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Escultura del Renacimiento en España para niños

Enciclopedia para niños

La escultura del Renacimiento en España y el arte renacentista en general llegaron a España casi un siglo después de que este estilo comenzara en Italia. Durante el siglo XV, el estilo gótico seguía siendo el más popular.

Aunque hubo algunos intentos tempranos de arte renacentista, como el sepulcro de Santa Eulalia en la catedral de Barcelona en 1339, estas ideas no se extendieron de verdad hasta finales del siglo XV y principios del XVI. Fue entonces cuando artistas de Florencia y otros lugares de Italia llegaron a España, y algunos artistas españoles también viajaron a Italia para aprender el nuevo estilo. Sin embargo, el Renacimiento no se estableció firmemente hasta el reinado de Carlos V.

El estilo que dominaba en España durante el siglo XV era el estilo hispanoflamenco. Este estilo fue evolucionando y mezclándose con las ideas italianas. Familias de artistas como los Egas y los Siloé, y el escultor Felipe Vigarny, fueron clave en esta transición.

La Escultura Renacentista en el Siglo XVI

En el siglo XVI, que en Italia se conoce como el Cinquecento, la escultura renacentista se hizo más presente en España. Esto ocurrió gracias a las relaciones de España con Italia y al apoyo de los reyes y la nobleza.

La escultura renacentista llegó a España de tres maneras principales:

  • Artistas italianos en España: Escultores de Italia fueron invitados a trabajar en España. Algunos de los más importantes fueron Domenico Fancelli, conocido por sus trabajos en mármol, Pietro Torrigiano, que trabajaba con terracota, y Jacobo Florentino.
  • Obras traídas de Italia: Muchas esculturas y relieves fueron encargados directamente a talleres italianos y luego traídos a España. Un ejemplo famoso es el San Juanito del taller de Miguel Ángel para la ciudad de Úbeda.
  • Artistas españoles: Una primera generación de escultores españoles aprendió el nuevo estilo. Entre ellos destacan Vasco de la Zarza, Felipe Vigarny, Bartolomé Ordóñez y Diego de Siloé.

Los escultores españoles del siglo XVI desarrollaron diferentes estilos, como el «plateresco», el «purismo» y el «manierismo». Otros artistas importantes de esta época fueron Juan Sanz de Tudelilla, Arnao de Bruselas y la familia de plateros Arfe.

Grandes Maestros del Siglo XVI

En la segunda mitad del siglo XVI, surgieron grandes maestros que, aunque seguían las ideas italianas, dieron a sus obras un toque muy español. Usaban mármol y bronce, pero sobre todo madera policromada (pintada con muchos colores) y estofada (con detalles dorados). De sus talleres salieron muchos retablos, sillerías de coro e imágenes.

Al final del siglo XVI, el estilo renacentista español cambió hacia un clasicismo más puro, influenciado por el arquitecto Juan de Herrera. Los escultores italianos León Leoni y Pompeyo Leoni, padre e hijo, y el español Juan Bautista Monegro, trabajaron en la gran obra de El Escorial.

Contexto Histórico y Artístico

Archivo:C o a Callistus III
Escudo del papa Calixto III.

El Renacimiento llegó a España gracias a las relaciones económicas y sociales con Italia, especialmente por los territorios españoles en Nápoles, Sicilia y Cerdeña. La presencia de papas de origen español, como Calixto III y Alejandro VI de la familia Borja, también facilitó el intercambio artístico.

Este contacto constante con Italia, y más tarde con Francia y Flandes, enriqueció la escultura española. Surgió el estilo plateresco, una variedad puramente española del Renacimiento. Se caracteriza por una decoración muy abundante en las fachadas de los edificios, que parecen retablos. Mantiene elementos góticos y mudéjares, y usa columnas con mucha ornamentación, medallones y escudos.

Religión e Ideas

Archivo:Juan de Juni-Santo Entierro
Entierro de Cristo de Juan de Juni.

Desde el principio, la influencia de la Iglesia hizo que la escultura en España se centrara en temas religiosos y funerarios, a diferencia de Italia, donde se representaba más el cuerpo humano. Las obras españolas mostraban más emoción y un buen conocimiento de la anatomía.

