
Altar Mayor
El Altar Mayor tiene una forma poligonal y está cubierto por una bóveda de seis nervios. Tiene cinco ventanas y se conecta con la girola a través de dos puertas laterales. Tanto la bóveda como los muros estaban decorados con pinturas murales encargadas a Miquel Alcanyís en 1432. Pero estas desaparecieron en un incendio en 1469. Más tarde, hacia 1474, se encargaron nuevas pinturas, de estilo renacentista, a Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano. Sin embargo, estas pinturas fueron cubiertas por una lujosa decoración barroca entre 1674 y 1682, dirigida por Juan Pérez Castiel. El ábside gótico, de forma poligonal, se cubrió con nuevas bóvedas y una gran cantidad de adornos. Se añadieron imágenes, pilastras, columnas salomónicas, canecillos, ménsulas, pechinas, tímpanos partidos, festones y ángeles dorados. La riqueza de mármoles y dorados, la suntuosidad de las formas y la abundante decoración recordaban el estilo rococó.
Así estuvo hasta junio de 2004. Por casualidad, se encontraron bajo la bóveda de Juan Pérez Castiel unas pinturas de gran belleza, que se fecharon en el siglo XV. Estas obras son las pinturas mencionadas de Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano. Representan ángeles tocando instrumentos musicales. Poco después del incendio de 1469, hacia 1474, el futuro Papa Alejandro VI ordenó a ambos pintores que realizaran estos frescos. Ahora se pueden volver a ver, después de que la bóveda de Pérez Castiel fuera desmontada.

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Ángel músico con una pandereta
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Ángel músico con una cítara
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Ángel músico con una laúd
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Ángel músico con una viola de arco
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Ángel músico con una arpa
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Ángel músico con una vihuela
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Ángel músico con una flauta doble
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Ángel músico con una trompeta
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Ángel músico con una trompeta
Retablo mayor
En el presbiterio, también encontramos un retablo. En realidad, es un gran armario con dos puertas. Guardaba un retablo renacentista de plata (1492-1507), hecho por el orfebre Bernabo Thadeo de Piero de Pone. Este retablo fue fundido en Mallorca en 1812 para hacer monedas durante la Guerra de la Independencia Española contra Napoleón.
Las grandes puertas que cierran el armario cubren una superficie de 75 metros cuadrados. Fueron pintadas al óleo entre 1506 y 1510 por Fernando Yáñez de la Almedina y por Hernando de los Llanos. Es probable que ellos fueran colaboradores de Leonardo da Vinci y trajeron desde Italia el estilo renacentista que luego se extendería por el resto de la península a través de Valencia.
En total, son seis tablas dobles, es decir, pintadas por ambos lados, lo que suma doce pinturas. Cada una mide 1,94 metros por 2,27 metros.
Las estatuas de madera dorada que coronan la parte superior del ábside representan a San Vicente Ferrer, San Pedro Pascual, San Luis Bertrán, San Francisco de Borja, San Lorenzo y San Vicente Mártir. Son obra de Tomás Sánchez Artigas.
Los relieves de mármol, traídos de Génova, ocupan los huecos de la segunda parte. Representan escenas de la vida de San Vicente Mártir, San Francisco de Borja, San Pascual Baylon y los santos Bernardo, María y Gracia. Fueron hechos por Daniel Salanova en 1687.
La lámpara de cristal que cuelga es de Murano, traída de Roma por el arzobispo Juan Tomás de Rocabertí (1677-1699). Las vidrieras del techo, con arcángeles y Cristo Pantocrátor, son del siglo XIX.
Aquí se encuentra el sobrio coro de estilo herreriano (1594-1604), hecho de madera de boj y nogal. Originalmente, tenía 155 asientos y estaba en el centro de la nave principal. Pero en 1939, se desmontó y se trasladó a su lugar actual, junto al altar mayor.
