Júpiter (mitología) para niños
Júpiter, también conocido como Jove (del latín Iuppĭter o Iovis), es el dios más importante de la mitología romana. Se le considera el padre de los dioses y de los hombres (pater deorum et hominum). Su equivalente en la mitología griega es Zeus. A diferencia de otras deidades romanas, Júpiter no fue tomado directamente de la mitología griega, sino que tiene raíces propias. Sus símbolos principales son el águila, el rayo y el cetro.
Hoy en día, algunas comunidades religiosas que buscan revivir la antigua religión romana, como el Camino Romano a los Dioses o Nova Roma, adoran al dios Júpiter.
Júpiter era hijo de Saturno y Ops. Era la deidad principal de la tríada capitolina, un grupo de tres dioses que también incluía a su hermana y esposa, Juno, y a su hija, Minerva.
El culto a Júpiter, que probablemente se originó con los Sabinos, fue introducido en Roma por Numa Pompilio. En el templo más grande de Roma, construido en su honor en la colina Capitolina, se le veneraba como Iuppiter Optimus Maximus (‘Júpiter, el mejor y más grande’). Se le consideraba el protector de la ciudad, la fuente de la autoridad, las leyes y el orden social. El famoso orador Cicerón lo describió como «la sobrecogedora presencia de una mente suprema».
Durante la República romana, los cónsules le ofrecían sus oraciones al inicio de su mandato. En el Imperio romano, aunque el culto a los emperadores se hizo importante, Júpiter siguió siendo una figura central. Varios emperadores lo consideraron su dios protector, e incluso algunos, como César Augusto, afirmaban recibir mensajes de él en sueños.
Contenido
¿Qué significa el nombre Júpiter?
La palabra latina Iuppiter (Júpiter) viene de raíces antiguas que significan "luz" y "padre". Así, Júpiter se puede entender como "El padre de la luz". La palabra latina deus ("dios") y divus ("divino") también significan "ser de luz", porque se creía que los dioses estaban hechos de la misma materia que la luz. De ahí también viene la palabra Iovis ("Jove"), otro nombre para Júpiter, y la palabra "jovial" en español, que describe a alguien alegre.
Antiguos escritores romanos, como Varrón, explicaban que Júpiter era el dios del aire, el viento, las nubes y la lluvia, y que ayudaba a los seres humanos y a las ciudades. Se le llamaba "Padre" porque hacía que las cosas crecieran y se manifestaran.
El papel de Júpiter en el Estado romano
Los romanos creían que Júpiter les había dado su poder y éxito porque lo honraban más que a cualquier otro pueblo. Júpiter era la fuente de las señales divinas que guiaban la relación de Roma con los dioses. Representaba la autoridad divina de los líderes más importantes, la organización interna y las relaciones de Roma con otros pueblos.
Los cónsules, al asumir su cargo, juraban en nombre de Júpiter y le rendían honores en una fiesta anual en el Capitolio en septiembre. Para agradecerle su ayuda y asegurar su apoyo continuo, sacrificaban un buey blanco con cuernos dorados. Los generales que celebraban un triunfo (una gran victoria) también ofrecían sus trofeos a los pies de la estatua de Júpiter en el Capitolio.
La relación de Júpiter con el poder real cambió a medida que Roma evolucionaba. Al principio, Roma era gobernada por reyes. Después de que la monarquía fuera abolida y se estableciera la República Romana, las responsabilidades religiosas pasaron a los patres, la clase gobernante. Cualquier intento de restaurar la monarquía se consideraba traición. Por ejemplo, Marco Furio Camilo fue exiliado por usar un carro con cuatro caballos blancos, un honor reservado solo para Júpiter. Marco Manlio Capitolino, un héroe que defendió el Capitolio, fue ejecutado por sospechas de querer ser rey. Júpiter Capitolino simbolizaba la continuidad del poder y otorgaba autoridad a los magistrados que lo honraban.
Mitos de Júpiter
Gran parte de los mitos de Júpiter son similares a los de Zeus en la mitología griega, aunque también tienen elementos de la mitología etrusca y de las tradiciones latinas. Al principio, Júpiter era un dios del cielo, el clima y los ciclos agrícolas. Con el tiempo, se convirtió en el protector de las ciudades latinas y, finalmente, en el dios principal del Estado romano, la justicia, el derecho y la autoridad de las leyes. Mantuvo su conexión con el rayo, al igual que Zeus, y se convirtió en el dios de todos los dioses.
La familia de Júpiter
Según algunos relatos, hubo varios Júpiter. Uno nació en Arcadia, hijo de Éter, y fue padre de Proserpina y Líber. Otro Júpiter, hijo del Cielo, fue padre de Minerva y de las primeras Musas. El tercer Júpiter, el más conocido, fue hijo del cretense Saturno y Ops. Este Júpiter tuvo hijos como Cástor y Pólux con Leda, y las nueve Musas con Mnemósine.
Higino, siguiendo una tradición más griega, dice que Júpiter nació de Saturno y Ops, y que sus hermanos fueron Vesta, Plutón, Ceres, Juno y Neptuno. Tuvo muchos hijos divinos:
- De su cabeza nació Minerva.