Con los cambios en la Iglesia, como la Reforma y la Contrarreforma, surgieron nuevas ideas religiosas. El Concilio de Trento (1545-1563) pidió a los escultores que crearan imágenes religiosas claras y sencillas, para que la gente se emocionara al verlas. Así, surgieron grandes grupos escultóricos, como el tema del Entierro de Cristo, realizado por maestros como Juan de Juni.

Características de la Escultura Renacentista Española

Archivo:Colegiata de Bolea - Retablo de Santiago - Detalle
Ofrenda de los Reyes Magos. Detalle del retablo de Santiago en la colegiata de Bolea.

La escultura renacentista española se desarrolló en:

  • Sepulcros: Monumentos funerarios.
  • Sillerías de coro: Asientos tallados en las iglesias.
  • Imaginería: Imágenes religiosas.
  • Retablos: Grandes estructuras decoradas detrás del altar.
  • Escultura aplicada a la arquitectura: Decoración en edificios.
  • Retratos: Especialmente para la nobleza.

Se mezcló el estilo gótico con el nuevo Renacimiento italiano. A diferencia de Italia, en España se evitaban los temas mitológicos y se ponía más énfasis en los sentimientos que en la belleza formal.

La piedra era un material común para fachadas, con adornos de guirnaldas, volutas y medallones. El mármol y el bronce se usaban para obras importantes. Pero el material más usado y representativo fue la madera policromada. Se cubrían las imágenes con pan de oro y luego se pintaban con colores para simular telas. Las partes del cuerpo se pintaban con un color parecido a la piel, llamado «encarnación». Algunos retablos se dejaban en madera sin pintar, solo encerada o barnizada.

Los sepulcros mostraban al difunto acostado o en posición de oración, a menudo en estructuras arquitectónicas. Reflejaban la idea renacentista de "triunfo sobre la muerte" a través de la "Fama", es decir, el recuerdo de las buenas acciones del difunto, que se narraban en relieves.

El Retablo Renacentista

En el siglo XVI, los retablos eran muy admirados. Los nuevos se hacían con el estilo renacentista, y muchos retablos góticos antiguos fueron reemplazados. El retablo se volvió tan importante que catedrales, conventos e iglesias se llenaron de estas obras, algunas de tamaño enorme.

Se preferían los retablos con esculturas, aunque a menudo se combinaban con pinturas. Pintores y escultores trabajaban juntos en la estructura tallada, llamada ensamblaje.

En la primera mitad del siglo XVI, los retablos tenían muchos adornos platerescos. A partir de 1558, con el ejemplo del retablo mayor de la catedral de Astorga de Gaspar Becerra, hubo un cambio hacia el romanismo. La arquitectura se hizo más clara, con órdenes clásicos y menos decoración.

Los adornos como triglifos, metopas y atlantes reemplazaron a los grutescos. Las columnas clásicas sustituyeron a las abalaustradas. El espacio para el Sagrario (donde se guarda la Eucaristía) cobró mucha importancia, a menudo construyéndose por separado y siendo lo primero en terminarse.

Los retablos se dividen en:

  • Banco o predela: La parte inferior horizontal, con tallas o pinturas.
  • Cuerpos: Divisiones horizontales sobre el banco.
  • Calles: Divisiones verticales.
  • Ático: La parte superior, más estrecha, que casi siempre tiene un Calvario (escena de la crucifixión de Jesús).

Las calles solían mostrar historias de la Biblia. A veces había "entrecalles" más estrechas con esculturas de santos o apóstoles. A los lados, podían tener "guardapolvos" o "pulseras", piezas verticales ricamente adornadas.

Mecenazgo Artístico

Archivo:Capilla de los Benavente 20060826 1
Cúpula de la capilla de los Benavente.

Los grandes protectores del arte, llamados mecenas, se inclinaron por el nuevo estilo renacentista. La Corte, especialmente con Carlos I, fue un gran impulsor. La nobleza y la alta burguesía también apoyaron el arte, patrocinando capillas funerarias.

El clero siguió siendo un gran mecenas, encargando obras religiosas. No solo los altos cargos de la Iglesia, sino también las parroquias rurales, encargaban imágenes y esculturas a los talleres más prestigiosos. Por eso, en muchos pueblos, incluso los que hoy parecen humildes, se encuentran obras de grandes maestros como Berruguete o Juan de Juni.

En la segunda etapa del Renacimiento, los obispos fueron los principales mecenas de los retablos. También hubo mecenas de otras clases sociales, como el banquero Gabriel Zaporta.