La estructura principal de la catedral, que incluye las naves (pasillos largos), el transepto (la parte que cruza) y la girola (pasillo alrededor del altar), se construyó entre los siglos XIII y XV. Por eso, su estilo es gótico, específicamente gótico valenciano o mediterráneo. Este estilo es más antiguo, más horizontal y más robusto que el gótico francés, que es más alto y decorado. Las naves de la Catedral de Valencia se inspiran en las de la catedral de Tarragona. Ambas tienen pilares grandes con bóvedas y columnas dobles, y un diseño cuadrado en cada sección de la nave principal.
Entre 1300 y 1350, se construyeron las tres primeras secciones de las tres naves: una central más grande y dos laterales más pequeñas. Empezaron en el crucero y llegaron hasta la actual capilla de San Francisco de Borja, pero no más allá.
La Sala Capitular y el Micalet se construyeron separadas de las naves. Esto era similar a lo que se hacía en ciudades como Pisa o Florencia, donde el baptisterio y la torre campanario se construyeron de forma independiente. Un ejemplo más cercano es la torre campanario del Fadrí de Castellón.
En 1459, los maestros Francesc Baldomar y Pere Compte comenzaron la ampliación de las naves de la catedral. Añadieron una sección más, conocida como Arcada Nova o Arcada de la Seu. Con esto, unieron definitivamente la catedral con la sala capitular y con el Micalet. En esta última sección, hicieron muchas ventanas y puertas con arco en esviaje (un arco que no está perpendicular a la pared) y una compleja bóveda que unía la catedral con el Micalet y con la sala capitular.
Entre 1441 y 1446, se talló un magnífico retablo gótico de alabastro para la parte trasera del coro (transcoro) de la catedral. Este coro estaba en el centro de la nave principal. Pero en 1777, el retablo se trasladó a la capilla del Santo Cáliz, y fue reemplazado por otro de estilo neoclásico, que hoy ya no existe.
Entre 1594 y 1604, se construyó el sobrio coro de estilo herreriano. Estaba hecho de madera de boj y nogal y tenía 155 asientos. Fue obra de los tallistas Domingo Fernández Ayarza, Joan Tormo y los italianos Francesco Maria Longo y Jacome Antonio Como. Este coro estuvo en la parte central de la nave principal hasta 1940, cuando fue desmontado para trasladarlo al altar mayor. La catedral tenía dos órganos a ambos lados del coro, del siglo XVI. Pero después de la Guerra civil española, resultaron dañados y no se reconstruyeron, aunque el órgano actual tiene piezas del antiguo.
A partir de 1774, se empezó a cubrir las bóvedas y pilares con decoración neoclásica. El objetivo era ocultar el estilo gótico original de las naves y de todo el templo. Pero dos siglos más tarde, en 1972, comenzó la restauración de la catedral. Las naves recuperaron su aspecto gótico original, con pilares sin adornos y bóvedas de crucería simples con ladrillo.
Capilla de San Francisco de Borja
Esta es una de las capillas laterales, situada en la parte derecha de la nave central. Está dedicada a San Francisco de Borja. Contiene dos magníficos cuadros de Goya de 1788, encargados por los duques de Osuna. El cuadro de la izquierda muestra a San Francisco de Borja despidiéndose de su familia en el Palacio Ducal de Gandía para unirse a la Compañía de Jesús. A la derecha, verás a San Francisco de Borja, ya como sacerdote jesuita, ayudando a una persona moribunda.
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St. Francis Borgia Helping a Dying Impenitent by Goya.jpg
Capilla de San José
En esta capilla están enterrados los obispos y arzobispos Simón López García, Agustín Cardenal García-Gasco y José Gea Escolano.
Personas Importantes relacionadas con la Catedral
Muchas personas han tenido una conexión especial con la catedral, entre ellas:
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Ver también
- Cáliz de la Catedral de Valencia
- Museo Catedralicio Diocesano de Valencia
- Purísima Concepción (Bonet)
- Basílica de la Virgen de los Desamparados
- Archidiócesis de Valencia
- Ruta de los Borja
- Anexo:Basílicas y catedrales de España
Véase también
En inglés: Valencia Cathedral Facts for Kids