- Con Dione tuvo a Venus.
- Con Juno tuvo a Marte, Juventas, Libertas y Vulcano.
- Con Eurínome tuvo a las Gracias.
- Con Temis tuvo a las Estaciones.
- Con Ceres tuvo a Proserpina.
- Con Moneta tuvo a las Musas.
- Con Luna tuvo a Pandía.
- Con Maya tuvo a Mercurio.
- Con Latona tuvo a Apolo y Diana.
Otros autores romanos mencionan más hijos, como Cupido con Venus, Liber con Proserpina, Mnemósine con Clímene, y Eternidad también como hija de Júpiter.
Escritores posteriores también crearon nuevas historias sobre la familia de Júpiter. Isidoro de Sevilla dijo que las Musas nacieron de Júpiter y Minerva. Boccaccio mencionó que Júpiter, hijo de Éter, fue padre de Minerva, Apis, Sol, Diana, Mercurio, Tritopatreo, Eubuleo, Dioniso, Hércules y Proserpina.
Los Mitógrafos Vaticanos cuentan que los tres hijos de Saturno fueron Júpiter, Neptuno y Plutón. Júpiter, siendo joven, derrocó a su padre Saturno. Luego, los tres hermanos se dividieron el mundo por sorteo: Júpiter se quedó con el cielo, Neptuno con el mar y Plutón con el inframundo. Cada uno tenía un símbolo de su poder: Júpiter un rayo, Neptuno un tridente y Plutón un perro de tres cabezas.
Fábulas y aventuras de Júpiter
En las Fábulas de Higino se narran muchas historias de Júpiter. Se cuenta que Juno llevó a Júpiter a la isla de Creta para protegerlo de Saturno, quien quería devorar a sus hijos. Allí, la nodriza Amaltea lo colgó en una cuna bajo un árbol, y los curetes lo protegían.
Cuando Juno vio el gran poder de Épafo, animó a los Titanes a intentar derrocar a Júpiter. Pero Júpiter, con la ayuda de Minerva, Apolo y Diana, los derrotó y los envió al Tártaro. También se enfrentó a Tifón, una criatura gigante con cien cabezas de dragón, a quien derrotó con un rayo y lo sepultó bajo el monte Etna.
Júpiter también estuvo involucrado en la historia de Faetón, hijo de Sol, quien intentó conducir el carro de su padre y causó un gran incendio en la Tierra. Júpiter lo detuvo con un rayo. Para repoblar la Tierra después de un gran diluvio, Júpiter ordenó a Pirra y Deucalión que arrojaran piedras detrás de ellos, y estas se convirtieron en personas.
Júpiter tuvo un hijo con Io, a quien transformó en vaca para protegerla de Juno. Más tarde, Júpiter le devolvió su forma humana y la convirtió en la diosa Isis. Su hijo, Épafo, construyó ciudades en Egipto.
Prometeo dio el fuego a los hombres. Por ello, Júpiter ordenó que lo encadenaran en el monte Cáucaso y que un águila le devorara el corazón. Júpiter liberó a Prometeo después de que este le revelara una importante profecía sobre Tetis.
En la boda de Peleo y Tetis, Júpiter invitó a todos los dioses excepto a Discordia. Ella lanzó una manzana de oro para la más bella, lo que causó una disputa entre Juno, Venus y Minerva. Júpiter ordenó a Mercurio que llevara a Paris al monte Ida para que él decidiera quién era la más bella.
Júpiter tuvo un hijo con Alcmena, quien dio a luz a Hércules. Júpiter ayudó a su hijo en varios de sus famosos doce trabajos.
Tántalo, hijo de Júpiter, fue castigado por revelar los secretos de los dioses a los hombres. Salmoneo fue castigado con un rayo por intentar imitar el trueno y el relámpago de Júpiter. Ixión fue castigado por intentar engañar a Juno.
Júpiter, transformado en lobo, visitó a Licaón. Cuando los hijos de Licaón intentaron engañar a Júpiter con carne humana, él los castigó con un rayo. Júpiter también transformó a Calisto en una osa, pero luego la colocó entre las estrellas como la constelación del Septentrión.
Júpiter y Antíope tuvieron dos hijos, Anfión y Zeto. Con Egina, Júpiter tuvo a Éaco. Cuando Éaco pidió hombres para defenderse, Júpiter transformó hormigas en personas, que fueron llamadas mirmidones. Júpiter, transformado en toro, llevó a Europa desde Sidón hasta Creta, y con ella tuvo a Minos, Sarpedón y Radamantis. Con Dánae, Júpiter tuvo a Perseo en forma de lluvia de oro.
Júpiter, transformado en cisne, tuvo hijos con Leda, incluyendo a Pólux y Helena.
Epítetos de Júpiter

Júpiter tenía muchos nombres o "epítetos" que describían sus diferentes funciones o lugares de culto:
Epítetos que describen sus funciones
- Iuppiter Optimus Maximus (‘el mejor y más grande’).