Primer Tercio del Siglo XVI

En los primeros 30 años del siglo XVI, las formas renacentistas llegaron a España a través de obras importadas de Italia o de artistas italianos que vivían en España. Poco a poco, los escultores españoles fueron aprendiendo y adoptando este nuevo estilo.

Escultores Florentinos en España

Algunos artistas italianos llegaron a España para encargos específicos y se quedaron debido a la gran demanda de su trabajo. Los más importantes de Florencia fueron Domenico Fancelli, Pietro Torrigiano y Jacopo Florentino.

Domenico Fancelli

Archivo:Diego Hurtado de Mendoza. Sepulcro
Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones. Capilla de la Virgen de la Antigua (Catedral de Sevilla).

Fancelli era de una familia de escultores y aprendió en talleres cercanos al arte de Benedetto da Maiano, lo que influyó en sus delicados relieves. Su primer trabajo en España fue el sepulcro de Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones en la catedral de Sevilla. La calidad de esta obra impresionó tanto que le pidieron que se quedara.

Luego, Fancelli esculpió el sepulcro del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, en la iglesia de Santo Tomás de Ávila. Esta obra también fue un éxito, lo que le llevó a su encargo más importante: el sepulcro de los Reyes Católicos para la Capilla Real de Granada. Fancelli viajó a Carrara (Italia) para trabajar el mármol y regresó a Granada para terminarlo.

Su fama se extendió, y los encargados del Cardenal Cisneros le pidieron un sepulcro similar. Fancelli viajó de nuevo a Carrara, pero enfermó y murió en Zaragoza. Sin embargo, ya había diseñado el monumento, que fue terminado por Bartolomé Ordóñez.

Pietro Torrigiano

Archivo:Jerónimo Torrigiano 10
San Jerónimo (ca. 1525), de Pietro Torrigiano.

Este escultor italiano, de carácter fuerte, llegó a Granada en 1521 y luego a Sevilla. Se cree que vino por la gran demanda de arte renacentista.

En Sevilla, hizo un busto de la emperatriz Isabel de Portugal que hoy está perdido. También realizó obras en barro cocido, como un San Jerónimo que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Se dice que tuvo problemas con las autoridades y murió en prisión en 1528.

Jacopo Florentino

Archivo:Barcelona Cathedral Interior - Judgment of Eulalia of Barcelona by Dacià - Bartolomé Ordóñez 1519
Santa Eulalia ante el Magistrado, relieve en el trascoro de la catedral de Barcelona, obra de Bartolomé Ordóñez.

Jacopo Florentino fue otro escultor florentino que trabajó en España, también fue pintor y arquitecto. En Granada, dejó el grupo de la Anunciación en la Capilla Real de la catedral, una obra de piedra policromada con ricos pliegues en las vestiduras, considerada una joya de la escultura renacentista española. También se le atribuye un Entierro de Cristo y un crucifijo.

Obras Importadas de Italia

Archivo:Benvenuto Cellini - Crucifix - Escorial
Crucifijo de Benvenuto Cellini.

La demanda de escultura renacentista era tan grande que se encargaron muchas obras a talleres italianos. De Florencia llegaron relieves de la Virgen y el Niño para catedrales como las de Gerona y Badajoz. También se importaron elementos decorativos para castillos.

Un ejemplo notable es el Crucifijo de Benvenuto Cellini de 1562, regalado por Francisco I de Médici a Felipe II y que se encuentra en el Monasterio de El Escorial.

Sepulcros de Mármol Importados

La importación de sepulcros de mármol fue muy importante. El sepulcro del cardenal Pedro González de Mendoza en la catedral de Toledo (1493-1504) es un ejemplo, aunque no se sabe si fue hecho en Italia o por un italiano en España.

Talleres de Génova exportaron grandes sepulcros para la nobleza española, como los de Pedro Enríquez y Catalina de Ribera para la cartuja de las Cuevas (1520).

Desde Nápoles llegaron sepulcros para personajes que habían vivido allí, como el de Juan II de Ribagorza en el monasterio de Montserrat (hacia 1508) y el de Ramón Folc de Cardona-Anglesola en Bellpuig (1525), realizado por Giovanni da Nola.