- Iuppiter Caelus o Caelestis (‘Dios Padre Cielo’ o ‘celestial’).
- Iuppiter Custos (‘guardián’).
- Iuppiter Conservator (‘defensor, conservador’).
- Iuppiter Fulgur (‘el que empuña el rayo’).
- Iuppiter Fulgurator (‘del relámpago’).
- Iuppiter Tonans (‘tonante’, el que truena).
- Iuppiter Liberator (‘liberador’).
- Iuppiter Lucetius (‘de la luz’).
- Iuppiter Pluvius (‘el que envía la lluvia’).
- Iuppiter Stator (de stare, ‘estar de pie’, el que detiene la huida).
- Iuppiter Victor (‘victorioso’, guía de los ejércitos).
- Iuppiter Triumphator (‘triunfante’).
- Iuppiter Invictus (‘invencible’).
- Iuppiter Imperator (‘comandante supremo’).
- Iuppiter Terminus o Iuppiter Terminalus (‘defensor de las fronteras’).
- Iuppiter Praedator (‘expoliador del botín’).
- Iuppiter Summanus (‘el que envía el trueno nocturno’).
Epítetos geográficos o que lo relacionan con otros dioses
- Iuppiter Ammon (Júpiter comparado con el dios egipcio Amón).
- Iuppiter Brixianus (como dios local de Brescia).
- Iuppiter Heliopolitanus (de la Heliópolis Siríaca, actual Baalbek, Líbano; una forma de Baal).
- Iuppiter Iehovah (Júpiter comparado con Yahvé).
- Iuppiter Ladicus (como dios celtíbero de las montañas).
- Iuppiter Latarius (‘del Lacio’).
- Iuppiter Parthinus o Partinus (adorado en las fronteras de Dalmacia y Mesia).
- Iuppiter Poeninus (adorado en los Alpes, cerca del Gran San Bernardo).
- Iuppiter Sabazius (Júpiter comparado con Sabacio).
- Iuppiter Solutorius (una versión local adorada en Castilla).
- Iuppiter Taranis (comparado con el dios celta Taranis).
- Iuppiter Uxellinus (adorado en Austria, como dios de las altas montañas).
El Templo de Júpiter Capitolino

El Templo de Júpiter Óptimo Máximo, construido en la colina Capitolina, era el templo más grande de Roma. Allí se adoraba a Júpiter en forma de una piedra sagrada, llamada Júpiter Lapis, sobre la cual se hacían juramentos importantes. En este templo, Júpiter era adorado junto a su esposa Juno y su hija Minerva, formando la Tríada Capitolina.
Era común que los romanos construyeran templos dedicados a Júpiter Óptimo Máximo o a la Tríada Capitolina en el centro de las nuevas ciudades que fundaban.
La construcción del Templo de Júpiter en el Capitolio fue iniciada por Tarquinio Prisco y terminada por el último rey de Roma, Tarquinio el Soberbio. Fue inaugurado en el año 509 a.C., al comienzo de la época republicana. El templo se alzaba sobre una plataforma alta con una escalinata en la parte delantera. Tenía columnas en tres de sus lados y dos filas de pilares en la fachada, formando un gran pórtico que conducía a tres salas (cellae) una al lado de la otra, al estilo etrusco. La sala central era más ancha que las otras dos.
Los restos de los cimientos y la plataforma, que en su mayoría se encuentran bajo el Palazzo Caffarelli, muestran que el templo era enorme, con una base de unos 55 por 60 metros.
En el tejado había una estatua de terracota de un auriga (conductor de carro), hecha por el artista etrusco Vulca de Veyes en el siglo VI a.C. Esta fue reemplazada por una de bronce en el año 296 a.C. La estatua principal de Júpiter, también obra de Vulca, era de terracota y se le pintaba la cara de rojo en los días festivos. Debajo de las salas había pasajes subterráneos (favissae) donde se guardaban estatuas viejas y ofrendas.

El templo fue reconstruido con mármol después de un incendio en el año 83 a.C., cuando se perdieron la estatua principal y los Libros Sibilinos. Sufrió otros incendios en los años 69 d.C. y 80 d.C.
Frente a la escalinata del templo estaba el altar de Júpiter (ara Iovis). En la gran plaza frente al templo había otros templos más pequeños, estatuas y trofeos.
El templo comenzó a deteriorarse en el siglo V d.C., cuando se llevaron sus puertas doradas y muchas de sus estatuas.
Júpiter en el lenguaje
En la Antigua Roma, las personas juraban por Júpiter en los tribunales, lo que dio origen a la expresión común «¡por Júpiter!», que hoy en día es una forma antigua de hablar. Además, la palabra "jovial" se usa para describir a alguien alegre, amable y optimista, y viene del nombre "Jove", otra forma de llamar a Júpiter.
Galería de imágenes
-
Júpiter y Tetis, por Dominique Ingres.jpg
Júpiter y Tetis, por Jean Auguste Dominique Ingres (1811).
Véase también
En inglés: Jupiter (mythology) Facts for Kids