Primera Generación de Artistas Españoles. Escultura Castellana

En este periodo, destacaron tres escultores cuyas obras mezclaban elementos góticos con el nuevo estilo renacentista: Vasco de la Zarza, Felipe Vigarny y Bartolomé Ordóñez. También Diego de Siloé dejó una huella importante, aunque se dedicó más a la arquitectura.

Vasco de la Zarza

Archivo:Ávila.Sepulcro del Tostado
Detalle central del sepulcro de Alonso Fernández de Madrigal, obra de Vasco de la Zarza.

Vasco de la Zarza fue un decorador muy influenciado por el Renacimiento italiano temprano. Sus obras incluyen el sepulcro de Alonso Fernández de Madrigal en la catedral de Ávila (1518) y el Sagrario del altar mayor de la catedral de Ávila, que muestra una gran influencia italiana.

Juan Rodríguez

Archivo:Real Basílica de San Francisco el Grande (Madrid). Coro
Monasterio de El Parral (Segovia). Sillería del coro.

Fue el discípulo más importante de Vasco de la Zarza y el principal representante de la escuela de Ávila. Su obra maestra es el retablo de la iglesia del monasterio de El Parral de Segovia (1528), una obra enorme y muy decorada.

Felipe Vigarny

Archivo:Burgos, catedral 39
Sillería del coro de la catedral de Burgos, de Felipe Vigarny.

Vigarny se movió entre las últimas formas góticas y el Renacimiento, asimilando poco a poco los nuevos métodos. Tuvo mucha influencia francesa. Sus obras más representativas son los relieves del trasaltar de la catedral de Burgos (1498) y la sillería del coro de la misma catedral. También trabajó en el retablo mayor de la catedral de Toledo y en la capilla Real de Granada.

Bartolomé Ordóñez

Archivo:Barcelona Cathedral Interior - Judgment of Eulalia of Barcelona by Dacià - Bartolomé Ordóñez 1519
Santa Eulalia ante el Magistrado, relieve en el trascoro de la catedral de Barcelona, obra de Bartolomé Ordóñez.

Ordóñez fue clave en la transición al Renacimiento pleno. Trabajó en Italia y fue un gran seguidor de Miguel Ángel. Su estilo renacentista era muy avanzado. Destacan sus trabajos en la sillería del coro de la catedral de Barcelona, incluyendo el Entierro de Cristo, y los relieves del trascoro de la misma catedral.

También realizó los sepulcros de don Felipe y doña Juana para la capilla Real de Granada, y el sepulcro del Cardenal Cisneros en Alcalá de Henares, que había dejado sin terminar Fancelli.

Diego de Siloé

Diego de Siloé es otro escultor de transición. Comenzó en Burgos y luego se trasladó a Granada en 1528 para terminar la iglesia de San Jerónimo, donde se centró en la arquitectura. En Burgos, trabajó en la capilla de los Condestables de la catedral y en la monumental Escalera Dorada.

Aunque se dedicó a la arquitectura, nunca dejó de ser escultor. Su taller en Granada fue muy famoso, y sus discípulos difundieron su arte por toda España.

Maestros Entalladores

En la creación de retablos y sillerías de coro, trabajaban diferentes artistas: escultores, entalladores (que tallaban la madera), ensambladores, pintores y doradores. Los maestros entalladores eran muy importantes, ya que a menudo eran los responsables de organizar todo el trabajo del retablo.

Algunos de los entalladores más influyentes fueron Andrés de Nájera, Bartolomé Fernández, Guillén de Holanda y Pedro de Guadalupe.

Grandes Maestros del Segundo Tercio del Siglo XVI

La escuela de Burgos dio paso a la escuela de Valladolid, con dos grandes genios: Alonso Berruguete y Juan de Juni. Ambos estaban muy influenciados por la fuerza de Miguel Ángel, pero trabajaban de manera diferente: Berruguete era rápido y Juni, lento. Ambos crearon escuelas y tuvieron muchos seguidores.

Alonso Berruguete

Archivo:Matirio de San Sebastian (Alonso Berruguete)
Archivo:Adoración de los Magos (Las Edades del Hombre)
Adoración de los Reyes (1537), del retablo de la iglesia de Santiago de Valladolid, de Alonso Berruguete.

Nacido en Paredes de Nava, Alonso Berruguete era hijo del famoso pintor Pedro Berruguete. Se formó en Italia, tanto en pintura como en escultura. Su gran obra escultórica comenzó con el retablo para el monasterio de La Mejorada (hoy en el Museo Nacional de Escultura).

La mayoría de sus esculturas fueron para retablos enormes. Su obra maestra es el retablo de la iglesia del monasterio de San Benito de Valladolid (1527), que hoy se exhibe en el Museo Nacional de Escultura. Otra gran obra es el retablo de la Adoración de los Reyes para la iglesia de Santiago de Valladolid, que muestra un gran movimiento. Su última obra fue el sepulcro del Cardenal Tavera en Toledo.

Berruguete creó una escuela, y sus seguidores trabajaron en La Rioja, Cuenca y Toledo. Destacan Francisco Giralte, Isidro de Villoldo e Inocencio Berruguete (su sobrino).

Juan de Juni

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San Juan Bautista de Juan de Juni, obra procedente del desaparecido convento de San Benito (Valladolid).

Juan de Juni, junto con Berruguete, fue otro gran maestro del Renacimiento español en Castilla. Su forma de trabajar era muy diferente a la de Berruguete: era lento, estudiaba mucho sus obras y cuidaba al máximo las composiciones, con figuras de ropajes voluminosos y grandes pliegues. Su estilo muestra influencias francesas y del norte de Italia.

Dominaba varias técnicas y materiales: madera, barro y mármol. Sus obras se caracterizan por sus figuras en movimiento y siluetas helicoidales, que anticipan el estilo barroco. Juni trabajó en Burgos, Salamanca y finalmente en Valladolid, donde estableció su taller y creó escuela. Su obra más representativa es el Santo Entierro, para la capilla de fray Antonio de Guevara en el desaparecido convento de San Francisco de Valladolid.

Escultura del Renacimiento en Andalucía

Archivo:Retablomayor sanjeronimo
Retablo de la Iglesia de San Jerónimo en Granada, obra de Juan Bautista Vázquez El Mozo.

En el primer tercio del siglo XVI, Andalucía fue muy importante para la escultura renacentista, gracias a los sepulcros de mármol importados y a los escultores florentinos que se establecieron allí, como Domenico Fancelli, Pietro Torrigiano y Jacobo Florentino.

La escuela castellana también influyó en Sevilla, que se convirtió en un centro renacentista clave. En Granada, Bartolomé Ordóñez trabajó en los cenotafios de don Felipe y doña Juana para la Capilla Real. Diego de Siloé también se estableció en Granada como arquitecto, pero también realizó importantes encargos escultóricos, como las figuras de los Reyes Católicos para la Capilla Real.

Escultura del Renacimiento en Aragón

Archivo:La Audiencia o Palacio de los Condes de Luna
Palacio de los condes de Morata en Zaragoza.

La escultura del Renacimiento en Aragón tiene características propias, más serenas y líricas que la castellana, y con un fondo gótico. Esta etapa fue de gran esplendor para el arte aragonés.

A diferencia de Castilla y Andalucía, no hubo muchos artistas italianos trabajando en Aragón, salvo Juan de Moreto. La única pieza importada fue el sarcófago de Ramón Folc de Cardona-Anglesola.

La escultura aragonesa está muy ligada a la arquitectura civil, decorando portadas de palacios y fachadas. Los materiales más usados fueron la madera (sin pintar o policromada) y el alabastro, ya que había muchas canteras de gran calidad en la región. El taller de Damián Forment alcanzó el máximo nivel en obras de alabastro.

En el primer tercio del siglo XVI, destacó Gil Morlanes el Viejo, que fue "Escultor de Fernando el Católico". Los tres grandes escultores renacentistas fueron Damián Forment, Gabriel Joly y Juan de Moreto.

Damián Forment

Archivo:Retablo del Pilar
Retablo mayor de la Basílica del Pilar (1512-1518), de Damián Forment.

Damián Forment fue el verdadero creador de una escuela renacentista en Aragón. Tuvo mucha actividad y un gran taller donde formó a muchos escultores.

Su primera obra importante fue el retablo mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoza (1509). Aunque su estructura arquitectónica era gótica, el banco ya mostraba formas renacentistas. Otra de sus grandes obras fue el retablo para el monasterio de Poblet, donde ya dominaba completamente el Renacimiento.

Su obra maestra final fue el retablo de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), que no pudo ver terminado. En ella introdujo grutescos y estofados, con una ornamentación muy compleja.

Gabriel Joly fue el segundo gran maestro de la escultura aragonesa, muy influenciado por Forment. Trabajó en Aragón y Navarra. El escultor florentino Juan de Moreto también fue muy influyente en Aragón.

Escultura del Renacimiento en Cataluña

Archivo:Ramon Folc de Cardona-Anglesola
Mausoleo de Ramón Folc de Cardona-Anglesola (1522-1525), realizado por el italiano Giovanni da Nola en Nápoles, instalado ahora en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bellpuig (Lérida)
Archivo:Barcelona Cathedral Interior - Severus of Barcelona by Bartolomé Ordóñez 1519
Escultura de San Severo por Bartolomé Ordóñez en el trascoro de la catedral de Barcelona.

La escultura del Renacimiento en Cataluña está ligada a la cultura humanista de Italia, aunque al principio la aceptación del nuevo estilo fue lenta. Las decoraciones góticas se mezclaron con el Renacimiento hasta bien entrado el siglo XVI. En la primera mitad del siglo XVI, las primeras esculturas renacentistas a menudo estaban rodeadas de marcos góticos.

En Cataluña, la escultura fue realizada principalmente por artistas extranjeros, italianos o del resto de España. Entre las obras traídas de Italia destacan el sepulcro de Juan II de Ribagorza (1508) y el sarcófago de Ramón Folc de Cardona-Anglesola (1522-1525), hecho por Giovanni da Nola en Nápoles. Entre los artistas formados en Italia estaba el burgalés Bartolomé Ordóñez (1480-1520), que hizo las mamparas y el trascoro de la catedral de Barcelona entre 1515 y 1520. En su taller trabajaron artistas italianos y flamencos. Tras su muerte, Pedro Villar terminó los trabajos del trascoro.

También trabajaron en Cataluña el valenciano Damián Forment (1480-1540), con su retablo en alabastro para el monasterio de Poblet; el vallisoletano Esteban Jordán (1530-1598), que hizo el retablo del monasterio de Montserrat por encargo de Felipe II; el abulense Cristóbal de Salamanca (?-1592), autor de la sillería para el monasterio de Montserrat; y el austriaco Perris Hostri y Jeroni Xanxo, que hicieron la caja del órgano de la catedral de Tarragona. El escultor francés Joan de Tours y Gil de Medina también realizaron muchas obras.

Los artistas catalanes tuvieron menos protagonismo frente a la gran influencia externa. Destacaron Jaume Amigó, Jeroni Xanxo, Pere Blai, Andreu Ramírez y Agustí Pujol (1554-1620). En el segundo tercio de siglo, el escultor vasco Martín Díez de Liatzasolo (ca. 1500-1583) tuvo uno de los talleres más productivos en Barcelona.

Escultura del Renacimiento en Galicia

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Fachada del monasterio de San Martín Pinario.

En Galicia, la escultura renacentista se centró en los retablos. Muchos de ellos se perdieron o fueron modificados con la llegada del estilo barroco. Sin embargo, algunas imágenes se conservaron. El Renacimiento comenzó en el primer cuarto del siglo XVI, pero los retablos mejor conservados son de finales de siglo.

El escultor Juan de Álava trajo las nuevas formas a Santiago de Compostela, trabajando en la catedral y en el sepulcro del canónigo Diego de Castilla. El maestro Cornielles de Holanda aportó influencias nórdicas en sus obras, como los retablos de la catedral de Orense (1520) y la catedral de Lugo (1534).

Un gran ejemplo del Renacimiento en Galicia son las estatuas de la fachada de San Martín Pinario del escultor Mateo López.

Escultura del Renacimiento en Navarra

Archivo:Zaragoza - La Seo 16 - Capilla de los Santos Miguel, Gabriel y Rafael
Capilla de Gabriel Zaporta de la Seo de Zaragoza, esculpida hacia 1575 por Juan de Ancheta.

La primera etapa del Renacimiento en Navarra tuvo una gran influencia castellana y aragonesa. Pero sobre todo, hubo muchos artistas franceses que se adaptaron al estilo español.

La primera escuela renacentista navarra, a mediados del siglo XVI, estuvo representada por Jorge de Flandes. Después, surgió el Renacimiento romanista, con Juan de Ancheta como figura principal, que tuvo su taller en Pamplona.

Navarra produjo muchos retablos, algunos de ellos obras maestras como el de Genevilla, del escultor Andrés de Araoz.

Los Retablos de Navarra y sus Autores

Archivo:Valtierra - Iglesia de Santa Maria 4
Retablo mayor de la parroquia de Valtierra.

Otros artistas importantes fueron Pierre Picart, que trabajó en muchos retablos, y fray Juan de Beauves, un excelente tallista de imágenes marianas.

El gran retablo de la iglesia parroquial de Valtierra es una obra monumental que muestra el inicio de las formas clásicas del romanismo. Fue realizado por varios escultores, comenzando por Juan Martínez de Salamanca en 1577.

A finales del siglo XVI, el romanismo se extendió desde Navarra a La Rioja, Aragón, Burgos y el País Vasco, gracias a escultores como Juan de Ancheta.

Escultura del Renacimiento en Valencia

En Valencia, el arte renacentista se conocía desde finales del siglo XV, gracias a las relaciones con Italia. En 1472, el cardenal Rodrigo de Borja trajo a tres pintores italianos. En 1506, llegaron los pintores Fernando Yáñez de la Almedina y Fernando Llanos, que habían aprendido de Leonardo en Florencia.

Damián Forment comenzó su carrera artística en Valencia, trabajando con su padre y su hermano en retablos. Su última obra en Valencia, el retablo de San Eloy (hoy desaparecido), le puso en contacto directo con la nueva moda renacentista italiana.

Última Etapa del Renacimiento en España

Archivo:Monegro-ReyesJuda
Reyes de Israel (El Escorial) obra de Monegro.

El Renacimiento evolucionó hacia un estilo más clásico, llamado romanismo, que coincidía con las normas del Concilio de Trento. En la Corte de Felipe II, la gran obra de El Escorial atrajo a artistas italianos como los Leoni (León Leoni y Pompeyo Leoni), que introdujeron nuevas técnicas como el trabajo en bronce.

Pompeyo Leoni enseñó a trabajar el bronce y tuvo muchos discípulos. Hizo los sepulcros reales de la capilla mayor de El Escorial. El toledano Juan Bautista Monegro también trabajó en El Escorial, creando las estatuas de los reyes de Israel en el Patio de los Reyes.

Mientras este arte se desarrollaba en la Corte, en el resto de España las formas renacentistas evolucionaban hacia un estilo más influenciado por Miguel Ángel, el romanismo. La obra de Juan de Juni fue un modelo para las futuras generaciones, ya que fue un precursor de las formas romanistas.

Escultura Romanista en España

Archivo:Sarpi Historia
Historia Concilii Tridentinii.

La escultura renacentista del último tercio del siglo XVI siguió el manierismo, pero con características propias. Surgió la escultura romanista, muy influenciada por Miguel Ángel y los círculos romanos, y por el Concilio de Trento, que dio gran importancia a las imágenes religiosas.

Esta escultura era religiosa y popular, y muy uniforme en toda España. El escultor Gaspar Becerra, con su retablo mayor de la catedral de Astorga, es el más representativo de este periodo. Le siguieron Esteban Jordán, Pedro López de Gámiz y Juan de Ancheta.

Los obispos fueron los principales mecenas de esta etapa, y los retablos eran las obras más solicitadas. Los artistas tenían acceso a tratados de arquitectura italianos y estampas de maestros como Durero.

Iconografía más Representada

El retablo se convirtió en el lugar principal para mostrar la iconografía de la Virgen María y Jesús, con temas del Nuevo Testamento que culminaban con el Calvario en el ático. El retablo de la catedral de Astorga de Gaspar Becerra fue el modelo a seguir.

Temas como el Cristo atado a la columna, la Piedad (favorita de Juan de Juni), el Resucitado y la Crucifixión eran muy populares. La imagen de la Virgen con el Niño se representaba como una matrona romana, siguiendo modelos de Sansovino y Miguel Ángel.

El grupo de la Asunción de la Virgen ocupaba un lugar destacado en los retablos, mostrando a la Virgen elevada por ángeles. Los profetas, santos y sus martirios también se representaban al estilo romanista, inspirados en obras como las de la capilla Sixtina.

Sillerías de Coro

Las sillerías de coro de esta época ya no tenían adornos mitológicos, sino que representaban santos con austeridad y elegancia. Galicia fue muy importante en este tema, con obras como la sillería de la catedral de Orense de Juan de Angers y Diego Solís (1587).

Sepulcros

Los sepulcros mantuvieron las ideas renacentistas de honrar la vida del difunto. Había dos tipos: el de cama exenta y el de arcosolio con el personaje arrodillado. Ejemplos importantes son el sepulcro de Pedro de la Gasca en la iglesia de la Magdalena de Valladolid (1571), de Esteban Jordán.

Gaspar Becerra

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Retablo mayor de Paredes de Nava, obra de Pedro Berruguete, Inocencio Berrugute y Esteban Jordán.

Con Gaspar Becerra llegó la renovación artística del último Renacimiento. En Italia, aprendió de Giorgio Vasari y Daniele da Volterra, conociendo de primera mano las obras de Miguel Ángel y el romanismo.

Su obra, el Retablo mayor de la catedral de Astorga (1558-1562), introdujo las nuevas formas manieristas. Más tarde, al servicio de Felipe II en Madrid, realizó el retablo de las Descalzas Reales (1563), que se perdió en un incendio.

Sus discípulos y colaboradores, como Esteban Jordán y Juan de Ancheta, difundieron el modelo del retablo de Astorga por toda España.

Esteban Jordán

Esteban Jordán fue ensamblador, pintor y escultor, con taller en Valladolid. Fue uno de los mejores discípulos de Gaspar Becerra, interpretando y difundiendo su estilo, aunque también se nota la influencia de Juan de Juni y Alonso Berruguete.

Trabajó en el retablo de Astorga y realizó muchas obras. Fue considerado el principal escultor de Castilla a finales del siglo XVI. Hizo varios sepulcros de piedra, como el de Pedro de la Gasca en la iglesia de la Magdalena de Valladolid (1571). El rey Felipe II le encargó el gran retablo del monasterio de Montserrat, que fue destruido.

Pedro López de Gámiz

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San José con el Niño. Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

Pedro López de Gámiz aprendió en Burgos y se estableció en Miranda de Ebro. Su obra maestra del romanismo en el norte de España fue el retablo de la iglesia de Santa Clara de Briviesca (1570), una obra colosal en la que colaboró Juan de Ancheta. Este trabajo influyó mucho en Ancheta.

Juan de Ancheta

Estudió en Italia y se formó en Valladolid, donde conoció a Esteban Jordán, Gaspar Becerra y Juan de Juni. Aprendió a combinar el misticismo español con las enseñanzas renacentistas italianas.

Archivo:Jaca - Catedral - Interior - Retablo06
Retablo de la Trinidad en la catedral de Jaca. Detalle del grupo escultórico de la Trinidad.

Su primera obra documentada es el retablo para la capilla de San Miguel de la Seo de Zaragoza. Sus mejores retablos incluyen el de San Pedro de Zumaya (1574) y el de la capilla de la Trinidad de Jaca, donde hizo el grupo escultórico de la Trinidad, considerado muy cercano al estilo poderoso de Miguel Ángel.

Transición del Renacimiento al Barroco

Archivo:Valladolid museo escultura San Juan Bautista Alonso Cano ni
San Juan Bautista de Alonso Cano, escultor nacido en Granada. Museo Nacional de Escultura.

Después del clasicismo y el manierismo del siglo XVI, el arte barroco surgió y dominó desde principios del siglo XVII. Sus orígenes se encuentran en el Renacimiento, cuando el Concilio de Trento influyó en la espiritualidad católica. Esto llevó a la escultura a expresar un sentir más realista.

La escultura barroca fue casi exclusivamente religiosa, buscando un sentido más ascético de la vida, a diferencia del Renacimiento, que tenía un sentido más místico. Las imágenes religiosas pasaron de ser veneradas en la intimidad a ser símbolos que se movían en procesiones.

Mientras que en el siglo XVI el modelo a seguir era Miguel Ángel, en el siglo XVII fue Bernini quien más influyó. La escuela de Valladolid decayó, pero luego surgió el genio de Gregorio Fernández, que impuso su personalidad en la nueva tendencia barroca. En Andalucía, también surgió un importante centro de escultura barroca.

Galería de imágenes

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Escultura del Renacimiento en España para Niños. Enciclopedia Kiddle.